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Profesor: Alumnas:
Luis Zuccato Bolívar, María Victoria.
Sección: 1M C.I. 30.229.221
Díaz, Yuany.
C.I. 32.012.858
Desde último punto, es donde se encuentra la parte de las acciones de Tom, que
te deja analizando en profundidad toda la historia y su mensaje detrás, debido a que,
Tom convencía a los demás niños en la ciudad que el blanquear es divertido y así logra
que hagan todo el trabajo por él. El autor Mark Twain tenía unas ideas en donde
buscaba plasmar una mezcla de la adultez, sarcasmo, humor, hipocresía, infantilidad,
rebeldía, entre otros elementos dentro de esta historia, a lo que justamente se podría
decir que se refleja del todo en estas partes similares; momentos donde se muestra la
“astucia” del niño. En concordancia, la frase “La astucia puede hacerte llegar lejos o
defraudarte, al poner en tus manos acciones que perjudiquen o ayuden, es el bien vs. el
mal, un acto moral o inmoral”, ha sido lo primero en tener en mente cuando buscaba la
moraleja de la novela.
Por tal motivo, muchos dicen que este reflejo de Tom Sawyer es básicamente
una manera de ver el mundo de forma diferente a como lo hacen los adultos con los
que conviven y es que, dentro de los ojos de un niño, la vida es siempre llena de colores
y para ser perfecta debería estar fuera de reglas y responsabilidades. A partir de allí, es
simple el comprender la idea de un niño que buscaba ser independiente a su manera sin
una ley detrás, sin realmente querer crecer, pues esa alma joven es imparable al no
comprender a un mundo lleno de actos morales. Si comparamos estas palabras con la
reacción que obtuvimos al inicio fue un acto entero de confusión, debido a que, no
sonaba lógico, a nuestros ojos leímos a un individuo joven con una personalidad
manipuladora para obtener lo que quiere, hasta que, cambia ligeramente la perspectiva.
Claramente, a partir de su figura paterna, este niño no tiene hogar, ni cuenta con
conocimientos como leer y por supuesto, vive una vida salvaje. En realidad, diría que
se convierte en la mano derecha de Tom, ya que, es con él quien tiene todo el resto de
sus aventuras más descabelladas hasta el fin de la historia, e incluso, el niño que podría
ser la muestra de lo que se venía describiendo anteriormente, es decir, un niño de alma
salvaje que prácticamente vive su vida del día a día, y en lo que su posible futuro podría
ser predecible por aquellos lectores. Por otro lado, un dato curioso podría ser que
incluso, Twain realizó un libro dedicado a este personaje en particular, fue bastante
interesante encontrarlo por casualidad.
No obstante, en los capítulos finales al joven acudir al juicio como testigo del
asesinato del Dr., Robinson, Tom estaba obligado a confesar la verdad acerca del indio
Joe quien fuere el presunto homicida del Dr. Robinson; es bueno mencionar que una
vez hecha su declaración el muchacho vivía preocupado por lo que pudiera hacer el
indio que se encontraba prófugo de las autoridades. Sin embargo, luego del suceso de
las cuevas y que el indio Joe muriera de hambre, pudo vivir tranquilo. Para finalizar,
Huck es adoptado por la viuda Douglas, por desgracia, el niño la pasa mal en la casa y
decide huir; Tom lo convence de volver y formar una pandilla de ladrones a lo que él
acepta y vuelve a la civilización.
Luego de repasar los sucesos anteriores, es notorio que, la ironía más rígida que
expone Twain dentro de la interesante trama, es la no disimulada hipocresía, ya que
para el autor no le es oculto que las conductas del infantilismo en una obra son
esenciales, y más cuando se desarrollan dentro de las diferentes instituciones sociales
como es el caso de la escuela, de la iglesia y de igual forma cuando se ve involucrada
la ley, del mismo modo como la opinión pública. Asimismo, en la trama se presentan
escenas de momentos de burlas hacia las personas.
Cabe destacar que, cuando el autor se anima a hacerlo, tiende a ser un poco
sarcástico enfocándose más que todo en los defectos de carácter, los cuales el lector
entiende que son universales. Ahora bien, podemos agregar a este comentario que los
juegos vistos en la historia, muchas veces parecen ser actos de rebeldía; una rebeldía
infantil con ansias de romper las reglas impuestas por los adultos, con tal de vivir de
forma libre sin preocuparse por las consecuencias.
En conclusión, los objetivos del escritor en presentar esta novela fueron muy
claros, en dejar al lector una crítica de la hipocresía que presenta la sociedad, lo que se
puede deducir a la discordia habitual entre los valores y el comportamiento que
acostumbran manifestar, el autor en verdad no defiende la subversión. Él se enfocó en
demostrar los diversos peligros potenciales de perturbar la autoridad, y de la misma
forma demuestra los riesgos de adherirse a la autoridad en una condición demasiado
estricta.
Ya como comentario personal, esta historia fue una ligera sorpresa, ya que, al
iniciar a leer el libro, teníamos una idea diferente de lo que trataba y el mensaje. Sin
embargo, es interesante ver el giro que tomó la historia, además de la subtrama que se
presenta, pues a pesar de que parece un libro sobre la infancia y la rebeldía infantil
frente al mundo real, tiene un trasfondo de crítica social e incluso sátira sobre la
conducta. A pesar de lo dicho anteriormente, no es una historia que volveríamos a leer,
además de que no fue realmente de nuestro agrado; por momentos es confusa y pierde
el norte sobre el objetivo de ser. Pero lo más importante, deja un mensaje para nada
adecuado considerando que es una historia para niños, pues el final y la resolución de
los diversos conflictos de la trama, muestran como si las acciones no tuvieran
consecuencias, actitudes malsanas sin justificación o enfoque mínimamente
pedagógico.