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LA CONQUISTA DE LA TIERRA

LA MAS GRANDE BATALLA

Dios nos ha asignado la tierra, pero si las vamos a disfrutar, hay batallas que tenemos que librar
y victorias que ganar.
Naciones, ciudades e individuos, han sido destruidos por el enemigo de dentro. Encontramos en
la historia antigua una narración auténtica, que por mucho tiempo fue clasificada dentro de la
mitología, de que la ciudad de Troya resistió a los griegos por unos diez largos y angustiosos
años. Por fin los griegos se fueron navegando y dejaron un caballo hecho de madera. Los
ciudadanos de Troya introdujeron ese caballo dentro de sus puertas, y esto fue precisamente lo
que causó la ruina y la destrucción de Troya, porque había soldados griegos dentro del caballo.
Al apartar nosotros nuestra mirada de los antiguos campos de batalla y fijarla en los campos de
la guerra espiritual, nos damos cuenta de la lucha interna que hay que ganar.
Y no puede haber ninguna victoria hasta que el mas grande enemigo, que es el pecado sea
tratado y juzgado en la vida de un creyente. Esta es una lucha constante, permanente y de
victorias diarias, ahora bien Cristo en la cruz derroto la autoridad y el poder que satanás, el
pecado y el mundo tienen sobre la vida del creyente, sin embrago a ud mi amigo le toca obtener
y apropiarse de esa victoria a diario porque su mayor enemigo está en ud mismo no afuera.

Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo
de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová
se encendió contra los hijos de Israel. Jos 7.1

En la familia de Zérah, que formaba parte de la tribu de Judá, había un hombre llamado Acán
hijo de Carmí y nieto de Zabdí. Este hombre no obedeció el mandato que Dios había dado al
pueblo. Dios les había ordenado destruir por completo la ciudad de Jericó, pero Acán se quedó
con algunas de las cosas que debía haber destruido. Por eso Dios se enojó contra los
israelitas. En la familia de Zérah, que formaba parte de la tribu de Judá, había un hombre
llamado Acán hijo de Carmí y nieto de Zabdí. Este hombre no obedeció el mandato que Dios
había dado al pueblo. Dios les había ordenado destruir por completo la ciudad de Jericó, pero
Acán se quedó con algunas de las cosas que debía haber destruido. Por eso Dios se enojó
contra los israelitas. Jos 7.1

Josué había proclamado una orden divina que prohibía el saqueo de Jericó (6.18 No toquen
nada de lo que hay que destruir. Si lo hacen, causarán una terrible destrucción en nuestro
campamento.  19  Toda la plata, y el oro, el bronce y el hierro serán dedicados a Dios, y deben
ponerse con sus tesoros».) Sólo Acán desafió la prohibición, pero su desobediencia es vista
como la de todo el pueblo, a causa del principio de la responsabilidad colectiva que recorre todo
el AT. El pecado siempre tiene implicaciones colectivas.

La Lucha Contra El Pecado


Santiago 1:14-16
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
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seducido.  15  Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el


pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos
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arrastran.  15  De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se
deja crecer, da a luz la muerte. Sgo 4 14-16

1. El Proceso …
El pecado de Acán fue como el pecado de David y como Adán y Eva en el Edén

- Codiciar: de la propia concupiscencia (deseo no controlado es seducido y atraído)


Jesús dijo: “el que mira a una mujer para desearla ya adulteró con ella en su
corazón”
- Ver:
Gen 3. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno…
1 Sam 11. 2b vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era
muy hermosa...
Jos 6. 21 Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno…

Alguien dijo: “Ud no puede evitar la primera mirada, pero el quedarse viendo si lo puede
evitar”
El pecado de Acán empezó por el ojo. Vio todas esas cosas hermosas, como Eva vio el fruto
prohibido.
Véase lo que resulta de tolerar que el corazón ande en la vista de los ojos, y la necesidad que
tenemos de hacer pacto con nuestros ojos. Esto salió del corazón. Los que quieran evitar las
acciones pecaminosas, deben mortificar y controlar dentro de sí los deseos pecaminosos. Si
Acán hubiera mirado esas cosas con el ojo de la fe, las hubiera visto como anatema y las
hubiera desechado con temor; pero al mirarlas con el ojo de los sentidos únicamente, las vio
como cosas valiosas y las codició.

- Tomar (agarrar):
Gen 3.6 y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, 
1 Sam 11.4 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. 
Jos 6. 21 lo cual codicié y tomé

- Se esconde
Gen 3.10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo;
y me escondí.
Jos 7.21 Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos
siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé;
y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de
ello.

Cuando hubo cometido el pecado, trató de ocultarlo. Tan pronto como obtuvo su botín, este se
convirtió en carga, y no se atrevió a usar su tesoro mal habido. Qué diferentes se ven de lejos
los objetos de tentación de cuando ya se han conseguido.

2 Sam 11. 4,5 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella.
Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.  5  Y concibió la mujer,
y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta.

2. Las Consecuencias
- A inocentes
Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán
El versículo 1 nos dice que los hijos de Israel cometieron una prevaricación, pero fue solo un
hombre, Acán, el que cometió el pecado. Sin embargo, la nación entera se vio afectada y tuvo
que sufrir a causa de lo que Acán había hecho.

- A uno mismo

Véase aquí lo engañoso del pecado: lo que es agradable al cometerlo, es amargo en su


consecuencia. Obsérvese cómo se engañan los que roban a Dios. El pecado es cosa muy
trastornadora , no sólo para el pecador mismo sino para todos los que lo rodean. El Dios justo
ciertamente recompensará con tribulación a los que trastornan a su pueblo. Acán no pereció solo
en su pecado. Pierden a los suyos los que abarcan más de lo que es suyo. Sus hijos e hijas
murieron con él. Probablemente le hayan ayudado a esconder las cosas; deben de haber sabido
de ellas. Un pecador destruye mucho de lo bueno.

6. 12-13 El efecto del pecado: ahora no tienen poder ante sus enemigos.
Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus
enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con
vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros. Levántate, santifica al
pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema
hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado
el anatema de en medio de vosotros.

a. Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos: Israel no podía pelear
con el poder y la presencia de Dios a menos que anduvieran en obediencia a Dios. Israel estaba
bajo un pacto con Dios que prometía bendiciones por su obediencia y también prometía
maldiciones por su desobediencia.
i. Nosotros no estamos bajo ese tipo de pacto. Nuestra posición con Dios está hecha por la obra
de Jesús a nuestro favor, no por nuestras obras. Sin embargo, si queremos el poder y la
presencia de Dios en nuestras propias batallas, debemos caminar en comunión con Él, y esta
comunión se ve obstaculizada por nuestro pecado y rebelión.
ii. Nuestra posición delante de Dios está segura en Jesús, pero nuestra comunión con Él se ve
obstaculizada por nuestro pecado (1 Juan 1:6). Esta comunión con Dios es nuestra fuente de
poder para vivir en el Espíritu.
b. Sino que delante de sus enemigos volverán la espalda: Es aleccionador darse cuenta de que
un cuerpo en pecado no tiene poder ante sus enemigos. Es maravilloso darse cuenta de que una
vez que se ha tratado el pecado, el poder de Dios puede fluir nuevamente en nuestra vida
cristiana.
c. No podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en
medio de vosotros: Cuando Dios trata con un área particular de pecado, y cuando resistimos su
obra, su misericordia nos hace fracasar en batalla. Somos más peligrosos cuando pensamos que
estamos “ganando” batallas con nuestros propios esfuerzos.

- Se culpa a todos
- A los demás
- A Dios

7.1ss Note los resultados del pecado de Acán: (1) muchos hombres murieron (7.5). (2) El
ejército de Israel se paralizó de temor (7.5). (3) Josué cuestionó a Dios (7.7-9). (4) Dios
amenazó con retirar su presencia del pueblo (7.12). (5) Acán y su familia tenían que ser
destruidos (7.24-26).

CONCLUSION

Los tiempos de peligro y tribulación deben ser tiempos de reforma. Debemos examinar nuestro
hogar, nuestro corazón, nuestras casas, y hacer una búsqueda diligente para hallar si no hay un
anatema, que Dios ve y aborrece; una lujuria secreta, ganancia ilícita, algún secreto indebido
con Dios o con otras personas. No podemos prosperar hasta que el anatema sea destruido, y
arrancado de nuestro corazón y quitado de nuestras habitaciones y de nuestra familia y
eliminado de nuestra vida. Cuando el pecado de los pecadores queda al descubierto, hay que dar
a Dios su reconocimiento. Con juicio seguro y sin error, el Dios justo discierne y hará distinción
entre el inocente y el culpable; de modo que, aunque los justos sean de la misma tribu, familia y
hogar que los malos, nunca serán tratados como el impío.

Cuando Israel eliminó el pecado de su comunidad, estos fueron los resultados: (1) palabras
alentadoras de Dios (8.1). (2) La presencia de Dios en la batalla (8.1). (3) La dirección y
promesa de victoria por parte de Dios (8.2). (4) El permiso de Dios para guardar el botín y el
ganado de la batalla para ellos mismos (8.2). A través de la historia de Israel, hubo bendiciones
cuando el pueblo eliminó el pecado. Uno experimenta victoria cuando elimina el pecado de su
vida y sigue, de todo corazón, el plan de Dios. 
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la
prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
a. Bienaventurado el varón: Esto suena como una de las bienaventuranzas de Jesús en el
Sermón del Monte (Mateo 5:1-12). En esas grandes declaraciones de bendición, Jesús no había
terminado de decirnos cómo podemos ser bienaventurados. Aquí aprendemos que podemos
ser bienaventurados mientras soportamos la tentación.
i. No dice: «Bendito el hombre que nunca es tentado». Tampoco dice: «Bendito el hombre que
encuentra toda tentación fácil de vencer». En cambio, la promesa de bendición se da a quien
soporta la tentación. Hay un regalo especial de bendición de Dios para el que puede decir «no»
a la tentación, diciendo así «sí» a Dios.
b. Para cuando haya sido aprobado: Aquí Santiago declara el propósito de Dios al permitir la
tentación. El propósito es «aprobarnos»; que a través de la prueba nos revelemos como
genuinos y fuertes en nuestra fe.
c. Que soporta tentación: La tentación es una de las «muchas pruebas» (Santiago 1:2) que
enfrentamos. Mientras perseveramos a través de la tentación, somos probados, y seremos
recompensados mientras la obra de Dios en nosotros es evidente a través de nuestra resistencia
a la tentación.
d. La corona de vida, que Dios ha prometido nos recuerda que en verdad vale la pena
soportar bajo las tentaciones a las que nos enfrentamos. Nuestra perseverancia será
recompensada mientras demostramos nuestro amor por Jesús (a los que le aman) por medio de
resistir la tentación.
i. «Hay una corona para mí […]. Entonces me ceñiré mis lomos y aligeraré mi paso, ya que la
corona está bien asegurada para los que corren con paciencia». (Spurgeon)
e. A los que le aman: Esto describe el «motivo» para resistir la tentación: nuestro amor a Dios.
Las pasiones de la tentación pecaminosa solo pueden ser superadas por una pasión mayor, y esa
es una pasión por el honor, la gloria y la relación con Dios.
i. Algunos resisten la tentación por el miedo al hombre. El ladrón se vuelve honesto de repente
cuando ve a un policía. El hombre o la mujer controlan sus lujurias porque no pueden soportar
ser descubiertos y, por lo tanto, avergonzados. Otros resisten la tentación de un pecado por el
poder de otro pecado. El avaro deja de ir de fiesta porque no quiere gastar el dinero. Pero el
mejor motivo para resistir la tentación es amar a Dios; es amar a Dios con mayor poder y
pasión que al pecado.
ii. «Para que los que soportan la tentación correctamente, la soporten porque aman a Dios. No
pueden caer en el pecado porque afligirían a quien los ama tan bien, y a quien ellos aman con
todo su corazón». (Spurgeon)
Alejandro Magno probablemente fue el genio militar más grande que jamás haya marchado
encabezando sus ejércitos, a través de las páginas de la historia. Nunca ha habido alguien como
él. Antes de llegar a la edad de treinta y cinco años, había ya conquistado al mundo conocido.
Sin embargo, murió siendo un borracho. Fíjese usted, había conquistado al mundo, pero no le
fue posible conquistar a Alejandro Magno mismo. Había un enemigo dentro que le destruyó a
él.

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