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FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES

MAGÍSTER EN HUMNIDADES

TEMA:

DEBUSSY Y BAUDELAIRE:

ANÁLISIS MUSICAL Y LITERARIO DEL POEMA EL BALCÓN

ALUMNA:

MILKA LÉPEZ YURCOVICH

RAMO:

LITERATURA EN EL SIGLO XIX

PREFIGURANDO UN NUEVO ESTADO DE CONCIENCIA

PROFESOR:

ARMANDO ROA VIAL

FECHA DE ENTREGA

15 de diciembre de 2014
RESUMEN

El presente trabajo propone realizar un breve análisis, tanto literario como


musical, del poema El Balcón (Le balcón)1 de Charles Baudelaire, obra que toma el
compositor Claude Debussy para transformarla magistralmente en una canción para canto
y piano al estilo impresionista. El trabajo busca relacionar contenido dramático y musical
junto con destacar los recursos literarios y musicales utilizados por ambos artistas
respectivamente.

INTRODUCCIÓN

Relacionar a los franceses Charles Baudelaire (1821- 1867) con Claude Debussy
(1862- 1918) parece ser un tanto complejo en el sentido de que sus vidas fueron bastante
distintas y además vivieron en diferentes épocas, pues Baudelaire muere cuando
Debussy apenas contaba con cinco años de edad, razón por la cual el compositor sólo lo
conoce leyendo su poesía. Baudelaire se caracteriza por ser un hombre de excesos,
blasfemo, que va en contra de lo romántico reivindicando lo sórdido y lo trasgresor y que
debido a la vida que llevaba se le catalogó como un Dandy. Su poesía representa la
rebelión en la literatura francesa por lo que se le incluye dentro de los poetas malditos
junto a Verlaine y a Rimbaud. Baudelaire crece en medio de la revolución industrial en
donde el pensamiento dominante es pragmático y mecanicista. Está considerado como el
“padre de la modernidad” en la literatura, pues en sus obras encontramos elementos que
marcan un quiebre con la literatura anterior, abre la literatura a terrenos nuevos, le da un
nuevo estatuto a lo corporal que lo hereda de la obra de Edgard Allan Poe a quien tradujo
ampliamente. Claro ejemplo de esto podemos observarlo en su poema Una carroña en
donde canta a la pérdida de su amada no evocando los momentos felices en los que
compartió con ella, sino que de una manera extremadamente física en donde la ve
descomponiéndose.

En cuanto a Debussy podríamos decir que su vida no fue muy parecida a la de


Baudelaire, el compositor era un hombre más bien tranquilo, pero muy inquieto en cuanto
a lo musical, desde joven mostró una cierta reticencia a la música de la academia. Sus

1
Tanto la partitura como el audio de la obra se encuentran registrados en la bibliografía para su revisión.

1
obras, de gran influencia Wagneriana, inauguran lo que llamamos el “impresionismo” en la
música en donde el compositor crea atmósferas para expresar emociones, no sigue
patrones rítmicos definidos y utiliza una gran cantidad de recursos rítmicos, armónicos y
melódicos entre los que podemos mencionar: Escalas modales, escalas pentáfonas o
pentatónicas, escalas cromáticas, escalas hexáfonas o por tonos, mayor complejidad
rítmica, grandes contrastes de tempo en el transcurso de sus obras y, por supuesto, una
armonía vanguardista, fiel reflejo de su rechazo a todo lo establecido anteriormente en la
música, con respecto a este punto una vez se expresó de la siguiente manera:

“¿No sois capaces de oír acordes sin preguntaros por su procedencia y su chapa
de identidad? ¿De dónde vienen? ¿A dónde van? ¿Tenéis que saberlo
necesariamente? Escuchad: ¡basta! Si no los entendéis, id corriendo al director y
decidle que os estropeo los oídos…” Obedecer a los oídos en lugar de obedecer
las reglas. Este es el grito de guerra de Debussy contra los métodos de enseñanza
del Conservatorie. Este es el fundamento de su estética”2

Ambos artistas, cada uno con vidas distintas coinciden en que manifestaron su
rebeldía en contra de lo tradicional a través de sus obras y provocan una suerte de
ruptura tanto en la literatura como en la música respectivamente, al respecto Strobel
señala:

“Debussy descubrió un nuevo lenguaje musical y, al romper definitivamente con la


forma clásica-romántica, creó una forma nueva, libre, oscilante. Descubrió un
mundo musical jamás sospechado, en el que le siguieron no sólo sus imitadores,
sino también la juventud después de la segunda guerra mundial”3

El Balcón

1.-Madre de los recuerdos, querida de queridas, (1) / tú, ¡todos mis deleites!, tú ¡mis
deberes todos! (2) / Tendrás siempre presentes nuestras lentas caricias (3) / la dulzura del
fuego y los atardeceres, (4) / madre de los recuerdos, ¡querida de queridas! (5)

2
Strobel, H. (1990). Claude Debussy. Madrid: Alianza Editorial, S.A. p.29.
3
Ibid, p.38.

2
2.-Las tardes alumbradas por los ígneos carbones (6) / y aquellas, al balcón, que el vapor
nos velaban. (7) / ¡Qué dulce era tu seno! Tu corazón, ¡qué amante! (8) / Tantas veces
dijimos cosas inolvidables (9) / las tardes alumbradas por los ígneos carbones. (10)

3.- ¡Qué bellos son los soles en los tibios crepúsculos! (11) / ¡Qué profundo el espacio!
¡Qué recio el corazón! (12) / Reclinándome en ti, reina de las amadas, (13) / creía respirar
de tu sangre el perfume. (14) / ¡Qué bellos son los soles en los tibios crepúsculos! (15)

4.-Lo mismo que un tabique la noche se espesaba, (16) / y, en lo oscuro, mis ojos
presentían tus pupilas, (17) / y bebía en tu aliento, ¡oh veneno!, ¡oh dulzura! (18) / Y tus
pies se dormían en mis manos fraternas. (19) / Lo mismo que un tabique la noche se
espesaba. (20)

5.- ¡Yo sé cómo evocar los minutos dichosos! (21) / Y revivo el pasado hundido en tus
rodillas. (22) / Pues, ¿dónde ir a buscar desmayadas bellezas (23) / que no sea en tu
cuerpo o en tu corazón tierno? (24) / ¡Yo sé como evocar los minutos dichosos! (25)

6.-Juramentos, perfumes y besos infinitos, (26) / ¿renacerán un día del abismo


insondable, (27) / como ascienden al cielo los renovados soles (28) / después de ser
lavados en los mares profundos? (29) / ¡Juramentos! ¡Perfumes! ¡Y besos infinitos! (30)4

ASPECTOS GENERALES

Le Balcon (El balcón) corresponde a uno de los tantos poemas de la obra Las
flores del mal (1857) que está situado dentro de la primera de las seis secciones que
conforman la obra, a dicha sección la llamó “Spleen e ideal”, según Encarnación Medina:

“Muestra la doble postulación de la conciencia del poeta entre las trágicas


dualidades, Bien, Dios, amor espiritual, belleza absoluta, felicidad/Mal y sórdido encierro
en el mundo material, spleen”. La sección incluye un ciclo sobre la condición del artista –
paroxismo de la condición humana- y su función en la sociedad (1-21); el dedicado a
Jeanne Duval (22-40), a Madame Sabatier (41-48), a Marie Daubrun (49-59)5

Este poema está considerado por la crítica como uno de los mejores y más bellos
del poemario de Baudelaire. Aquí observamos al poeta en una meditación que tiene lugar

4
Baudelaire,C.(2011). Las flores del mal (Tercera ed.).(A.Martínez Sarrión, Trad.) Madrid: Alianza Editorial,
pp. 65 y 66.
5
Medina Arjona, E.(2009).Anotaciones. (UCM. Departamento de Filología Española III, Ed.) Rapsoda. Revista
de literatura 1, pp 135 y 136.

3
en el balcón de su departamento, en donde evoca recuerdos del pasado relacionados con
su amada (Jeanne Duval). El poema consta de 6 estrofas en donde se va repitiendo el
primer verso de la estrofa al final de cada una de estas, lo que da la sensación de que
cada estrofa del poema es una especie de poema aparte, pero que se conecta con la
siguiente por medio de la repetición de versos.

Debussy musicaliza magistralmente este poema en el año 1888 junto a otros


cuatro poemas de Baudelaire en donde podemos notar claramente gran influencia de
Richard Wagner, pues él había viajado a Bayreuth y se había impregnado completamente
de la obra del compositor alemán. Debussy trata de ser fiel al poema en todos los
sentidos logrando plasmar con la música lo que dicen las palabras. El balcón, a parte de
su belleza en sí, posee un ritmo que acomoda al compositor y lo reviste de tal hermosura
con su música que muchas veces, en el transcurso del análisis, se torna difícil disociar la
música de la poesía, pues pareciera como si estas siempre hubiesen sido un todo.

Verso1: Madre de los recuerdos, querida de queridas (Mére des souvenirs,


maîtresse des maîtresses)

En una primera lectura del poema, este verso tiende a confundirnos en cuanto al
objeto lírico, podría pensarse que está dirigido a su madre, situación que no es de
extrañar puesto que en la literatura de Baudelaire encontramos el libro “Cartas a la madre”
(1833-1866), que trata de la correspondencia que el poeta mantuvo con ella por varios
años, pero en la medida que vamos avanzando en la lectura nos damos cuenta de que
está dirigido a una mujer, el poema tiene un carácter apelativo en donde se le habla a un
“Tú”, aquí evidenciamos que está dirigido a su amada, específicamente a Jeanne Duval :

“Baudelaire lo escribió en un momento en que Jeanne Duval le pedía romper su


relación”6. El hecho de llamarla “Madre de los recuerdos” implica claramente que ésta
mujer fue muy importante para Baudelaire, a quien no consigue olvidar y que está por
sobre todos los recuerdos que el poeta pueda tener de otros amores, es la fuente de
todos sus recuerdos. Además podemos observar que Jeanne desempeña varios papeles
a lo largo del poema: Madre, Querida y más adelante, en la estrofa 3 la llama Reina.

6
Baudelaire, C. (2003).Obra poética completa. (E.L. Castellón, Ed., & E.L. Castellón, Trad.)Madrid: Ediciones
AKAL, p.551.

4
En cuanto a lo musical Debussy comienza esta canción con la indicación agógica
de Allegro con moto. La obra inicia con una breve introducción pianística de tres
compases que van dejando entrever, o que más bien, adelantan la melodía que se
comenzará a cantar con el texto “Mére des souvenirs”, breve sección que da la sensación
de que el pensamiento amoroso aflora súbitamente desde una maraña de pensamientos y
sentimientos representada por la armonía del pasaje y en donde se ataca la palabra
“Mére” con un sol agudo como queriendo exaltarla con respecto al resto, quedando por
sobre las otras en cuanto a altura. No se percibe una tonalidad definida, es decir, hay una
ambigüedad tonal típica del modernismo y de las obras impresionistas, sin embargo, en la
frase “Mére des souvenirs, maîtresse des maîtresses” podemos observar claramente la
tonalidad de Do Mayor que no resuelve y queda inconclusa en un sol sostenido,
acompañado por una exquisita escala por tonos, recurso muy utilizado por Debussy.

La frase del canto que inicia abruptamente con la palabra “Mère” enaltecida por un
sol agudo (como mencionábamos anteriormente) va adquiriendo calma a medida que
avanza y concluye casi una octava más abajo.

Verso 2: Tú, ¡todos mis deleites!, tú ¡mis deberes todos! (ô toi tous mes plaisirs! ô
toi tous me devoirs!)

En este segundo verso vemos que Baudelaire continúa adjudicando ciertas


características a Jeanne, y le otorga los calificativos de “deleites” y “deberes”, palabras
con una importancia no menor y bastante opuestas, según Arthur Wenk (1976) en ambas
se unen pasado y presente.7 Debussy, por su parte, quiso resaltarlas en un crescendo por
medio de una dinámica que va desde la indicación de piano en “ô toi, tous mes plaisirs” a

7
Ibid, p.75.

5
forte en “ô toi tous mes devoirs”, con acompañamiento de una escala por tonos (Mib X
tonos) que se derrumba en el acorde da “la menor” en el cuarto tiempo del compás, todo
en ritmo de tresillos.

Escala por tonos

Verso 3 y 4: Tendrás siempre presentes nuestras lentas caricias, la dulzura del


fuego y los atardeceres (Tu te rappelleras la beautè des caresses, las douceur du
foyer et le charme des soirs)

En estos versos podemos observar una relación entre presente, pasado y futuro,
pues, la meditación del poeta tiene lugar en el presente a la hora del crepúsculo el cual
representa la unión día y noche, el día que queda atrás (pasado) y la noche que está
pronta a llegar (futuro). Además está presente el fuego, elemento que da cuenta del
erotismo implícito en el poema. El poeta recolecta cosas inmortales del pasado que la
amada tendrá siempre presente:

“Ahora es el poeta quien evoca los momentos felices con el hechizo de la


palabra poética sin necesitar la cabellera mágica de la amante, y vaticina a ésta que en un
futuro impreciso recordará todo lo bueno que en el presente se está desvaneciendo”8

Aquí observamos sensaciones táctiles representadas por las caricias.

Debussy acompaña la línea melódica con una tercera mayor recurrente en la


mano derecha del piano que cambia de altura subiendo medio tono mientras en la mano
izquierda se observa el movimiento cromático del bajo, dándole así el carácter de alegría

8
Baudelaire, C. “Obra poética…….”, p. 551.

6
súbita. “[…] en Le Balcon, la escala cromática provee segmentos melódicos con los
cuales Debussy asocia elementos de luz, intimidad y evocación del pasado.”9

3ª Mayor

Cromatismo

Verso 5: Madre de los recuerdos, querida de queridas (Mére des souvenirs,


maîtresse des maîtresses)

El quinto verso se repite al final de cada una de las seis estrofas que componen el
poema y esta estructura es respetada por Debussy ya que deja la misma melodía en el
primer y último verso de la estrofa, al respecto Castellón nos dice:

“Obsérvese que al final de cada estrofa el último verso repite el primero como un
estribillo melódico que casi parece un ensalmo. Banville estaba poniendo de moda
esta forma medieval de balada que se correspondía con el pantoum malayo,
aunque éste de forma más complicada […].”10

9
Wenk, A. (1976). Claude Debussy and the poets. Berkeley & Los Angeles, California: University of California
press, pp.80 y 81. (Traducción propia)
10
Idem.

7
Además, E. Medina agrega:” […] La musicalidad se consigue por la repetición del primer
verso de cada estrofa. Algunos comentaristas de la obra de Baudelaire han querido ver la
influencia de Poe, que empleó el procedimiento en la poesía inglesa romántica, con el
nombre de repetend.”11

En este último verso Debussy irrumpe con un forte que va decrescendo hasta llegar a un
piano, en donde la frase resuelve con la nota sol.

Estrofa 2:

Verso 6: Las tardes alumbradas por los ígneos carbones (Les soirs illuminés par
l’ardeur du charbon)

Este verso es bastante paradojal puesto que expresa que las tardes son
“alumbradas” por “carbones”, el carbón es negro y por lo tanto no puede generar luz por
sí mismo, a no ser que se convierta en brasa mediante un elemento externo que sería el
fuego. Aquí podemos observar claramente el contraste luz y oscuridad que es
perfectamente aplicable a los estados anímicos por los que oscila el poeta, podríamos
concluir que ese “elemento externo” que le da luz sería el pararse en el balcón a recordar.

En cuanto a lo musical, la indicación agógica “piano” de la frase anterior se


mantiene en este verso, lo que nos da la sensación de intimidad, Debussy musicaliza la
palabra “Las tardes iluminadas” con un re medio que se mantiene como queriendo
graficar la tarde en ese pasaje que, al igual que el crepúsculo, baja gradualmente desde el
Sol agudo que el compositor presenta en la estrofa anterior del poema, también podemos
observar en el bajo un cromatismo descendente que viene a reforzar esta idea del
crepúsculo, en donde el sol (astro) también desciende gradualmente. En esta segunda
estrofa Debussy no indica el cambio de tonalidad por medio de accidentes como suele
hacerse habitualmente.

11
Medina, Arjona.E. Op.Cit., p.191.

8
cromatismo descendente

Verso 7: y aquellas, al balcón, que el vapor nos velaban (Et les soirs au balcón,
voilès de vapeur roses.

“Este alejandrino de cadencia perfecta y apacible es considerado por Dominique


Rincè uno de los versos más bellos del libro, un anticipo de la gracia impresionista de un
cuadro de Monet o de las Romanzas sin palabras de Verlaine”.12 Este es el único verso en
que Baudelaire nombra la palabra “balcón”, lugar en donde acontece toda esta meditación
y que nos lleva desde la intimidad del departamento hacia afuera, no a lo público, sino
más bien a lo cósmico, el balcón es privado pero abierto al mundo, entendiendo que
Baudelaire vivía en un piso elevado y desde ese lugar observa este crepúsculo.

“El balcón, fiel del equilibrio de la apertura y la clausura, aporta al amor una
serenidad a un tiempo protectora y esperanzadora que permite equiparar las
brazas del hogar con los soles del cielo y considerar que, en verano, con el balcón
abierto, “la noche se espesaba como si fuera un muro” (Versos 16 y 20) para velar
la intimidad de la pareja, como Cibeles hacía manar la roca al paso de los gitanos
(poema 14)”13

Debussy utiliza atisbos de la escala por tonos en “Et les soirs au balcón”, escala
usada por el compositor para resaltar elementos de oscuridad y de somnolencia, además
desacelera el ritmo con indicaciones como “poco rit” y “rit”.

12
Baudelaire, C. “Obra poética…”, p. 551.
13
Idem.

9
Versos 8, 9 y 10:

¡Qué dulce era tu seno! Tu corazón, ¡qué amante! (8) Tantas veces dijimos cosas
inolvidables (9) las tardes alumbradas por los ígneos carbones. (10) (Que ton sein
m'était doux! que ton coeur m'était bon! / Nous avons dit souvent d'impérissables
choses / les soirs illuminés par l'ardeur du charbon.)

Baudelaire vuelve a situarse en el pasado mediante los recuerdos de su amada,


vuelven a aflorar las sensaciones referidas a los sentimientos y además a los sentidos, en
este caso al oído en el verso 9, “Tantas veces dijimos cosas inolvidables”. Debussy
resalta aún más esta evocación del poeta mediante un “piú lento” (8) que nos da la
sensación de calma profunda, una indicación de “a tempo” introduce el verso (9) en una
suerte de tonalidad mayor más definida (Debussy da tonalidades referenciales por medio
de la armadura), la que nos lleva nuevamente a la calma con un “pianísimo” al finalizar la
estrofa con un re que se mantiene hasta el final como una especie de pedal acompañado
por una escala por tonos.

10
Escala por tonos Cambio de
tonalidad

Estrofa 3

3.-¡Qué bellos son los soles en los tibios crepúsculos! (11) ¡Qué profundo el
espacio! ¡Qué recio el corazón! (12) Reclinándome en ti, reina de las amadas, (13)
creía respirar de tu sangre el perfume. (14)¡Qué bellos son los soles en los tibios
crepúsculos! (15) (Que les soleils sont beaux dans les chaudes soirées! /Que
l'espace est profond! que le coeur est puissant! / En me penchant vers toi, reine des
adorées, /Je croyais respirer le parfum de ton sang. /Que les soleils sont beaux
dans les chaudes soirées!)

Toda esta meditación de Baudelaire se centra en el crepúsculo que está


observando desde su balcón:

“En una carta a su madre, en 1839, Baudelaire escribía:”Y cuando experimento un


sentimiento violento, como por ejemplo una hermosa puesta de sol en la ventana,
¿a quién puedo decirlo?”. La tristeza va pareja al gesto de asomarse al balcón y
contemplar. Y en otro momento el poeta anota: “Hay momentos de la existencia en
los que el tiempo y la extensión son más profundos y el sentimiento de la
existencia se acrecienta inmensamente. “14

14
Medina, Arjona.E. Op.Cit., p.191.

11
Es importante destacar que el poeta menciona al sol como algo bello, sinónimo de
fuente de vida que seguramente “tiende a atenuar el spleen”15. Incluso en su poema
denominado “El sol” lo describe como “padre nutricio” y en los versos 17 y 18 dice:

“Cuando, como un poeta, desciende a las ciudades,


ennoblece la suerte de las cosas más viles,
y penetra cual rey, sin séquito ni pompa,
tanto en las casas regias como en los hospitales.”16

Baudelaire suma otro apelativo a la amada y la llama Reina, a su vez, Debussy


toma esta palabra y le da un lugar muy enaltecido, nuevamente le asigna un sol agudo
que queda muy arriba en comparación a las otras palabras que se van moviendo en tonos
medios. El Poeta se reclina sobre ella y cree respirar el perfume de su sangre. Otra vez
observamos lo relacionado con las sensaciones, en este caso lo que tiene que ver con el
olfato. Aparecen dos elementos muy simbólicos de la poesía Baudeleriana, el perfume y
la sangre:
“La sangre es, para Baudelaire, una especie de sol carnal que hace posible la
irradiación personal y las relaciones entre seres humanos. Al tiempo, se trasluce
un leve sadismo.”17
Las sensaciones olfativas, los aromas, los perfumes, inevitablemente nos
transportan a ciertos lugares o a ciertas situaciones que están grabadas en nuestra
memoria o en nuestro inconsciente, Baudelaire no tan sólo menciona lo relacionado con
los perfumes en sus obras, sino que también escribe un poema llamado “Perfume
exótico”:
“El perfume es tan consustancial a Baudelaire como el color a Rimbaud o la
melodía a Verlaine. Efectivamente, el perfume reconstruye en la sensación olfativa
la unidad perdida del ser, haciéndole poseer un universo evaporado aunque
enteramente presente en cada aspiración y en cada partícula inhalada. Al mismo
tiempo, moviliza al ser adormecido y le devuelve la energía propia de la
embriaguez. Merced a esta energía, el sujeto pone en marcha el mecanismo de la
evocación y de la imaginación que inicia un viaje en el espacio o en el tiempo”18

15
Ibid., p.142.
16
Baudelaire ,C. “Las flores…”, p.137.
17
Baudelaire, C. “Obra poética…”, p. 551.
18
Ibid., p. 542.

12
A juicio de E. Medina: “Los perfumes y los olores ocupan un lugar importante en Las flores
del mal, considerado en general como una fiesta de los sentidos.”19

La escala por tonos se va transformando gradualmente hasta llegar a la tonalidad


de Si mayor, claro que no es una escala pura de si mayor, sino que contiene los
elementos que Debussy mezcla para formar una melodía homogénea. Esta nueva
tonalidad introduce a la tercera estrofa que va tomando un carácter cada vez más
dramático y que nos recuerda su ópera “Pelléas et Méllisande” escrita sobre textos de
Maurice Maeterlinck.
Debussy concluye esta estrofa pianísimo y calmado (pp e calmato), como
representando al crepúsculo.
Estrofa 4:
Lo mismo que un tabique la noche se espesaba, (16) / y, en lo oscuro, mis ojos
presentían tus pupilas, (17) / y bebía en tu aliento, ¡oh veneno!, ¡oh dulzura! (18) / Y
tus pies se dormían en mis manos fraternas. (19) / Lo mismo que un tabique la
noche se espesaba. (20) (La nuit s'épaississait ainsi qu'une cloison / Et mes yeux
dans le noir devinaient tes prunelles / Et je buvais ton souffle, ô douceur! ô poison! /
Et tes pieds s'endormaient dans mes mains fraternelles. / La nuit s'épaississait ainsi
qu'une cloison.)
Se hizo tan oscuro que el poeta sólo puede presentir las pupilas de los ojos de su
amada, otra vez aparece el mundo de las sensaciones y los sentidos, en este caso el
sentido de la visión. La noche, entonces se transforma en un tabique o en una barrera que
los separa del mundo exterior, por lo que nuevamente la pareja se aleja del mundo para
recogerse en la intimidad de la oscuridad nocturna.
Debussy aborda esta estrofa con una breve introducción de dos compases de
piano sólo sin la voz cantante, en donde da la indicación de Andantino, hay un notorio
cambio de tonalidad a Fa Mayor. El compositor toma la frase “la nuit s’épaississait” con la
nota do medio, cabe destacar que el ámbito tonal de la voz cantante está comprendido
entre el “do” medio y el “la” sobre la pauta, por tanto, el do medio viene a ser la nota más
grave que Debussy utiliza en la línea melódica del canto, razón por la que relaciona la
nota más grave con la noche.

19
Medina, Arjona, E. Op.Cit., p.172.

13
Ej. Ámbito tonal voz cantante:

Lo que sigue a la frase “qu’une cloison” es una escala por tonos que continúa
acompañando la frase “Et mes yeuz dans le noir devinaient tes prunelles”, bajo las sílabas
“nelles” encontramos un arpegio de “si-re-fa-la” y en la mano izquierda el acorde de Sol
Mayor con 7ma y 9na, “sol-si-re-fa-la”, Dominante 9 de Do M”
“El uso de la escala por tonos sugiere oscuridad, eventualmente se convierte en un idioma
en el lenguaje expresivo de Debussy”20 Esta escala parece representar una especie de
“neblina tonal”.

Escala por tonos

20
Wenk, A. Op.Cit., p.80 (Traducción propia)

14
En el verso 18 observamos el oxímoron “dulzura-veneno”, que nos recuerda el
poema 53, El frasco: “Dulce veneno que han preparado los ángeles. Licor que me corroe,
vida y muerte en mi ser”21 y que pareciera resumir el sentir del poeta cuando expresa que
“dulzura y veneno” eran bebidos por él en el aliento de su amada. Inmediatamente
después del poema El frasco viene El veneno, que a pesar de no corresponder al ciclo de
Jeanne Duval, sino al de Marie Daubrun, nos habla del veneno que emana de la mujer, de
sus ojos, su saliva, perfil perfectamente aplicable a cualquier mujer que haya tenido
relación con el poeta.

Llama la atención que en el verso 19 el poeta se refiera a la “fraternidad”, pues, al


comienzo del poema Baudelaire menciona a la Madre, luego la acción se desencadena
alrededor de la mujer amante pasando rápidamente por este verso en que los pies de su
amada se dormían en sus manos fraternas, para retomar, desde el verso 20 en adelante
la relación mujer- amante nuevamente. Esta relación, en donde el poeta reúne madre-
amante y hermana en una sola mujer, nos hace reflexionar en cuanto a las etapas por las
que fluctúa este amor (y tal vez el amor en general), pues Charles y Jeanne mantuvieron
una larga relación con varias interrupciones, pero que al fin y al cabo siempre estuvo
presente con bastantes matices tanto de goce como de tormento.

Debussy musicaliza los versos 18 y 19 con bastante dulzura, en la armonía


acompañante no hay escalas cromáticas ni por tonos, la indicación agógica del verso 19
es “pp” con la palabra “teneramente” (tiernamente) para reflejar lo fraterno. Esta estrofa es
finalizada por un largo pasaje pianístico en modo menor con claras influencias de Chopin:
“Chopin, por lo que respecta a la armonía, utiliza lo cromático como un recurso “pictórico”
y de matiz, en el sentido más literal.”22

21
Medina, Arjona. E. Op.Cit., p.200.
22
Honolka, K., Reinhard, K., Stäblein, B., Engel, H., & Netil, P. (1980). Historia de la música. Madrid: EDAF,
S.A. p. 272.

15
Estrofa 5

¡Yo sé cómo evocar los minutos dichosos! (21) / Y revivo el pasado hundido en tus
rodillas. (22) / Pues, ¿dónde ir a buscar desmayadas bellezas (23) / que no sea en tu
cuerpo o en tu corazón tierno? (24) / ¡Yo sé como evocar los minutos dichosos!
(25)(Je sais l’art d’évoquer les minutes heureuses / Je sais l'art d'évoquer les
minutes heureuses, / Et revis mon passé blotti dans tes genoux. / Car à quoi bon
chercher tes beautés langoureuses / Ailleurs qu'en ton cher corps et qu'en ton
coeur si doux? / Je sais l'art d'évoquer les minutes heureuses!

En la traducción más literal se habla de “el arte de evocar”, que encierra toda una
concepción muy particular del hecho de recordar, el poeta rememora estas vivencias con
destreza, reviviendo el pasado en proximidad física con la amada, acurrucado o hundido
en sus rodillas, con respecto a este verso Medina afirma:

“Sé el arte de evocar” encierra toda la futura obra de Proust y explicita la intención
del poeta y las circunstancias de composición del texto. La ruptura con Jeanne se
ha consumado en 1856, pero Baudelaire no se acostumbra a su ausencia y revive
el tiempo pasado a través del recuerdo suscitado por cualquier vivencia.” 23

El poeta cae en una especie de pesimismo y desesperación al sentirse sólo, pues al no


tener a Jeanne se pregunta dónde irá a buscar bellezas “desmayadas”.

Del modo menor “Chopiniano”, Debussy pasa a la tonalidad de La mayor hasta


“Chercher tes beautés langoureuses /Ailleurs”, para retomar en “Ton coeur sidoux”, este
cambio de modo menor a mayor le otorga a éste pasaje brillantez y optimismo, que se
extiende hasta el verso 24, el que finaliza con una escala por tonos antes de la repetición
del verso 21.

23
Medina, Arjona. E. Op.Cit., p. 191.

16
Estrofa 6:

Juramentos, perfumes y besos infinitos, (26) / ¿renacerán un día del abismo


insondable, (27) / como ascienden al cielo los renovados soles (28) / después de ser
lavados en los mares profundos? (29) / ¡Juramentos! ¡Perfumes! ¡Y besos infinitos!
(30) (Ces serments, ces parfums, ces baisers infinis, / Renaîtront-ils d'un gouffre
interdit à nos sondes, / Comme montent au ciel les soleils rajeunis / Après s'être
lavés au fond des mers profondes?/ Ô serments! ô parfums! ô baisers infinis!

En esta última estrofa del poema, Baudelaire se pregunta si todo este pasado de
juramentos, perfumes y besos volverá a nacer, pero de una manera renovada, limpia si se
quiere, y reflexiona utilizando una bella metáfora en donde deja ver que quisiera revivir
esos bellos momentos con su amada pero en otros términos, tal vez no en la oscuridad
sino que dejando atrás lo malo para emerger desde lo profundo hacia la luminosidad. Otra
vez menciona el perfume. Los versos 28 y 29 son de una belleza extraordinaria, aquí
vemos como, simbólicamente el poema duró una noche entera, desde el crepúsculo al
alba. Según Medina:

“El poema, que arrancaba de una contemplación crepuscular, se abre a la


esperanza con el nuevo día. Así se cierra el ciclo de terror inspirado por la mujer y se abre
otro ciclo, el de las noches seguidas de días, ciclo vital que parece detener el tiempo o, al
menos, suavizar su curso.”24

Debussy precede la última estrofa con un pasaje pianístico en donde aparecen


esbozos del tema musical de la primera estrofa como queriendo representar el pasado.

24
Ibid, p. 192.

17
Esta estrofa abre en Re y muestra signos no definidos de Do Mayor hasta “Comme
monten tau ciel les soleils rajeunis”. El bajo mantiene un largo pedal de Dominante para
llegar finalmente a DoM en donde el compositor va ascendiendo con las notas Mi (ciel) Fa
(soleils) hasta llegar a la nota más aguda La (Rajeunis), luego desciende y vuelve a
ascender por medio de una escala por tonos, la más extensa de la canción en donde
representa las vastas profundidades del mar. Llama la atención que Debussy haya
tomado la palabra “profundidades” (profondes) con una nota aguda, ya que salta una 6
menor de si a sol y queda suspendida 6 tiempos para caer una 8 justa, pues da la
impresión de que lo hizo precisamente para representar el ascenso desde lo profundo, es
decir, dar dos significados a una misma palabra, lo que está abajo también está arriba.

“A diferencia de las otras estrofas el primer verso y el último de ésta no coinciden


exactamente, permitiendo un final abierto: “¿esperanzado o nostálgico? Todo depende de
la entonación que demos a su recitado.”25 Debussy a su vez, tampoco musicaliza con la
misma melodía las palabras “Ce serments” y “Ces parfums” en el primer y último verso de
la estrofa, sólo mantiene la misma melodía en “O baisers infinis”.

25
Baudelaire, C. “Obra poética…”, p. 551.

18
Escala por tonos…………...

CONCLUSIONES

La relación entre la música de Debussy y la poesía de Baudelaire, en principio


pareciera ser un tanto compleja debido a la aparente diferencia que presentan ambos
personajes en cuanto a personalidad y vivencias. Un compositor puede, eventualmente,
presentar dificultades cuando toma textos de “otro” para trabajar una composición en
cuanto a que no es fácil musicalizar un poema que ha nacido de otra persona, con otras
experiencias, con otra vida, de otra época, incluso cuando sólo se le ha conocido
mediante su obra y no de manera personal. Sin embargo Claude Debussy realiza un
trabajo tan magistral que a ratos olvidamos, incluso, que el texto no pertenece al
compositor y se comprueba así, que Debussy logra impregnarse completamente de la
vida y obra de Baudelaire porque en cada uno de su versos la música pareciera ser un
todo, Debussy plasma con maestría y belleza cada frase, cada verso del poema utilizando
los recursos del “impresionismo” musical que, por si fuera poco, él mismo se da el lujo de
crear. Por lo demás, el compositor, al utilizar los recursos musicales impresionistas como

19
las escalas por tono, las escalas cromáticas, etc, conscientemente va relacionando texto-
música de una forma muy prolija y acabada lo que da como resultado una indisolubilidad
de ambas (poesía y melodía), toda la melodía está completamente adaptada al poema
como si fuera música incidental de película, la cual debe adaptarse fielmente a las
escenas. El compositor sabe exactamente qué poemas tomar para realizar su trabajo,
porque los cinco poemas que utiliza son de corte melancólico en donde Baudelaire deja
ver claramente el “spleen” que lo aqueja. Sin embargo, en El balcón podemos notar que
esta melancolía no está mirada desde el punto de vista de la sordidez ni tampoco tiene
tientes morbosos, lo que más llama la atención es que, a pesar de todo lo sórdido que
envuelve al poeta, este poema, particularmente está revestido de una armonía salida
desde la esencia de Baudelaire y que no choca, que no deja sensaciones encontradas y
que nos hace reflexionar acerca del mote “poeta maldito”. ¿Fueron realmente tan distintos
Debussy y Baudelaire?, esa aparente diferencia ¿no se va transformando acaso en
similitud a lo largo del desarrollo de la obra de Debussy?, simplemente, lo que no se logra
en la realidad, puede fácilmente alcanzarse en la comunión de lo “diferente” y en lo no
palpable como en la música y poesía.

BIBLIOGRAFÍA

Baudelaire, C. (2011). Las flores del mal (Tercera edición ed.). (A. Martínez Sarrión, Trad.)
Madrid: Alianza Editorial.

Baudelaire, C. (2003). Obra poética completa. (E. L. Castellón, Ed., & E. L. Castellón,
Trad.) Madrid: Ediciones AKAL.

Honolka, K., Reinhard, K., Stäblein, B., Engel, H., & Netil, P. (1980). Historia de la música.
Madrid: EDAF, S.A.

Medina Arjona, E. (2009). Anotaciones. (U. C. Departamento de Filología Española III,


Ed.) Rapsoda.Revista de literatura (1), 135-136.

Strobel, H. (1990). Claude Debussy. Madrid: Alianza Editorial, S.A.

Wenk, A. (1976). Claude Debussy and the poets. Berkeley and Los Angeles, California:
University of California press.

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Grabación disponible en:

https://www.youtube.com/watch?v=vIDMGLzimok (consultado el 24/11/2014)

Debussy, C (1985). Le Balcon [Grabada por Bárbara Hendricks]. En Cinq Poèmes de


Charles Baudelaire [CD] EMI France S.A.

Partitura disponible en:

http://www.el-
atril.com/partituras/Debussy/5_Po__mes_de_Baudelaire__voice_and_piano_.pdf

(Consultado el 24/11/2014)

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