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La Sonata en los siglos XVII.

XVIII

Víctor Moya Arbó

Enseñanza Superior: Historia de la Música I

ÍNDICE
. Webgrafía, Blogs, Artículos, etc.…………..................................Pag (3…4)

1
. Anexo Obras Autores Clásicos………………….……………….. Pag (5...6)

. Sonata, historia y formas instrumentales del renacimiento…Pag (7..10)

. Apogeo Forma Sonata……………………………….………..…....Pag (11)

. Precursores de la Sonata…………………….………………….…Pag (12)

. Tipos de sonata, su evolución histórica………..……………....Pag (13...16)

. Cristofori, y las Sonatas piano Forte……………….…………..Pag (17…21)

. Música de tecla en la España……………………..……….…...Pag (22…25)

. Estilo y Características del Clasicismo……………………….Pag (26…28)

. Nuevas Forma de expresión, la transición…………………….Pag (29)

WEBGRAFÍA:

https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2012/02/09/sonata-concierto-
sinfonia/578609.html

https://www.unioviedo.es/reunido/index.php/CESXVIII/article/view/12216

2
https://books.google.es/books?id=as5tIzlLbjAC&printsec=frontcover&hl=es&source=gb
s_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

https://clasica2.com/clasica/Los-Conciertos-de-Clasica2/La-Forma-Musical-Sonata-en-
los-Conciertos-Didacticos-de-Clasica2

http://anuariomusical.revistas.csic.es/index.php/anuariomusical/article/view/137
https://diosaatenais.wordpress.com/la-sonata-clasica/
www.melomanodigital.com › la-sonata-un-genero-una-forma

https://books.google.es/books?id=xmGWEU3LGXAC&pg=PA281&lpg=PA281&dq=SO
NATAS+HAYDN+LISZTDO&source=bl&ots=ssNW83VozG&sig=ACfU3U2t5UZNv3GS
3qVC4EkMSR1cwUheEw&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwjxzIL5m9bnAhVGRBoKHXXR
BGYQ6AEwBnoECAgQAQ#v=onepage&q&f=false

BLOGS:
https://pianoaulagijon.blogspot.com/2013/01/la-forma-sonata.html

ARTÍCULOS:
https://fernandopalacios.es/35-la-sonata-todo-un-clasico/

DOCUMENTALES:
Beethoven
https://m.youtube.com/watch?v=mSzzqjzDC7M

AUDIO LIBROS:
VALLE INCLAN (poeta y dramaturgo y novelista español)
https://anchor.fm/audiolibros-online/episodes/AUDIOLIBRO--Sonatas---Serie-
completa---Ramn-Mara-del-Valle-Incln-e25c8c

BIBLIOGRAFIA:

Diccionario Akal de Estética


Escrito por Etienne Souriau

Las sonatas para piano de Ludwig van Beethoven


Badura-Skoda, Paul; Demus, Jörg

Formas de sonata
Rosen, Charles

El estilo clásico: HAYDN, MOZART, BEETHOVEN

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Rosen, Charles

La música clásica. La era de Haydn, Mozart y Beethoven


Downs, Philip G.

Las sonatas para piano de Beethoven (Alianza música (AM))


de Charles Rosen

Libro de Divulgación musical. Guía completa para los amantes de la música


clásica que quieren saber más.
Núñez González, Antonio

Historia de la música.
Escrito por Kurt Honolka (1d), Lukas Richter

Cómo conocer las formas de la música


Escrito por André Hodeir

New Perspectives on the Keyboard Sonatas of Muzio Clementi


Stewart-MacDonald, Rohan H.

Anexo Obras Sonatas periodo clásico

Clasicismo (1750-1800)

Joseph Haydn

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J. Haydn, el padre del Clasicismo, compuso también una enorme cantidad de música
para tecla, y entre ella alrededor de sesenta sonatas en las que, como en la sinfonía o
en el cuarteto, definió el futuro de esta importantísima forma musical.

Haydn: Sonatas, exceptuando las del 1º Volumen y las siguientes del 2º nº 37 Hob.
XVI/24, nº40 en Mi b M, Hob.XVI/25,nº41 La M, Hob.XVI/26, nº48, Hob. XVI/35.

Wolfgang Amadeus Mozart

Entre 1782 y 1786, escribió veinte obras para piano solo, cultivando los principales
géneros instrumentales solistas de la época: sonatas, variaciones, fantasías, suites,
fugas, rondós, así como obras para dos pianos o piano a cuatro manos.
Sonata para piano n.º 1 en do mayor, KV 279/189d (Múnich, verano de 1774)
Sonata para piano n.º 2 en fa mayor, KV 280/189e (Múnich, verano de 1774)
Sonata para piano n.º 3 en si bemol mayor, KV 281/189f (Múnich, verano de 1774)
Sonata para piano n.º 4 en mi bemol mayor, KV 282/189g (Múnich, verano de 1774)
Sonata para piano n.º 5 en sol mayor, KV 283/189h (Múnich, verano de 1774)
Sonata para piano n.º 6 en re mayor, KV 284/205b (Múnich, febrero-marzo de 1775)
Sonata para piano n.º 7 en do mayor, KV 309/284b (Mannheim, 8 de noviembre de 1777)
Sonata para piano n.º 8 en la menor, KV 310/300d (París, verano de 1778)
Sonata para piano n.º 9 en re mayor, KV 311/284c (Mannheim, noviembre de 1777)
Sonata para piano n.º 10 en do mayor, KV 330/300h (1782)
Sonata para piano n.º 11 en la mayor, «Marcha turca», KV 331/300i (1783)
Sonata para piano n.º 12 en fa mayor, KV 332/300k (1783)
Sonata para piano n.º 13 en si bemol mayor, KV 333/315c (1783)
Sonata para piano n.º 14 en do menor, KV 457 (Viena, 14 de octubre de 1784)
Sonata para piano n.º 15 en fa mayor, KV 533/494 (Viena, 3 de enero de 1788)
Sonata para piano n.º 16 en do mayor, «Facile» o «Semplice», KV 545 (Viena, 26 de
junio de 1788)
Sonata para piano n.º 17 en si bemol mayor, KV 570 (Viena, febrero de 1789)
Sonata para piano n.º 18 en re mayor, KV 576 (Viena, julio de 1789)

Ludwig van Beethoven

El ciclo de 32 sonatas que Beethoven escribió para piano, es uno de los corpus más
bellos, complejos y, por sus aportaciones revolucionarias, decisivos en la Historia de la
Música y no solo del piano: un auténtico viaje iniciático del Clasicismo al Romanticismo
y aún más allá, pues las últimas sonatas dejaron una puerta abierta al Porvenir de la
música

Sonata para piano n.º 1


Sonata para piano n.º 8 «Patética»
Sonata para piano n.º 14 «Claro de Luna»
Sonata para piano n.º 15 «Pastoral»
Sonata para piano n.º 17 «Tempestad»
Sonata para piano n.º 21 «Waldstein»
Sonata para piano n.º 23 «Appassionata»
Sonata para piano n.º 26 «Les adieux»
Sonata para piano n.º 29 «Hammerklavier»
Sonata para piano n.º 32
Sonata para violín y piano n.º 5 «Primavera»

5
Sonata para violín y piano n.º 9 «Kreutzer»
Etc…

Muzio Clementi

Clementi compuso alrededor de 110 sonatas para piano. Algunas de las primeras y más
sencillas fueron reeditadas como sonatinas después del éxito de su sonatina Op. 36 n.º
1 y continúan siendo obras de práctica popular en la educación del aprendizaje del
piano.

Opus 41: Sonata (1804)


Opus 42: Introducción al arte de tocar el pianoforte (1801)
Opus 43: Apéndice al Opus 42 de Clementi (1811)
Opus 44: Gradus ad Parnassum (1817, 1819, 1826): colección de 100 estudios para
piano.
Opus 46: Sonata (1820)
Opus 47: Dos caprichos (1821)
Opus 48: Fantasía con variaciones sobre el aire de Au Clair de la Lune (1821)
Opus 49: Doce monferrinas (1821)
Opus 50: Tres sonatas (1821)
Sonata Op. 50 n.º 3 en sol menor «Didone Abbandonata»
Etc…

LA SONATA

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Este término etimológicamente viene del italiano «sonata» y a su vez influido del latín
«sonāre» que quiere decir soñar.

. En cuanto que la cantata es una composición para ser «cantada», la sonata lo es para
ser «sonada» o tocada. Es, pues, una forma instrumental.

Cita de Beethoven:
La arquitectura es una música de piedras y la música, una arquitectura de sonidos

La Sonata, es una composición musical para uno o más instrumentos. Por una parte, el
término forma sonata se refiere a la estructura musical de los primeros movimientos de
las sonatas y de los géneros relacionados con ella en los siglos XVIII y XIX. Pero también
desde mediados del siglo XVIII, el término sonata ha sido utilizado generalmente para
las obras de tres o cuatro movimientos para uno o dos instrumentos, como sucede en
las sonatas para piano (solista) o con la sonata para violín (para violín con un
instrumento de teclado). Se suelen usar términos distintos al de sonata en obras que
presentan la misma disposición pero que están compuestas para otras combinaciones
instrumentales; por ejemplo, la sonata para orquesta se llama sinfonía, la sonata para
un instrumento solista se llama concierto, y la sonata para cuarteto de cuerdas se llama
cuarteto de cuerdas.

Historia:

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De finales del siglo XVI a mediados del XVII, el término “sonata” no significaba más que
música para ser “sonada”. Se empleaba para distinguir una composición instrumental
de forma libre, de la música para ser “cantada”, cantata, y de otras formas
instrumentales como el ricercare y la tocata.

En los siglos XVI y XVII el término sonata, que aparecía con creciente frecuencia en los
títulos de las obras instrumentales, significaba meramente pieza sonora instrumental
distinguiéndose así de las composiciones vocales. El término no implicaba entonces una
forma o estilo de composición específico. La forma y el estilo se desarrollaron en Italia
a finales del siglo XVI y principios del XVII, al cultivarse por vez primera la música
instrumental a gran escala. La forma tenía varias secciones claramente delineadas en
tempos y texturas contrastantes, como una sección tipo danza seguida de una melodía
lenta con acompañamiento, a la que seguía una sección rápida en forma de fuga. Dichas
composiciones no necesariamente se llamaron sonatas; más a menudo se utilizaban los
términos ricercare o canzona. Durante la década de 1630 el número de secciones en
dichas piezas tendía a disminuir a tres o cuatro, mientras que aumentaba la longitud de
las secciones restantes y la estructura formal se volvía más compleja, incorporando
relaciones a largo plazo en las que intervenía el ritmo, la armonía, la melodía y otros
rasgos musicales. Finalmente, las secciones se convirtieron en movimientos separados.
Hacia el siglo XVII emergieron dos categorías: la sonata da chiesa, o sonata de
iglesia, una obra seria con cuatro movimientos con la estructura lento-rápido-lento-
rápido y que reflejaba la complejidad del contrapunto de los más antiguos ricercare y
canzona; y la sonata da camera, o sonata de cámara, una serie de movimientos cortos
con origen en la danza, precursora de la suite. La combinación instrumental más típica
para la sonata durante el barroco medio y tardío fue la sonata a trío: dos instrumentos
melódicos acompañados por el bajo continuo (un instrumento bajo melódico apoyado
por un instrumento armónico). El maestro por excelencia de la sonata a trío del siglo
XVII fue el violinista italiano Arcangelo Corelli. También se escribieron sonatas para
pequeños conjuntos instrumentales (incluidas muchas de Corelli) y para instrumentos
solistas, como las sonatas de Johann Sebastian Bach para violín y para violonchelo
solistas, y las sonatas para teclados solistas del alemán Johann Kuhnau. También se
escribieron obras para un único instrumento melódico y bajo continuo, entre ellas las
sonatas para violín del austriaco Heinrich von Biber, autor de las admirables sonatas del
Santo Rosario para violín.

Durante la época preclásica y del clasicismo temprano, la sonata da chiesa, influida por
la sonata da camera, evolucionó hacia una forma definida de tres o cuatro movimientos,
el primero de los cuales generalmente estaba en forma sonata y poseía un tempo
moderadamente rápido, el segundo tempo lento, y el movimiento final, en tempo rápido.
Cuando se componía un cuarto movimiento, había un minué que se insertaba antes del
movimiento final. A mediados del siglo XVIII el término sonata comenzó a utilizarse
únicamente cuando el medio interpretativo era un instrumento de teclado solista o algún
otro instrumento solo acompañado por un teclado. La forma sonata junto con sus
principios, influyeron en la música de la época, no sólo en las sonatas instrumentales,

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sino también en las sinfonías, los conciertos y los cuartetos de cuerda, así como en otro
tipo de música de cámara. La sonata clásica queda ilustrada con las obras de Wolfgang
Amadeus Mozart, Joseph Haydn y Ludwig van Beethoven, los grandes maestros del
clasicismo vienés. Al igual que la mayoría de los compositores del siglo XIX, Beethoven
escribió sonatas en cuatro movimientos, pero en sus últimos años a veces abandonó la
disposición propia de la sonata en favor de una cantidad de movimientos menor o mayor.
Durante el siglo XIX, la tradición de la sonata clásica se mantuvo en manos de
compositores austriacos y alemanes del romanticismo como Franz Schubert, Robert
Schumann y Johannes Brahms. Sin embargo, muchos compositores, entre ellos el
pianista polaco Frédéric Chopin, tenían más facilidad para las piezas cortas que para
las obras de mayores dimensiones; cuando escribían sonatas, tendían a no tomar en
cuenta las relaciones musicales a gran escala y escribían movimientos
sorprendentemente diferenciados, cuya estructura interna realizaban haciéndoles
corresponder unos episodios diferenciados. Otros, como el pianista húngaro Franz Liszt,
no tomaron en consideración gran parte del esquema tradicional. Su Sonata en si menor
es una obra larga en un movimiento, que se parece al planteamiento del poema
sinfónico.

La Tocata
La tocata es una forma musical libre de carácter variable y pensada para ser ejecutada
por un instrumento de teclado. Nació en Italia, hacia el final del S.XVI. Los primeros
autores de tocatas fueron A.Gabrieli y C.Merulo.
Se confunde de tal modo con el Preludio que, no solamente se empleaban ambos
indistintamente como introducción a la Fuga, sino que también una misma
composición ha recibido las dos denominaciones.
Esta forma musical varía desde las breves como la Toccata di I.Tono de Frescobaldi,
hasta la monumental tocata que precede a la Fuga en Fa mayor para
órgano de J.S.Bach.
Puede constar de varios tiempos de carácter diverso, ya sea de movimiento vivo y
llena de virtuosismo, como de movimiento lento y expresión suave y apasionada. Por
ejemplo, la Tocata II de A.Scarlatti posee cuatro tiempos. Las escritas para clave por
Bach poseen varios movimientos y todas terminan con una Fuga. Compuesta así, su
forma se confunde con la Suite y la Sonata.

Formas musicales instrumentales del renacimiento


Tras el predominio de la expresión vocal que caracterizaba a la música medieval, la
irrupción del arte instrumental que se produce con el Renacimiento podría parecer
sorprendente, aunque en realidad no fue un salto tan brusco.
Formas musicales derivadas de la música vocal: Tiento, Fantasia, Ricercare, Canzona
TIENTO
Forma instrumental española o portuguesa más importante de los siglos XVI y XVII,
equivalente al Ricercare italiano. Consiste en una serie de frases desarrolladas
imitativamente unas, homofónicamente otras, con la utilización de toda suerte de
recursos técnicos del instrumento, como quiebros, redobles, calcado de la forma

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motete. Se trata de una forma musical que intenta explotar las posibilidades del
instrumento, pudiendo considerarse como antecesor del estudio, de hecho, a veces se
ordenan con dificultad creciente, como ejercicio de aprendizaje técnico.

FANTASIA
Género exclusivo de vihuela. La fantasía es una composición instrumental imaginativa
e ingeniosa que suele caracterizarse por la distorsión, la exageración y el carácter
esquivo resultante de su apartamento de las normas estilísticas y estructurales en
boga. En su acepción normal, fantasía ha significado simplemente el hecho de
improvisar. Por extensión, puede aplicarse a una pieza que trata de dar la impresión
de fluir espontáneamente de la imaginación y del deleite en la interpretación digital por
parte de un intérprete.

RICERCARE
Una composición instrumental de los siglos XVI y XVII, de la que existían
conjuntamente 2 variedades: uno tipo rapsódico con textura homofónica y un tipo
polifónico que explota complejos artificios contrapuntísticos y que es precursor de la
fuga. En el siglo XVI ambos aparecen frecuentemente en fuentes alemanas,
españolas, francesas e inglesas. A veces han servido de estudios. El ricercare suele
tener una función de preludio, “buscando” la tonalidad o el modo de una canción,
intabulacion, danza, motete, salmo o porción de la misa subsiguientes.

CANZONA
Con sus animadas texturas, sus eventuales imitaciones, sus sencillas armonías y su
vitalidad rítmica, la chanson, se adecuaba a las mil maravillas a la transportación
instrumental. Fueron sobre todo sus repeticiones flexibles por secciones las que
proporcionaban la lógica para un lenguaje puramente instrumental, desprovisto de
texto y las que estimaron gradualmente la creación de canzonas cuyo estilo y forma se
derivaban de los antiguos modelos vocales. Una forma musical instrumental de los
siglos XVI y XVII que tiene como prototipo la chanson francesa. Las chansons
publicadas por Piere Attaingnant entre 1528 y 1550 siguieron disfrutando de una gran
popularidad, especialmente en Italia, donde solían interpretarse en transcripciones
instrumentales o intabulaciones.

COMPOSITORES IMPORTANTES
Antonio de Cabezón, Francisco Correa de Arauxo, Juan Cabanilles, Luis de Milán,
Enríquez de Valderrabano, Miguel de Fuenllana, Luis de Narváez, Diego Pisador,
Jacob Obretch, Diego Ortiz, Andrea Gabrieli, Giovanni Gabrieli.

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DIFERENCIAS ENTRE SONATA DA CHIESA Y SONATA DA CAMERA
La sonata surge entre el último tercio de la era renacentista y el primero de la era
barroca. A finales del S.XVI en Venecia, los Gabrieli titulan como sonatas a piezas de
forma libre cuya característica común y definitoria es, sencillamente, la de que son
piezas de música instrumental: sonata (o toccata) en principio no significa más que
música para ser "sonada" (o "tocada"), frente a la cantata o a la música vocal en general.
Si Andrea y Giovanni Gabrieli nos dan el prototipo de un primer estadio de la sonata, un
siglo después, en el esplendor del Barroco, podemos encontrar modelos avanzados de
sonata en la figura de otro maestro italiano, Arcangelo Corelli. En él se resumen muy
bien, efectivamente, las dos corrientes esenciales de la sonata barroca: la sonata da
camera y la sonata da chiesa. La sonata de cámara consiste en un preludio o
introducción y la sucesión de dos, tres o cuatro movimientos normalmente
emparentados con aires de danza y la sonata de iglesia huye de la danza y se estructura
como sucesión de cuatro movimientos "abstractos", en el esquema lento-rápido-lento-
rápido, ateniéndose por lo común los movimientos rápidos a procedimientos de escritura
contrapuntística (fugada).

El apogeo de la forma sonata durante el clasicismo


En los primeros años 70 del siglo XVIII, Viena está a punto de convertirse en el centro
musical de Europa, sobre todo en lo que concierne a la música instrumental y, más
concretamente, en la forma sonata, donde se lleva a cabo la elaboración de los
elementos que constituyen ese lenguaje musical. Pero en los años que van de 1770 a
1810, y en manos de Haydn, Mozart y Beethoven, se potencia toda estructuración de
la forma‐sonata.
El primer paso en esta evolución fue la superación de la poética del estilo galante: la
sonata de los años 50 era la antítesis de la fuga, de la elaboración polifónica sobre una
base imitativa. Ahora, la poética de lo fácil y de lo natural va a pasar a la
historia, reconsiderando el contrapunto, en principio con la inclusión de fugas como
tales en función de movimientos de sonatas. Se refuerza así un estilo con diálogo, sin
rechazar la poética galante de la agradabilidad, sino más bien buscándola en un nivel
intelectual más elevado. Estas nuevas posibilidades discursivas se insinúan sobre todo
en la segunda sección del modelo sonatístico, entre la exposición y la reexposición.
Esta parte de la forma‐sonata adquiere extensión e intensidad precisamente al
limitarse a desarrollar la idea de la exposición con la técnica de la variación y del estilo
imitativo. El crecimiento de esta sección (que podemos llamar “desarrollo”) será el hilo
conductor de la elaboración sonatística del período.
El segundo paso fue hacia una mayor plenitud temática: ya no basta que el tema sea
fácilmente localizable y ahora se dota a éste de mayor carácter. El primer y segundo
temas tienden cada vez más a tomar fisonomía propia.
El tercero y definitivo paso hacia la sonata galante fue el intento de coherencia, de unir
en una unidad necesaria las distintas partes de la forma. El aspecto que caracteriza al
nuevo panorama formal es la importancia que se asigna al desarrollo, que ahora
tiende a invadir la exposición y la reexposición. Por otro lado, las codas o las
secciones cadenciales pueden llegar a tener una relevancia que consiente el que se

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las defina como tercer tema. Lo que mantiene unido todo esto es el principio armónico,
la organización unitaria en una jerarquía funcional de áreas tonales. Así pues, el
verdadero lenguaje musical intrínseco, o mejor dicho, la noción misma de un “lenguaje
musical”, nacía en el campo instrumental entre sonatas y cuartetos.

Autores preclásicos barroco, clásico… precursores de la sonata


Giovanni Paolo Cima (1570- 1622)

Compositor italiano del Barroco temprano, fue contemporáneo de Claudio Monteverdi y


Girolamo Frescobaldi. Como maestro de capilla y organista de Santa María de San
Celso de Milán compone sus obras sacras, entre las que destaca los motetes (1599) y
el Concerti ecclesiastici (1610), en la que se incluye seis sonatas para 2 a 4 instrumentos
con continuo.

Sonata en Re menor, para flauta y bajo continuo. (Milán, 1610)

Esta sonata muestra el punto de partida hacia el posterior desarrollo de la sonata da


chiesa, (sonata de iglesia), obra de cuatro movimientos, y la sonata da camera (sonata
de cámara), obra de movimientos cortos con origen en la danza.
Las diversas combinaciones de instrumentos con acompañamiento de bajo continuo,
constituyen la regla general en la interpretación de la sonata de este periodo.
Denominada sonata de Cima en la tonalidad de re menor. La obra consta de un solo
movimiento dividido en secciones contrastantes, en las que el compositor combina el
timbre agudo de la flauta de pico, que interpreta la melodía, con el bajo continuo, que
unas veces realiza función de acompañamiento y otras, desarrolla una función melódica,
imitada posteriormente por la flauta. En esta obra se percibe la herencia de la música
vocal, y esto se pone de manifiesto en la partitura, separada del instrumento melódico,
al que llama “Canto”.
La obra es una pieza instrumental sin un esquema formal prefijado, y caracterizada por
la presencia de un tema con el que el compositor refleja su sentir poético instrumental.

Nicolas Chédeville (1705–1782)

Compositor francés del Barroco, comienza su aprendizaje con su tío y padrino Louis
Hotteterre. Al comienzo de su carrera musical, toca el oboe y la musette, típico
instrumento de viento de la música barroca francesa. Como profesor enseña la musette
a la Princesa Victoria y es muy reconocido entre la aristocracia francesa de su época.
Sonata VI en Sol menor. “Il Pastor Fido”, Op. 13. (París, 1737)
La sexta sonata al estilo italiano, falsamente atribuida a Vivaldi, constituye una
variante de la sonata primitiva, sonata da chiesa. En este caso excepcionalmente, el
primer, segundo y último movimientos son rápidos y el tercero es lento: Vivace. Fuga da
capella. Largo. Allegro ma non presto. Tanto en el movimiento lento como en los rápidos
se desarrolla el tema principal dentro del ámbito de una tonalidad base, a partir de la
cual se modula hacia otras tonalidades relativas, para regresar finalmente a la tonalidad
inicial.

Tipos de sonata, su evolución histórica:

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Sonata Preclásica o monotemática (S.XVII).

Se conoce la sonata monotemática como el antecedente de la forma Sonata. También


se le llama Sonata preclásica puesto que precede a la forma "reina" del Clasicismo, es
decir la forma sonata bitemática ternaria que aparece en los primeros movimientos de
Sonata. Su origen probable sea la evolución de la forma binaria recapitulada del
Barroco, aunque lo que sí podemos afirmar es que es un producto de la evolución.

Obra destacable:

Clementi (1752 - 1852). Se trata de la sonata op. 24 n. 2 en Si b M compuesta en 1788.


En un principio, el término “sonata” se usaba para designar una obra destinada al violín,
u otros instrumentos de cuerda, y diferenciarla así de otras piezas como la “toccata”
(obra para instrumento de teclado) o la “cantata” (obra para la voz).
Por tanto, no hacía referencia término sonata a una forma musical concreta, sino a los
instrumentos que debían de ejecutar la composición (instrumentos de cuerda,
principalmente). Esta distinción de carácter etimológico fue desapareciendo, y la palabra
sonata se utilizaba junto con la palabra suite para designar obras de caracteres
similares.

Evolución de la Suite a la Sonata

Con el tiempo, suite y sonata fueron tomando distinto significado, de modo que se elegía
la palabra sonata para nombrar una obra cuya única diferencia con la suite era un menor
número de piezas, y la sustitución de la nomenclatura de las danzas por el título del
movimiento específico de cada tiempo: Allegro en lugar de Allemanda, Adagio en vez
de Zarabanda, y Vivace o Presto en lugar de Giga.
Las diferencias entre la suite y la sonata fueron aumentando hasta separarse por
completo ambos términos. Entre las diferencias que aumentaron progresivamente cabe
citar:

- Sustitución del estilo de escritura, más bien polifónico en la suite, por el denominado
“estilo galante” (una melodía única sustentada con un acompañamiento basado en
acordes disueltos o bajo de Alberti).

- Progresiva sustitución de la forma binaria simple por la forma ternaria.

- Libertad para escribir las piezas de una sonata en distintos tonos, al contrario de lo que
ocurría en la suite, donde el tono principal de cada danza era siempre el mismo.

En el siglo XVII es típica la sonata a trío -sonata a tre-, compuesta para dos violines y
bajo continuo (viola de gamba o cello) que era doblado a veces por un instrumento de
teclado. Esta sonata se basaba al igual que la suite en un solo tema. La mayor parte de
sonatas a trío constan de cuatro tiempos, siguiendo el esquema lento-rápido-lento-
rápido, si bien el primer tiempo lento se fue suprimiendo. La mayor parte de los
movimientos de la sonata a trío se ajustaban a la forma binaria de la suite.

El primer tiempo, sobre todo, experimenta cambios en su estructura al tomar importancia


el concepto de reexposición, por lo que adquiere una estructura ternaria. Uno de los
primeros compositores que utilizaron esta estructura fue Arcangelo Corelli, al que
siguieron otros maestros italianos. En Alemania, J. S. Bach y Haendel tomaban esta
forma como base de la mayoría de sus sonatas. El esquema ternario de la estructura
era: Exposición, parte media a modo de desarrollo y reexposición.

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Por otra parte, en la primera mitad del siglo XVIII, los compositores resaltan los motivos
melódicos que aparecen una vez se ha establecido la modulación a la dominante o al
relativo que precede a la barra de repetición de la primera sección de la obra (motivos
independientes de los motivos temáticos básicos), reexponiéndolos en la segunda
sección de la obra en el mismo lugar, pero esta vez en el tono principal. Estos motivos
melódicos o diseños de tipo secundario son el origen de lo que más tarde será el
segundo tema de la sonata clásica.

El compositor más avanzado en el aspecto mencionado fue Domenico Scarlatti, quien


presentaba dichos diseños en muchas de sus sonatas, compuestas en un solo tiempo
y de esquema binario.
Sin embargo, el que es considerado como verdadero introductor del segundo tema en
la sonata es Carl Philipp Emanuel Bach, ya que en sus sonatas llamadas “de
Württemberg” tenían tanta importancia estos segundos temas que incluso se subdividen
en dos o tres frases.

No obstante, Carl Philipp Emanuel abandonó este procedimiento en sus sonatas


posteriores, por lo que parece que no fue muy consciente de lo que en realidad era un
gran hallazgo. Más tarde, Haydn y Mozart, y desde luego Beethoven, tomarían buena
nota de esta técnica, y consolidarán la forma de sonata clásica, fijada y perfeccionada
por ellos, es decir, la forma de sonata bitemática ternaria.

Sonata Clásica o bitemática ternaria (S.XVIII)

La sonata clásica, (aproximadamente entre 1750 y 1810), la forma más difundida de


esta forma musical, es una obra que consta de tres o cuatro movimientos, compuesta
para uno, dos o tres instrumentos. Inicialmente predominaron las formas de tres
movimientos, especialmente en la época clásica, pero a medida que aumentaban tanto
su complejidad como duración se popularizaron las de cuatro movimientos.
A inicios de la época clásica pasó a reservarse el nombre para obras compuestas para
un instrumento solo o bien un instrumento melódico y piano, concebidas de acuerdo con
una estructura de tres o cuatro movimientos en los que el tema musical se presenta, se
expone, se desarrolla y se recapitula de acuerdo a una forma convencional. Los
nombres de divertimento, serenata o partita siguieron en uso hasta alrededor de 1770,
pero a partir de Haydn cayeron normalmente en desuso. Al mismo tiempo se
popularizaron los nombres de trío y cuarteto para las piezas con tres y cuatro
instrumentos respectivamente.
Cuando hablamos de la sonata nos estamos refiriendo a una forma musical compuesta
normalmente de cuatro tiempos, cada uno de ellos compuesto bajo una forma
determinada. Es decir, estamos hablando de formas dentro de una forma.

A continuación, vamos a exponer las características de cada uno de los tiempos que
integran la sonata (partiendo del modelo de sonata clásica de cuatro tiempos):

Primer tiempo. Utiliza la forma tiempo tipo sonata, y es la más característica de la


sonata. Suele ser un movimiento allegro.

Segundo tiempo. Puede utilizar la forma lied, rondó, rondó-sonata o tiempo tipo
sonata. Suele ser un movimiento adagio.

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Tercer tiempo. Suele utilizar la forma minué o scherzo. Suele ser un movimiento
allegretto.

Cuarto tiempo. Utiliza normalmente la forma rondó. Suele ser un movimiento allegro.
Hay que hacer aquí una aclaración totalmente necesaria sobre dos términos que pueden
traer a confusión: la forma sonata y la forma tiempo tipo sonata. El primer término
hace referencia a la totalidad de la obra sonata, es decir, a los cuatro tiempos. El
segundo término hace referencia a la forma que se utiliza principalmente en el primer
tiempo de la sonata, y que por ser el más representativo, recibe dicho nombre.
La estructura esencial de la forma tiempo tipo sonata es la siguiente:

SECCIÓN I O EXPOSICIÓN

TEMA A: en el tono de la obra.


PUENTE: De carácter modulante para conducir al tema
B. TEMA B: Femenino y prevalece el elemento melódico. Está escrito en una tonalidad
a fin.)
CODA (o codetta): facultativa y de libre constitución.

SECCIÓN II O DESARROLLO

En esta segunda sección se desarrolla, por medio de modificaciones, los temas A y B


de la exposición. Las modificaciones pueden afectar al tema A o al B o parte de ellos.

SECCIÓN III O REEXPOSICIÓN

TEMA A: en el tono principal, como en la Exposición.


PUENTE: facultativo como en la Exposición, e igual o distinto que en la misma.
TEMA B: en el tono principal de A, como en la Exposición, e igual o con ligeras variantes.
CODA: Facultativa, como en la Exposición y con frecuencia más importante que allí.
Afirma la tonalidad principal, en la que se termina.
Por último, vamos a hacer referencia a aquellos términos que están íntimamente
relacionados con el mundo de la sonata, y que en la mayoría de casos, conforman
nombres de diferentes piezas:

Sonatina. Hace referencia a una sonata de pequeñas dimensiones y de ejecución más


fácil. Tuvo su momento culmen durante el final del clasicismo y volvió a resurgir en el
S.XX con obras de Ravel, Busoni y otros.

Trío. Es una sonata compuesta para ser ejecutada por tres intérpretes. Las formaciones
más comunes son: trío de cuerda y trío con piano (dos instrumentos de cuerda más
piano).

Cuarteto. Es una sonata compuesta para ser ejecutada por cuatro intérpretes. Las
formaciones más comunes son: cuarteto de cuerda y cuarteto con piano (tres
instrumentos de cuerda más piano).

Sonata Cíclica
Podemos decir que César Frank es el creador de la sonata cíclica. En esta forma hay
un tema que sirve de elemento conductor. Es en esencia comparable al ‘’leitmotiv’’ de

15
Wagner. El plan tonal de la sonata cíclica es similar al de la sonata clásica. En general
está compuesta de dos maneras; una sobre un motivo y otra sobre un tema.
La forma cíclica es una técnica de construcción musical mediante la que se utiliza un
tema, melodía, o material temático como elemento unificador de varias secciones o
movimientos de una composición musical. A veces el tema aparece al principio y al final.
Por ejemplo, en la sinfonía n.º 3 de Brahms. En otras ocasiones puede aparecer en
diferentes partes, como en la Sinfonía fantástica de Berlioz.
Pueden encontrarse diversos ejemplos a lo largo de historia de la música. Uno de los
primeros usos de este principio de la unidad en una forma de la múltiple-sección es la
misa cíclica renacentista, que incorpora una parte generalmente bien conocida del canto
llano como cantus firmus en cada una de sus secciones. Pueden encontrarse también
ejemplos en música instrumental del siglo XVII, tales como las suites de danzas de
Samuel Scheidt, en las que se utiliza un ostinato en la línea de bajo que se repite en
cada movimiento. Cuando los movimientos son suficientemente cortos y comienzan a
ser oídos como uno solo en vez de varios, empieza a distorsionarse el límite entre la
forma cíclica y la forma musical de la variación.

Sonata Schönbergiana

La suite-sonata Schönbergiana, mientras la escuela francesa de principio del XX


renueva temporalmente el estilo de la sonata, pero no su estructura, si no es por los
esfuerzos de simplificación. Schönberg descubre un nuevo mundo sonoro, el de la
notabilidad. Habiendo investigado, emprende la tarea de organizarlo y, en un principio,
se hace con un instrumento de trabajo, la técnica de la serie. El tema ideal adopta aquí
la forma de una serie de doce notas que vienen a representar el conjunto de doce
sonidos de la escala cromática. Presentados primero en su orden original, estos doce
sonidos pueden serlo por movimiento inverso o regresión, o ambos casos a la vez; a
cada vuelta su ritmo puede modificarse. Así se crea una especie de perpetua variación,
que parece ser uno de los aspectos más coherentes del universo schönbergiano. Con
razón o sin ella, el maestro vienés se las ingenia para introducir esta concepción en el
modelo de la “forma sonata” (Obertura de la suite, op. 8). Con él, esta estatua conserva
algunos de sus elementos beethovenianos: Schönberg, a medida que se prohíbe en la
reexposición toda vuelta textual de cualquier fragmento de la exposición. El lector se
extraña de que podamos hablar de “forma sonata” de una obra titulada suite. Esta no es
sino una aparente contradicción. De hecho, Schönberg crea aquí un nuevo tipo de
sonata, a la que podríamos llamar Suite-sonata.

16
El piano de Cristofori
Dos siglos antes, a comienzos del s XVII, la música sacra estaba dominada por el
órgano, y la secular por el clavicémbalo. Otro instrumento de tecla de la época, el
clavicordio, permitía obtener matices más dinámicos, pero por su volumen sonoro
amortiguado era inservible para utilizarse en grandes conjuntos o salas de conciertos.
Avanzado el siglo, el progreso de la ópera y el declive de la polifonía intensificaron la
necesidad de contar con un instrumento más expresivo que combinara potencia del
clavicémbalo y el rango dinámico del clavicordio, y fue el providencial Bartolomeo
Cristofori, fabricante de instrumentos musicales al servicio de Fernando III de Medici,
quien crearía lo que un inventario de 1700 definió como clavicémbalo que tocaba
piano y forte, con dos conjuntos de cuerdas al unísono.

Bartolomeo Cristofori, italiano, 1655–1731


Este piano es el más antiguo del mundo. Data de 1720, y todavía se puede tocar. Es
uno de tres instrumentos procedentes del taller de Bartolomeo Cristofori, quien inventó
el piano hacia 1700 en la corte florentina de los Médici. El complejo mecanismo
prefigura el piano moderno, pero el teclado es más corto y carece de pedales para
generar contrastes tonales. En cambio, la extensión comprende tres registros distintos:
tonos bajos, cálidos y sonoros; medias octavas, más dinámicas; y tonos agudos, de
sonido breve y brillante. Destinado básicamente al acompañamiento, el invento de
Cristofori se denominaba gravicembalo col piano e forte (clavicémbalo con piano y
fuerte) en referencia a su innovadora flexibilidad dinámica.

Primer piano de Cristofori


Sonatas para pianoforte:

Giovanni Gabrieli

La Sonata Piano Forte (de la colección de Canzone per Sonare de 1608) es una de las
primeras obras de Giovanni Gabrieli que determina con precisión la instrumentación.
Destaca por el juego de preguntas y respuestas entre masas instrumentales opuestas,
que le dan su característica dinámica a modo de eco. Los conjuntos enfrentados están

17
compuestos uno por dos trompetas, trompa, trombón y tuba, mientras que en el segundo
grupo hay una trompa, 2 trombones, euphonium y tuba. Este contraste instrumental
sentará las bases de lo que más tarde sería el concerto grosso barroco: un pequeño
conjunto de solistas opuesto a la masa orquestal.

Obras instrumentales destacadas:

La Sonata pian’ e forte (Ch 175), Sacrae symphoniae, 6-8, 10, 12 i 14-16 v., instr. (publ.
1597); Intonationi d’organo... libro primo (publ. 1593); Canzoni et sonate, 3, 5-8, 10, 12,
14, 15 i 22 v., instr., b.c. (publ. 1615); 6 canzoni (publ. 1608); Fantasia in modo di canzon
francese (publ. 1599); Ricercar ottavo tono (publ. 1595); Ricercar decimo tono (publ.
1595); Toccata del secondo tono (publ. 1593); 6 canzoni (5 conservades en fonts
manuscrites i 1 publ. 1613); 4 fugues, 12 ricercari, 12 toccate i 12 mottetti di diversi
autori.

Sonatas de Haydn

Es uno de los máximos representantes del periodo clasicista, además de ser conocido
como el «Padre de la sinfonía» y el «Padre del cuarteto de cuerda» gracias a sus
importantes contribuciones a ambos géneros. También contribuyó en el desarrollo
instrumental del trío para piano y en la evolución de la forma sonata. En la época de su
muerte, era uno de los compositores más célebres de toda Europa. Tuvo una estrecha
amistad con Wolfgang Amadeus Mozart y fue profesor de Ludwig van Beethoven.
La obra de Haydn fue fundamental en el desarrollo de lo que se denominó forma sonata.
Sin embargo, su práctica difiere en algunos puntos de las de Mozart y Beethoven, sus
coetáneos más jóvenes que también destacaron en esta forma de composición. Haydn
fue particularmente aficionado a la llamada «exposición monotemática», en la que la
música establecida en la sección de la dominante es similar o idéntica al tema de
apertura. Haydn también difiere de Mozart y Beethoven en sus secciones de
recapitulación, donde Haydn a menudo reorganiza el orden de los temas en
comparación a la exposición y utiliza un amplio desarrollo temático.
Una de las características más destacable de su música, reflejada también en sus
sonatas para piano es su humor; un famoso ejemplo es el repentino acorde agudo en el
movimiento lento de su Sinfonía Sorpresa. Como él mismo decía: "Hay aquí abajo tan
pocos hombres alegres que siento que mi música podría sacarles de sus
preocupaciones y eso me da fuerzas...".
Haydn no fue considerado en vida un virtuoso del teclado, sino fundamentalmente del
violín. Sin embargo, la altura musical e instrumental en que está compuesta su música
para tecla nos permite sospechar que su dominio de este instrumento también era
considerable, y que aumentó a lo largo de los años.

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El esquema formal de las sonatas de Haydn no difiere mucho del empleado en sus
cuartetos o sinfonías:
-Se tiende a las tonalidades mayores.

-Se organizan habitualmente en tres tiempos. El segundo o tercero son minueto o tiempo
de minueto en las primeras sonatas, pero después se convierten en complejas arias
elaboradas, en forma ABA.

-El primer y el segundo tema no tiene demasiado contraste, incluso en las sonatas más
elaboradas, lo que se conoce como monotematismo.

Sonatas de Mozart

Wolfgang Amadeus Mozart no sólo fue un compositor prolífico y prodigioso, sino también
un virtuoso del piano. Sus Sonatas, publicadas entre 1774 y 1789, representan las dos
caras de su genio: comenzadas a menudo como improvisaciones al piano, Mozart
transformó sus ideas iniciales en algunas de las composiciones más finas y delicadas
de su repertorio.
Aparentemente sencillas, pero cuya interpretación requiere de gran destreza y control
para garantizar sus cualidades originales, cada una de las dieciocho Sonatas para Piano
de Mozart presenta un desafío incluso para el mejor pianista. Tomadas en su conjunto,
se trata de una serie de obras que, más que ninguna otra, llena el vacío entre los
periodos barroco y clásico.
Con un lirismo inigualado por ningún otro compositor, y a pesar de ser menos conocidas
que la famosa colección de treinta y dos sonatas escrita por Ludwig van Beethoven, las
sonatas para piano de Mozart son, para muchos, la verdadera definición de la perfección
musical.

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Sonatas Clementi

La posición de Muzio Clementi (1752-1832) en el desarrollo de la sonata de piano ha


sido olvidada ampliamente, aunque muchos recordamos su nombre de las bellas
sonatinas que tuvimos que labrar en las primeras lecciones de piano. La magnífica
escalera de su producción es bastante impresionante: entre las músicas del piano solo
Baker cuenta con 106 sonatas (46 de ellas con violín, violonchelo o flauta), y también
hay una cantidad sana de piezas más pequeñas, muchas de ellas destinadas a la
enseñanza, la más conocida es su colección de estudios titulada Gradus ad
Parnassum.
"Clementi [...] se distingue un poco [de Haydn y Mozart], tanto en su fusión de la
tradición italiana como la francesa y en su desarrollo del virtuoso pasaje tan esencial
para el estilo post clásico de Hummel y Weber. [...] este tipo de los trabajos de pasaje
[...] le habían de dar importancia artística a Liszt y Chopin. "

Sonatas de Beethoven

El genio de Bonn fue heredero en sus sonatas de los ilustres exponentes que había
tenido esta forma musical anteriormente: Franz Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus
Mozart.

La creación con inteligencia y sensibilidad

Las sonatas para piano de Beethoven fueron compuestas entre 1793 y 1822, un periodo
de casi 30 años en el que tiene lugar una serie de convulsos eventos históricos y
artísticos sin precedentes en las culturas occidentales: la Revolución Francesa, el
imperialismo napoleónico, la Restauración, el inicio de los movimientos de
independencia en las colonias americanas, la aparición de pensadores como Voltaire y

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Kant, el humanismo, las nuevas corrientes políticas y los avances tecnológicos. El papel
del músico y del artista mismo está cambiando en este lapso de tiempo. Ya no es el
criado especializado al servicio de la corte o de la Iglesia, se independiza y decide el
rumbo de su actividad creadora. Las sonatas de Beethoven pueden ser consideradas
un valioso testimonio de esta agitada época.
Dichas Sonatas para piano de Beethoven, son una de las más rigurosas aportaciones a
la historia de la música de tecla de todas las épocas y punto esencial de la literatura
pianística. Escucharlas todas constituye una de las experiencias más inolvidables que
el oyente puede recibir en una sala de conciertos. Desde 1795, con las primeras
dedicadas a Haydn, hasta 1822, en que Beethoven termina las dos últimas, todo cuanto
ocurre en la mente del músico tiene fiel reflejo en este corpus tan ilustre.

LA SONATA DIABÓLICA: PAGANINI EN ESTADO PURO

El Trino del Diablo es la más célebre composición de Giuseppe Tartini, famosa aún hoy
día por lo extremadamente demandante en términos técnicos para quien la ejecuta. En
términos técnicos, la sonata requiere bastantes trinos a dos cuerdas, figuras muy
difíciles de tocar sin error.
La sonata no.6, fue compuesta en 1713. La particularidad de esta pieza conocida
también como «El trino del diablo» fue expuesta por el propio Tartini. El músico soñó
que pactaba con el diablo y componía una sonata inmejorable. Al despertar compuso
una pieza que, a pesar de decir él mismo que no era tan extraordinaria como la del
sueño, es la mejor de toda su obra.
En el caso de Niccoló Paganini, cuenta la leyenda que el diablo le ofreció a cambio de
su alma una habilidad extraordinaria como violinista.

21
Música de tecla en la España del siglo XVIII: Padre Antonio Soler
y Domenico Scarlatti

Una de las cuestiones más debatidas de la musicología española se centra en la


existencia de una escuela española de tecla durante el siglo XVIII. Tradicionalmente se
ha magnificado la importancia de Domenico Scarlatti en la consolidación del estilo
español en la música de tecla dieciochesca y su correspondiente influencia en los
compositores ibéricos. Sin embargo, si tenemos en cuenta las diferencias estilísticas
con otros compositores españoles de su época, como Sebastián de Albero, Vicente
Rodríguez, José de Nebra o José Herrando, así como la escasez de manuscritos, no
parece que las sonatas de Scarlatti se hayan difundido más allá del círculo cortesano.

Antonio Soler

Nacido en la villa gerundense de Olot, el padre Antonio Soler es una de las principales
personalidades de la historia de la música española. Su padre, Mateo Soler, pertenecía
a la banda de música del Regimiento de Numancia y es muy probable que de él recibiera
el joven Antonio las primeras lecciones musicales. Antes de haber cumplido los siete
años de edad, ingresó en la escolanía de Montserrat, en la que permaneció entre ocho
y diez años; antes de cumplir los diecisiete años la abandonó: ésta era la edad límite de
permanencia en la escolanía. Gracias a su padre poseía formación musical cuando fue
admitido como niño de coro en el monasterio de Montserrat.

. El Padre Antonio Soler es probablemente el músico español más significativo del siglo
XVIII, tanto por lo rico y variado de sus composiciones, como por sus aportaciones a la
teoría musical y por el carácter innovador de su genio.
Sin embargo, al estudiar su biografía nos entra la duda sobre si no podría haber brillado
más en el paisaje musical europeo de la época de no haberse recluido una parte
importante de su vida entre los muros del Monasterio de El Escorial.

Es en las sonatas donde Soler alcanza un puesto de primer orden en la música


española. ¿Para qué instrumento estaban escritas? Soler compuso sus sonatas sin
distinguir con claridad el instrumento para el que estaban destinadas. Rubio soslayó
este problema titulando su edición Sonatas para instrumentos de tecla; por su parte,
Kastner las tituló Sonatas para instrumentos de teclado (piano, órgano, clave o
clavicordio). La mayor parte están concebidas para el clave, unas pocas para el órgano
y en algunas del último período parece que el compositor tuvo en cuenta las
posibilidades del piano. La falta de diferencias estilísticas entre la música organística y
la música para clave era algo habitual en el siglo anterior a Soler, mientras que Carl
Philip Emanuel Bach ya distinguía entre música de clave y de piano.

Las sonatas multi movimiento compuestas por Soler a partir de 1777 con destino el
Infante don Gabriel, agrupadas en obras con 6 componentes, incluyen movimientos
escritos según esquemas formales que no son los del habitual allegro de sonata en

22
sentido amplio. Aquí veremos por primera vez el uso de formas y géneros como el rondó,
el minueto y el intento, cuya estructura formal difiere bastante de la estudiada hasta
ahora en el allegro de sonata, mostrando una apariencia infinitamente más sencilla tanto
en lo que concierne al esquema formal como en las posibles variantes en el caso del
rondó y del minueto, y un discurso abierto e imprevisible en los intentos.

RONDÓ

El término rondó proviene del francés Rondeau. En el período clásico algunos de los
compositores más célebres, como Haydn o Beethoven, lo incorporaron como último
movimiento de sus sonatas. Esta estructuración se denominó "sonata rondó", y se
extendió su uso de las sonatas clásicas a la música de cámara y sinfonías.
Este se presentaba comúnmente como el cuarto y último movimiento de la sonata.
Hacia la mitad de la década de 1770 el rondó se encontraba a veces en la ópera buffa,
pero este género estaba bien lejos del círculo musical de Soler, por razones obvias.
Más creíble es el acceso a la música instrumental de C.P.E. Bach, J.C. Bach y, más
cerca, Luigi Boccherini, aparte de otros compositores de la época, que empezaron a
incorporar rondós a su repertorio, especialmente en obras en varios movimientos.

MINUETO

El empleo del minueto en las sonatas de Soler responde, al igual que el rondó, a la
búsqueda de variedad formal y estilística en el seno de una obra en varios movimientos,
acudiendo para ello a un género habitual en la música instrumental europea en el marco
de la sonata a solo o en dúo, de la música de cámara y de la sinfónica. De nuevo hay
que acudir a los hijos de Bach o a Boccherini para buscar antecedentes que pudieran
ser conocidos por Soler como modelo para sus sonatas. Curiosamente, Soler adopta
por una parte el conocido modelo Minueto-Trío-Minueto en varias de sus sonatas, pero
en otras propone soluciones un tanto extravagantes y lejos de la práctica común, como
ahora veremos. Como todos los minuetos compuestos por nuestro autor para tecla sola
pertenecen a las sonatas multi movimiento que dedicó al Infante don Gabriel a partir de
1777.

INTENTO

El intento es sin duda el género más problemático de los empleados por Soler en el
marco de las sonatas, no tanto por su realización musical como por su interpretación
teórica. También lo son, en este sentido, las fugas o fugatos incluidos en formas de
sonata de cualquier tipo (desde la sonata o el cuarteto hasta la sinfonía) de los grandes
clásicos, como demuestran los múltiples estudios dedicados al tema y la falta de
acuerdo sobre el mismo. Este es el lugar para realizar una aproximación formal si cabe
a los mismos, desde el punto de vista de la interrelación entre el o los sujetos y las
regiones tonales, y dejaremos para la sección siguiente la reflexión sobre la pertinencia
de su inclusión en el género de la sonata.

Obras destacadas

20 sonatas para instrumentos de teclado (piano, órgano, clave o clavicordio)


Fandango en Re m
Fanfarria del Emperador
23
Trabajos completos para clave

Sonata en la mayor (R. 1) Sonata en fa sostenido mayor (R. 90) Sonata en si bemol
mayor (R. 3) Sonata en fa mayor (R. 6) Sonata en re mayor (R. 84) Sonata en si menor
(R. 10) Sonata en do mayor (R. 9) II Sonata en sol mayor (R. 4) Sonata en mi bemol
mayor (R. 2) Sonata en fa mayor (R. 56) Rondó en fa mayor (R. 59)
etc.….

Agrupaciones y sonatas multi movimiento

Bastantes compositores preclásicos italianos (especialmente Alberti y Paradisi)


escribieron suficientes sonatas en dos movimientos como para justificar el término
«sonata italiana» para este tipo. En Francia e Inglaterra, al igual que en Italia, el ciclo en
dos movimientos es especialmente característico de sonatas más ligeras, como las
destinadas a un uso pedagógico o para diletantes. Por otro lado, muchas de las sonatas
de las tres «S» de la música ibérica para teclado –Seixas, Scarlatti y Soler– parecen
haber sido concebidas en dos más que en un movimiento, tal y como se ha entendido
hasta hoy en día. Al menos, parejas de movimientos en la misma tonalidad se
encuentran demasiado a menudo en los manuscritos como para ser una coincidencia.
En otro orden de cosas, las sonatas en un movimiento (como las de C.P.E. Bach y G.
Benda) no son ni numerosas ni suficientemente consecuentes para representar más
que una categoría menor dentro de la sonata clásica.

Domenico Scarlatti y sus sonatas

Domenico Scarlatti (1685-1757), nacido en Nápoles, la actividad creativa de Scarlatti en


España significó uno de los momentos culminantes de nuestra historia musical,
influyendo decisivamente en varias generaciones de compositores españoles, entre los
cuales destacó el padre Antonio Soler. Prolífico compositor, abordó con igual acierto
diferentes géneros vocales e instrumentales, pero sobre todo marcó un hito en la
génesis de la sonata bipartita monotemática, precursora de la sonata clásica.

Sobre el alcance de la influencia de Scarlatti en la génesis e implantación de la sonata


para teclado en España se ha discutido ampliamente. Pese a todo, no se puede negar
a Scarlatti tanto haber llevado el modelo de sonata bipartita monotemática a su
perfección como haber creado una escuela en nuestro país, de la que surgieron autores
tan emblemáticos y decisivos para la historia de la música dieciochesca en España
como el padre Antonio Soler, uno de los compositores más sobresalientes del panorama
musical español de aquella época. La primera colección de sus sonatas para clave
apareció en 1738 en Londres bajo el título de Essercizi per Gravicembalo y están
dedicadas al rey de Portugal.

24
Las 555 sonatas

Scarlatti fue anunciado como el "mejor compositor italiano de clavecín de su tiempo".


Aunque el compositor barroco compuso en una variedad de formas musicales, hoy es
conocido principalmente por sus 555 sonatas para teclado. Domenico no debe
confundirse con su padre Alessandro Scarlatti, quien fue un prolífico compositor de
ópera a fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII. La música de Alessandro Scarlatti
marca una transición importante entre las técnicas vocales barrocas italianas utilizadas
por los compositores anteriores y la música del período clásico temprano.
Las 555 sonatas fueron escritas en las décadas de 1720-50, constituyen un riquísimo
muestrario de la experimentación formal a la que fue sometido este género en una fase
que los historiadores denominan “preclásica”.

Manuscrito Sonata 23 de Domenico Scarlatti

Las consideradas más importantes son dos: Una conservada en Venecia, con 496
sonatas, y otra en Parma con 463, 12 de ellas ausentes en la colección veneciana.

Obras destacadas

Obra Instrumental

Sonata k. 9 en Re menor.
Sonata K. 212 en La mayor.
Sonata K. 380
Sonata K. 32
Obra Vocal
Ottavia restituita al trono (1703)
Orlando, Tolomeo de Alessandro ovvero La Corona disprezzata
Tetide in Sciro
Obra para tecla
Essercizi per Gravicembalo, 1738
Ralph Kirkpatrick, 1752 - 1757
15 volúmenes de sonatas la reina María Bárbara de Braganza, 1742 – 1749

25
Estilo y Características del Clasicismo

A comienzos del siglo XVIII se pasó de un estilo barroco adornado y altamente


aristocrático a un renacimiento de la razón, la naturaleza y la moral. Está llamada a la
vuelta a la razón significaba naturalmente que los estilos de artistas y músicos,
particularmente de artistas, volverían a reflejar los estilos de los antiguos griegos y
romanos.
En la música, las ideas de la razón, la naturaleza y la moral se reflejaban en la forma y
la estructura de la música. La atención se centró en una música de buen gusto, elegante
y atractiva para todos los oyentes. La música de la época clásica debía ser previsible
para poder ser popular. Los oyentes esperaban saber cuándo comenzaría la siguiente
sección de música y cuando se produciría un cambio en la dirección de la música. La
música también tenía que hacer una llamada a varias personas, no sólo a escala
nacional, sino también a nivel internacional. También tenía que atraer a gente de todas
las clases. Las líneas de entrelazado de la música barroca desaparecieron
mayoritariamente, sustituidas por fuertes melodías que se reelabora y se ampliaban en
frases sintonizadas, con contrastes de sonido. y un movimiento constante y bien
organizado de una clave a otra.
Durante este periodo, los compositores establecieron las principales formas de música
instrumental: la sonata, el cuarteto de cuerda, el concierto y la sinfonía.

El Clasicismo puede definirse como un movimiento estético y cultural que tuvo lugar en
el siglo XVIII. Una corriente artística que sirvió como detonante al paso de la Edad
Moderna a la Edad Contemporánea. La Revolución Francesa se enmarca como otro de
los rasgos más importantes de un estilo que se ubica entre el Barroco y el Romanticismo
y del que explicamos sus características más destacadas.

Influencia de antiguas civilizaciones

La influencia romana puede verse en los grandes cuadros

El estilo del Clasicismo está basado en los modelos clásicos e ideales de belleza de la
Antigua Grecia y la civilización romana. Un movimiento cultural que se basa en
armonizar el contenido por medio de la máxima representación de las formas. El
equilibrio y la sobriedad son otro de los aspectos que destacan para la consecución de
unas obras de proporciones exactas.

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Temática inmortal

EL nacimiento de la ópera bufa

Todo lo relacionado con lo imperecedero vuelve a la primera fila en cuanto a temas se


refiere. La base religiosa que predominaba durante los últimos años queda desterrada
por las grandes gestas y los relatos mitológicos de épocas pasadas. Los sentimientos
humanos también afloran en una corriente artística que se define por la multiplicidad
temática.

Ilustración como base


La corriente de la Ilustración nace que nace en Francia a lo largo del siglo XVIII se
convierte en una auténtica base para el Clasicismo. Un proceso intelectual en el que la
razón era el eje central y con la que se buscaba ampliar el conocimiento de la forma
más metódica posible. Teorías de autores tan conocidos como Voltaire, Rousseau o
Turgot inundan las mentes de los artistas del Clasicismo para sacar lo mejor de ellos.

Jean-Jacques Rousseau

El renacer de la Música
El Clasicismo se enmarca como esa etapa de la historia en la que la música comienza
a tener verdadera importancia para los artistas. Las composiciones refinadas y
elegantes inundaban las grandes salas y atraían a gran parte de la población en unos
espectáculos sin precedentes. Autores como Mozart, Beethoven o Haydn se definen
como las personalidades destacadas de un período en el que se mostró al mundo la
inmensidad de la ópera bufa. Sin olvidarnos de la importancia de una orquesta dividida
en cuerdas, vientos y percusión.

Ludwig Van Beethoven

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Pintura
La pintura clasicista es una de las tendencias o corrientes pictóricas que se desarrolló
en el siglo XVII y representaba una alternativa a la pintura barroca. Como reacción al
manierismo de finales del siglo XVI, surgieron en Italia dos tendencias: el caravaggismo
y el clasicismo.

En cuanto al apartado de pintura, puede decirse que la comparación de esta época con
las anteriores deja un poco que desear. Autores como Carracci o Lanfranco se definen
como algunos de los más conocidos del Clasicismo. Una corriente artística en la que el
tema principal se basaba en la reproducción de escenas históricas y mitológicas.

Gladiadores en un banquete
Hacia 1638. Óleo sobre lienzo, 232 x 355 cm. No expuesto
Giovanni Lanfranco

Quattrocento, Cinquecento…. Clasicismo primero

Si las arquitecturas magníficas de Bramante y los colosos marmóreos debidos al


Buonarroti joven forjaron un espacio de magnitudes que no conoció el Quattrocento, si
exceptuamos la cúpula de Brunelleschi, el Clasicismo del primer Cinquecento quedaría
incompleto si no lo hubieran definido también los grandes pintores. La disputa sobre la
primacía de las artes, que dio tanto que hablar entonces y después, pese a la inclinación
por la escultura que rubrican los mármoles de Miguel Ángel, se desplazaría del lado de
Leonardo que, con abundantes razones, extendidas a lo largo y lo ancho del Tratado y
por su misma obra pictórica, proclamaba la supremacía de la pintura, capaz de penetrar
en las emociones humanas como en el análisis del pensamiento, en la recreación del
mundo y la naturaleza que nos rodea. En la consecución definitiva del ideal clásico
perseguido ya por los neoplatónicos del Quattrocento, van a intervenir creadores
excepcionales, en una década también excepcional que reunió en Florencia a dos
eximios florentinos: Leonardo, el verdadero precursor del Clasicismo por haber
adivinado desde el último cuarto del XV los derroteros del estilo, y Miguel Ángel, veinte
años más joven y sólo ocupado de pintar pasado el año 1500, a los que ha de agregarse
al más joven Rafael que, nacido en Urbino y formado en Umbría, habría de coincidir con
ellos dos en Florencia en idénticas fechas.

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Nuevas formas de expresión: El piano en Schubert
En el momento en que Franz Schubert comienza a componer sus primeras obras en
torno al año 1814, Ludwig van Beethoven ya fascinaba al público vienés con sus
composiciones e interpretaciones al piano, siendo una figura admirada y valorada.
Por otro lado, el talento de Franz Schubert, ferviente admirador de Beethoven, no
llegó a ser reconocido hasta varios años después de su muerte.
Sin embargo, la producción musical de ambos compositores formó parte de una de
las etapas más relevantes y trascendentes de nuestra historia:

La transición del Clasicismo al Romanticismo.


Mientras que el CLASICISMO pretende entretener, el ROMANTICISMO: buscaban
influir en los estados de ánimo.
El término clásico fue adquiriendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una
significación relacionada con lo “selecto”, “elegido” o “distinguido” en base a unos
criterios de calidad esencial no cuantificables relacionados con las cualidades más
intrínsecamente humanas, valores intemporales que establecen una relación directa
entre el espíritu clásico y el Humanismo. Por tanto, lo que define al Clásico, es el
alcance universal de su creación en virtud del ámbito de su temática emocional, más
relacionada con una problemática existencial ligada a la generalidad de lo humano
más que a una visión individual y generalizada.
Schubert es el continuador en el piano de la forma-sonata que Beethoven llevó a su
máxima expresión y a la vez el introductor de la forma breve, que alcanzaría su
máximo esplendor en el piano de Chopin o Schumann.
Schubert, al contrario que Beethoven, no era un pianista de concierto. Sus límites
técnicos eran evidentes y, de hecho, nunca pretendió brillar en el escenario, algo
muy a ajeno a su personalidad. Sin embargo, son muchos los testimonios que
valoraron su talento instrumental.
Schubert poseía un piano de mesa vienés, de sonoridad limitada y mecánica
elemental pero muy difícil de dominar, exigiendo al instrumentista un gran control
de la pulsación en relación con el sonido. Se puede decir que el piano sería para
Schubert una extensión del clavicordio, abierto a las diferencias dinámicas sutiles y a
los grados de articulación más delicados. Esto no hace sino explicar la meticulosidad
extrema de su escritura pianística, que constituye una de sus características;
caso de la Sonata Hob. XVI/50 en Do mayor 17.

Cita de Mozart:
La melodía es la esencia de la música.

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