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Análisis Instrumental Módulo Analítico

1. Módulo Analítico

1.1. Introducción

1.1.1. Parámetros de calidad de un método analítico

1.1.2. Instrumentos para el análisis


Un instrumento para el análisis químico transforma la in-
formación relacionada con las propiedades físicas o químicas
del analito en información que pueda ser manipulada e in-
terpretada por un ser humano. Por tanto, un instrumento
analítico puede considerarse como un dispositivo de comu-
nicación entre el sistema objeto de estudio y el científico.

Fig. 1.1: Diagrama de bloque que muestra el proceso


completo de una medida instrumental.

1.1.2.1. Dominio de los datos

En el proceso de medida colaboran una amplia variedad de dispositivos que transforman la infor-
mación de una forma a otra. Para estudiar cómo funcionan los instrumentos es importante entender la mane-
ra en la que se codifica la información, o se transforma de un sistema de información a otro como una señal
eléctrica. Los diferentes modos de codificar la información en forma eléctrica se denominan dominios de los
datos.

Dominios no eléctricos y eléctricos

El proceso de medida comienza y termina en dominios no eléctricos (Ej.: medir un volumen de una
solución con una bureta -entra una muestra y sale un número- poner una muestra en una balanza
mecánica, etc.). La aparición de procesadores de señales electrónicas, de detectores sensibles y de
dispositivos de lectura permite el uso de instrumentos electrónicos que recogen información en do-

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minios no eléctricos, la procesan en dominios eléctricos y la representan en dominios no eléctricos


nuevamente (entra una muestra con una propiedad dada del analito y sale un resultado numérico fi-
nal). El resultado numérico final debe ser proporcional a la propiedad física o química inherente al
analito.

Señales (dominios) analógicos y digitales

La señal de salida de la mayoría de los transductores usados


en los instrumentos analíticos es una seña analógica. Para
aprovechar las ventajas de la electrónica digital es necesario
transformar la señal analógica en digital. Las señales digitales
pueden transmitirse con un mayor grado de integridad que
las analógicas y son compatibles con las computadoras y por
lo tanto pueden procesarse con el uso de un software ade-
cuado. En los instrumentos modernos, la señal analógica se
convierte en digital mediante la adquisición y el registro a
intervalos regulares de tiempo de la salida analógica.

Fig. 1.2: Representación gráfica de la respuesta de un detector en función


del tiempo para la misma señal (a) en forma analógica y (b) en forma digital.

1.1.2.2. Ruido instrumental

Cada medida analítica consta de dos componentes; una lleva la información acerca del analito y la
otra (ruido) está compuesta por información ajena y no deseada porque degrada la exactitud y la precisión de
un análisis a la vez que aumenta el límite inferior de la cantidad de analito que se puede detectar.

El ruido es la desviación aleatoria ajena y no deseada que degrada la exactitud y aumenta el límite de detección.

1.1.2.3. Fuentes de ruido instrumental

El ruido se asocia a cada componente de un instrumento: la fuente, el transductor de entrada, todos


los elementos que tratan la señal y el transductor de salida. El ruido de cada componente puede ser distinto y
provenir de distintas fuentes. Por lo que el ruido observado es una mezcla compleja.

Ruido térmico

Se debe a la agitación térmica de los electrones u otros portadores de carga en las resistencias, con-
densadores, celdas electroquímicas, etc. Este movimiento aleatorio origina periódicamente hetero-
geneidades de carga, que a su vez crean variaciones de voltaje que aparecen como ruido en la lectura.
Sólo desaparece en el cero absoluto.

Ruido de disparo

Se origina siempre que exista una corriente que produzca el movimiento de partículas cargadas a
través de una unión. Las corrientes implican la transferencia de electrones individuales a través de la
unión. Estos sucesos cuantizados se producen al azar y la velocidad de los mismos está sujeta a fluc-
tuaciones estadísticas.

Ruido de parpadeo

Se caracteriza por tener un valor inversamente proporcional a la frecuencia de la señal que se obser-
va, se lo denomina también ruido 1/f. Es significativo para frecuencias menores que 100Hz.

Ruido ambiental

Es una mezcla de los ruidos provenientes del entorno. Gran parte de estos ruidos se producen debi-
do a que cada conductor de un instrumento es una antena potencial capaz de captar radiación elec-
tromagnética y convertirla en una señal eléctrica.

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1.2. Introducción a la espectroscopía óptica


Los métodos espectroscópicos ópticos se fundan en:

x Absorción
x Fluorescencia
x Fosforescencia
x Dispersión
x Emisión
x Quimioluminiscencia

Q hν hν Q hν

EMISIÓN ABSORCIÓN FLUORESCENCIA


Fig. 1.3: Esquemas representativos de los principios de emisión, absorción y fluorescencia.

1.2.1. Propiedades ondulatorias de la radiación electromagnética


La radiación electromagnética se representa como un campo eléctrico y otro magnético que están en
fase, con oscilaciones sinusoidales en ángulo recto de uno respecto a otro y respecto a la dirección de propa-
gación. Se dice que la radiación está polarizada en el plano cuando todas las oscilaciones tanto del campo
eléctrico como del magnético están en un solo plano.
En la mayor parte del resto del texto, solo se considerara la componente eléctrica de la radiación, ya que el
campo eléctrico es el responsable de la mayoría de los fenómenos que interesan, como la transmisión, la
reflexión, la refracción y la absorción.

1.2.2. Emisión de radiación


La radiación electromagnética se origina cuando las partículas excitadas (átomos, iones o moléculas)
se relajan a niveles de menor energía cediendo su exceso de energía en forma de fotones. La radiación emitida
por una fuente excitada se caracteriza adecuadamente por medio de un espectro de emisión, que generalmen-
te toma la forma de una representación grafica de
la potencia relativa de la radiación emitida en fun-
ción de la longitud de onda o de la frecuencia.

La figura 1.4 muestra un espectro de emi-


sión típico. Los tres tipos de espectros se ponen de
manifiesto en la figura: de líneas, de bandas y
continuo. El espectro de líneas esta formado por
una serie de picos agudos y bien definidos origina-
dos por la excitación de átomos individuales. El
espectro de bandas consiste en varios grupos de
líneas tan estrechamente espaciadas que no se
llegan a resolver completamente. La fuente del
espectro de bandas consiste en pequeñas moléculas
o radicales. Finalmente, la parte continua del es-
pectro es consecuencia del aumento del ruido de
fondo que se evidencia por encima de 350 nm
aproximadamente. Los espectros de líneas y de
bandas están superpuestos al espectro continuo.

Fig. 1.4: Espectro de emisión de una salmuera obtenida con


una llama de oxígeno hidrógeno.

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Espectros de líneas

Los espectros de líneas en las regiones ultravioleta y visible se producen cuando las especies radian-
tes son partículas atómicas individuales que están muy separadas entre si, en estado gaseoso. Las
partículas individuales en estado gaseoso se comportan como cuerpos independientes, y el espectro
consiste en una serie de líneas agudas con anchuras de 10-4 Å aproximadamente.

Espectros de bandas

Los espectros de bandas se encuentran con frecuencia en fuentes espectrales que presentan radicales
o pequeñas moléculas en estado gaseoso. Las bandas surgen a partir de numerosos niveles vibracio-
nales cuantizados que se superponen al nivel de energía electrónico del estado fundamental de una
molécula.

Espectros continuos

La verdadera radiación contínua se produce cuando los sólidos se calientan hasta la incandescencia.
La radiación térmica de esta clase, denominada radiación del cuerpo negro, es característica de la
temperatura de la superficie emisora más que del material del que está compuesta la superficie. La
radiación del cuerpo negro se produce por innumerables oscilaciones atómicas y moleculares excita-
das en el sólido condensado por la energía térmica.

Fig. 1.5: Diagrama de niveles de energía para (a) un


átomo de sodio que muestra la fuente de un espec-
tro de líneas y (b) una molécula simple que muestra
la fuente de un espectro de bandas.

1.2.3. Absorción de radiación


Cuando la radiación atraviesa una capa de un sólido, un líquido o un gas, ciertas frecuencias pueden
eliminarse selectivamente por absorción, un proceso en el que la energía electromagnética se transfiere a los
átomos, iones o moléculas que componen la muestra. La absorción provoca que estas partículas pasen de su
estado normal a temperatura ambiente, o estado fundamental, a uno o más estados excitados de energía supe-
rior.
De acuerdo con la teoría cuantica, los átomos, moléculas o iones solo tienen un número limitado de
niveles de energía discretos; de modo que para que se produzca la absorción de la radiación, la energía de los
fotones excitadores debe coincidir exactamente con la diferencia de energía entre el estado fundamental y uno
de los estados excitados de las especies absorbentes. Como estas diferencias de energía son características
para cada especie, el estudio de las frecuencias de la radiación absorbida proporciona un medio para caracteri-
zar los componentes de una muestra.

1.2.4. Absorción atómica


El paso de radiación policromática ultravioleta o visible a través de un medio constituido por
partículas monoatórnicas produce la absorción de sólo unas pocas frecuencias bien definidas. La relativa
simplicidad de dichos espectros se debe al pequeño número de posibles estados de energía de las partí-
culas absorbentes. La excitación sólo puede producirse mediante un proceso electrónico en el que uno o

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más de los electrones del átomo se promocionan a un nivel de energía superior. La radiación ultravioleta
y visible tiene la energía suficiente para producir transiciones únicamente de los electrones más externos
o electrones enlazantes.

1.2.5. Absorción molecular


Los espectros de absorción de las moléculas poliatómicas, especialmente en estado condensado, son
considerablemente más complejos que los espectros atómicos, ya que el número de estados de energía de las
moléculas es generalmente enorme si se compara con el de los átomos aislados. La energía E, asociada a las
bandas de una molécula, esta formada por tres componentes. Esto es,

E = Eelectrónica + Evibracional + Erotacional

Donde la Eelectrónica representa la energía electrónica de la molécula que proviene de los estados
energéticos de sus distintos electrones enlazantes. El segundo término de la derecha se refiere a la ener-
gía total asociada al elevado número de vibraciones interatómicas presente en las especies moleculares.
En general, una molécula tiene muchos mas niveles cuantizados de energía vibracional que niveles elec-
trónicos. Finalmente, la Erotacional es la energía debida a los distintos movimientos rotacionales dentro de
una molécula; así pues, para cada estado de energía electrónica de una molécula, generalmente existen
varios estados vibracionales posibles y, a su vez, para cada uno de estos estados vibracionales, son posi-
bles numerosos estados rotacionales. En consecuencia, el número de posibles niveles de energía para
una molécula es normalmente de unos órdenes de magnitud mayor que para una partícula atómica.
A diferencia de los espectros de absorción atómicos, que consisten en una serie de líneas agudas y
bien definidas, los espectros moleculares de las regiones ultravioleta y visible se caracterizan normalmente por
bandas de absorción que a menudo abarcan un intervalo considerable de longitudes de onda.

1.2.6. Aspectos cuantitativos de las medidas espectrométricas


Potencia radiante

Energía de un haz de radiación que alcanza un área dada por segundo.

Instrumentos

La potencia se determina con un detector de radiación que convierte la energía radiante en una señal
eléctrica.

Métodos basados en la emisión, fluorescencia o luminiscencia

La potencia de radiación emitida por un analito es proporcional a la concentración del analito.

Métodos basados en la absorción

Se requiere medir la potencia inicial y final.

Ley de Beer

Para una radiación monocromática, la absorbancia es directamente proporcional al camino óptico b


a través del medio y la concentración c de la especie absorbente. Estas relaciones vienen dadas por:
A = abc

Fig. 1.6: Atenuación de un haz de radiación por una disolución absorbente.

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1.2.7. Instrumentación para espectroscopía óptica

Los instrumentos espectroscópicos incluyen cinco componentes:

x Una fuente de energía radiante.


x Un recipiente transparente para contener la muestra.
x Un dispositivo que aísle una región restringida del espectro.
x Un detector de radiación que convierta energía radiante en señal (en general eléctrica).
x Un sistema de procesamiento de datos.

Fig. 1.7: Componentes de diversos tipos de instrumentos para espectroscopía óptica: (a) de absorción; (b) de fluorescencia, fosforescen-
cia y dispersión; (c) de emisión o quimioluminiscencia.

1.2.7.1. Fuentes de radiación

Una fuente debe generar un haz de radiación con potencia suficiente para que se detecte y se mida
con facilidad para poderla utilizar en estudios espectroscópicos. Además, su potencia de salida debe ser esta-
ble durante periodos de tiempo razonables. La potencia radiante de una fuente varia exponencialmente con la
tensión de su fuente de alimentación. Por ello, para proporcionar la estabilidad requerida se necesita a menu-
do una fuente de potencia regulada. Por otra parte, el problema de la estabilidad de la fuente se soluciona con
diseños de doble haz en los que la relación de la señal de la muestra respecto a la de la fuente en ausencia de
muestra sirve como parámetro analítico. En dichos diseños, la intensidad de los dos haces se mide simultanea
o casi simultáneamente, de manera que el efecto de las fluctuaciones de la señal de salida de la fuente se anula
en gran parte.

Fuente contínua

Emiten radiación que varía de forma gradual con la longitud de onda.

Fuente de línea

Emiten un número limitado de líneas o bandas cada una abarca un intervalo limitado de longitudes
de onda.

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Láseres

Los láseres son fuentes muy útiles en la instrumentación analítica debido a su elevada intensidad, a
su estrecha anchura de banda y a la naturaleza coherente de su señal de salida.

1.2.7.2. Selectores de longitud de onda

Para la mayoría de análisis espectroscópicos, se necesita una radiación constituida por un grupo limi-
tado, estrecho y continuo de longitudes de onda denominado banda. Una anchura de banda estrecha aumenta
la sensibilidad de las medidas de absorbancia, puede proporcionar selectividad tanto a los métodos de absor-
ción como a los de emisión y, con frecuencia, es un requisito para obtener una relación lineal entre la señal
óptica y la concentración. Idealmente, la señal de salida de un selector de longitud de onda correspondería a
una radiación de una única longitud de onda o frecuencia. No existe ningún selector de longitud de onda que
se aproxime al caso ideal; en su lugar, lo que se obtiene es una banda. La anchura de banda efectiva, es una
medida inversa de la calidad del dispositivo, siendo la resolución mejor cuanto más estrecha es la anchura de
banda. Existen dos clases de selectores de longitud de onda, los filtros y los monocromadores.

Filtros de interferencia: los filtros de interferencia se


fundamentan en las interferencias ópticas para
producir bandas estrechas de radiación. Un filtro
de interferencia consta de un dieléctrico transpa-
rente (con frecuencia fluoruro de calcio o de mag-
nesio) que ocupa el espacio entre dos películas
metálicas semitransparentes. Esta disposición se
coloca entre dos placas de vidrio u otro material
transparente. El espesor de la capa dieléctrica se
controla cuidadosamente y determina la longitud
de onda de la radiación transmitida. Cuando un
haz perpendicular de radiación colimada incide en
esta disposición, una fracción atraviesa la primera
capa metálica, mientras que el resto se refleja. La
parte que ha pasado sufre una partición similar
cuando incide en la segunda película metálica. Si la
parte reflejada de esta segunda interacción es de la
longitud de onda adecuada, se refleja parcialmente
desde la cara interna de la primera capa en fase
con la luz incidente de la misma longitud de onda.
El resultado es que se refuerza esta determinada
longitud de onda, mientras que la mayoría de las
Fig. 1.8: Señal de salido de un selector de longitud de onda
típico.
otras longitudes de onda, que no están en fase,
sufren una interferencia destructiva.

Fig. 1.9: (a) Esquema de la sección transversal de un filtro de


interferencia. Obsérvese que el dibujo no está hecho a escala y que
las tres bandas centrales en realidad son mucho más estrechas. (b)
Esquema que muestra las condiciones para una interferencia cons-
tructiva.

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Filtros de absorción

Los filtros de absorción se han utilizado mucho para la selección de bandas en la región visible. Es-
tos filtros funcionan absorbiendo ciertas zonas del espectro. El tipo más habitual es un vidrio colo-
reado o una suspensión de un colorante en gelatina que se coloca entre dos placas de vidrio. El pri-
mero tiene la ventaja de una mayor estabilidad térmica. Los filtros de absorción tienen anchuras de
banda efectivas que oscilan entre 30 y 250 nm. Los filtros que proporcionan las anchuras de banda
más estrechas también absorben una fracción significativa de la radiación deseada y pueden tener
una transmitancia del 10% o menos en sus picos de banda. Los filtros de corte tienen transmitancia
de casi el 100% en una zona del espectro visible, pero luego disminuyen rápidamente hasta un valor
de transmitancia igual a cero en el resto. Una banda espectral estrecha puede aislarse acoplando un
filtro de corte con un segundo filtro.

Monocromadores

Los monocromadores se diseñan para realizar barridos espectrales. Los monocromadores para las
radiaciones ultravioleta, visible e infrarroja son similares en cuanto a construcción mecánica, ya que
todos ellos utilizan rendijas, lentes, espejos, ventanas y redes o prismas.

Monocromadores de red

Las radiaciones ultravioleta, visible e infrarroja pueden dispersarse dirigiendo un haz poli-
cromático a través de una red de transmisión o hacia la superficie de una red de reflexión;
esta última es con mucho la más usual. Las redes réplica, que se usan en la mayoría de los
monocromadores, se fabrican a partir de una red patrón. Esta última consiste en una su-
perficie dura, pulida y ópticamente plana sobre la que se han grabado, con una herramienta
de diamante afilada adecuadamente, un gran número de surcos paralelos y muy próximos
entre sí. La red escalerilla es una red tipo escalerilla, a la que se la han hecho estrías o sur-
cos de forma que tiene caras relativamente anchas, en las que se produce la reflexión, y ca-
ras estrechas no utilizadas. Esta geometría proporciona una difracción muy eficaz de la ra-
diación. Cada una de las caras anchas se puede considerar como una fuente puntual de ra-
diación; así pues, se puede producir una interferencia entre los haces reflejados. La radia-
ción entra en el monocromador por una abertura estrecha rectangular o rendija, se colima
y, seguidamente, incide sobre la superficie del elemento dispersante con un ángulo dado.
En un monocromador de red, la dispersión angular de las longitudes de onda tiene su ori-
gen en la difracción que se produce en la superficie reflectante; la dispersión lineal significa
que la posición de una banda a lo largo del plano focal para una red varía linealmente con
su longitud de onda.

Monocromador de prisma

Los prismas se pueden utilizar para dispersar radiación ultravioleta, visible e infrarroja. Sin
embargo, el material usado para su fabricación difiere según la región de longitudes de on-
da. La refracción en las dos caras da lugar a una dispersión angular de la radiación. Las lon-
gitudes de onda más cortas se dispersan en mayor grado que las largas.

Monocromadores de escalera

Los monocromadores de escalera contienen dos elementos dispersantes dispuestos en se-


rie. El primero de estos elementos es un tipo especial de red denominada red de escalera.
El segundo, que le sigue, es generalmente un prisma de baja dispersión o, a veces, una red.
Los monocromadores de escalera proporcionan una mayor dispersión y mayor resolución
que una red de escalerilla del mismo tamaño

Las rendijas de un monocromador juegan un importante papel para determinar sus características de
funcionamiento y calidad. La anchura de banda se define como el espacio de ajuste del monocromador nece-
sario para mover la imagen de la rendija de entrada a través de la rendija de salida; la anchura de banda efecti-
va, que es la mitad de la anchura de banda cuando las dos anchuras de las rendijas son iguales, se aprecia que
es el intervalo de longitudes de onda que salen del monocromador para un ajuste dado de longitud de onda.
La anchura de banda efectiva se puede relacionar con la dispersión recíproca lineal.

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La anchura de banda efectiva de un monocromador depende de la dispersión de la red o del prisma


así como de la anchura de las rendijas de entrada y de salida. La mayoría de los monocromadores están equi-
pados con rendijas variables, de manera que la anchura de banda efectiva se puede cambiar. Cuando se nece-
sita resolver bandas estrechas de absorción o de emisión es deseable utilizar anchuras de rendija mínimas. Por
otra parte, el estrechamiento de las rendijas viene acompañado de una disminución notable de la potencia
radiante disponible, dificultándose la consecución de medidas exactas de dicha potencia. Por tanto, se pueden
utilizar anchuras de rendija mayores para los análisis cuantitativos más que para los cualitativos, en los que el
detalle espectral es importante.

Fig. 1.10: Efecto de la anchura de


banda sobre los detalles del espec-
tro del vapor de benceno: (a) 0.5
nm; (b) 1.0 nm; (c) 2.0 nm.

1.2.7.3. Recipientes para la muestra

Las celdas o cubetas que contienen las muestras se deben fabricar de un material que sea transparen-
te a la radiación de la región espectral de interés. Para trabajar en la región ultravioleta (por debajo de 350 nm)
se necesita cuarzo o sílice fundida; ambas sustancias son transparentes en la región visible, así como en la
región infrarroja hasta aproximadamente 3 μm. Los vidrios silicatados se pueden emplear en la región com-
prendida entre 350 y 2000 nm. Los recipientes de plástico también se utilizan en la región visible. La sustancia
más habitualmente empleada para las ventanas de las cubetas en la región infrarroja es el cloruro de sodio
cristalino.

1.2.7.4. Detectores de radiación

Propiedades del detector ideal:

x Elevada sensibilidad.
x Elevada relación señal/ruido.
x Respuesta constante en un intervalo considerable de longitudes de onda.
x Debe tener un tiempo de respuesta rápido.
x Señal de salida igual a cero en ausencia de iluminación.
x La señal eléctrica producida por el transductor debería ser directamente proporcional a la potencia radiante.

Existen dos tipos generales de detectores de radiación: uno responde a los fotones y el otro al calor.
Todos los detectores de fotones (también denominados detectores fotoeléctricos o cuánticos) tienen una
superficie activa, que es capaz de absorber radiación. En algunos tipos, la energía absorbida causa la emisión
de electrones y el desarrollo de una fotocorriente. En otros, la radiación promociona electrones a las bandas
de conducción; en este caso, la detección se basa en el aumento de la conductividad resultante (fotoconduc-
ción).
La diferencia entre detectores de fotones y de calor es importante, ya que el ruido de disparo, a me-
nudo, limita el comportamiento de los primeros, mientras que el ruido térmico suele limitar el de los últimos.

Detectores de fotones:

Células fotovoltaicas

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La energía radiante genera una corriente en la interfase entre una capa semiconductora y un metal.
Es sencillo, robusto, tiene bajo costo y no requiere fuente eléctrica externa. Tiene como desventajas
que la respuesta varía con la longitud de onda, experimenta fatiga a niveles de iluminación altos y no
responde bien a niveles de iluminación bajos.

Fototubos

La radiación causa la emisión de electrones de una superficie sólida fotosensible.

Tubos fotomultiplicadores

Contienen una superficie fotoemisora, así como varias superficies adicionales que emiten una casca-
da de electrones cuando son alcanzadas por los electrones procedentes del área fotosensible. Es al-
tamente sensible (pueden detectar un solo fotón) y el tiempo de respuesta extremadamente rápido.
La desventaja es que presenta corriente oscura debido a electrones emitidos térmicamente, y debe
enfriar por debajo de -30 ºC.

Detectores de fotoconductividad

La absorción de la radiación por un semiconductor produce electrones y huecos, dando lugar así a
un aumento de la conductividad. Son los detectores más sensibles para el cercano IR.

Fotodiodos de silicio

Los fotones aumentan la conductancia a través de una unión pn polarizada inversamente. Son más
sensibles que el fototubo de vacío pero menos que el fotomultiplicador.

Detectores de transferencia de carga

Se recogen y miden las cargas desarrolladas en un cristal de silicio como resultado de la absorción de
fotones.

Los detectores de calor son empleados en la región infrarroja. Esta región posee muy poca energía
por lo que la fotoemisión no es observada y de los detectores fotoeléctricos solo aquellos en los que ocurre
fotoconducción pueden ser empleados. Los detectores térmicos responden al promedio del poder radiante
aplicado. En estos detectores la radiación incide sobre un pequeño cuerpo negro que la absorbe y produce un
aumento en su temperatura, el cambio de T es por lo tanto la señal medida. El problema con estos detectores
es que son muy sensibles al ruido térmico.

Termopares

Consiste en un par de uniones que se forman soldando los extremos de dos piezas de un metal a
otro metal distinto. Entre las dos uniones se genera un potencial que varía con la diferencia de tem-
peratura de las uniones.

Bolometros

Es un tipo de termómetro de resistencia construido con láminas de metales, como platino o níquel,
o a partir de un semiconductor; estos últimos dispositivos frecuentemente se denominan termisto-
res. Estos materiales muestran un cambio de resistencia relativamente grande en función de la tem-
peratura. El elemento sensible es pequeño y está ennegrecido para absorber el calor radiante.

Piroelectricos

Se construyen a partir de una lámina cristalina de materiales piroeléctricos, que son aislantes (mate-
riales dieléctricos) con unas propiedades térmicas y eléctricas muy especiales. Cuando se aplica un
campo eléctrico a través de cualquier material dieléctrico, se produce una polarización eléctrica cuya
magnitud es función de la constante dieléctrica del material. Para la mayoría de los dieléctricos, esta
polarización inducida disminuye rápidamente hasta cero cuando se elimina el campo externo. Por el
contrario, las sustancias piroeléctricas mantienen una fuerte polarización dependiente de la tempera-
tura después de eliminar el campo. Así, colocando el cristal piroeléctrico entre dos electrodos (uno

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de ellos es transparente a la radiación infrarroja) se obtiene un condensador dependiente de la tem-


peratura.

1.2.7.5. Procesador de seña y dispositivos de lectura

El procesador de señal es generalmente un dispositivo electrónico que amplifica la señal eléctrica del
detector. Además, puede cambiar la señal de corriente continua a corriente alterna (o a la inversa), cambiar la
fase de la señal y filtrarla para eliminar los componentes no deseados. Además, el procesador de señal puede
utilizarse para llevar a cabo operaciones matemáticas en la señal como diferenciar, integrar o convertir a loga-
ritmo. Existen distintos tipos de dispositivos de lectura en los instrumentos modernos. Algunos de ellos son
el medidor d'Arsonval, medidores digitales, escalas de potenciómetros, registradores y tubos de rayos catódi-
cos.

1.2.8. Diagramas de niveles de energía


El diagrama de niveles de energía de los electrones externos de un elemento proporciona un método
adecuado para la descripción de los procesos en los que se basan los diversos métodos de espectroscopia
atómica. El diagrama del sodio, que se muestra en la Figura 8-1a, es un diagrama característico. Obsérvese que
la escala de energía es lineal en unidades de electrón-voltio (eV), asignando el valor cero al orbital 3s. La escala
se extiende hasta unos 5,2 eV, la energía necesaria para arrancar el único electrón 3s, y producir así un ion
sodio.
Las energías de varios orbitales atómicos se indican en el diagrama mediante líneas horizontales. Ob-
sérvese que los orbitales p se desdoblan en dos niveles que difieren ligeramente en energía. Esta diferencia se
explica asumiendo que un electrón gira alrededor de su propio eje y que la dirección de este movimiento
puede ser la misma o la opuesta al movimiento orbital. Debido a la rotación de la carga que transporta el
electrón, tanto el movimiento de giro (o espín) como el movimiento orbital crean campos magnéticos. Los
dos campos interaccionan en el sentido de atraerse, si los dos movimientos se dan en direcciones opuestas;
cuando los movimientos son paralelos, se origina una fuerza de repulsión. Como consecuencia, la energía del
electrón cuyo espín se opone a su movimiento orbital es ligeramente menor que la de aquél en el que sus
movimientos son iguales. Con los orbitales d y f se dan diferencias similares, pero sus magnitudes son gene-
ralmente tan pequeñas que resultan indetectables; por ello, en la Figura 8-1a sólo se indica un único nivel para
los orbitales d.
El desdoblamiento de los orbitales p, d y f de alta energía en dos estados es característico de todas
Las especies que contienen un único electrón externo.
Fig. 1.11: Diagramas de niveles de
energía para (a) sodio atómico y (b)
ion magnesio. Obsérvese el parecido
con el modelo de líneas, pero no en
longitudes de onda reales.

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1.2.9. Ancho de las líneas atómicas


En espectroscopia atómica la anchura de las líneas atómicas es de considerable importancia. Por e-
jemplo, las líneas estrechas son muy convenientes tanto para el trabajo en emisión como en absorción, dado
que así se reduce la posibilidad de interferencias debidas al solapamiento de espectros.
Las líneas de absorción y de emisión atómica presentan una distribución de longitudes de onda simé-
trica respecto de la lambda del máximo. La energía asociada a este lambda máximo se corresponde con la
diferencia de energía entre los dos estados cuantizados responsables de la absorción o de la emisión. Se define
como ancho de línea o ancho línea efectiva el Δλ medido a mitad de altura.

Ensanchamiento natural (principio de incertidumbre)

Las líneas tienen anchuras finitas porque los tiempos de vida de los estados involucrados son finitos,
hay incertidumbre en los tiempos de transición y un ensanchamiento por el principio de incertidum-
bre.

Ensanchamiento por efecto Doppler (o de temperatura)

La longitud de onda de la radiación emitida o absorbida por un átomo que se mueve disminuye si el
movimiento es hacia el detector y aumenta si el átomo se aleja del mismo. Los átomos presentan una
distribución de velocidades de Maxwell-Boltzmann, el máximo desplazamiento Doppler lo presen-
tan aquellos átomos que se mueven a las velocidades más altas y en línea con el detector. Los átomos
que se mueven perpendicularmente al detector no experimentan ningún desplazamiento. De esta
forma llega al detector una distribución de longitudes de onda simétrica. En las llamas el efecto
Doppler origina anchos dos órdenes de magnitud mayores que el ancho natural de línea.

Ensanchamiento por presión o colisiones (Lorentz)

Por colisiones con especies emisoras o absorbentes con otros átomos e iones en el propio medio ca-
lor calorífico. Estas colisiones provocan pequeños cambios en los niveles de energía del estado fun-
damental y, por tanto, se origina una dispersión de las longitudes de onda emitidas o absorbidas.

Ensanchamiento por efecto Holtsmark

Ensanchamiento de resonancia por colisiones con átomos de la misma especie, despreciable en sis-
temas convencionales.

Ensanchamiento por efecto Stark

Causado por campos eléctricos intensos, sólo lo afecta a sistemas de arco o chispa.

Ensanchamiento por efecto Zeeman

Causado por campos magnéticos intensos. Se usa para corrección de fondo.

1.2.10. Efecto de la temperatura en los espectros atómicos

Una pequeña variación en la temperatura genera una gran variación en el número de átomos en el
estado excitado y por lo tanto en la intensidad de las líneas de emisión. Por lo tanto las técnicas basadas en la
emisión requieren un control riguroso de la temperatura de atomización.
En las medidas de absorción y fluorescencia se emplea la gran mayoría de átomos no excitados y la
variación de la temperatura no varía significativamente el número de átomos en el estado fundamental. Sin
embargo, un aumento de la temperatura favorece la eficacia del proceso de atomización y por lo tanto el
número de átomos en el vapor. Un aumento de la temperatura aumenta el efecto Doppler y por lo tanto
aumenta el ensanchamiento de línea.
Variaciones en la temperatura afectan el grado de ionización del analito y por lo tanto la concentra-
ción del analito no ionizado. Todos estos efectos hacen necesario controlar la temperatura para las medidas
cuantitativas de absorción y fluorescencia.
Como la mayor población de átomos se encuentra en el estado fundamental las técnicas de absor-
ción y fluorescencia atómica deberían ser más sensibles que la técnica de emisión atómica. Sin embargo, en la

18
Análisis Instrumental Módulo Analítico

absorción atómica se miden la diferencia A = log P0 - log P que si P0 y P son parecidas generan grandes erro-
res relativos. En principio, los métodos de fluorescencia atómica son los más sensibles de los tres.

1.2.11. Introducción de la muestra


El objetivo del sistema de introducción de muestra en la espectrometría atómica es transferir una
parte reproducible y representativa de la muestra a uno de los atomizadores citados con una elevada eficacia y
sin efectos interferentes adversos. La facilidad con la que se alcanza este objetivo depende en gran medida del
estado físico y químico del analito y de la matriz de la muestra.

1.2.11.1. Introducción de la muestra en disolución

Las disoluciones se introducen generalmente en el atomizador por métodos que incluyen la nebuli-
zación, en la que la muestra se convierte en una niebla de pequeñas gotitas finamente divididas (aerosol) por
medio de un chorro de gas comprimido. El flujo de gas conduce a la muestra a la zona en la que tiene lugar la
atomización.

Nebulizadores neumáticos

En un análisis por espectrometría atómica, las muestras generalmente se disuelven en un medio


acuoso y se introducen en el atomizador por medio de un nebulizador que transforma el líquido en
una fina niebla o aerosol. El tipo más común de nebulizador es el nebulizador neumático de tubo
concéntrico en el que la muestra líquida es aspirada a través de un capilar por una corriente de gas a
elevada presión que fluye alrededor del extremo del capilar (efecto Venturi). Este proceso se deno-
mina aspiración. El gas a elevada velocidad rompe el líquido en finas gotitas de distinto tamaño, que
son conducidas al atomizador.

Nebulizadores ultrasónicos

Varios fabricantes de instrumentos también ofrecen nebulizadores ultrasónicos, en los que la mues-
tra se bombea sobre la superficie de un cristal piezoeléctrico que vibra a una frecuencia de 20 Khz a
varios MHz. Dichos nebulizadores producen aerosoles más densos y más homogéneos que los ne-
bulizadores neumáticos.

Vaporizadores electrotérmicos

Un vaporizador electrotérmico (ETV) es un evaporador situado en una cámara cerrada a través de la


cual un gas inerte, como el argón, transporta la muestra vaporizada al atomizador. Una pequeña
muestra líquida o sólida se sitúa sobre un conductor, como un filamento de tántalo o una barra de
carbono. Una corriente eléctrica entonces evapora la muestra rápida y completamente mezclándose
con el argón. En contraste con los anteriores nebulizadores, el sistema electrotérmico produce una
señal discreta en vez de una señal continua. Es decir, la señal de la muestra atomizada aumenta hasta
un máximo y después disminuye hasta cero a medida que la muestra sale del atomizador. Los análisis
cuantitativos se realizan a partir de las alturas o áreas de los picos obtenidos.

Técnicas de generación de hidruros

Las técnicas de generación de hidruros proporcionan un método para introducir muestras que con-
tienen arsénico, antimonio, estaño, selenio, bismuto y plomo en un atomizador en forma de gas. Di-
cho procedimiento mejora los límites de detección de estos elementos de 10 a 100 veces. General-
mente se pueden generar rápidamente hidruros volátiles adicionando una disolución acuosa acidifi-
cada de la muestra a un volumen pequeño de una disolución acuosa al 1 por 100 de borohidruro de
sodio en un frasco de vidrio; una reacción característica se puede representar por la expresión:

3BH4- + 3H+ + 4H3AsO3 l 3H3BO3 + 4AsH3 m + 3H2O

El hidruro volátil -en este caso, arsina- es arrastrado a la cámara de atomización por un gas inerte. La
cámara generalmente es un tubo de sílice calentado a varios cientos de grados centígrados en un
horno o en una llama, donde se descompone el hidruro originándose los átomos del analito.

19
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.2.11.2. Introducción de la muestra en sólidos

La introducción de sólidos en forma de polvo, metalo-partículas en atomizadores de plasma o llama


tiene la considerable ventaja de evitar la etapa, con frecuencia tediosa y larga, de descomposición y disolución
de la muestra. Dichos procedimientos, sin embargo, presentan frecuentemente dificultades importantes en la
calibración, acondicionamiento de la muestra, precisión y exactitud.

Inserción directa de la muestra

En la técnica de inserción directa, la muestra se sitúa físicamente dentro del atomizador. En el caso
de muestras sólidas, pueden reducirse a polvo y situarse sobre o dentro de una sonda que se inserta
directamente dentro del atomizador. Con frecuencia en los atomizadores de arco o chispa eléctricos,
las muestras metálicas se introducen como uno de los electrodos o ambos electrodos utilizados para
producir el arco o la chispa.

Vaporizadores electrotérmicos

Los vaporizadores electrotérmicos, que ya se han descrito brevemente en un apartado anterior, tam-
bién se utilizan para varios tipos de muestras sólidas, además de las muestras en disolución. El calen-
tamiento se produce por calentamiento conductivo de la muestra mantenida sobre o dentro de una
barra o navecilla de grafito o tántalo. Un gas inerte transporta la muestra vaporizada al interior del
atomizador.

Ablación por arco y chispa

Las descargas eléctricas de varios tipos se utilizan con frecuencia para introducir muestras sólidas en
los atomizadores. La interacción de la descarga con la superficie de la muestra sólida crea una nube
formada por la muestra en forma de partículas y vaporizada, que es transportada al atomizador por
medio de un gas inerte. Este proceso de introducción de la muestra se denomina ablación.

Ablación por láser

La ablación por láser es un método relativamente nuevo y versátil para introducir las muestras sóli-
das en los atomizadores. De forma similar a la ablación por arco y chispa, un haz de láser focalizado
de la energía necesaria se dirige a la superficie de la muestra sólida, donde se produce la ablación,
convirtiendo la muestra en una nube de materia vaporizada y en forma de partículas que es arrastra-
da al atomizador.

Técnica de la descarga luminiscente

El dispositivo de descarga luminiscente (GD) es una fuente versátil que permite introducir y atomi-
zar la muestra simultáneamente. Brevemente, la descarga luminiscente tiene lugar en una atmósfera
de argón a baja presión (1 a 10 torr) entre un par de electrodos que están a un potencial de 250 a
1.000 V. El potencial aplicado causa la descomposición del argón en iones positivos y electrones. El
campo eléctrico acelera los iones argón hacia la superficie del cátodo que contiene la muestra. Se
produce la expulsión de átomos neutros de la muestra por un proceso denominado chisporroteo.

20
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.3. Absorción y fluorescencia atómica

1.3.1. Técnicas de atomización

1.3.1.1. Atomización con llama

En un atomizador de llama, la disolución de la


muestra es nebulizada mediante un flujo de gas oxidante,
mezclado con el gas combustible, y se transporta a una
llama donde se produce la atomización. Como se mues-
tra en la Figura 1.12, una serie compleja de procesos
encadenados tiene lugar en la llama. El primero es la
desolvatación, en el que se evapora el disolvente hasta
producir un aerosol molecular sólido finamente dividido.
Luego la disociación de la mayoría de estas moléculas
produce un gas atómico. La mayoría de los átomos así
formados se ionizan originando cationes y electrones.
Indudablemente se producen también otras moléculas y
átomos en la llama como resultado de las interacciones
del gas combustible con el gas oxidante y con las distin-
tas especies de la muestra. Como se indica en la Figura
1.12, una fracción de las moléculas, átomos e iones tam-
bién se excita por el calor de la llama, produciéndose así
espectros de emisión moleculares, atómicos e iónicos.
Produciéndose tantos procesos complejos, no es sor-
prendente que la atomización sea la etapa más crítica en
la espectroscopia de llama y la que limita la precisión de
dichos métodos.

Fig. 1.12: Procesos que tienen lugar durante la atomización.

En cuanto a la estructura de la llama, las regiones más importantes son la zona de combustión pri-
maria, la región interconal y la zona de combustión secundaria. El aspecto y el tamaño relativo de estas regio-
nes varían considerablemente con la relación combustible-oxidante, así como con el tipo de combustible y de
oxidante. La zona de combustión primaria en una llama de hidrocarburos se reconoce por su coloración azul

21
Análisis Instrumental Módulo Analítico

que proviene de los espectros de bandas de C2, CH y otros radicales. En general, en esta zona no se alcanza el
equilibrio térmico y, por ello, esta zona rara vez se utiliza en la espectroscopia de llama. La región interconal,
que es relativamente estrecha en llamas de hidrocarburo estequiométricas, puede alcanzar varios centímetros
de altura con fuentes ricas en combustible de acetileno/oxígeno o acetileno/óxido nitroso. La zona es fre-
cuentemente rica en átomos libres y es la parte de la llama más ampliamente utilizada en espectroscopia. En la
zona de combustión secundaria, los productos formados en la región interior se convierten en óxidos mole-
culares estables que se dispersan por los alrededores.

Fig. 1.13: Regiones de una llama (izq.); perfiles de temperatura en una llama gas natural/aire (der.).

Los atomizadores de llama se emplean en espectroscopia de emisión, absorción y fluorescencia


atómica. El aerosol, formado por el flujo del gas oxidante, se mezcla con el combustible y pasa a través de
una serie de deflectores que eliminan las gotitas de disolución que no sean muy finas. Como consecuencia de
la acción de estos deflectores, la mayor parte de la muestra se recoge en el fondo de la cámara de mezcla,
donde se drena hacia un contenedor de desechos. El aerosol, el oxidante y el combustible se queman pues en
un mechero provisto de una ranura, que produce una llama que generalmente mide entre 5 y 10 cm de longi-
tud. Los mecheros de flujo laminar proporcionan una llama relativamente estable y larga. Estas propiedades
tienden a aumentar la sensibilidad y la reproducibilidad.
En términos de reproducibilidad, la atomización con llama resulta ser superior a todos los demás
métodos que se han desarrollado hasta ahora para la introducción de muestras líquidas tanto para la espec-
trometría de absorción atómica como de fluorescencia atómica. Sin embargo, en términos de eficacia en la
introducción de la muestra y, por ello, de sensibilidad, otros métodos de atomización son claramente mejores.
Pueden citarse dos razones para la menor eficacia de la introducción de la muestra en la llama: en primer
lugar, una gran porción de la muestra se pierde por el drenaje; en segundo lugar, el tiempo de residencia de los
átomos individuales en el camino óptico en la llama es breve.

1.3.1.2. Atomización electrotérmica

Proporcionan generalmente una mayor sensibilidad debido a que toda la muestra se atomiza en un
período muy corto y el tiempo promedio de permanencia de los átomos en el camino óptico es de un segun-
do o más. Los atomizadores electrotérmicos se utilizan para las medidas de absorción atómica y de fluores-
cencia atómica, pero, por lo general, no se han aplicado para la obtención directa de espectros de emisión.
En los atomizadores electrotérmicos, unos pocos microlitros de muestra se evaporan primero a baja
temperatura y, luego, se calcinan a una temperatura algo más alta en un tubo de grafito o cubeta de grafito
calentado eléctricamente. Tras la calcinación, la corriente se incrementa rápidamente a varios cientos de am-
perios, lo que eleva la temperatura a unos 2.000 o 3.000ºC; la atomización de la muestra se produce en un
período de tiempo de unos pocos milisegundos a segundos. En estas condiciones, se mide la absorción o la
fluorescencia de las partículas atomizadas en la zona situada inmediatamente por encima de la superficie ca-
lentada.
La plataforma de L'vov se utiliza con frecuencia en los hornos de grafito. La plataforma también es
de grafito y se encuentra debajo del orificio de entrada de la muestra. La muestra se evapora y se calcina sobre
esta plataforma de la manera usual. Sin embargo, cuando la temperatura del tubo se eleva rápidamente, la
atomización se retrasa, ya que la muestra no está el tiempo suficiente en contacto directo con la pared del
horno. Por tanto, la atomización tiene lugar en un medio en el que no se produce un cambio tan rápido de
temperatura. De este modo se obtienen picos más reproducibles.

22
Análisis Instrumental Módulo Analítico

Los atomizadores electrotérmicos ofrecen la ventaja de su elevada sensibilidad para pequeños volú-
menes de muestra. La precisión relativa de los métodos sin llama se encuentra generalmente en el intervalo
del 5 al 10 por 100 en comparación con el 1 por 100 o menos que se puede esperar en la atomización con
llama o plasma. Además, los métodos de horno son lentos -requiriendo habitualmente varios minutos por
elemento-. Otra desventaja es que el intervalo analítico es pequeño, siendo por lo general menor de dos órde-
nes de magnitud. Por todo ello, la atomización electrotérmica se aplica normalmente sólo cuando la atomiza-
ción con llama o plasma proporcionan límites de detección inadecuados.
Cuando se utiliza el horno de grafito, se utilizan también modificadores de matriz. Tienen capacidad
para estabilizar al analito, amplio espectro de aplicación, posibilidad de obtenerlo en un estado de máxima
pureza y mínima contaminación del horno. La misma no debe modificar la vida útil del horno y no debe
introducir excesiva absorción de fondo.

1.3.2. Fuentes de radiación


La dependencia lineal entre la absorbancia del analito y su concentración (ley de Beer) sufre desvia-
ciones cuando el ancho de banda de la fuente es mayor que el ancho de banda de absorción.
Dado que las líneas de absorción atómicas son muy estrechas aún si se utilizaran fuentes de radia-
ción continua con un buen monocromador se obtendrían curvas de calibrado no lineales. Además las pen-
dientes de las curvas son pequeñas porque solo una fracción de la radiación proveniente del monocromador
es absorbida por la muestra, entonces las sensibilidades son muy bajas.
El problema creado por el ancho reducido de las líneas de absorción atómicas se resuelve utilizando
fuentes de líneas con anchos de banda aún más estrechos que los picos de absorción. Para el análisis de ab-
sorción de un elemento se utiliza la radiación de emisión del mismo elemento. Las condiciones de trabajo de
la fuente se eligen de manera que el ensanchamiento Doppler sea menor que el ensanchamiento que el pico
de absorción tiene en la llama. Es decir, la T de la fuente se mantiene por debajo de la T de la llama. El in-
conveniente de esta técnica es la necesidad de una lámpara distinta para cada elemento (o a veces grupos de
elementos).

1.3.2.1. Lámparas de cátodo hueco

La fuente más común para las medidas de absorción atómica es la lámpara de cátodo hueco. Este ti-
po de lámpara consiste en un ánodo de wolframio y un cátodo cilíndrico cerrados herméticamente en un tubo
de vidrio lleno con neón o argón a una presión de 1 a 5 torr. El cátodo está construido con el metal cuyo
espectro se desea obtener, o bien, sirve de soporte para una capa de dicho metal.
Cuando se aplica un potencial del orden de 300 V entre los electrodos se produce la ionización del
gas inerte, lo que da lugar a una corriente de aproximadamente 5 a 15 mA al tiempo que los iones y electrones
migran hacia los electrodos. Si el potencial es lo suficientemente grande, los cationes gaseosos adquieren la
suficiente energía cinética como para arrancar algunos de los átomos metálicos de la superficie del cátodo y
producir una nube atómica; a este proceso se le denomina chisporroteo. Una parte de los átomos metálicos
desprendidos se encuentran en estado excitado y, de este modo, al volver al estado fundamental emiten su
radiación característica. Al final, los átomos metálicos se vuelven a depositar difundiendo de nuevo hacia la
superficie del cátodo o hacia las paredes de vidrio del tubo.
La configuración cilíndrica del cátodo tiende a concentrar la radiación en una región limitada del
tubo metálico; este diseño aumenta también la probabilidad de que la redeposición sea en el cátodo más que
sobre las paredes de vidrio.
La eficacia de la lámpara de cátodo hueco depende de su geometría y del potencial aplicado. Los po-
tenciales elevados y, por consiguiente, las corrientes elevadas originan intensidades de radiación mayores. Esta
ventaja se neutraliza en parte por un aumento del ensanchamiento por efecto Doppler de las líneas de emi-
sión de la lámpara. Además, las corrientes mayores provocan un aumento del número de átomos no excitados
en la nube. Los átomos no excitados, a su vez, son capaces de absorber la radiación emitida por los átomos
excitados. Esta autoabsorción reduce la intensidad, sobre todo en el centro de la banda de emisión.

1.3.2.2. Lámparas de descarga sin electrodo

Las lámparas de descarga sin electrodos (EDL) son fuentes de espectros atómicos de líneas muy uti-
lizadas y, por lo general, producen intensidades radiantes que son uno o dos órdenes de magnitud superiores
a las lámparas de cátodo hueco. Una lámpara típica está constituida por un tubo de cuarzo herméticamente
cerrado que contiene un gas inerte, como el argón, a unos pocos torr y una pequeña cantidad del metal (o su
sal) cuyo espectro se desea obtener. La lámpara no contiene electrodos, pero, en su lugar, para su activación
se utiliza un campo intenso de radiofrecuencia o radiación de microondas. De esta forma, se produce la ioni-

23
Análisis Instrumental Módulo Analítico

zación del argón, originándose iones que son acelerados por la componente de radiofrecuencia del campo
hasta que adquieren la suficiente energía para excitar a los átomos del metal cuyo espectro se desea.

1.3.3. Modulación de la fuente


En un instrumento de absorción atómica típico es necesario eliminar las interferencias producidas
por la emisión de radiación en la llama. La mayor parte de la radiación que se emite se elimina mediante el
monocromador. Sin embargo, la radiación emitida correspondiente a la longitud de onda seleccionada por el
monocromador está inevitablemente presente en la llama, debido a la excitación y emisión de los átomos del
analito. A fin de eliminar los efectos de la emisión en la llama, es necesario modular la salida de la fuente para
que su intensidad oscile a una frecuencia constante. De este modo, el detector recibe dos tipos de señal, una
alternante de la fuente y otra continua que proviene de la llama. Estas señales se convierten en las correspon-
dientes respuestas eléctricas.
Una forma sencilla y muy efectiva de modular la emisión de la fuente es interponer en el haz, entre
la fuente y la llama, un disco metálico circular, o cortador, al que de forma alterna se le han eliminado cua-
drantes para permitir el paso de luz. La rotación del disco a velocidad constante conocida proporciona un haz
intermitente cortado a la frecuencia deseada. Como alternativa, el alimentador de la fuente puede diseñarse
para funcionar con corriente alterna o de manera intermitente, para que la fuente se encienda y se apague a
una frecuencia constante deseada.

1.3.4. Espectrofotómetros
En general, el instrumento debe ser capaz de proporcionar una anchura de banda lo suficientemente
estrecha para que pueda aislar, para la medida, la línea elegida de las otras líneas que pueden interferir o dis-
minuir la sensibilidad del análisis.
La mayoría de los instrumentos de absorción atómica utilizan tubos fotomultiplicadores como de-
tectores. Tal como se ha subrayado anteriormente, se necesitan sistemas electrónicos que puedan discriminar
entre la señal modulada de la fuente y la señal continua de la llama.

1.3.4.1. Instrumentos de haz sencillo

Un instrumento característico de haz sencillo, consiste en varias fuentes de cátodo hueco, un corta-
dor o una fuente de alimentación de impulsos, un atomizador y un espectrofotómetro sencillo de red de
difracción con un fotomultiplicador como detector. Así, la corriente oscura se anula con un obturador enfren-
te del detector. A continuación se hace el ajuste del 100% transmitancia con un blanco que se aspira en la
llama o que se quema en un atomizador sin llama. Finalmente, se obtiene la transmitancia reemplazando el
blanco por la muestra.

1.3.4.2. Instrumentos de doble haz

El haz que proviene de la fuente de cátodo hueco se divide mediante un cortador reflectante, una
mitad pasa a través de la llama y la otra mitad fuera de ella. Los dos haces se juntan mediante un espejo semi-
plateado y llegan a un monocromador de red Czemey-Tumer; un tubo fotomultiplicador actúa como detector.
La salida de éste se utiliza para alimentar un amplificador de cierre sincronizado con el movimiento del corta-
dor. Se amplifica entonces la relación entre las señales de la referencia y de la muestra, y pasan al sistema de
tratamiento de datos, que puede ser un medidor digital o un registrador de señal.
Hay que resaltar que en los instrumentos de absorción atómica de doble haz, el haz de referencia no
pasa a través de la llama, y, por consiguiente, no existe una corrección de la pérdida de potencia radiante
debida a la absorción o dispersión de la radiación por la propia llama. En el apartado siguiente se explican los
métodos para corregir estas pérdidas.

1.3.5. Interferencias en espectroscopía de absorción atómica


En los métodos de absorción atómica se presentan dos tipos de interferencias. Las interferencias
espectrales se producen cuando la absorción o emisión de una especie interferente se solapa o aparece muy
próxima a la absorción o emisión del analito, de modo que su resolución por el monocromador resulta impo-
sible. Las interferencias químicas se producen como consecuencia de diversos procesos químicos que ocurren
durante la atomización y que alteran las características de absorción del analito.

24
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.3.5.1. Interferencias espectrales

Se producen cuando la absorción o emisión de una especie se solapa con la absorción o emisión del
analito. Dado que las líneas de la fuente son muy estrechas es rara la interferencia debido a la superposición
de líneas. Pero se pueden producir debido a la superposición con bandas de absorción o a la dispersión por
partículas (óxidos de Ti, Zr, W o partículas carbonosas). Ambos disminuyen la potencia del haz transmitido y
dan lugar a errores positivos.
Cuando la procedencia de la interferencia es la mezcla de combustible y oxidante, entonces se puede
realizar la corrección midiendo la absorbancia de un blanco. Pero si la absorción o dispersión se debe a la
matriz de la muestra se pueden corregir modificando los parámetros analíticos como la temperatura y la rela-
ción combustible/oxidante.
La presencia de radiación contínua y de bandas representa una fuente potencial de interferencias que
debe controlarse por medio de una elección adecuada de la longitud de onda, por la corrección de la señal de
fondo o por el cambio de las condiciones de atomización.
Cuando la absorción o dispersión se debe a la matriz de la muestra, entonces el problema es más
complicado. En este caso, la potencia del haz transmitido, P, se reduce por la presencia de los componentes
de la matriz, mientras que la potencia del haz incidente, Pr, no resulta afectada; por ello, se produce un error
positivo en la absorbancia y, por consiguiente, en la concentración.
Existen métodos de corrección para estas interferencias:

Método de corrección de las dos líneas

El procedimiento de corrección de las dos líneas utiliza una línea que proviene de la fuente de radia-
ción como referencia. Esta línea debería estar lo más próxima posible a la línea del analito, pero no
debe ser absorbida por éste. Si se reúnen estas condiciones, se supone que cualquier disminución en
la potencia de la línea de referencia respecto a lo observado durante la calibración se debe a la absor-
ción o dispersión por los componentes de la matriz de la muestra. Esta disminución en la potencia
se utiliza para corregir la absorbancia de la línea del analito.

Método de corrección con una fuente continua

En esta técnica, se utiliza una lámpara de deuterio como fuente de radiación continua en toda la re-
gión ultravioleta. La configuración del cortador se modifica para que la radiación de la fuente conti-
nua y la de la lámpara de cátodo hueco pasen alternadamente a través del atomizador de tubo de gra-
fito. La absorbancia de la radiación de deuterio se resta entonces de la del haz del analito. La anchura
de rendija se ajusta con un ancho suficiente para que la fracción de radiación de la fuente continua
que se absorbe por los átomos de la muestra sea despreciable. Por tanto, la atenuación de la potencia
de la radiación continua durante el paso a través de la muestra atomizada indica solamente la absor-
ción de banda ancha o la dispersión producida por los componentes de la matriz de la muestra. De
esta forma se consigue una corrección del fondo.

Corrección de fondo basado en el efecto Zeeman

Cuando un vapor atómico se expone a un intenso campo magnético, se produce un desdoblamiento


de los niveles de energía electrónicos de los átomos, lo que conduce a la formación de diversas líneas
de absorción para cada transición electrónica. Estas líneas están separadas unas de otras en unos
0,01 nm, siendo la suma de las absorbancias de estas líneas exactamente igual a la de la línea de la
cual proceden. Este fenómeno, común para todos los espectros atómicos, se denomina efecto Zee-
man. En función del tipo de transición electrónica implicado en el proceso de absorción, existen di-
versos modelos de desdoblamiento. El modelo más sencillo, que se observa con transiciones singu-
lete, conduce a una línea central o línea π y a dos líneas satélite σ igualmente espaciadas. La aplica-
ción del efecto Zeeman en los instrumentos de absorción atómica se basa en la distinta respuesta a la
radiación polarizada de los dos tipos de picos de absorción. El pico π absorbe solamente la radiación
que está polarizada en un plano paralelo al campo magnético externo; por el contrario, los picos σ
sólo absorben la radiación polarizada a 90 grados respecto al campo.

Corrección de fondo basado en una fuente con autoinversión

Este método, que se denomina a veces el método Smith-Hieftje de corrección del fondo, se basa en
la autoinversión o autoabsorción, comportamiento de la radiación que emiten las lámparas de cátodo
hueco cuando se les aplican corrientes elevadas. Tal como se ha mencionado anteriormente, las co-
rrientes elevadas producen una gran concentración de átomos no excitados, los cuales son capaces

25
Análisis Instrumental Módulo Analítico

de absorber la radiación emitida por las especies excitadas. Un efecto adicional de las corrientes ele-
vadas es el gran ensanchamiento que originan en las bandas de emisión de las especies excitadas. El
efecto neto produce una banda con un mínimo en su centro, que corresponde exactamente a la lon-
gitud de onda del pico de absorción. A fin de obtener absorbancias corregidas, se programa la lám-
para para funcionar alternadamente con bajas y altas corrientes. La absorbancia total se obtiene
cuando se opera a bajas corrientes, y la absorbancia debida al fondo resulta de las medidas en la se-
gunda parte del ciclo, cuando la radiación en el pico de absorción está en un mínimo. El sistema de
tratamiento de datos resta entonces la absorbancia del fondo de la total para obtener un valor corre-
gido. La recuperación de la fuente, cuando la corriente disminuye, se produce en milisegundos. El
ciclo de medida puede llevarse a cabo repetidamente para obtener relaciones señal/ruido satisfacto-
rias. En el comercio se encuentran instrumentos equipados para este tipo de corrección.

1.3.5.2. Interferencias químicas

El tipo más común de interferencia es probablemente el producido por aniones que forman com-
puestos de baja volatilidad con el analito y reducen así su velocidad de atomización; lo que origina resultados
menores que los esperados. También se han encontrado ejemplos de interferencias de cationes.
En muchas ocasiones pueden eliminarse o atenuarse las interferencias debidas a la formación de es-
pecies poco volátiles aumentando la temperatura. También se pueden emplear agentes liberadores, que son ca-
tiones que reaccionan preferentemente con el interferente e impiden su interacción con el analito. Los agentes
protectores impiden las interferencias formando con el analito especies estables volátiles. Existen tres reactivos
que por lo general se utilizan con este fin, son el EDTA, la 8-hidroxiquinolina y el APDC (la sal de amonio
del ácido 1-pirrolidinacarboditioico)
En las mezclas de combustión que contienen aire como oxidante, la ionización de los átomos y mo-
léculas es pequeña y, por lo general, puede despreciarse. Sin embargo, en las llamas de temperaturas más
elevadas en las que el oxidante es el oxígeno o el óxido nitroso, la ionización es más importante, y hay una
concentración notable de electrones libres. La presencia de equilibrios entre iones y átomos en las llamas tiene
algunas consecuencias importantes en la espectroscopia de llama. Por ejemplo, la intensidad de las líneas de
absorción o emisión atómicas de los metales alcalinos, en particular del potasio, rubidio y cesio, está afectada
de forma compleja por la temperatura. Las temperaturas elevadas provocan un aumento de la población de
átomos excitados, de acuerdo con la ecuación de Boltzmann. Sin embargo, contrarrestando este efecto, hay
una disminución de la concentración de átomos como resultado de la ionización. Por tanto, en determinadas
circunstancias, en las llamas más caloríficas se puede observar una disminución de la absorción o emisión. Por
esta razón, suelen utilizarse temperaturas de excitación más bajas para el análisis de los metales alcalinos.
Los efectos de los desplazamientos de los equilibrios de ionización con frecuencia se pueden elimi-
nar con la adición de un supresor de ionización, el cual proporciona una concentración relativamente alta de
electrones en la llama; como consecuencia se suprime la ionización del analito.

1.3.5.3. Aplicaciones de la espectrometría de absorción atómica

La espectrometría de absorción atómica constituye un medio sensible para la determinación cuantitativa de


más de 60 elementos metálicos o metaloides. Las líneas de resonancia de los elementos no metálicos se locali-
zan en general por debajo de los 200 nm, y sólo es posible su determinación con espectrofotómetros que
operan en vacío.

1.3.5.4. Limites de detección

Para muchos elementos, los límites de detección en espectroscopia de absorción atómica de atomización con
llama se encuentran en el intervalo de 1 a 20 ng/mL o 0,001 a 0,020 P.D.; con atomización electrotérmica los
valores correspondientes son 0,002 a 0,01 ng/mL o 2 x 10-6 a 1 x 10-5 ppm. En algunos casos se hallan límites
de detección muy alejados de estos intervalos.

1.3.6. Técnicas analíticas en absorción atómica

1.3.6.1. Preparación de la muestra

Una desventaja de los métodos espectroscópicos de llama es el requisito de que la muestra se ha de


introducir en la fuente de excitación disuelta, por lo general en agua. Desafortunadamente, muchos materiales
de interés, tales como suelos, tejidos animales, plantas, derivados del petróleo y minerales, no son directamen-

26
Análisis Instrumental Módulo Analítico

te solubles en los disolventes habituales, y con frecuencia requieren un tratamiento previo laborioso para
obtener una disolución del analito adecuada para la atomización.
Alguno de los métodos más habituales para la descomposición y disolución de las muestras en los
métodos de absorción atómica son: tratamiento con ácidos minerales en caliente; oxidación con reactivos
líquidos como ácidos sulfúrico, nítrico o perclórico (digestión húmeda); combustión en una bomba de oxíge-
no o en otro recipiente para evitar pérdidas del analito; digestión a elevada temperatura; fusión a elevada
temperatura con reactivos como óxido bórico, carbonato sódico, peróxido sódico o pirosulfato potásico.
Una de las ventajas de la atomización electrotérmica es que algunos materiales pueden atomizarse di-
rectamente evitando de esta manera la etapa de la disolución.

1.3.6.2. Curvas de calibración

En teoría, la absorción atómica debería cumplir la ley de Beer, siendo la absorbancia directamente
proporcional a la concentración. Sin embargo, de hecho se encuentran con frecuencia desviaciones de la
linealidad, y es arriesgado realizar un análisis por absorción atómica sin determinar experimentalmente si
existe o no una relación lineal. Por consiguiente, se debería preparar periódicamente una curva de calibrado
que cubra el intervalo de concentraciones correspondiente a la muestra. Además, en la atomización y en la
medida de la absorbancia existen un gran número de variables incontrolables que justifican la medida de una
disolución patrón cada vez que se realiza un análisis

1.3.7. Espectroscopía de fluorescencia atómica


La técnica es adecuada y útil para la determinación de un número razonable de elementos. Sin em-
bargo, no ha tenido una gran aplicabilidad debido a la gran eficacia de los métodos de absorción y emisión
atómica que se desarrollaron previamente. Además no ha demostrado ninguna ventaja significativa sobre los
métodos de absorción y emisión ya establecidos.

Receptáculo de muestra: llama, horno termoeléctrico, descarga luminiscente o un plasma de acoplamien-


to inductivo.

Fuente: lámparas de cátodo hueco, lámpara de descarga sin electrodo y láseres.

1.4. Emisión atómica

Generalmente, los atomizadores citados anteriormente no sólo transforman los componentes de las
muestras en átomos o iones elementales sencillos, sino que también, durante el proceso, excitan una parte de
estas especies a estados electrónicos superiores. La rápida relajación de las especies excitadas va acompañada
de la producción de espectros de líneas ultravioleta y visible que son útiles para el análisis cualitativo y cuanti-
tativo de los elementos.
La espectrometría de emisión de plasma, arco y chispa ofrece varias ventajas con respecto a los mé-
todos de absorción de llama y electrotérmico. Entre sus ventajas está la menor interferencia entre elementos,
que es una consecuencia directa de sus temperaturas más elevadas. En segundo lugar, se obtienen buenos
espectros de emisión para la mayoría de los elementos en unas mismas condiciones de excitación; en conse-
cuencia, se pueden registrar simultáneamente espectros para docenas de elementos. Esta propiedad tiene
especial importancia en el análisis multielemental de muestras muy pequeñas. Desde este punto de vista, las
fuentes de llama son menos satisfactorias, porque las condiciones óptimas de excitación varían mucho de un
elemento a otro; se necesitan altas temperaturas para la excitación de algunos elementos y bajas para otros;
por último, la región de la llama que permite obtener intensidades óptimas de la línea analítica es distinta de
un elemento a otro. Otra ventaja de las fuentes de plasma, más energéticas, es que permiten la determinación
de bajas concentraciones de elementos que tienden a formar compuestos refractarios (es decir, compuestos
que son muy resistentes a la descomposición térmica, tales como óxidos de boro, fósforo, wolframio, uranio,
circonio y niobio). Además, las fuentes de plasma permiten la determinación de no metales como cloro, bro-
mo, yodo y azufre. Finalmente, los métodos con fuentes de plasma tienen generalmente unos intervalos linea-
les de concentración que abarcan varias decenas de órdenes de magnitud, a diferencia de los métodos de
absorción descritos en el capítulo anterior que sólo abarcan dos o tres órdenes.
Los espectros de emisión obtenidos utilizando fuentes de plasma, arco o chispa con frecuencia son
muy complejos, están constituidos por cientos, o incluso miles, de líneas. Esta cantidad de líneas, que es muy

27
Análisis Instrumental Módulo Analítico

ventajosa cuando se busca información cualitativa, aumenta la probabilidad de interferencias espectrales en el


análisis cuantitativo

1.4.1. Espectroscopía de emisión con fuente de plasma

Por definición, un plasma es una mezcla gaseosa conductora de la electricidad que contiene una
concentración significativa de cationes y electrones (la concentración de ambos es tal que la carga neta se
aproxima a cero). En el plasma de argón empleado frecuentemente en los análisis de emisión, los iones de
argón y los electrones son las principales especies conductoras, aunque los cationes de la muestra también
estén presentes en menor cantidad. Una vez que se han formado los iones de argón en un plasma, son capa-
ces de absorber la suficiente energía de una fuente externa como para mantener la temperatura a un nivel tal
que la posterior ionización sustente el plasma indefinidamente; la temperatura puede llegar a ser de 10.000 K.
Existen tres tipos de plasma de alta temperatura: (1) plasma de acoplamiento inductivo (ICP), (2) plasma de
corriente continua (DCP), y (3) plasma inducido por microondas (MIP).

1.4.1.1. Fuente de plasma de acoplamiento inductivo

La antorcha consiste en tres tubos concéntricos de cuarzo a través de los cuales fluyen corrientes de
argón. Rodeando la parte superior de este tubo se encuentra una bobina de inducción, refrigerada por agua,
que está alimentada por un generador de radiofrecuencia. La ionización del argón que fluye se inicia por me-
dio de una chispa que proviene de una bobina Tesla. Los iones resultantes y sus electrones asociados interac-
cionan entonces con el campo magnético oscilante producido por la bobina de inducción. Esta interacción
hace que los iones y los electrones dentro de la bobina se muevan en trayectorias circulares; el calentamiento
óhmico es consecuencia de la resistencia que presentan los iones y electrones a este movimiento.

Introducción de la muestra

Las muestras se introducen dentro de la antorcha mediante un flujo a través del tubo central de
cuarzo. Con frecuencia, la mayor fuente de ruido en un método de ICP radica en la etapa de intro-
ducción de la muestra. Los dispositivos más utilizados para la inyección de la muestra son los nebu-
lizadores. Otro método para la introducción de muestras líquidas y sólidas en un plasma es la vapo-
rización electrotérmica. En este caso, la muestra se vaporiza en un horno similar a los descritos para
la atomización electrotérmica. Sin embargo, para las aplicaciones de plasma, el horno se utiliza úni-
camente para la introducción de la muestra y no para la atomización de la muestra. A continuación el
vapor se conduce hasta la antorcha de plasma mediante un flujo de argón. La señal observada con-
siste en un pico fugaz semejante a los picos obtenidos en absorción atómica electrotérmica. La vapo-
rización electrotérmica acoplada a una antorcha de plasma ofrece las ventajas de los hornos electro-
térmicos de poder analizar micromuestras y de poseer bajos límites de detección, a la vez que man-
tiene el amplio intervalo lineal de trabajo, la ausencia de interferencias y la aptitud para el análisis
multielemental del ICP.

Aspecto del plasma y espectros

Núcleo no transparente, blanco brillante e intenso coronado por una cola en forma de llama. El nú-
cleo tiene una emisión continua (como la llama de combustión) sobre la que se superpone el espec-
tro del propio argón (puede ser recombinación de e- con otros iones o el propio argón).Análisis del
elemento de interés por encima del núcleo (10-30mm) con plasma ópticamente transparente. La ob-
servación analítica es, en general, a 15-20mm de la bobina de inducción.

Atomización e ionización de los analitos

Las observaciones se hacen a 15-20 mm por encima de la bobina de inducción. En esta zona la ra-
diación de fondo está libre de líneas de Ar y es adecuada para el análisis. En el momento en el que
los átomos alcanzaron la zona de observación estuvieron 2 ms a temperatura entre 4000 y 8000 K.
Estos tiempos y temperaturas son dos o tres veces mayores que los alcanzados por los métodos de
llama. Por lo que la atomización es más completa y hay menos problemas de interferencias químicas.
Los efectos de interferencia por ionización son pequeños o inexistentes debido a que la concentra-
ción de los electrones que provienen de la ionización del Ar es mucho mayor que los que provienen
del analito. La atomización se produce en un medio “inerte” lo que aumenta el tiempo de vida del
analito al evitar la formación de óxidos. La sección transversal es relativamente uniforme y como

28
Análisis Instrumental Módulo Analítico

consecuencia no se producen efectos de autoabsorción y autoinversión. Por lo tanto se obtienen


curvas de calibración lineales de varios órdenes de magnitud.

1.4.1.2. Fuente de plasma de corriente continua

Consiste en tres electrodos: dos ánodos de grafito y un cátodo de W. El Ar fluye desde los bloques
anódicos hacia el catódico. Se ioniza el Ar y se desarrolla una corriente (~14 A). La temperatura en el núcleo
del arco es de 10000 K y en la zona de observación de 5000 K. La muestra se aspira dentro del área entre los
dos ánodos donde se atomiza, excita y examina. La sensibilidad es menor o igual que la del plasma de aco-
plamiento inductivo y la reproducibilidad es comparable. Consume menos Ar y la fuente auxiliar es más sen-
cilla y barata. Por otra parte los electrodos de grafito se han de sustituir cada pocas horas con lo que requiere
mayor mantenimiento.

1.4.2. Espectrómetros con fuente de plasma

Propiedades deseables de un espectrómetro de emisión:

Los instrumentos para espectroscopia de emisión son principalmente de tres tipos: secuenciales,
multicanal simultáneos y de transformada de Fourier. Actualmente, se utilizan poco los instrumentos de
transformada de Fourier. Los instrumentos secuenciales generalmente se programan para ir de la línea de un
elemento a la de otro, esperando el tiempo suficiente (pocos segundos) hasta obtener una relación se-
ñal/ruido satisfactoria. Por otra parte, los instrumentos multicanal se diseñan para medir simultánea o casi
simultáneamente la intensidad de las líneas de emisión de un gran número de elementos (a veces tantos como
50 o 60). Cuando se han de determinar varios elementos, el tiempo de excitación será bastante mayor con los
instrumentos secuenciales que con los otros dos tipos. Por ello, estos instrumentos, aunque son más sencillos,
resultan caros en términos de consumo de muestra y de tiempo.

1.4.2.1. Espectrómetros secuenciales

La mayoría de los instrumentos secuenciales incorporan un monocromador de red, con un detector


fotomultiplicador. Generalmente la red es holográfica con 2.400 o 3.600 surcos por milímetro. En algunos
instrumentos de este tipo, el barrido se realiza girando la red por medio de un motor paso a paso controlado
digitalmente, de manera que las distintas longitudes de onda se van enfocando secuencialmente y con mucha
precisión en la rendija de salida. No obstante, en algunos diseños, la red es fija y es la rendija y el tubo foto-
multiplicador los que se mueven a lo largo del plano o curva focal. También se comercializan instrumentos
que tienen dos juegos de rendijas y tubos fotomultiplicadores; uno para la región ultravioleta y el otro para el
visible. En este caso, a una determinada longitud de onda, el haz de salida se cambia de una rendija a la otra
moviendo un espejo plano.

29
Análisis Instrumental Módulo Analítico

Espectrómetros de barrido giratorio

Con espectros complejos compuestos por cientos de líneas, realizar el barrido de una región signifi-
cativa de longitudes de onda conlleva una cantidad de tiempo excesivo, lo que resulta poco práctico.
Para solventar parcialmente este problema, se han desarrollado los espectrómetros de barrido girato-
rio, en los que la red, o el detector y la rendija, se mueven mediante un motor de dos velocidades.
En este caso, el instrumento se mueve rápidamente o gira hacia una longitud de onda próxima a una
línea. La velocidad del movimiento se ralentiza rápidamente, de manera que el instrumento barre a
través de la línea en una serie de pequeñas etapas (de 0,01 a 0,001 nm). Es esencial el control de di-
cho instrumento por ordenador. Con el barrido giratorio, se minimiza el tiempo gastado en las re-
giones de longitud de onda sin datos útiles, sin embargo, se emplea en las líneas analíticas el tiempo
suficiente para obtener relaciones señal-ruido satisfactoria.

Espectrómetros de red de escalera de barrido

Puede funcionar como un instrumento de barrido o como un espectrómetro multicanal simultáneo.


El barrido se lleva a cabo por movimiento de un tubo fotomultiplicador en las dos direcciones x e y
para barrer una placa de rendijas localizada en el plano focal del monocromador. La placa contiene
300 rendijas fotograbadas. El tiempo necesario para cambiar de una rendija a otra es generalmente
de 1 s. El instrumento puede funcionar en la modalidad de barrido giratorio. También puede con-
vertirse en un policromador multicanal colocando varios tubos fotomultiplicadores pequeños detrás
de las rendijas adecuadas en la placa de rendijas.

1.4.2.2. Espectrómetros multicanal

Los instrumentos multicanal simultáneos pertenecen a dos tipos generales: policromadores y siste-
mas de elementos en serie. El primero utiliza para la detección una serie de tubos fotomultiplicadores, mien-
tras que el segundo emplea como detectores dispositivos bidimensionales de inyección de carga o dispositivos
de acoplamiento de carga.

Policromadores

La superficie de la red cóncava, las rendijas de entrada y de salida se localizan alrededor de un círculo
de Rowland cuya curvatura corresponde a la curva focal de la red cóncava. La radiación que provie-
ne de las rendijas de salida se refleja mediante espejos hacia los tubos fotomultiplicadores. Las rendi-
jas vienen fijadas por el fabricante para transmitir las líneas de los elementos fijadas por el usuario.
Sin embargo se puede cambiar la distribución de las líneas para incorporar nuevos elementos o eli-
minar otros. La rendija de entrada se puede mover tangencialmente en el círculo con un motor de
paso, permitiendo el barrido a través de los picos y proporciona información para las correcciones
de fondo.

Instrumentos de inyección de carga

Disponen de espectrómetros de red de escalera y de detectores bidimensionales de transferencia de


carga. Emplea un prisma de CaF2 que clasifica la radiación que llegará a una red de escalera donde se
forman los distintos órdenes espectrales. El detector es un dispositivo de inyección de carga. Un es-
pejo focaliza las imágenes de la rendija sobre la superficie del detector. Para eliminar la corriente os-
cura en los elementos del detector, la unidad se introduce en nitrógeno líquido que mantiene la tem-
peratura a 135 K. 39 elementos de detección (ventana de lectura) para controlar cada línea espectral.
Habitualmente la línea espectral se focaliza sobre los 9 elementos centrales de la ventana, mientras
que los otros 15 proporcionan información sobre la intensidad del fondo. Para producir S/N buenas
en el caso de líneas de emisión débiles se pueden utilizar tiempos de integración de 100 s o más. Se
calibra con respecto a la línea de Hg (de una lámpara de 253,65 nm).

1.4.3. Aplicaciones de las fuentes de plasma

Las fuentes de plasma son ricas en líneas de emisión características, lo que hace que sean útiles para
el análisis elemental tanto cualitativo como cuantitativo. Resulta incuestionable que las fuentes de plasma de
acoplamiento inductivo y de corriente continua proporcionan datos analíticos cuantitativos mucho mejores
que otras fuentes de emisión. La calidad de estos resultados radica en su gran estabilidad, bajo ruido, poca

30
Análisis Instrumental Módulo Analítico

radiación de fondo y la ausencia de interferencias cuando se trabaja en unas condiciones experimentales apro-
piadas. Con respecto a los límites de detección, el funcionamiento de la fuente de plasma de acoplamiento
inductivo es algo mejor que el de la fuente de plasma de corriente continua. Sin embargo, esta última cuesta
menos comprarla y mantenerla, y para muchas aplicaciones analíticas resulta totalmente satisfactoria.

1.4.3.1. Preparación de la muestra

La espectroscopia de emisión de plasma de acoplamiento inductivo se utiliza principalmente para el


análisis cualitativo y cuantitativo de muestras que están disueltas o en suspensión en disolventes acuosos u
orgánicos. Los métodos para la preparación de dichas disoluciones son similares a los descritos de absorción
atómica de llama. Algunos de los métodos habituales son: tratamiento con ácidos minerales en caliente; oxi-
dación con reactivos líquidos (digestión húmeda); combustión en bomba de oxígeno; digestión a elevada
temperatura; fusión a elevada temperatura, usando óxido bórico, carbonato sódico, mineralización por mi-
croondas. Sin embargo, con los de emisión de plasma, existe la posibilidad de analizar directamente muestras
sólidas. Para ello se utilizan procedimientos de vaporización electrotérmica, ablación por láser o por chispa y
descarga luminiscente.

1.4.3.2. Elementos susceptibles de determinación

En principio, se pueden determinar todos los elementos metálicos por espectrometría de emisión de
plasma. Para la determinación de boro, fósforo, nitrógeno, azufre y carbono se necesita un espectrómetro de
vacío, porque las líneas de emisión de estos elementos se encuentran por debajo de 180nm, zona en la que
absorben los componentes atmosféricos. Su utilidad para el análisis de metales alcalinos se encuentra limitada
por dos razones: (1) las condiciones de trabajo que pueden adaptarse para la determinación de la mayoría de
los otros elementos no son adecuadas para los metales alcalinos, y (2) las líneas más intensas del Li, K, Rb y
Cs se sitúan en longitudes de onda del infrarrojo cercano, lo que conduce a problemas de detección con mu-
chos espectrómetros de plasma que están diseñados principalmente para la radiación ultravioleta. Debido a
esta clase de problemas, la espectroscopia de emisión de plasma generalmente se limita a la determinación de
aproximadamente 60 elementos.

1.4.3.3. Selección de la línea analítica

La mayoría de los elementos tienen varias líneas significativas que se pueden utilizar para su identifi-
cación y cuantificación. Generalmente se puede encontrar una línea adecuada para la determinación de cual-
quier elemento. La selección dependerá de los elementos que se hallen en la muestra y de la posibilidad de
solapamiento de líneas.

1.4.3.4. Curvas de calibrado

Las curvas de calibrado en espectrometría de emisión de plasma consisten la mayoría de las veces en
una representación gráfica de la intensidad de corriente o de la tensión de salida del detector en función de la
concentración del analito. Con frecuencia, las curvas de calibrado son lineales. Sin embargo, se encuentran
desviaciones de la linealidad cuando se cubren intervalos grandes de concentración. La principal causa de la
no linealidad es la autoabsorción, en la que la señal de salida disminuye como consecuencia de la absorción
por parte de átomos no excitados del medio. La autoabsorción sólo comienza a ser evidente a elevadas con-
centraciones del analito y origina que la curva de calibrado se curve hacia el eje de abscisas. La no linealidad
surge también de correcciones del fondo erróneas y de respuestas no lineales de los sistemas de detección.
Frecuentemente se utiliza un patrón interno en la espectrometría de emisión. Los límites de detección obteni-
dos en emisión de plasma de acoplamiento inductivo son comparables o mejores que otros métodos espectra-
les atómicos.

1.4.3.5. Interferencias

En las fuentes de plasma, las interferencias químicas y de matriz son significativamente menores que
con otros atomizadores, tal como se ha subrayado anteriormente. Sin embargo, a concentraciones bajas de
analito, la emisión de fondo debida a la recombinación de iones de argón con electrones es lo suficientemente
intensa como para requerir correcciones cuidadosas. Con los instrumentos monocanal, esta corrección se
consigue de forma adecuada a partir de las medidas realizadas a ambos lados del pico. Muchos instrumentos
multicanal están equipados con elementos ópticos que permiten correcciones similares. Dado que los espec-

31
Análisis Instrumental Módulo Analítico

tros de ICP para muchos elementos son muy ricos en líneas, se producen interferencias espectrales debido a
solapamiento de líneas.

1.4.4. Espectrometría de emisión con fuentes de arco y chispa


Las espectrometrías con fuentes de arco y chispa están basadas en la obtención mediante la excita-
ción del espectro de emisión de los elementos por medio de arcos eléctricos o chispas eléctricas.
En las fuentes de arco y chispa, la excitación de la muestra se produce en el pequeño espacio exis-
tente entre dos electrodos. El paso de electricidad entre los electrodos a través de este pequeño espacio pro-
porciona la energía necesaria para atomizar la muestra y producir átomos o iones en estados electrónicos
excitados.
Los espectros de emisión permiten la determinación de elementos metálicos en varios tipos de
muestras sólidas: metales, aleaciones, suelos, minerales y rocas.
Las fuentes de arco y chispa todavía encuentran un uso considerable en análisis cualitativo, pero han
sido desplazados por los métodos de plasma en análisis cuantitativo.

1.5. Luminiscencia molecular

La fluorescencia y fosforescencia molecular y la quimioluminiscencia se conocen en conjunto como


luminiscencia molecular. En todos estos procesos, las moléculas de analito se excitan para dar una especie
cuyo espectro de emisión suministra información para el análisis cualitativo y cuantitativo. La fluorescencia y
fosforescencia utilizan como fuente de excitación la absorción de fotones por lo que se las suele denominar
fotoluminiscencia. La quimioluminiscencia se basa en el espectro de emisión de una especie excitada que se
forma en el curso de una reacción química (analito + oxidante en general) que da lugar a un producto de
oxidación del reactivo o del analito. En algunos casos es el analito el que, sin participar de la reacción, ejerce
un efecto catalítico o de inhibición de la reacción.

1.5.1. Teoría de la fluorescencia y la fosforescencia

La fluorescencia tiene lugar en sistemas gaseosos, líquidos y sólidos. Como ejemplo los electrones 3s
de los átomos de sodio en estado vapor pueden ser excitados al 3p absorbiendo luz de 589, 6 y 589,0 nm y
pasados 10-8 a 10-5 segundos volver al estado fundamental emitiendo luz de la misma λ en todas las direccio-
nes. También puede ocurrir con especies moleculares. La fluorescencia en donde la emisión se produce sin
cambio de frecuencia respecto de la absorción se llama fluorescencia de resonancia. Lo más frecuente es
encontrar bandas de fluorescencia o fosforescencia molecular centradas en λ más largas (o energías menores),
este desplazamiento se conoce como Stokes.

1.5.1.1. Estados excitados que producen fluorescencia y fosforescencia

Spin del electrón

El principio de exclusión de Pauli establece que en un átomo no puede haber dos electrones con los
cuatro números cuánticos iguales. Esta restricción requiere que no haya más de dos electrones en un
orbital, y además, los dos deben tener los estados de espín opuestos. Cuando esto ocurre, se dice que
los espines están apareados. Debido al apareamiento de espines, la mayoría de las moléculas no pre-
sentan un campo magnético neto y se dice, por tanto, que son diamagnéticas, es decir, no son atraí-
das ni repelidas por campos magnéticos permanentes. Por el contrario, los radicales libres, que con-
tienen electrones desapareados, tienen un momento magnético y, consecuentemente, son atraídos
cuando se encuentran en un campo magnético; por ello, se dice que los radicales libres son para-
magnéticos.

Estados excitados singulete/triplete

Cuando uno de los electrones de la molécula es excitado a un nivel de energía superior, se genera un
estado singulete o triplete; será singulete si el Spin del electrón promovido continúa apareado con el
del estado fundamental y será triplete si está desapareado. El estado singulete excitado es más ener-

32
Análisis Instrumental Módulo Analítico

gético que el triplete excitado. Las propiedades de una molécula son diferentes en el estado triplete
excitado respecto del singulete (diamagnética y paramagnética por ejemplo).
Importante: una transición singulete/triplete o al revés, supone un cambio en el estado electrónico y
es menos probable que un singulete/singulete. De allí, el tiempo de vida medio de un triplete excita-
do va de 10-4 a varios segundos y el de un singulete excitado de 10-8 a 10-5.
La probabilidad de excitar de singulete a triplete excitado es baja y los picos de absorción son muy
poco intensos. Es posible poblar un estado singulete excitado a triplete excitado y se obtiene fosfo-
rescencia
Fig. 1.14: Estados de spin.

1.5.1.2. Diagramas de niveles de energía para las moléculas fotoluminiscentes

Fig. 1.15: Diagrama de energía parcial para un sistema fotoluminiscente.

• Línea gruesa horizontal inferior representa la energía del estado fundamental, normalmente singulete repre-
sentada por So (a temperatura ambiente es la energía de aproximadamente todas las moléculas en una solu-
ción).

• Líneas gruesas superiores son los niveles de energía de los estados vibracionales fundamentales de los tres
estados electrónicos excitados. Las dos líneas de la izquierda representan estados electrónicos singulete uno
(S1) y singulete dos (S2) y la de la derecha la energía del primer estado electrónico triplete (T1). La energía de
T1 es menor.

33
Análisis Instrumental Módulo Analítico

• Las líneas finas son los estados electrónicos vibracionales (varias).

• La excitación de la molécula en So puede producirse por la absorción de dos bandas de radiación, una alre-
dedor de λ1 (Sol S1) y la otra alrededor de λ2 (So l S2), la excitación puede dar como resultado la conversión
de la molécula a cualquiera de los diversos estados vibracionales.

• La excitación desde So a T1 no se muestra por poco importante (implica cambio de multiplicidad, es de baja
probabilidad y suele llamársela transición prohibida).

1.5.1.3. Velocidades de absorción y emisión

La velocidad a la cual se absorbe un fotón de radiación es enorme, el proceso requiere del orden de 10-15 a 10-
14 s. Por otro lado, la emisión fluorescente, tiene lugar a una velocidad significativamente más lenta. El tiempo

de vida del estado excitado se relaciona inversamente con la absortividad molar del pico de absorción corres-
pondiente al proceso de excitación. Por tanto, para absortividades molares comprendidas entre 103 y 105, los
tiempos de vida del estado excitado son de 10-9 a 10-7 s. Para sistemas débilmente absorbentes, donde la pro-
babilidad del proceso de transición es más pequeña, los tiempos de vida pueden ser tan largos como de 10-6 a
10-5 s. Como se ha señalado, la velocidad promedio de una transición triplete a singulete es menor que la
correspondiente transición singulete a singulete. Por ello, la emisión fosforescente requiere tiempos com-
prendidos entre 10-4 y 10 s o superiores.

1.5.1.4. Procesos de desactivación

La molécula excitada puede volver al estado fundamental por diversos procesos: Las líneas rectas
corresponden a desactivación por emisión de un fotón de radiación (fluorescencia o fosforescencia) y las
flechas onduladas corresponden a desactivación no radiativa.
El camino más propicio para volver al fundamental es aquel que minimiza el tiempo de vida del es-
tado excitado. Cuando la desactivación por fluorescencia es más rápida que la desactivación no radiante, se
observa fluorescencia. De no ser así, la fluorescencia desaparece o es menos intensa.
Para ver fotoluminiscencia se requieren sistemas con características estructurales y ambientales que
hagan que los procesos de relajación no radiativos se hagan lentos de modo que la emisión radiante pueda
competir desde el punto de vista cinético. Las velocidades del proceso de emisión fluorescente se pueden
calcular cuantitativamente. Los otros caminos de desactivación tienen explicación menos elaborada pero
requieren consideración.

Relajación vibracional

La molécula excitada puede posicionarse en cualquiera de los niveles vibracionales pero, en disolu-
ción, el exceso de energía vibracional se pierde rápidamente por colisiones (entre moléculas excita-
das o con el solvente). Como resultado hay una transferencia de energía y un pequeño aumento de la
temperatura del solvente. Esta relajación es muy rápida (aproximadamente 10-12 segundos o menos),
mucho menor que el tiempo de vida del estado excitado electrónicamente. La transición se produce
desde el nivel vibracional más bajo del estado excitado electrónico (S1 a So). Desplazamiento Stokes
(a > λ). Sin embargo, aparecen varios picos que se corresponden con que el electrón puede volver a
cualquiera de los estados vibracionales del fundamental hasta llegar al estado más bajo vibracional
del electrónico fundamental.

Conversión interna

Describe los procesos intermoleculares por los cuales la molécula pasa a un estado electrónico de
más baja energía sin emisión de radiación. Es eficaz cuando dos niveles electrónicos están lo sufi-
cientemente próximos para que se solapen los niveles de energía vibracional. La conversión interna a
través de niveles vibracionales solapados es normalmente más probable que la pérdida de energía
por fluorescencia. Si el sistema puede decaer del sistema electrónico excitado al fundamental por
conversión interna entonces rara vez emite fluorescencia (compuestos alifáticos). La excitación dire-
cta (disociación) o relajación por conversión interna (predisociación) que conducen a un estado vi-
bracional lo suficientemente grande para provocar la ruptura de un enlace compiten con los proce-
sos de fluorescencia.

34
Análisis Instrumental Módulo Analítico

Conversión externa o atenuación colisional

Es el proceso mediante el cual la desactivación ocurre de un estado electrónico excitado a través de


la transferencia de energía entre la molécula excitada y el disolvente u otros solutos. Entonces aque-
llas condiciones que reduzcan el número de colisiones (baja T y elevada viscosidad) aumentan la
fluorescencia.

Cruce entre sistemas

Es un proceso en el cual se invierte el espín de un electrón excitado (cambia la multiplicidad de la


molécula). La probabilidad aumenta si se solapan los niveles vibracionales. Se favorece con la pre-
sencia de átomos pesados (I, Br) y con la presencia de especies paramagnéticas (oxígeno) en solu-
ción.

Fosforescencia

Después del cruce entre sistemas a un estado triplete excitado, la desactivación posterior puede tener
lugar por conversión interna, externa o por fosforescencia. Una transición triplete → singulete es
mucho menos probable que una transición singulete → singulete, por lo que el tiempo de vida me-
dio del estado excitado respecto a la emisión es mucho mayor. Las conversiones internas y externas
compiten con tanto éxito con la fosforescencia que normalmente se observa a bajas temperaturas, en
medios altamente viscosos o por moléculas adsorbidas en superficies.

1.5.1.5. Variables que afectan a la fluorescencia y a la fosforescencia

Rendimiento cuántico

El rendimiento cuántico, o la eficacia cuántica, de fluorescencia o de fosforescencia es simplemente


la relación entre el número de moléculas que emiten luminiscencia respecto al número total de mo-
léculas excitadas.

Tipos de transiciones en fluorescencia

Se produce con radiación de longitud de onda mayor que 250 nm, valores menores puede producir
desactivación por otras vías (predisociación), a 200 nm la energía es 140 kcal/mol y se pueden rom-
per enlaces. Entonces no hay fluorescencia para transiciones σ* → σ y si para transiciones de menor
energía π* → π o π* → n. La fluorescencia se observa (experimentalmente) en compuestos cuya
transición de más baja energía es π → π*, para ellas la eficiencia cuántica es mayor. Ver explicación a
través de valor de la absortividad molar (100 a 1000 veces superior en π → π* con tiempos de vida
más cortos). También termodinámicamente se observa que la constante de velocidad para el cruce
entre sistemas es menor para los estados excitados π → π*.

Eficacia cuántica y tipo de transición

La fluorescencia está más asociada con transiciones π → π*, ya que tales transiciones presentan
tiempos de vida medios más cortos y porque es menos probable que tengan lugar los procesos de
desactivación que compiten con la fluorescencia.

Efectos de estructura

Los hidrocarburos saturados no presentan luminiscencia (σ). La mayoría de los aromáticos no susti-
tuidos son fluorescentes en solución, la intensidad fluorescente aumenta con el número de anillos y
con su grado de condensación. Los heterociclos sencillos no presentan fluorescencia (piridina, fura-
no). Las estructuras condensadas con benceno presentan fluorescencia. Heterociclos con nitrógeno,
la transición de más baja energías es nlπ* que impide la fluorescencia pero, la adición de anillos
bencénicos aumenta la absortividad molar del pico de absorción, tiempos de vida más corto.
Sustituyentes donores de electrones (-NH2, -OH, -OCH3) aumentan intensidad fluorescente. Áto-
mos pesados internos (sustituyentes haluros) aumenta el cruce a estados tripletes y favorecen la fos-
forescencia. En el caso de NO2 y I, aumenta la predisociación debido al enlace de fácil ruptura. La
adición de un ácido carboxílico o de un grupo carbonilo, inhibe en general la fluorescencia. La tran-

35
Análisis Instrumental Módulo Analítico

sición n → π* tiene menor energía que la transición π → π* y el rendimiento de fluorescencia es


menor para primer caso.

Rigidez estructural

La fluorescencia se favorece en moléculas con estructuras rígidas. Ciertos agentes quelantes orgáni-
cos aumentan su fluorescencia al complejarse con iones metálicos porque la estructura es más rígida.
Esto se debe a que la falta de rigidez de una molécula puede provocar un aumento en la velocidad de
conversión interna y un consecuente aumento de desactivación no radiativa. La parte no rígida de la
molécula puede sufrir vibraciones de baja frecuencia respecto de otras partes y esos movimientos
explican ciertas pérdidas de energía.

Efecto de la temperatura y del disolvente

El rendimiento cuántico de la fluorescencia disminuye al aumentar la temperatura ya que aumenta la


frecuencia de colisiones y por lo tanto la probabilidad por conversión externa. Una disminución de
la viscosidad del disolvente también aumenta la probabilidad de conversión externa y conduce a una
disminución del rendimiento cuántico de fluorescencia.

Efecto del PH

La fluorescencia de un compuesto aromático con sustituyentes ácidos o básicos en el anillo depende


del pH. Tanto la longitud de onda como la intensidad de emisión son diferentes para la forma ioni-
zada y no ionizada del compuesto.

Efecto del oxígeno disuelto

La presencia de oxígeno reduce la intensidad de fluorescencia debido a (i) oxidación de las especies
fluorescentes inducida fotoquimicamente o (ii) la presencia de especies paramagnéticas como el oxí-
geno favorece el cruce de sistemas y la conversión a estados tripletes.

Efecto de la concentración

Desviaciones negativas:

1. Cuando C es elevada, los términos de órdenes


superiores de la expansión no son despreciables y
entonces hay desviaciones negativas.

2. Auto-atenuación: es el resultado del aumento de


colisiones entre moléculas excitadas que aumenta la
transferencia de energía por vía no radiante.

3. Autoabsorción: tiene lugar cuando la longitud de


onda de emisión se solapa con un pico de absor-
ción, la fluorescencia disminuye porque la
radiación emitida atraviesa la solución y es reab-
sorbida por otras moléculas fluorescentes.

Estos efectos pueden ocasionar un máximo en IF


vs. C.

Fig. 1.16: Curva de calibración para el sulfato de quinina.

36
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.5.1.6. Espectros de excitación y emisión

El espectro de excitación se obtiene midiendo la intensidad luminiscente a una longitud de onda fija
variando la longitud de onda de excitación y es prácticamente igual a un espectro de absorción. Los espectros
de fluorescencia y fosforescencia.

1.5.2. Instrumentos para la medida de la fluorescencia y fosforescencia

1.5.2.1. Componentes de los fluorímetros y los espectrofluorímetros

Fuentes

La magnitud de la señal es proporcional a la potencia de la fuente por lo que se usan fuentes más in-
tensas.
- Lámpara de arco de Hg: emite líneas a 254, 302, 313, 546, 578, 691 y 773 nm que se pue-
den aislar con filtros adecuados.
- Lámpara de arco de Xe: fuente de radiación continua desde 250 a 800 nm.
- Láseres: ideales cuando las concentraciones son muy bajas y cuando se requiere radiación
monocromática para minimizar los efectos de las interferencias fluorescentes.

Filtros y monocromadores

Filtros de interferencia, monocromadores de red (uno ó dos).

Detectores

Las señales son de baja intensidad por lo que se


requiere elevada ganancia de amplificador. Se utilizan
FM, detectores de diodos en serie y transferencia de
carga (para detección rápida).

Cubetas

Vidrio o cuarzo, rectangulares o cilíndricas, cuatro


caras espejadas o dos consecutivas.

Fig. 1.17: Componentes de un fluorímetro o un


espectrofluorímetro.

1.5.2.2. Diseño de instrumentos

Fluorímetros

Los fluorímetros de filtro proporcionan una forma relativamente simple y barata de llevar a cabo
análisis cuantitativos por fluorescencia. Como ya se ha señalado, para seleccionar las longitudes de
onda de la radiación de excitación y de emisión se utilizan filtros de interferencia y de absorción.
Generalmente, los fluorímetros
son compactos, robustos y
fáciles de usar.
La Figura 1.18 muestra un es-
quema de un fluorímetro de
filtros característico que consta
de una lámpara de mercurio para
la excitación de la fluorescencia
y un par de tubos fotomultipli-
cadores como detectores. El haz
que sale de la fuente se divide
cerca de ella en un haz de refe-
Fig. 1.18: Un fluorímetro típico.

37
Análisis Instrumental Módulo Analítico

rencia y en un haz de muestra. El haz de referencia se atenúa mediante el disco de apertura hasta que
su intensidad sea aproximadamente la misma que la intensidad de fluorescencia. Ambos haces pasan
a través del filtro primario y a continuación el haz de referencia se refleja hacia el tubo fotomultipli-
cador de referencia. El haz de muestra se enfoca sobre la muestra mediante un par de lentes y pro-
voca la emisión de fluorescencia. La radiación emitida pasa a través de un segundo filtro que poste-
riormente se enfoca sobre un segundo tubo fotomultiplicador. Las señales de salidas eléctricas de los
dos detectores se dirigen hacia un divisor analógico, para obtener la relación entre las intensidades de
la muestra y de referencia, que sirve como parámetro analítico.

Espectrofluorímetros

Algunos fabricantes de instrumentos ofertan espectrofluorímetros capaces de obtener los espectros


de excitación y los de emisión. En la Figura 1.19 se muestra el diseño óptico de uno de ellos, que uti-
liza dos monocromadores de red. La radiación que procede del primer monocromador se divide en
dos, una parte se dirige hacia el fotomultiplicador de referencia y la otra hacia la muestra. La radia-
ción fluorescente resultante, después de ser dispersada en el segundo monocromador, se detecta en
un segundo fotomultiplicador.
Un instrumento como el que se muestra en la Figura 1.19 suministra perfectamente espectros satis-
factorios para el análisis cuantitativo. Sin embargo, los espectros de emisión obtenidos no son nece-
sariamente comparables con los de otros instrumentos, ya que la señal de salida depende no sólo de
la intensidad de fluorescencia sino también de las características de la lámpara, del detector y de los
monocromadores. Todas estas
características instrumentales
varían con la longitud de onda y
difieren de un instrumento a otro.
Se han desarrollado varios
métodos para obtener el espectro
corregido, que es el verdadero
espectro de fluorescencia, libre de
efectos instrumentales; muchos de
los instrumentos comerciales
modernos y más sofisticados están
preparados para obtener
directamente los espectros corre-
gidos

Fig. 1.19: Un espectrofluorímetro.

Fosforímetros

Los instrumentos utilizados para estudios de fosforescencia tienen dos componentes adicionales: 1)
Dispositivo que alterna excitar (irradiando la muestra) y medir la intensidad de fosforescencia (des-
pués de un retraso de tiempo adecuado). Esto es necesario para separar la emisión fosforescente de
larga vida de la fluorescente. 2) Normalmente las medidas de fosforescencia se realizan a la tempera-
tura de nitrógeno líquido (77 K) para prevenir la degradación de salida por desactivación colisional.
Por lo que se requiere un recipiente Dewar con ventanas de cuarzo. El analito existe en forma de un
soluto en un disolvente sólido.

38
Análisis Instrumental Módulo Analítico

Fig. 1.20: Esquema de un dispositivo para alternativamente excitar y observar la fosforescencia.

1.5.3. Aplicaciones

Los métodos espectrométricos de emisión tienen sensibilidades dos o tres órdenes de magnitud su-
periores a los métodos de absorción. Ya que la sensibilidad de un método espectrométrico de emisión se
puede aumentar aumentando P0 mientras que en espectrofotometría de absorción un aumento en P0 también
aumenta P y no afecta A.
Determinación fluorimétrica de iones inorgánicos y determinación fluorimétrica de especies orgáni-
cas: más de 200 sustancias incluyendo compuestos orgánicos, enzimas, agentes medicinales, productos natura-
les, esteroides y vitaminas.
Las medidas de fotoluminiscencia proporcionan un importante método para la detección y determi-
nación de los componentes que eluyen de columnas cromatográficas.

1.6. Introducción a las separaciones cromatográficas

Cromatografía es un método de separación que permite separar componentes de mezclas complejas.


La muestra se desplaza con una fase móvil (gas, líquido, fluido supercrítico) que se hace pasar sobre una fase
estacionaria con la que es inmiscible y que se fija a una columna o superficie sólida.
Las dos fases se elijen de tal modo que los componentes se distribuyen de modo distinto entre la fa-
se móvil y la fase estacionaria. Aquellos componentes que son fuertemente retenidos por la fase estacionaria
se mueven lentamente con el flujo de la fase móvil. Por el contrario, los componentes que se unen débilmente
a la fase estacionaria, se mueven con rapidez. Como consecuencia de la distinta movilidad, los componentes
de la muestra se separan en bandas que pueden analizarse cualitativa y cuantitativamente.
En la cromatografía en plano, la fase estacionaria se fija sobre una placa plana y la fase móvil se des-
plaza a través de la fase estacionaria por capilaridad. En la cromatografía en columna, un tubo estrecho con-
tiene la fase estacionaria a través de la cual se hace pasar la fase móvil por presión.

39
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.6.1. Clasificación de los métodos cromatográficos en columna

1.6.2. Cromatografía de elución en columna

La elución implica el transporte de una especie a través de una columna por la adición continuada de
nueva fase móvil. Como se indica en la figura, una única porción de la muestra se introduce en la parte supe-
rior de la columna (tiempo to en la Figura 1.21) después de lo cual los componentes de la muestra se distribu-
yen entre las dos fases. La introducción de fase móvil adicional (el eluyente) hace que la fase móvil que con-
tiene una parte de la muestra avance por la columna, donde tiene lugar un posterior reparto entre la fase mó-
vil y las porciones frescas de fase estacionaria a las que accede (tiempo ti). Al mismo tiempo, tiene lugar una
distribución entre el disolvente nuevo y la fase estacionaria en el lugar en el que inicialmente se ubicaba la
muestra.
Las sucesivas adiciones de la fase móvil
hacen avanzar las moléculas de soluto por la co-
lumna en una serie de continuas transferencias
entre las fases estacionaria y móvil. Sin embargo,
debido a que el movimiento de los solutos sólo
puede ocurrir en la fase móvil, la velocidad media
a la que una zona de soluto migra en la columna
depende de la fracción de tiempo que reside en
esta fase. Esta fracción de tiempo es pequeña para
las sustancias que son retenidas fuertemente por la
fase estacionaria. Y es grande cuando es más pro-
bable la retención en la fase móvil (componente
A). En el mejor de los casos, las diferencias de
velocidad que resultan hacen que se separen los
componentes de la mezcla en bandas, o zonas, que
se localizan a lo largo de la columna (véase el
tiempo t2 en la Figura 1.21). El aislamiento de las
especies separadas se lleva a cabo haciendo pasar
suficiente cantidad de fase móvil a través de la
columna hasta que las bandas individuales salen de
ella, pudiendo así detectarse o recogerse.
Fig. 1.21: (a) Diagrama que muestra la separación de A y B por
cromatografía de elución en columna. (b) Señal de salida del
detecto en las distintas fases de la elución mostradas en (a).

40
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.6.2.1. Dilución del analito

La Figura 1.21 ilustra una importante característica común al proceso de separación, a saber, dilución
del analito, y que acompaña casi siempre a las separaciones. Así, el tamaño de la banda original que contiene
los analitos en la figura es notablemente más pequeño que cualquiera de las dos zonas que llegan al detector,
lo que significa que se produce una importante dilución de los analitos mientras ellos están siendo separados.
Por tanto, los detectores empleados para los analitos separados deben ser, con frecuencia, más sensibles que
los que serían necesarios si el proceso de separación no fuera imprescindible.

1.6.2.2. Cromatogramas

Si un detector que responde a la concentración del soluto se coloca al final de la columna, y se regis-
tra su señal en función del tiempo (o del volumen de fase móvil añadido), se obtienen una serie de picos
como se muestra en la parte inferior de la Figura 1.21. Este gráfico denominado cromatograma, es útil tanto
para el análisis cualitativo como cuantitativo. La posición de los picos en el eje del tiempo puede servir para
identificar los componentes de la muestra; las áreas bajo los picos proporcionan una medida cuantitativa de la
cantidad de cada componente.

1.6.2.3. Efectos de las velocidades de migración y del ensanchamiento de banda sobre la resolución

El cromatograma (señal vs. tiempo) identifica un componente en el eje tiempo y lo cuantifica según
el área subtendida debajo del pico. Los picos se ensanchan a medida que avanzan (es inevitable). En general
se pueden buscar condiciones en que la separación supere al ensanchamiento y resolver. La eficacia de una
columna cromatográfica depende de las velocidades relativas con las que se eluyen las especies a separar.
Estas velocidades están relacionadas con las constantes de equilibrio de distribución de las especies entre las
fases móvil y estacionaria.

1.6.3. Velocidad de migración de los solutos


La eficacia de una columna cromatográfica para separar dos solutos depende, en parte, de las veloci-
dades relativas con las que eluyen las dos especies. Esas velocidades están determinadas por la magnitud de
las constantes de los equilibrios en función de las cuales las especies se distribuyen entre las fases estacionaria
y móvil.

Constante de distribución, K

En general, los equilibrios de distribución implicados en cromatografía se describen por ecuaciones


sencillas que suponen la transferencia de un analito entre las fases estacionaria y móvil. Así, para el
soluto A, se puede escribir:

La constante de equilibrio K para este proceso se denomina constante de distribución, la razón de


distribución o coeficiente de distribución, y se define como:

(1.1)

Donde CS es la concentración molar del soluto en la fase estacionaria y CM es la concentración molar


en la fase móvil. Idealmente, K es constante en un amplio intervalo de concentraciones de soluto; de
este modo, CS' es directamente proporcional a CM'. La cromatografía en la que es aplicable esta ecua-
ción se denomina cromatografía lineal y, en tal caso, los picos son gaussianas simétricas característi-
cas y los tiempos de retención son independientes de la cantidad del analito inyectado. Las discusio-
nes teóricas se limitarán exclusivamente a la cromatografía lineal.

Tiempo de retención

El tiempo que transcurre después de la inyección de la muestra hasta que el pico de concentración
del analito alcanza el detector se denomina tiempo de retención y se le da el símbolo tR. A menudo la
muestra o la fase móvil contiene una especie que no se retiene. Cuando no es así, este tipo de espe-

41
Análisis Instrumental Módulo Analítico

cies pueden añadirse para facilitar la identificación de los picos. El tiempo tM, necesario para que la
especie no retenida alcance el detector, en algunas ocasiones se denomina tiempo muerto. La veloci-
dad de migración de la especie no retenida coincide con la velocidad promedio del movimiento de
las moléculas de la fase móvil.
La velocidad lineal promedio de migración del soluto es:

(1.2)

Donde L es la longitud de la columna que está rellena. De manera semejante, la velocidad lineal pro-
medio u del movimiento de las moléculas de la fase móvil es:

(1.3)

Donde tM, el tiempo muerto, es el tiempo necesario para que, por término medio, una molécula de la
fase móvil pase a través de la columna.

Relación entre el tiempo de retención y el coeficiente de distribución

Para relacionar el tiempo de retención de un soluto con su coeficiente de distribución, su velocidad


de migración se expresa como una fracción de la velocidad de la fase móvil:

Sin embargo, esta fracción coincide con el número promedio de moles de un soluto en la fase móvil,
en cualquier instante, dividido por el número de moles de soluto en la columna:

El número total de moles de un soluto en la fase móvil es igual a la concentración molar CM del so-
luto en esta fase multiplicado por el volumen de la fase VM. Análogamente, el número de moles del
soluto en la fase estacionaria viene dado por el producto de la concentración CS del soluto en la fase
estacionaria y su volumen VS. Por tanto,

Sustituyendo la Ecuación (1.1) en esta ecuación se obtiene una expresión para la velocidad de migra-
ción del soluto en función de su coeficiente de distribución y de los volúmenes de las fases estacio-
naria y móvil:

(1.4)

La velocidad de migración del soluto: el factor de retención

El factor de retención o factor de capacidad es un parámetro importante que con frecuencia se utili-
za para describir las velocidades de migración de los solutos en las columnas. Para una especie A, el
factor de retención KA’ se define como:

(1.5)

Cuando el factor de retención para una especie es mucho menor que la unidad, la elución tiene lugar
tan rápidamente que es difícil determinar con exactitud los tiempos de retención. Cuando el factor

42
Análisis Instrumental Módulo Analítico

de retención es del orden de 20 a 30 o tal vez mayor, los tiempos de elución son excesivamente lar-
gos. Idealmente, las separaciones se realizan en unas condiciones en las que los factores de retención
para las especies de una mezcla oscilan entre 2 y 10.

Velocidades de migración relativas: el factor de selectividad

El factor de selectividad de una columna para dos especies A y B se define como:

(1.6)

Donde KB es el coeficiente de distribución para la especie más fuertemente retenida B, y KA es el


coeficiente de distribución para la menos retenida, o que eluye con más rapidez, la especie A. k’B y
k’A son los factores de retención de B y de A, respectivamente. Según esta definición α siempre es
mayor que la unidad.

1.6.4. Eficacia de la columna

1.6.4.1. La forma de los picos cromatográficos

La teoría cinética de la cromatografía explica las formas de los picos y los efectos de distintas varia-
bles sobre el ancho de los mismos. Las bandas cromatográficas ideales tienen forma gaussiana y se puede
atribuir a la combinación aditiva de los movimientos aleatorios de las numerosas moléculas de soluto en la
banda cromatográfica. Una molécula de soluto experimenta miles de transferencias entre la fase estacionaria y
la fase móvil durante la migración. El tiempo que pasa en cada una es muy irregular y depende que gane acci-
dentalmente suficiente energía térmica del medio para que se produzca la transferencia. Dado que la molécula
se eluye solamente cuando reside en la fase móvil, su migración a través de la columna es muy irregular. Cier-
tas moléculas se desplazan con rapidez, otras se retrasan debido a que han sido retenidas mayor tiempo que el
promedio en la fase estacionaria. La consecuencia de estos procesos individuales aleatorios es una dispersión
simétrica de las velocidades alrededor del valor medio.
El ancho de la banda aumenta a medida que se mueve a través de la columna, debido a que se dis-
pone de más tiempo para que la dispersión tenga lugar. El ancho de la banda está relacionado directamente
con el tiempo de residencia en la columna e inversamente con la velocidad con la que fluye la fase móvil.

1.6.4.2. Métodos para describir la eficacia de la columna

Dos términos afines se utilizan ampliamente como medidas cuantitativas de la eficacia de una co-
lumna cromatográfica: (1) la altura de plato H y (2) el número de platos N. Los dos están relacionados por la
ecuación:

N= L/H (1.7)

Donde L es la longitud (normalmente en centímetros) del relleno de la columna. La eficacia de la co-


lumna cromatográfica aumenta cuanto mayor es el número de platos, y cuanto menor es la altura de plato. Se
han encontrado enormes diferencias en las eficacias debido a diferencias en el tipo de columna, y en el tipo de
fases móvil y estacionaria utilizadas. Las eficacias en términos de número de platos pueden variar desde pocos
cientos a varios cientos de miles; no son infrecuentes las alturas de plato que oscilan de unas pocas décimas a
una milésima de centímetro o menos.
El origen de los términos «altura de plato» y «número de platos teóricos» proviene de un estudio teó-
rico pionero de Martin y Synge en el que trataron una columna cromatográfica como si fuera similar a una
columna de destilación que estuviera constituida por numerosas capas estrechas, discretas pero contiguas,
denominadas “platos teóricos”, Se suponía que en cada plato se establecía el equilibrio de la especie entre las
fases móvil y estacionaria. El movimiento del analito a través de la columna se trataba entonces como una
transferencia por etapas de la fase móvil equilibrada de un plato al siguiente.
La teoría del plato explica con éxito la forma gaussiana de los picos cromatográficos y su velocidad
de desplazamiento a través de la columna. Sin embargo, al final se abandonó en favor de la teoría de la velo-
cidad, debido a que la primera fallaba al intentar justificar el ensanchamiento de pico de una manera mecani-
cista. No obstante, los términos originales para la eficacia se han incorporado a la teoría de velocidades. Esta
nomenclatura es tal vez algo desafortunada pues tiende a perpetuar el mito de que una columna contiene

43
Análisis Instrumental Módulo Analítico

platos donde se dan las condiciones de equilibrio. De hecho, el estado de equilibrio nunca se puede alcanzar
con la fase móvil moviéndose constantemente.

1.6.4.3. Definición de altura de plato

La anchura de una curva gaussiana está directamente relacionada con la varianza σ2 o la desviación
estándar σ de una medida. En general se asume que las bandas cromatográficas tienen una forma gaussiana,
por ello resulta conveniente definir la eficacia de una columna en los términos de varianza por unidad de
longitud de la columna. De esta forma, la altura de plato H viene dada por:

(1.8)

N se puede calcular a partir de dos medidas de tiempo, tR y W, que corresponde a la base del trián-
gulo; para calcular H, se ha de conocer también la longitud del relleno de la columna L.

(1.9)

Otro método para evaluar N, que algunos autores creen más fiable, se basa en determinar W1/2, la
anchura del pico a la mitad de su altura máxima. El número de platos viene entonces dado por:

(1.10)

Tanto N como H se utilizan para evaluar la eficacia de la columna.

1.6.5. Ensanchamiento de banda


1.6.5.1. Influencia del caudal de la fase móvil

La magnitud de los efectos cinéticos sobre la eficacia


de la columna depende claramente del tiempo de contacto
entre la fase móvil y la fase estacionaria, el cual a su vez depen-
de del caudal de la fase móvil. Por esta razón, los estudios de
eficacia generalmente se han realizado determinando H en
función de la velocidad de la fase móvil u. En ambos gráficos
de la Figura 1.22, H pasa por un valor mínimo (o un máximo en
eficacia) a bajos caudales. Los mínimos para la cromatografía de
líquidos generalmente se dan con caudales bastante menores
que para la cromatografía de gases, y a menudo son tan bajos
que en las condiciones de trabajo habituales no llegan a obser-
varse. La teoría cinética, en su tratamiento del ensanchamiento
de banda cromatográfico, predice exactamente el perfil de la
gráfica de H frente a u; esta gráfica se denomina frecuentemen-
te representación gráfica de la ecuación de van Deemter.

Fig. 1.22: Efecto del caudal de la fase móvil sobre la altura de plato (a) en
cromatografía de líquidos y (b) en cromatografía de gases.

1.6.5.2. Relación entre la altura de plato y las variables de la columna

La aproximación matemática al comportamiento de las columnas cromatográficas empezó con los


estudios, en los años cincuenta, de los ingenieros químicos holandeses y que condujeron a la ecuación de van
Deemter, la cual puede escribirse de la siguiente forma:

44
Análisis Instrumental Módulo Analítico

(1.11)

Donde H es la altura de plato, en centímetros, y u es la velocidad lineal de la fase móvil, en centíme-


tros por segundo, y A, B y C son los coeficientes, que se relacionan respectivamente con los fenómenos de
los caminos múltiples de flujo, la difusión longitudinal y la transferencia de masa entre las fases.

Término del camino múltiple (A)

El ensanchamiento de banda surge en parte debido a la multitud de caminos por los cuales las molé-
culas pueden caminar a través de la columna rellena. La longitud de estos caminos puede diferir sig-
nificativamente y por lo tanto el pico se ensancha.

Término de la difusión longitudinal (B/u)

Los solutos difunden desde la zona central donde es mayor la concentración hacia las regiones más
diluidas situadas por delante y por detrás de la banda, es decir en el mismo sentido y en el sentido
opuesto del flujo de la fase móvil. Cuanto mayor es el flujo, menos sucede la difusión del centro de
la banda a los costados y menor es el ensanchamiento.

Término de transferencia de masa (C u)

Las columnas cromatográficas siempre trabajan en condiciones alejadas del equilibrio entre la fase
móvil y la fase estacionaria. Se requiere un tiempo para que el analito difunda desde una fase hacia la
interfase para que se produzca la transferencia y esto ensancha el pico. El ensanchamiento por trans-
ferencia de masa se debe a la difusión que tiende a ocurrir perpendicularmente a la dirección de flujo
y por lo tanto cuanto mayor es la velocidad de flujo, menos tiempo hay para que se produzca la
transferencia y menor es el ancho del pico.

1.6.6. Efecto del tamaño de las partículas en la eficacia de la columna

El diámetro de las partículas que constituyen el relleno afecta la eficacia de la columna:

Fig. 1.23: Altura de plato en función de la velocidad lineal, para partículas de diversos tamaños.

1.6.7. Resolución de la columna

La resolución R, de una columna constituye una medida cuantitativa de su capacidad para separar
dos analitos. La resolución de una columna se define como:

45
Análisis Instrumental Módulo Analítico

(1.12)

1.6.8. Variables que afectan la eficacia de una columna

Variación de N

Una forma obvia de mejorar la resolución es aumentar el número de platos teóricos de la columna.
Este recurso normalmente es costoso en términos de tiempo necesario para completar la separación,
a no ser que el aumento de N se lleve a cabo mediante una reducción de H en vez de por alarga-
miento de la columna.

Variación de H

Se ha demostrado que puede conseguirse una importante mejora de la resolución sin repercutir en el
tiempo si se puede reducir la altura de plato. La disminución en el tamaño de partícula del relleno
conduce a importantes mejoras de H. Con fases móviles líquidas, donde B/u normalmente es des-
preciable, reduciendo la viscosidad del disolvente se pueden conseguir menores alturas de plato, al
aumentar así los coeficientes de difusión en la fase móvil.

Variación del factor de retención

Muchas veces una separación se puede mejorar significativamente manipulando el factor de reten-
ción K’B. Los incrementos de K’B generalmente aumentan la resolución (pero a expensas del tiempo
de elución). Por lo general, la forma más fácil de mejorar la resolución es optimizando k'. Con fases
móviles gaseosas, k' puede mejorarse a menudo aumentando la temperatura. Con fases móviles lí-
quidas, el cambio en la composición del disolvente muchas veces permite la manipulación de k' de
tal manera que se obtienen mejores separaciones.

Variación del factor de selectividad

Cuando α se aproxima a la unidad, optimizar k' y aumentar N no suele ser suficiente para conseguir
una separación satisfactoria de dos solutos en un tiempo razonable. En estas circunstancias, se ha de
buscar un procedimiento para aumentar α. Mientras k' se mantiene en el intervalo óptimo de 1 a 10.
Se dispone de varias opciones; en orden decreciente de conveniencia, determinada ésta por sus ex-
pectativas y comodidad, las opciones incluyen: (1) cambiar la composición de la fase móvil, inclu-
yendo los cambios en el pH; (2) cambiar la temperatura de la columna; (3) cambiar la naturaleza de
la fase estacionaria; (4) utilizar efectos químicos especiales.

1.6.8. El problema general de la elución

La Figura 1.24 muestra unos croma-


togramas hipotéticos para una mezcla de seis
componentes formada por tres pares de sus-
tancias que difieren ampliamente en sus coefi-
cientes de distribución y por tanto en sus
factores de retención. En el cromatograma (a),
las condiciones se han ajustado de tal forma
que los factores de retención de los compo-
nentes 1 y 2 (k’1 y k’2) están en el intervalo
óptimo de 2 a 5. Sin embargo, los factores de
retención correspondientes a los otros com-
ponentes están muy alejados del intervalo

46
Fig. 1.24: El problema general de la elución
Análisis Instrumental Módulo Analítico

óptimo. De este modo, los picos de los componentes 5 y 6 aparecen tras un tiempo desmesurado; además,
esos picos están tan ensanchados que puede ser difícil identificarlos inequívocamente. Como se muestra en el
cromatograma (b), el cambio de las condiciones para optimizar la separación de los componentes 5 y 6 hace
que los picos de los cuatro primeros componentes se agrupen de tal modo que su resolución no sea satisfac-
toria. Sin embargo, en estas circunstancias el tiempo de elución resulta ser ideal. En una tercera serie de con-
diciones, en las que los valores de k' son óptimos para los componentes 3 y 4, se obtiene el cromatograma (c).
De nuevo, la separación de los otros dos pares de componentes no es enteramente satisfactoria.
El fenómeno ilustrado en la Figura 1.24 se da con la suficiente frecuencia como para darle un nom-
bre el problema general de la elución. Una solución frecuente para este problema es cambiar las condiciones
que determinan los valores de k' mientras tiene lugar la separación. Esos cambios se pueden realizar por eta-
pas o de forma continua. De este modo, para la mezcla que se muestra en la Figura 1.24, las condiciones al
principio podrían ser las que corresponden al cromatograma (a). Sin embargo, inmediatamente después de la
elución de los componentes 1 y 2, las condiciones se podrían cambiar a las que resultaban óptimas para la
separación de los componentes 3 y 4, como en el cromatograma (c), Tras la aparición de los picos de esos
componentes, la elución se podría completar en las condiciones que permiten obtener el cromatograma (b). A
menudo, con este procedimiento se obtienen, en un tiempo mínimo, picos satisfactorios para todos los com-
ponentes de una mezcla. En cromatografía de líquidos, las variaciones de k' se obtienen por variaciones en la
composición de la fase móvil durante la elución (elución con gradiente o programación del disolvente). En
cromatografía de gases, el incremento de la temperatura (programación de la temperatura) permite conseguir
las condiciones óptimas para las separaciones.

1.6.9. Resumen de parámetros y ecuaciones

47
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.7. Cromatografía gaseosa

En la cromatografía gas-sólido se produce la retención de los analitos en una fase estacionaria sólida
como consecuencia de la adsorción física. La cromatografía gas-sólido ha tenido una aplicación limitada debi-
do a la retención semipermanente de las moléculas activas o polares y a la obtención de picos de elución con
colas muy significativas (como consecuencia del carácter no lineal del proceso de adsorción), de modo que
esta técnica no ha encontrado una gran aplicación excepto para la separación de ciertas especies gaseosas de
bajo peso molecular. La cromatografía gas-líquido se basa en la distribución del analito entre una fase móvil
gaseosa y una fase líquida inmovilizada sobre la superficie de un sólido inerte.

1.7.1. Instrumentos para la cromatografía gas-líquido

Fig. 1.25: Representación esquemática de un cromatógrafo de gases.

48
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.7.1.1. Gas portador

Entre los gases portadores, que deben ser químicamente inertes, se encuentran el helio, el nitrógeno
y el hidrógeno. Como se indicará posteriormente, la elección de los gases está con frecuencia determinada por
el tipo de detector que se utiliza. Con el suministro del gas se encuentran asociados los reguladores de pre-
sión, manómetros y medidores de caudal. Además, el sistema de gas portador contiene a menudo un tamiz
molecular para eliminar el agua u otras impurezas.

1.7.1.2. Sistema de inyección de muestra

La inyección lenta de muestras grandes provoca ensanchamiento de bandas y resolución pobre.


El método más común es el que usa una micro jeringa para líquidos (μL) o bien para gases (gas-
tight) a través de un diafragma o Septum de goma con una cámara de vaporización instantánea en la cabeza
de la columna (la temperatura es aproximadamente 50 ºC por encima del punto de ebullición del componente
menos volátil), esto para columna empaquetada. Se inyecta la muestra con la jeringa en el puerto de inyección
a través del Septum que es autosellable y el puerto se caliente lo suficiente para que la muestre vaporice de
modo casi instantáneo.
Las columnas capilares resisten volúmenes mucho menores y se emplea un sistema divisor que hace
pasar por la columna sólo una pequeña fracción de la muestra (0,01 uL o menor). La reproducibilidad es baja
y se agregan estándares internos para corregir. Se puede usar inyección automática a través de válvulas rotato-
rias tipo Rheodyne.

1.7.1.3. Configuración de la columna y del horno para la columna

En cromatografía de gases se usan dos tipos generales de columnas, las rellenas, y las abiertas o capi-
lares.
Las columnas cromatográficas varían desde menos de 2 hasta 50 m de longitud, o más. Están cons-
truidas con acero inoxidable, vidrio, sílice fundida o teflón. A fin de poder colocarse en el interior de un hor-
no termostatizado, normalmente se configuran como helicoides con diámetros de l0 a 30 cm.
La temperatura de la columna es una variable importante que para un trabajo preciso ha de regularse
a las décimas de grado, por ello la columna normalmente se introduce dentro de un horno de temperatura
controlada. La temperatura óptima de la columna depende del punto de ebullición de la muestra y del grado
de separación requerido. En la práctica, con una temperatura igual o ligeramente superior al punto de ebulli-
ción promedio de la muestra, se obtienen tiempos de elución razonables (2 a 30 min.). Para muestras cuyos
componentes presentan un amplio intervalo de temperaturas de ebullición, a menudo es conveniente emplear
una programación de temperatura, con lo que se aumenta la temperatura de la columna bien de forma conti-
nua o bien por etapas, al mismo tiempo que tiene lugar la separación.
En general, la resolución óptima se asocia con una temperatura mínima; en contrapartida la reduc-
ción de temperatura produce un aumento en el tiempo de elución, y por tanto del tiempo que se necesita para
completar el análisis.

1.7.1.4. Sistemas de detección

El detector ideal para cromatografía de gases tiene las siguientes características:

1. Adecuada sensibilidad. Aquello que constituye una adecuada sensibilidad no puede evaluarse de forma
cuantitativa. Por ejemplo, las sensibilidades de los detectores que se van a describir difieren en un factor de
107. Aunque todos se utilizan extensamente y son adecuados en ciertos casos, sin embargo, los menos sensi-
bles no resultan convenientes para algunas aplicaciones. En general, las sensibilidades de los detectores actua-
les se encuentran en el intervalo de 10-15 a 10-8 g de soluto/s.

2. Buena estabilidad y reproducibilidad.

3. Respuesta lineal para los solutos que se extienda a varios órdenes de magnitud.

4. Intervalo de temperaturas de trabajo comprendido desde la temperatura ambiente hasta al menos 400 ºC.

5. Tiempo de respuesta corto que sea independiente del caudal.

6. Alta fiabilidad y manejo sencillo. Hasta el punto de que el detector debería estar a prueba de la impericia de
operadores inexpertos.

49
Análisis Instrumental Módulo Analítico

7. Respuesta semejante para todos los solutos o, por el contrario, una respuesta selectiva y altamente predeci-
ble para uno o más tipos de solutos.

8. No destructivo de la muestra.

Detectores de ionización de llama

El detector de ionización de llama (FID) es el detector más extensamente utilizado, y por lo general,
uno de los más aplicables en cromatografía de gases. En un quemador el efluente de la columna se
mezcla con hidrógeno y con aire para luego encenderse eléctricamente. La mayoría de los compues-
tos orgánicos, cuando se pirolizan a la temperatura de una llama de hidrógeno/aire, producen iones
y electrones que pueden conducir la electricidad a través de la llama. Cuando se aplica una diferencia
de potencial de unos pocos cientos de voltios entre el extremo del quemador y un electrodo colector
situado por encima de la llama, la corriente que resulta se dirige para su medida hacia un amplifica-
dor operacional de alta impedancia.
El detector de ionización de llama responde al número de átomos de carbono que entra en el detec-
tor por unidad de tiempo, por ello, es más un detector sensible a la masa, que un sistema sensible a
la concentración. Grupos funcionales, tales como carbonilo, alcohol, halógeno y amina, originan en
la llama pocos iones o prácticamente ninguno. Además, el detector es insensible a gases no combus-
tibles.

Detectores de conductividad térmica (TCD)

Se basa en los cambios en la conductividad térmica de la corriente de gas ocasionados por la presen-
cia de las moléculas de analito. Este dispositivo se denomina, a veces, catarómetro. El sensor de un
catarómetro consiste en un elemento calentado eléctricamente cuya temperatura, a una potencia
eléctrica constante, depende de la conductividad térmica del gas circundante. El elemento calentado
puede ser un hilo fino de platino, oro o wolframio, o también, un termistor semiconductor. La resis-
tencia del hilo o del termistor da una medida de la conductividad térmica del gas; a diferencia del de-
tector de hilo, el termistor tiene un coeficiente de temperatura negativo.
Las conductividades térmicas del helio y del hidrógeno son aproximadamente de seis a diez veces
mayores que las de la mayoría de los compuestos orgánicos, de modo que, incluso en presencia de
pequeñas cantidades de materia orgánica, tiene lugar una disminución relativamente grande de la
conductividad térmica del efluente de la columna y, en consecuencia, el detector experimenta un
marcado aumento en la temperatura. Las conductividades de los otros gases portadores son más pa-
recidas a las de los constituyentes orgánicos y por esta razón con un detector de conductividad tér-
mica debe usarse hidrógeno o helio como gas portador con la finalidad de obtener una buena sensi-
bilidad.
Las ventajas del detector de conductividad térmica son su sencillez, su amplio intervalo dinámico li-
neal (~105) , su respuesta universal tanto a especies orgánicas como a inorgánicas, y su carácter no
destructivo, lo que permite recoger los solutos tras la detección. Una limitación del catarómetro es
su sensibilidad relativamente baja (~10-8 g de soluto/mL de gas portador)

Detectores de quimioluminiscencia del azufre (SCD)

Se basa en la reacción entre ciertos compuestos azufrados y el ozono. La intensidad de fluorescencia


resultante es proporcional a la concentración de azufre. Este detector ha demostrado ser especial-
mente útil en la detección de contaminantes como los mercaptanos. En el detector de quimiolumi-
niscencia del azufre el eluyente se mezcla con hidrógeno y aire y se produce la combustión como en
el detector de ionización de llama. Los gases así obtenidos se mezclan con el ozono, y se mide la in-
tensidad de emisión resultante. El detector de quimioluminiscencia del azufre también se ha adapta-
do para la cromatografía de fluidos supercríticos.

Detectores de captura de electrones (ECD)

El detector de captura de electrones ha llegado a ser uno de los detectores más ampliamente utiliza-
dos para el análisis de muestras medioambientales, debido a su selectividad para detectar compues-
tos que contienen halógenos, tal es el caso de los pesticidas y de los bifenilos policlorados. Este tipo
de detector opera casi del mismo modo que un contador proporcional para la medida de rayos X el
efluente de la columna pasa sobre un emisor β, normalmente níquel-63. Un electrón del emisor pro-
voca la ionización del gas portador (con frecuencia, nitrógeno) y la producción de una ráfaga de elec-

50
Análisis Instrumental Módulo Analítico

trones. De este proceso de ionización, en ausencia de especies orgánicas, resulta una corriente cons-
tante entre un par de electrodos. Sin embargo, la corriente disminuye significativamente en presencia
de moléculas orgánicas que tienden a capturar electrones. La respuesta no es lineal, a no ser que el
potencial a través del detector se aplique en forma de impulsos.
El detector de captura de electrones es de respuesta selectiva, siendo muy sensible a las moléculas
que contienen grupos funcionales electronegativos tales como halógenos, peróxidos, quinonas, y
grupos nitro; en cambio, no es sensible a grupos funcionales como aminas, alcoholes e hidrocarbu-
ros. Una aplicación importante del detector de captura de electrones es la detección y determinación
de insecticidas clorados.
Los detectores de captura de electrones son altamente sensibles y tienen la ventaja de no alterar la
muestra de manera significativa (a diferencia del detector de llama). Por otra parte, su intervalo de
respuesta lineal se limita normalmente a unos dos órdenes de magnitud.

Detectores de emisión atómica (AED)

El efluente se introduce en un plasma de helio obtenido con microondas, que se acopla a un espec-
trómetro óptico de emisión de diodos en serie. El plasma es suficientemente energético como para
atomizar todos los elementos de una muestra, excitarles, y así obtener sus espectros de emisión ató-
mica característicos. Estos espectros son recogidos en un espectrómetro que utiliza una serie de dio-
dos configurados en un plano móvil, que es capaz de detectar la radiación emitida desde 170 a 780
nm. Los diodos en serie son capaces de controlar simultáneamente de dos a cuatro elementos en una
posición dada. Hasta el momento, el programa de tratamiento de datos suministrado con el detector
permite medir la concentración de 15 elementos. Presumiblemente, un futuro software permitirá
también la detección de otros elementos.

Otros tipos de detectores

El detector fotométrico de llama (FPD) se ha utilizado extensamente para el análisis de contaminan-


tes del aire y del agua como los pesticidas y los hidrocarburos. Se trata de un detector selectivo que
sobre todo es sensible a los compuestos que contienen azufre y fósforo. En este detector, el eluyente
se hace pasar a través de una llama hidrógeno aire a baja temperatura, la cual convierte parte del fós-
foro a una especie HPO que emite bandas de radiación centradas alrededor de 510 y 526 nm. El
azufre de la muestra se convierte simultáneamente en S2= el cual emite una banda centrada en 394
nm.
En el detector de fotoionización, el efluente de la columna se irradia con un haz intenso de radiación
ultravioleta de energía variable entre 8,3 y 11,7 eV (A =149 a 106 nm), que provoca la ionización de
las moléculas. Al aplicar un potencial a través de una celda que contiene los iones producidos, se ori-
gina una corriente de iones, la cual es amplificada y registrada.

1.7.2. Columnas y fases estacionarias para cromatografía de gases


1.7.2.1. Columnas abiertas

Las columnas abiertas o columnas capilares, son de dos tipos básicos, denominados columna abierta
de pared recubierta (WCOT) y columna abierta recubierta con soporte (SCOT). Las columnas abiertas de
pared recubierta son simplemente capilares con la pared interna recubierta de una fina capa de fase estaciona-
ria. En las columnas abiertas con soporte recubierto, la superficie interna del capilar está revestida de una capa
delgada (~30 μm) de un material soporte, tal como tierra de diatomeas. Este tipo de columnas contiene varias
veces la fase estacionaria que tiene una columna de pared recubierta y, por tanto, tienen una mayor capacidad
de carga. Generalmente, la eficacia de una columna SCOT es menor que la de una columna WCOT, pero es
sensiblemente mayor que la de una columna rellena. Las nuevas columnas WCOT son columnas abiertas de
sílice fundida.
Las columnas abiertas de sílice más frecuentemente utilizadas tienen diámetros internos de 320 y 260
μm. También se venden columnas de alta resolución, con diámetros de 200 y 150 μm. La utilización de estas
columnas es más problemática y sus requerimientos son mayores con respecto a los sistemas de detección y
de inyección.

1.7.2.2. Columnas rellenas

Las actuales columnas rellenas se fabrican con tubo de vidrio, metal (acero inoxidable, cobre, alumi-
nio), o de teflón, con una longitud característica de 2 a 3 m y un diámetro interno de 2 a 4 mm. Estos tubos

51
Análisis Instrumental Módulo Analítico

se rellenan densamente con un material de relleno, o soporte sólido, finamente dividido y homogéneo, que se
recubre con una delgada capa (0,05 a 1 μm) de fase estacionaria líquida. Con objeto de poder introducirlas en
un horno termostatizado, los tubos se configuran en forma helicoidal con un diámetro aproximado de unos
15 cm.

1.7.2.3. Materiales de soporte sólidos

El soporte sólido en una columna rellena sirve para retener y ubicar la fase estacionaria líquida, de tal
forma que exista la mayor superficie de contacto posible con la fase móvil. El soporte ideal consiste en partí-
culas esféricas, pequeñas y uniformes con una buena resistencia mecánica y una superficie específica de al
menos 1 m2/g. Además, el material debería ser inerte a elevadas temperaturas, y poder humectarse homogé-
neamente con la fase líquida. Todavía no se dispone de ninguna sustancia que reúna perfectamente todas esas
características. En la actualidad, el material de soporte utilizado con más frecuencia se prepara a partir de
tierras de diatomeas de procedencia natural, que están constituidas por esqueletos de miles de especies de
plantas unicelulares que habitaban antiguos mares y lagos. Estas plantas tomaban sus nutrientes y eliminaban
sus residuos por difusión molecular a través de sus poros. Como consecuencia, sus restos resultan muy ade-
cuados como materiales de soporte, debido a que la cromatografía de gases también se fundamenta en este
tipo de difusión molecular.

1.7.2.4. Fase estacionaria

Las propiedades deseables para una fase líquida inmovilizada en una columna cromatográfica gas-
líquido comprenden: (1) baja volatilidad (idealmente, el punto de ebullición del líquido debe ser al menos 100
ºC mayor que la temperatura de trabajo máxima de la columna); (2) estabilidad térmica; (3) químicamente
inerte; (4) características de disolvente tales que los valores de k' y de α de los solutos a resolver estén dentro
de un intervalo conveniente.
Las columnas comerciales están disponibles con fases estacionarias con enlaces entrecruzados y/o
enlazadas. El objetivo del enlace y del entrecruzamiento es la preparación de una fase estacionaria de larga
duración, que se pueda limpiar con un disolvente cuando la película se haya contaminado. Con el uso, las
columnas que no han sido tratadas pierden lentamente su fase estacionaria debido al «sangrado», en el que
una pequeña cantidad de líquido inmovilizado es arrastrada fuera de la columna durante el proceso de elu-
ción. El sangrado se acentúa cuando una columna debe limpiarse con un disolvente para eliminar los conta-
minantes. La unión química y el entrecruzamiento inhiben el sangrado. El enlace implica la unión, mediante
una reacción química, de una capa monomolecular de la fase estacionaria a la superficie de sílice de la colum-
na.
El entrecruzamiento se lleva a cabo in situ después de que la columna haya sido recubierta con uno
de los polímeros. Una forma de realizar el entrecruzamiento consiste en incorporar un peróxido al líquido
original. Al calentarse la película se inicia, por un mecanismo de radicales libres, la reacción entre los grupos
metilo en las cadenas del polímero; de este modo, las moléculas del polímero se unen mediante enlaces cruza-
dos de carbono a carbono. Las películas que resultan de estos tratamientos son menos extraíbles y tienen una
estabilidad térmica mucho mayor que las películas no tratadas. En otras ocasiones, la polimerización también
se ha iniciado por exposición de las columnas recubiertas a radiación gamma.

52
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.8. Cromatografía líquida de alta eficacia

1.8.1. Aplicaciones de la cromatografía líquida de alta eficiencia

Fig. 1.26: Aplicaciones del HPLC.

x Sensibilidad.

x Determinaciones cuantitativas exactas.

x Separación de especies no volátiles.

x Gran aplicabilidad: aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos, hidrocarburos, carbohidratos, fármacos, pla-
guicidas, antibióticos, esteroides, especies organometálicas e inorgánicas.

x Cromatografía de exclusión por tamaño: solutos con masas moleculares superiores a 10000.

x Cromatografía de intercambio iónico: especies iónicas de masa molecular más pequeña.

x Cromatografía de reparto: especies poco polares no iónicas.

x Cromatografía de adsorción: especies no polares, isómeros estructurales y grupos de compuestos como, por
ejemplo, los hidrocarburos alifáticos de los alcoholes alifáticos.

53
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.8.2. Eficacia de la columna en la cromatografía de líquidos


1.8.2.1. Efecto del tamaño de las partículas del relleno

La eficacia de una columna


de HPLC debería mejorar espectacu-
larmente cuando disminuye el tama-
ño de partícula. La Figura 1.27 es una
demostración experimental de este
efecto, y en ella se observa que una
reducción del tamaño de partícula de
45 a 6 μm origina una disminución
de diez o más veces de la altura de
plato.

Fig. 1.27: Efecto del tamaño de partícula del


relleno y del caudal sobre la altura de plato H
en cromatografía de líquidos.

1.8.2.2. Ensanchamiento de banda extracolumna en cromatografía de líquidos

En cromatografía de líquidos, tiene lugar a veces un ensanchamiento de banda significativo fuera del
relleno de la columna propiamente dicho. El así llamado ensanchamiento de banda extra-columna, tiene lugar cuan-
do se transporta el soluto a través de tubos como los que se utilizan en los sistemas de inyección, en los de-
tectores y en los tubos que conectan los distintos componentes del sistema. El ensanchamiento proviene de
las diferencias en la velocidad de flujo de las capas de líquido adyacentes a las paredes del tubo y las del cen-
tro. Como consecuencia, la parte central de una banda de soluto se mueve con más rapidez que la periférica.
En cromatografía de gases la difusión compensa la dispersión extra-columna. Sin embargo, la difusión en los
líquidos es significativamente menor, y con frecuencia este tipo de ensanchamiento de banda se hace eviden-
te.

1.8.3. Separación isocrática y con gradiente

Una separación que utiliza un solo disolvente de composición constante se denomina una elución
isocrática. Con frecuencia, la eficacia de la separación se aumenta notablemente por una elución con gradien-
te. En este caso se utilizan dos o tres sistemas disolventes con una polaridad significativamente distinta. Una
vez que comienza la elución, se varía la relación de los disolventes de forma programada, a veces continua-
mente y a veces mediante una serie de etapas escalonadas. Los instrumentos en la moderna HPLC a menudo
están equipados con unos dispositivos que permiten introducir los disolventes desde dos o más recipientes en
una cámara de mezcla a una velocidad que varía continuamente y la relación de volumen de los disolventes se
puede modificar lineal o exponencialmente con el tiempo.
La elución con gradiente acorta notablemente el tiempo de separación sin sacrificar la resolución de
los primeros picos. La elución con gradiente produce unos efectos similares a los producidos por la progra-
mación de temperatura en cromatografía de gases.

54
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.8.4. Instrumentación para cromatografía de líquidos

Fig. 1.28: Esquema de un aparato de HPLC.

1.8.4.1. Sistema de bombeo

Los requisitos para un sistema de bombeo en HPLC son rigurosos e incluyen (1) la generación de
presiones por encima de 6.000 psi, (2) un flujo libre de pulsaciones, (3) un intervalo de caudales de 0,1 a 10
mL/min., (4) el control y la reproducibilidad del caudal mejor del 0,5 por 100 relativo y (5) componentes
resistentes a la corrosión (juntas de acero inoxidable o Teflón).

Bombas recíprocas

Las bombas recíprocas, que se utilizan en aproximadamente el 90 por 100 de los sistemas de HPLC
comerciales, consisten, por lo general, en una pequeña cámara en la que el disolvente es impelido
por el movimiento de vaivén de un pistón accionado por un motor de arrastre. Dos válvulas con cie-
rre de bola, que se abren y cierran alternativamente, controlan el flujo del disolvente hacia dentro y
hacia afuera de un cilindro. El disolvente está en contacto directo con el pistón. También se puede
comunicar la presión al disolvente mediante un diafragma flexible, el cual a su vez se bombea
hidráulicamente por un pistón de vaivén. Las bombas recíprocas tienen la desventaja de que produ-
cen un flujo pulsado, que se ha de amortiguar dado que su presencia se manifiesta como ruido en la
línea base del cromatograma. Entre las ventajas de las bombas recíprocas se pueden citar su pequeño
volumen interno (35 a 400 μL), sus altas presiones de salida (por encima de los 10.000 psi), su fácil
adaptación a la elución con gradiente, y sus caudales constantes, que son prácticamente independien-
tes de la contrapresión de la columna y de la viscosidad del disolvente.

Bombas de desplazamiento

Las bombas de desplazamiento consisten por lo general en unas grandes cámaras como una jeringa,
equipadas con un émbolo que se activa por un mecanismo de tornillo accionado mediante un motor
paso a paso. Las bombas de desplazamiento también producen un flujo que tiende a ser indepen-
diente de la viscosidad y de la contrapresión. Además, el flujo que resulta está libre de pulsaciones.
Las desventajas incluyen una capacidad de disolvente limitada (~250 mL) y una notable incomodi-
dad para el cambio de disolventes.

Bombas neumáticas

En las bombas neumáticas más simples, la fase móvil se encuentra en un recipiente plegable coloca-
do en una vasija que puede presurizarse mediante gas comprimido. Las bombas de este tipo son ba-
ratas y están exentas de impulsos; aunque tienen una limitada capacidad y presión de salida, y además

55
Análisis Instrumental Módulo Analítico

el caudal depende de la viscosidad del disolvente y de la contrapresión de la columna. Además, no


son utilizables en la elución con gradiente y están limitadas a presiones menores de unos 2.000 psi.

1.8.4.2. Sistema de inyección de muestra

En cromatografía de líquidos el método más ampliamente utilizado para la introducción de la mues-


tra utiliza bucles de muestra. Estos dispositivos son normalmente una parte integrada del equipo cromatográ-
fico y hay bucles intercambiables que permiten la elección de tamaños de muestra desde 5 a 500 μL. Con
bucles de este tipo se puede introducir la muestra a presiones de hasta 7.000 psi con una precisión relativa de
unas décimas por ciento. También existen válvulas de inyección de micromuestras, con bucles con volúmenes
de 0,5 a 5 μL.

1.8.4.3. Columnas para cromatografía de líquidos

Se construyen con un tubo de acero inoxidable (presiones hasta 10000 psi). Ocasionalmente, tubo de vidrio
con paredes resistentes (presiones hasta 600 psi).

Columnas analíticas

- Rectas, de 10 a 30 cm de longitud.
- Extender acoplando columnas adicionales.
- Diámetro interno: 4 a 10 mm.
- Tamaños de partículas de los rellenos: 5 a 10 μm .
- Standard: 25 cm longitud; 4.6 mm diámetro; 5 μm partículas; N = 40,000 a 60,000.
- Alta performance: 3 a 7.5 cm longitud; 1-4.6 mm diámetro; 3 o 5 mm partículas; N = 100000 pla-
tos/metro (Ventaja: rapidez y mínimo consumo de disolvente).

Precolumnas

- Elimina materia en suspensión y componentes de la muestra que se unen irreversiblemente a la fa-


se estacionaria.
- Composición similar a la columna analítica. Se usa para mejorar la vida de la columna analítica. Se
reemplaza cuando se contamina.

Columnas termostatizadas

- La mayoría de las aplicaciones no requieren control de la temperatura y se trabaja a T ambiente.


Aunque T constante mejora el cromatograma.
- Los instrumentos modernos tienen control de T desde ambiente a 100-150 ºC

Rellenos de la columna

- Relleno pelicular: Esferas de vidrio o polímero no porosas de 30 a 40 μm de diámetro. En la super-


ficie de las esferas se deposita una capa delgada y porosa de silica, alúmina, polímero.
- Rellenos de partículas porosas: Micropartículas porosas con 3 a 10 μm de diámetro. Las micropar-
tículas son de silica o alúmina o de un polímero. Se recubren muchas veces con películas orgánicas
que se unen químicamente o físicamente a la superficie.

1.8.4.4. Detectores

Un detector ideal para cromatografía de líquidos debería poseer todas las propiedades para la croma-
tografía de gases, con la excepción de que un detector para cromatografía de líquidos no es necesario que sea
sensible en un intervalo tan grande de temperaturas. Además, un detector de HPLC debe tener un volumen
interno mínimo a fin de reducir el ensanchamiento de banda.

Detectores de absorbancia

Muchos detectores de absorbancia son dispositivos de doble haz, en los que uno de los haces pasa
por la cubeta de flujo y el otro a través de un filtro que reduce su intensidad. Para comparar las in-
tensidades de los dos haces se utilizan detectores fotoeléctricos contrastados. Alternativamente, en
combinación con un solo fototubo se utiliza un sistema de corte haz. En cualquier caso, el cromato-
grama consiste en una representación del logaritmo del cociente de las dos señales detectadas en

56
Análisis Instrumental Módulo Analítico

función del tiempo. También se utilizan instrumentos de un solo haz. En este caso, las medidas de
intensidad del disolvente se almacenan en la memoria de un ordenador y al final se recuperan para el
cálculo de la absorbancia.

Detectores de absorbancia ultravioleta con filtros

Los detectores de absorción UV más simples son los fotómetros de filtros con una lámpara de mer-
curio como fuente. Lo más común en estos casos es aislar la línea intensa a 254 nm por medio de fil-
tros. En algunos equipos también se pueden utilizar las líneas a 250, 313, 334 Y 365 nm empleando
otros filtros. Resulta obvio que este tipo de detector se utiliza de forma restringida para aquellos so-
lutos que absorben a alguna de estas longitudes de onda.

Detectores de absorbancia ultravioleta con monocromadores

Consisten en un espectrofotómetro de barrido con una red entre sus componentes ópticos. Algunos
se limitan a la radiación ultravioleta; mientras que otros abarcan la radiación ultravioleta y la visible.
Se pueden elegir varios modos operacionales.

Detectores de absorbancia en el infrarrojo.

Se ofrecen dos tipos de detectores de absorbancia en el infrarrojo. El primero, con barrido de longi-
tud de onda que proporcionan tres filtros circulares variables. El segundo, mucho más sofisticado, es
un tipo de detector infrarrojo que se basa en los instrumentos de transformada de Fourier.

Detectores de fluorescencia

Los detectores de fluorescencia para HPLC son semejantes en diseño a los fluorómetros y espectro-
fluorímetros. En la mayoría de ellos, la fluorescencia se detecta por medio de un detector fotoeléc-
trico colocado perpendicularmente respecto al haz de excitación.

Detectores de índice de refracción

El disolvente en su camino hacia la columna pasa a través de una mitad de la cubeta y el eluyente de
la columna pasa por la otra mitad. Los dos compartimentos están separados por una placa de vidrio
montada a un ángulo tal que si las dos disoluciones difieren en el índice de refracción se produce una
desviación del haz incidente. El desplazamiento resultante del haz con respecto a la superficie foto-
sensible del detector provoca una variación de la señal de salida, la cual, una vez amplificada y regis-
trada, proporciona el cromatograma. Los detectores de índice de refracción tienen la ventaja de que
responden a casi todos los solutos

Detector de luz dispersada tras evaporación

En este detector, el efluente de la columna se pasa a un nebulizador donde se convierte en una fina
niebla mediante un flujo de nitrógeno o aire. Las finas gotitas se llevan a través de un tubo por el que
pasa la corriente del gas a temperatura controlada donde tiene lugar la evaporación de la fase móvil,
lo que origina unas finas partículas de analito. La nube de partículas de analito pasa a través de un
haz láser. La radiación dispersada se detecta perpendicularmente al flujo mediante un fotodiodo de
silicio. Una de las mayores ventajas de este tipo de detector es que su respuesta resulta ser aproxima-
damente la misma para todos los solutos no volátiles. Además, es notablemente más sensible que el
detector de índice de refracción,

Detectores electroquímicos

Los fabricantes de instrumentos proporcionan en la actualidad varios tipos de detectores electro-


químicos. Estos dispositivos se basan en la amperometría, la voltamperometría, la culombimetría y la
conductimetría. Ofrecen las ventajas de una elevada sensibilidad, sencillez, adecuación y una extensa
aplicabilidad.

57
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.8.5. Cromatografía de reparto


Es el tipo de cromatografía de líquidos más utilizado. Se puede subdividir en líquido-líquido y cro-
matografía de fase unida químicamente, aunque el método más utilizado es la cromatografía de reparto de
fase unida químicamente. Se distinguen dos tipos de cromatografía de reparto: de fase normal y de fase inver-
sa, en ambas la fase estacionaria se soporta sobre partículas de silica o alumina de 3, 5 o 10 μm. Fase normal:
La fase estacionaria es polar (grupos ciano, amino y diol) y la fase móvil no polar (hexano o isopropileter).
Fase inversa: La fase estacionaria es no polar y la fase móvil polar (agua, metanol, o acetonitrilo). En fase
normal, el componente menos polar es el que eluye primero y en fase inversa el componente más polar es el
primero en eluir.
En la mayoría de las aplicaciones de la cromatografía en fase inversa, la elución se lleva a cabo con
una fase móvil de elevada polaridad como es el caso de una disolución acuosa conteniendo concentraciones
diversas de disolventes como metanol, acetonitrilo o tetrahidrofurano. De este modo, se ha de poner especial
cuidado en que el valor del pH no sea mayor que, aproximadamente, 7,5 porque si no puede tener lugar la
hidrólisis del siloxano, lo que originaría la degradación o destrucción del relleno.

1.8.5.1. Eluyentes típicos

Se requiere un equilibrio entre las fuerzas intermoleculares entre el soluto, la fase estacionaria y la fa-
se móvil (a diferencia de CG donde la fase móvil es un gas ideal y sólo sirve de portador de componentes).
En polaridades crecientes: hidrocarburos < éteres < ésteres < cetonas < aldehídos < amidas < aminas <
alcoholes < agua.
Se elige la polaridad de la fase estacionaria bastante similar a la de los analitos y para la elución se utiliza una
fase móvil de polaridad considerablemente distinta.

1.8.5.2. Optimización del eluyente

Se controla el tiempo total de elución con la polaridad (modifica los factores de retención). Se con-
trolan los factores de selectividad para lograr una buena resolución variando la naturaleza de la fase móvil
(manteniendo k´ en un intervalo) o la fase estacionaria.

1.8.5.3. Aplicaciones de la cromatografía de reparto

58
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.8.6. Cromatografía de adsorción


La cromatografía de adsorción o líquido-sólido utiliza como fase estacionaria a la silica (o en pocas
ocasiones a la alumina). El orden de los tiempos de retención es:

Olefinas < hidrocarburos aromáticos < haluros, sulfuros < éteres < nitroderivados < ésteres, alde-
hídos, cetonas< alcoholes, aminas < sulfonas< sulfóxidos< amidas < ácidos carboxílicos

Se varía la composición de la fase móvil para ajustar k´y α (se utiliza la fuerza del eluyente, en lugar
de la polaridad como guía de la fuerza de los disolventes). Se eligen dos disolventes compatibles, uno que es
demasiado fuerte y el otro demasiado débil. Variando la relación de volúmenes se puede obtener un valor
adecuado para k´. Cuando se produce el solapamiento de picos, el cambio de un disolvente fuerte por otro
(mientras k´ se mantiene más o menos constante), permitirá cambiar los valores de α y aumentar la resolu-
ción.

1.8.7. Cromatografía de intercambio iónico


Los procesos de intercambio iónico se basan en los equilibrios de intercambio entre los iones de una
disolución y los iones del mismo signo que están en la superficie de un sólido de elevada masa molecular y
esencialmente insoluble. Los sitios activos más comunes de intercambiadores catiónicos son los grupos sulfó-
nico –SO3−H+(ácido fuerte) y carboxílico –COO−H+ (ácido débil). Los intercambiadores aniónicos contie-
nen grupos amino terciario –N(CH3)3+OH−(base fuerte) o grupos amino primarios –NH3+OH−(base débil).

1.8.7.1. Rellenos de intercambio iónico

Relleno de partícula pelicular en el que la


superficie de una partícula grande (30 a 40
μm) esférica y no porosa se recubre con una
resina sintética de intercambio iónico. Mi-
cropartículas porosas de silica recubiertas
con una delgada película del intercambiador.

Fig. 1.29: Resinas de intercambio iónico.

1.8.7.2. Cromatografía iónica con columnas supresoras

Los detectores de conductividad eran la elección obvia para este objetivo. Estos detectores pueden
tener una elevada sensibilidad, son universales para las especies cargadas y, como norma general, responden
de una forma predecible a los cambios de concentración. Además, dichos detectores son sencillos y baratos
de fabricación y mantenimiento, fáciles de miniaturizar, y por lo común son robustos y de prolongada dura-
ción. La única limitación de los detectores de conductividad resultó ser un serio problema que retrasó su uso
generalizado. Esta limitación proviene de la elevada concentración de electrólito que se requiere para eluir la
mayoría de los iones analito en un tiempo razonable. En consecuencia, la conductividad de los componentes
de la fase móvil tiende a enmascarar la de los analitos, y por ello se reduce considerablemente la sensibilidad
del detector.
El problema de la elevada conductividad del eluyente fue resuelto mediante la introducción de la de-
nominada columna supresora del eluyente inmediatamente después de la columna analítica de intercambio
iónico. La columna supresora está rellena con una segunda resina de intercambio iónico, que convierte efi-
cazmente los iones del disolvente en especies moleculares poco ionizadas, sin alterar los iones del analito.
Un inconveniente de las columnas supresoras es la necesidad de regenerarlas periódicamente (nor-
malmente, cada 8 o 10 h) a fin de convertir los rellenos otra vez en la forma ácida o básica original. Sin em-
bargo, recientemente se dispone de supresores de membrana que operan continuamente.

1.8.7.3. Aplicaciones orgánicas y bioquímicas de la cromatografía iónica

La cromatografía de intercambio iónico se ha aplicado a una gran variedad de sistemas orgánicos y


bioquímicos incluyendo fármacos y sus metabolitos, sueros, conservantes de alimentos, mezclas de vitaminas,
azúcares y preparaciones farmacéuticas.

59
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.9. Voltamperometría
La voltamperometría abarca un grupo de métodos electroanaliticos en los que la información sobre
el analito se deduce de la medida de la intensidad de corriente en función del potencial aplicado, en condicio-
nes que favorezcan la polarización de un electrodo indicador, o de trabajo. Generalmente, con el objeto de
aumentar la polarización, los electrodos de trabajo en voltamperometría son microelectrodos que tienen áreas
superficiales como máximo de unos pocos milímetros cuadrados y en algunas aplicaciones, unos pocos mi-
crómetros cuadrados o incluso menos.
Las voltamperometrías son métodos electroanaliticos basados en mediciones de la intensidad de co-
rriente (I) en función del potencial (V) aplicado. La polarografía es una voltamperometría en la que el microe-
lectrodo de trabajo es un electrodo de gotas de mercurio.

1.9.1. Señal de excitación en voltamperometría

En voltamperometría, se aplica a una celda electroquímica, que contiene un microelectrodo, una se-
ñal de excitación que es un potencial variable. Esta señal de excitación provoca una respuesta de intensidad de
corriente característica en la que se basa el método. La señal de excitación clásica en voltamperometría es el
barrido lineal que se muestra en la Figura 1.29 a, en la que el potencial de corriente continua aplicado a la celda
aumenta linealmente (normalmente en el intervalo de 2 a 3 V) en función del tiempo. La intensidad de co-
rriente que se desarrolla en la celda se registra entonces en función del tiempo (y, por tanto, en función del
potencial aplicado).
En las Figuras 1.30b y 1.30c se muestran dos señales de excitación de impulsos. Las intensidades de
corriente se miden en diferentes momentos durante la vida de estos impulsos. Con la onda de forma triangu-
lar que se muestra en la Figura 1.30d, el potencial varía de forma cíclica entre dos valores, primero aumenta
linealmente hasta un máximo y después disminuye linealmente con una pendiente del mismo valor numérico
hasta su valor original. Este proceso se puede repetir numerosas veces, registrándose la intensidad de corrien-
te en función del tiempo. Un ciclo completo puede durar 100 segundos o más, o completarse en menos de un
segundo.
En la última columna de la Figura 1.30 se indican los tipos de voltamperometrías que utilizan las di-
versas señales de excitación. Estas técnicas se tratan en los siguientes apartados.

Fig. 1.30: Señales de potencial de excitación utilizadas en voltamperometría.

60
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.9.2. Instrumentación en voltamperometría

Fig. 1.31: Sistema para voltamperometría potenciostática de barrido lineal con tres electrodos.

La celda consta de tres electrodos sumergidos en una disolución que contiene el analito y también
un exceso de un electrólito no reactivo llamado electrólito soporte. Uno de los electrodos es el microelectrodo, o
electrodo de trabajo, cuyo potencial se varía linealmente con el tiempo. Sus dimensiones son de tamaño reducido
con el objeto de exaltar su tendencia a ser polarizado. El segundo electrodo es un electrodo de referencia
(normalmente uno de calomelanos saturado o de plata/cloruro de plata) cuyo potencial permanece constante
durante el experimento. El tercer electrodo es un electrodo auxiliar, que normalmente es una espiral de alambre
de platino o una piscina de mercurio, que sirve simplemente para conducir la electricidad desde la fuente de la
señal a través de la disolución al microelectrodo.

1.9.2.1. Microelecrtrodos

Los microelectrodos utilizados en voltamperometría tienen una variedad de configuraciones y for-


mas. A menudo, son pequeños discos planos de un conductor montado a presión en unas varillas de material
inerte como Teflón o Kel-F que llevan incorporado un alambre de contacto. El conductor puede ser un metal
inerte, como platino u oro; grafito pirolítico o carbón vítreo; un semiconductor como estaño u óxido de
indio; o un metal recubierto con una película de mercurio. El intervalo de potenciales en el que estos electro-
dos pueden ser utilizados en disoluciones acuosas varía y depende no sólo del material del electrodo, sino
también de la composición de la disolución en la que está sumergido. Generalmente, las limitaciones de los
potenciales positivos están provocadas por las elevadas intensidades de corriente que se desarrollan debido a
la oxidación del agua para dar oxígeno molecular. Los límites negativos son debidos a la reducción del agua
dando hidrógeno. Obsérvese que pueden tolerarse potenciales negativos relativamente elevados con los elec-
trodos de mercurio debido al elevado sobrepotencial del hidrógeno en este metal.
Los microelectrodos de mercurio han sido ampliamente utilizados en voltamperometría por diversas
razones. Una de ellas es el intervalo de potenciales negativos relativamente elevado antes descrito. Además, es
fácil formar una superficie metálica limpia produciendo simplemente una nueva gota. La posibilidad de obte-
ner fácilmente una superficie nueva es importante, ya que las intensidades de corriente medidas en voltampe-
rometría son bastante sensibles a la limpieza y a que estén libres de irregularidades. Una ventaja adicional de
los electrodos de mercurio es que numerosos iones metálicos se reducen reversiblemente a amalgamas en la
superficie de un electrodo de mercurio, lo que simplifica la química del proceso.

1.9.2.2. Voltamperogramas

La Figura 1.32 ilustra la apariencia de un voltamperograma de barrido lineal típico para una electróli-
sis que implica la reducción de una especie del analito A para dar un producto P, en un microelectrodo de
película de mercurio. En este caso, se supone que el microelectrodo está conectado al polo negativo de un
generador de barrido lineal por lo que los potenciales aplicados se dan con signo negativo tal como se mues-
tra. Por convenio, las intensidades de corriente catódicas se tratan siempre como positivas, mientras que las
corrientes anódicas se dan con un signo negativo.
Los voltamperogramas de barrido lineal adquieren generalmente la forma de una curva sigmoidea
llamada onda voltamperométrica. La intensidad de corriente constante que aparece después de la pendiente se
llama corriente límite i, debido a que se alcanza al ser limitada la velocidad a la cual el reactivo puede llegar a
la superficie del electrodo por un proceso de transporte de masa. Las corrientes límite son, generalmente,
directamente proporcionales a la concentración de reactante. Por tanto se puede escribir:

61
Análisis Instrumental Módulo Analítico

il = k.cA

Donde CA es la concentración del analito y k es una constante. La voltamperometría de barrido li-


neal cuantitativa se basa en esta relación. El potencial al cual la intensidad de corriente es igual a la mitad de la
corriente límite se llama potencial de semionda y se representa por el símbolo E1/2 . Después de corregir el
potencial de semionda con el potencial del electrodo de
referencia (0,242 V para un electrodo de calomelanos
saturado) queda muy relacionado con el potencial estándar
de la semirreacción, pero normalmente no es idéntico a
esta constante. Los potenciales de semionda son a veces
útiles para la identificación de los componentes de una
disolución.
Con el objetivo de obtener rápidamente corrien-
tes límites reproducibles, es necesario (1) que la disolución
o el microelectrodo estén en movimiento continuo y
reproducible o (2) que se utilice un electrodo de gotas, tal
como el electrodo de gotas de mercurio. La voltampero-
metría de barrido lineal en la cual la disolución o el elec-
trodo se mantienen en movimiento se llama voltampero-
metría hidrodinámica. La voltamperometría que emplea
un electrodo de gotas se llama polarografía.

Fig. 1.32: Voltamperograma de barrido lineal de la reducción de


una especia hipotética A para dar un producto P.

1.9.3. Voltamperometría hidrodinámica


1.9.3.1. Perfiles de concentración para electrodos planos en disoluciones no agitadas

Durante una electrólisis, el reactante es transportado a la superficie del electrodo mediante tres me-
canismos: migración bajo la influencia de un campo eléctrico, convección como resultado de la agitación o
vibración y difusión debido a diferencias de concentración entre la capa de líquido en contacto con la superfi-
cie del electrodo y el seno de la disolución. En voltamperometría, todos los esfuerzos tienden a minimizar el
efecto de la migración introduciendo un exceso de un electrólito inactivo. Cuando la concentración de elec-
trólito soporte excede la del analito en 50 o 100 veces, la fracción de corriente total transportada por el analito
se aproxima a cero. Como resultado, la velocidad de migración del analito hacia el electrodo de carga opuesta
es prácticamente independiente del potencial aplicado.
Cuando se aplica un potencial a un electrodo plano en ausencia de convección, esto es, en una diso-
lución sin agitación. En estas condiciones el transporte de masas del analito hacia la superficie del electrodo
tiene lugar sólo por difusión.
No es práctico obtener corrientes límites con electrodos planos en disoluciones no agitadas porque
las intensidades de corriente disminuyen continuamente con el tiempo como consecuencia de que las pen-
dientes de los perfiles de concentración se hacen menores.

1.9.3.2. Perfiles de concentración para microelectrodos en disoluciones agitadas

Para entender el efecto de la agitación, es necesario representar los modelos de flujo de líquido en
una disolución agitada que contiene un pequeño electrodo plano. Como se muestra en la Figura 1.33, se pue-
den identificar tres tipos de flujo. (1) Flujo turbulento, en el que el movimiento del líquido no tiene un mode-
lo regular, este flujo tiene lugar en el seno de la disolución lejos del electrodo. (2) A medida que la superficie
está más cerca, tiene lugar una transición a un flujo laminar. En el flujo laminar, las capas de líquido se desli-
zan unas respecto a otras en una dirección paralela a la superficie del electrodo. (3) A δ cm de la superficie del
electrodo, la velocidad del flujo laminar se aproxima a cero como resultado de la fricción entre el líquido y el
electrodo, dando lugar a una capa delgada de disolución estancada llamada capa de difusión de Nernst. Es
sólo en la capa estancada de difusión de Nernst donde la concentración de reactante y producto varían en
función de la distancia a la superficie del electrodo. Es decir, a través de las regiones de flujo laminar y turbu-
lento, la convección mantiene la concentración de A en su valor inicial y la concentración de P en un nivel de
casi desaparición.

62
Análisis Instrumental Módulo Analítico

La Figura 1.34 muestra dos grupos de per-


files de concentración uno para A y otro para P a
los tres potenciales que se indican como X, Y y Z.
En la Figura 1.34a, la disolución se divide en dos
regiones. Una representa el seno de la disolución y
se compone de las dos regiones de flujo turbulento
y flujo laminar que se muestran en la Figura 1.33,
donde el transporte de masa tiene lugar por con-
vección mecánica producida por el agitador. La
concentración de A en esta región es cA mientras
que cP es prácticamente cero. La segunda región es
la capa de difusión de Nernst, que está inmediata-
mente adyacente a la superficie del electrodo y
tiene un espesor de δ cm. Normalmente, δ oscila
entre 10-2 y 10-3 cm, dependiendo de la eficacia de
Fig. 1.33: Modelos de flujo en la superficie de un microelectro-
la agitación y de la viscosidad del líquido. En la
do en una disolución agitada. capa estática de difusión, el transporte de masa
tiene lugar sólo por difusión, igual que en el caso de
una disolución sin agitación. Sin embargo, si se agita la disolución, la difusión se limita a una capa estrecha de
líquido, que no puede ampliarse hacia la disolución ni con el transcurso del tiempo. Como consecuencia, muy
poco después de aplicar un potencial, aparecen intensidades de corriente constantes controladas por difusión.
Como se muestra en la Figura 1.34, al potencial X, la concentración de A en el equilibrio en la super-
ficie del electrodo se ha reducido hasta un 80 por 100 de su valor inicial mientras que la concentración de P
en el equilibrio ha aumentado en una cantidad equivalente; esto es, cPº=cA – cAº. Al potencial Y, que es el
potencial de semionda, las concentraciones en equilibrio de las dos especies en la superficie son aproximada-
mente las mismas e iguales a cA/2. Finalmente, al potencial Z e inferiores, la concentración de A en la super-
ficie se aproxima a cero, mientras que la de P se aproxima a la concentración original de A, cA. Por tanto, a
potenciales más negativos que Z, prácticamente todos los iones A que entran en la capa superficial se reducen
instantáneamente a P. Tal como se muestra en la Figura 1.34b, a potenciales mayores en valor absoluto que Z
la concentración de P en la capa superficial permanece constante en cPº = cA debido a la difusión de P hacia la
región agitada.

Fig. 1.34: Perfiles de concentración en una interfase electrodo/disolución durante la electrólisis A + ne- l P de una disolución agitada
de A.

1.9.3.3. Voltamperogramas para mezclas de reactantes

Normalmente, los reactantes de una mezcla se comportan in-


dependientemente en un microelectrodo; por tanto, el voltamperograma
de una mezcla es simplemente la suma de las ondas de los componentes
individuales. La Figura 1.34 muestra los voltamperogramas de un par de
mezclas de dos componentes. Los potenciales de semionda de los dos
reactantes difieren en unos 0,1 Ven la curva A y en unos 0,2 V en la
curva B. Obsérvese que un solo voltamperograma puede permitir la
determinación cuantitativa de dos o más especies siempre que haya
suficiente diferencia entre los potenciales de semionda sucesivos para
permitir la evaluación de las corrientes de difusión individuales. Gene-
ralmente, se necesitan de 0,1 a 0,2 V si la especie más fácilmente reduci-
ble experimenta una reducción de dos electrones; un mínimo de 0,3 V
Fig. 1.34: Voltamperogramas de mezclas
de dos compuestos. Los potenciales de
semionda difiere en 0.1 V en la curva A,
y en 0.2 V en la curva B. 63
Análisis Instrumental Módulo Analítico

se necesitan si la primera reducción es un proceso de un electrón.

1.9.3.4. Ondas de oxígeno

El oxígeno disuelto se reduce fácilmente en un microelectrodo. Así, como se muestra en la Figura


1.35, una disolución acuosa saturada de aire
presenta dos ondas inconfundibles atribuibles a
este elemento. La primera resulta de la reducción
del oxígeno a peróxido de hidrógeno. La segunda
corresponde a la posterior reducción del peróxi-
do de hidrógeno.
Tal como cabría esperar de considera-
ciones estequiométricas, las dos ondas tienen la
misma altura. Las medidas voltamperométricas
ofrecen un método adecuado y ampliamente
utilizado para la determinación de oxígeno di-
suelto en disoluciones. Sin embargo, la presencia
de oxígeno a menudo interfiere en la determina-
ción exacta de otras especies. Por tanto, la elimi-
nación del oxígeno es generalmente la primera
etapa en los procedimientos voltamperométricos.
La desaireación de la disolución durante varios
minutos con un gas inerte (purga) permite esta
eliminación; se hace pasar sobre la superficie una
Fig. 1.35: Voltamperograma de la reducción de oxígeno de una corriente del mismo gas, normalmente nitrógeno,
disolución 0.1M de KCl saturada de aire. La curva inferior corres- durante el análisis, para evitar la reabsorción del
ponde a una disolución 0.12M de KCl libre de oxígeno. oxígeno.

1.9.4. Polarografía

La polarografía fue el primer tipo de voltamperometría descubierto y utilizado. Difiere de la voltam-


perometría hidrodinámica en dos aspectos. En primer lugar, se elimina la convección y en segundo lugar, se
utiliza un electrodo de gotas de mercurio como electrodo de trabajo. Una consecuencia de la primera diferen-
cia es que las intensidades límites polarográficas están controladas sólo por difusión en vez de por difusión y
convección. Debido a que la convección está ausente, las corrientes límite polarográficas son generalmente
uno o más órdenes de magnitud menores que las corrientes límite hidrodinámicas.

1.9.4.1. Polarografía de barrido lineal

Los primeros métodos polarográficos se basaban en medir la intensidad de corriente en función del
potencial aplicado a un electrodo de gotas de mercurio. En la mayor parte de los experimentos, elelectrodo de
gotas se unía al terminal negativo de una fuente de corriente continua, y el potencial de esta fuente se aumen-
taba de manera lineal hasta que la corriente crecía exponencialmente como consecuencia de la reducción del
disolvente o del electrólito soporte.

1.9.4.2. Corrientes polarográficas

La intensidad de corriente en una celda que contiene un electrodo de gotas experimenta fluctuacio-
nes periódicas que corresponden en frecuencia a la velocidad de goteo. Cuando una gota se desprende del
capilar, la intensidad de corriente cae a cero; entonces aumenta rápidamente cuando el área del electrodo
crece debido a la mayor superficie hacia la que la difusión puede tener lugar. La corriente promedio es la
hipotética corriente constante, la cual en el tiempo de gota t produciría la misma cantidad de carga que pro-
duce la corriente fluctuante durante el mismo período.
Para determinar esta corriente promedio, es necesario reducir las grandes fluctuaciones en la corriente con un
filtro de paso bajo o muestreando la corriente cerca del final de cada gota, donde la variación de la corriente
con el tiempo es relativamente pequeña. El filtro de paso bajo limita las oscilaciones a una magnitud razona-
ble y la corriente promedio (o, alternativamente, la corriente máxima) se determina entonces fácilmente,
siempre que el tiempo de goteo t sea reproducible.

64
Análisis Instrumental Módulo Analítico

1.9.4.3. Corriente de difusión en los electrodos de gotas

En la deducción de una ecuación para las corrientes de difusión polarográficas, es necesario tener en
cuenta la velocidad de crecimiento del electrodo esférico, que está relacionada con el tiempo de gota en se-
gundos t, la velocidad de flujo de mercurio a través del capilar m en mg/s y el coeficiente de difusión del
analito D en cmvs. Estas variables se tienen en cuenta en la ecuación de Ilkovic:

Donde (id)máx es la corriente máxima en microamperios, y c es la concentración del analito en mili-


moles por litro. Para obtener una expresión para la corriente promedio en vez de la máxima, la constante en
la ecuación anterior debe ser 607 en vez de 706. Esto es,

Obsérvese que tanto la corriente promedio como la máxima se pueden utilizar en polarografía cuan-
titativa. El producto m2/3t 1/6 en la ecuación de Ilkovic, llamado constante del capilar, describe la influencia de
las características del electrodo de gotas en la corriente de difusión; tanto m como t se evalúan con facilidad
experimentalmente y es por tanto posible comparar las corrientes de difusión de diferentes capilares.

1.9.4.4. Corrientes residuales

Esta intensidad de corriente tiene dos componentes. El primero corresponde a la reducción de tra-
zas de impurezas que están siempre inevitablemente presentes en la disolución del blanco e incluye la contri-
bución de pequeñas cantidades de oxígeno disuelto, de iones de metales pesados del agua destilada y de las
impurezas presentes en la sal utilizada como electrólito soporte.
El segundo componente de la corriente residual es la llamada corriente de carga o capacitiva que re-
sulta del flujo de electrones que carga las gotas de mercurio con respecto a la disolución; esta corriente puede
ser tanto negativa como positiva. A potenciales más negativos que aproximadamente -0,4 V, el exceso de
electrones de la fuente de corriente continua proporcionan a la superficie de cada gota una carga negativa y
este exceso de electrones desaparece con la gota cuando ésta cae. Debido a que cada nueva gota se carga
cuando se forma, resulta una pequeña pero continua intensidad de corriente. A potenciales menos negativos
que aproximadamente -0,4 V, el mercurio tiende a ser positivo con respecto a la disolución; de manera que
cuando se forma cada gota, los electrones son repelidos de la superficie hacia el seno del mercurio producien-
do una intensidad de corriente negativa. A aproximadamente -0,4 V, la superficie del mercurio no está carga-
da y la corriente de carga es cero. La corriente de carga es un tipo de corriente no faradaica (véase Apartado
22 A-3) en el sentido de que la carga es transportada a través de la interfase electrodo/disolución sin que le
acompañe un proceso de oxidación/reducción.
Finalmente, la exactitud y sensibilidad del método polarográfico dependen de la magnitud de la co-
rriente residual no faradaica y de la exactitud con la que una corrección de este efecto pueda determinarse.

1.9.4.5. Ventajas del electrodo de gotas de Hg

1. Elevado sobrepotencial para la reducción de H+ (alto límite negativo). Entonces se pueden depo-
sitar iones Zn y Cd desde soluciones ácidas.

2. Nueva superficie metálica se genera continuamente (se evita comportamiento irregular debido a
adsorción de impurezas)

1.9.4.6. Desventajas del electrodo de gotas de Hg

1. Facilidad de oxidación del Hg entonces limita su uso como ánodo. A potenciales mayores de +0.4
V se forma Hg(I). En presencia de especies que formen precipitados o complejos con el Hg(I) el po-
tencial disminuye, por Ej. con Cl− se forma Hg2Cl2(s) a 0 V.

2. Corriente residual limita la sensibilidad a 10-5 M (aunque se puede mejorar en dos órdenes de
magnitud).

65
Análisis Instrumental Módulo Analítico

3. De uso incómodo (se atasca) y el Hg es tóxico.

1.9.5. Métodos polarográficos y voltamperométricos de impulso


En los años sesenta, la polarografía de barrido lineal dejó de ser una herramienta analítica importante
en la mayoría de los laboratorios. La razón del descenso en el uso de esta técnica, en otro tiempo popular, no
fue sólo la aparición de diversos métodos espectroscópicos más adecuados, sino también los inconvenientes
inherentes al método, entre ellos la lentitud, la utilización de instrumentos poco adecuados y, sobre todo, los
deficientes límites de detección. Estas limitaciones se han superado con creces con métodos de impulsos y
con el desarrollo de electrodos. Se tratarán las dos técnicas de impulsos más importantes, la polarografía
diferencial de impulsos y la polarografia de onda cuadrada. Ambos métodos se han aplicado también con
electrodos diferentes del electrodo de gotas de mercurio, en tales casos los procedimientos se llaman voltam-
perometría diferencial de impulsos y de onda cuadrada. La idea detrás de todos los métodos polarográficos de
impulsos es medir la intensidad en el momento en el que la diferencia entre la curva faradaica deseada y la
corriente de carga que interfiere sea grande.

1.9.5.1. Polarografía diferencial de impulsos

La altura del pico es proporcional a la concentración y el potencial es similar al potencial estándar de


la semireacción. Se obtiene mayor resolución, se observan picos con diferencias de máximo de 0.05 V (en
barrido lineal 0.2 V de diferencia). Mayor sensibilidad: 10-7 a 10-8 M (en barrido lineal 10-5 M).
La mayor sensibilidad se debe al aumento de la corriente Faradaica y a la Disminución de la corrien-
te no Faradaica, ya que cuando se forma la gota aumenta la corriente no Faradaica que luego decae a cero
cerca de la vida final de la gota, midiendo la corriente en ese momento se reduce la corriente no residual.

1.9.5.2. Polarografía de onda cuadrada

La polarografía de onda cuadrada es un tipo de polarografía de impulsos que ofrece la ventaja de una
gran velocidad y una elevada sensibilidad. Un voltamperograma completo se obtiene en menos de 10 ms. Con
un electrodo de gotas de mercurio, el barrido se lleva a cabo durante los últimos milisegundos de la vida de
una única gota, cuando la intensidad de corriente de carga es esencialmente constante. La voltamperometría
de onda cuadrada también ha sido utilizada con electrodos de mercurio de gota colgante y en detectores cro-
matográficos.
En una reacción de reducción reversible, el tamaño de un impulso es suficientemente elevado como
para que tenga lugar la oxidación del producto formado en el impulso directo, durante el impulso inverso. El
impulso directo produce una corriente catódica i, mientras que el impulso inverso da una corriente anódica i2.
Normalmente se representa la diferencia entre estas corrientes Δi para dar los voltamperogramas. Esta dife-
rencia es directamente proporcional a la concentración, y el potencial del pico corresponde al potencial de
semionda polarográfico. Debido a la velocidad de la medida, es posible y también práctico aumentar la preci-
sión del análisis haciendo un promediado de los datos de varios barridos voltamperométricos.

1.9.6. Métodos de redisolución

Los métodos de redisolución engloban una variedad de procedimientos electroquímicos que tienen
una etapa inicial característica común. En todos estos procedimientos, primero se deposita el analito sobre un
microelectrodo, normalmente desde una disolución agitada. Después de un tiempo perfectamente medido, se
para la electrólisis y la agitación, y el analito depositado se determina por uno de los procedimientos voltam-
perométricos que se han descrito en la sección previa. Durante esta segunda etapa del análisis, el analito de-
positado en el microelectrodo se redisuelve; lo que da nombre a estos métodos. En los métodos de redisolu-
ción anódica, el microelectrodo se comporta como un cátodo durante la etapa de deposición y como un áno-
do durante la etapa de redisolución en la que el analito se reoxida volviendo a su estado original. En un méto-
do de redisolución catódica, el microelectrodo se comporta como un ánodo durante la etapa de deposición y
como un cátodo durante la redisolución. La etapa de deposición equivale a una preconcentración electroquí-
mica del analito; esto es, la concentración del analito en la superficie del microelectrodo es mucho mayor que
en el seno de la disolución. Como resultado de la etapa de preconcentración, los métodos de redisolución
presentan los límites de detección más bajos de todos los procedimientos voltamperométricos.

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