Está en la página 1de 10

IglesIa VIVa

Nº 280 octubre-diciembre 2019


pp. 77-86
© Asociación Iglesia Viva
ISSN. 0210-1114

Algunas vírgenes
nos han sobresaltado
A DEBATE

Montserrat Escribano. Consejo de Iglesia Viva. Valencia.

ivimos tiempos interesantes. En algunos números ante-

V riores esta revista reflexionaba sobre el modo actual de


describir nuestra condición humana. Me refiero al térmi-
no «aceleracionismo» que alude a cómo concebimos el pre-
sente. Así, la velocidad, la flexibilidad y la vertiginosidad del
día a día hacen que nuestra percepción de lo temporal se haya
transformado. La aceleración marca nuestras experiencias
vitales, imprime nuevos valores y hace que deseemos conti-
nuamente ganar tiempo para consumir y poseer nuevas expe-
riencias. Esta imposición de la temporalidad somete ahora
cualquier cambio social.
Pero los cambios sociales, los modos de consumo, las
estructuras económicas o las instituciones políticas no suce-
den al margen de nuestra condición espiritual. Al contrario de
lo que a veces consideramos, la condición espiritual y, si se da,
también la religiosa, incide sobre los cambios culturales. Al
mismo tiempo, lo que consideramos como trascendencia, mis-
terio, sagrado e incluso el propio deseo que mueve las bús-
quedas personales se ven también afectadas por estos modos
acelerados de vivir. Entonces, la teología, como conocimiento
reflexivo acerca de la realidad donde Dios se revela, debe

77
A DEBATE Algunas vírgenes nos han sobresaltado

deliberar acerca de estos cambios, ver ret de aquella otra historia mariológica
cómo afectan a nuestras creencias y que se ha ido colmatando a lo largo del
discernir los efectos que provocan. tiempo en torno a su figura. Me gusta
Dentro del entramado teológico, la la imagen de colmatar porque, a modo
mariología es una disciplina que, aun- de sedimentos, alrededor de la figura
que no siempre tuvo el reconocimiento mariana se han depositado elementos
académico necesario, puede ahora venidos de la religiosidad popular, de
generar diversas reflexiones críticas, las devociones, de las procesiones, de
señalar y también orientar buena parte los santuarios. A estos se añaden múlti-
de nuestras búsquedas espirituales ples expresiones artísticas creadas a lo
cotidianas. En estas páginas de Debate largo del tiempo por cada cultura.
apunto algunas de las posibilidades Aún sabiendo que no se puede tra-
que las teologías mariológicas podrían zar una fina línea divisoria entre ambas
ofrecernos. En tiempos de aceleración, realidades, tendríamos que ser capaces
de fundamentalismo religioso, de de distanciar a la María de Nazaret que
hipersexualización y de exposición presentan los textos evangélicos, de
visual de nuestra intimidad, María de aquella otra construcción que hemos
Nazaret tiene aún la virtualidad de ido atesorando histórica y culturalmen-
sobresaltarnos como hicieron aquellas te. Cada una presenta tanto posibilida-
mujeres en la mañana de la Pascua1. des de enorme valor como cuestiones
desconcertantes y poliédricas con sig-
María, una virgen heredada nificados difíciles de acometer. Sin
embargo, ni las posibilidades que ofre-
Un lugar posible desde el que iniciar cen ni las dificultades que muestran
el debate actual podría discurrir en pueden ser aplazadas, pues brotan
torno a la figura y significados de María desde lo hondo de nuestra condición
de Nazaret para rastrear la influencia humana e inciden en cómo somos un
que ejerció en el desarrollo de la iden- cuerpo eclesial. Por ello, es crucial ela-
tidad y en la subjetividad humana a lo borar una teología sobre María, una
largo de la historia. La presencia maria- mariología, que tenga en consideración
na en las mujeres creyentes ha sido las múltiples perspectivas que abre
responsable de buena parte del imagi- para la vida de cualquier creyente y
nario simbólico que configuró los mar- que no eluda los aprietos a los que se
cos de inteligibilidad en los que se enfrenta2.
desarrolló su vida. Conviene distinguir El objetivo al que cualquier discipli-
entre la información que aporta el Tes- na teológica apunta, en último término,
tamento cristiano sobre María de Naza-
2 Montserrat Escribano Cárcel (2019) María de
1 Lucas 24, 22-23: “Es verdad que algunas mujeres Nazaret y el papel de las mujeres en la iglesia de
de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues hoy. Hacia una mariología crítica, en Cristòfol-A.
yendo de madrugada al sepulcro, y al no Trepat i Carbonell (coord.) ¿És Maria de Nazaret,
encontrar su cuerpo, vinieron diciendo que encara avui, un model per a la dona en l’església?
habían visto una aparición de ángeles, que les Scriptorium Populeti 28, Poblet. Barcelona, TGA,
dijeron que él está vivo”. pp. 39-74.

78 IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86


A DEBATE Monserrat Escribano

es aproximarnos al Dios trinitario y dar a la vida de la Iglesia desde sus inicios.


cuenta de la razonabilidad de nuestra En ella, esta «María privilegiada» se
dinámica de fe. De este modo, el deba- comparaba con Jesucristo y, por tanto,
te teológico en torno a la figura de se situaba por encima del resto de los
María debe situarse, a mi parecer, en el humanos. Parecía que Dios, siguiendo
ámbito del reconocimiento, de los un principio de conveniencia, la habría
derechos de las mujeres y de aquellos favorecido concediéndole, de modo
grupos que se sienten infravalorados o análogo, atribuciones semejantes a las
violentados tanto dentro como fuera de Jesucristo. Algunas de estas atribu-
de la Iglesia. Este debate, aunque cen- ciones fueron la de concebida sin peca-
trado en lo teológico y elaborado do, mediadora de todas las gracias,
desde claves antropológicas, ha de asunta al cielo o el título de correden-
referirse siempre a su dignidad en tora. La Iglesia pareció estimar que
cuanto criaturas y a los derechos huma- esta mujer judía, al ser madre, había
nos. Siendo esto así, considero que la pasado a ser poco menos que una
mariología actual debería ser una réplica del Salvador. La teóloga medie-
reflexión política que busque ser ética, valista Kari Børresen evidencia que, a lo
crítica y propositiva y, por lo tanto, largo de los primeros concilios de la
capaz de enfrentar la injusticia y trans- iglesia, se reforzó esta situación privile-
formar la realidad. Este proyecto teoló- giada elaborada fruto de una “gineco-
gico es una oportunidad para subvertir logía androcéntrica”3.
algunas comprensiones sobre la divini- Sin embargo, el que María haya sido
dad, la salvación y la corporalidad natu- «privilegiada» no es solo una categoría
ralizadas que atosigan a las mujeres y a teológica otorgada, sino un intento de
los grupos no normativos eclesialmen- divinización de su humanidad. Con ello,
te. Espero que la ambición de una se alejaba de la sobriedad y densidad
mariología política, a pesar de ser muy con que la presentan los textos bíbli-
vasta, no sea imposible. cos4. Al mismo tiempo, esta mujer dio
paso al surgimiento de nuevos mode-
Una María privilegiada y los religiosos, eclesiales y políticos que,
divinizada desde una según Tina Beattie, marcaron la esci-
ginecología androcéntrica sión entre el simbolismo mariano y la
experiencia simbólica de las mujeres
Durante el siglo XVII nació la mario- creyentes5.
logía como un tratado que se sumaba La presencia de nuevos modelos
al conjunto teológico existente. Esta religiosos implica siempre que el pen-
nueva disciplina presentaba a María, a
pesar de la diversidad de orientacio- 3 Kari Børresen (1983). María en la teología católica,
nes, lenguajes y atribuciones, como en Concilium, 8, pp. 258-272.
aquella que había recibido el favor total 4 Bruno Forte (1993). María, la mujer icono del
misterio. Ensayo de mariología simbólico-
de Dios. Se trataba de la cristalización narrativa. Salamanca, Sígueme.
de una idea compleja que acompañaba 5 Tina Beattie (2002). God’s Mother, Eve’s Advocate.
Nueva York, Continuum.

IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86 79


A DEBATE Algunas vírgenes nos han sobresaltado

samiento teológico, las creencias reli- Hegemonía religiosa, una María


giosas y las prácticas creyentes sufran naturalizada y sumisa
variaciones. En el caso de María, estos
nuevos modelos religiosos permitieron María fue propuesta como modelo
que, a lo largo de la historia, se interna- de corporalidad femenina católica pero
lizaran corporalmente y se naturaliza- también como símbolo cultural y reli-
ran social y religiosamente determina- gioso. Su presencia ha sido fundamen-
das concepciones de género atribuidas tal en la transmisión de la fe y en la
al sexo femenino. Uno de los resulta- construcción del cuerpo eclesial. Si
dos de esta ginecología androcéntrica recurrimos a un término utilizado por
fue la asunción de roles generizados Antonio Gramsci, podríamos hablar de
ligados a los cuidados, a la protección que una cierta ideología mariana ha
o a la acogida. A ellos se unieron tam- servido de «hegemonía»6. En este caso
bién algunos valores que reforzaron fue una «hegemonía religiosa» que se
otros previos heredados de la cultura impuso a través del desarrollo de unas
grecolatina y que, modelaron, final- determinadas comprensiones marioló-
mente, las expectativas de lo que debía gicas que orientaron las epistemolo-
ser una «mujer católica». De ellas se gías de la fe y de la moral. Esta hege-
esperaba el recato, la moderación, el monía marcó –de un modo más acusa-
silencio, la abnegación, la renuncia y do en las culturas mediterráneas y en
una total aceptación de las necesida- América Latina– una política de la
des y deseos ajenos. belleza y una comprensión de la femini-
Los valores, como sabemos, se inscri- dad naturalizada y propensa a la sumi-
ben en los cuerpos y engendran siem- sión.
pre hábitos y modos de comportamien- Según Gramsci, la hegemonía se
to social. María, desde esta concepción acompaña siempre de cierto poder
androcéntrica, se presentó como tipo, coercitivo. En el caso de la iglesia cató-
icono o figura femenina, pero subordi- lica esta imposición se percibió en los
nada siempre a lo masculino, a Cristo. efectos políticos, culturales y religiosos
María privilegiada y divinizada fue así un que trazaron el modo de construir las
modelo imposible para las mujeres, relaciones sociales entre hombres y
pero una construcción conveniente mujeres; en las formas de concebir
reforzó los privilegios masculinos. De cómo debía ser la Iglesia, la sacramen-
ahí que, a las creyentes que tuvieron a talidad, e incluso en los modos de sal-
María como referente y modelo religio- vación para cada uno de los sexos. Una
so, se les señaló como valor el que guar- de las consecuencias más destacables
daran su virginidad biológica, que se fue que sobre las mujeres se impuso
volcaran sin límite en sus maternidades siempre un férreo control limitante a
y que cumplieran con sus obligaciones
conyugales como esposas, elaboradas 6 Antonio Gramsci (1974) Selections from the
Prison Notebooks, Nueva York, citado en
éstas casi siempre a partir de las fanta- Mark Taylor (1994) Sobre monstruos y danzas.
sías sexuales de los varones. Masculinidad, supremacía blanca y práctica
eclesial, en Concilium 252, pp. 283-285.

80 IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86


A DEBATE Monserrat Escribano

través de códigos de pureza, de decen- El Fundamentalismo religioso


cia y de recato vehiculados mediante la pone en riesgo los derechos
defensa del matrimonio y la natalidad humanos de las mujeres
y, a partir del siglo XX, también ligados
al concepto de familia heterosexual. Cada uno de los términos anterio-
El debate en estos momentos debe- res: familia, virginidad o cuerpos sexua-
ría ayudar a esclarecer esta hegemonía dos, acompañan la vida biológica y
impuesta, así como a clarificar los efec- espiritual de cualquier mujer en este
tos que alcanzan en las conciencias y en planeta, sea creyente o no. Con fre-
los cuerpos de tantas mujeres. Las cuencia, la responsabilidad en la toma
mayores dificultades son que muchas de decisiones bascula del lado de estas
de ellas se sienten poco menos que y, a menudo, se torna en situaciones
aprisionadas entre las ideas de virgini- discriminatorias que precarizan sus
dad y de sexualidad; a la hora de tomar vidas o bien las empuja a situaciones
decisiones acerca de los embarazos de cronificación de sus pobrezas.
deseados o no deseados o al decidir La Iglesia debe sentirse vocacionada
sobre los métodos de regulación de la a atender, acompañar y denunciar las
fertilidad. Junto a estas dificultades situaciones en las que los derechos
orbitan también términos complejos humanos se debilitan. La postura ecle-
como son matrimonio, familia, materni- sial, cuando interviene públicamente
dad, derechos sexuales y reproducti- en organismos internacionales, como la
vos, que, con urgencia, necesitan ser Unión Europea o la ONU, no puede
resignificados. Kari Børresen expresa- continuar siendo ambigua o estar ali-
ba esta situación de este modo: neada con grupos de poder que inclu-
Los datos androcéntricos de los yen en su agenda el debilitamiento de
grandes concilios ecuménicos ya no derechos adquiridos de las mujeres8.
son utilizables para verbalizar nues- En estos momentos parece que el
tra fe en la Trinidad y en la encarna- debate principal se centra en el acceso
ción del Hijo de Dios. Cuando la pre- de las mujeres al diaconado y al voto
eminencia de lo divino no se exprese en los Sínodos. Sin duda, son cuestio-
mediante metáforas masculinas, y la nes cruciales, pero no podemos perder
dependencia de lo humano no sea de vista el modo de proceder de la
ilustrada mediante la subordinación Santa Sede en los foros internaciona-
femenina, los atributos eclesiotípicos
les. Ambos –el eclesial y los espacios
desaparecerán a su vez. De ese modo,
el sexo histórico de Jesús perderá la políticos internacionales– son lugares
significación androcéntrica que tenía donde debemos reclamar que la iglesia
en la tipología de los Padres de la Igle- católica muestre con contundencia no
sia. La figura de María dejará de ser ya una sensibilidad hacia las mujeres a
una construcción patriarcal: virgen,
8 Observatorio sobre la universalidad de los
esposa y madre asociada al hombre7. derechos (2017) Informe sobre tendencias
en derechos humanos. Derechos en riesgo,
7 Kary Børresen (1983) María en la teología católica, Association for Women’s Rights in Development
en Concilium 188, p. 271. (AWID), Toronto y Ciudad de México, pp. 12-23.

IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86 81


A DEBATE Algunas vírgenes nos han sobresaltado

través de la retórica de la complemen- material devocional que refuerza la


tariedad, de la defensa pro-vida o de idea de María como modelo femenino
posiciones regresivas sobre la familia, conveniente, aunque inalcanzable. Este
sino su búsqueda de la justicia y del material devocional expone, reproduce
derecho como ejercicios de la compa- y refuerza una antropología heredada
sión liberadora de Cristo. en la que la corporalidad, la sexualidad
La propuesta de una mariología fun- o el deseo han sido silenciados e igno-
damental podría ser uno de los ámbi- rados.
tos académicos reflexivos para abordar Es cierto que los textos bíblicos
teológicamente estas cuestiones. Este muestran poco sobre la interioridad de
modo teológico-pastoral necesita una María de Nazaret. Un ejemplo es el
hermenéutica crítica que considere la evangelio de Lucas donde apenas se
perspectiva de género e incluya episte- apuntan algunas luces: “Su madre lo
mologías interseccionales. Es decir, guardaba todo en su interior” (Lc 2,
esta hermenéutica mariológica debería 51b), “En cuanto a ti, una espada te
tener en cuenta la situación geográfica, atravesará” (Lc 2, 35). Sin embargo, la
la sexualidad, la racialización de los antropología teológica recurrió a estos
cuerpos, la agencia económica o tam- textos para legitimar la idea de pasivi-
bién el acceso a la formación superior dad y de valores como la invisibiliza-
ya que la diversidad que presentan las ción, el recato o la sumisión recomen-
mujeres es muy rica. Al mismo tiempo, dada a las mujeres, al tiempo que pre-
debería incluir una metodología inter- servaba el cuerpo masculino como
disciplinar, es decir, atender a perspec- único legítimo para representar el dolor
tivas, lenguajes y metodologías de dis- de Cristo.
ciplinas distintas. La interdisciplinarie- En todo esto hubo un punto de
dad ampliaría los horizontes previos y, inflexión y fue la celebración del conci-
a la vez, también sería una oportunidad lio ecuménico Vaticano II. En él se resi-
para proponer los conocimientos teoló- tuó la mariología que, a partir de ese
gicos en otros ámbitos académicos que momento formaría parte de la eclesio-
ayuden a orientar el sentido de la con- logía. Uno de los objetivos fue reorien-
dición humana. tar el culto y la devoción mariana hacia
su única finalidad que es el Dios trinita-
María una mujer expuesta, pero rio. Por ello, la Constitución dogmática
sin cuerpo, sin deseo y sin sexo Lumen Gentium, en su capítulo VIII,
subrayaba que María ya no debía ser
En estos momentos, la iglesia católi- presentada como una diosa, sino como
ca no dispone de una atención pastoral aquella que encarnaba el modelo de
amplia y diversa con la que acompañar discipulado para toda la iglesia9. Sin
ni a las mujeres ni a los grupos infrare- embargo, a pesar de los grandes cam-
conocidos en sus distintos procesos bios teológicos que supuso el Vaticano
biológicos, psicosociales y espirituales. II, María se resituó teológicamente y se
Por el contrario, sí existe en las parro-
quias y librerías religiosas abundante 9 Lumen Gentium. Constitución dogmática
aprobada el 21 de noviembre de 1964.

82 IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86


A DEBATE Monserrat Escribano

reorientó su culto, pero no se resignifi- ejercida por aquella María heredada y


có. elaborada a partir de patrones sexistas,
La mariología conciliar, que debía coloniales y raciales. Por ejemplo,
haber desarrollado nuevas comprensio- durante el pontificado de Pablo VI se
nes del discipulado para las mujeres a revisaron los cultos, las liturgias y los
partir del siglo XX, siguió estando en elementos devocionales marianos,
lugar de emancipada poco menos que pero no se modificaron los marcos de
paralizada. El papado de Juan Pablo II inteligibilidad. Eso supuso que los mar-
y de Benedicto XVI continuó con la cos y las interpretaciones acerca de la
política eclesial de representar a las corporalidad, la subjetividad o el deseo
mujeres como complementarias y de de las mujeres creyentes no sufrieron
reforzar la idea de familia. Esto dificul- apenas cambios significativos. El cuer-
tó la posibilidad de desplegar modelos po eclesial continuaría produciendo
críticos de discipulado y de seguimien- significados sobre la feminidad que
to femeninos. La imagen de María, justificaron la asimetría sostenida.
como señaló Karl Rahner, continuaba Resignificar, supondría hoy pensar críti-
así sujeta a las concepciones culturales camente, por ejemplo, el acceso al
e históricas de cada momento. Tam- ministerio, el ejercicio de voto en los
bién Kari Børresen lo expresaba de sínodos o su plena integración en el
este modo: colegio cardenalicio.
Tengo la impresión de que las Ampliar el debate es responder
divergencias sobre María están más también por qué si la centralidad maria-
bien determinadas por el contexto na ha sido tan nuclear en la iglesia cató-
sociocultural que por el confesional. lica su influencia apenas ha determina-
En esta perspectiva, parecen eviden- do la liturgia, la comprensión eclesial,
tes tanto la coincidencia entre mario- el derecho canónico o la propia cristo-
centrismo y debilidad económica de la logía. Parece que María ha sido objeto
sociedad como la relación entre devo- de la teología, pero no ha desarrollado
ción mariana y machismo. Sería un todavía su potencial creativo en ella.
tema de estudio importante lo que yo Una posibilidad quizá sería elaborar
llamo sociomariología, que, sin duda,
una hermenéutica crítica que ahondara
desbordaría los límites de demarca-
en ella como discípula, como mujer
ción confesional10.
preñada de la palabra, capaz de inter-
Tras el concilio Vaticano II se señaló pelar, de escuchar y de fiarse de la
el espacio eclesial y devocional que divinidad. María de Nazaret es la mujer
debía ocupar y se intentó, en palabras del fiat, del Magnificat, de la cruz y de
de la teóloga Elisabeth A. Johnson, Pentecostés, y esto desborda siempre
liberar su memoria11. Al resituar la cualquier límite que pretenda fijarla
mariología dentro de la eclesiología se exclusivamente a su maternidad bioló-
cuestionaba la hegemonía religiosa gica (Mc 3, 31-35). Queda pues pen-
diente resignificar a María como intér-
10 Kari Børresen (1983) Ibid, p. 272.
11 Elizabeth A. Johnson (2005) Verdadera hermana
prete de la Palabra, pero a partir de su
nuestra. Teología de María en la comunión de los propia subjetividad y corporalidad.
santos. Barcelona, Herder.

IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86 83


A DEBATE Algunas vírgenes nos han sobresaltado

Algunas “vírgenes” de imágenes volcadas en Internet va-


nos han sobresaltado mos mostrando lo que sentimos y nos
sucede. Así entre imágenes, mensajes
Estas páginas de Debate comenza- cortos y rápidos, y lugares virtuales visi-
ban con una alusión al tiempo, condicio- tados que reclaman una atención cons-
nado por la aceleración y por el modo tante transcurre buena parte de nuestra
en que mostramos nuestra interioridad. vida. En este modo de vivir y de relacio-
En estos momentos, la casi total digitali- narnos donde se mezclan lo religioso y
zación de nuestra vida determina las re- lo secular se han dado algunos hechos
laciones y ofrece sus propias lógicas de relacionados con la representación ma-
rendimiento y de éxito. Como contras- riana que han sacudido la opinión pú-
te, una mariología fundamental puede blica provocando un cierto escándalo.
ayudarnos a redescubrir la interioridad. Me referiré para finalizar este debate
Términos como silenciamiento, oración a algunas de estas situaciones políticas
y contemplación vuelven ahora a ser in- en las que algunos rasgos profundos de
eludibles para vincular al sujeto consigo una espiritualidad, todavía significativa
mismo y no desconectar por completo y compartida, encuentran expresiones
de nuestra humanidad. La cotidianei- públicas que van más allá de los ámbi-
dad de nuestra vida es ahora extimidad tos exclusivos de lo religioso.
vivida en pantallas siempre conectadas La primera tuvo lugar en Moscú, en
que reclaman una atención constante12. la Iglesia del Salvador el 21 de febrero
Según Byung Chul Han nuestra per- de 2012. La formación rusa feminista
cepción está perdiendo capacidad de Pussy Riot representó Oración punk di-
demora, de atención concreta en algo rigida a María. En la catedral de la or-
y vivimos de un modo serial nuestro todoxia rusa y muy próxima al edificio
tiempo. Subraya también este filósofo del Kremlin el grupo cantó una oración,
que la sociedad es una narración, un re- compuesta a partir de las Vísperas de
lato. En ella, la memoria es un proceso Rachmaninoff, con la que denunciaba
dinámico en el que intervienen distin- la corrupción en la iglesia, ridiculizaba
tos niveles de tiempo13. el tren de vida del patriarca Kirill y su
La intimidad y la extimidad constitu- cercanía a las políticas del presidente
yen ahora la posibilidad donde elaborar Vladímir Putin. En la canción pedían a
nuestra identidad, personal, colectiva y María que se volviera feminista y a la
eclesial14. En este espacio, el lenguaje gente que se uniera para derrocar el
es mayoritariamente visual. A través régimen político. A grito de: “Virgen
María, llévate a Putin” las tres com-
12 Remedios Zafra (2010) Un cuarto propio ponentes del grupo fueron detenidas,
conectado. Ciberespacio y autogestión del yo. juzgadas y encarceladas. Parte de la
Madrid, Fórcola.
13 Byung-Chul Han (2014) Psicopolítica.
sociedad rusa percibió su intervención
Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. artística como una blasfemia y las tres
Barcelona, Herder, pp. 100-101. integrantes del grupo fueron conde-
14 Montserrat Escribano Cárcel (2018) Intimidad
humana: ciencias de la vida, neuroteología
nadas a once meses de cárcel por van-
fundamental y ciberfeminismo. Ex æquo 37, pp. dalismo y atentar contra la religión. Sin
95-109.

84 IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86


A DEBATE Monserrat Escribano

embargo, con su actuación, puesta en La actuación pública de las Pussy


escena, movimientos corporales y arre- Riot, la procesión del Santo Coño Insu-
glos musicales lograron, como señala miso o la infografía con que la asocia-
la teóloga Anne-Marie Korte, plantear ción valenciana Endavant animaba en
públicamente cuestiones teológicas de 2016 a participar en la manifestación en
gran calado. Las Pussy Riots consiguie- defensa de la libertad sexual y en apo-
ron despertar conciencias valiéndose yo de la comunidad LGTB han puesto
de la estética y de la simbología orto- en cuestión la sacralidad que represen-
doxa para criticar a un régimen político ta María. La asociación Endavant eligió
que sigue lógicas neoliberales. Con su una representación de la Virgen de los
oración punk denunciaron la falta de Desamparados besándose con la Vir-
protección de los derechos humanos, la gen de Montserrat y acompañada por
LGTBfobia o el desprecio al feminismo. el lema: “Contra las normas sagradas.
La actuación frente al iconostasio de la Quiere como quieras”. Estas interven-
Virgen María fue, según Korte, un acto ciones públicas fueron calificadas, por
de fe y un acto de parresia15. parte de las autoridades religiosas,
Otra actuación pública que podría como herejías, profanaciones o desa-
servirnos para el debate fue la “Proce- gravios. A estos actos hay que sumar
sión de la Archicofradía del Santísimo otros muchos que, en distintos lugares
Coño Insumiso y Santo Entierro de los del planeta se suceden y que tienen a
Derechos Sociolaborales” que tuvo lu- la figura de la Virgen María como cen-
gar el 1 de mayo de 2014 en Sevilla. tro. Uno de los últimos fue el del robo y
Fue una actuación en la que un grupo lanzamiento, por parte de un grupo de
de mujeres, algunas vestidas de man- varones, de las vírgenes indígenas a las
tilla y otras de nazarenas, portaron por aguas del río Tíber, en Roma, durante la
la ciudad una vulva de cartón en andas. celebración del Sínodo de la Amazonía.
Durante la manifestación se leyó un Cada una de estas actuaciones,
manifiesto que comenzaba: “Creo en hechos o respuestas religiosas y jurídi-
mi coño todopoderoso creador del cie- cas merecen un estudio teológico pro-
lo y de la tierra, creo en mi orgasmo, fundo y una disputa serena. Como he
mi única norma […]”. La Asociación de intentado trazar son muchas las cues-
Abogados Cristianos (AEAC) denunció tiones que abren y las dudas que plan-
esta actuación en los juzgados por con- tean. Hemos de escuchar las motivacio-
siderarla un ataque a lo símbolos de la nes y percepciones que acompañan
religión católica. Finalmente, el juez en cada una de estas exposiciones públi-
2019 las absolvió del delito de provo- cas. Lo religioso y lo sagrado han vuel-
cación a la discriminación, al odio y a to al espacio público para quedarse. Su
la violencia por motivos referentes a la presencia no es indiferente y provoca
religión. diversas contestaciones. En estos
momentos, las vírgenes siguen sobre-
saltándonos. Mueven conciencias, per-
15 Anne-Marie Korte (2014) Pussy Riot’s Punk
Prayer as a Case of/for Feminist Public Theology, sonales, colectivas y eclesiales, respon-
en Journal of the European Society of Women in didas de distintos modos.
Theological Research 22, pp. 31-53.

IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86 85


A DEBATE Algunas vírgenes nos han sobresaltado

El debate debería abrirse a la dimen- contestado. Atrás van quedando imá-


sión pública que tiene la representa- genes de una mujer callada e invisible
ción de la Virgen María. Su presencia, que soporta todo padecimiento. Es
reconocimiento y significados no son tiempo de desvelar estos procesos de
indiferentes para las mujeres ahora que construcción política que hicieron de
son tiempos de feminismos y de movi- ella mujer callada, inmóvil e invisible
lización contra las violencias padecidas. cuya función es soportar todo padeci-
La pensadora Remedios Zafra lo descri- miento. Estas nociones son percibidas
be de este modo: “Hacer público aque- como responsables de una determina-
llo que culturalmente nos enseña a da producción de violencia y legitima-
sentir íntimo e indecible mientras nos doras de sistemas opresivos para las
empequeñece y daña es una cuestión mujeres. Quizá de la reflexión conjunta
política. Porque la intimidad se alimen- entre la mariología fundamental y las
ta de cultura de dominación que se ciencias sociales nos permita apuntar
entrena para que las violencias e intimi- un proyecto de despatriarcalización
daciones avergüencen a quienes la social y eclesial; de descolonización
sufren y no a quienes las ejercen. Es cultural y cognitiva, y radicalmente
decir, para que la violencia sea pilar ecológico.
estructural de muchas intimidades.16” Aquella mujer joven de la que se
María de Nazaret, la maría represen- esperaba solo lo previsto interrumpió
tada, expuesta, contestada o arrojada el tiempo dado y fue el kairós de la
a las aguas del río que pasa cerca del divinidad. María de Nazaret con su san-
Estado Vaticano es ahora un espacio gre, leche, cuerpo y deseo fue encarna-
ción de lo imposible, de lo incómodo y
16 Remedios Zafra (2019) La imposibilidad de un de lo que desestabiliza. Su propuesta
mundo sin párpados. Ensayo sobre la intimidad vital sigue siendo hoy una invitación
conectada. Isegoría. Revista de Filosofía Moral y
Política 60, pp. 51-68.
para que sigamos sobresaltadas: ¡Hága-
se!

86 IglesIa VIVa, nº 280, octubre-diciembre 2019, pp. 77-86

También podría gustarte