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Jonás fue llamado al servicio, pero en vez de cumplir y obedecer, decidió huir de Dios.
Debemos servir al Señor de buena gana, con amor, buscando su gloria. Leamos lo que nos dice
(Deuteronomio 10:12)
- Nuestro Señor Jesucristo nos dio ejemplo de servicio (Mateo 20:28)
Un servicio genuino no puede separarse del amor. Podemos pasar por la rutina de servir a Dios, pero
si nuestros corazones no están involucrados, nos equivocamos. Primera Corintios 13 deja claro que,
a menos que nuestro servicio esté arraigado en el amor, no tiene sentido. El servir a Dios como
resultado de un deber u obligación, aparte del amor a Dios, no es lo que él desea. Más bien, servir a
Dios debe ser nuestra respuesta natural y llena de amor para Aquel que nos amó primero.
La desobediencia de Jonás casi le costó la vida a él y a los que estaban con él.
Desde el comienzo de la humanidad el hombre fue desobediente. el relato de Genesis nos enseña lo
que paso con el hombre cuando este desobedeció la voz de Dios y peco. La muerte entro al mundo,
fueron echados de su presencia, la tierra se corrompió completamente por causa de la maldad del
hombre, la tierra fue maldecida, y el juicio de Dios fue decretado para todos sus adversarios.
La única forma de ser obedientes, es que nuestro corazón sea cambiado y transformado por medio
de la obra de Dios en Cristo Jesús. El Señor promete darnos un nuevo corazón, también de
deshacer todas nuestras rebeliones, además de darnos un nuevo espíritu y escribir su ley en
nuestros corazones.
no debemos olvidar que cada decisión que tomemos traerá consecuencias para bien o para mal, que
afectarán a aquellos que nos rodean.
CUARTA LECCION: DEBEMOS ORAR A DIOS POR SU AYUDA (Jonás 2:1-2)
Nuevamente Dios ordena al profeta a que valla a Nínive y predique sobre el Juicio.
La mayoría de nosotros necesita una segunda oportunidad para hacer las cosas bien. Dios está más
que dispuesto a darnos esa oportunidad. Porque Él es rico en misericordia, amor y gracia (Efesios
2:4). Especialmente se complace en la misericordia: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y
olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita
en misericordia” (Miqueas 7:18).
Una de las historias más grandiosas jamás contada es del hijo que salió de su hogar con sus
bolsillos llenos del dinero que su padre había ganado con mucho esfuerzo. Como es de esperarse, el
joven lo perdió todo.
Leamos entonces (Lucas 15:11-20), sobre este hijo prodigo.
Si le hemos fallado a Dios y hemos sido desobedientes a su voz, solo debemos arrepentirnos de
todo corazón delante de Él y volver a la casa de nuestro Padre Celestial, Le aseguro querido
hermano que Dios no le echara fuera si venimos con un corazón contrito y humillado delante del
Señor.
SEXTA LECCION: DIOS QUIERE ENSEÑARNOS A QUE SEAMOS MISERICORDIOSOS COMO
LO ES EL. (Jonás 4:1-2)
El profeta Jonás estaba enojado con Dios porque sabía que los iba a perdonar a Nínive, si ellos se
arrepentían.
CONCLUSION