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DIARIO aula abierta aula


LATINO, abierta23
SÁBADO aula
DEabierta
AGOSTOaula abierta
DE 2008 aulaNº
abierta
29 aula abierta aula abierta aula abierta

aula abierta
SECCIÓN DEL SUPLEMENTO TRES MIL EN APOYO A LOS PROGRAMAS DE LENGUAJE Y LITERATURA DE EDUCACIÓN MEDIA DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN

Responsable: Vladimir Baíza


Amo a quien desea lo imposible...

El Romanticismo alemán: “La víspera de su último aniversario, el 27 de agosto de

Fausto 1831, en un picacho de Kickelhahn, Goethe visitó la ca-


baña donde solía albergarse con sus amigos durante las
largas jornadas de caza; en una pared reconoció una ins-
Edgar Alfaro Chaverri cripción escrita a lápiz cincuenta años atrás. Sus ojos se
PRIMER AÑO DE BACHILLERATO anegaron mientras repetía: “Espera un poco, también para
ti va a venir pronto el reposo”...

“En los últimos días de su vida mortal, sus conversa-


ciones con Eckermann alcanzan lo sublime. Habla de la
noción trágica del destino entre los griegos. Exhorta a los
poetas a actuar en el terreno político. La Biblia es su pos-
trer tema de reflexión. Fue el 11 de marzo de 1832 cuan-
do a una pregunta sobre la acción de Dios en las grandes
almas de este mundo, respondió con una profesión de fe
respetuosa: “Dios no ha reposado después de los seis días
en que creó el mundo; por el contrario, se muestra tan
activo como el primer día... Está constantemente en ac-
ción en las grandes almas para atraer a él las mediocres”.

«El más grande genio -dice Goethe- es aquel que acoge


todo en sí, que sabe adaptarse a todo, sin hacer la menor
violencia a ese fondo particular que se llama carácter, antes,
por el contrario, exaltándole y mejorándole”.

“El libro imperecedero de Goethe es Fausto, obra


inconmesurable, a la vez drama, misterio, poema simbó-
lico y filosófico. Esta tragedia, que ha sido denominada
“la segunda Biblia de los alemanes”, consta de dos par-
tes: la primera fue acabada en 1808, y la segunda, en vís-
peras de la muerte de su autor, en 1831.
Es imposible darse cuenta, a través de la relación del
argumento, de las extraordinarias bellezas que encierra
este poema, como tampoco de los pasajes oscuros, algu-
nos totalmente incomprensibles de que está poblado. Es
obra que debe leerse repetidas veces, siempre con aten-
ción y siempre con la certeza de que no será posible lle-
gar a entenderla por completo”.

“Fausto es la obra capital de Goethe, la obra de su vida.


La idea y la realización palpitaron en el pecho del poeta
desde su inquieta infancia, hasta los días apacibles y me-
lancólicos de su vejez. Puede decirse que Fausto es Goethe.
El genial alemán estuvo siempre obsesionado por la bús-
queda de la verdad y éste es el gran drama de Fausto.

La historia del viejo alquimista maldito, tal como se


representaba en las ferias, debió ser familiar a Goethe des-
de que era niño, le atraía entonces, naturalmente, tan sólo
lo que podríamos llamar la parte visible, exterior, el fan-
tasmagórico caso del hombre que vende su alma al dia-
blo, a cambio de recobrar la juventud y alcanzar poder y
amor. Andando el tiempo, ya estudiante en Leipzig y en
Estrasburgo meditó más a fondo la leyenda medieval y
advirtió su profundo simbolismo. Posteriormente, los he-
Imagen del escritor alemán Johann Wolgang Goethe (Stieler 1828)

Fausto, de Goethe ]páginas 1, 2 y 3[


Luz Negra de Alvaro Menen Desleal ]páginas 4, 5, 6 y 7[ [
Alejo Carpentier. Cronista mayor de nuestro continente ]página 8[

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chos y los símbolos de la narración adquirie- ha acogido entretanto a lo único que podía aco-
ron una fuerza extraordinaria para el poeta. gerse: a su fe en Dios. Para ocultar su culpa ha
Según propia confesión, la vieja leyenda co- sacrificado al hijo de sus entrañas; la justicia
menzó a agitarse y a palpitar en la mente del humana cae sobre ella sin piedad, se la acusa
poeta ya en 1771. de infanticidio, de ser la causante de la muerte
Se sentía emparentado con el viejo nigro- de valentín y se la condena a muerte.
mante, porque, como él mismo nos explica, Fausto, ayudado por las artes diabólicas de
“ya había gustado todas las ciencias y había Mefistófeles, acude a la cárcel e intenta con-
descubierto demasiado prematuramente su vencerla de que huya con él a lejanas tierras.
vanidad; había intentado en la vida toda suer- Margarita, fuera de sí por el horror que le ins-
te de experiencias y había salido de esas prue- pira su amante, no quiere seguirle; prefiere
bas más inquieto y atormentado que cuando morir a salvarse momentáneamente por in-
entrara”. Así aquel joven de 23 años se ima- tervención del infierno y agoniza mezclan-
gina, no sin petulancia, haber pasado revista do en sus oraciones palabras de repulsión ha-
a tan temprana edad a todos los saberes, al cia el seductor. Como el tiempo apremia, pues
paso que algunas calaveradas de juventud, va a romper el alba del día de la ejecución,
ciertos romances esbozados y mal conclui- Mefistófeles arrebata consigo a Fausto mien-
dos le han dado -al menos eso cree él- el co- tras Margarita expira antes de que el hacha
nocimiento de un anciano experimentado y El pacto entre Fausto y Mefistófeles
del verdugo corte su existencia terrena; una
el hastío de la vida. forma a su Fausto para poder aligerar su mente contempla con desprecio los libros, los pape- voz que desciende de las alturas exclama:
Ahí están ya los dos elementos constituti- de un peso tan enorme. Efectivamente, en les, las retortas y demás instrumentos del sa- “¡Está salvada!”.
vos de su Fausto: por una parte, la decepción aquél año y en los subsiguientes comenzó a ber que llenan hasta el techo su gabinete de
del saber y el recurso a la magia -no olvide- dar rienda suelta al cúmulo de ideas que ha- estudio y que han sido incapaces de darle la “Así termina la primera parte de la trage-
mos que Goethe, a raíz de la crisis religiosa bía ido elaborando en sus fraguas interiores. felicidad. dia, la más conocida, la más lógica en su de-
de su juventud, se entregó a la práctica de la Un amigo suyo que tuvo acceso a los pri- No halla otro recurso que la muerte y deci- sarrollo, aunque no la más importante en la
magia y del ocultismo y a la lectura de los meros apuntes del Fausto, comentó: “No cabe de envenenarse, mas en el momento de llevar mente de Goethe.
alquimistas- y por otra, la vida pasional y sus duda de que mucho de todo esto es un reflejo la copa a los labios oye sonar las campanas y Esta primera parte es la que puede llamarse
desilusiones. Añadamos a ello el aspecto abi- de algo intensamente vivido”. los cánticos que anuncian el alba de la Pascua la tragedia de Margarita.
garrado de la leyenda, a la que pudo Goethe Goethe puso en boca de su héroe, antes de de Resurrección. “¡Cristo ha resucitado! -can-
amalgamar sin gran esfuerzo sus propios re- que muriese, las siguientes palabras: “Sólo es ta un coro de ángeles desde la altura-. ¡Di- La segunda es la gran tragedia de Fausto”.
cuerdos de estudiante y tendremos casi toda digno de la libertad y de la vida aquel que sabe chosa el alma que en medio del dolor que la Resumen de la 2ª parte de Fausto
la sustancia de este primer drama de Fausto, conquistarlas día a día”; y Fausto muere al oprime sabe amar y sufrir sin quejarse, los
escrito en dos o tres años y dejado después a sentirse dichoso, o sea al considerar que ya no tormentos y las penas que le sirven de prue- Al empezar ésta, encontramos al protago-
un lado, durante largo tiempo. tiene por qué seguir luchando. También Goethe, ba!”, Fausto conmovido vuelve atrás de su nista en una floresta. Tendido en el césped,
En febrero de 1821 decía Eckermann al que muy pocos días antes de morir, dijo a decisión. Pero pronto le acomete de nuevo la rodeado de una legión de espíritus etéreos que
poeta a propósito de su obra cumbre: “Con- Eckermann: “No me importa ya dejar de exis- inquietud. cantan al son de melodiosas arpas, goza de
sidero que usted deseaba expresar un mundo tir, pues con la publicación de mi segundo Tras dura lucha consigo mismo, conjura al los encantos de la naturaleza, olvidado de todo.
plural y ha utilizado la fábula de un héroe Fausto lego a la posteridad mi testamento fi- diablo y pacta con él para poder disfrutar de De pronto reaparecen en él la inquietud y su
como un hilo en el que pudiera ir trenzando losófico y literario”. Consideraba por lo tanto los goces del saber y de la vida que no ha antiguo afán de actividad. Mefistófeles le lle-
cuanto se le ocurriese”. “Tiene usted perfec- terminada su misión, y al cesar de luchar, cesó logrado alcanzar en sus largos años de estu- va a una corte imperial donde se celebran gran-
ta razón, replicó Goethe; además en una com- de vivir. Exactamente igual que Fausto. ¿Cabe dio. Condición básica del pacto es que cuan- des festejos; Mefisto actúa como bufón y el
posición semejante lo único que importa es más perfecta relación, más absoluta armonía do Fausto reconozca que se siente feliz, mo- soberano se da cuenta muy luego del poder
que las partes sueltas sean relevantes y cla- entre la vida y la obra de un hombre?”. rirá y su alma quedará en poder del demonio. extraordinario de aquel ser en apariencia gro-
ras; considerada en conjunto será siempre Este -Mefistófeles- le devuelve la juventud y tesco. La alegría de las fiestas se ve interrum-
inconmesurable y por lo mismo excitará sin Reseña de la 1ª parte de Fausto le lleva consigo, pletórico de ilusiones, a una pida por el pueblo amotinado que, hambrien-
cesar a los hombres a estudiarla repetidamen- ciudad distante. Conoce allí a Margarita, lin- to, amenaza con una revolución sangrienta.
te como un problema sin solución”. Este es el Mefistófeles llega hasta el trono del Altísi- da y honesta muchacha de familia humilde, y El emperador no puede remediar aquel esta-
sentido profundo del poema. Goethe lo fue mo y, rompiendo la armonía del coro de ar- se enamora de ella al punto. La arrogante pos- do de cosas porque su tesoro ha quedado ex-
construyendo lentamente en su cerebro sin cángeles, habla de las miserias del mundo y tura de Fausto, sus tiernas palabras y sus re- hausto. Mefistófeles le aconseja que dé valor
trasladar apenas nada al papel”. añade que los hombres se le antojan tan infe- galos, no menos que las argucias de al papel moneda garantizándolo con riquezas
“Pero llegó un momento en que aquella ca- lices en su lucha entre la materia y el espíritu, Mefistófeles y los melosos consejos de Mar- inexistentes y renace la confianza y la alegría
beza ya no era capaz de contener por más tiem- que muchas veces ni siquiera tiene valor para ta, una vecina de pocos escrúpulos, dan al tras- en los espíritus. El emperador colma de ho-
po tantos elementos dispersos. Y en el verano atormentarlos. Menciona el Señor al doctor te con la honestidad de la infeliz Margarita. nores a sus extraños huéspedes y en su ambi-
de 1772, hallándose en Wetzlar rogaba a Dios Fausto, quien, devorado por su afán de ahon- El pecado de la joven le acarrea desventuras ción de dominio quiere penetrar en las regio-
que le permitiera en los años sucesivos dar dar en los secretos de la Tierra y en los miste- irreparables: su madre muere por culpa de ella; nes de lo sobrenatural y pide evoquen para él
rios del Cielo, se ha convertido en un insa- Valentín, su hermano, que vuelve de los cam- a Páris y a Elena, por quienes se desató la
ciable buscador de la Verdad. Propone el dia- pos de batalla, se bate con Fausto para vengar sangrienta contienda de Troya. Acude Fausto
blo demostrar que Fausto no resistirá a sus el honor de Margarita; Mefistófeles le lanza a Mefistófeles para que le ayude a satisfacer
tentaciones y el Señor acepta el reto: “Ten- una estocada por la espalda y Valentín muere el deseo del emperador, pero el diablo le res-
drás derecho a intentar atraerle a tu camino maldiciendo a su hermana. Fausto y su com- ponde que no tiene potestad sobre el paganis-
mientras Fausto permanezca en la tierra. El pañero huyen a la montaña del Brocken, en mo; le remite a las diosas augustas que reinan
hombre sólo se extravía mientras está bus- el macizo del Harz, donde se está celebrando en la soledad y para evocarlas le da una llave
cando su objeto”. un aquelarre: la noche de Walpurgis. Entre la mágica: Fausto hace aparecer a Páris y Ele-
desenfrenada fantasmagoría se ofrece a los na; aquel intenta raptar de nuevo a su amada,
Comienza la tragedia, que transcurre en el ojos de Fausto la visión de Margarita, muy pero Fausto, hechizado por aquella belleza sin
Medievo. Fausto, anciano ya, se lamenta de pálida, caminando, apartada de los demás se- igual, trata de impedirlo; toca con la llave
no haber gozado de la vida en pos de su sed res que por allí pululan, con paso lento, como mágica a Páris y éste desaparece con gran es-
de conocimientos, que no le han procurado la si arrastrara una cadena; rodea su cuello una truendo; Fausto tiende los brazos a Elena, mas
felicidad, ni a él ni a ninguno de sus semejan- especie de cinta roja, no más ancha que el filo la visión se esfuma ante su vista al intentar
tes. Advierte desolado que apenas sabe más de un cuchillo. asirla. Rendido por la emoción, el aventurero
que cuando comenzó a estudiar. Recurre a la Fausto, horrorizado, se da cuenta de lo que cae al suelo desmayado.
magia, invoca a los espíritus puros de la crea- sucede a su amada y exige a Mefistófeles que Se produce un tumulto espantoso, pues todo
ción y queda deslumbrado por ellos sin que acudan a salvarla. Sola, víctima del despre- el mundo está al tanto de que tienen que
La presencia certera del mal
le den solución a su problema. Desesperado, cio de toda la ciudad, la infeliz muchacha se habérselas con seres diabólicos. Mefistófeles

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palabras: “Lo temporal y lo perecedero no la fragua de la vida, un ser que viéndose en el
son más que símbolos, no son más que fábu- espejo de la historia y del saber, se volvió in-
la. Sólo lo Incomprensible, lo Inenarrable, mortal a base de curiosidad y asombro, ca-
lo Infinito, el Eterno Femenino salva a nues- racterísticas más bien típicas del inigualable
tra alma y la conduce al cielo”. (Fin). oficio de escritor, de poeta, de pensador, de
humanista. En resumidas cuentas, es obvio
Nota que los creadores literarios como Goethe se
Goethe invirtió aproximadamente 60 años vuelven universales en función de sus obras,
o más en la elaboración de su Fausto, toman- y que terminan volviéndose clásicos en fun-
do y retomando del folklore los elementos ción de la universalidad de dichas obras, las
que de boca en boca y en otras versiones cir- que van cautivando a las nuevas generacio-
culaban ya de este mítico personaje. Sin em- nes, con algo más que simples palabras...
bargo el Fausto de Goethe, no sólo resume
lo tradicional, sino que lo moldea de tal for- Sin duda, Fausto es una obra singularísima,
ma que pasa inmediatamente, de ser un per- principalmente por lo ambicioso del drama,
sonaje netamente europeo a convertirse en un en el que prácticamente se resume sobre la
personaje universal, por cuanto lo que tiene tierra, el misterioso tema que guardan las má-
de humanidad el desdichado Fausto, no es gicas estrellas; y además, porque si Goethe se
ajeno al hombre que vive y pervive en las populariza con Werther, con Fausto eviden-
diferentes latitudes del orbe. Pero esta obra temente se inmortaliza.
va más allá. Si se tiene acceso a una obra de- Por otra parte, con este nombre existe un
centemente editada, se verá que es un por- drama, muy parcial por cierto, del inglés
tento de riqueza, pues las citas a pie de pági- Marlowe (1588), el cual sirvió de abono para
na bien valen para seguir una lectura aparte, la versión definitiva del alemán, también hay
coherente por sí sola como documento de in- varias óperas, especialmente La condenación
formación, la que por supuesto, sujeta al se- de Fausto, de Berlioz, y Fausto, opera en cin-
guimiento compenetrado de la obra misma, co actos, de Gounod (1859).
hacen de su lectura una verdadera fascina-
ción al tiempo que una excelente forma de Acotación al margen
La tentación, el tema del Fausto en la obra de Goethe. En 1974, vino a El Salvador una cinta musi-
degustación literaria del incansable Goethe.
carga a Fausto sobre sus hombros y desapa- que tenían años atrás en su cuarto de estudio. cal, titulada Phantom of the paradise, (Fantas-
En este poema, Goethe hace alarde (sin ínfu-
rece exclamando enfurecido: “¡He aquí lo que Se acercan a él cuatro espectros en forma de ma en el paraíso), cuyo argumento y líricas
las, por supuesto) de investigador; nos lleva des-
es encargarse de un loco!”. El sabio y el de- mujeres de oscura vestimenta: son la Angus- (Paul Williams), se basan en la obra del poeta
de el Talmud rabínico, hasta el esoterismo, nos
monio vuelven al laboratorio de aquél, donde tia, la Duda, la Aflicción y la Necesidad, que alemán, incluso hay dos versiones de una can-
trae, sin dejarnos caer, desde la mitología grie-
encuentran a Wagner, su criado, que ha con- con sus tétricas palabras inquietan aún más el ción titulada Fausto. Esto, quiérase o no, es una
ga y el paganismo, hasta las sagradas escritu-
seguido crea un ser humano, ente diminuto espíritu del desdichado Fausto. Dirigiéndose a clara muestra de la inagotable influencia de este
ras, en donde nos deposita con desgarradora ter-
que guarda en su redoma y al que da el nom- la Aflicción, exclama: “No esperes que por clásico de la literatura universal a través del
nura y con humilde reverencia, en el esquivo
bre de “homúnculo”. El homúnculo lleva a grande que sea tu poder llegue a reconocerlo amor eterno y en el carísimo perdón. tiempo y el espacio. Por supuesto que el cine
Fausto y a Mefistófeles a los campos de jamás”. Y la Aflicción, soplándole al rostro, le Indudablemente, Johann Wolgang Goethe, con todo su glamour, no tiene la indiscutible
Farsalia, en Grecia, donde se desarrolla la dice: “Pues bien, experiméntalo en esta hora es un hombre sufrido, un poeta acrisolado en gracia del detalle literario.
Noche Clásica de Walpurgis, extraño cuadro en que huyo de ti, maldiciéndote; puesto que
henchido de alegorías. Fausto pasa a Esparta los hombres son ciegos toda la vida, sélo tú al
y llega al palacio de Menelao; vuelve a en- fin de ella”. Fausto, privado de la vista, se yer-
contrar -esta vez hecha mujer y no simple vi- gue entonces con sus últimas fuerzas: “La no-
sión- a Elena de Troya. che es cada vez más profunda en torno a mí,
De la unión amorosa de Fausto y Elena - pero hay en mi interior una claridad pura que
símbolo de la fusión de la Edad Antigua con me guía”, y ordena a sus hombres que trabajen
la Edad Moderna- nace Euforión, que reúne con más ardor que nunca para fertilizar una
en sí la belleza griega y la ciencia germánica. vasta extensión pantanosa”. «¡Vosotros, todos
Niño aún, Euforión quiere volar, se lanza des- los que me servís, poneos en pie uno tras otro
de lo alto de una roca, se estrella contra el a fin de que en mi gloria se realice mi alta idea!
suelo y muere. Elena se precipita tras su hijo ¡Vamos, todos a la pala, al azadón, al mazo,
y Fausto queda solo, con los velos de ella entre para que nuestro plan se ejecute, seguros de
las manos, velos que se convierten en nubes y que no quedarán sin recompensa el orden y la
le llevan por los aires a su patria: Acompañado actividad! ¡Cúmplase la obra más colosal del
de Mefistófeles le encontramos otra vez en la mundo, ya que basta un solo genio para diri-
corte del emperador; el pueblo que ha com- gir mil brazos!”.
prendido el engaño con que se intentaba reme- Se inicia en el país una nueva era de pro-
Aquelarre,
diar su miseria, se ha levantado en armas. greso, y Fausto orgulloso de su labor, con- fiesta satánica
Los dos poderosos huéspedes ayudan al em- vencido de la realidad de su ideal del bienes- donde se
adora un
perador, haciéndole triunfar sobre sus enemi- tar ganado con el esfuerzo cotidiano en co- macho cabrío
gos. El soberano, agradecido, nombra a Fausto mún con otros seres, se siente feliz por pri-
señor de uno de sus dominios junto al mar. mera vez en su vida. Ha llegado el momento
Goza del poder durante muchos años y aspira de pagar a Mefistófeles su deuda y Fausto
siempre al bienestar de sus súbditos, sin con- muere. Mefistófeles pretende arrebatarle el
seguirlo, Crea una poderosa flota mercante y alma. Pero las potestades celestiales interce-
sus bajeles traen fabulosos tesoros de lejanas den cerca del Altísimo para la salvación del
tierras Tiene cuanto podría apetecer, pero ha pecador y Fausto, perdonado por la gracia di-
envejecido de nuevo y no es ni mejor ni más vina, alcanza por fin la gloria eterna. Los án-
feliz que antes. La campana de una capilla geles lanzan sobre el cuerpo inanimado de
vecina a su palacio le desazona con la pureza Fausto una lluvia de rosas, símbolo del amor
de su tañido que le habla de goces más altos puro y desinteresado, contra lo que
que los suyos. Decrépito, amargado de la vida, Mefistófeles se revuelve furioso, impotente.
sus palabras tienen el mismo acento de hastío Un coro místico cierra la tragedia con estas

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«Luz Negra»
de Alvaro Menen Desleal
Edgar Alfaro Ch.
SEGUNDO AÑO DE BACHILLERATO

A juicio muy personal, Luz Negra es, has- dos mil representaciones lo han probado en Dice un monólogo -que podría igualmente
ta el momento, la obra cimera de las tablas diversas latitudes-, arrastrado por una car- llegar del espacio- con el tono propio de
salvadoreñas. Su autor, Álvaro Ménen Des- ga teatral que actúa sobre él a nivel de sub- quien pronuncia una parábola. Sufre: más,
leal, tuvo la satisfacción de verla puesta en consciente. Y si el autor no hacer la menor dentro del sufrimiento, se adivina un gozo
escena en diferentes países, en los que la trampa, ofreciendo de entrada, sin ambigüe- que, con todo, no nos convence. Se mueve
calidad no admitió la mezquina compara- dades ni posibilidad de confusión, dos ca- con una floja, lenta naturalidad, o perma-
ción, ni mucho menos la insinuación de pla- dáveres, el público sí juega a hacerla: es nece quieto.
gio, sino que incluso, fue largamente aplau- tanta su entrega y su identificación que los
dida no sólo por el público latino y euro- dos personajes resultan vivientes. ¡¿No es Un silencio antes de comenzar.
peo que en su momento la degustó, sino por acaso eso lo que buscaba Menén Desleal,
actores y directores que tuvieron la dicha una prueba de que el amor triunfa y sal- El verdugo afila una vez más -la última
de interpretar y transmitir el más universal va?! vez- el hacha. Yo aprieto mis dedos por el
de los temas: el amor; amor a la libertad, a Originalmente Luz Negra estaba forma- frío y porque, con esa procupación profe-
la vida, al amor mismo. Luz Negra es el da por dos actos, los que luego y merced a sional suya en los detalles, el verdugo evi-
drama de dos decapitados en la Plaza Li- los cambios introducidos por el genial dra- dencia que intuye lo que en mí es ya certe-
bertad... digo, en la Plaza Libertad de cual- maturgo salvadoreño, se convierten en un za: que el condenado es él. Que yo soy el
quier país del mundo donde aún se estila único acto dividido en dos cuadros, con todo verdugo.
ajusticiar los delitos comunes, y acallar, las y prólogo; pese a lo cual la extensión de la
más elementales demandas del ser huma- obra no se reduce en nada. Ahora subo, paso a paso, los escalones
no, con la inútil pena de muerte. Pero de- Luz Negra cuenta con una epígrafe del cadalso. Lo hago lentamente,
tengámonos por un instante en San Salva- retomado del acto IV, del cuadro XIII de la morosamente, no sólo porque llevo atadas
dor, ubiquémonos en nuestra Plaza Liber- obra “Peer Gynt”, del dramaturgo norue- las manos a la espalda, sino también por-
tad o Parque Dueñas (que así también se go, Henrik Ibsen, el cual es rotundamente que con esta lentitud y morosidad, sufre el
denomina); en la esquina opuesta, en el clave, y reza de la siguiente manera: verdugo: es decir, mi víctima. Me detengo
costado sur-poniente se yergue el edificio “La razón absoluta expiró anoche a las arriba y veo, en redondo, los ojos ávidos de
Central, pues bien, en uno de los más ele- once...” la multitud. Yo puedo ver ese paisaje cara a
vados pisos se encontraba la oficina de Ál- cara; el verdugo, pese a la negra máscara
varo, quien en una increíble jornada de 36 Y digo clave, pues sin razón no hay cla- que, grita su identidad, sólo puede verme a
El gran maestro salvadoreño
horas, y “con la mano de Dios sobre su hom- Álvaro Menen Desleal
ridad, sin razón no puede haber más que mí.
bro”, escribe el borrador o manuscrito ori- obscuridad, sin razón se rompe el prisma Y tiembla. Estoy seguro de que tiembla.
ginal de la majestuosa obra que en esta oca- ricanas más representada y más conocida que parte el haz de luz blanca en arcoiris; Necesita, para disimular sus estremecimien-
sión ocupa nuestras neuronas. Desde allí, en el mundo. Y si durante esos nueve años sin razón no puede haber más que luz ne- tos, sujetar duro el hacha.
la perspectiva de la Plaza Libertad es más esa obra mágica y elemental, dura y tierna, gra, aunque sean las once de la mañana o Cuando apoyo el mentón sobre la casta
que sugestiva. Los personajes principales... ha llenado de angustia, risa y esperanza a de la noche, en Centroamérica, en Las Ve- superficie de madera, el verdugo levanta el
Moter y Goter yacen al pie del cadalso, sus decenas de miles de espectadores en nume- gas, en Argelia, en Vietnam o en Perú. Y filo y lo descarga con un supremo esfuer-
cuerpos ya sin vida esperan sangrantes ser rosos países, no menos ha ocurrido con los sin embargo, el prólogo comienza con una zo, sin pausa ni tardanza. Mi cabeza rueda,
llevados del lugar, las cabezas sin embar- lectores; el sarcasmo, la ternura, el humor total paradoja, con una profunda exigencia y se desploma mi cuerpo; pero su esfuerzo
go, increíblemente, razonan y cuestionan la negro y la esperanzada esperanza de una quizá de humanidad... Obscuridad. O Luz me redime a mí, y esclaviza para siempre a
suerte que han corrido, evocan sus respec- escritura ágil y poética, han hecho de esta total. Un “ser o no ser” cruza mí víctima.
tivas vidas, chistan y polemizan, evalúan la obra un éxito editorial: sus ediciones (tres relampagueante, como una consigna que El verdugo mira mi sangre, y yo clavo los
conducta humana, se aferran a la vida y has- sólo en los Estados Unidos) se agotan a vive triunfante, como una consigna que ojos en el cielo.
ta se entusiasman en llamar la atención de medida que se suceden. muere en el intento. Luz Negra amigo míos,
los transeúntes, cuyas miradas curiosas se Para la gente de teatro, Luz Negra repre- es la obra... PRIMER CUADRO (fragmento)
clavan en ellos, como presintiendo inexpli- senta algo más que una pieza difícil en la
cablemente el diálogo silente de las dos ca- que el autor presenta un verdadero desafío Personajes: Un patíbulo en el centro de una plaza.
bezas que con los ojos impávidos y de par a la imaginación de los directores (montaje -Goter... un revolucionario Basura, sangre y desorden. Recién pasado
en par, los miran pasar inavertidamente... con “realismo guerrillero” en Guatemala, -Moter... un estafador el mediodía, el sol pega sobre la escena.
Luz Negra consta de un acto, dividido en versión de “onirismo guiñolesco” en Ale- -Un ciego Moscas, muchas moscas.
un prólogo y dos cuadros; fue galardonada mania pasando por la “plástica móvil” de -Un hombre Goter yace, la cabeza vertical en un sitio
con el 1er. Premio Hispanoamericano de Venezuela, la iluminación con “luz de -El hombre de la limpieza y el cuerpo horizontal en otro, sobre la tari-
Teatro en 1965. wood” en El Salvador, el “clima poético” -Una niña ma. Mueve los ojos hacia todos los rumbos
En la nota editorial de la obra se lee: “Con del montaje en Buenos Aires, el casi reli- posibles.
sus dos mil representaciones entre septiem- gioso de México, las dos cabezas de yeso No falta más para llevar este mensaje de Abajo, en el pavimento, Moter, en igua-
bre de 1966 (V Festival Internacional, es- en Chile, etc.): un reto a la capacidad de los cruda y sublime humanidad, con la salve- les condiciones.
treno mundial por el teatro de la Universi- actores (son dos hombres que acaban de ser dad que incluso, Un ciego, Un hombre y El
dad Popular de Guatemala), y septiembre ejecutados: los personajes son, en realidad, hombre de la limpieza pueden ser interpre- Goter
de 1975 (estreno de la versión danesa por dos cabezas. Los actores muestran sólo la tados por el mismo actor. ¡Ja ja ja ja!
el SpØllerØd Scenen. Copenhague). Luz cara, y uno de ellos, durante casi todo el
Negra resulta ser, junto con Las Manos de segundo cuadro, ni la cara). Es allí donde Prólogo Moter
eurídice, de Pedro Bloch (Brasil), Historias hay que buscar el entusiasmo que actores y Obscuridad. O luz total. (silencio. Mueve los ojos, indiferente).
para ser contadas, de Oswaldo Dragún directores muestran por esta obra.
(Argentina) y La Noche de los Asesinos de Para el público, el reto no es menor; du- Entra El Hombre. Le han cortado la ca- Goter
Triana (Cuba), una de las obras latinoame- rante hora y media contiene el aliento -las beza y tiene las manos atadas a la espalda. ¡Ja ja ja ja! ¡Te cortaron la cabeza!

aula abierta 23 de agosto de 2008 aula abierta


aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta aula abierta
Moter me hizo caer... Exactamente como en la fá- Moter Moter
¡Estúpido! bula del caballero y la herradura. Pregunta. (Abruptamente). ¡Cállate!

Goter Moter Goter Goter


¡Ja ja ja ja! ¿Sólo las piernas ves? ...¿Sangra la nuca? ¿Qué te pasa?

Moter Goter Moter Moter


No veo motivo para reír. Me cortaron la Sí, sólo las piernas, hasta un poco abajo Ahora ya no... Imagino que la mayor par- Me parece que viene alguien.
cabeza, y qué. de la ingle... Y tú ¿qué ves? te de la sangre quedó sobre la tarima. Y tú
¿ves sangre? Goter
Goter Moter ¿Alguien se acerca...?
¡Ja ja ja ja! ¡Oh, yo lo veo todo! Goter
Sí: bastante. Estoy rodeado de ella. Pero Moter
Moter Goter no podría decirte cuál es tu sangre y cuál es Sí: alguien se acerca a nosotros...
A ti también te la cortaron. ¿Desde los pies hasta... la nuca? la mía.
Goter
Goter Moter Moter ¿Podrán oírnos conversar...?
Es cierto... ¡Ja ja ja!... También me la cor- Desde los pies hasta la nuca Mmm... Creo que eso no importa.
taron. Moter
Goter Goter ¿...Los...?
Moter Y... ¿Cómo está? Pero... el corte... ¿ha secado ya?
¿Entonces? Goter
Moter Moter Sí, ellos... ¿podrán oírnos?
Goter Un brazo ha quedado, retorcido, debajo del (Con desagrado). No; no ha secado. Go-
Que no me río de mí, sino de ti. ¡Ja ja ja cuerpo. No veo ese brazo; pero me duele. tea un líquido claro... Moter
ja! Supongo que sí.
(Poco a poco muere la risa. Un silencio). Goter Goter
¿Puedo preguntarte algo? Ha de ser linfa. Goter
Moter (Divertido). ¡Imagínate!
A veces, cuando pienso que bien pudi- Moter
mos... ¿Ha de ser qué? Moter
Goter ¡Shsss!
¡Cállate! Goter
Linfa. (Expectación en ambos. Afuera suenan
Moter unos pasos.
¿Te sientes mal? Moter Se acercan, se detienen y luego se alejan
...Es un gotear lento y constante... La san- apresuradamente).
Goter gre coagulada ha de impedir su paso.
¡Vaya pregunta!... No: no es que me sien- Moter
ta precisamente mal... Es que... nosotros... Goter Se ha ido.
así... ¿Qué color tiene la sangre que ves?
Goter
Moter Moter ¿Por qué?
¡Vamos! Es lo mejor que podía ocurrir- Arriba ha de estar igual. Ahora más bien
nos... ¡Chasss! Nos cortaron la cabeza y, al negra. Moter
cortarla, también cortaron nuestros proble- Supongo que no somos ahora un lindo
mas. Goter espectáculo.
¿Huele?
Goter Goter
Es cierto. Así, todo ha terminado. Moter Le asustamos.
No sé... No sabría decirte. (Pausa). ¿Me
Moter miras? Moter
Sí: todo ha terminado. Es natural. Los muertos asustan.
(Un silencio). Goter
No: no te miro... ¿Y tú a mí? Goter
Goter ¿Estamos muertos?
¿Ves tu cuerpo? Moter
Tampoco... eso hace que me sienta solo. Moter
Moter Quizá... No sé... en todo caso, estamos
Lo tengo frente a mí. Goter liquidados.
¿Podrías subir al patíbulo?
Goter Goter
Yo no veo bien el mío... Apenas puedo Moter Los muertos no hablan.
ver las piernas... Me conmueve un tanto el ¡Ja! ¿Podrías bajar tú?
espectáculo de esos zapatones que ya no me Moter
llevarán por las calles... (Transición) ¡Ja ja Goter ¿Acaso estamos hablando?
ja ja! No: no podría.
Goter
Moter Moter ¡Te oigo me oyes!
¿De qué te ríes ahora? Pues es lo mismo.
Moter
Goter Goter ¿Y eso qué?
Nada, hombre. Uno de los zapatos tiene No puedo mover más que los ojos...
un agujero en la suela. Fue el agujero que Plaza Libertad, San Salvador, El Salvador

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Goter *** Moter Moter
Que eso es hablar. Hasta aquí, el primer cuadro no hace más Moter. es el año de los perdedores. Cristo acaba
que plantearnos lo que es el teatro del ab- de perder al hombre.
Moter surdo, dos cabezas preguntándose si es po- Goter
Quién sabe. sible estar muerto y hablar al mismo tiem- ¿Moter? Se parecen nuestros nombres. Goter
(Pausa). po, ¿no es ello, absurdo? ¡Quién sabe! Es el año de Che Guevara.
Moter y Goter, van a intentar en diálogos Moter
Goter posteriores, demostrar que pueden ser es- Aunque te aclaro que el mío no es el mío: Moter
Tenemos un modo de averiguarlo. cuchados, escuchados al menos por alguien, adopté el nombre de Moter porque me pa- es el año Mao-Stalin.
como para legitimar con su tragedia, la de reció que despertaba confianza. “Nadie que
Moter muchos. Moter y Goter deciden así, gritar se llame Moter puede ser un hombre malo”, Goter
Dilo. “amor”, pero no se ponen de acuerdo quién se han de haber dicho, al conocerme, las es el año de... NO es el año de la libertad.
lo hará primero. Esto da lugar a seguir dia- viejas a quienes luego robaba hasta el pe-
Goter logando en el primer cuadro, y de paso, a llejo arrugado... escoger nombre es privile- Moter
Me parece que... si, al llegar alguna per- presentarse... gio de ladrones, ¿ves? ¡Ja ja ja ja! NO es el año de la paz.
sona... ¡No! ¡Olvídalo!
Moter Goter Goter
Moter El mundo que nos rodea es hijo del ham- Y de revolucionarios: tampoco yo me lla- NO es el año de la democracia.
Dime tu plan. bre... esta basura y esta sangre son también mo Goter. ¡Ja ja ja ja!
hijas del hambre. (Ambos ríen alegremente). Moter
Goter NO es el año del pueblo.
O.K... Cuando alguna persona se acerque, Goter Moter
uno de nosotros deberá hablar. Si nos oye, Pero no es el único mundo... ¿qué fecha es hoy? Goter
es que no estamos muertos. NO es el año del amor.
Moter Goter
Moter Es el único que conocemos. No sé. ¿Tienes una cita? Moter
Dime la palabra. NO es tu año ni el mío.
Goter Moter
Goter Hay otro: un mundo de justicia, un mun- La tuve desde siempre. Goter
Por ejemplo, amor. do de paz, un mundo de amor... ... Es el año de la muerte.
Goter
Moter Moter ¿Y? Moter
No. Amor, no. ¡Y dale con el amor! De haber podido es- Es el año de las cabezas sin hombre.
coger, no tendría un misionero como com- Moter
Goter pañero de viaje. La he cumplido. Acudí a ella en el día y a Goter
Agua... pan... la hora preciosos. Sin embargo, no sé la fe- Es el año de los hombres sin cabeza.
Goter cha de hoy. Ni siquiera sé en que año, en
Moter No soy ningún misionero. Yo también ten- qué siglo estamos. * En este momento aparece en escena una
Está bien un monosílabo, una palabra cor- go de qué quejarme. pareja de enamorados, pasan de largo, pero
ta. No importa que no signifique nada. * Como si ello importara, Moter se lamen- unos instantes más tarde, el muchacho re-
Moter ta de no saber la fecha, el año y el siglo que gresa y deposita un pañuelo sobre la cabe-
Goter ¿Entonces? es, como dando a entender que siempre ha za de Moter, tapándole el rostro.
Dios... sido igual. El absurdo continúa, pues Moter se queja
Goter del pañuelo. Goter le pregunta si le moles-
Moter Nunca me resigné a esperar sólo en Dios. Goter ta para respirar, a lo que Moter responde
¡Algo! ¡Piensa algo! Por eso entré al Partido. Es el año de Hitler. “El Führer” ha toma- que no respira, y le aclara que lo que le fas-
do el poder en la mitad del mundo. tidia es su perfume. Luego se ponen más
Goter Moter filosóficamente críticos, más profundos...
Amor. Un partido es una especie de Dios: todo
es promesas para después. Goter
Moter La justicia es ciega.
Mejor digamos mierda. Goter
No teníamos muchas promesas... Simple- Moter
Goter mente yo estaba cansado de vivir en un hoyo Ni siquiera es tuerta: puso bien el filo. Y
No viene al caso. húmedo, de ver morir de hambre a mi fa- nos mataron en la Plaza para que quedara
milia, de ver morir de hambre a los otros, y constancia en cada ojo, para que tomaran
Moter decidí luchar para mejorar el mundo. ejemplo, para enseñar que el crimen no
¡Claro que viene al caso! paga, que robar se castiga con la muerte...
Moter
Goter Te creo que luchaste; pero no creo que Goter
Bien, no te molestes: diremos mierda. hayan mejorado las cosas. Yo no robé.

Moter Goter Moter


...Perdona ... Me exalté... En cierta forma... Pero no hablemos de ... Que pensar se castiga con la muerte.
eso.
Goter Goter
No importa. Moter Eres cruel.
¡Ja ja ja! Perdona que me ría: comienzas
Moter a serme simpático. ¿Cómo te llamas? Moter
Fue siempre mi máximo defecto... A ti te Nuestra muerte fue un espectáculo. O, me-
hizo caer el agujero del zapato... Peores Goter jor aún, una clase, una clase para párvulos.
agujeros tuve yo en mi carácter... Pero dis- Goter. ¿Y tú? El pueblo aprende así que es malo robar,
cúlpame: diremos amor. que es malo pensar... Esa es la ejemplaridad:
El Ciego yo nunca pensé en la muerte al momento

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de delinquir. Por el contrario, sentí siem- gritando desconsolada, esperanzadamente. Moter lecciono nombres de plazas. El corazón de
pre, cuando estafaba, una especie de frui- Sopla un viento frío, que arrastra basura Para que sirvieran de ejemplo. Si quie- una ciudad está en ellas. Sé el nombre de
ción, de placer sensual. Yo, el delincuente, y hojas sueltas ensangrentadas. Un largo, res, puedo leerte la hoja suelta que hicieron muchas de las plazas de las grandes ciuda-
sé bien lo que digo: como pena la muerte pesado silencio, durante el cual Goter baja circular hoy: allí se habla de sus crímenes. des. Soy un experto en la materia. Hasta...
es un mito, una estupidez. Más todavía: es la vista y Moter no sopla el pañuelo”. hasta podría adivinar el nombre de esta pla-
una coronación. El criminal llega a la cima Goter za.
de su carrera cuando es condenado a muer- Moter Yo no conozco tampoco lo que vas a leer.
te. Es entonces cuando su papel de villano ¿Nadie? ¿Es el volante de que me hablaste? Ten- Goter
se transforma en papel de héroe. Todos ha- go curiosidad por saber como justifican las Di cómo crees que se llama.
blan de él: los periodistas lo entrevistan, y Goter ejecuciones.
los niños juegan al condenado y al verdu- Nadie. Moter
go: hachas de madera cortan cabezas infan- Moter ¿Plaza Corazón?
tiles... Pero si yo, como criminal, sentía un Moter Ya lo oirás. Escuchen. (Lee la hoja: duran-
placer sensual al delinquir, el juez, el ver- Es terrible. te la lectura, el ciego se agita, angustiado): Ciego
dugo y el público sienten, cuando es ejecu- No: Plaza Libertad. Esta Plaza se llama
tada la pena, un placer mayor, un placer Goter Aquí, en cualquier parte, donde quiera; Plaza Libertad.
sexual... es terrible. no importa el Tiempo, si hoy es o si fue
“El pueblo aprende así que es malo ro- ayer, ni el medio, ni los modos; Goter
bar; que es malo pensar...” Recordamos que FIN DEL FRAGMENTO DEL CUA- ni si la raza es blanca o negra, Te equivocaste.
el conocimiento como lámpara le roba te- DRO PRIMERO si son bantúes o britanos los hombres,
rreno a la ignorancia; así, prometeo no fue porque ellos tampoco importan. Ciego
castigado sólo por robar el fuego de los dio- Pero si el final del primer cuadro es terri- Entonces. ¿Cómo se llama?
ses, sino más bien por compartirlo con los ble, el final del segundo es sublime. Yo sólo digo que importa que los pájaros
mortales. De tal modo que el fuego al igual En este cuadro aparece en escena el cie- vuelen digo que importa que los niños man- Goter
que la luz de la verdad no se puede opacar go, el diálogo entre él y las dos cabezas es tengan su alegría abierta digo que importa Plaza Libertad.
con un dedo. de una profundidad insospechada. Moter y que las niñas jueguen rondas digo que im-
Goter tratan de ocultar su condición de ajus- porta que abunden las muñecas y que son Ciego
* Moter y Goter siguen conversando, pos- ticiados al ciego. más importantes los soldaditos de plomo ¿Plaza Libertad? No me lo esperaba, De-
tergando por un momento su entrada al se- que los soldados de verdad y más que las bería llamarse Plaza Libertad.
gundo cuadro... Ciego campanas en las iglesias y en las escuelas.
Pero, ¿se castiga aquí con la muerte a los Digo que la hoja de papel barato en que Goter
Moter hombres que piensan? el novio escribe sus simples frases de amor Sin embargo, se llama Plaza Libertad.
¿Eras olvidadizo? a la muchacha provinciana, es más impor-
Moter tante que los manifiestos y declaraciones Ciego
Goter ¿Por qué no? Es un delito como cualquier políticas. Me parace más adecuado; sin embargo,
No; siempre tuve una excelente memoria. otro. Que la foto amarillenta en que la madre deberían llamarla en otra forma.
En la escuela me aprendía largas tiradas guarda la imagen del hijo que no volvió de
de versos, que ahora puedo repetir (recita) Goter la guerra, es más importante que la foto del Goter
“... Sé que soy inmortal, Esto ocurre en muchas partes del mundo. funcionario que la foto de la esposa del fun- Dime el nombre que propones. El alcalde
sé que mi órbita no puede ser trazada por A ti te pasó lo mismo. Sin embargo, en este cionario que la foto del perro y la casa con de la ciudad te dará un premio.
el compás de un carpintero, sé que no me caso no pensaban únicamente. Para ser sin- criados del funcionario...
desvaneceré como el círculo que el niño tra- ceros, también estafaban. Ciego
za en la noche con un palo encendido. Ciego Propongo Plaza Libertad.
Sé que soy augusto, no atormento a mi Ciego (Se pone violentamente de pie, pega en
espíritu para que se defienda ni para que ¿Por qué los mataron en la Plaza? el piso con el bastón y grita interrumpien- Goter
sea comprendido. do) ¡Basta! ¡Me engañas! ¡Has leído un ¿Plaza Libertad? ¡No estaría mal! Tienes
Sé que las leyes elementales...” (vacila) mandamiento municipal para que se mate buen gusto.
“Las leyes elementales...” “Sé que las le- a los perros que van con los ciegos!
yes elementales...” ¡Bah! Moter
Goter Plaza Libertad. Plaza Libertad o Plaza Li-
Moter Yo escuché un canto de libertad y de paz. bertad, ¿Qué más da? Se llame como se lla-
Signo de... (Corta la frase; transición)... me un día servirá otra vez para lo que sir-
Uno empieza por olvidar; por un rato, no Ciego vió hoy.
más... Extraño municipio. Mata a los perros y a
Luego llega una extraña, vivida y fugaz los pensadores. Me voy, (Da unos pasos). Ciego
revisión de toda la vida... Después, la nada. (Se detiene). Disculpen... No se ofendan... en fin, me voy. Que sean felices en su pla-
Me parece que uno de ustedes no puede za. Adiós (se va).
Goter caminar. Se me ocurre que podríamos aso-
es inútil. ciarnos. Eh soy fuerte; puedo llevar sobre FIN DELFRAGMENTO DE LUZ NEGRA
mis hombros al lisiado. Yo pongo mis pier-
Moter nas, el pone sus ojos. ******
No; practiquemos la palabra. Cuando ya están solas, las dos cabezas,
Moter como dos mundos aislados de su
Goter No podemos. Debemos quedarnos. corporeidad, debaten sobre el lugar donde
¿Mierda? le fueron extirpados los ojos al Ciego. Así,
Goter luego de señalar países donde se suelen dar
Moter Muy amable de tu parte: pero tenemos que casos como éste, concluyen que fue en el
... Amor... ¿Estás listo? partir muy pronto a una misión lejana. planeta tierra. O sea que ningún sitio del
planeta está exento de estas situaciones.
Goter Moter y Goter son muestra palpable de la
Listo. Ciego 1a Ley de la Dialéctica: Unidad y Lucha de
Eh... Quiero saber el nombre de esta Pla- Contrarios; pues Goter es rebelde, y Moter
Moter y Goter gritan “Amor”, uno a la za. Les parecerá rara mi curiosidad; pero ha peleado en África, al lado de los france-
vez para poder oírse y corregirse. “Siguen Banca sola en cierta forma, soy un coleccionista. Co- ses, enrolado en la Legión Extranjera.

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Juan Ramón Galeas, actor salvadoreño
que hace de Moter en la puesta en escena
de Artteatro, expresa que la obra es cíclica,
Alejo Carpentier: Cronista mayor de nuestro continente (I)
Roody Réserve
puesto que comienza y termina en el mis-
mo lugar, aparte de que ambos cuadros con-
SEGUNDO AÑO DE BACHILLERATO
cluyen e manera idéntica, lo cual -manifies-
ta- es una verdadera rareza. La obra es un
subibaja emocional, pues nos trae, con una dios de arquitectura, de música (él mismo llegó a considerarse
dinámica excepcional, de lo absurdo a lo un pianista aceptable) e incursionó en el periodismo para hacer-
real y viceversa. La obra exige la expresi- se una idea de su vasta erudición. Al respecto, Tania Licea Jimé-
vidad de los rostros y las voces, o sea que nez observa que en su textos Carpentier echa mano constante-
la riqueza sicológica de la trama implica una mente de sus conocimientos arquitectónicos y musicales. “Na-
capacidad interpretativa amplia, fuerte, ya turalmente —nos dice Licea Jiménez (hablando de Viaje a la
que el lenguaje del cuerpo se resume al ros- semilla—, los conocimientos del escritor sobre arquitectura [ y
tro, al gesto y a la entonación. sobre música] y sobre la ciudad misma se evidencian en el léxi-
En Luz Negra convergen las almas a una co. El texto está cargado de términos específicos de este campo,
especie de comunión con la vida y la justi- pero su uso no es gratuito, no es un simple alarde de erudición,
cia. Con todo, Luz Negra es para apreciar sino un elemento que contribuye a la riqueza y la precisión de la
con los ojos espirituales; su emotividad y descripción”.
sensibilidad son tan profundas que el idea- Por otro lado, algunos apuntes biográficos acerca de Carpentier
lismo humanista que la inspira adquiere di- revelan la importancia de sus distintos viajes a través del conti-
mensión de espada luminosa, luz de amor nente americano, sus encuentros con autores influyentes en su
para cortar las vendas, la poca fe, y las ti- época, e incluso se habla del papel determinante que juega el
nieblas... La obra llega a su final con los contexto político de su tiempo para entender su obra (más ade-
acordes del Réquiem de Verdi: Moter y lante volveremos sobre este punto cuando hablemos del com-
Goter perciben la chispa de Dios, se dan promiso político de nuestro autor). Sin menoscabar la relevan-
cuenta además que no quieren separarse, cia de cada uno de estos tópicos, el movimiento surrealista fue,
que están dispuestos (cada uno por su par- quizás, el que más influyó y condicionó la creación literaria de
te) a morir por el otro, como en la leyenda nuestro autor. En el prólogo de su novela, El reino de este mun-
de Cástor y Pólux, en la que el mismo ges- do, tal vez su obra más importante, discute su relación con esta
to solidario los termina inmortalizando a los corriente literaria europea y establece sus límites para dar cuen-
dos. El hombre de la limpieza lava la san- Alejo Carpentier en la radio ta de las realidades de nuestro continente.
gre, su afán en la tarea no deja que se escu-
che el clamor que a sus pies se desgarra gri- El 26 de diciembre de 1904 nació en Cuba quien habría de ser En otras palabras, se podría decir que el enfrentamiento de
tando amor... Más no importa, los dos reconocido, años más tarde, como uno de los más grandes es- Carpentier con el surrealismo constituye la base de su proyecto,
muñones pensantes están salvados, Dios no critores de lengua castellana del siglo XX. Alejo Carpentier, de y que Ana Sánchez Molina denomina de ruptura con la tradición
podía olvidarlos en la escoria del infame padre francés y de madre rusa, es considerado como el precur- europea para iniciar su peregrinaje hacia el establecimiento de
coliseo humano. Lamentando haber cerce- sor del actual sello distintivo de la literatura latinoamericana. la identidad americana. “Hacia el año 1949, después de haber
nado la obra para este objetivo, agradece- Desde la realidad particular de su continente, propugnó una lec- observado el surrealismo en sus mejores momentos, después de
mos el poderoso legado que nos ha dejado tura de la realidad novedosa, con un trasfondo surrealista, que haberlo vivido en carne propia, en sus logros como en sus crisis
con su inmortal Luz Negra... más adelante se denominará realismo maravilloso. internas, me encontré en América —dice Carpentier—, rodeado
de jóvenes escritores, llenos de talento, que sólo entonces empe-
Advertencia: La portada de Luz Negra Según Klaus Müller-Bergh, Carpentier pasó su “primera in- zaban a manejar las técnicas, espejismos, magias y estrategias
con cintillo rojo es pirateada. fancia en una finca de Loma Tierra, del reparto El Cotorro, cer- del surrealismo. No creía, sin embargo, que esto fuese del todo
ca de su ciudad natal La Habana, donde vio la luz, en la calle negativo. Era, al fin y al cabo, un camino para salir del rebosado
(Editado sin fines de lucro alguno, con el Maloja. Viaja en su niez por Francia, Austria, Bélgica y Rusia. nativismo latinoamericano de los años 20-40. Pero este camino
permiso de la familia de Álvaro Menen Des- Creció en una familia de emigrantes que vino a Cuba en 1902, había que nortearlo de otro modo. Había que utilizar la capaci-
leal, esto se realiza porque muchos jóvenes dos aos después de la independencia, aprende francés desde dad de entendimiento otorgada por el surrealismo a una obser-
no alcanzan las monedas necesarias para ad- niño en el hogar, y español en el cálido ambiente tropical que le vación de texturas, hechos, contrastes, procesos, de nuestro mun-
quirirlo en las librerías, además la edición del circunda”. A la luz de esta confluencia de culturas, se puede do americano”.
Estado se agotó hace muchos años).El Editor considerar a nuestro autor como un puro producto del mestiza-
je que caracteriza a nuestra América. Dicho de otra manera, el surrealismo fue el punto desde donde
Carpentier inició su andadura intelectual. Reconoce que esta co-
El mismo Carpentier gustaba decir que “nuestro continente rriente literaria, cuyo máximo exponente fue André Breton, quien
ha sido un crisol, una encrucijada en que se encontraban hom- además le pidió expresamente que escribiera para la revista
bres de muy distintas culturas y muy distintas procedencias, no Revolution Surrealiste, fue su punto de partida. Sólo después de
somos de raza pura, por suerte”. Salvador Bueno caracteriza pasar por ella y beber de sus savias nutricias, pudo superarla y,
esta suma de culturas diversas que moldeó al hombre Capentier eventualmente, empezar con su nuevo proyecto. Dice nuestro
en estos términos: “lo europeo occidental, lo hispánico y lo afri- autor al respecto: “Después de despegarme del surrealismo, fue
cano en la mezcla rica de sus circunstancias ambientales. En la cuando me vino el deseo de expresar el mundo americano”. En
casa hogareña los diálogos y los libros traerán ecos de aquellas este momento, Carpentier entendió que la realidad latinoameri-
viejas culturas europeas, lo bretón y lo eslavo en conjunción cana tenía mucho más que aportar a Europa y al mundo si logra-
fructífera. Afuera en la calle, en la ciudad, entre los amigos que ba expresar con sus palabras, las vivencias de los hombres y
surgen, entre la gente que pasa y conversa, va alimentándose mujeres del continente. «Después de sentir el nada mentido sor-
con lo colonial español y con el transplante africano que, a fin tilegio de las tierras de Haití, de haber hallado advertencias má-
de cuentas, forman la esencial cubanía. Y el futuro narrador gicas en los caminos rojos de la Meseta Central, de haber oído
todo lo incorpora, todo lo hace alimento para su espíritu”. los tambores del Petro y del Rada, me vi llevado a acercar la
maravillosa realidad recién vivida a la agotante pretensión de
Hay diversos elementos que entran en la formación intelec- suscitar lo maravilloso que caracterizó ciertas literaturas euro-
tual de Carpentier y que configuraron de un modo particular su peas de estos últimos treinta años”.
sensibilidad artística. Éste no es el lugar indicado para analizar (Continuará).
con detalle cada uno de estos temas y su presencia en sus dife-
rentes obras. Basta con recordar que nuestro autor cursó estu-

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