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Este documento presenta las principales premisas filosóficas para la investigación social según el materialismo histórico. Reconoce que la vida material de la sociedad, especialmente los procesos de producción material, son la base sobre la cual se desarrollan los demás fenómenos sociales. También enfatiza la importancia del principio de la actividad humana, a través de la cual los seres humanos transforman el mundo y a sí mismos, y que es la base para analizar a los seres humanos como sujetos en la sociedad. Además, pro
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PREMISAS FILOSÓFICAS PARA LA INVESTIGACIÓN SOCIAL-copy-1.pdf
Este documento presenta las principales premisas filosóficas para la investigación social según el materialismo histórico. Reconoce que la vida material de la sociedad, especialmente los procesos de producción material, son la base sobre la cual se desarrollan los demás fenómenos sociales. También enfatiza la importancia del principio de la actividad humana, a través de la cual los seres humanos transforman el mundo y a sí mismos, y que es la base para analizar a los seres humanos como sujetos en la sociedad. Además, pro
Este documento presenta las principales premisas filosóficas para la investigación social según el materialismo histórico. Reconoce que la vida material de la sociedad, especialmente los procesos de producción material, son la base sobre la cual se desarrollan los demás fenómenos sociales. También enfatiza la importancia del principio de la actividad humana, a través de la cual los seres humanos transforman el mundo y a sí mismos, y que es la base para analizar a los seres humanos como sujetos en la sociedad. Además, pro
El materialismo histórico es una guía para el estudio de la sociedad y no un esquema
supra-histórico. El materialismo histórico estudia las leyes generales del desarrollo de la sociedad y ofrece únicamente principios orientadores y generales, no aplicables del mismo modo para todos los países. Los principios filosóficos se traducen en el materialismo histórico al idioma de la teoría social, sirviendo de base para la investigación social. El principio más importante que constituye la base de la teoría científica de la sociedad, expresa su esencia y la distingue de las diversas concepciones socio-filosóficas de antes y de ahora, es el principio materialista, la comprensión materialista de la vida social. El sentido del materialismo en la concepción de la historia consiste en reconocer que la vida material de la sociedad y, ante todo, el proceso social de la producción material no es simplemente uno de tantos factores necesarios de la vida social, sino la base material de la interacción de todos los fenómenos sociales, que determina, en última instancia, la esfera espiritual, lo mismo que todas las demás manifestaciones de la vida de la sociedad. El objeto del materialismo histórico debe reflejarse en las categorías científicas que son resultado y medio del procedo de conocimiento, puesto que en la sociedad, en tanto que objeto material, existen y rigen también leyes objetivas. En este sentido, dicho objeto no se diferencia en absoluto de los demás objetos materiales. No obstante, la sociedad es un objeto de investigación muy especial. Las categorías del materialismo histórico tiene valor metodológico para conocer la vida social y la actividad práctica de los hombres. Las categorías y las leyes del materialismo histórico expresadas con ayuda de aquellas son el hilo que conduce a la madeja de la realidad concreta en su conjunto y de ciertos aspectos de la misma. Por eso, se pueden sacar conclusiones teóricas correctas que sirvan de guía para la labor práctica, no a partir de las categorías mismas, sino sólo del análisis de la situación concreta, investigada por el método del materialismo histórico, de sus categorías y leyes. Las categorías fundamentales con las que la idea general del materialismo se traduce al idioma de la teoría social son los conceptos de SER SOCIAL y CONCIENCIA SOCIAL. El destacar el ser social como base material de toda la vida social tiende el camino para dominar las leyes del mismo, es decir, las leyes a que obedece la historia. Sobre la base de la vida material de la sociedad a partir de la diversidad de las relaciones sociales y de la actividad de los hombres, hace la conciencia social, o sea las distintas ideas, concepciones, teorías, representaciones, sentidos sociales, etc., mediante la cual el hombre, los grupos y la sociedad entera asimilan espiritualmente el mundo circundante, adquieren conciencia de su propio ser y resuelven los problemas que se les plantean. Así, en los conceptos del ser social y de la conciencia social se resuelve el PROBLEMA FUNDAMENTAL DE TODA LA TEORÍA FILOSÓFICO-SOCIOLÓGICA: EL PROBLEME DE QUE PRINCIPIO –EL MATERIAL O ESPIRITUAL- ES EL PRIMARIO, PRINCIPAL Y DETERMINANTE EN LA VIDA SOCIAL. La solución materialista del problema imprima el reconocimiento de la primacía del ser social respecto dela conciencia social; es la base de la concepción materialista de la historia, y las categorías mencionadas son de valor básico para todo el sistema de conceptos del materialismo histórico. Además del principio materialista para el análisis de la vida social, deben aplicarse otros principios para atender la sociedad. En consecuencia, hay que poner en claro el problema de si el objeto sometido a investigación es inmutable se halla en proceso de desarrollo y en qué conceptos-inmóviles, absolutos o variables, relativos y flexibles- hay que reflejarlo. Crítica al empleo de categorías supra-históricas de la moral. En oposición a esta postura, la premisa filosófica de la investigación efectivamente científica consiste en el reconocimiento de los cambios objetivos que se operan en la sociedad, y de su evolución progresiva, como también la elaboración de un método de método de manejo de los conceptos científicos capaz de abarcar las alteraciones de la sociedad en toda su profusión, en sus interconexiones multiformes, en su pasado y su futuro, en sus tendencias y contradicciones. Este modo de abordar la vida social y sus categorías se llama DIALÉCTICO, que impone el deber de estudiar la sociedad en proceso de desarrollo a través de las contradicciones, el deber de explicar cómo se ha dado uno u otro fenómeno social, por qué etapas ha pasado en su evolución, a qué grado ha llegado en el presente y qué gérmenes entraña para el porvenir, lo que se llama brevemente PRINCIPIO DEL HISTORICISMO. El relativismo y la verdad objetiva. El desarrollo, el progreso del saber, consiste en que arranca de las verdades relativas para llegar a la verdad absoluta. Deben de conjugarse dialécticamente la exactitud, la precisión y la estabilidad con la flexibilidad, la variabilidad y la relatividad. La sociedad es un objeto que se distingue por principio de la naturaleza, por cuanto contiene, además, el sujeto. Por eso, la ciencia social debe investigar la sociedad no sólo como sistema de relaciones sociales, y estudiar al hombre no sólo como una unidad dentro de dicho sistema, como átomo del organismo social sino también como sujeto de estas relaciones, personalidad activa y creadora, con su propio mundo espiritual, vida emocional, amor y odio. ¿Puede la ciencia social, por principio, hacer del hombre objeto de su investigación en tanto que sujeto de la historia, la actividad de éste, su mundo espiritual interno, sus sufrimientos y alegrías, sus aspiraciones y pasiones? ¿No será todo ese objeto sólo del arte y de la literatura? La ciencia social no se ocupa del mundo interno del hombre sólo como tal, pero puede y debe estudiarlo en lo externo, ante todo en los modos de proceder, en las ACCIONES. Ahora bien, el PRINCIPIO DE LA ACTIVIDAD reviste un carácter más amplio y filosófico. El hombre no es un ser contemplativo, sino activo. Precisamente a través de la actividad es cómo el hombre social transforma el mundo y a sí mismo. Según expresión de Carlos Marx, la propia historia es el devenir del hombre a través del trabajo humano, es decir, a través de su propia actividad. Al margen de la actividad no existe historia ni sociedad, ni el propio hombre. Esta es la razón por la que sólo se puede analizar al hombre como sujeto a través de su actividad, la que debe considerarse como una de las más importantes premisas filosóficas para la investigación social. La actividad es la interacción material del hombre socia con el mundo material, incluidas tanto la naturaleza como la sociedad. En el proceso de la actividad material, el hombre ejerce determinado efecto en el objeto, lo modifica con arreglo a la finalidad planteada. Por eso en la actividad se unen los objetivos, las aspiraciones y los conocimientos del hombre con el mundo material, es decir, se unen lo material y lo ideal. El principio de la actividad es, además, importante para la investigación social porque permite determinar los límites y comprender hasta qué punto es relativo contraponer en la sociedad la materia y la conciencia, lo material y lo ideal. Esta contraposición es indispensable por cuanto se plantea el problema de definir qué es primario en la sociedad y qué es secundario. Como hemos visto, no es posible crear una teoría social científica sin resolver antes este problema. Pero fuera de los límites de su solución, contraponer lo material y lo ideal es relativo, ya que ambos se encuentran en unidad indestructible. Por eso, en la actividad, en la que se encarna esta unidad, pierde todo sentido la contraposición absoluta de la materia y la conciencia. La teoría social del marxismo comprende dos tesis, que diríase, son incompatibles y que parecieran se contradicen lógicamente: la primera dice que el proceso histórico es producto de la actividad de los hombres, y la segunda afirma que la vida y el desarrollo de la sociedad obedecen a leyes objetivas independientes de la voluntad, la conciencia y la actividad de los hombres ¿Cómo se resuelve este problema? El fatalismo y el voluntarismo.