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Estadísticas comparadas

En un ranking del World Prison Brief (WPB), la principal base de datos mundial sobre
asuntos penitenciarios, que es compilado por el Instituto para la Investigación de Políticas
de Crimen y Justicia (ICPR, por sus siglas en inglés) en Reino Unido, perú aparece en el
puesto número 5
Para tener una idea de la dimensión del problema, alcanza con observar que solo un país
de Sudamérica no tiene sus cárceles repletas: Surinam, la nación menos poblada del
subcontinente, donde la tasa de ocupación carcelaria alcanza el 75,2%.

Pero lo que más llama la atención del ranking no es solo que la vasta mayoría de los
países latinoamericanos superan, y ampliamente, el 100% de la capacidad de sus
prisiones
Sino que, además, en algunos países -como puede verse en la tabla más arriba- la
tasa de ocupación es dos, tres y hasta cuatro veces mayor que la capacidad.

Los seis peores


Hay seis naciones donde la cantidad de presos es el doble, el triple o el cuádruple
del espacio que existe para albergarlos.
Estos países están distribuidos geográficamente por toda la región: dos son de
Sudamérica, dos de América Central y dos del Caribe.
El que tiene la peor situación, por lejos, es Haití, el país más pobre del continente
americano, que tiene una ocupación carcelaria del 454,4%.
Le sigue Guatemala, que triplica la capacidad de su sistema penitenciario, con el
367,2% de ocupación, y Bolivia, con 269,9%.
Estas tres naciones están entre las diez con peor sobrepoblación del mundo

Granada (233,8%), Perú (223,6%) y Honduras (204,5%) completan el cuadro de


países latinoamericanos y caribeños con poblaciones carcelarias que duplican el
espacio disponible.
¿Por qué tienen estos países, y América Latina en general, un problema tan grande
de hacinamiento carcelario?
Expertos con los que habló BBC Mundo afirman que, aunque cada nación tiene sus
problemas particulares, existe una serie de factores que se repiten y que explican
este fenómeno a nivel regional.

Un problema judicial
"El problema principal es de la justicia penal, no del sistema penitenciario, que no
decide quién está allí", dice a BBC Mundo César Muñoz, investigador senior en el
departamento de América Latina de Human Rights Watch (HRW).
Muñoz apunta a dos falencias específicas de la justicia: su lentitud y su "uso
excesivo de la prisión preventiva".

En promedio, más del 40% de los reclusos en Sudamérica están presos sin
condena.
En América Central, la cifra promedio es del 35%.
Si a eso le sumamos el hecho de que los procesos judiciales en la mayoría de los
países de la región tardan años, se empieza a entender por qué las cárceles se van
llenando y superando su capacidad.

El problema de las bandas


En su libro "Prisons and Crime in Latin America" (Prisiones y Crimen en América
Latina), publicado este año, los académicos Gustavo Fondevila y Marcelo Bergman
señalan que las cárceles han pasado de ser "instrumentos de incapacitación,
disuasión y rehabilitación a impulsores de violencia y criminalidad

Los expertos advierten que el hacinamiento juega un papel clave en el poder de las
bandas. César Muñoz, investigador senior en el departamento de América Latina de
Human Rights Watch dice que:
"La sobrepoblación carcelaria favorece el crecimiento de las redes criminales porque
hay menos control del Estado"
Y da un ejemplo: "Si tú tienes una celda que es para cinco personas, pero hay 30,
los guardias no pueden mantener el control allí. Entonces el hacinamiento favorece
el crecimiento de grupos criminales."

finalmente la solucion que le da a este problema es que "Hay que invertir en


prevenir el crimen, más que en responder al crimen"

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