leyenda sobre las huacas del Perú

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, en una pequeña aldea en los Andes peruanos,
vivía una hermosa joven llamada Huayra. Huayra era conocida por su belleza y su habilidad
para tejer las más bellas mantas de lana de alpaca. Todos los hombres de la aldea se
enamoraban de ella, pero ella solo tenía ojos para el joven guerrero de la aldea, llamado
Inti.

Inti y Huayra eran inseparables, y planeaban casarse en el futuro. Sin embargo, un día, Inti
fue convocado por el jefe de la aldea para ir a la guerra contra un pueblo vecino. Huayra
estaba devastada por la noticia y esperaba con ansias el regreso de su amado.

Pero el tiempo pasó y Inti no regresaba. Huayra, desesperada, subió a la cima de la

montaña más alta de la aldea para pedirle a los dioses que devolvieran a Inti a su lado. En
su angustia, comenzó a tejer una manta de lana de alpaca, y cada lágrima que caía sobre la
manta se transformaba en un rayo.

De repente, una gran tormenta estalló, y Huayra desapareció. Cuando los habitantes de la
aldea subieron a la montaña, encontraron solo la manta de lana de alpaca y una gran
formación rocosa en forma de una mujer con los brazos abiertos. Desde entonces, los
lugareños han llamado a esa formación rocosa "Las Haucas", en honor a Huayra y su manta
tejida con lágrimas.

Se dice que en las noches de tormenta, se puede ver a Huayra tejiendo su manta en la cima
de la montaña, y que si alguien intenta acercarse demasiado, será alcanzado por un rayo.
Los habitantes de la aldea todavía tejen sus mantas de lana de alpaca en honor a la valentía
y el amor de Huayra, y se dice que las mantas tienen el poder de protegerlos de la ira de los
dioses en las noches de tormenta.