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PROBLEMÁTICA DE AFRICA

La pobreza en África es una de las principales causas por las que miles de personas deciden
desplazarse de sus lugares de origen. Los conflictos armados en el continente también son
una causa fundamental para entender los desplazamientos de personas y la existencia de
refugiados, no solo porque se trata de gente que debe huir porque teme por su vida sino
también porque las guerras constantes inciden en la perpetuación de la pobreza en
África.

Los niños y las niñas siempre suelen ser el sector de la población más afectado cuando
hablamos de la pobreza en África, donde los índices de desnutrición infantil son alarmantes.
El inconveniente principal es que un niño o una niña en situación de pobreza se expone a
un severo retraso madurativo por causa de la desnutrición y la mala alimentación. Y esto
puede significar, en casos extremos, morir de hambre.

La progresiva desertificación de muchas zonas que eran productivas, sobre todo en los países
próximos al lago Chad, es otra de las causas de la pobreza en África. El cambio climático y el
calentamiento global del planeta ha ido generando aumentos en las sequías, dejando
inutilizables miles de hectáreas de tierra cultivable y perpetuando la desnutrición y
el hambre en África. Muchas familias se encuentran ante la situación extrema de no poder
cultivar nada y no les queda más remedio que desplazarse para no morir de hambre.

Pese a la cantidad de recursos naturales, África es el continente con mayor índice de


pobreza de todo el mundo. Y con mayor cantidad de conflictos armados, además de una
falta de acceso al agua potable que cada vez aumenta en mayor cantidad de territorio.
Habitantes de países como Somalia, Uganda o Chad están en riesgo permanente de
contagiarse de cólera por beber agua contaminada de pozos o de charcos.

Otro de los problemas de la pobreza en África relacionado con la población infantil es que se
potencia el estado de desprotección de la misma, dejando a muchos niños y niñas en
situación de vulnerabilidad y sean más propensos a unirse a bandas armadas o a
convertirse en esclavos
Los siglos de colonización y exploración de África por parte de Europa, que afectó directamente
la organización social de la población y a la formación de los actuales estados

nacionales, concluyeron en la inestabilidad política y los conflictos que sufren hoy los países del
continente. En un contexto de conflictos,  la construcción de capacidad productiva y de un
estado de bienestar social se hace dificultosa, limitando los esfuerzos de reducción de la
pobreza en África.

La capacidad productiva también se ve afectada por las grandes epidemias, como la enfermedad


del Ébola, el SIDA y la malaria, que constantemente amenazan la población de África, y forman
un ciclo que se retroalimenta: los más pobres son los más afectados por las epidemias, pues no
disponen de acceso a los servicios básicos de salud esenciales para la prevención y la cura de
enfermedades, y en consecuencia, una población enferma es incapaz de generar productos
básicos para su supervivencia, lo que la condena a vivir en condiciones de pobreza.

Algunas regiones del continente son susceptibles a choques climáticos como las


inundaciones que ocurren en África meridional y las graves sequías de la región del
Sahel y del Chifre de África.  Los desastres naturales afectan a a la producción de
alimentos, poniendo en riesgo no solo la seguridad alimentaria y nutricional de la
población africana, sino también la producción agrícola, que tiene gran peso en la
economía del continente.

La deuda externa es la cantidad que debe un país a sus acreedores internacionales a cambio de
préstamos que han recibido. Segun la Comisión Económica para África de Naciones Unidas, la
deuda externa total en África ha sido mayor que el 30% del PIB desde 2010. Es evidente que a
los países africanos endeudados les resta poco capital para invertir en la mejora del bienestar de
su población. De acuerdo con un estudio realizado por el Fondo Africano de Desarrollo, durante
las dos últimas décadas, el gasto por la devolución de los préstamos por países endeudados fue
mayor que la inversión realizada en la salud y la educación.
La situación de pobreza en algunos países de África es tan profunda que
resulta muy difícil sacar a su población de ella. Solo con el trabajo de
las organizaciones humanitarias no es suficiente. Los gobiernos de
Europa y África deben trabajar en común para ir mejorando la
situación de la población.

En el continente africano se encuentran muchos de los países con mayor


índice de pobreza y desigualdad del mundo. Lo sabemos, llevamos décadas
viendo en los telediarios las crisis humanitarias, las hambrunas y las
sequías que sufren constantemente.

 Según ACNUR, África es el continente con mayor número de conflictos


bélicos activos. En concreto, un total de 25 guerras o conflictos. El daño que
la violencia causa en la población se ve aumentado por la duración de estos
conflictos que nunca acaban o resurgen cada poco tiempo. Los recursos se
agotan, los precios de los pocos bienes que hay son excesivos y la
población se ve obligada a huir.

Los grandes desiertos y el clima del continente no facilitan la vida ni


tampoco el cultivo o la ganadería. Todo lo contrario, provocan fuertes
sequías seguidas de lluvias torrenciales que van disminuyendo los recursos
naturales.

La deuda que África tiene con otros países ha sido mayor que el 30% de su
PIB desde 2010, según datos de la Comisión Económica para África de
Naciones Unidas. Todo el dinero que se viene empleando en pagar una
deuda que nunca podrán cancelar es dinero que no se invierte en políticas
sociales para mejorar la situación de su población.
La situación de pobreza en algunos países de África es tan profunda que
resulta muy difícil sacar a su población de ella.

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