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La historiografía

literaria.
Una aproximación
sistémica

M A N U E L M A L D O N A D O A L E M Á N
Introducción
Considerando las dificultades propias de la
historiografía literaria, se estima que el
estudio diacrónico de la literatura debe
realizarse evitando posiciones sustancialistas
o inmanentistas y situando el fenómeno
literario en un contexto comunicativo.

el presente estudio se trata de delimitar el objeto y


la función de la historia de la literatura y dar una
respuesta al controvertido tema del cambio literario.
En los estudios de hechos literarios se consideran
tres disciplinas tradicionalmente

historiografía Crítica teoría literaria


Realiza el estudio del hecho se ocupa de elaborar las
Se encarga del estudio
comunicativo-literario desde categorías, criterios, conceptos,
una perspectiva diacrónica, mostrando sincrónico de obras y reglas, etcétera
su evolución histórica, según un orden fenómenos literarios
cronológico de las etapas, elementos y concretos.
circunstancias que lo constituyen.
Problemas de la historiografía literaria
presenta dos problemas fundamentales

1. principio 2. método
que pretenden dar respuesta que consiste en responder a la
a los interrogantesn de qué es cuestión de cómo seleccionar,
literatura y cómo se clasificar, valorar e interpretar los
relacionan la literatura y la datos pertenecientes
historia, lo que explicaría el al ámbito literario (Tacca 1989,
cambio literario 196 y ss.)
La historiografía tiene bases sólidas en la
crítica, pues depende directamente de la
relación entre producción y recepción, entre
obra y público que efectúe la conexión del
abismo reinante entre historia y literatura.
Depende del horizonte de expectativas de los
lectores y que permite no sólo ubicarla, sino
establecer las diferencia o evolución entre las
obras de antes como las de ahora
Introducción
La elaboración y explicación de una historia de la literatura
implica la aclaración previa de qué es literatura, o sea,
aquello que, desde una perspectiva diacrónica,
va a constituir el objeto de estudio. De esa concepción de la
literatura depende directamente si el historiador amplía su
ámbito de investigación más allá de los textos y hasta dónde
lo hace, así como la manera cómo contempla la relación
de la literatura con la sociedad y la historia.
El método en sí supone un problema para el
historiador al tratar de sistematizar sucesos con
criterios de periodización.
Ubicar las formas literarias dentro de una epca
con unos sucesos (EL contexto). este contextos
evita pensar la historia de la literatura como
historia de sucesos.
Otra problematica para la historiografía de la litretura es el
canon
constituye un corpus de obras y autores que los grupos dominantes o
instituciones, que controlan y
regulan la cultura, aceptan como legítimas y que una comunidad
preserva como parte de su herencia histórica y de su identidad
colectiva1. El canon cumple al menos tres
funciones (Heydebrand/ Winko 1994: 131):
– legitimación de los valores establecidos,
– establecimiento o afianzamiento de una identidad colectiva
mediante sudelimitación frente a otras sociedades o grupos,
– orientación de futuras actuaciones.
Los estudios literarios se dividen en tres disciplinas principales: la historiografía, la crítica y la teoría. Cada una
de estas disciplinas tiene condiciones e implicaciones particulares.
La historiografía literaria se enfoca en la historia de la literatura, analizando la evolución de las obras a lo largo
del tiempo y su relación con el contexto cultural y social en el que fueron creadas. Implica la investigación y la
recopilación de información sobre la vida y obra de los autores, así como el estudio de las obras literarias en su
contexto histórico. La condición principal de la historiografía es la rigurosidad en la investigación y el uso de
fuentes documentales confiables.
La crítica literaria se dedica al análisis y la evaluación de las obras literarias en sí mismas, tomando en cuenta
factores como el estilo, la estructura, el lenguaje y los temas tratados. La crítica puede ser realizada desde
diversas perspectivas, como la psicológica, la sociológica, la feminista, entre otras. La implicación principal de la
crítica literaria es la subjetividad, ya que la interpretación de una obra puede variar según la perspectiva del
crítico.
La teoría literaria, por su parte, se enfoca en la reflexión y el análisis de los fundamentos teóricos que sustentan
los estudios literarios. Implica la comprensión y el uso de los conceptos clave en el campo, como la
intertextualidad, la posmodernidad, el feminismo, entre otros. La implicación principal de la teoría literaria es la
complejidad, ya que se trata de un campo en constante evolución y que requiere una comprensión profunda de
las teorías y su aplicación en el análisis de las obras literarias.
En resumen, cada disciplina de los estudios literarios tiene sus propias condiciones e implicaciones. La
historiografía se enfoca en la investigación y la recopilación de información, la crítica en el análisis y la
evaluación de las obras literarias, y la teoría en la reflexión y el análisis de los fundamentos teóricos.
En la construcción de una historia literaria, los contextos de producción y recepción se relacionan
estrechamente. El contexto de producción se refiere al momento histórico, político, social y cultural
en que una obra literaria fue escrita, mientras que el contexto de recepción se refiere a la manera
en que una obra es leída, interpretada y valorada por el público y los críticos en un momento dado.
La historiografía literaria busca entender y explicar la relación entre estos dos contextos, cómo
influyen en la producción y recepción de las obras literarias. Por ejemplo, se puede analizar cómo
los movimientos sociales y políticos de una época pueden influir en la temática de una obra literaria
y en su aceptación o rechazo por parte del público y la crítica.
Además, el contexto de recepción puede afectar la manera en que una obra literaria es
comprendida y valorada a lo largo del tiempo. Las obras que son consideradas clásicas hoy en día,
por ejemplo, pueden haber sido ignoradas o malinterpretadas en su momento de publicación
debido a los prejuicios culturales o a las expectativas del público.
En resumen, la construcción de una historia literaria debe tener en cuenta tanto el contexto de
producción como el contexto de recepción de las obras, ya que ambos son cruciales para entender
su significado y valor en el tiempo.
La historia literaria y la historiografía literaria son dos conceptos que a menudo se utilizan
indistintamente, pero tienen diferencias importantes en cuanto a su enfoque y objetivos.
La historia literaria se centra en la evolución de la literatura a través del tiempo, examinando las
obras y autores más destacados y su relación con los contextos sociales, culturales y políticos en
los que se produjeron. La historia literaria busca analizar cómo la literatura ha evolucionado y ha
sido influenciada por factores externos y cómo ha influido en la sociedad y la cultura.
Por otro lado, la historiografía literaria se centra en la forma en que se ha escrito la historia de la
literatura, examinando cómo los historiadores han interpretado y narrado la evolución de la
literatura a lo largo del tiempo. La historiografía literaria busca analizar los métodos, técnicas y
enfoques que los historiadores han utilizado para escribir la historia literaria, y cómo estos
enfoques han influido en la comprensión y valoración de la literatura.
En resumen, mientras que la historia literaria se centra en la evolución de la literatura a lo largo
del tiempo, la historiografía literaria se centra en cómo la literatura ha sido interpretada y
narrada a lo largo del tiempo. Ambas disciplinas son importantes para entender la literatura,
pero desde perspectivas distintas.
1. Durante el Boom Latinoamericano en la década de 1960, los escritores
produjeron obras que reflejaban la realidad social y política de América
Latina, y que desafiaban las convenciones literarias de la época. Por
ejemplo, "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez y "Rayuela"
de Julio Cortázar son obras que utilizan técnicas narrativas innovadoras
y reflejan la realidad latinoamericana en la época.
2. En Colombia, la literatura ha reflejado la violencia y la realidad social del
país en distintos momentos históricos. Por ejemplo, "La Vorágine" de
José Eustasio Rivera es una obra que refleja la explotación y
degradación del medio ambiente en la región amazónica, mientras que
"Delirio" de Laura Restrepo refleja la violencia y el conflicto armado en
Colombia.

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