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El sistema nervioso es uno de los más importantes y complejos del cuerpo

humano.
Muchas personas, cuando escuchan hablar del sistema nervioso, piensan
solamente en los nervios. Pero lo cierto es que se trata de un entramado que
comprende muchas más partes del cuerpo, y que tiene una función esencial en él.
Tiene múltiples funciones, entre ellas recibir y procesar toda la información que
proviene tanto del interior del cuerpo como del entorno, con el fin de regular el
funcionamiento de los demás órganos y sistemas.
Este sistema está formado, principalmente, por dos tipos de células, las neuronas
y las células gliales. La primera es la célula fundamental, se encarga de procesar y
transmitir la información a través de todo el sistema nervioso. Las segundas son
células que realizan la función de soporte y protección de las neuronas. Las
neuronas no pueden funcionar en ausencia de las células gliales.

En este blog vamos a intentar resumir todo lo que hay que saber sobre este tema:
qué es el sistema nervioso, cuáles son sus funciones y cómo se estructura. Y es
que conocer este sistema es esencial en neurocirugía, ya que son varias las
lesiones de columna que derivan en la presión o incluso aplastamiento de algunas
de sus partes.
El sistema nervioso
Se llama sistema nervioso al conjunto de órganos y estructuras de control e
información del cuerpo humano, constituido por células altamente diferenciadas,
conocidas como neuronas, que son capaces de transmitir impulsos eléctricos a lo
largo de una gran red de terminaciones nerviosas.
 

El sistema nervioso es común al ser humano y a la


mayoría de los animales cordados, los artrópodos, los moluscos, platelmintos y
cnidarios. Otros grupos animales, como los protozoos, los poríferos y las plantas,
en cambio, no poseen sistema nervioso diferenciado.
 
Este aparato de transmisión de energía química y eléctrica recorre el cuerpo
entero y permite la coordinación de los movimientos y acciones, tanto las
conscientes como las reflejas, a partir de lo cual se distinguen dos tipos de
sistema nervioso: el somático y el autónomo. El primero se ocupa de la conexión
entre las extremidades del cuerpo y el cerebro, mientras que el segundo lo hace
de las acciones reflejas e involuntarias.
 
Funciones
El sistema nervioso tiene tres funciones básicas: la sensitiva, la integradora y la
motora.
– Sensorial: Percibe los cambios (estímulos) internos y externos con los
receptores u órganos receptivos. Los cambios incluyen una amplia gama de
factores físicos como la luz, presión o concentración de sustancias químicas
disueltas.
 – Integradora: Analiza la información sensorial y toma las decisiones apropiadas.
Se activa o modifica por la información que está almacenada y se recupera de la
memoria.
 – Motora: Provoca respuestas de músculos o glándulas. El sistema nervioso
puede estimular músculos y glándulas para que actúen o inhibirlos.
Partes del sistema nervioso
 Sistema nervioso central (SNC): está compuesto del encéfalo y la médula espinal.
El encéfalo, a su vez se compone de: cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo. La
médula espinal, en tanto, se conecta al encéfalo y se extiende a lo largo del
cuerpo por el interior de la columna vertebral.
 
 Sistema nervioso periférico (SNP): engloba todos los nervios que salen del
sistema nervioso central hacia todo el cuerpo. Está constituido por nervios y
ganglios nerviosos.
Las neuronas
Las células del sistema nervioso se llaman neuronas, y son de suma importancia
para su correcto funcionamiento, ya que se encargan de transmitir la información
sensorial.
Las neuronas reciben los estímulos de todas las partes del cuerpo y, a su vez,
mandan las respuestas para que los órganos y otras capacidades físicas
funcionen adecuadamente.

HOMEOSTASIS

La homeostasis es el equilibrio que se produce en un medio interno. También


conocido como “homeostasia”, consiste en la tendencia que posee cualquier
sistema, incluyendo los seres vivos, a adaptarse a los cambios y mantener un
ambiente interno estable y constante. Este equilibrio se produce a partir de
respuestas adaptativas que tienen como finalidad preservar la salud. La
homeostasis se lleva adelante a partir de los procesos de retroalimentación y de
control. Cuando se genera un desequilibrio dentro del organismo, esos dos
procesos permiten recuperar el equilibrio perdido.

La homeostasis se caracteriza por su continuidad, para lo cual necesita de los


procesos de registro y regulación de diversos parámetros. Además, su eficiencia
varía a lo largo del paso del tiempo en los seres vivos

En los organismos, la homeostasis depende tanto del medio externo (el vínculo
entre el ser vivo y el medio ambiente en el que se encuentra) como del medio
interno (la generación y eliminación de determinadas sustancias o desechos).
Los procesos de homeostasis se observan ante diversas situaciones, como por
ejemplo:

Transpiración. En este proceso se registra la secreción de sustancias líquidas


sobre la piel. La evaporación de esas sustancias ayuda a refrescar al organismo y
a reducir el incremento de la temperatura interna.

Respiración. Como la respiración es una actividad involuntaria, el sistema nervioso


debe intervenir para mantener su equilibrio. Así se garantizan los niveles de
oxígeno que el organismo necesita para mantenerse con vida.

Huir del sol. Ante una exposición solar extrema que puede registrarse, por
ejemplo, en un desierto, los animales de sangre fría se refugian en espacios
frescos. Esta respuesta ayuda a disminuir la temperatura corporal.

Regulación de la presión arterial. En este caso, el equilibrio se produce a partir de


una señal que el corazón le envía al cerebro luego de detectar algún cambio en la
presión arterial. Si la presión es muy baja, el corazón deberá acelerarla mientras
que si es muy alta, deberá disminuirla.

Aceleración de la respiración. Este proceso tiene como objetivo incrementar la


cantidad de aire respirado. Esto se activa, por ejemplo, cuando una persona hace
actividad física o deporte, lo cual reduce los niveles de oxígeno en sangre.
También puede ponerse en marcha cuando el organismo se encuentra inmerso en
un ambiente con baja concentración de oxígeno. Durante este proceso de
equilibro no solo se acelera la respiración sino que también aumenta la velocidad
de los latidos del corazón y sube la presión sanguínea. Todo esto mejora la
irrigación de la sangre oxigenada.

Mantenimiento de los niveles de glucosa. En este caso, el proceso de equilibrio


aspira a mantener los niveles de glucosa adecuados para que el ser humano
permanezca sano. Ante niveles muy elevados de glucosa, el páncreas libera
insulina mientras que si esos niveles se encuentran muy bajos, el hígado
transforma el glucógeno de la sangre en glucosa.

insulina mientras que si esos niveles se encuentran muy bajos, el hígado


transforma el glucógeno de la sangre en glucosa.

Niveles de agua. En los seres vivos el agua representa un porcentaje importante


de su composición, por lo que mantener su equilibrio es vital. Su equilibrio se
mantiene para evitar que el exceso de agua haga explotar a las células o que, por
falta de agua, esas mismas células reduzcan su tamaño.
Regulación del pH sanguíneo. La homeostasis se produce, en este caso, a partir
del desecho de ácidos que ponen en peligro el nivel adecuado de acidez en
sangre. El desecho se genera a través del control bioquímico y de diferentes
sistemas de vigilancia.

Temblor. Este proceso de homeostasis se produce cuando el organismo registra


una baja en la temperatura ambiental, que se contrarresta con un temblor de la
musculatura.

Sistema urinario. Este sistema es el que se enfrenta a las interacciones que el


organismo mantiene con el medio ambiente en el que se encuentra, se pueden
identificar tres tipos de respuestas:

Frente a las interacciones que el organismo mantiene con el medio ambiente en el


que se encuentra, se pueden identificar tres tipos de respuestas:

Regulación. Ante una modificación en el ambiente, el organismo dispara acciones


compensatorias para mantener el ambiente interno medianamente constante.

Evitación. Este proceso de equilibrio busca reducir el impacto de las


transformaciones del ambiente en el organismo a través de mecanismos de
escape comportamental para evitar cambios ambientales temporales o
ambientales.

Conformidad. Durante este proceso de equilibrio, el organismo cambia a la par de


las modificaciones que se registran en el medio ambiente.

Importancia de la homeostasis

Gracias a que la homeostasis aspira a la búsqueda del equilibrio es que los


organismos no entran en estado de entropía, es decir, de caos.

Si los procesos de homeostasis por algún motivo fallan, se produce la enfermedad


o muerte del organismo. Si el organismo no logra mantener sus parámetros
biológicos dentro de los límites de la normalidad, se produce una enfermedad que
puede derivar en la muerte del organismo en cuestión

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