Tomando en cuenta que el concepto engloba las intenciones del

diseñador tenemos los siguiente:

• Inicialmente debemos estar consciente que un objeto
arquitectónico se compone de 5 elementos básicos que
deben ser considerados para poder llamarse objeto
arquitectónico:
• 1.- Espacio
• 2.- Función
• 3.- Forma
• 4.- Estructura
• 5.- Usuario
Tomando en cuenta lo anterior se deben responder cada una de los
siguientes cuestionamientos:
¿Qué espera el diseñador provocar en la percepción del espacio
de parte de los usuarios? (no colocar elementos obvios).
Como usuarios tomaremos a los que tienen que ver con:
a) Los que consumirán el espacio de forma directa como
visitantes.
b) Los que consumen el espacio a diario de manera periódica
trabajando en él.
c) Los que disfrutan del espacio mediante la observación de la
forma, (observando el color, textura, escala, dimensión,
jerarquía visual, sensación tectónica, sensación sonora,
sensación olfativa e incluso hasta los sabores que los
elemento que podrían producirse dentro de los espacios
(pantas, frutas, etc.).
d) Que se pretende provocar en el espacio en relación a lo
 visual, estructural, funcionalidad y a la lógica que tiene que
ver con lo socioeconómico.
e) Un punto de vista desde mi experiencia debe tomarse en
cuenta es el tema económico, mismo que permite analizar el
objeto arquitectónico desde fuera, provocando una visión
crítica delo que albergará, con ello se puede definir si es un
giro rentable o sostenible.
f) En el análisis ético se debe checar si se cumple con alguno
de los postulados que expresan en la teoría de la
sustentabilidad.
g) Sugiero también, se analice el funcionamiento del espacio, a
través de la teoría de sistemas, para tener claridad de las
jerarquías que desarrollan los trabajadores y usuarios del
espacio.
Debemos estar conscientes que el concepto arquitectónico
regirá el desarrollo de las directrices de la composición
arquitectónica. Es decir que podrá participar en los cinco
componentes del objeto propuesto: Espacio, Forma, Función,
Estructura y Lógica Socioeconómica.
La arquitectura se compone de lo que se puede percibir con los
5 sentidos (vista, tacto, olfato, gusto y escucha). En ese sentido
se debe uno siempre preguntar:
1.- ¿Qué queremos que los usuarios perciban?
2.- ¿Con qué herramienta de composición puedo provocar esa
sensación?
Es preciso comentar que como herramienta de composición
tenemos:
Jerarquía Simetría Mimetismo Transparencia Modulación
Sistema de Asimetría Notoriedad Cerramiento Recorridos
proporción Directos
Escala Armonía Color Remates Visuales Recorridos
Monumental Indirectos
Escala Humana Contraste Textura Ritmo Recorridos
Difusos
Materiales y Mobiliario Mercadotécnia Suelo Ventilación
Sistemas Cruzada
Constructivos
Asoleamiento Equipo Antropometría Vegetación Dobles Alturas
Zonificación Vegetación Ergonomía Techos Bajos Triples Alturas
Celosías Rodapiés Terraplenes Techos Altos Acústica
Acabados Emplazamiento Acabados Lisos Deshumidificación Estrategias de
Aparentes climatización
activa
Acabados Humidificación Acabados Isóptica, Estrategias de
Recubiertos Rugosos climatización
pasiva
Sonido Percepción Momento Capital cultural Realidad
histórico concreta
Conocimiento Tectónica Necesidad Gusto Sustentabilidad
previo
Proximidad Rentabilidad Actividad Bioclimatismo Sostenibilidad
preponderante
Recorridos Proximidad Envolvente Dinamismo Lentitud
Movimiento Postura teórica Moda Eclecticismo
Repetición Ejes Carácter Forma Habitabilidad
compositivos arquitectónico

3.- Una vez que se tengan ya contestadas las interrogantes

sobre lo que se pretende provocar en las sensaciones de los
usuarios y con que estrategia se producirá se pasa a este punto,
que es cuando se agrupa todo en una serie de nombre que darán
a la postre el nombre del concepto, desde un punto de vista
poético, lo que se pretende con todo esto, es que el diseñador
pueda tener argumentos de todo lo que propone, sin dejar lugar
a la casualidad o ambigüedad.