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El pesebre de Eleph

Maria dio a luz a su primer hijo varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre.
Porque no había alojamiento para ellos.

Lucas 2:7 NTV

Personajes:

Jesús recién nacido (no tiene que ser un bebé de verdad


Eleph
Esposa de Eleph
Ratones, ovejitas
Pastores
Ángel que da la noticia

A considerar tres escenas

Escena 1

Eleph en su día a día, remarcando como vive como enojado o molesto con todo lo que hay
a su alrededor.

Escena 2

El ángel anunciando el nacimiento del Jesús usando el verso de Lucas 2:12 y ellos
respondiendo en ir a buscar al niños

Escena 3

Eleph llegando de trabajar como todos los días y teniendo este encuentro con Jesús. Y
terminando está escena con Eleph iniciando su día de otra manera porque conoció a Jesús.

Podemos hacer énfasis en la manera en que encontrarse con Jesús cambió la vida de
eleph, de todos los que estaban en el pesebre y de los que llegaron a adorarle.
La Fuente

Navidad 2022

Lucas 2:8-14
Mateo 2:1-12

Eleph, video youtube


https://youtu.be/VUGnzEYTKJw

Personajes

Jesús (Resplandor)
Narradora
Eleph, un buey malhumorado Víctor
Resaura, su esposa Sandy
José y María, padres de Jesús Caleb y Sofi
Juanasno, su burro
Ángel/es Cora; Itzayana (Aurora)
Pastores David, Teo, Aleph, Elisa y Andrés
Ovejas Caleb, Abigai y José Miguel, David, Lucas, Ámbar
Los 3 sabios de oriente Emmanuel, Hazael, Tim, Saúl
3 Ratones Leah, Sam y Joshua
1 Caballo Aarón
Gallinas y pollitos Emeth

Tramoya Aarón

Producción:

Vestimenta personajes:

Escenografía y atrezzos

Yunta
Pesebre
Comida de Eleph
Gallinas

Escena 1, Eleph, un trabajador malhumorado.


Narrador/a: Había una vez un buey llamado Eleph. Eleph era de esos que no suelen caerle
bien a las personas por el mal carácter que se cargan.

Eleph: (Muge) Pues es que esto de trabajar en el campo...

Narradora: Nuestro amigo…

Eleph: (interrumpiendo)… bajo el calor de los rayos del sol de Belén,

Narradora: Nuestro amigo…

Eleph: (interrumpiendo)… jalando una yunta que pesa…

Narradora: (¿Puedo continuar?).

Eleph: (Sí, adelante).

Narradora: Nuestro amigo Eleph trabaja en el campo, bajo el calor de los rayos del sol de
Belén y jalando una yunta que pesa… un montón.

Eleph: (Muge).

Narradora: Esto lo ponía de malas, y como el amo lo hacía trabajar sin importar el sol o la
lluvia, pues le iba empeorando el carácter. Al terminar la jornada, Eleph todavía se
disgustaba porque tenía que dormir en la paja mojada y sucia donde dormía, y más le
molestaban esos ratoncillos que pasaban por ahí y le hacían cosquillas en las pezuñas:

Ratoncillos: (Pasan y hacen cosquillas a Eleph).

Eleph: (Ríe, hace pausa, se acuerda que prefiere andar de malas y corre a los ratones).

Ratoncillos: (Escapan de Eleph).

Narradora: Además, Eleph tampoco se contentaba con la alfalfa y el forraje que su amo le
ponía en su pesebre, que era el lugar en donde nuestro buey amigo sabía que encontraría
el alimento.

Eleph: (Se asoma al pesebre, ve lo que hay, prefiere no comer y se va a acostar).

Narradora: Antes de quedarse dormido, Eleph solía pensar en dos cosas: una, en que
después de dormir vendrían a levantarlo para continuar con el trabajo rudo del campo, y la
otra era que mientras sus amos, quienes dormían en la comodidad de una cama y lejos de
los olores propios del establo, tenían una cocina en la que podían encontrar una variedad
de alimentos de dónde escoger, mientras que para él, alfalfa y forraje era lo de todos los
días.

Escena 2, El mundo de Eleph


Resaura: ¡Eleph, te quejas muuuuuuucho! Al menos tienes comida (se la llevan los ratones),
una cama de paja (se la come el caballo),
un techo que te protege de la lluvia y el sol (se rompe el techo y le da el sol o le cae la
lluvia)
y muuuuuuuchos amigos (miran al público; Eleph busca a los amigos pero no los
encuentra).
Eleph, querido, te aseguro que estás viendo las cosas mucho peores de lo que son. Si tan
sólo apreciaras un poco de lo que tienes frente a ti todos los días.

Escena 3, el anuncio

Narradora: Esa noche había unos pastores en los campos cercanos, que estaban cuidando
sus rebaños de ovejas.

Pastores: (Cuidan sus ovejas).

Ovejas: (Tienden a perderse).

De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor
los rodeó. Los pastores estaban aterrados, pero el ángel los tranquilizó.

Ángel: No tengan miedo. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente.
¡El Salvador, sí, el Mesías, el Señor ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David! Y lo
reconocerán por la siguiente señal: encontrarán a un niño envuelto en tiras de tela,
acostado en un pesebre.

Narradora: De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud de los ejércitos celestiales
que alababan a Dios y decían:

Ángeles y Ejércitos Celestiales: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena
voluntad para con los hombres!

CANTO: Gloria en las alturas/Estilo Villancico

Narradora: Cuando los ángeles regresaron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:

Pastores: ¡Vayamos a Belén! Veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos anunció.

Pastores y ovejas: (Salen).


Capítulo 4, Eleph ve el nacimiento de Jesús

Narradora: Eleph terminaba de arar los campos cuando se vio en el cielo el resplandor de la
estrella que se dio por señal. Su luz fue tan brillante y reluciente que nuestro buey amigo ni
siquiera se había dado cuenta que ya era de noche. Cuando calculó la hora y vio lo que
pasaba, se dijo:

Eleph: ¡Genial!, a ver si puedo dormir con la luz cegadora de esta estrella.

Narradora: Al llegar al est….

Eleph: (interrumpe) Si una luz queda prendida en la noche, siento que no descanso

Narradora: Al llegar al est….

Eleph: Y necesito reponer fuerzas para ese trabajo tan rudo y pesado…

Narradora: (¿Puedo continuar?).

Eleph: (Sí, adelante).

Narradora: Al llegar al establo, lo que vio le dejó sin mugidos,


las gallinas cacareaban (gallinas cacarean)
los pollitos todavía no se iban a dormir
los ratoncitos corrían arriba y abajo,
un burro que no había visto antes se encontraba en su cama de paja
y en medio de todo, habían dos personas, dos personas en ese sucio y maloliente establo.

Eleph: ¿Pero por qué no están en los aposentos de arriba?

Resaura: (Quién sabe)

Eleph: Ay, Resaura, ¡ahora ni siquiera voy a poder descansar a mis anchas entre estos
extraños!

Resaura: Ay, Eleph, ya sé que esto no es normal, pero vamos a ver qué pasa.

Narradora: Al acercarse más, vio que algo había cambiado en su pequeño pesebre.

Eleph: Eso no es alfalfa, ni paja, ni nada que haya visto antes.

Narradora: En aquel viejo, destartalado y sucio cajón de madera había un bebé.

Eleph: ¿Un bebé?

Todos: (Sí, un bebé).


Narradora: Eleph se preguntaba qué bueyes estaría pasando allí, y al verlo, el burro se le
acercó.

Juanasno: Tú debes de ser Eleph, yo soy Juanasno, y ellos son mis amos, José y María.
Llevamos viajando 5 días, no es fácil cargar en tus lomos a una mujer embarazada desde
Nazaret, pensaba que no llegaríamos a Belén a tiempo.

Eleph: ¡Pero qué quejumbroso!

Juanasno: Has sido muy generoso al dejar tu pesebre para su bebé.

Escena 5, adoración de los pastores

Narradora: Antes de que Eleph pudiera decir nada, aparecieron un montón de pastores.
Todos cantaban, decían que habían visto ángeles y se acercaban a su viejo, destartalado y
sucio cajón de madera para ver a aquel niño.

Pastores: (entran y cantan).

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Escena 6, la historia

EN EL PESEBRE SE VE EL RESPLANDOR DE JESÚS

Narradora: Eleph no entendía como un montón de personas podían estar tan contentas
estando en un pobre, oscuro y maloliente establo.

Narradora: Juanasno continuó su historia.

Juanasno: ¿Has visto la estrella brillante? Es una señal, hace muchos años se anunció que
un día Dios vendría a la tierra para estar con la humanidad, y hoy es ese día.

Eleph: ¿Ah sí, y dónde está Dios, no le veo?

Asno: Jaja, veo que como buey también eres algo burro, lo tienes frente a tu trompa.
Eleph: ¿Ese niño es Dios?, ¿en mi viejo, destartalado y sucio cajón de madera, y en este
pobre, oscuro y maloliente establo?

Narradora: Nuestro buey amigo se acercó al pesebre a mirar más de cerca, a ver qué otros
problemas encontraba. Eleph resopló, el bebé le miró y comenzó a sonreírle. Y justo, en ese
momento, a Eleph su pequeño pesebre ya no le pareció tan viejo y destartalado.

Eleph: Mira Resaura, qué bien se ve ese niño ahí descansando.

Resaura: Es lo más hermoso que haya visto.

Los 3 sabios: (entran a adorar)

Eleph: Eh, y tú, Juanasno, espero que haya suficiente paja en ese rincón, y perdona, que es
lo único que tengo para ofrecerte.

Juanasno: Buey amigo, después del viaje del que venimos, ese rincón está de lujo. Luego te
sigo contando más de lo que venía escuchando por el camino.

Eleph: Y mira Resaura, que bueno que las personas que han venido traen regalos y abrigo
a la familia, así no lo pasarán tan mal en este lugar para animales.

Resaura: Así es Eleph, todos adoran al niño, y lo llaman Redentor y Salvador del mundo.

Escena 7, Jesús lo cambia todo.

Narradora: Desde aquella noche nadie volvió a escuchar las quejas de Eleph. Ahora,
siempre mugía alegremente mientras araba, se volvió amable y generoso y los ratoncitos ya
no le tenían miedo.

Resaura: ¿Cómo es posible que el nacimiento de un pequeño niño haya cambiado tanto el
corazón de mi Eleph?

Narradora: Esto es porque cuando alguien se acerca a Jesús, Jesús lo cambia para
siempre.

CANCIÓN:

FIN

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