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Maria dio a luz a su primer hijo varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre.
Porque no había alojamiento para ellos.
Personajes:
Escena 1
Eleph en su día a día, remarcando como vive como enojado o molesto con todo lo que hay
a su alrededor.
Escena 2
El ángel anunciando el nacimiento del Jesús usando el verso de Lucas 2:12 y ellos
respondiendo en ir a buscar al niños
Escena 3
Eleph llegando de trabajar como todos los días y teniendo este encuentro con Jesús. Y
terminando está escena con Eleph iniciando su día de otra manera porque conoció a Jesús.
Podemos hacer énfasis en la manera en que encontrarse con Jesús cambió la vida de
eleph, de todos los que estaban en el pesebre y de los que llegaron a adorarle.
La Fuente
Navidad 2022
Lucas 2:8-14
Mateo 2:1-12
Personajes
Jesús (Resplandor)
Narradora
Eleph, un buey malhumorado Víctor
Resaura, su esposa Sandy
José y María, padres de Jesús Caleb y Sofi
Juanasno, su burro
Ángel/es Cora; Itzayana (Aurora)
Pastores David, Teo, Aleph, Elisa y Andrés
Ovejas Caleb, Abigai y José Miguel, David, Lucas, Ámbar
Los 3 sabios de oriente Emmanuel, Hazael, Tim, Saúl
3 Ratones Leah, Sam y Joshua
1 Caballo Aarón
Gallinas y pollitos Emeth
Tramoya Aarón
Producción:
Vestimenta personajes:
Escenografía y atrezzos
Yunta
Pesebre
Comida de Eleph
Gallinas
Narradora: Nuestro amigo Eleph trabaja en el campo, bajo el calor de los rayos del sol de
Belén y jalando una yunta que pesa… un montón.
Eleph: (Muge).
Narradora: Esto lo ponía de malas, y como el amo lo hacía trabajar sin importar el sol o la
lluvia, pues le iba empeorando el carácter. Al terminar la jornada, Eleph todavía se
disgustaba porque tenía que dormir en la paja mojada y sucia donde dormía, y más le
molestaban esos ratoncillos que pasaban por ahí y le hacían cosquillas en las pezuñas:
Eleph: (Ríe, hace pausa, se acuerda que prefiere andar de malas y corre a los ratones).
Narradora: Además, Eleph tampoco se contentaba con la alfalfa y el forraje que su amo le
ponía en su pesebre, que era el lugar en donde nuestro buey amigo sabía que encontraría
el alimento.
Narradora: Antes de quedarse dormido, Eleph solía pensar en dos cosas: una, en que
después de dormir vendrían a levantarlo para continuar con el trabajo rudo del campo, y la
otra era que mientras sus amos, quienes dormían en la comodidad de una cama y lejos de
los olores propios del establo, tenían una cocina en la que podían encontrar una variedad
de alimentos de dónde escoger, mientras que para él, alfalfa y forraje era lo de todos los
días.
Escena 3, el anuncio
Narradora: Esa noche había unos pastores en los campos cercanos, que estaban cuidando
sus rebaños de ovejas.
De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor
los rodeó. Los pastores estaban aterrados, pero el ángel los tranquilizó.
Ángel: No tengan miedo. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente.
¡El Salvador, sí, el Mesías, el Señor ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David! Y lo
reconocerán por la siguiente señal: encontrarán a un niño envuelto en tiras de tela,
acostado en un pesebre.
Narradora: De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud de los ejércitos celestiales
que alababan a Dios y decían:
Ángeles y Ejércitos Celestiales: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena
voluntad para con los hombres!
Narradora: Cuando los ángeles regresaron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
Pastores: ¡Vayamos a Belén! Veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos anunció.
Narradora: Eleph terminaba de arar los campos cuando se vio en el cielo el resplandor de la
estrella que se dio por señal. Su luz fue tan brillante y reluciente que nuestro buey amigo ni
siquiera se había dado cuenta que ya era de noche. Cuando calculó la hora y vio lo que
pasaba, se dijo:
Eleph: ¡Genial!, a ver si puedo dormir con la luz cegadora de esta estrella.
Eleph: (interrumpe) Si una luz queda prendida en la noche, siento que no descanso
Eleph: Y necesito reponer fuerzas para ese trabajo tan rudo y pesado…
Eleph: Ay, Resaura, ¡ahora ni siquiera voy a poder descansar a mis anchas entre estos
extraños!
Resaura: Ay, Eleph, ya sé que esto no es normal, pero vamos a ver qué pasa.
Narradora: Al acercarse más, vio que algo había cambiado en su pequeño pesebre.
Juanasno: Tú debes de ser Eleph, yo soy Juanasno, y ellos son mis amos, José y María.
Llevamos viajando 5 días, no es fácil cargar en tus lomos a una mujer embarazada desde
Nazaret, pensaba que no llegaríamos a Belén a tiempo.
Narradora: Antes de que Eleph pudiera decir nada, aparecieron un montón de pastores.
Todos cantaban, decían que habían visto ángeles y se acercaban a su viejo, destartalado y
sucio cajón de madera para ver a aquel niño.
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Escena 6, la historia
Narradora: Eleph no entendía como un montón de personas podían estar tan contentas
estando en un pobre, oscuro y maloliente establo.
Juanasno: ¿Has visto la estrella brillante? Es una señal, hace muchos años se anunció que
un día Dios vendría a la tierra para estar con la humanidad, y hoy es ese día.
Asno: Jaja, veo que como buey también eres algo burro, lo tienes frente a tu trompa.
Eleph: ¿Ese niño es Dios?, ¿en mi viejo, destartalado y sucio cajón de madera, y en este
pobre, oscuro y maloliente establo?
Narradora: Nuestro buey amigo se acercó al pesebre a mirar más de cerca, a ver qué otros
problemas encontraba. Eleph resopló, el bebé le miró y comenzó a sonreírle. Y justo, en ese
momento, a Eleph su pequeño pesebre ya no le pareció tan viejo y destartalado.
Eleph: Eh, y tú, Juanasno, espero que haya suficiente paja en ese rincón, y perdona, que es
lo único que tengo para ofrecerte.
Juanasno: Buey amigo, después del viaje del que venimos, ese rincón está de lujo. Luego te
sigo contando más de lo que venía escuchando por el camino.
Eleph: Y mira Resaura, que bueno que las personas que han venido traen regalos y abrigo
a la familia, así no lo pasarán tan mal en este lugar para animales.
Resaura: Así es Eleph, todos adoran al niño, y lo llaman Redentor y Salvador del mundo.
Narradora: Desde aquella noche nadie volvió a escuchar las quejas de Eleph. Ahora,
siempre mugía alegremente mientras araba, se volvió amable y generoso y los ratoncitos ya
no le tenían miedo.
Resaura: ¿Cómo es posible que el nacimiento de un pequeño niño haya cambiado tanto el
corazón de mi Eleph?
Narradora: Esto es porque cuando alguien se acerca a Jesús, Jesús lo cambia para
siempre.
CANCIÓN:
FIN