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CAPfTUL02
,
extiende por Francia y otros pafse~ del occident: europeo (Lacoste 19 I
más significativo, es qu.e, por v~~ pnmera, la ensen~~za de esta geogr~fía 86, 25). l.
I
'da s610 a las éhtes, nI a los dmgentes, o futuros dmgentes, del Est d ~o Va d~
gl , . '1" 1 ,. a o, nI t Ir,.
la Geografía teCnIca de los mI Itares, nI a practIca y enumerativa d ampC\ft
es d'f ., . . e las d "\;0
t raciones postales, Y aunque su I uSlOn vaya a segulT sJendo, durante ~ a mini
"G f' anos b So
reducida, es posible hablar ya de, una , e~gra la para todos" ~ Capel, 1985' astante
lidad se trataba de una GeografIa academlca, de profesores, lIceos o ins!" ). En Tea.
gida ~ las clases medias de la población,
,, 1
a los futuros ciudadanos, fundam Hutas, dirj.
d enta1rne
en la etapa media de su formaclOn, o que supone ya to o un cambio de 1 fil Ole
l
educativa. Es el primer esfuerzo por generalizar la Geografía y por haceal oSofía
. b
más alIá de los meros expertos, que 1a maneja an con una fmalIdad simpl
'. r a l1egar
instrumental. El que los destinatarios siguieran siendo los miembros de Un reedrne~te
"
grupo social no dlsmmuy~, . de es t e cam b'10, d: en f oque. Desde enton_
la 'Imp?rtancla uCldo
ces, Geografía y EducaclOn empJezan a ser elementos mtImamente relacionad
desde la escuela a la universidad. Y lo más impo~ante e~ 9,ue esta dimensión edu~:~
tiva, y la necesidad de formar pro!esor~s I?ara su lmpartl~l~n, ,va a ser una de las ra-
zones de la institucionalización UnIversltana de nuestra dlsclplma.
Como consecuencia de este enfoque, la enseñanza de la Geografía tuvo, hasta
hace poco, un acusado carácter descriptivo y regional, primando el estudio del pro-
pio país, o mejor de la nación, y abordando el del resto del mundo con un marcado
caracter eurocéntrico. Lógica consecuencia de eIIo fue una Geografía unida a la
Historia, frecuentemente subsidiaria de la misma, siempre indecisa entre esta disci-
plina, las Ciencias Naturales y su propia autonomía. "Una especie de hermana pe-
queña y auxiliar de la Historia" (Bosque, 1956, 115). Así, una circular del Ministe-
rio de Fomento de 1861, entonces con competencias en educación, definía admira-
blemente este carácter y los contenidos de la enseñanza geográfica vigentes, a
rasgos generales, hasta 1970: "la cátedra de Geografía será de muy sucintas nocio-
nes en la parte astronómica y en la física y se extenderá a la política y descriptiva, al
conocimiento de las partes del mundo, en particular de Europa y especialmente de
España, sus antiguas y actuales posesiones, con práctica y ejercicio continuo sobre
los mapas" (Capel, 1985,54). Como puede verse, una sucinta referencia a los aspec-
tos físicos y matemáticos, una amplia atención a lo histórico-descriptivo, con una
intencionada jerarquización de los contenidos: España, Europa y colonias; sin olvi-
dar, al final, una recomendación sobre la metodología cartográfica. Con ligeras di-
ferencias, cambiando la distribución por cursos y la profundidad de los contenidos,
ésta ha sido la Geografía enseñada en esc~elas, colegios e institutos durante más de
un siglo (Capel, Solé y Urteaga, 1988).
, Este mod~lo educativo, adaptado, sobre todo, a las necesidades sociales de los
paIse.s .del occldent~ .eur?peo hasta mediados del presente siglo, empieza a entrar
e? cnslS .c~~ la ~asIfIcaclOn y ~I cambio social posterior a la Segunda Guerra Mun-
dIal. Se ImCla aSI, como es sabido, una etapa de reforma educativa por la que van
pasando, unos antes que otros, la mayoría de dichos pa6ses. En estas reformas se
busca dar respuesta a las demandas educativas de una sociedad que ve aumentar su
•
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46 Parte 1: La Geografía en la educación
Junto a todos estos aspectos, es necesario citar también la influencia que, sobre
la enseilanza de la Geografía, han tenido las innovaciones metodológicas de los úl-
timos tiempos, tanto por lo que respecta a la búsqueda de una enseñanza más acti-
va, como por la necesidad de adecuar el proceso de aprendizaje a la personalidad y
evolución intelectual del alumno. Este aspecto, importante en cualquier proceso
educativo, se convierte en primordial en los niveles básico y secundario, es decir, en
los obligatorios, en los que la Geografía es impartida a toda la población en edad
escolar, y no sólo a unos pocos individuos de la misma, previamente seleccionados
por sus conocimientos o vocación.
Al igual que ocurre con otras materias educativas. la renovación más importante
y los enfoques más innovadores en ,la enseiianza de. la Geo~rafía proceden de, los
presupuestos de la Psicología evolutIva y de los trabajOS de Plaget. Como es sabIdo,
la aportación fundamental de éste consistió en haber sistematizado las etapas de de·
sarrollo del individuo, de nillo a adulto, poniendo de manifiesto las capacidades cog.
nitivas de cada una de ellas: períodos sensoriomotor, preoperacional, de operaciones
concretas y de operaciones formales. El aprendizaje del alumno está, pues, marcado
por esas capacidades, y a ellas deberá adecuarse el programa de enseñanza. Este he.
eh? h~bía sid? ya intuido por numerosos profesores, geógrafos o no, como
Falr~neve ,(Nalsh, 1982), Plans (1967), o el mismo M. B. Cossio (1904), pero es a
partir d~ Plaget, cuando se tiene una constatación científica del hecho y de sus con.
sdecue.ncl.~s en el aprendizaje de conceptos geográficos, siempre a caba110 entre la
escnpcIOn de lo concreto I 1" ,
1989) S' b . Y a exp IcaClOn de lo formal (Carretero Pozo y Asensio
. In em argo, conVIene no exa 1 d' ' ,
de desarrolIo ni olv'd gerar a a ecuacIón entre contenidos y etapas
, I ar que no todos los s . t 1
estadios del pensamie t I ' '. uJe os a canzan, por sí mismos los últimos
e t 'd n o y a pOSIbIlIdad d I '
on en¡ os geográficos pued I e que e aprendizaje de determinados
a ace erar el desarrollo cognitivo del alumno.
2.3.3, Los model d
os e aprendiza' 1
de los conceptos 1e y as teorías sobre la naturt'leza y fi ..-
u ormaCLOn
El impa t d
tiv e o e la PSieOlo ' ,
o a las teorías sobre I gla de la Instrucción v
y formación de los m' a naturaleza de los Con a a ser también notable en 10 rela-
ISmos. Ello ha pennitid~eePltobs, y los procesos de asimilación
a orar te'OTlas globales sobre el
• La conceptualización espacial
''j
2.6. Las destrezas geográficas
, , su ,one la transmisión y asimilación por
La enseñanza de ~a ~e~grafta no sol~ X.todo aprendizaje, para ser tal, ha
."/ e alumno de unos conOCImIentos determl~a o~inadas aptitudes y la práctica de
d,e incluir ~~mbién el desarroll~ de unas ~~~~n el proceso educativo. [)~ e:t,a for-
cIertas hablhdades, que caract~nzan y comp d' aje geográfico la diferenclaclOo en-
/,
ma, conviene puntualizar tambIén en e.l apr;~ (~paricio, 1992, 28), en la que se ba-
) tre conocimiento declarativo y ~roced!me~ a rendizaje.
san los modernos trabajos de PSlcologla de p
~~ Pacf~o pri~a~I,aagfnultu?~S
geográfica. Sólo la Geo o Cálculo: . Naturalmente. esasos. que obh·
el lengua,;e Y la operati:¡:afdla analítica, cn cdsa no es ya su
" mat '" (an c m t ' nClOn
e o no es estnctamente
, n ecesa . Cm3tlea sob re las t a cmatrzación - , ha pnmado "
lI Este caracter numérico d no. o ras facctas dcl númc
'ó d f c la G ro, pero
CI" n. l'e uentes y método s esladísl'eografía se pI asma free
. ISClp 1I1a matemática ' 8a'II ey pus ICOS, d La estad'"Istlca e uentemenete
' en la ut'l'
I Iza-
II1ventado en la Escocia del si l o e manifiesto cóm~ n s~s oTlg:nes, no fuc una
d
z6 un mforme sobre las pa g o XVIII por Sir John S' ~I .termmo 'estadística" fuc
preguntas (Bailey, 1981 46) rroqUlas de su tierra m dl~e aH de Ulbstcr, que organi-
,.' ,. e lante un e '
ngmanamente, la estad' , uestlOnario de 166
O '1' , Istlca era u
1a recopl aClOn y clasificación de na rama de la ciencia ',
(Hammond Y McCulJagh 1971 I hechos que at añen 1 E polItlca que trataba de
y clasificados se ha de re~ur' ' 4). Sólo ante la acumula~" s~ado o a la sociedad
renciales o probabilidades nr al tratamiento matemático
. d ' que aunque for 1
:~n . e hedchos, re~opilados
' cOleas escnptlvas jnfe
oca, nunca '1' eben reducirse t a ' l o a eso ema mente tengan una expreslOn
n so ' , matemá-
, -
or u timo, ]a enseñanza de 1 G ,omo ocurre con suma frecuen .
P. I 1 a eograf cla
esenCia, l e trabajo de campo' 1a encuesta ella supone acto
el. desarrollo de una d' estreza
y pro emas geográficos que pretend ' con.t VIVO y directo con los hechos
b. , emos exphcar L d .,
excurSlOn, etc., es toda una dimensl' , l " a se ucclOn ante el vjaJ"c la
. d' on cu tural de nu t d' . , .
tencla a por la mfluencia de la esc l f es ra Isclphna, claramente po-
se, s~n etlza en esa expresiva
" ue a rancesa y q~e 't'
ase, patear el terreno", que consft
fre " argo t" geograflco.
' . luye una de las maxlma' , .
s mas caractenslIcas
d 1
~apaCldades
procedimiento, que no se acaba en sí mismo, smO que solo llene senlldo en relaclOn
con el medio que está más allá. Además de potenciar las mnatas de los
alumnos y poner de relieve los mecanismOS de la percepcl6? del comportamIento ~
espacial, se trata de una forma de aprendizaje por descubnmlento y de una forma
. ".
InCIpIente . 'ó n, muy útil en los cursos in'ICtales
de miciación a la investtgact ,
so'1o como fase previa de otros procedtn
. lte
. ntos . ' aUn qu~
2. 7.. ' .
2 L a m!ormaclóll, . , ' )rescindible
reqlllsltO unl
., "rmación, Yaunque é,st,a no sea el objetivo o
elevado componente des~r!ptlvo l nte Pero si ésta está bien seleccl aC10 n o
Todo lo antedor tiene como finalidad posibilitar la reflexión y lograr una capta-
ción selectiva de la complejidad del medio, que es el objeto del aprendizaje geográ-
fico. Así se completa el proceso para comprender y conocer el mundo, que es el
objetivo final de nuestra disciplina, Pero, sólo si se ha llegado a captar las estructu·
ras espaciales y los fenómenos sociales que las condicionan, se puede dar por culmi-
na?o este proceso de aprendizaje. En este sentido, el principal problema que deb~
eVltar~e es el equívoco entre abstracción y simplificación, tan frecuente en los últi-
mos tIempos a c~usa de cierta moda pseudopedagógica, que puede convertir esas
estructuras espaCiales en continentes vacíos con escaso contacto con la realidad, o
que, por el contrario, conduzcan a la siste~atización de lo obvio, tan frecuente en
algunos métodos de enseñanza,
En este proceso un ob' t' '" , n ge-
I d " Je IVO pnontano es el mismo concepto de espacIO e
nera. ,y e espacIo geog áf . dO 'tan
Poca atención ' Hace fa1tariCO en partIcular, al que la Geografía clásica de ICO h
que el ~ . " d l hec os
espaciales, las distintas ers e ,a umno aprecie las partIculandades e ,o~ s di-
mensiones de la espaci~' d ~. c~vas con las que pueden analizarse y las dlst,1D~a fi'
nito, ,curvo, etc" así com~ la '~,/oluto, rela,tivo, relacional, isotrópico, isometrlcO'de'
termma. Es preciso llega aS If~r.entes actItudes epistemológicas que todo ello ra
d
vez conceptualizadas geor aáf'e Inlr t am b'len
,
una serie de nociones espaCia , l s ra
e, 5
et -r b' gr Icament l área J
c. am lén es necesario calibrar e" c?mo accidentes, recursos, ene aves, distin-
tas formas de medidón espacial "p~r ul~lmo, el papel que en ello juegan l~s nte s
conceptos de distancia y su medid~~rarqulea, cartográfica, temática, o los dlfere
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Capílttlo 2: Una ctlltllra geográfica para todos 57
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