``Mantener la calma en una situación peligrosa puede salvar vidas``
Hace aproximadamente 8 años en mi pueblo, Yamasá, se celebraba el `Cierre del
Verano`, un festival muy popular que se celebraba todos los años a finales de septiembre, donde se daban cita cientos de personas para disfrutar de las atracciones, la comida y sobre todo de las tan esperadas presentaciones artísticas, lo que nadie esperaba era el suceso que torno un día alegre en un recuerdo triste, pero gracias al instinto de mi madre y su calma, mi hermana y yo no nos vimos afectadas. Llego el día del festival, todo el mundo estaba emocionado por asistir así que mi madre decidió `darnos una vuelta`. - Solo pasaremos a ver lo que hay. Dijo mi madre. - ¡Pero mami, yo quiero ver al artista sorpresa que llevaran al final! Le exclame. - No, sabes que es muy peligroso y siempre se arman líos en esas fiestas así que solo estaremos un rato. Ella me respondió. Al llegar nos ubicamos a un extremo del escenario, de donde teníamos buena vista de los artistas que se estaban presentando. De un momento a otro se empiezan a escuchar disparos, la multitud se alarmo y empezó a correr hacia la tarima, tratando de librarse de un balazo, esto causo que los hierros que sostenían las bocinas cayeran hacia las personas que estaban cerca. Mi hermana y yo estábamos aterrorizadas, pues no podíamos movernos de donde estábamos ya que la gran cantidad de personas no nos lo permitían. Mi madre por igual estaba muy asustada, pero ella sabía que no podía demostrar su miedo frente a nosotras porque esto podía causarnos aun mas pavor. Lo primero que se le ocurrió hacer fue tratar de movernos a un lugar lejos de la tarima, donde pudiéramos agacharnos para así estar más seguras. -No levanten la cabeza. Nos dijo -Mami tengo miedo. Gritaba mi hermana entre llantos de pánico. - No se preocupen, no va a pasar nada. Ella le respondió. Tan pronto como se dejaron de escuchar los disparos y las personas se calmaban, nos levantamos y corriendo nos fuimos a nuestra casa que solo quedaba a 3 esquinas de allí. Fue una experiencia horrorosa, pero gracias a la valentía de mi madre ya se cómo debería actuar en otra situación similar. Rachelle Marie Vargas Rodríguez 100608496