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La Paranormal vida de Julieta

Autor: Mia Aguirre y Vanessa Tulcan

Sinopsis
Todo empezó con un campamento de verano al cual Julieta fue obligada a ir a
un pueblo misterioso que guarda grandes secretos. ¿Descubrirá Julieta el
secreto de este pueblo?
Capítulo 1
Estaba emocionada porque llegaron las vacaciones y eso significaba
- ¡Ya no más escuela! -grité, pues me emocionaba, hasta que mi mamá decidió
aprisionarme en un campamento que estaba en un pueblo.
- ¡¿Qué?! - esa fue mi reacción cuando supe lo del campamento y para nada estaba contenta
pues había arruinado todos mis planes, lo cual no era mucho.
-A ver, ¿Qué piensas hacer todo el verano? -preguntó mi mamá con una cara de que sabía la
respuesta.
-Ammm…-no quería darle la razón a mamá, pero no tenía una respuesta.
-Ves, Julieta- dijo mi mamá con una cara de satisfacción.
-Mamá los pueblos son aburridos, ¡NO! El campamento es aburrido- proteste, pero mamá
solo giro los ojos
-Mala suerte, ya te inscribí al campamento en un pueblo- anunció mi mamá
-Deja esa cara de amargada y has tus maletas- dijo mi mamá empujándome a mi habitación
-Ugh- odiaba el hecho de tener que ir al campamento
El día llegó y sentí como si fuera a morir en cualquier instante
-ENTRA AL AUTO ¡AHORA! - gritó mi mamá he inmediatamente todo el sueño se
esfumo y entre rápido al auto
El camino fue largo, parecía que iba estar en el auto para siempre, pero eso era mejor a ir a
ese campamento. Cuando llegamos al campamento estacionamos el auto y entramos.
-Bienvenidas al campamento vacacional, me llamo Ana- nos recibió una señorita- su
nombre y apellido, por favor- pidió Ana con una sonrisa extraña, me daba mala espina.
-Julieta Castillo- respondió mi mamá con una sonrisa, creo que la única que se daba cuenta
del ambiente era yo.
-Bien Julieta, te voy a mostrar el campamento -dijo Ana
-Bueno Julieta disfruta del campamento- dijo mi mamá y luego se dirigió al auto
-Mamá no me dejes, haré lo que sea- rogué, pero me ignoró y se fue en el auto
-Te prometo que te gustará estar aquí- dijo Ana con una sonrisa macabra y con una mano
en mi hombro, solo asentí con miedo
Capítulo 2
Desde que entré al campamento sentí una vibra extraña, el ambiente era alegre, sin
embargo, algo no estaba bien. También se prohibía los celulares y por esa regla me quitaron
el mío.
- ¡Hola! Bienvenida- me saludó una chica- Soy Katia, ¿Y tú? –extendió su mano.
-Julieta Castillo- respondí decidiendo dejar mi miedo de lado.
En ese instante Ana junto con otros encargados nos llamaron a todos para ir a las cabañas
asignadas, para mi suerte me tocó con una chica llamada Dulce, que era muy tranquila.
La noche pronto llegó, encendimos una fogata, contamos historias y nos fuimos a dormir.
En medio de la noche alguien me despertó en medio de la noche.
-De-despierta- dijo Dulce en un susurro mientras me movía con miedo.
-eh, ¿Por qué? - pregunté aún con sueño mientras intentaba estar despierta.
-Debemos huir- respondió Dulce con miedo y mirando la ventana
- ¿Por? - pregunté confundida y rápidamente me levanté. Dulce solo señaló la ventana de la
cabaña
Con curiosidad me acerqué a la ventana, pude ver a Katia, Ana y otros encargados
ensangrentados, deformados y moviéndose de formas inhumanas, devorando a campistas.
Casi grité del miedo, pero rápidamente Dulce me tapó la boca con su mano
-no grites, vas a llamar su atención- susurró Dulce en un tono de advertencia, solo asentí y
retiró su mano de mi boca
- ¿Qué hacemos? - pregunte en voz baja, pues mi mente estaba en blanco
-mmm…tengo un plan-dijo de repente Dulce-pero no podemos hacerlo ahora será para
mañana
Dulce me contó el plan para salir de allí sin que nadie sospechara. Al día siguiente las dos
teníamos un sueño tremendo ya que no pudimos dormir en toda la noche, pero eso no
afectaría nuestro plan de salir de allí
Cuando Katia me saludo, la ignore por el terror que me provocaba y Dulce solo se escondió
detrás de mí, creo que Katia se dio cuenta, pero no me quedé a averiguarlo
Capítulo 3
-Buenos días campistas- dijo Ana con una enorme sonrisa-después de desayunar haremos
una actividad al aire libre, ¿Qué les parece? -dijo Ana, algunos comenzaron a festejar y
otros a odiar más el campamento, pero para mí y Dulce era una oportunidad para escapar
-Disculpe señorita Ana, sabe dónde puede estar mi compañero, es que anoche salió al baño
y no ha vuelto- preguntó de repente un chico preocupado
-Ve a la cabaña 2, ahí te puede ayudar Mario-respondió Ana y sacó al chico del comedor
Ambas nos dimos cuenta que después de la pregunta del chico el ambiente se había tornado
terrorífico, en ese momento vi a Katia sonriendo y supe que algo malo iba a pasar
Para la actividad, nos hicieron grupos de 5, con suerte pude estar con Dulce
-Bien niños la actividad es que deben encontrar el tesoro, se les dará pistas para
encontrarlo- hablo una encargada
-En sus marcas, listos, ¡Que empiece el juego! -y todos comenzaron a correr según las
pistas dadas mientras que Dulce y yo empezamos a correr para salir del campamento, los
otros 3 de nuestro grupo se distrajeron tanto que no lo notaron.
De pronto pude ver un rio el cual no nos permitía seguir
- ¿Y ahora? - pregunté cansada de tanto correr
-Mira- Dijo señalando Dulce a una dirección y cuando giré pude ver un puente antiguo,
pero aun así parecía fuerte
-Crucemos- dijo Dulce, cruzamos el puente, después de caminar por unos minutos nos
encontramos con un pueblo que era grande y bonito
- ¿De dónde salió este este pueblo? - preguntó Dulce asombrada
- No lo sé, pero parece un lugar seguro - me precia bonito y aparte muy seguro con una
vibra de tranquilidad
-Hola – de pronto escuchamos una voz- nunca las he visto, ¿Son nuevas por aquí? -
preguntó un chico que parecía tener nuestra misma edad- o escaparon de ellos- preguntó
con una voz tenebrosa
-¿Cuál ellos?- pregunte aunque sabía a lo que se refería
-Vaya no es muy común que logren escapar de ellos- comento ignorando por completo mi
pregunta
- ¿Q-Qué es este lugar? - Dulce se atrevió a preguntar
-Muy pronto lo sabrán- comento el chico y nos indicó que lo siguiéramos

Capítulo 4
Decidimos seguir al chico al centro del pueblo, ahí había una casa vieja, dentro nos recibió
una chica de unos 20 años que utilizaba un vestido viejo
-Bienvenidas-nos recibió la chica con una sonrisa- Me llamo Rosa –se presentó la chica y el
chico le susurró algo al oído
-Soy Julieta y ella es Dulce-respondí un poco asustada
-Las encontré cerca del límite- respondió el chico con miedo
- ¿Se aseguraron de que nos las siguieran? - pregunto Rosa con una cara muy seria
- ¿Quién? - preguntamos Rosa y yo
-Los demonios- respondió Rosa aun seria y el chico nos miraba muy serio
-No lo sé solo corrimos hasta aquí- Dijo Dulce dudosa
-Si en verdad no se aseguraron de que nadie las siguiera esos demonios deben estar de
ellas- comentó el chico preocupado y de pronto una alarma que casi me deja sorda sonó
-DONDE ESTAN SINO VIENEN LAS BUSCARÉ- pude escuchar afuera una voz
distorsionada y muy grave
-El demonio vino por ustedes, ESCONDANSE-gritó la Rosa y el chico empezó a abrir una
puerta en el suelo, entramos allí, pero Rosa se quedó en la casa
Afuera se escuchaban gritos de esos demonios, los gritos eran como si alguien los estuviera
torturando, en ese momento empecé a llorar, quería estar con mi mamá y sin darme cuenta
me dormí
- ¡Ey! Despierta- me despertaba alguien
- ¿Qué paso? - pregunte somnolienta y con ganas de seguir durmiendo
-Lo-los demonios ya se fueron- dijo Dulce tranquila, aunque se notaba que también había
llorado
-PUEDEN SALIR- gritó Rosa y el chico abrió la puerta
- ¿Están bien? - preguntó Rosa al ver nuestras caras y nosotras solo asentimos
-Mira se los cuentas tu o yo- dijo el chico como si nada hubiese pasado
-Bien les contaré sobre el pueblo- dijo Rosa decidida- pero también por qué nunca podrán
salir de él- dijo Rosa con una mirada sombría
-Ammm…-iba decir algo, pero las palabras se quedaron en mi garganta, de pronto sentí un
escalofrío recorrerme todo el cuerpo y sabía que no era buena señal
Capítulo 5
-En este pueblo solo habitamos personas con suerte que lograron escapar de esos demonios,
pero no crean que es fácil ya que ellos pueden oler tu miedo, escapar es imposible y en
algunos casos puedes ser devorado por ellos si lo intentas. La razón por la pudieron escapar
es un misterio para incluso para nosotros -dijo Rosa aun con semblante que daba miedo
Después de eso merendamos y Rosa nos dejó quedarnos en su casa, en la noche el ambiente
se volvió lubre y daba mucho miedo
En medio de la noche me levante por un vaso de agua, pero mientras pasaba por una de las
ventanas de la casa noto a una mujer llorando en la plaza del pueblo y lamentándose algo,
su llanto por alguna razón me conmovió he iba a salir de la casa para consolar a la mujer,
pero Rosa me impidió salir de la casa colocándose en la puerta
-Por más que quieras ir a consolarla, no lo hagas-dijo Rosa sosteniendo mis manos- solo es
un espíritu y quiere llevarte para nunca volver a aparecer-advirtió Rosa
-No quiero que te pase como con mi hermana-dijo Rosa notablemente triste- solo ignórala
- ¡¿Qué?!- susurre asustada sin poder creer, pero vi a Rosa llorar y la abrace, decidí no
preguntar
-Vamos a dormir, mañana tenemos que levantarnos temprano-Dijo Rosa apartándose de mí
y me regalo una sonrisa tranquila
Pero me di cuenta que en ese pueblo habitaban cosas que ciencia no podía explicar. Al día
siguiente Rosa, Dulce y yo salimos de la casa para comprar unas cosas en el mercado del
pueblo
-Mira- dijo Dulce señalando un camino- por allí se va a un campo de lirios, pero no
podemos arrancar ninguna o puedes despertar al monstruo- dijo Dulce con temor
- ¿Cómo sabes eso? - pregunté sorprendida pero Dulce se encogió de hombros y siguió
caminando como si nada
-Mira hoy si hay fresas- dijo Rosa feliz y antes de poder decir algo Rosa y Dulce corrieron
hacía ese puesto
Las iba a seguir, pero en eso vi que alguien nos estaba vigilando y era una sombra negra y
muy alta, esa figura solo sonrió con sus largos y afilados dientes y desapareció
Para ese punto me di cuenta de algo no andaba bien, pero no decidí no decir nada
Capítulo 6
Había pasado una semana desde que dulce y yo escapamos de ese campamento, seguíamos
en casa de Rosa, la cual era muy amable, risueña y a veces torpe, supimos que el chico era
hermano de Rosa, pero no nos hablaba a menos que fuera necesario, se llamaba Robert.
-Chicas, ¿me podrían a acompañar al bosque? –Nos propuso Rosa
-Bueno –Dude porque no me gusta la naturaleza, Dulce solo asintió con la cabeza
Fuimos a una parte muy lejos del pueblo, Rosa nos guio una parte frondosa del bosque, me
estaba preocupando
¿Ro-Rosa que hacemos aquí? –pregunte asustada, Dulce no paraba de mirar a todos lados
-Está farsa se termina hoy-dijo Rosa mirándonos a mí y a Dulce con cara de locura
- ¡¿Qué está pasando?!-exigí con enojo y temor, de pronto sentí un escalofrío
-Vaya, vaya, que tenemos aquí- escuché la voz de Katia y pude ver a Ana acercándose
- ¿Qué hacen aquí? –pregunté sorprendida y Dulce solo las miró asustada
-Qué buen trabajo Rosa- dijo Ana poniendo una mano en su hombro
- ¿Rosa? – pregunto Dulce, miramos a Rosa en busca de una explicación, pero solo evitó
nuestra mirada
- ¿Por qué nos quieren a nosotras? - pregunté mirando a las tres cómplices en especial a
Rosa, estaba enojada con ella
-Porque sus almas son nuestras-respondió Ana con una voz tenebrosa
- ¿Cómo? –pregunté sorprendida y Dulce gruño enojada
- ¿Quieres saber por qué tu madre te dejo en este infierno? –dijo Katia de forma burlona, yo
solo asentí, Katia tenía razón este si era el infierno
-Tu madre nos vendió tu alma- dijo Ana mostrando un papel con la firma de mi mamá
-Mientes- negué que mi propia madre me vendiera- ella no…-iba decir que nunca haría
algo así, pero me mentía a mí misma
-No, su mamá no sería capaz de ven- me defendió Dulce pero rápidamente le tape la boca
-No nos importa si nos creen o no, solo nos interesa su alma - dijo Katia mientras una cosa
negra nos amarraba
-DEJEN IR A DULCE, PORFAVOR- supliqué mientras intentaba zafarme, me estaba
ahogando- SOLO ME QUIEREN A MI, ¿NO? - dije mirando a Ana
-Jajajajaja- se rieron Ana y Katia-su alma ya es nuestra- dijo Ana riéndose y lo último que
vi fue a Robert gritando algo.
Capítulo 7
Cuando desperté me dolía mucho la cabeza, lo primero que vi es que estaba dentro de una
casa antigua y al lado estaba Dulce mirándome con lágrimas en los ojos
- ¡Despertaste! - dijo Dulce soltando lagrimas
- ¿Dónde estamos? -pregunté, Dulce iba a decir algo, pero en ese momento entro Robert
- ¿Estas bien? - me preguntó, pero solo lo mire con desconfianza
- ¿Qué hace el aquí?, ¿Esta también su hermana traicionera? - dije con enojo desbordante
-No, no estoy relacionado con el plan de traición de mi hermana- respondió Robert muy
serio
-En realidad…después de que te desmayaste el no trajo aquí- comento Dulce con un poco
de duda
- ¿Por qué nos ayudaste? - pregunté aún desconfiada, puede que solo inventé la misma
mentira de ser el bueno como su hermana
-Para qué me ayuden a recuperar a mi hermana- dijo Robert con seguridad
- ¿Cómo? -preguntó Dulce confundida
-Mi hermana es una buena persona- trato de justificar Robert
-Aja, las buenas personas venden a las personas a demonios- comente sarcásticamente
-Verán ella solamente está desesperada por recuperar a nuestra hermanita- dijo Robert y
nosotras solo lo miramos con intriga
-Este mi familia…desde que tengo memoria ha sido pobre y casi no teníamos para comer,
el trabajo de mamá no era suficiente además que no la veíamos mucho por eso Rosa se hizo
cargo de nosotros, pero un día mamá enfermó y Rosa tuvo que empezar a trabajar a veces
escuchaba Rosa llorar con mamá, mamá solo empeoro y el poco dinero que teníamos se
estaba acabando, hasta que un día mamá… murió- dijo a punto de llorar-después de la
muerte de mamá, Rosa lloró y prometió darnos la mejor vida que pudiera, aunque…
después me enteré que ese trabajo fue el que nos llevó a la desesperación, era el de llevar a
niños desamparados a ese campamento y…ya creo que saben lo que pasa con los que caen
en la trampa- dijo desviando la mirada- Rosa no le gustaba hacer eso por eso dejaba escapar
a algunos niños de allí pero un día la atraparon y esos demonios decidieron vengarse
secuestrando a nuestra hermanita, Rosa les suplico que no le hicieran nada, los demonios
aceptaron pero aun así debíamos recibir un castigo, llevaron a ese pueblo, no fue creado
para los que lograron escapar sino para los que no van a ser vistos nunca más-termino con
una voz triste
Capítulo 8
Era de noche y yo seguía en mi cama despierta, pensando. No sabía qué hacer con lo que
había dicho Robert, el hecho de que mamá vendió mi alma y el caso de Rosa, por un lado,
tenía una razón para hacer lo que había hecho, pero eso no era justificación de nada
-Sigues despierta- dijo Dulce mirándome con preocupación
-Es que no sé qué hacer- dijo escondiendo mi cabeza entre las sabanas
- ¿Sigues pensando en lo de Robert? - preguntó preocupada y se sentó en mi cama
-No solo eso sino también en mamá- dije a punto de llorar pues en ese momento me sentí la
persona más solitaria
-emmm… ¿Es verdad lo que dijeron esos demonios? - preguntó Dulce con curiosidad, pero
sin intención de ofender
-Si es verdad- respondí, aunque estuviera rota no podía seguir con esa mentira
- ¿Por qué? - se atrevió a preguntar Dulce y sin poder aguantar le conté
-Veras desde que recuerdo mamá y papá habían tenido una relación llena de peleas hasta
que un día cuando tenía doce, mi papá decidió divorciase de mamá y… ella no se lo tomo
bien, tanto así que entro en depresión, aunque yo también pensaba que era la mejor pues no
era bonito escuchar sus peleas todos los días. Mi papá era un gran detective y le ofrecieron
una mejor oportunidad en Estados Unidos por eso no fue sorpresa que se fuera y no volví a
verlo. La depresión de mamá empeoró y empezó a beber, pero un día en el trabajo recibió
una advertencia de que si seguía así sería despedía y mamá cambió, pero empezó a
desquitarse conmigo diciendo cosas hirientes, mi mamá me empezó a odiar y apenas me
hablaba a menos que fuera para regañarme, a veces no volvía a casa y en la casa empezó a
faltar comida además me echaron de la escuela porque mi mamá dejo de pagar la matricula.
Hace un año cuando cumplí catorce, mi mamá se enteró que quería ser detective como mi
padre y mi mamá enfureció diciendo todo tipo de insultos a mí y mi padre, mi mamá
empezó con los insultos…se hicieron algo del día a día, desde entonces empecé a odiar a
mi padre por habernos dejado- dije casi llorando, sentía un dolor- La razón por la que fui a
ese campamento fue porqué mamá recientemente empezó a tratarme bien pero ahora sé que
la razón- dije riéndome de lo ingenua que había sido al pensar que mamá iba a cambiar-
sabes lo que dicen es verdad, ´´Duele más un insulto de tus padres que tener un accidente´´-
dije soltando lagrimas como si fuera un rio recién descubierto
-No llores aun me tienes a mi…si no tienes familia yo seré tu familia- dijo Dulce
mirándome
-Si es que quieren podemos ser familia los tres, por ahora- dijo Robert acercándose con
timidez
Capítulo 9
´´No llores aun me tienes a mi…si no tienes familia yo seré tu familia´´, esas palabras me
habían hecho feliz, ´´Si es que quieren podemos ser familia los tres, por ahora´´, sonaron en
mis oídos como una canción.
Si se lo había esperado de Dulce, pero no mucho de Robert, pero igualmente me sentía
feliz, aunque tenía razones para dudar de su veracidad
-Buenos días Julieta- entro cantando Dulce con un plato de sopa
-Buenos días Dulce - le salude con una sonrisa
- Ya decidiste lo que vas a hacer - pregunto Dulce y yo la mire desconcertada - ya sabes lo
de ayudar a Robert
- Mmmm… no se - estaba dudando en ayudar a Robert, pero por otro lado entendía su
preocupación por su hermana, en eso entro Robert a la habitación
- Julieta, Dulce – dijo Robert serio – No se preocupen por eso, yo voy solo
- Bueno a prepararnos para recuperar a Rosa- dije levantándome y Dulce me miro
sorprendida- no voy a vivir con miedo para siempre- dije con determinación, pero también
con miedo, aun no estaba lista pero una cosa sabia, no iba a soportar a que nadie me
pisoteara como mamá, al menos no ahora
- ¿En serio? –dijo incrédulo Robert, yo solo asentí y Dulce simplemente sonrió
Nos dirigimos al pueblo, cuando llegamos nos encontramos al pueblo destruido y unos
niños saliendo de un par de escombros, pero lo que me sorprendió fue que había un adulto
que parecía muy lastimado y con una ropa muy vieja, nos estaba dando la espalda
-Señor, ¿Está bien? - preguntó Robert a pesar que se le veía sorprendido también ya que ver
adultos de más de 25 años era imposible según sabia por lo comentado por Robert
-Si estoy bien chico- dijo el adulto girándose, algo en él me parecía familiar pero una voz
me hizo salir de mis pensamientos
- ¿J-Julieta? - preguntó el señor mirándome, yo lo vi con desconfianza
- ¿Cómo sabe usted mi nombre? - dije en alerta y apunto de correr
- Julieta, soy Jack Castillo, tu papá- dijo el hombre, yo no podía creer lo que decía y había
miles de preguntas en mi cabeza
-Es una broma, ¿Verdad? - dije sin poder creerle, pero al mirarlo más detenidamente si se
parecían solo que más viejo- yo no tengo padre…él está muerto- dije fríamente, aunque
fuera mi papá no le iba a perdonar por abandonarme, así como así
Capítulo 10
-No Julieta, yo no estoy muerto- dijo mi papá con una sonrisa y extendiendo sus brazos-
¿Qué haces aquí?
-No para mi si está muerto- dije con enojo ignorando su pregunta -Ay si, los verdaderos
padres abandonan a sus hijos a su suerte- dije sarcásticamente con rabia
-YO JAMAS QUISE ABANDONARTE-gritó mi padre- sabes hubiese deseado llevarte
conmigo, pero…- se quedó callado- pero mi trabajo me lo impidió y cuando quise dejarlo
me dieron una misión, la misión no salió bien y ahora estoy atrapado aquí- dijo mi padre
sentándose y sosteniendo su cara con sus manos
-Ammm…-Dulce iba a hablar, pero a la final no dijo nada en eso se escuchó gritos de
algunos niños que habían sobrevivido a ese desastre
-ASÌ QUERIA ENCONTRARTE JACK- gritó una voz la cual reconocí, era mamá
-FRIDA, ¿QUÈ HACES AQUÍ? - dijo mi padre con rabia a mamá
-VINE A CAPTURAR A TU HIJA PARA QUE DEJE DE FASTIARME LA VIDA –dijo
mamá mirándome con rabia y de pronto varias criaturas nos estaban acorralando, a los que
intentaban huir esas criaturas terminaban siendo devorados
-TU NO TE VAS A LLEVAR A MI HIJA A NINGUN LADO- gritó mi padre poniéndose
de barrera entre mamá y yo
-Lastima, ya vendí su alma a los demonios- dijo mi mamá con una sonrisa tétrica- entrégate
Julieta a menos que quieras ver a tu amiga muerta- dijo mi mamá mostrando como Rosa
estaba a punto ser comida para bestias
-ROSA- gritamos los tres a la vez y mi padre solo frunció la seño
-En serio piensas desquitarte primero con nuestra hija y después con una jovencita- dijo mí
padre
-Ella no es mi hija- dijo mi mamá con frialdad y juro que sentí algo rompiéndose
-Si tanto quieres dar un alma, pues dales la tuya- dijo mi papá lanzándole una piedra verde
y todos los monstruos y demonios fueron desapareciendo, incluido ¿Dulce? La cual se
estaba sujetando a mí con todas sus fuerzas
-No me digas que eres un…- dije intentando sujetar a dulce pero simplemente mi mano no
pudo agarrarla, pero en eso vi a mi mamá intentando atacar a mi Padre, para ser precisa lo
estaba logrando
-JUIETA- gritó Dulce para que le prestara atención- ha sido un gusto haberte conocido-
dijo con lágrimas en los ojos- pero yo no pertenezco al mundo de los vivos y ahora que he
cumplido mi objetivo puedo descansar en paz- dijo Dulce, yo simplemente la mire con
confusión entonces ella habló- mi objetivo ha sido tener una familia desde que era pequeña
Entonces con esas palabras se soltó y antes de que mamá pudiera hacerle algo a mi padre,
Dulce la agarró del brazo y mi mamá intentó zafarse, pero Dulce rápidamente la envolvió
con una sombra y desapareció. En ese momento todas las bestias desaparecieron y Robert
fue corriendo a abrazar a Rosa la cual estaba llorando y yo estaba conmocionada
-Hija, ¿Estas bien? -dijo mi padre con preocupación
-NO- grite frustración – no pude evitar que Dulce se fuera- empecé a lamentarme
-Yo…perdón- pidió Rosa acercándose a mí- yo no sabía que todo esto sucedería, además
no sabía que solo era mentira que mi hermana seguía viva, lo siento- dijo Rosa al punto del
llanto
-Está bien, no te perdono- dije y pude ver una cara desconcertada de todos, entonces dije-
con un simple perdóname o lo siento no se va a solucionar el daño ni mucho menos va a
cambiar algo- dije secando mis lágrimas, de pronto pude ver una capa morada, la tomé y
me la puse- pero sé que debemos trabajar juntos para salir de aquí
En ese momento supe que aún tenía cabos sueltos por enlazar y que mi nueva vida solo
empezaba, pero iba a hacer lo posible para eliminar a esos demonios porqué presentía que
eso solo había sido la primera parte.

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