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Instituciones de Derecho Mercantil.: Gestión de Sociedades Mercantiles
Instituciones de Derecho Mercantil.: Gestión de Sociedades Mercantiles
Art. 1.1. Ccom: “los que, teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dediquen
a él habitualmente”.
F. Obligaciones especiales por razón de la actividad que realizan, por ejemplo, las
entidades bancarias o aseguradoras, a los que se les impone determinados regímenes de
autorizaciones, publicidad, comisiones, reservas, etc.
- Extracontractual. Frente a los terceros con los que no estipuló ningún contrato sólo
puede responder el empresario si el tercero demuestra que el daño que surge proviene
del empresario por acción u omisión ilícita, realizada u omitida por su culpa o
negligencia.
El Código civil estipula que “los cónyuges son iguales en derechos y deberes”, de donde
se desprende que:
1. El marido y la mujer son iguales y libres ambos ante la Ley, para, constante
matrimonio, adoptar la decisión de iniciar el ejercicio del comercio o proseguir su
actividad, sin que para ello ninguno necesite la autorización del otro
2. Para determinar los efectos patrimoniales que el ejercicio del comercio puede generar
sobre los bienes del matrimonio o sobre los del otro cónyuge no comerciante, se
consagra el principio de libertad de pactos entre marido y mujer.
3. El consentimiento del cónyuge del comerciante no es necesario para que éste
comercie, pero, sin embargo, determina el conjunto de los bienes que quedan afectos a
las responsabilidades frente a terceros del ejercicio del comercio, además de los propios
del comerciante y de los que haya obtenido de su ejercicio.
El consentimiento del cónyuge del comerciante, o de ambos cónyuges, sólo posee, pues
sentido y repercusiones patrimoniales.
Por medio de las capitulaciones matrimoniales, que podrán otorgarse antes o después de
celebrado el matrimonio, se podrá estipular, modificar o sustituir el régimen económico
de su matrimonio o cualesquiera otras disposiciones por razón del mismo.
Para su validez, las capitulaciones tendrán que constar en escritura pública. No en vano,
en toda inscripción de matrimonio en el Registro Civil se hace mención, en su caso, de
las capitulaciones matrimoniales que se hubieren otorgado, así como de los pactos,
resoluciones judiciales y demás hechos que modifiquen el régimen económico del
matrimonio. Si aquéllas o éstos afectaren a inmuebles, se tomará razón en el Registro de
la Propiedad.
Por el régimen de separación pertenecerán a cada cónyuge los bienes que tuviese en el
momento inicial del mismo y los que después adquiera por cualquier título. Asimismo,
corresponderá a cada uno la administración, goce y libre disposición de tales bienes.
- Las cargas u obligaciones que surjan del matrimonio serán sufragadas por los
cónyuges. A falta de convenio, lo harán proporcionalmente a sus respectivos recursos
económicos. El trabajo para la casa será computado como contribución a las cargas y
dará derecho a obtener una compensación que el Juez señalará, a falta de acuerdo, a la
extinción del régimen de separación.
- Cuando no sea posible acreditar a cuál de los cónyuges pertenece algún bien o
derecho, corresponderá a ambos por mitad.
Por este régimen económico matrimonial se presumen gananciales los bienes existentes
en el matrimonio mientras no se pruebe que pertenecen privativamente a uno de los dos
cónyuges.
Serán de cargo de la sociedad de gananciales los gastos que se originen por alguna de
las siguientes causas:
1. El sostenimiento de la familia, la alimentación y educación de los hijos comunes y las
atenciones de previsión acomodadas a los usos y a las circunstancias de la familia.
2. La adquisición, tenencia y disfrute de los bienes comunes.
3. La administración ordinaria de los bienes privativos de cualquiera de los cónyuges.
4. La explotación regular de los negocios o el desempeño de la profesión, arte u oficio
de cada cónyuge.
Cada cónyuge responde con su patrimonio personal de las deudas propias y, si sus
bienes privativos no fueran suficientes para hacerlas efectivas, el acreedor podrá pedir el
embargo de bienes gananciales, que será inmediatamente notificado al otro cónyuge y
éste podrá exigir que en la traba se sustituyan los bienes comunes por la parte que
ostenta el cónyuge deudor en la sociedad conyugal, en cuyo caso el embargo llevará
consigo la disolución de aquélla. Si se realizase la ejecución sobre bienes comunes, se
reputará que el cónyuge deudor tiene recibido a cuenta de su participación el valor de
aquéllos al tiempo en que los abone con otros caudales propios o al tiempo de
liquidación de la sociedad conyugal. Tras la disolución, se aplicará el régimen de
separación de bienes, salvo que, en el plazo de tres meses, el cónyuge del deudor opte
en documento público por el comienzo de una nueva sociedad de gananciales.
- Cada uno de los cónyuges podrá disponer por testamento de la mitad de los bienes
gananciales.
- Cada cónyuge podrá, sin el consentimiento del otro, pero siempre con su conocimiento
tomar como anticipo el numerario ganancial que le sea necesario, de acuerdo con los
usos y circunstancias de la familia, para el ejercicio de su profesión o la administración
ordinaria de sus bienes.
- Para realizar gastos urgentes de carácter necesario, aun cuando sean extraordinarios,
bastará el consentimiento de uno solo de los cónyuges.
Producida la extinción se determinarán las ganancias por las diferencias entre los
patrimonios inicial y final de cada cónyuge:
Los bienes constitutivos del patrimonio inicial se estimarán según el estado y valor que
tuvieran al empezar el régimen o, en su caso, al tiempo en que fueron adquiridos. El
importe de la estimación deberá actualizarse el día en que el régimen haya cesado.
- El patrimonio final de cada cónyuge estará formado por los bienes y derechos de que
sea titular en el momento de la terminación del régimen, con deducción de las
obligaciones todavía no satisfechas.
Cuando la diferencia entre los patrimonios final e inicial de uno y otro cónyuge arroje
resultado positivo, el cónyuge cuyo patrimonio haya experimentado menor incremento
percibirá la mitad de la diferencia entre su propio incremento y el del otro cónyuge.
Cuando únicamente uno de los patrimonios arroje resultado positivo, el derecho de
participación consistirá, para el cónyuge no titular de dicho patrimonio, en la mitad de
aquel incremento.
¿Qué bienes del matrimonio y de los cónyuges responden ante los acreedores del
comerciante? La regla general, por tanto, es que del comercio de un cónyuge sólo
responden todos sus bienes privativos y los que haya adquirido de esa actividad, sobre
los que detenta, además, la plena capacidad para enajenarlos y gravarlos
- Los bienes privativos del cónyuge del comerciante que expresamente lo consienta.
Y tal y como ocurre con cualquier deudor que incumple su obligación, la ley reconoce a
sus acreedores el derecho a exigirle por vía judicial su cumplimiento forzoso en la
forma específica pactada o, en su defecto, la indemnización pecuniaria pertinente.
Llegados a este punto, conviene hablar brevemente de las garantías personales y reales
del cumplimiento de las obligaciones y los contratos.
A. Garantías personales.
Las garantías personales se crean mediante la fianza, figura genérica, dentro de la cual
cabe incluir el aval cambiario, aunque hoy en día los términos avales , avalistas han
adquirido casi un sentido genérico. Las garantías personales tienen una serie de
diferencias esenciales con las reales:
- Vienen dadas por un patrimonio y no por un bien concreto.
- Tienen que ser dadas por persona distinta del obligado principal.
En términos generales, mejor garantía es la mayor volubilidad del patrimonio de las
garantías personales, que la que se desprende de un bien concreto y determinado en las
garantías reales.
- Obligación solidaria. “El acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores
solidarios o contra todos ellos simultáneamente. Las reclamaciones entabladas contra
uno no serán obstáculo para las que posteriormente se dirijan contra los demás, mientras
no resulte cobrada la deuda por completo”, que puede ser activa cuando cualquiera de
los acreedores puede reclamar del deudor la íntegra prestación objeto de la obligación, o
puede ser pasiva cuando hay una pluralidad de deudores, y todos y cada uno de ellos
queda obligado a cumplir íntegramente la obligación cuando el acreedor le compela a
ello.
El acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores solidarios o contra todos
ellos, y las reclamaciones entabladas contra uno no son obstáculo para las que
posteriormente se dirijan contra los demás, mientras no resulte cobrada la deuda por
completo. El deudor que haya pagado tiene derecho a reclamar contra los demás, la
parte que les corresponde.
B. Garantías reales.
Son derechos reales que se constituyen siempre para asegurar el cumplimiento de una
obligación preexistente, denominada obligación principal o asegurada. Sólo persisten
estos derechos mientras la obligación principal subsiste. En caso de ser incumplida la
obligación principal, el titular del derecho real de garantía puede instar la enajenación
de la cosa objeto de la garantía. Las principales son las siguientes:
- Hipoteca. La cosa hipotecada queda en poder del deudor. "Es un derecho real
constituido en garantía de una obligación dineraria, sobre bienes inmuebles ajenos y
enajenables que permanecen en posesión del propietario y que faculta a su titular, en
Se entiende por centro de sus intereses principales el lugar en donde tenga el domicilio
social, siendo ineficaz el cambio de domicilio acaecido en los 6 meses anteriores a la
solicitud del concurso. Si el centro de intereses principales del deudor está en territorio
español y en lugar distinto al domicilio social, el acreedor puede elegir entre ambos
lugares. Si se presentan solicitudes de declaración de concurso ante dos o más juzgados
competentes, será preferente en donde se presentó en primer lugar.
Para su solicitud están legitimados el deudor y cualquiera de sus acreedores salvo que el
acreedor hubiera adquirido el crédito por acto inter vivos y a título singular después de
su vencimiento, dentro de los 6 meses anteriores a la presentación de la solicitud.
Esta solicitud del deudor tiene como finalidad iniciar cuanto antes el procedimiento
concursal para minorar o limitar el daño que pueda producirse a los acreedores. Por ello,
afecta a los casos de insolvencia actual y no a los supuestos de insolvencia inminente en
donde es opcional. En el escrito de solicitud del concurso, el deudor ha de expresar si su
estado de insolvencia es actual o si lo prevé como inminente y acompañará los
documentos siguientes:
Está obligado a solicitarlo dentro de los 2 meses siguientes a la fecha en que hubiera
conocido o debido conocer su estado de insolvencia. En caso de que no se cumpla con
la obligación indicada habrá una presunción de culpabilidad respect a la calificación del
concurso y, con carácter general, el concursado tendrá suspendido el ejercicio de las
facultades de administración y disposición sobre la masa activa llevándolo a cabo la
administración concursal.
2. Por el acreedor, persona natural o jurídica, que deberá basarse en alguno de los
siguientes hechos externos:
• El sobreseimiento generalizado en el pago corriente de las obligaciones del
deudor.
• La existencia de:
1. Embargos por ejecuciones pendientes que afecten, de una manera general, al
patrimonio del deudor.
2. Previa declaración judicial o administrativa firme de insolvencia del deudor.
3. Título por el que se haya despachado mandamiento de ejecución o apremio sin
que del embargo resulten bienes libres bastante para el pago.
Para evitar la presentación de solicitudes irreales o mal intencionadas por parte del
acreedor u otros interesados legítimos, en caso de desestimación de su solicitud
mediante auto judicial firme, el deudor podrá solicitar liquidación de daños y perjuicios
causados que, una vez determinados, se requerirá de pago al solicitante del concurso,
procediéndose a su inmediata exacción forzosa si no los pagase.
La solicitud del acreedor está sujeta a menor rigor formal que la presentada por el
deudor, debiendo acreditar su legitimación, expresando en la solicitud: el origen, la
naturaleza, el importe, la fecha de adquisición, el vencimiento y la situación actual del
crédito, del que acompañará documento acreditativo. Asimismo, la solicitud debe
expresar los medios de prueba para acreditar el hecho o los hechos externos reveladores
del estado de insolvencia y acompañar el documento que le legitima. La prueba
testifical no será bastante por sí sola.
Todos estos socios responden personalmente de las deudas sociales, sin que importe que
su responsabilidad sea solidaria o mancomunada. En estos casos, deberán expresar en la
solicitud las mismas circunstancias que la solicitud presentada por un acreedor.
7. Quedará interrumpida la prescripción de las acciones contra el deudor por los créditos
anteriores a la declaración de concurso. No producirá efectos frente a deudores
solidarios, fiadores y avalistas. También quedará interrumpida la prescripción contra
socios y administradores, liquidadores, persona natural designada con carácter
permanente como administrador, y la persona con las facultades de más alta dirección
cuando no haya consejeros delegados, así como contra los auditores de la persona
jurídica auditada.
2. Como regla excepcional y para cuando concurra causa de interés público, podrá
darse una administración concursal dual en la que, por nombramiento del juez,
habrá como segundo administrador concursal una administración pública
acreedora o una entidad de derecho público acreedora dependiente de aquella.
Asimismo, cuando la complejidad del concurso lo exija, la administración
concursal podrá solicitar del juez el nombramiento de uno o varios auxiliares
delegados con especificación de las funciones a delegar, siendo obligatorio su
nombramiento cuando: sea de gran tamaño; en la masa activa existan
establecimientos dispersos por España; o se solicite prórroga para emitir el
informe por el administrador concursal.
3. Desempeñarán el cargo con la debida diligencia del modo más eficiente para el
interés del concurso. Sus actuaciones serán imparciales e independientes del
deudor y, si fuera persona jurídica, de sus socios, administradores y directores
generales, así como de los acreedores concursales y de la masa, y estarán
sometidas a la supervisión judicial. En cualquier caso, la administración
concursal está sometida a un severo régimen de responsabilidad, frente al deudor
concursado y a los acreedores, de los daños y perjuicios causados a la masa por
los actos y omisiones contrarios a la ley o realizados sin la debida diligencia,
prescribiendo a los 4 años desde que el actor tuvo conocimiento del daño o
perjuicio reclamado y, en todo caso, desde el cese en el cargo de los
administradores concursales o de los auxiliares delegados.
Los administradores concursales responderán solidariamente con los auxiliares
delegados de los actos y omisiones lesivos de estos, salvo que acrediten haber
actuado diligentemente.
4. Funciones:
a) De carácter procesal: Ejercer acción contra el socio/s responsable/s por las
deudas anteriores al concurso, o de la persona jurídica concursada contra sus
administradores, auditores y liquidadores; solicitar el embargo de bienes y
derechos o el levantamiento y cancelación de embargos trabados; enervar la
acción de desahucio ejercitada contra el deudor antes de la declaración de
concurso así como rehabilitar el contrato de arrendamiento hasta el momento
del lanzamiento; solicitar ejecución de condena a cubrir el déficit de
administradores, apoderados o socios; sustituir al deudor en los
procedimientos judiciales en trámite; ejercer acciones de índole no personal.
b) Propias del deudor o de sus órganos de administración: realizar actos de
disposición indispensables; asistir a los órganos colegiados de la personas
jurídica concursada; solicitar al juez la revocación del nombramiento de
auditor de cuentas y el nombramiento de otro; asumir el ejercicio de
derechos del deudor en otras entidades; reclamar el reembolso de
aportaciones sociales diferidas; conceder al deudor la conformidad para
interponer demandas o recursos, allanarse o transigir; presentar
declaraciones y autoliquidaciones tributarias; etc.
c) De carácter laboral: dar cumplimiento a resoluciones judiciales; solicitar del
juez la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y la extición o
suspensión colectivas de los contratos de trabajo; intervenir en los
procedimientos de modificación sustancias de condiciones de trabajo
colectivo, despido colectivo, reducción de jornada, traslado colectivo;
extinguir o suspender contratos de alta dirección; solicitar al juez que el pago
de indemnizaciones se aplace hasta la firmeza de la sentencia.
d) Derechos de los acreedores: modificar el orden de pago de los créditos
contra la masa; elaborar lista de acreedores; solicitar la apertura de la fase de
liquidación; solicitar al juez la realización de pagos de créditos ordinarios;
comunicar a los créditos con privilegio especial que optar por atender su
pago con cargo a la masa.
e) Informe y evaluación: encargada de elaborar un informe sobre la masa activa
y pasiva del concurso; proponer el nombramiento de expertos
independientes; evaluar la propuesta anticipada de convenio; informar sobre
la venta como un todo de la empresa del deudor; presentar informes
trimestrales y un informe final sobre el estado de las operaciones de
liquidación; actualizar el inventario y la lista de acreedores.
f) Valor y liquidación: sustituir administradores y liquidadores al abrir la fase
de liquidación; presentar un plan de liquidación de bienes y derechos de la
masa activa; solicitar la venta directa de bienes afectos a créditos con
privilegio especial.
g) Secretaría: comunicación electrónica de la declaración de concurso a la
AEAT y a la TGSS; comunicar a los acreedores la declaración de concurso,
así como la lista provisional realizada; recibir las comunicaciones de créditos
de los acreedores; asistir la junta de acreedores y asistir al secretario del
juzgado en la misma si lo acordara el juez; informar a los acreedores en el
extranjero.
• La masa activa que está constituida por la totalidad de los bienes y derechos
integrados en el patrimonio del concursado a la fecha de la declaración del concurso
y los que se añadan hasta la finalización del mismo, a excepción de los bienes y
derechos patrimoniales legalmente inembargables.
• La masa pasiva que está constituida por todos los créditos que hay contra el deudor
a la fecha de declaración de concurso.