Está en la página 1de 1

La casa embrujada

Mi tía iba paseando por Telde cuando, de frente, se encontró una casa vieja,
sucia… Se quedó fijamente mirando para las ventanas y de pronto en una de ellas
apareció una señora vieja, arrugada y sucia. En ese momento ella se asustó y se
fue corriendo.
Todos los días mí tía tenía que pasar por ese sitio para ir a su trabajo y, cada vez
que miraba para la ventana, esa señora le decía que la iba a matar y desaparecía.
Pasan unos días, unas semanas y le sigue pasando lo mismo.
Un día mi tía mira para la ventana y no hay solo una señora, sino dos: dos
hermanas gemelas de noventa años que hacía cinco años habían muerto, pero
cuya alma seguía ahí. Nadie de esa familia quería quedarse con la casa porque
tenía mucho miedo a que les pasara algo malo, como a esas dos señoras, ya que
ellas dos se murieron a causa de otros fantasmas que habían muerto en esa
misma casa.

La casa embrujada
Mi tía iba paseando por Telde cuando, de frente, se encontró una casa vieja,
sucia… Se quedó fijamente mirando para las ventanas y de pronto en una de ellas
apareció una señora vieja, arrugada y sucia. En ese momento ella se asustó y se
fue corriendo.
Todos los días mí tía tenía que pasar por ese sitio para ir a su trabajo y, cada vez
que miraba para la ventana, esa señora le decía que la iba a matar y desaparecía.
Pasan unos días, unas semanas y le sigue pasando lo mismo.
Un día mi tía mira para la ventana y no hay solo una señora, sino dos: dos
hermanas gemelas de noventa años que hacía cinco años habían muerto, pero
cuya alma seguía ahí. Nadie de esa familia quería quedarse con la casa porque
tenía mucho miedo a que les pasara algo malo, como a esas dos señoras, ya que
ellas dos se murieron a causa de otros fantasmas que habían muerto en esa
misma casa.

También podría gustarte