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de-la-tercera-a-la-octava-semana-embrionaria-y-hematopoyesis-fetal
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Al inicio de la 3 semana esta capa adopta la forma de un disco más ancho en la región cefálica
que en la caudal.
El aspecto de la notocorda y la del mesodermo precordial hacen que el ectodermo suprayacente
se engruese para formar la placa neural.
Las células de la placa constituyen el neuroectodermo y esta inducción representa el primer
paso en el proceso de la neurulación.
En forma gradual los pliegues neurales se acercan en la línea media donde se fusionan.
Mientras la fusión no esté completa, los extremos cefálicos y caudal del tubo neural se
comunican con la cavidad amniótica a través de los neuróporos anterior(craneal) y posterior
(caudal), respectivamente.
El neuróporo craneal se cierra aproximadamente en el día 25 (fase de 18 a 20 somitas), en tanto
el neuróporo caudal lo hace en el día 28 (fase de 25 somitas).
La neurulación ha terminado y el sistema nervioso central está representado por una estructura
tubular cerrada con una parte caudal estrecha, la médula espinal, una parte cefálica más ancha
con varias dilataciones, las vesículas encefálicas.
CÉLULAS DE LA CRESTA NEURAL
Al elevarse y fusionarse los pliegues neurales, las células en la cresta del neuroectodermo
comienzan a separarse de sus vecinos.
MESODERMO PARAXIAL
Al inicio de la 3ª semana el mesodermo paraxial se organiza en segmentos llamados
somitómeros.
Aparecen en la región cefálica del embrión y prosigue en dirección cefalocaudal en la región
cefálica. Los somitómeros se convierten en neurómeros en asociación con la segmentación de
la placa neural, contribuyendo a la mesénquima de la cabeza.
Desde la región occipital en sentido caudal se organizan hasta convertirse en somitas.
El primer par de somitas aparece en la región occipital hacia el día 20 de desarrollo.
A partir de ese momento otros aparecen en una secuencia craneocaudal a un ritmo de 3 pares
diarios hasta que hay de 42 a 44 pares al final de la 5 ª semana.
Descargado por Jeffrey Ariel Loayza Baldellon
(jeffreyloayza1719@gmail.com)
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Hay 4 pares occipitales, 8 cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y entre 8 y 10
coccígeos.
Más tarde desaparecen el primer par occipital y los últimos 5 a 7 coccígeos; los restantes
constituyen el esqueleto axial.
Al aparecer con cierta regularidad, con sólo contar las somitas puede calcularse la edad de un
embrión con exactitud durante este periodo inicial.
MESODERMO INTERMEDIO
El mesodermo intermedio, que conecta temporalmente el mesodermo paraxial a la placa lateral,
se diferencia en las estructuras urogenitales.
En las regiones cervical y torácica superior genera grupos de células segmentarias (los futuros
nefrotomas), mientras que en la región más caudal produce una masa no segmentada de tejido:
el cordón nefrógeno.
Las unidades excretoras del sistema urinario y las gónadas se originan en este mesodermo
intermedio en parte segmentado y en parte no segmentado.
MESODERMO DE LA PLACA LATERAL
Se divide en las capas parietal (somática) y visceral (esplácnica) que revisten la cavidad
intraembrionaria y rodean los órganos, respectivamente.
El mesodermo de la placa parietal junto al ectodermo suprayacente crea los pliegues de la pared
lateral del cuerpo.
Estos pliegues junto con los cefálicos y los caudales cierran la pared ventral del cuerpo.
La capa parietal del mesodermo de la placa lateral da origen a la dermis de la piel en la pared
corporal y en las extremidades, a los huesos, al tejido conectivo de las extremidades y al
esternón.
Las células precursoras del esclerotoma y de la musculatura migran al interior de la capa parietal
del mesodermo de la placa lateral para constituir los cartílagos costales, los músculos de las
extremidades y la mayor parte de los músculos de la pared corporal.
Descargado por Jeffrey Ariel Loayza Baldellon
(jeffreyloayza1719@gmail.com)
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La capa visceral del mesodermo de la placa lateral junto con el endodermo embrionario produce
la pared del tubo intestinal.
Las células mesodérmicas de la capa parietal que rodean la cavidad extraembrionaria producen
las membranas mesoteliales, llamadas también membranas serosas, que recubren las
cavidades peritoneales, pleural y pericárdicas y segregan líquido seroso.
Las células mesodérmicas de la capa visceral forman una membrana serosa alrededor de cada
órgano.
La pared ventral del cuerpo se cierra por completo, exceptuada la región umbilical donde
permanecen adheridos al pedículo de fijación y del saco vitelino.
Por el crecimiento cefalocaudal y del cierre de los pliegues de la pared lateral del cuerpo,
una porción de la capa germinal se incorpora al cuerpo del embrión para constituir el tubo
intestinal.
Éste se divide en 3 regiones: intestino anterior, intestino medio e intestino posterior.
El intestino medio se comunica con el saco vitelino mediante un pedículo ancho llamado
conducto (saco) vitelino.
Al inicio este conducto es ancho, pero al continuar el crecimiento del embrión se estrechará
y se alargará.
En el extremo cefálico, el intestino anterior está delimitado por una membrana ectoendodérmica,
la membrana bucofaríngea; ésta separa el estomodeo (cavidad bucal primitiva derivada del
ectodermo) de la faringe, una parte del intestino anterior originada del endodermo.
En la 4ª semana la membrana bucofaríngea se rompe, creando una comunicación entre la
cavidad bucal y el intestino primitivo.
El intestino posterior termina temporalmente en una membrana ectoendodérmica: la membrana
cloacal.
Otro resultado es la incorporación parcial del alantoides al cuerpo del embrión, donde forma la
cloaca.
La porción distal del alantoides permanece en el pedículo de fijación. En la 5 ª semana el saco
vitelino, el alantoides y los vasos umbilicales quedan restringidos a la región umbilical.
Se desconoce la función del saco vitelino. Tal vez sea un órgano nutritivo durante las fases
iniciales del desarrollo. Una de las más importantes consiste en albergar células germinales
situadas en la pared posterior, que más tarde migran a las gónadas para formar óvulos y
espermatozoides.
En un principio la capa germinal endodérmica produce el revestimiento epitelial del intestino
primitivo y las porciones embrionarias del alantoides y del conducto vitelino.
Al continuar el desarrollo el endodermo da origen a:
• Revestimiento epitelial del aparato respiratorio.
• Parénquima de las glándulas tiroidea y paratiroidea, hígado y páncreas.
• Estroma reticular de las amígdalas y del timo.
• Revestimiento epitelial de la vejiga urinaria y de la uretra.
• Revestimiento epitelial de la cavidad timpánica y del conducto auditivo
Pronto aparecen en la parte distal de las yemas cuatro surcos radiales que separan ligeramente
cinco áreas más gruesas, lo cual marca la formación de los dedos.
Esos surcos, llamados radios, aparecen en la región de la mano y poco después en los pies,
ya que las extremidades superiores están un poco más desarrolladas que las inferiores.
HEMATOPOYESISPRENATAL
Durante la vida prenatal, las células sanguíneas se originan en varios órganos.
Sus funciones hematopoyéticas ocurren en tres etapas sucesivas:
1- Tiene lugar en el mesodermo extraembrionario que reviste el saco vitelino, donde aparecen los
primeros islotes alrededor de la tercera semana de desarrollo.
Las células madres hematopoyéticas derivan del mesodermo que rodea a la aorta, cercano al
riñón mesonéfrico en desarrollo, lugar llamado AMG.
2- Estas células colonizan el hígado y la pulpa roja del bazo, que generan glóbulos rojos y otras
células sanguíneas. Esto ocurre entre el segundo mes y el séptimo mes.
3- Las células madres colonizan la médula ósea, que forman todas las células de la sangre y el
timo, los ganglios linfáticos y la pulpa blanca del bazo que forman linfocitos.
La médula ósea, los ganglios y la pulpa blanca del bazo actúan toda la vida, mientras que el
timo actúa hasta la adolescencia.
SACO VITALINO
BAZO
Entre los meses tercero y sexto de la vida prenatal, la pulpa roja del bazo genera glóbulos rojos,
granulocitos y megacariocitos. Después del sexto la producción de células cae y se mantiene
escasa hasta el final del embarazo.
La pulpa blanca desarrolla regular actividad hematopoyética a partir de linfocitos procedentes
de la médula ósea y del timo, que prosigue toda la vida.
MÉDULA OSEA
La hemopoyesis comienza en la médula ósea alrededor del séptimo mes, cuando las células
provenientes del hígado fetal la colonizan. Se generan eritrocitos, granulocitos, monocitos,
linfocitos y megacariocitos. Esta actividad continúa durante toda la vida.
Los eritrocitos que se generan en la vida prenatal tienen un aspecto similar a los que se forman
después del nacimiento, salvo los más primitivos.
Las hemoglobinas presentes cambian durante el desarrollo, siendo las HbGower1, HbGower2,
HbPortland y HbF las que se forman en el embrión y las HbF y HbA en el feto.
Los eritrocitos del feto tienen mayor proporción de HbF que de HbA, situación que en la vida
posnatal se invierte. La HbA comienza a reemplazar a la HbF a partir del cuarto mes de vida
intrauterina.
Al nacimiento la HbA constituye el 22% de toda la hemoglobina. A los 6 meses el 90%, al año
sube al 97% y finalmente llega al 99% de la hemoglobina total, manteniéndose durante toda la
vida. El porcentaje restante es de hemoglobina A2.
En la M.O. se forman todos los linfocitos, los pre B, los pre T y los NK. Los pre B se transforman
en linfocitos B en la propia médula ósea, mientras que los pre T se transforman en linfocitos T
en el timo, tras pasar a la circulación.
Por último, los linfocitos B y T llegan a los órganos linfáticos secundarios en donde se acantonan
y se reproducen.
TIMO
Al tercer mes de vida prenatal, los linfocitos pre T de la médula ósea colonizan el timo
convirtiéndose en linfocitos T. Éstos de multiplican y llegan a los órganos linfáticos secundarios
a través de la circulación, instalándose en las zonas timodependientes.
La actividad hematopoyética del timo continúa hasta la adolescencia, momento en la cual el
timo comienza su involución.
Son colonizados por linfocitos precedentes de la médula ósea (linfocitos B) y del timo (linfocitos
T).
Comienzan a funcionar como centros hematopoyéticos a partir del cuarto mes prenatal y
continúan durante toda la vida.
Lo mismo ocurre en las amígdalas, en los nódulos linfáticos y tejido linfático difuso de los
sistemas digestivo, respiratorio, urinario y genital.