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eee ee ec ee enemy ee ee ees come quien at ia, con que itencones ¥ com Pe es ee et ets ee ey eee ee ny ee enti Se eee eee eee eee ere ey een ent eee nee oe a Pee ed Peers Ded Pee S1 1607 INET sit desis Tranoioaes nace hace wn ao en Crcoba are sumarse alos esfervos de ous enddes que bascan un at. ‘nleo yun lagnstico alos problemas de un mundo estrehamemte lorerrelacionado. Ener manne vinculs con el Tsao aed ‘Anteda o)'ycon el Tranontonl tat of Ply Sais) de ‘Washington. Obtene cursos onentacones de a Seiad de rio, ‘Trannainaiey eens amb n Cob, gue ted spoyo del Ayuntamiento dela luda la Dipti Povilla unea de Anda cia [a Universidad de Coda y Csr, ara projec de los En estot momentos esti propidando a avs de un seminar péblic los ‘emasmasrelevanes que cmpenen los Ds Glos par ao 3.00 ‘Amica ass desputs dea gesa fis, Naiones Unda las oper ‘Sones de pax lor medion de comunicisin ens ead la toncmin lo- bul os frdamentatsmos ena er scl Reais dos grupos de trabsj sabre Cri yporpenvade a damorcisy Police Cooperecde, que eaboran matersle de wad en fore de debate yeentos de deci Ha programado ces encuentro: ras de Andalucissobre medio comunicacia ylosretos de in de sig Repeater Itc) ones sobre estates pre a Coopers Internacional y Exper dt INET sobre ea de venga, Publica acest west renasy enc a creacin de wn Roce de Secoe soe las mejores sportaCiones en alas cbr ems ant icone € Spun Cn te 60 NoAw CHOMSKY B IGNACIO RAMONET COMO NOS VENDEN LA MOTO Tearia $ Més Madera (erste deca: Maan pi, a Tas eg eine Hem gas Ramat adi Ton. “ra Chon ole Dita des eon mpg 3am 996 ‘oe 86 Stele jl 97 ele none 97 seta 358 sist 8 ne 800 sein cer 200 sete ee 200 {© Naan Chany (Opn Mapes, 1985) StgmcRamen Teed Setieragtebicenne Dept pl 315122001 Ing eons ‘ena Cpa er) “ina dessin a ds pn pp cid Inge pc Pi npn epee INDICE El control de los medios de comunicacién, por Noam Chomsky 7 Pensamiento tinico y nuevos amos del mundo, por Ignacio Ramonet 55 Glosario 99 Bibliografia ror EL CONTROL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION El papel de los medios de comunicacién en la politica ‘Contemporinea nos obliga a preguntar por el tipo de ‘mundo y de sociedad en los que queremos vivitly qué modelo de democracia queremos para esta sociedad Permitaseme empezar contraponiendo' dos conceptos distintos de democracta:{Uno es el que nos leva a afr mar que en una sociedad democritica, por tn lado, la ls recursos para partcipar de la gestién de sus asuntos pat: culares,y, por otro, los medios de informacion son I. tres eiRipaciales, Sse busca la palabra democracia et el dicionario se encuentra tuna definicin bastante pare: sida alo que acabo de formula. Una idea alternativa de democracia es lade que no debe pertitire qué la gente se haga cargo de sus pro- pios asuntos, aa vez que los medios de informacién de- ben estar fuerte y rigidamente controlados. Quizis esto ‘suene como una concepcién anticuada de democracia, pero es importante entender que, en todo caso, es la idea predominante. De hecho lo ha sido durante mucho tiempo, no solo en la practica sino incluso en el plano teérico, No olvidemos ademas que tenemos una larga historia, que se remonta a las revoluciones democriti- cas modemas de la Inglaterra del siglo xvi, que en si ‘mayor parte expresa este punto de vista. En cualquier casolyoy a cefiirme simplemente al perfodo modemno y acerca de la forma en que se desarrolla a nocién de de- ‘mocracia, y sobre el modo y el porqué el problema de los medios de comunicacién y la desinformacién se ubi- can en este contexto, PPrimeros apunteshistéticos de a propaganda Empecemos con la primera operacién moderna de pro- paganda llevada a cabo por un gobierno, Ocurté bajo el niandato de Woodrow Wilson. Este fue elegdo pres dente en 1916 como lider de la plataforma electoral Paz sii Victoria, cuando se eruzaba el ecuador de la Primera Guerra Mundial, La poblacién era muy pacifsta y no veia ninguna razén para involuerarse en una guerra eu- ropea; sin embargo, la administracion Wilson habla de- cidido que el pais tomaria parte en el conflcto, Habia Por tanto gue hacer algo para inducir en la sociedad la ides de a obigacion de participar en la guerra. Y secre ‘una comisién de propaganda gubemamental, conocida con el nombre de Comisin Creel, que, en seis meses, Jogré covertir una poblacién pacifica en otra histéica y belicista que queria i ala guerra y destruir todo lo que olfera a aleman, despedazar a todos los alemanes,y sal: var asi al mundo. Se alcanz6 un éxito extraordinario que conduciria a otro mayor todavia: precisamente en aque la época y después de la guerra se uiizaron las mismas técnicas para avivar lo que se conocia como Miedo rojo. Billo permitié la destruecién de sindicatos y 1a elimina cién de problemas tan peligrosos como la libertad de prensa o de pensamiento politico. El poder financiero y cempresarial y los medios de comunicacién fomentaron ‘yprestaron un gran apoyo a esta operacion, de la que, 2 5u vez, obtuvieron todo tipo de provechos. Entre los que participaron activa y entusidsticamente cen la guerra de Wilson estaban los intelectuales progre sistas, gente del ciculo de John Dewey Estos se mostra- ban muy orgullosos, como se deduce al leer sus eseritos de la época, por haber demostrado que lo que ellos la ‘aban los miembros mds inteligentes de la comunidad, es decir, ellos mismos, eran capaces de convencer a una poblaciOn reticente de que habia que ira una guerra ‘mediante el sistema de aterrorizara y suscitar en ella un fanatismo patriotero. Los medios utilizados fueron muy amplios, Por ejemplo, se fabricaron montones de atroci- dades supuestamente cometidas por los alemanes, en las que se inelufan nifios belgas con los miembros arran- cados y todo tipo de cosas horribles que todavia se puc~ den leer en los libros de historia, buena parte de Io cual fue inventado por el Ministerio britinico de propagan- da, cuyo auténtico propésito en aquel momento —tal como queda reflejado en sus deliberaciones secretas— era el de dirigir el pensamiento de a mayor parte del mun do, Pero la cuestin lave era lade controlar el pensa rmiento de los miembros mis intligentes de la sociedad americana, quienes, su vez, diseminarian la propagan: da que estaba siendo elaborada y levarian al pactfco pais ala histeria propia de los tiempos de guerra ¥ fun cioné muy bien, al tiempo que nos enseaba algo i portante!gando la propaganda que dimana del estado recibe l apoyo de las clases de un nivel cultural elevado Y no se permite ninguna desviacién en su contenido, el efecto puede ser enormé: Fue una lecién que ya habia aprendido Hitler y muchos otros, y cuya infiuencia ha legado a nuestros das. 1a democraca del espectador Oto grupo que quedé direcamente mareado por estos Eats fue el formada por teércosiberalesy figuras des tacadas de los medios de comunicaci, como Walter Lippmann, que era el decano de los periodisas ameria nos, un importante analista politico —anto de asuntos doméstcos como intemacionsles— asi como un ex tesordinari tric dela democracia ier Si se echa un vistazo a sus ensayos, e observard que estén subi Jados con algo asi como Una teria progessta sobre ensanientademecrtico liberal. Lippmann etuvo vi culado a exas comisiones de propaganda y admit los logrosalcanzados, al empo que sostenfa que lo que él Mlamaba revolucién en el arte de la democracia podia utili arse para fabricar consense es decir, para procs en la poblacién, mediante le nuevas técnicas de propagatda, In aceptacién de algo inicialmente no deseado. También pensaba que elo era no solo una buena idea sino tam biém necesria, debido a que al como él mismo arm, los interesescomunesexquivan totalmente al opinién pit bticay slo una case especilizada de hombres response ‘es lo bastante intligentes puede comprenderios y re solver los problemas que de ellos se derivan Est teoria sestiene que slo una élite reducica —Iscormunidad in telectual de que hablaban los seguidores de Dewey— puede entender cules son aquellos intereses communes, gqué es lo que nos conviene a todos, si como el hecho de que esas cosas eapan ala gente en general. Ea real dad, este enfoque s remonta aciontos de afios atrs, es también un planteamiento tipicamente lenis, de modo que existe una gran semejanza con la idea de que tuna vanguardia de intelecualesrevolucionarios toma el poder mediante revoluciones populates que ls propor conan la fuerza necesaria para ello, para conducir des pues a las masas estipidas a-un foturo en el que estas Son demasindo inept eincompetentes para imaginar y prever nada por si mismas, Es sf que la teorta democr’- tica liberal y el marxismo leninismo se encuentran muy cerca en sus supuests ideol6gicos. En mi opinion, esta es una de las razones por las que los individu, alo lr- go del tiempo, han observado que era realmente fécl pasar de tna posicién a otra sin experimentar ninguna Sensacinespecifica de cambio, Solo cs cuestin de ver donde esté el poder. Es posible que haya una revolucién popular que nos lleve a todos a asumir el poder del Esta do; 0 quizis no la haya, en cuyo caso simplemente apo- yaremos a los que detentan el poder real: la comunidad de las finanzas. Pero estaremos haciendo lo mismo: con- ducir a las masas estipidas hacia un mundo en el que vvan a ser incapaces de comprender nada por si mismas. Lippmann respald6 todo esto con una teorfa basta: te elaborada sobre la democracia progresiva, segin la ‘cual en una democracia con un funcionamiento adecua- do hay distintas clascs de ciudadanos. En primer lugar, los ciudadanos que asumen algiin papel activo en cues. tiones generales relativas al gobiemo y la administra- cién, Bs la clase especializada, formada por personas que analizan, toman decisiones, ejecutan, controlan y dirigen los procesos que se dan en los sistemas ideolgi- 0s, econémicos y politicos, y que constituyen, asimis- ‘mo, un porcentaje pequefio de la poblacién total. Por supuesto, todo aquel que ponga en circulacién las ideas citadas es parte de este grupo selecto, en el cual se habla primordialmente acerca de qué hacer con aquellos ‘otros, quienes, fuera del grupo pequefio y siendo la ma- yoria de la poblacién, constituyen lo que Lippmann lla maba el rebailo desconcertado: hemos de protegemos de este rebaiio desconcertado cuando brama y pisotea. Asi pues, en tuna democracia se dan dos fiunciones: por un la- do, Ja clase especializada, los hombres responsable, ejercen la funcién ejecutiva, lo que significa que pien- san, entienden y planifican los intereses comunes; por otto, el ebafio desconcertado también con una funcion en Ja democracia, que, sexi Lippmann, consiste en ser espectadores en vez de miembros participantes de forma activa. Pero, dado que estamos hablando de una demo- cracia, estos tltimos llevan a término algo més que una fancién: de vez en euando gozan del favor de liberarse de ciertas cargas en la persona de algiin miembro de la clase especializada; en otras palabras, sc les permite de- cit queremos que seas nuestro lider, 0, mejor, queremos que tk seas nuestro Her, y todo ello porque estamos en tuna democracia y no en un estado totalitario. Pero una ‘vez se han liberado de su carga y traspasado esta a agin ‘miembro de la clase especializada, se espera de ellos que se apoltronen y se conviertan en espectadores de la ac- cién, no en partiipantes. Esto es lo que ocurre en una democracia que funciona como Dios manda. Ya verdad es que hay una logica detris de todo eso. Hay incluso un principio moral del todo convincente: la gentess simplemente demasiado estipida para com- prendras cos. Silos individu aren de paripar en la gestion de los asuntos que les afectan o interesan, Jo dnico que harfan seria solo provocarlios, por lo que resultarfa impropio.¢ inmoral permitir que lg hicieran. Hay que domesticar al rebafio desconcertado, y no de jrle que brame y pisotee y destruya las cosas, lo cual viene a encerrar la misma légica que dice que seria inco- recto dejar que un nfo de tres afios cruzara solo la ca Ile, No damos a los nifios de tres afios este tipo de liber tad porque partimos de la base de que no saben cémo utilizarla, Por lo mismo, no se da ninguna facilidad para ‘que los individuos del rebafio desconcertado participen cen a accién; solo causarian problemas. Por ello, necesitamos algo que sirva para domesticar al rebafio perplejo; algo que viene a serla nueva revolu cién en el arte de la democracia Is fabricacién del con- senso. Los medios de comunicacién, las escuelas y la cculeura popular tienen que estar divididos, La clase poli tica y los responsables de tomar decisiones tienen que brindar algiin sentido tolerable de realidad, aunque también tengan que inculcar las opiniones adecuadas, Aqui la premisa no declarada de forma explicita —e in-

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