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1.

Título La violencia obstétrica como biopoder: A propósito de la


dignidad de la mujer
2. Autor (es) Melva Iparaguirre, Mildred Cóndor, Jenny Mendoza,
Rossibel Muñoz.
3. Referencia APA Iparaguirre, M. I., Cóndor, M. C., Mendoza, J. M., & Muñoz, R. M.
(2023). La violencia obstétrica como biopoder: A propósito de la
dignidad de la mujer. Encuentros. Revista de Ciencias Humanas,
Teoría Social y Pensamiento Crítico., 17, 2610-8046.
https://doi.org/10.5281/zenodo.7527761
4. Resumen La violencia obstétrica es un problema social y filosófico,
procedente de las raíces patriarcales, machistas, misóginas y
androcentristas aun latentes en la sociedad. Muchas veces
invisibilizado a expensas del sistema hegemónico imperante.
Como víctima de este sistema, se tienen a las mujeres que
históricamente y en un contexto actual sufren de distintos tipos
de violencia, concepto que ha ido tomando fuerza en las últimas
décadas a partir de las definiciones de organismos
internacionales como lo es la ONU, tipificándola, por ejemplo,
como la violencia de física, sexual o psicológica tolerada o no por
el estado o por la sociedad civil.

Es importante reconocer las legislaciones en distintos países de


Latinoamérica en esta cuestión, tal sería el caso de Venezuela,
Argentina, México y Perú, que ya venían agregando a sus sistemas
judiciales no solo este contexto de la violencia contra la mujer, sino
que se empezaba a definir por primera vez el tema que hoy nos
compete, la violencia obstétrica.

La violencia obstétrica, reconociéndola como un tipo específico de


violencia contra la mujer, es aquella que se da en un contexto de
asimetría de poderes entre los médicos obstetras y sus pacientes
femeninas, remitiéndolas a un carácter de sumisión, esta también
se refiere a la violencia que ejerce el personal médico sobre la
autonomía y el cuerpo de las mujeres en cuestión, se les despoja
de su personalización y se les trata como meros objetos
patogénicos que han de ser medicados y condicionado por
lineamientos institucionales para su reproducción.

Actualmente puede ser comprendida a partir de diversos tipos de


violencia en las diferentes etapas, como la asistencia reproductiva,
el parto o el puerperio, entre las que se enlistan la falta de insumos
necesarios, intervenciones innecesarias sobre el cuerpo de la
mujer o del feto, intervenciones no autorizadas por la paciente o
discriminación.
Algunas prácticas cuestionables con respecto a este tema en
específico se dan el los exámenes ginecológicos, en las prácticas
de esterilización forzada, imposición de uso de métodos
anticonceptivos, entre otros.

Dicha violencia, es una practica naturalizada e invisibilizada, los


factores que influyen para que esto continúe de ese modo son:

• La inexistencia de testigos que puedan certificar la


agresión.
• Se ejecuta gracias a las asimetrías de poder y la
normalización de la cultura de la violencia.
• La violencia institucionalizada, simbólica, donde la mujer se
somete al saber absoluto y hegemónico del médico y del
sistema tratante.

Es importante precisar que la violencia obstétrica también parte


desde la violencia psicológica, como pueden ser insultos, burlas,
vejaciones y manipulación de información.

Es preocupante la condición de las víctimas de este sistema, pues


se ha demostrado que las pacientes que viven en la realidad antes
descrita presentan principalmente daño psicológico, como lo
puede ser la ansiedad y el estrés postraumático, aunque tampoco
hay que descartar al daño físico, como lo pueden ser las fístulas
obstétricas, sexualidad dolorosa o dolores crónicos.

Como producto de la naturalización de estos comportamientos


nocivos por parte de la sociedad, se legitima la discriminación
hacia la mujer, y se generan expectativas sobre su cuerpo o sobre
su sexualidad, al igual que ilegitima el derecho de las mujeres a
decidir por sí mismas.

Como se menciona anteriormente, este tipo de violencia surge de


una asimetría de poder entre las pacientes y el personal de salud
que le atiende, específicamente hablando del biopoder, que para
Michelle Foucault, ejerce diversos mecanismos, como el control de
los hábitos de salud, prácticas de reproducción de la mujer, de su
sexualidad, entre otros. Por así decirlo, el hospital funge como una
institución a través de la cual el biopoder rige a las mujeres si
específicamente se habla del tema, cosa que demuestra que
además de invisibilizada y naturalizada, la violencia obstétrica es
institucionalizada.

Cuestionar el biopoder, permite dirigirnos hacia la toma de


conciencia de los derechos humanos, del reconocimiento de
su identidad y libertad y de la dimensión humana que tiene
que caracterizar la atención y relación médico-paciente, en este
caso, las pacientes.

5. Comentarios A diferencia del artículo de la semana pasada, considero que


este en particular tiene una visión mas detallada y te explica de
mejor manera el concepto de violencia obstétrica, lo hace a
partir de las realidades de algunos de los países más
importantes de Latinoamérica y de organismos internacionales.

Sin embargo si hay algo que deba criticar de este artículo es


que es bastante redundante, en diversas ocasiones sentía que
estaba leyendo mas de lo mismo en diferentes páginas,
distribuidas a lo largo de todo el artículo, por lo que consideré
pertinente el omitir el uso de esta información redundante y
hacer del tema un resumen bastante mas concreto.
6. Citas textuales La violencia, comprende un aspecto que traspasa el ámbito
doméstico y que incluye abusos físicos, psicológicos, laborales,
coercitivos, privación de la libertad, sexuales, hospitalarios,
entre otros (Yugueros, 2014).

“la violencia contra la mujer es identificable con la violencia de


género y la violencia ejercida contra las minorías”. (Yugueros,
2014)

“Esto define el carácter ontológico de la violencia de género,


es una anomalía social presente en las sociedades
contemporáneas y que se extiende a diversos escenarios.”
(Iparaguirre et al, 2023)

Es un tipo de violencia invisibilizada, normalizada por la


sociedad y sus instituciones, que limita el alcance de los
derechos humanos y lleva a la trasmisión de patrones de
sumisión frente al personal médico. (Soto, 2016)

“Con respecto a esto, la violencia obstétrica tiene dos


tipologías: la manipulación del cuerpo, ejerciendo prácticas
invasivas, modificación de procesos naturales sin su
consentimiento, administración de medicamentos no
consentidos, entre otros y, por otro lado, manipulación
psicológica, que incluye burlas, insultos, vejaciones y
manipulación de información.” (Iparaguirre et al, 2023)

El poder ejercido no es evidenciable a simple vista, puesto que


existen formas más sutiles de coerción, donde, a través del
biopoder, puede llevarse al con-trol poblacional, ejerciendo
diversos mecanismos, como el control de los hábitos de salud,
prácticas de reproducción de la mujer, de sexualidad, entre
otros. (Foucault, 2007)

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