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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIDAD EDUCATIVA
INSTITUTO PRIVADO
«COQUIVACOA»
CABIMAS – EDO. ZULIA

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS QUE DEJAN EN LA MUJER EL MALTRATO


FÍSICO OCASIONADO POR LA PAREJA

ASESOR ACADÉMICO AUTORES:


Gonzáles, A., Yormarys D.
ASESOR METODOLÓGICO Hernández, O., María V.
Lcda. Mildred Baldayo S. Vílchez, L., Leonor D.

Cabimas, marzo del 2021


INTRODUCCIÓN

La violencia es un común denominador de distintos escenarios en el mundo, pues se puede

observar entre comunidades que luchan por un territorio, en conflictos por religiones, por

políticas, entre otros. Entonces, se trata de un problema ubicuo, que se encuentra en todas partes

y se presenta en diferentes formas y afecta a mujeres, niños y hombres de forma individual y

colectiva; generando consecuencias de importancia en la vida de las personas, así como de la

sociedad. Bajo esta consideración, en los últimos treinta años, este flagelo se ha relacionado con

la violación de derechos humanos y como una barrera importante para el desarrollo económico.

Uno de los más prominentes y frecuentes tipos de violencia es la que se genera dentro de la

pareja, como explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2021), institución que

refiere que “1 de cada 3 mujeres informan violencia de pareja física y/o sexual o violencia sexual

por cualquier agresor durante toda su vida” (p. 1) y que “30% de las mujeres en las Américas han

reportado violencia física y / o sexual por parte de una pareja” (p. 1).

De acuerdo con la declaración de la Organización de Naciones Unidas, plantean Ruiz y

Blanco (2005), estos actos de violencia comprenden aquellos que tengan lugar dentro de la

familia, como los malos tratos, abuso sexual de niñas en el ámbito familiar, violencia relacionada

con la dote, violación marital, mutilación genital femenina, actos perpetrados por otros miembros

de la familia y los referidos a la explotación.

También comprende los actos de violencia física, psicológica o sexual que ocurran en las

comunidades, como la violación, abuso sexual, acoso, intimidación sexual en el trabajo, en

instituciones educativas u otros lugares, además de la prostitución forzada y el tráfico sexual.

Aunado a ello, se extenderían los actos al estado, cuando este tolere cualquier forma de las antes

dichas, sin tomar las medidas preventivas y correctivas pertinentes.


Conforme a estas estadísticas, se puede notar que la mujer es víctima de violencia o

perpetrado por su pareja, la cual es conocida como violencia doméstica y es definida por Núñez

y Castillo (2013), como aquella causada por algún sujeto que pertenece a la familia y en la que

éste ocasiona a su círculo familiar, con el motivo de daño o manipulación, lesiones físicas,

psicológicas o sexuales. Dicho de otra forma, se refiere a las agresiones físicas, psicológicas,

sexuales o de otra índole, llevadas a cabo por un familiar reiteradamente, causando daños físicos

y/o psicológicos, vulnerando la libertad de las víctimas.

Todas estas formas de violencia son comunes en el ámbito de la pareja, especialmente en

lo privado, porque la mujer tiende a mantener en secreto lo que le ocurre por temor al agresor y

por miedo a ser criticada o juzgada por otros; como tiene a bien explicar Páez (2011), además,

parece ser aceptada o normalizada por parte de la cultura, como una forma de demostrar el poder

y dominio que se supone tiene el hombre sobre la mujer, en razón de la cultura patriarcal que

concibe al género femenino como inferior, que debe someterse a lo que su pareja dice y si no lo

hace pues está bien visto que sea agredida por el otro.

La más visible de esta forma de violencia es el maltrato físico, que como su nombre refiere

se acompaña de golpes, patadas, bofetadas e incluso el uso de armas para la agresión. Al

respecto, Baiz (2008), contextualizando dentro del marco de la violencia contra la mujer que

interesa en la presente investigación, afirma “que la violencia física consiste en el uso y abuso de

la fuerza física y de la amenaza severa y real como medio para obligar a la mujer a comportarse

de alguna manera; su límite es la muerte” (p.48).

Por otro lado, en el marco legal venezolano, la Ley Orgánica sobre el Derecho de las

Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2009), en su artículo 15 señala que el maltrato físico es

“toda acción u omisión que directa o indirectamente está dirigida a ocasionar un daño o
sufrimiento físico en la mujer, tales como: lesiones internas o externas, heridas, hematomas,

quemaduras, empujones o cualquier otro maltrato que afecte su integridad física” (p.19).

Entonces, el maltrato físico, implicado en la violencia física, ha de corresponder con los

golpes, puñetazos, patadas, bofetadas, estrangulamientos y diversas agresiones que atentan

contra la integridad física de la mujer, perpetrado por su pareja con el uso de sus propias manos y

de otras armas que lo ayudan a agravar las lesiones que producen; como una forma de imponer el

dominio masculino y demostrarle a la mujer quien tiene más fuerza y poder dentro de la relación.

El asunto está, como en todo tipo de maltrato, en que estas agresiones generan numerosas

consecuencias, no solo las físicas y visibles para otros; sino también emocionales y psicológicas

que pueden ser aún más grave que las heridas corporales, pues impactan negativamente en la

autoestima, autoconcepto, autorespeto y en la percepción que la mujer tiene sobre ella misma y

el control de sus emociones.

Al respecto, la OPS (2021), indica que este tipo de violencia causa consecuencias graves

para la salud y el bienestar de las mujeres. Complementa esto, Zubizarreta (2004), al explicar que

las consecuencias psicológicas del maltrato físico suelen variar en intensidad según la

personalidad de la víctima, el afrontamiento, el apoyo social y las características del maltrato; y

no se deben a un problema anterior o a un trastorno psicológico previo, sino que derivan del

estrés postraumático que produce la agresión.

Generalmente, las víctimas reportan pesadillas, problemas para dormir, depresión,

síntomas de culpa, aislamiento social, vergüenza, disminución de la libido, baja autoestima y

problemas de alimentación; lo cual la ha de afectar en su desenvolvimiento cotidiano y en las

relaciones que establece con otros miembros de su familia. Además, existe un agravante donde la

mujer tiende a normalizar la violencia, justificando la agresión de su pareja y disfrazándola con


accidentes domésticos, para evitar que otras personas pregunten sobre lo sucedido y le digan que

debe separarse o denunciar a su agresor.

Por ello, la presente investigación se orienta al estudio de las consecuencias psicológicas

que produce el maltrato físico en mujeres que han sido víctimas de este tipo de abuso por parte

de sus parejas sentimentales, tanto en la cohabitación como en relaciones de noviazgo;

considerando que el contexto venezolano culturalmente es patriarcal y machista y muchas

féminas suelen ser víctimas de esta situación, tolerando y dejando pasar, sin darse cuenta del

riesgo que implica la aceptación de este flagelo, tanto a nivel individual como social.

En correspondencia con lo planteado anteriormente, la investigación se interesa en conocer

qué las secuelas o los efectos que generan en las mujeres los actos de maltrato y violencia física

que provienen de su pareja sentimental, para elaborar recomendaciones orientadas hacia la

prevención, detección y ayuda para superar dicho flagelo. De esta manera, se formula como

interrogante de investigación: ¿cuáles son las consecuencias psicológicas que dejan en la mujer

el maltrato físico ocasionado por la pareja?


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Baiz. (2008). Violencia Intrafamiliar en el Ordenamiento Jurídico Venezolano. Caracas,


Venezuela: Editorial Vadell Hermanos.
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. (2007).
Gaceta Oficial Nº 38.668 del 23 de abril de 2007. Caracas: Asamblea Nacional.
Núñez, W. y Castillo, M. (2013). Violencia Familiar. Lima: Editora y Distribuidora Ediciones
Legales E. I. R. L.
Organización Panamericana de la Salud. (2021). Violencia contra la mujer. Recuperado de:
https://www.paho.org/es/temas/violencia-contra-mujer
Páez, L. (2011). Génesis y evolución histórica de la violencia de género. Contribuciones a las
Ciencias Sociales. Recuperado de: http://www.eumed.net/rev/cccss/11/
Ruiz, C. y Blanco, P. (2005). La violencia contra las mujeres: prevención y detección, cómo
promover desde los servicios sanitarios relaciones autónomas, solidarias y gozosas.
(Primera reimpresión). Madrid: Ediciones Díaz de Santos.
Zubizarreta, I. (2004). Consecuencias psicológicas del maltrato doméstico en las mujeres y en
sus hijos e hijas. Paseo Campo Volantín, 24(6). 1-12.
https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/proyecto_nahiko_formacion/es_def/
adjuntos/2004.03.17.irene.zubirreta.pdf

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