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Sentencia Zaira - Absolutoria Por Duda Razonable Sobre La Configuración de Legítima Defensa - Perspectiva de Género
Sentencia Zaira - Absolutoria Por Duda Razonable Sobre La Configuración de Legítima Defensa - Perspectiva de Género
Sentencia Zaira - Absolutoria Por Duda Razonable Sobre La Configuración de Legítima Defensa - Perspectiva de Género
J10PCBUC | SP-ORDINARIA |
REPÚBLICA DE COLOMBIA
RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO
***
ASUNTO
IDENTIDAD DE LA ACUSADA
IMPUTACIÓN FÁCTICA
1
CUI-68001 6000258201301700
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ANTECEDENTES PROCESALES
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Defensa: Reclama una sentencia de carácter absolutoria, pues, considera que, en este
caso debe darse aplicación al principio In dubio pro reo previsto en el artículo 7 de la
Ley 906 de 2004, ya que la prueba practicada en el juicio oral no permite establecer
más allá de toda duda cómo ocurrieron los hechos, y porque también se puede
estructurar una legítima defensa como causal de ausencia de responsabilidad.
Este Despacho ostenta competencia residual para proferir sentencia, comoquiera que,
conforme el artículo 36 numeral 2º de la Ley 906 de 2004, el delito por el cual se formuló
acusación no tiene asignación especial. Advierte también este Estrado que no ha
operado el fenómeno extintivo de la prescripción de la acción penal, ni tampoco se
observa vicio de estructura alguno que impida emitir adoptar una decisión de fondo.
De acuerdo a lo previsto por los artículos 7º, 372 y 381 de la Ley 906 de 2004, para
emitir condena se requiere el conocimiento más allá de toda duda razonable acerca de
la materialidad y responsabilidad penal de la acusada, situación que el despacho pasa
a analizar a continuación detenidamente frente al comportamiento delictivo enrostrado
a Zaida Pérez Ropero, con fundamento en las pruebas válidamente admitidas y
debatidas en juicio oral, las cuales deberán ser apreciadas en conjunto, a efectos de
determinar si existe o no, el conocimiento más allá de toda duda razonable, en torno a
la existencia del delito y la responsabilidad penal de la acusada, imperativo que exige
desvirtuar la presunción de inocencia que a ésta le cobija.
Tal postulado, ciertamente se erige como una garantía constitucional y legal a la que
tiene derecho la acusada, y a su vez es un presupuesto lógico de la carga probatoria
que tiene el Estado en ejercicio del ius puniendi, a fin de demostrar los supuestos
fácticos y jurídicos en que se sustenta la pretensión de condena. De ahí que, el Juez, a
la hora de emitir el fallo, deba realizar un razonamiento crítico de la percepción
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Para resolver la controversia planteada por las partes e intervinientes en este caso, se
abordará lo referente al principio de congruencia y debida estructuración de hechos
jurídicamente relevantes, luego, se expondrán algunas consideraciones frente a la
aplicación de la perspectiva de género cuándo las mujeres son procesadas, seguido se
expondrán ciertos derroteros jurisprudenciales en torno a la configuración de la legítima
defensa, y se procederá a resolver el caso en concreto.
En materia procesal penal rige el principio de congruencia, el cual está conformado por
tres aristas: la congruencia fáctica, la congruencia jurídica y la congruencia personal.
De estas tres, la congruencia fáctica es rígida, es decir, no se puede modificar,
comoquiera que se trata del supuesto de hecho, o mejor, de los hechos que son materia
de investigación y juzgamiento.
Lo anterior lleva a afirmar que necesariamente debe existir claridad frente a cómo se
construyen los hechos jurídicamente relevantes, esto es, la manera en que se realiza
esa circunstanciación fáctica que va a delimitar el objeto de la controversia, para así, no
incurrir en la prohibición de emitir una sentencia frente a unos hechos que no han sido
objeto de una correcta acusación (ver art. 448 del C.P.P. y sentencia C 025 de 2010 de
la Corte Constitucional).
“La Sala ha señalado de manera reiterada que para la construcción de los hechos
jurídicamente relevantes es imprescindible que: (i) se interprete de manera correcta la
norma penal, lo que se traduce en la determinación de los presupuestos fácticos
previstos por el legislador para la procedencia de una determinada consecuencia
jurídica; (ii) el fiscal verifique que la hipótesis de la imputación o la acusación abarque
todos los aspectos previstos en el respectivo precepto; y iii) se establezca la diferencia
entre hechos jurídicamente relevantes, hechos indicadores y medios de prueba, bajo el
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Aunado, una debida circunstanciación fáctica o una debida estructuración de los hechos
jurídicamente relevantes permite tener claridad sobre la teoría del caso, el tema de
prueba, los medios probatorios que servirán para probar esos hechos, y, finalmente, la
motivación probatoria de la sentencia penal.
2.2. Aplicación de la perspectiva de género en casos en los que las mujeres son
procesadas penalmente.
1
Corte Suprema de Justicia, sala de casación penal, SP 4472-2020, rad. 49926, sentencia del 11 de noviembre de
2020, M.P. Jaime Humberto Moreno Acero.
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haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros, medidas de protección, un
juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos; g).establecer los
mecanismos judiciales y administrativos necesarios para asegurar que la mujer objeto
de violencia tenga acceso efectivo a resarcimiento, reparación del daño u otros medios
de compensación justos y eficaces, y h). adoptar las disposiciones legislativas o de
otra índole que sean necesarias para hacer efectiva esta Convención.”2
Una mujer, por el hecho de ser procesada dentro de una actuación penal, no pierde
esos derechos, en consecuencia, el Estado debe velar por realizar una investigación
integral en la que se analice y determine si debe tratarse el caso con perspectiva de
género, para garantizar en dichos eventos esa justicia y eficacia de los procedimientos
judiciales.
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Convención Belem Do Pará, artículo 7 literales f,) g) y h).
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A su vez, en el caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México, dicha Corte
adujo que:
Nótese cómo esta sentencia de la Corte Interamericana impone a los Estados el deber
de no agravar esas condiciones discriminatorias basadas en estereotipos
particularmente -dice la sentencia- en el razonamiento y el lenguaje de las autoridades.
Claramente esto es un llamado para que los Estados apliquen la perspectiva de género
en aras de lograr ese principio de igualdad y no discriminación, para este caso en el
ámbito jurisdiccional.
3
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile, sentencia del 24 de febrero de
2012.
4
Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México, sentencia
del 6 de noviembre de 2009.
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En síntesis, no hay duda alguna que, el enfoque de género debe aplicarse no solo en
los casos en los que la mujer es víctima de violencia, sino también en aquellos eventos
en los cuales, siendo investigada o juzgada penalmente, existan elementos de juicio
que den cuenta de un contexto de vulneración o discriminación hacia la mujer.
1. Que haya una agresión ilegítima, es decir, una acción antijurídica e intencional
de puesta en peligro de algún bien jurídico individual,
2. Que sea actual o inminente, vale decir, que el ataque al bien jurídico se haya
iniciado o inequívocamente vaya a comenzar y que aún exista la posibilidad de
protegerlo,
5
Naciones Unidas, La violencia contra la mujer en la familia: informes de la Sra Radhika Coomaraswamy, Relatora
Especial sobre la violencia contra la mujer, con inclusión de sus causas y consecuencias, presentado de conformidad
con la resolución 1995/85 de la Comisión de Derechos Humanos coma UN Doc. E/CN 4/1999/68, 10 de marzo de
1999, párrafo 25, citado en Caso Gonzáles y otras (“Campo Algodonero”) vs. México, sentencia del 16 de noviembre
de 2009.
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Tratándose de ese de ese análisis desde una perspectiva de género, conviene abordar
frente a estos elementos de la legítima defensa la discusión que ha planteado la doctrina
en punto de, entre otros, la actualidad o inminencia del ataque al bien jurídico.
Al respecto, la doctrina6 ha expuesto frente a los tipos o clases de agresión que “son
actuales las agresiones inminentes, las que están en curso, y aquellas denominadas
agresiones continuas, contra las que cabría una acción defensiva en cualquier momento
previo a que se materialice la lesión al bien jurídico, que es el momento en el que finaliza
la agresión”7.
En esa clase de contextos, considera este fallador que el riesgo de agresión permanece
latente, y la mujer constantemente va a sentir temor, lo que equivale a una agresión que
se actualiza permanentemente, siempre que se dé en el marco de dominación del
hombre hacia la mujer.
Para el caso que estamos analizando, el juzgado considera viable aplicar tal derrotero,
puesto que, precisamente, esa es la sensibilización y razonamiento que debe aplicarse
en contextos de violencia de género como el que se da en este evento, ello, reforzado
6
CORREA FLOREZ, María Camila, Legítima defensa en situaciones sin confrontación: la muerte del tirano de casa,
tesis doctoral, Universidad Autónoma de Madrid, facultad de derecho, 2016, pp.
7
Ídem, 352.
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Por otra parte, frente a la aplicación del in dubio pro reo para el reconocimiento de la
legítima defensa, debemos recordar que la Corte Suprema de Justicia, sala de casación
penal, en sentencia del 24 de junio de 2020 radicado SP 1590-2020, 49977, afirmó que
el principio contenido en el artículo 29 de la Constitución Política de Colombia, referente
a que toda duda se debe resolver a favor del procesado cuando no haya modo de
eliminarla, también aplica a las causales de ausencia de responsabilidad como ha
sostenido la sala de casación penal de forma pacífica desde la decisión del 26 de enero
de 2005 radicado 15834 en la que se señaló literalmente lo siguiente:
“si no se puede dictar sentencia condenatoria sin que obre en el proceso prueba
que conduzca la certeza del hecho punible y la responsabilidad del acusado, no
puede proyectarse la idea de que la duda sobre la antijuridicidad de la conducta
es igual a la certeza exigida para condenar. Si la primera se presenta no hay
lugar a la segunda y en casos así la ley dispone que la indefinición que produce
la duda se resuelve a favor del procesado porque es la única manera de impedir
que se condene a un inocente”.
3. Caso en concreto
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Sesión de audiencia de juicio oral del 30 de noviembre de 2017, minuto 14:51.
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Sin embargo, se absolverá a Zaida, no porque sea inocente, sino al considerar una duda
razonable frente a la configuración de la legítima defensa, lo que, según la
jurisprudencia, debe reconocerse en favor de la persona procesada.
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Sesión de audiencia de juicio oral del 30 de noviembre de 2017, minuto 32:22 en adelante.
10
Audiencia de formulación de acusación del 17 de agosto de 2016, minuto 04:00 a minuto 10:40.
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Audiencia de formulación de imputación del 4 de abril de 2015, minuto 11:28.
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Audiencia de formulación de imputación del 4 de abril de 2015, minuto 08:38.
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Audiencia de formulación de acusación del 17 de agosto de 2016, minuto 04:00 a minuto 10:40.
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Ahora bien, si en gracia de discusión, se pudiera afirmar que el hecho se refiere a que
Zaida apuñaló a William, tal cual se sintetizó en el acápite “imputación fáctica” de esta
providencia, es claro que la fiscalía obvió investigar y circunstanciar el hecho
jurídicamente desde una perspectiva de género, por cuanto, como quedó acreditado en
el juicio, el episodio de agresión fue provocado por el constante asedio del ofendido
frente a su expareja, a quien golpeaba constantemente, lo que implicaba que la Fiscalía
debía analizar el caso en el marco de ese contexto.
En el caso, tal cual se ha sostenido, conforme la labor que desarrolló la fiscalía, ésta
propuso que Zaida apuñaló a William, sin plantear el contexto de género y sin
circunstanciar en concreto qué día ocurrieron los hechos, los cuales, al hacer un
esfuerzo interpretativo, podría especularse acontecieron en la madrugada del 5 de
octubre de 2013. Además, se reitera, el fiscal en su alegato de conclusión afirmó que
los hechos ocurrieron en la casa de Zaida, lo que no quedó acreditado en juicio.
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Sesión de audiencia de juicio oral del 24 de marzo de 2021, minuto 13:48 a 14:07.
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Para abordar dicha variable, primero hay que analizar el contexto en el que ocurrieron
los hechos: tanto Zaida Pérez Ropero como William Reyes Balaguera, pusieron de
presente en sus testimonios que llevaban más de 5 o 6 años viviendo juntos. Los dos
coinciden en señalar que, durante aproximadamente los últimos dos años, su relación
no era la mejor. William decía que Zaida “tiraba a joderlo”15, y ésta afirma que tenían
problemas porque él la golpeaba16. Esto, claramente, muestra un contexto de violencia
que tuvo una permanencia de por lo menos 2 años entre los integrantes de ese hogar.
Sin embargo, dentro del cumplimiento de las cargas convencionales que se han
señalado con anterioridad, la fiscalía no indagó más sobre ese contexto, enfocándose
exclusivamente en lo que manifestó William Balaguera. Él dice que, en dos ocasiones,
Zaida había “tirado a joderlo” con botella17, y que no la denunciaba porque en ese
momento ella vivía con él. Cuando se le indaga en qué radicaban los problemas que
tenía con Zaida, en principio no responde, y luego de una breve pausa, dice que era
cuando se tomaban algunas cervezas18, que ella se emborrachaba y “tiraba a joderlo”
simplemente, y que no sabe si era que ella consumía sustancias alucinógenas.
15
Sesión de juicio oral del 30 de noviembre de 2017, minuto 08:20.
16
Sesión de audiencia de juicio oral del 24 de marzo de 2021, minuto 07:20 a 07:53.
17
Audiencia de juicio oral del 30 de noviembre de 2017, minuto 08:10.
18
Min 09:00 en adelante.
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Sesión de audiencia de juicio oral del 24 de marzo de 2021, minuto 08:09 en adelante.
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Minuto 08:54.
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Además, repárese que Zaida dio sus justificaciones de por qué no había denunciado a
tiempo, es decir, no quedó ello huérfano de alguna razón; Zaida constantemente indicó
que William vivía con ella hacía 5 o 6 años, y era la persona que la sostenía, ello muestra
el contexto de dominación económica, propio de una sociedad machista en la que el
hombre es precisamente quien solventa el hogar, lo cual por ese solo hecho no es
reprochable penalmente, sino lo cuestionable es haber aprovechado su posición de
ventaja financiera para ejercer constante violencia hacia su pareja.
En ese contexto, es razonable valorar la prueba con enfoque de género para eliminar
los estereotipos sobre reglas de la experiencia, siendo importante resaltar que
efectivamente Zaida no puso en conocimiento de las autoridades la violencia doméstica
de la que era objeto, sin que ello signifique que no hubieren acontecido las agresiones,
como lo pretende hacer ver la fiscalía, tal omisión, se explica por el miedo que le
provocaba que su pareja perdiera el trabajo con el que solventaban económicamente el
hogar, esto es, por quedarse sin sus medios de subsistencia, ese es el temor que se
exterioriza al punto que justificó su comportamiento de no denunciar, de no informar a
las autoridades, de no ir a donde un profesional de la salud, porque “si el médico hubiese
advertido ello, pues seguramente William hubiera perdido su trabajo”, y recordemos que
William era un soldado, es decir, es sensato que Zaida hubiese podido pensar que si
denunciaba a William, un militar que representa al Estado, el mismo pudiese ser
despedido de esta institución.
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Minuto 11:13 a 11:52.
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Minuto 13:48 a 14:07.
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La noche de los hechos, relata Zaida que ella llegó a un establecimiento público donde
el señor William, apenas la vio, empezó a golpearla, a darle “pata y puño”, Dice que,
cuando una amiga vio que él le mandó un botellazo en la cabeza, ella la cogió y la llevó
para su casa que también queda en el barrio Santa Inés.
Frente a este punto, en su versión, William afirma que le dijeron que Zaida estaba en la
caseta, pero que él no la vio, es decir, no menciona nada sobre la agresión a Zaida ni
el botellazo al que ella alude.
Sin embargo, se cuenta con el testimonio vertido por Magaly Vanegas, quien, en el juicio
oral, corrobora lo dicho en este punto por Zaida, es decir, lo referente a la agresión física
por parte de William cuando estaban departiendo en un establecimiento público 23.
Al respecto, Magaly dice que estaba con Zaida Pérez Ropero, que se dirigieron a la
discoteca del pueblo y en ese lugar estaba William Balaguera; afirma que ella entró al
establecimiento y Zaida se quedó en la parte de afuera; cuando Magaly salió, ellos dos
ya estaban peleando –asegura desconocer el motivo de la discusión-, y señala que el
señor William golpeó a Zaida con una botella en la cabeza, ella se metió, los separó y
le dijo a Zaida que se fueran para su casa.
No obstante, hay que señalar que el contexto de agresión no cesó cuando Zaida se fue
con Magaly a la casa de esta última, pues, al llegar a ese lugar, Zaida afirma que se
sentaron en la cocina y estando allí, tocaron la puerta; era William quien, apenas vio a
Zaida, empezó nuevamente a golpearla. Dice que tan pronto observó que William la
agredía, se le mandó encima y le dijo “William, no le pegue más, respéteme la casa”.
Dice Zaida que, cuando Magaly detuvo a William, él se hizo el dormido y Magaly lo soltó,
momento en el que ella quería salir de ese lugar, pero que, cuando William vio que ella
iba pasando, se despertó, la cogió de la pierna y empezó a golpearla nuevamente.24
23
Sesión de audiencia de juicio oral del 5 de junio de 2018, minuto 06:40 a 7:22.
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Sesión de audiencia de juicio oral del 24 de marzo de 2021, minuto 11:40 en adelante
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Al respecto, Magaly Vanegas corrobora ello, pues narra que llegó a su casa con Zaida,
y como a los 10 minutos tocaron la puerta, ella se asomó por una ventana, y era él –
refiriéndose a William –. Magaly le dijo a William que no quería problemas, e indica que
le abrió la puerta, que en ese momento, William entró de una para donde estaba Zaida
y empezó a golpearla, ella se metió, los separó, dice que el señor estaba ebrio, que ella
forcejeó con él, se fueron al piso, que el señor se hizo el dormido, ella lo dejó quieto, y
cuando se paró del lado de él y se fue, él se levantó y volvió a pelear con Zaida;
nuevamente ella se tuvo que meter, y en esas salió su hijo, la agarró y la sacó de la
casa y ellos quedaron allá.
Frente a esto, nótese que William apenas menciona que llegó a dicha casa y recibió la
puñalada de Zaida y no supo más nada. En ninguna parte de su intervención mencionó
haber forcejeado o peleado con Zaida o con Magaly al interior de dicho inmueble. Solo
dice que fue a ese lugar a reclamarle a Zaida por llevarse las cosas de la casa, cuando
él tenía derecho a la mitad los bienes.
En esa línea, William plantea que llegó a la casa de Magaly a altas horas de la noche,
a hacer un reclamo. La pregunta es: si el mismo William estaba diciendo que Zaida era
agresiva con él, la regla de la experiencia enseña que ¿alguien que está siendo
violentado se va y busca en altas horas de la noche a la persona que lo maltrata?. Ahí
falta a su coherencia interna el relato de William, es decir, si se aplica desde esta
perspectiva la máxima de la experiencia, tendríamos que decir que si esta persona
(William) estaba siendo agredida, no es razonable que fuera a buscar a Zaida por los
motivos por él aludidos, máxime que, como respaldo de la generalidad empírica, el
mismo argumenta como justificación que fue a la vivienda de la amiga de Zaida para
resolver unos temas de los bienes, pero, nos cuestionamos ¿a esa hora es lógico que
se solucionen ese tipo de problemas?, la respuesta es negativa, concluyéndose así que
no es coherente ir a resolver lo referente a la repartición de los bienes en plena
madrugada, cobrando fortaleza entonces la hipótesis que dada la voluntad de Zaida de
terminar con dicha relación, William fue detrás de ella para reclamarle, no solo de
palabra, sino de forma violenta.
Por otro lado, nótese que en ninguna parte de su intervención Magaly corrobora que
Zaida haya agarrado un puñal y propinado un lance en el pecho a William -tal cual lo
sostiene la fiscalía-, No, eso no fue lo que dijo la testigo, al contrario, la deponente
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advierte todo el episodio violento al que fue sometida su amiga y señala que finalmente
en ese escenario quedó sola Zaida y William.
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que, perfectamente aquella puede tener un cuchillo y el hombre usar sus propias
manos, y ser incluso más mortal estas últimas. En el caso bajo estudio, cobra relevancia
que, según lo contó Zaida, William era soldado profesional, quien además de tener
contextura física fornida y bastante fuerza, también estaba formado en entrenamiento
militar que le permitía afrontar situaciones de hostilidad; desde esa medida entonces
nos cuestionamos: ¿existía realmente esa simetría, esa igualdad, esa proporcionalidad
entre el episodio agresivo entre William y Zaida al momento de los hechos? ¿Qué fue
lo que realmente sucedió?, para dar respuesta, por la manera en que se desarrolló el
caso, resulta muy compleja la determinación con convencimiento de que se generó la
legítima defensa, por lo que siguiendo los precedentes ya citados, referidos a que si un
juez tiene incertidumbre sobre tal causal de ausencia de responsabilidad, debe
reconocerla en favor del procesado.
1. Que haya una agresión ilegítima, es decir, una acción antijurídica e intencional
de puesta en peligro de algún bien jurídico individual: El comportamiento de
William Balaguera, para el momento de los hechos, se constituye en una
agresión ilegítima que compromete el bien jurídico de la vida e integridad
personal de Zaida Pérez Ropero; nótese que, existiendo el contexto de violencia
al que se ha hecho alusión, la llegada de William al lugar donde se estaba
refugiando Zaida, esto es, la casa de Magaly, y el ataque físico que allí recibe la
acusada – situación igualmente corroborada por Magaly – claramente se afecta
el bien jurídico ya mencionado.
2. Que sea actual o inminente, vale decir, que el ataque al bien jurídico se haya
iniciado o inequívocamente vaya a comenzar y que aún exista la posibilidad de
protegerlo: Considera este fallador que, en el caso bajo estudio, se cumple el
presupuesto de la actualidad; por una parte, recordemos que ese día Zaida ya
había sido agredida por William en el establecimiento de comercio en el que se
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De igual manera, tanto Magaly como Zaida coinciden al afirmar que, una vez
estaban en casa de aquella, a ese lugar arribó William con actitud agresiva, tanto
así que una vez ingresó al inmueble, inmediatamente comenzó a golpear a
Zaida, lo que llevó, según las deponentes, a que nuevamente Magaly interviniera
tratando de separarlos, pero esta vez, hubo un forcejeo entre William y Magaly,
que implicó incluso que ellos dos cayeran al piso, momento en el que, según sus
dichos, William está supuestamente dormido y por eso Magaly lo suelta y se
retira un poco; sin embargo, cuando Zaida quiere salir del lugar, al intentar pasar
al lado de William, éste despierta, la toma de una pierna y nuevamente la agrede,
pero, por la intervención de uno de los hijos de Magaly, quien según su
exposición la saca de allí, ella ya no vuelve a intervenir en defensa de Zaida. En
consecuencia, Zaida y William quedan solos, y en un contexto de agresión física
por parte de William a la acusada.
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5. Que la agresión no haya sido provocada. Frente a este aspecto, si bien William
señaló que buscó a Zaida en la casa de Magaly para reclamarle por la manera
como se llevó algunas cosas sin repartirlas, esa situación fue desvirtuada, pues
se parte de la hipótesis que William se desplazó a la vivienda de Magaly a
continuar la agresión en contra de Zaida, es decir, que él mismo fue quien
provocó el altercado.
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R E S U E L V E:
SEGUNDO: Una vez en firme este fallo, se dispone el levantamiento de toda medida
cautelar y personal que pese en contra de la procesada con ocasión de esta actuación
y el archivo de la misma, previo envío de las comunicaciones del caso a las autoridades
respectivas, de que tratan los artículos 166 y 462 del Código de Procedimiento Penal.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
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