Está en la página 1de 3

Construir una alternativa de esperanza para Chile

El proceso para llegar a tener una nueva y buena Constitución para Chile sigue su
marcha. Los partidos políticos y las coaliciones han conformado sus listas de candidatos
a consejeros y los expertos ya han sido elegidos. Sin embargo, la ciudadanía se siente,
en su mayoría, alejada de la discusión constitucional y sus preocupaciones y urgencias
parecen ser otras. Los incendios de los últimos días que han asolado la zona centro sur
de nuestra patria, han desnudado falencias estructurales y puesto de manifiesto, una
vez más, la necesidad de modernizar al Estado en diversos ámbitos para dar una
respuesta más eficiente y eficaz a las necesidades de las chilenas y chilenos.

Entendemos el hastío que muchos sienten, la fracasada experiencia de la pasada


Convención Constituyente no contribuyó a mejorar el vínculo que toda democracia
madura debe tener con sus instituciones políticas. Digámoslo claramente, desde hace
años los partidos políticos no han estado a la altura de lo que Chile les demanda, parecen
más preocupados de sus cálculos electorales de corto plazo que de los grandes temas
de presente y futuro.

Hoy es necesario que la clase dirigente -y en primer lugar, el gobierno-entregue


respuestas contundentes a los graves problemas que nos aquejan como sociedad
(delincuencia, inmigración y violencia en el norte, precariedad económica, crisis medio
ambiental, largas listas de espera en salud, etc.) Pero también es necesario cerrar el
capítulo constitucional y tener una Constitución que nos una como sociedad. Esperamos
que los candidatos a constituyentes no defrauden al pueblo de Chile y demuestren
altura, visión y seriedad en su histórica tarea. Para este nuevo ciclo histórico, que la
inmensa mayoría de las chilenas y chilenos nos ganamos con el gran triunfo del pasado
4 de septiembre, resulta fundamental contar con partidos políticos responsables, que
cuiden la democracia y ofrezcan soluciones no populistas a las legítimas demandas de la
ciudadanía. Por eso, mantenemos nuestra decisión de no participar con candidatos a
constituyentes y concentrar toda nuestra energía en la campaña de afiliación de nuevos
militantes para convertirnos en un partido que contribuya a darle sentido a la política
como una tarea de servicio público y. devolverle a Chile seguridad institucional, piedra
angular de todo país que aspira al desarrollo social, económico y cultural de sus
ciudadanos.

No estaremos ausentes del proceso constituyente: entregaremos nuestras alertas y


también aplausos, supervisando que no se cometan los mismos errores del proceso
anterior y celebrando que el diálogo, la escucha al que piensa distinto, y la disposición a
llegar a acuerdos predominen sobre el sectarismo, el espíritu partisano y las ideologías

1
totalitarias y populistas que nos acechan. Esperamos que el que viene, sea un proceso
sobrio, serio y efectivo.

En las últimas semanas, hemos visto con preocupación como la posibilidad de articular
un espacio político de centroizquierda democrática se ha debilitado, con la decisión del
Partido Socialista de privilegiar una alianza política con el Partido Comunista y el Frente
Amplio, dándole la espalda a su propia historia, a la “renovación socialista” que permitió
la exitosa transición a la democracia desde la dictadura. En esta hora en que el país
necesita alejarse de los extremos, cuidar las instituciones democráticas y retomar una
senda de desarrollo económico y social que le devuelva la esperanza a millones de
chilenos que hoy tienen miedo y desconfianza en su propio futuro, nos parece que esa
decisión es un error político y estratégico mayúsculo. Al mismo tiempo, destacamos la
actitud y el temple de Natalia Piergentilli, presidenta del PPD; quien, resistiendo un
sinnúmero de presiones del gobierno y de sus ex–compañeros de ruta, ha privilegiado
la apuesta por fortalecer una alternativa de verdadera centroizquierda, y no volver a ser
el vagón de cola de una izquierda maximalista y refundacional. De la misma manera,
celebramos la decisión de Gloria Hutt y de su partido de resistir la tentación de unirse a
sectores extremos de la derecha. Ese coraje y claridad es el que necesita la política con
urgencia hoy. Estas señales de claridad y coraje políticos abren una puerta a la
esperanza.

Creemos que es posible forjar una gran y muy amplia alianza reformista, democrática y
liberal, que le de gobernabilidad al país en el futuro y que no se deje seducir por los
cantos de sirena de populismos de extrema izquierda y derecha que tanto daño le han
hecho a tantos países de nuestro continente. Nos comprometemos en trabajar desde
hoy mismo para construir esa alternativa que pueda representar a la mayoría de los
chilenos que no se sienten identificados con los extremos.

Pese al triunfo del 4 de septiembre de 2022 nuestro país sigue amenazado hoy por ideas
refundacionales, facilismo e irresponsabilidad populistas e ideas totalitarias de extrema
derecha e izquierda. Levantamos una alerta democrática sobre ese peligro y nos
comprometemos, tal como lo hicimos hace un año cuando nacimos como movimiento
ciudadano, a cuidar y salvaguardar a nuestra democracia.

Hoy más que nunca necesitamos una nueva y buena constitución, un buen gobierno y
buena institucionalidad y construir una alternativa que le de gobernabilidad y esperanza
a nuestros país. Es hora de hacer flamear más que nunca las banderas amarillas de la
responsabilidad política, convicciones democráticas y amor por Chile. Invitamos a los
chilenos y chilenas que compartan estos valores a ayudarnos a ser partido, afiliándose a

2
través del todo el país, para que construyamos juntos el partido de la esperanza en un
Chile mejor.

Directiva Amarillos por Chile


7 de febrero 2023

También podría gustarte