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Parroquia de San Isidro Labrador, Colombia.

Monición de Entrada:
¡Muy buenos noches para todas y todos!

Hoy nos hemos reunido para celebrar el Centenario de la

legion de María, la invocamos como Madre y nos sentimos
apoyados y protegidos por ella. Su cariño y su ternura llenan
nuestras vidas y por eso ponemos en Ella nuestra confianza.

La Legión, ora y trabaja apostólicamente. Funciona con reuniones

semanales de grupo, donde se ora, se revisa la actividad apostólica y
se estudian temas formativos para hacer más eficaz el apostolado.
Cada legionario activo debe:
Asistir Puntualmente y semanalmente a la junta de su grupo, donde
se mezclan íntimamente la revisión de trabajo efectuado, la
formación espiritual y humano-apostólica, con la oración en común.
Rezar diariamente la Catena, que es el Magníficat de la Virgen, la
oración de los pobres y humildes.
Realizar un trabajo apostólico concreto cada semana, con duración
mínima de dos horas, acompañado de otro legionario.
Mantener en secreto loa asuntos discutidos en la junta o conocidos
en el ejercicio del trabajo legionario.

La Legión de María está presente en casi todos los países del

mundo. Fue reconocida por la Conferencia Episcopal Española y ha
sido establecida en todas las diócesis del territorio nacional.
La finalidad de la Legión de María es la mayor gloria, la extensión
del reinado de Cristo y la santidad de sus miembros por medio de la
oración y la colaboración activa. Comenzaron su apostolado
visitando mujeres con cáncer en hospitales y de allí, su movimiento
se volvió muy activo entre los más desamparados. Cuenta con más
de 33 millones de miembros en el mundo y ha recibido el
reconocimiento de numerosos Papas, entre ellos Juan Pablo II.
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MONICIONES A LA PALABRA DE DIOS.

MONICIÓN: La Palabra de Dios, es amenaza continua para el

creyente, porque nos desinstala de nuestras seguridades, porque nos
hace pensar en los caminos de nuestra vida, porque nos recuerda que
tenemos una vida por vivir y que en ocasiones la desperdiciamos
cuando apenas hemos comenzado a caminar. Hoy esta Palabra,
confluirá en María, la mujer fuerte y el mejor ejemplo de camino
feliz, real y cumplido en manos de Dios. Escuchemos y dejémonos
llenar de vida por esta Palabra de la vida. 

MONICIÓN DEL EVANGELIO

María es arca de la alianza, refugio del pecador, consuelo del

afligido, auxilio de la humanidad y causa de nuestra alegría. La
veneramos como mujer sencilla, creyente, Madre, reina,
corredentora e intercesora nuestra. En verdad, María es la criatura
que mejor nos ha enseñado a cumplir la voluntad del Padre celestial.

ORACION DE LOS FIELES

Invoquemos a Dios nuestro Padre en este dia en celebracion

del centenario de la legion de maria, para que, por su
intercesión, derrame sus gracias sobre toda la humanidad.

Todo: Que la llena de gracias interceda por nosotros…

·        Por la santa Iglesia de Cristo que en María contempla su Madre y

modelo, para que aprenda a escuchar la Palabra y a proclamarla a
toda la humanidad, roguemos al Señor.
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·        Por todos aquellos que invocan a María como Madre y

Protectora, para que encuentren en Ella refugio en las adversidades y
estímulo en la vida cristiana, roguemos al Señor.

·        Por quienes invocan a María, en los peligros de la tierra y del

mar, para que por ella lleguen a Cristo, Salvador de la
humanidad, roguemos al Señor.

·        Por aquellas personas que duermen ya el sueño de la paz para

que, por intercesión de la Virgen María, gocen de las alegrías del
cielo, roguemos al Señor.

·       Por nuestro Párroco, para que el auxilio de la santisima virgen

maria lo asista y guíe, lo proteja de los peligros del mundo y sepa
poner por obra la Palabra de Dios, roguemos al Señor.

·        Por todos nosotros aquí reunidos y por nuestra Parroquia, para

que la participación en el misterio de Cristo, nacido de la Virgen
María, nos ayude a ser en el mundo testigos del amor de
Dios, roguemos al Señor.

Escucha, Padre Santo, la oración de tu Iglesia, y por la

intercesión de la Santísima Virgen del Carmen, concédenos
cuanto te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.

EL PAN Y EL VINO: 

Tú, Señor, quisiste quedarte todos los días hasta el final de los
tiempos en medio de nosotros; y, para eso, te quedaste en la
apariencia del pan y del vino que, transformados en tu Cuerpo y en
tu Sangre, nos transmitirán tu Gracia y nos anticiparán la Vida
Eterna. ¡Te agradecemos, Señor!