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Aparatos del cuerpo humano

1. Aparato locomotor: El sistema esquelético-muscular está constituido por el


conjunto de huesos, articulaciones y músculos cuya función principal es la de
sostén, protección y movimiento del cuerpo humano. Por otra parte colaboran
en la formación de las células sanguíneas y en almacenamiento de sales
minerales.
2. Aparato digestivo: El proceso digestivo comprende una etapa de preparación
del alimento, que tiene lugar en la boca; otra de tratamiento del alimento
mediante una serie de acciones físicas y químicas que se efectúan en el
estómago y primera parte del intestino; una tercera en que los componentes
útiles y asimilables se separan de los residuos e ingresan en la sangre; y por
último la fase en la que esos desechos son excretados del cuerpo.
El tracto o tubo digestivo es un conducto muscular constituido por la boca,
faringe, esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso y ano. Su
función es descomponer la comida en sustancias que puedan ser absorbidas en
la corriente sanguínea para su distribución a las células, y eliminar los
productos de desecho.
El alimento que se ingiere por la boca necesita ser reducido a partículas
pequeñas para que los jugos digestivos actúen con mayor efectividad. Esta
función de desmenuzar la comida es realizada por los dientes.
La boca: se encuentra rodeada por unos pliegues de la piel, llamados labios. Dentro de
la boca se encuentran los dientes cuya función es cortar, trozar y triturar los alimentos
(digestión mecánica). En la boca encontramos también la lengua -con gran cantidad de
papilas gustativas-, cuya función es la de mezclar los alimentos y facilitar su tránsito
hacia el esófago. En la cavidad bucal desembocan las glándulas salivales, que secretan
la saliva, cuyas funciones son:
 Actuar como lubricante.
 Destruir parte de las bacterias ingeridas con los alimentos.
 Comenzar la digestión química de los glúcidos mediante una enzima -
proteína que acelera un cambio químico- llamada amilasa o ptialina, la
cual cataliza el almidón (hidrato de carbono presente en los vegetales) y
lo transforma en maltosa, un tipo de azúcar que se produce como
consecuencia de esta degradación.
La saliva está formada, en un 95 por ciento por agua, y el 5 por ciento restante
por sustancias disueltas en agua, tales como iones sodio, potasio, cloruro,
bicarbonato y fosfatos. Posee además una sustancia formada por suero llamada
mucus y dos enzimas que son la amilasa salival y la lisozima.

La faringe: La faringe es un tubo musculoso situado en el cuello y revestido de


membrana mucosa; conecta la nariz y la boca con la tráquea y el esófago. Por la faringe
pasan tanto el aire como los alimentos. En el hombre mide unos trece centímetros,
ubicándose delante de la columna vertebral.
El esófago: Este conducto muscular se sitúa entre el extremo inferior de la
laringofaringe y el superior del estómago. Tiene una longitud que oscila entre los 23 y
los 25 centímetros, siendo su principal función la de transportar el alimento hacia el
estómago. Está formado por varias capas que desde el exterior hacia el interior son la
adventicia, la muscular (con fibras longitudinales y circulares), la submucosa (con tejido
conectivo, vasos sanguíneos y glándulas mucosas) y la mucosa, que también contiene
este tipo de glándulas.
El estómago: El estómago es un saco hueco y elástico con forma de J, siendo la parte
más ancha del tubo digestivo. Su superficie externa es lisa, mientras que la interna
presenta numerosos pliegues que favorecen la mezcla de los alimentos con los jugos
digestivos.
Intestino delgado: Situado en la cavidad abdominal, el intestino delgado es un tubo
alargado y hueco con paredes más delgadas que las del estómago. Mide entre siete y
nueve metros de largo, plegado varias veces. Se divide en tres partes: duodeno, o parte
más cercana al estómago; yeyuno, o porción media; e íleon, tramo final.
El colon o intestino grueso: Una vez que han sido absorbidos los nutrientes, las
materias restantes pasan del intestino delgado al grueso, dispuesto en el abdomen en
forma de U invertida, de mayor diámetro y paredes más gruesas que los segmentos
anteriores. El intestino grueso desemboca en el colon. A poca distancia de la
La defecación en parte es voluntaria, debido a la contracción de los músculos de la
pared abdominal, del diafragma y a la relajación del esfínter externo del ano, y en parte
involuntaria, dependiente de la relajación del esfínter interno del ano y de la contracción
del intestino grueso y el recto, que impulsan las heces hacia el ano. La distensión del
recto y el estímulo resultante de los nervios de sus paredes es lo que despierta el deseo
de defecar.
Recto y ano: El recto forma parte del intestino grueso y está situado a continuación del
mismo. Su forma es cilíndrica, excepto en su parte inferior, llamada ampolla. La parte
terminal del intestino o recto mide unos 15 centímetros de longitud y debe este nombre
a su forma casi recta.

3. Aparato respiratorio: El aparato respiratorio es el encargado de realizar el


intercambio de gases entre el aire y la sangre. Está constituido por:
 Vías respiratorias
 Pulmones
1. Vías respiratorias: Conducen el aire del exterior a los pulmones y viceversa.
1.1. Fosas nasales: Son las dos cavidades de la nariz. En ellas el aire es
filtrado, calentado y humedecido.
1.2. Faringe: Forma parte a la vez de las vías respiratorias y del tubo digestivo:
comunica con la laringe y el esófago. Tiene la misma misión que las fosas
nasales.
1.3. Laringe: En su interior se encuentran las cuerdas vocales, cuya vibración,
al paso del aire, produce la voz. Cuando tragamos el alimento, la laringe queda
cerrada por una especie de lengüeta llamada epiglotis.
1.4. Tráquea: Es un largo tubo que posee anillos cartilaginosos incompletos en
forma de C que lo mantienen siempre abierto. Se halla situada delante del
esófago.
1.5. Bronquios: Son los dos tubos en los que se divide la tráquea. Penetran en
el interior de los pulmones donde se ramifican repetidamente, formando los
bronquiolos. Su pared interior posee cilios (especie de pelillos que vibran) y
moco para filtrar el aire y atrapar las partículas que lleva en suspensión.
2. Pulmones: Son dos masas esponjosas recubiertas de un tejido de doble pared
llamado pleura, con una fina capa de líquido entre ambas para suavizar los
movimientos respiratorios. El pulmón derecho está dividido en tres lóbulos y el
izquierdo en dos. Están constituidos por los bronquiolos que se dividen
repetidamente en ramas cada vez más finas que terminan en unas bolsas
llamadas alvéolos, recubiertas de capilares sanguíneos.
Ventilación pulmonar: Así se llama a la entrada y salida de aire de los
pulmones. Consta de dos movimientos respiratorios: inspiración y espiración.
1. Inspiración: Se produce por contracción del diafragma (desciende) y de los
músculos que elevan las costillas. Esto provoca un aumento de la cavidad
torácica que permite la entrada de aire en los pulmones.
2. Espiración: Ocurre lo contrario que en la inspiración: diafragma y los
músculos de las costillas se relajan, disminuyendo la capacidad torácica. Esto
provoca la salida pasiva del aire.
Intercambio de gases: El intercambio de gases entre el aire y la sangre tiene
lugar a través de las finas paredes de los alvéolos y de los capilares sanguíneos.
La sangre venosa proveniente de la arteria pulmonar se libera del dióxido de
carbono, procedente del metabolismo de todas las células del cuerpo, y toma
oxigeno. La sangre oxigenada regresa por la vena pulmonar al corazón que la
bombea a todo el cuerpo.

4. Aparato sanguíneo y linfático: El aparato circulatorio tiene varias funciones


sirve para llevar los alimentos y el oxígeno a las células, y para recoger los
desechos metabólicos que se han de eliminar después por los riñones, en la
orina, y por el aire exhalado en los pulmones, rico en dióxido de carbono
(CO2). De toda esta labor se encarga la sangre, que está circulando
constantemente. Además, el aparato circulatorio tiene otras destacadas
funciones: interviene en las defensas del organismo, regula la temperatura
corporal, etc.
La sangre
El corazón
Los vasos sanguíneos
El sistema linfático
Enfermedades cardiovasculares
La sangre

La sangre: es el fluido que circula por todo el organismo a través del sistema
circulatorio, formado por el corazón y un sistema de tubos o vasos, los vasos
sanguíneos. La sangre es un tejido líquido, compuesto por agua y sustancias
orgánicas e inorgánicas (sales minerales) disueltas, que forman el plasma
sanguíneo y tres tipos de elementos formes o células sanguíneas: glóbulos rojos,
glóbulos blancos y plaquetas. Una gota de sangre contiene aproximadamente
unos 5 millones de glóbulos rojos, de 5.000 a 10.000 glóbulos blancos y
alrededor de 250.000 plaquetas.

El corazón: es un órgano hueco, del tamaño del puño, encerrado en la cavidad


torácica, en el centro del pecho, entre los pulmones, sobre el diafragma, dando
nombre a la "entrada" del estómago o cardias. Histológicamente en el corazón
se distinguen tres capas de diferentes tejidos que, del interior al exterior se
denominan endocardio, miocardio y pericardio. El endocardio está formado por
un tejido epitelial de revestimiento que se continúa con el endotelio del interior
de los vasos sanguíneos. El miocardio es la capa más voluminosa, estando
constituido por tejido muscular de un tipo especial llamado tejido muscular
cardíaco. El pericardio envuelve al corazón completamente.

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