Está en la página 1de 2

Análisis del vídeo número 9: Tórtolas, crepúsculo y telón de Francisco Nieva.

Montaje del Centro Dramático Nacional dirigido por el propio autor (2009-2010)

El vídeo representa un fragmento de la obra Tórtolas, crepúsculo y telón, escrita en 1954 por
el dramaturgo Francisco Nieva, aunque la representación que visualizamos es un montaje
del propio autor de 2009-2010, con el Centro Dramático Nacional.

Francisco Nieva es dramaturgo, director de escena, escenógrafo y figurinista. Académico de


la Lengua, premio Príncipe de Asturias y premio Nacional de Literatura, su nombre es
reconocido tanto en España como en toda Europa.

La obra se ambienta en los años veinte del siglo XX y presenta a una compañía de teatro
que, con el pretexto de guardar una cuarentena, obligada por la propagación de un
desconocido virus, es secuestrada en el propio coliseo en el que ha de actuar, para
someterla -como a ratas de laboratorio- a crueles experimentos, cuyo objetivo es
revolucionar y renovar el mundo de la escena, incluso la actuación y el comportamiento del
público. Los actores tienen que compartir el teatro con el conserje, así como con parte del
público que vive en los palcos, con los que dialogan, se enfrentan y conviven durante esta
cuarentena tan peculiar.

Por tanto, nos encontramos con un tipo de teatro textual, en el que se juega con el concepto
del teatro dentro del teatro. El estilo de Nieva es habitualmente transgresor y huye de lo
cotidiano y realista. Él define al suyo como “teatro furioso”, en el que los personajes son de
tipo coral (no individuales), rozan el esperpento, combinan el humor con la tragedia y juegan
con el lenguaje, gracias al ritmo y la musicalidad. Aunque está obra la define dentro de su
teatro de “farsa y calamidad”. En definitiva, Tórtolas, crepúsculo y… telón es una
teatralización del propio teatro para mostrarnos las contradicciones, los límites y la grandeza
de este, todo ello dentro de un mundo contradictorio y misterioso.

Está obra de teatro se enmarca, pues, en el teatro español contemporáneo de la segunda


mitad del siglo XX, aunque se relaciona con el teatro vanguardista europeo de la época, ya
que el autor por esos años vivió en París, donde coincidió con algunos de los autores más
relevantes del siglo XX, como Artaud, representante del innovador “teatro de la crueldad” o
Beckett e Ionesco, máximos ejemplos del teatro del absurdo.

Por lo que respecta al fragmento que nos ocupa, hay ciertos elementos que son dignos de
mención. Por un lado, es característico el tono especialmente teatralizado y exagerado que
emplean los personajes en sus intervenciones, que gesticulan y se mueven sobre el
escenario de forma característica.
Destaca también el movimiento de los actores sobre el escenario, en donde se ve la
diferencia entre quienes están en el escenario y quienes se ubican en los palcos. En este
fragmento en concreto llama la atención los movimientos contorsionistas de los hermanos,
que se arrastran por el suelo.
El vestuario está también muy bien estudiado: por un lado puede trasladarnos a la época en
que se ambienta la obra pero no únicamente. La propia figurinista reconoce que el vestuario
es alegórico y que tiene el objetivo de transmitir ideas y los rasgos de personalidad de los
personajes. Destacan el majestuoso vestido de Trapezzia combinado con el peinado, una
peluca, que nos sugiere la gran artista que había sido; la ropa a juego de los gemelos, con
gorra incluída, o el austero hábito de los monjes, que les cubre la cabeza.
La escenografía es igualmente interesante ya que se ha construído un teatro sobre el propio
escenario, con los palcos que nos trasladan a un teatro a la italiana, y que forman parte de la
escena, ya que ahí se ubican algunos personajes. Además de los palcos, el escenógrafo se ha
encargado de diseñar el proscenio, el patio de butacas y la pared de fondo, reproduciendo
un teatro antiguo y casi en ruinas. Por último, la iluminación es el complemento necesario
de la escenografía, pues se encarga de dejar zonas a oscura frente a otras partes iluminadas,
como el centro de la escena o los palcos.

También podría gustarte