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Acerca de algunas nociones con respecto a la Tierra


en el mundo originario del Abya-Yala.
Chinchaysuyo, Lima
Marzo-1994
Abya-Yala.

Por:
Jimena Tatiana Gonzales García (T'ika Pacha)
José Mario Illescas Pompilia (Hatun Illapa)

Ediciones y Publicaciones Tukuy Riqch’arina


Cochabamba-Estado Plurinacional de Bolivia
2016
Acerca de algunas nociones con respecto a la Tierra
en el mundo originario del Abya-Yala.

Chinchaysuyo, Lima
Marzo-1994
Abya-Yala.

Por:
Jimena Tatiana Gonzales García (T'ika Pacha)
José Mario Illescas Pompilia (Hatun Illapa)

Ediciones y Publicaciones Tukuy Riqch’arina


Cochabamba-Estado Plurinacional de Bolivia
2016
Gonzales, Tatiana; Illescas, José
Acerca de algunas nociones con respecto a la
Tierra en el mundo originario del Abya-Yala.
Ediciones y Publicaciones Tukuy Riqch’arina, 2016
Cochabamba - Estado Plurinacional de Bolivia
Sabiduría de la Unidad en el ancestral Abya-Yala

1994, 2016, Ediciones y Publicaciones Tukuy Riqch’arina

Dirección: Calle Chipaya Nº 283 Barrio Villa Granado.Zona Norte. Cochabamba


Email: claudialayme176@hotmail.com
Email: haillapa1@yahoo.es
Derechos exclusivos de edición en cualquier idioma.

Diseño de tapa, contratapa y carátulas: Elaboración propia.


Edición y correcciones de estilo: Gonzalo R. Lora Veizaga
Rediseño de tapas: Gonzalo R. Lora Veizaga
Diagramación: Gonzalo R. Lora Veizaga
1ª Edición: Marzo de 1994
2ª Edición: Agosto de 2016
Prólogo
La historia moderna de la humanidad nos ha dejado muchas lecciones, la
vertiginosa carrera que emprendió el mundo occidental a partir de sus
revoluciones industriales y su capitalismo moderno han dado lugar a un
crecimiento humano inédito en los últimos doscientos años, el cual está generando
serias consecuencias.
Bajo un discurso común, las Naciones Unidas hicieron caso omiso a las críticas
profundas hechas a un sistema desarrollista que priorizaba el crecimiento
económico ante todo y todos, bajo la absurda premisa de un crecimiento infinito
en un planeta finito.
El mundo civilizado sigue viendo a nuestro planeta como fuente de recursos, está
enceguecido, sólo le importa el dinero. Las mercancías han perdido su forma, los
comerciantes modernos ya no compran y venden arroz, ni trigo. Venden
abstracciones, números, fantasmas. El mundo financiero se ha vuelto un gran
teatro fantasmal al servicio de la especulación, la inflación, y el sobreconsumo,
donde estos jugadores compulsivos de Monopolio “definen” el rumbo de las
dinámicas económicas de nuestra especie, sin el menor reparo en las
consecuencias de sus acciones, ya que no viven en un mundo concreto, lo han
perdido, ven el mundo a través de su monitor, a través de su celular, no se
conmueven con el vuelo de un ave, ya no viajan, no sienten los latidos de un
mundo que estamos intoxicando, de un mundo que estamos enfermando.
Si observamos con detenimiento, veremos que todos los demás hijos e hijas de
este Planeta Tierra se desenvuelven en equilibrio. Sienten las dinámicas naturales
para actuar. Nosotros, por el contrario, modificamos las dinámicas naturales a
nuestra “conveniencia” sin tomar en cuenta las consecuencias de nuestras
acciones sobre las delicadas interacciones de nuestros sistemas naturales.
Hemos híper-contaminado el agua, la tierra y el aire. Los científicos advierten
sobre los potenciales efectos de mantener estas acciones: cambios climáticos
drásticos, alteraciones en los balances de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno,
fósforo y azufre en nuestra atmósfera, muerte masiva de biodiversidad y
envenenamiento tóxico de nuestros sistemas ecológicos. Los economistas no
estudian ecología, a pesar de que la economía es una relación ecológica. Las
abstracciones definen el curso de nuestros días.

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Hemos ignorado el equilibrio natural, para hacer nuestro propio equilibrio en
libertad. Nos hemos olvidado que pertenecemos a un Planeta, que pertenecemos
a Pacha, que somos Pacha. Es como si algunas células del hígado se hubiesen
cansado de ser células de hígado y deciden asumir su “libertad”, como tienen toda
la información del cuerpo en su ADN, deciden que son libres y que quieren ver,
por lo que serán de aquí en adelante, células de ojo. Cosas así suceden en el
cuerpo, y se llaman tumores, responden a una dinámica de cáncer, un crecimiento
desmedido sin una función en el organismo, algo muy parecido a nuestras
sociedades modernas.
Este libro nos aproxima a retomar y sentir nuevamente esas relaciones con nuestra
Madre, con nuestro Padre Tierra. Sentir a través de la semejanza que somos hijas
e hijos de este Planeta hermoso, que estamos en un Cosmos-Caosmos, que hay
consenso, equilibrio, complementariedad e identidad. Que al igual que nosotros,
los otros animales, las plantas, las piedras, las montañas, los lagos, los ríos, son
seres vivos, son nuestros hermanos y hermanas, porque también son hijas e hijos
de la Madre-Padre Tierra.
Este es un punto de partida para reformular nuestra relación con nosotros mismos
y con todo nuestro entorno. Es un camino importante para reconocer y agradecer
la vida contenida en todo y en todos, la vida que todo el tiempo tomamos para
vivir, al respirar, al comer, al beber, es decir, al combinarnos e intracombinarnos
con la realidad. Es necesario equilibrarnos y complementarnos a través de la
ofrenda, estamos acostumbrados a sacar de la Tierra, pero nunca le devolvemos,
esto nos está enfermando.
Si le damos enfermedad a la Tierra, cosecharemos enfermedad. Siento que la
explosión del cáncer moderno es un reflejo de nuestra relación con nuestra Madre-
Padre Tierra, siento que nos estamos convirtiendo en un cáncer para nuestro
Planeta. Sin embargo, a través de mi aprendizaje en el Iachay, he aprendido que
si bien nuestra capacidad destructiva es grande, nuestro potencial de
transformación en equilibrio es infinitamente más poderoso, porque asume la
totalidad contenida en nuestro interior al servicio del equilibrio de la Totalidad.
Este libro nos orienta en un camino que nos permita reformular nuestra relación
con nosotros, nuestros hermanos y hermanas y nuestros ancestros;
particularmente con nuestra Madre-Padre Tierra.
Gonzalo Rolando Lora Veizaga (Pacha Shunku)
La Paz, Agosto de 2016

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Acerca de algunas nociones respecto a la Tierra en el mundo
originario del Abya-Yala.
Jimena Tatiana Gonzales García (T'ika Pacha)
José Mario Illescas Pompilia (Hatun Illapa)

Nuestros ancestros a partir del código “Ilumíname” con obscuridad y con luz,
K’anta Tayita, nos están informando el cómo se sintieron y vivieron en el llamado
planeta Tierra. Hoy, no sólo como “parte”, sino más que eso, siendo-ocurriendo-
sucediendo, en su Estar siendo-ocurriendo-sucediendo de ser-existir-sabiéndose
la realidad misma, en la realidad en sí, por sí y para sí misma, de acuerdo al
carácter “visible” e “invisible”, finito-infinito, multidimensional-unidimensional
de una realidad siempre en identidad, equilibrio, complementación y consenso.
De este modo, empecemos con la elaboración del código de K’anta Tayita.

Fuente: Elaboración propia

- Una parte arriba u orientación hacia


arriba;
- Una parte abajo u orientación hacia
abajo;
- Una parte derecha u orientación
hacia la derecha;
- Una parte izquierda u orientación
Fuente: Elaboración propia hacia la izquierda.
Si “extraemos” uno de sus elementos tenemos las siguientes observaciones:

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De esta manera tenemos, un arriba, abajo, derecha, izquierda. Esto se aclara si
trazamos dos perpendiculares, así:

- La perpendicular celeste precisa lo derecho y lo


izquierdo;
- La perpendicular roja precisa lo arriba y lo abajo.

Fuente: Elaboración propia

En esta división “elemental” en estos conceptos, nuestros ancestros se ubicaron


para señalar “otras” orientaciones que hoy se llaman: Norte, Sud, Este y Oeste.
De “primera impresión” para aquel abuelo originario que vivía encima de la línea
roja, él estaba arriba (más que con referencia al Norte o Sur). Sin embargo, para
él, que desde este modo de vivir se ubicaba en el arriba, equivale al Sur y el abajo
al Norte. Pero sólo en el marco de los conceptos y/o abajo, nunca siempre y para
siempre hubo el que vivía arriba y el que tenía que vivir abajo, de este modo es el
Solsticio, sea el verano o el invierno, el que refiere el arriba y el abajo
respectivamente, provocando que sea el Solsticio de verano el indicador preciso
del arriba, con esto vemos la alternalidad de lo de arriba y lo de abajo en troca
intercambiante por el ritmo y periodificación cósmica-caósmica.
Así veamos:

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Sol Verano

- Que el arriba lo indica el Solsticio de verano y que


el abajo el Solsticio de invierno.

- Es decir, nos encontramos con dos hemisferios: el


de arriba y el de abajo, según el ritmo y período
del Solsticio.

Sol Invierno
Fuente: Elaboración propia

Una observación que no podemos dejar de señalar, es que si colocamos una pareja
humana que represente a la llamada “Humanidad”, estos representantes no sólo
están unidos por los pies, sino que se unen el “hombre de arriba” con la “mujer de
abajo” y la “mujer de arriba” con el “hombre de abajo”; además de la respectiva
unión en cada hemisferio entre el hombre y la mujer. Esto que observamos es
sólo un indicio de equilibrio, identidad y consenso así como de complementación.
A su vez, si tomamos los lados respecto al celeste tenemos:

- Que son los


equinoccios los que
dan la orientación de
izquierda y derecha.

Fuente: Elaboración propia

De igual modo a lo indistinto e indiferente de lo arriba y de lo abajo, así es


indistinto e indiferente lo izquierdo y lo derecho, percibiéndose una “troca”, un
intercambio, que afirma en su conjunto la complementación de los “hemisferios”

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izquierdos con los derechos de modo que podemos percibir la complementación
por los pies del hombre y la mujer del Hemisferio izquierdo con el del Hemisferio
derecho. Esto en su recombinación con los Hemisferios de arriba y de abajo nos
presenta:

- Cuatro hombres y cuatro mujeres unidas.


- Si “Yuxtaponemos” el otro “elemento”
de K`anta Tayita tendríamos 8 (ocho)
hombres y 8 (ocho) mujeres.
- Si continuamos “yuxtaponiendo” pares o
dúos de “elementos”. Tendríamos 16;
32; 64; 128; 256... hombres y mujeres
unidos.
- De por sí, el sólo elemento que nos
preocupa ya nos indica el referente
subyacente del mito de los hermanos
Fuente: Elaboración propia Ayar que “esconde” en la “oscuridad” y
en la “luz” la “historia” los 4 varones y 4
mujeres “hermanos”.

Si nos colocamos en el “Hemisferio Sur”, en la América del Sur, en el Estado


Plurinacional de Bolivia estaría más arriba en el Solsticio de verano y nuestro
“norte” o arriba por analogía sería el Sur Geográfico, “señalados” por la
“supuesta” orientación de “la Chakana en general” (llamada hoy, Constelación de
la Cruz del Sur) hacia un “Sur” cósmico-caosmico, si esto lo representamos
tenemos:

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Polo Sur (Sur Geográfico)
Solsticio de Verano Sur Hemisferio Sur
(arriba)

Hemisferio Norte
(abajo) Invierno

Norte

Polo Norte (Norte Geográfico)


Fuente: Elaboración propia

A la inversa, si nos colocamos en el “Hemisferio Norte”


Polo Sur (Sur geográfico)
Solsticio de Verano Sur Hemisferio Sur (abajo)
Invierno

Hemisferio Norte
(arriba)

Norte
Fuente: Elaboración propia

Observamos en ambos casos que el Sol y el hombre están a la “izquierda” (nuestra


“izquierda” cuando “observamos” o cuando “escribimos”).
En seguida en cuando a los equinoccios veamos:

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Sur

- Que en el equinoccio de primavera del


hemisferio Sur, también el hombre está a la
“izquierda” al igual que el Sol;
- Que el Hemisferio Norte se halla en otoño;
- Que los hemisferios izquierdo-derecho se
complementan.
Norte
Fuente: Elaboración propia

Si nos referimos al equinoccio de primavera, para nuestros ancestros en Abya-


Yala, en el Hemisferio Norte se diagramaría del modo siguiente:
Sur

- Que en el equinoccio de primavera del


Hemisferio Norte, sucede que tanto el
hombre como el Sol están a la izquierda;
- Que el Hemisferio Sur se halla en Otoño
- Que los Hemisferios izquierdo-derecho se
complementan.
Norte
Fuente: Elaboración propia

En suma, hasta acá se aprecia lo indiferente y lo indistinto para nuestros ancestros


de los conceptos abajo, arriba, derecha, izquierda; y que en todo caso reflejan
realidades alternas y complementarias por su periodicidad y ritmo.
De este modo, a partir del K´anta Tayita podemos señalar que uno de sus
“elementos” o ambos y aún todo el conjunto representa a la Tierra en su ubicación
en el cosmos-caosmos.
Por un lado podemos señalar que cada elemento contiene la dualidad, que si no
se aprecia, se observa por la presencia de los dos evidentes elementos contenidos
en el “granito”; y aún se aprecia el “Tercer” elemento en la masa misma del
granito. Mas esta cuestión es necesaria ampliarla en otra ocasión. Sin embargo, si
bien se “destacan” Tres fuerzas en cada Uno diferente-semejante, éste y cualquier
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“elemento” de la realidad es una infinita multidimensionalidad en la finita
Unidimensionalidad finita-infinita.
Retornando a nuestro quehacer, podemos señalar la siguiente representación de la
Tierra en el Espacio: el mismo código de K’anta Tayita.

El Espacio o el Cosmos-
Caosmos.

La Tierra Macho (+) o la


Tierra Hembra (-), de modo
indistinto.
Fuente: Elaboración propia

Si yuxtaponemos los elementos del código de K’anta Tayita tenemos:


- A la Tierra ubicada en el Espacio o
Cosmos-Caosmos.
- La Tierra empieza a seguirnos
orientaciones, así, si nos ubicamos en
el Hemisferio Sur cuando se halla en
Solsticio de Verano tendríamos:
El Este, indicado por el
El Oeste, indicado por el lado opuesto
El Norte, indicado por el Sur
Geográfico
El Sur, indicando por el Norte
Geográfico.
Para indicar estos “valores” al Sur y al
Norte Geográfico, hemos identificado
Fuente: Elaboración propia
el arriba como el Norte. Si colocamos
al en el Solsticio del Hemisferio
Norte tendríamos:

El Este indicado por el


El Oeste por el lado opuesto.

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El Norte indicado por el Norte
Geográfico.
El Sur indicado por el Sur Geográfico.
Lo anterior nos indica, con la aparente confusión que traen las orientaciones
geográficas que nuestros ancestros originarios llegaron a “aprehender” el conjunto
de las orientaciones posibles indicadas por el mismo desenvolvimiento de la
relación Tierra-Cosmos-Caosmos y no por convencionalismos y/o abstracciones.
El mismo elemento yuxtapuesto en el diagrama anterior nos permite “ver” que
nuestros ancestros “aprendieron” las orientaciones establecidas en lo que se llama
“Rosa Náutica”, en el mundo occidental. En la yuxtaposición de dos elementos
ya se aprecian las 32 puntas, en cada uno y en el total de vértices de “salida” del
diagrama. Y aún se apreciarían las 32 puntas en los vértices de salida periféricos,
excéntricos si yuxtaponemos cuatro (4) elementos. Para apreciar lo señalado,
veamos otras dos representaciones:

Fuente: Elaboración propia

En la representación de la izquierda tenemos las 32 puntas de orientación en “dos”


elementos, donde las puntas de orientación se señalan en puntas celestes. En la
representación de la derecha tenemos las 32 puntas en rojo. Una posterior
yuxtaposición de otros 4 (cuatro) “elementos” sobre los cuatro (4) de la derecha
nos darían las 64 puntas que en su ocasión se tocarían cuando desarrollemos
“Acerca del Iachai o de la Sabiduría en el mundo originario de Abya-Yala”.
Hasta donde hemos llegado en estas líneas, estamos percibiendo cómo
representaron el planeta Tierra nuestros ancestros y cómo se orientaron y, demás
está decirlo por obvio, de lo desarrollado que llegaron a “percibir” y “vivir” la
esfericidad de la Tierra. Tal esfericidad, aún en sus inmemoriales tiempos tuvo

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precisiones astrofísicas que informan de una esfericidad “más” esférica que la
actual, con un Ecuador menos ancho, con menor achatamiento en los polos y con
un ciclo de precesión de los equinoccios de menos tiempo que el “actual”, que
está por “cerrarse”, y de otras apreciaciones que si se “aprecian” serán tomadas
en cuenta para vivir en La Unidad... Veamos pues, un “elemento” de K`anta
Tayita vivido en 25 (veinticinco) cuadraditos.
Meridianos y
paralelos
P OLO NO RTE

PARALELO

PARALELO

PARALELO

PO LO SUR

Dibujo A Dibujo B Dibujo C


Fuente: Elaboración propia

- En el Dibujo A observamos los “meridianos” y “paralelos” que se observan en la


figura o dibujo C.
- En el Dibujo B observamos lo que podrían ser “paralelos” de la representación de
la Tierra en el Abya-Yala ancestral.
- En el Dibujo C observamos los meridianos y paralelos de una representación
actual de la Tierra.

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Enseguida, si apreciamos en:

ZONAS CLIMATICAS
ZONA GLACIAR ARTICA

Zona Tem plada del Norte


Z ONA TORRIDA DEL NORTE
Tropic o de Canc er
ecuador
Tropico de Capricornio ZONA TORRIDA DEL SUR
Z ona Templada del Sur

ZONA GLACIAR ANTARTI CA

Dibujo A Dibujo B
Fuente: Elaboración propia

Se observan las analogías en las divisiones que señalan tanto el dibujo “A” como
“B”, se aprecia que “A” es una representación “lineal” de la esfericidad y/o curva
de la Tierra y sus “líneas” sean “paralelos” o “meridianos”.
Todo esto sucedía miles de años antes de la llegada de Occidente a Abya-Yala.
Esto que señalamos puede inducirse o deducirse que nos lleva a un tipo de
etnocentrismo de Abya-Yala. Pues, nada cierta sería tal inducción o deducción,
dado que señalamos que en todo el planeta y en todas las latitudes y longitudes se
dio un orden de La Unidad que antecedió a lo conocido por “historia humana” que
abarcó a todo el género humano en general y quedó expresado en remanentes
semióticos o simbólicos mucho “tiempo” después en La No Unidad, en muchas
partes del mundo a excepción de Abya-Yala, donde se conservó La Unidad
cuando en otros continentes ya se vivía en La No Unidad.
Nuestro propósito es el analógico y el de poner en su lugar nuestra historia en
Abya-Yala, donde nos consideraron y siguen considerándonos “salvajes” y
“bárbaros”.

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80º 90º 100º
70º 110º
60º 120º
50º 130º
40º 140º
30º
150º
20º 160º
10º 170º
0º 180º

Dibujo “A” Dibujo “B”


Fuente: Elaboración propia

Observando por el dibujo “A”, dividieran a la circunferencia en 360, y con ello


hicieron una “aproximación” de dividir la circunferencia de la Tierra en 360; y
aproximando cada hemisferio, sea el arriba o el de abajo, a 180. De esta
observación se desprende “A” para el dibujo “B”, que los abuelos y abuelas
“aproximaron” el trópico de Cáncer y el de Capricornio hacia los 30º latitud norte
y sur respectivamente, que Círculo Polar Ártico y Antártico van desde los 60º a
90º tanto latitud Norte y latitud Sur respectivamente, que las zonas templadas del
norte y sur van desde los 30º a 60º, tanto latitud norte, como latitud sur,
respectivamente.
Observando por el dibujo “B” se aprecia:
- Que el Ecuador está atravesado de lado a lado por una curva verde a 0° y que esta
curva está cruzada por otra curva hacia el norte y hacia el sur a ambos lados, 10º
latitud norte y latitud sur.
- Que el Eje de la Tierra atraviesa la del Norte al Sur geográfico y viceversa, con
una curva o “meridiano” celeste y este color celeste curvo es cruzado en su centro
por curvas hacia la derecha e izquierda o hacia longitud occidental o longitud
oriental, Oeste o Este respectivamente al decir actual en 10º hacia cualquier
longitud.
Todo lo observado en “A” y en “B” son sólo las “primeras” y/o elementales
nociones que permitieron a los ancestros ubicarse y vivir en la realidad. La
cuestión no es tan simple. Sucede que a partir de tales “incipientes” y “primarias”
observaciones, hallaron su propio Estar siendo-ocurriendo-sucediendo, haciendo-
sabiendo de equilibrio y complementación con la realidad al “yuxtaponer” los

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cuatro elementos internos de K´anta Tayita, es decir, el hecho de la
“yuxtaposición” les permitió “aprehender” o reflejar el modo como realmente se
manifestaba el ritmo y periodificación de la realidad en su momento-existencia en
aquellos tiempos.
De este modo, al “yuxtaponer” o “interpenetrar”, “combinar”, “recombinar” sus
“esquemas”, pudieron seguir o captar el dictado de la realidad y no imponer a la
realidad el modelo o esquema humano, así veamos:
- Que antes de la llegada de Occidente a
Abya-Yala, ya los parámetros de los
paralelos eran otros a los conocidos;
- Que los actuales indicadores de los
solsticios, tanto en el Hemisferio Norte y
70º 90º Sur o en el límite del Trópico de Cáncer
45º y Capricornio son MAYORES que las
20º 80º100º
anteriores.
60º 120º
15º 40º
20º
140º
160º
- Así de lo anterior, las actuales medidas
10º 0º 180º de declinación de la eclíptica y del eje
Terreste de 23°27’19” son mayores a las
del originario Abya-Yala, y al “mundo”
o “humanidad” o “humanidades”
anteriores de La Unidad que vivieron en
Fuente: Elaboración propia un planeta Tierra con menores o
INFERIORES grados de declinación de
la eclíptica y el eje Terrestre, por lo que
el ciclo de Precesión era menor, la vida
intrauterina en unos “días” menor, la
estatura y envergadura humana mayor y
de más peso.
Es muy necesario apreciar que la recombinación de “movimientos” del planeta
Tierra achata a los polos y ensancha al Ecuador, incidiendo tal achatamiento y
ensanchamiemto en el ciclo de Precisión, al lado y complemento con otros
procesos del Cosmos, hasta el momento en que los polos “cambien de lugar” y/o
se transformen en “Ecuador”, al ritmo y período no de un “desequilibrio”
cósmico, sino de una “gran” modalidad de “otro” “equilibrio” a toda la escala
cósmica que “no se sabe” cuándo ocurrirá, pero que sucederá.

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De este modo, en lo que atañe a la representación de la Tierra, nuestros ancestrales
abuelos y abuelas supieron “reflejar” la realidad en su conjunto en la
“aprehensión” de estar dando muestras no sólo de cientificidad, sino sobre todo
una “gran”, o simplemente, sabiduría donde se fundía al unísono el Saber con el
Ser, o el Ser con el Saber, en una Unidad inseparable del ser humano, en sus
dimensiones, en lo específicamente humano, de lo natural y de lo cósmico de su
Uno diferente-semejante de Unidad e identidad, equilibrio, complementación y
consenso consigo mismo, con su familia, con su sociedad, con la naturaleza y el
Cosmos-Caosmos.
Por otro lado, en lo que se refiere a lo que llamamos Sabiduría, podemos
“adelantar” lo que trataremos en “acerca “del Iachai o de la Sabiduría en el mundo
originario de Abya-Yala. Al respecto de lo que “queremos” establecer, es lo
referente a que nosotros, los llamados “bárbaros” y “salvajes”, y que hemos sido
y somos objeto del continuo genocidio, etnocidio y ecocidio de “nuestro” medio
ambiente, que no es “nuestro”, sino de la realidad misma a donde “pertenecemos”,
y no ella a “nosotros”.
Así, pues, trataremos a partir sólo de K´anta Tayita, sin recurrir todavía a otros
códigos, de “explicar” o hacer notar, por ejemplo, que el llamado “Libro” de las
mutaciones o el “Y CHING” es “superado” por la “simpleza” o “por el camino de
lo simple”, así veremos a partir de un “elemento” de K´anta Tayita:

A) En (A), observando más allá de la observación


“primaria”, notamos los siguientes contenidos:

Fuente: Elaboración propia

Que (A) contiene cuatro “pirámides” escalonadas, que cada “pirámide” tiene
cuatro pisos: Un piso de un cuadrado, un segundo piso de tres cuadrados, un tercer
piso de cinco cuadrados y un cuarto piso de siete cuadrados, así vemos:
15
Primer piso = 1
Segundo piso = 3
Tercer piso = 5
Cuarto piso = 7
-----
16
Fuente: Elaboración propia

Que nos encontramos con 16 cuadrados por “pirámide”, que multiplicado por 4
nos dan los 64 cuadrados correspondientes a los 64 signos llamados “hexagramas”
del “Y ching”, sin recurrir a las “combinaciones” que a continuación presentamos
de dos modelos o patrones de hexagramas muy comunes, veamos:

Fuente: Elaboración propia

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Estas combinaciones, sean las señaladas u otras cuales fuesen, pasan por los
sabios chinos y sus apologistas como “arquetipos cósmicos” y que pueden usarse
como “oráculo”. En nuestra “cultura” ancestral en el Abya-Yala originario, nunca
se usó el código K`anta Tayita, ni ningún otro como “oráculo”. Todo código era,
a su manera, una expresión representada del equilibrio, identidad,
complementación y consenso de la realidad y lo humano incluido.
El código de K`anta Tayita no es una abstracción, es color, música, danza, palabra,
interioridad-exterioridad, lo finito-infinito, lo multidimensional-unidimensional,
lo consciente-inconsciente, la vigilia y el sueño, la “vida” y la “muerte”, la luz y
la oscuridad... es la Unidad...
Veamos cómo se origina muy ligeramente la “aprehensión” de la realidad, así para
esto diseñamos otra vez el código de K`anta Tayita y observaremos:
- Que la realidad está
representada por todo el
rectángulo, incluyendo los dos
elementos. De este modo, el
rectángulo representa a la
Unidad, al Uno o al Uno-
Todo.
Fuente: Elaboración propia

- En la realidad o Uno, o Unidad, o Uno-Todo, observamos la dualidad o el hecho


de que la realidad es dual.
- En la realidad o Uno, o Unidad, o Uno-Todo, también observamos la “tercera”
fuerza, el rectángulo “separado” de los dos elementos, es la “tercera” que
“equilibra” cada uno diferente-semejante y al mismo Uno-Todo.
- Al “yuxtaponer” cuatro veces cada elemento para representar a la Tierra, o a
cualquier Uno diferente-semejante, hemos desarrollado que la “realidad” de cada
elemento contenido en el rectángulo es dual, por lo que hemos “trabajado” con 4
elementos. De esta manera se ha construido este “esquema” ancestral, que
reproduce a la realidad, porque ella hace que nosotros y nuestros abuelos hayamos
tomado nota o referencia de cómo se desenvuelve la realidad misma.

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- Es muy importante cómo un “elemento” solo satisface la condición de “simpleza”
para señalar 64 fuerzas o dimensiones semejantes a la construcción de los 64
hexagramas combinados del “Y ching”. Esto que señalamos es muy importante y
lo será todavía mucho más importante cuando por el uso o el empleo del segundo
elemento podamos hallar no sólo 64 fuerzas, dimensiones, o “combinaciones”
sino 128 fuerzas... Esto es importante porque profundiza y amplía en la
“simpleza”, la reproducción de la realidad sin tener que recurrir a 128 hexagramas
al “modo chino”.
Por otro lado, el sentido concéntrico del desenvolvimiento de la realidad nos lleva
hacia la observación de:

Un cuadrado
Cinco cuadrados

Fuente: Elaboración propia

Es decir, la “comprensión”, las fuerzas de “comprensión-atracción” concéntrica,


“parece” reducirlo todo a una unidad cuadrada-circular-curva o esférica, como
expresión de su unidad hacia el sentido excéntrico de fuerzas repulsivas-
rechazantes, desconcentradas. De este modo, “parece” expresarse la unidad
complementaria en lo excéntrico y en lo concéntrico, esto lo veremos al construir:
- En “A” la fuerza
concéntrica se
expresa en la
figura:

Dibujo “A” Dibujo “B” - En “B” la fuerza


concéntrica se
expresa en la
Fuente: Elaboración propia
figura:

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A la inversa, la figura del cuadrado que como Uno diferente-semejante contiene
a toda la realidad, así el cuadrado siendo doble y cada uno de tal doble, a su vez,
se duplica nos permite señalar:
Por lo observado, que el cuadrado se
transforma en su desenvolvimiento
“excéntrico” en:

Fuente: Elaboración propia

Tal producto del cuadrado continúa su desenvolvimiento excéntrico del siguiente


modo, veamos:

Fuente: Elaboración propia

Esta figura de cinco cuadrados contiene cuatro figuras que tenemos que saber
observar, observemos pues:

Fuente: Elaboración propia

- Que nos da un conjunto de cuatro elementos, que ha contenido en cuatro sentidos


y que nos hace “ver” que cada Uno diferente-semejante es un concentrado que al
“desconcentrarse” nos ofrece sus “contenidos”, como en este caso; y es este
conjunto de figuras que unidas nos permitirá observar:

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Fuente: Elaboración propia

La observación de lo construido nos ha permitido por la desconcentración, o por


la repulsión excéntrica, volver a construir “Uno” de los “elementos” de K´anta
Tayita.
- Lo anterior nos revela con el conjunto que estamos tratando sobre el “Iachai”, que
existe en la realidad una “dinámica” excéntrica-concéntrica que de paso “hecha
por tierra” o anula supuestas contribuciones para “explicar el génesis de la cultura
andina”, a partir de lo que llaman “cruz cuadrada” y “`proporción” sagrada. En
realidad, en Abya-Yala nunca existió ninguna “cruz cuadrada”, que como
enunciado arrastra resabias religiosas con subyacentes rasgos cristianos que dicen
negar. En Abya-Yala, en lengua Runa-simi, y en la llamada Aymará o Jaqi Aru,
sólo existió la denominación “Chakana” para designar a la constelación que los
occidentales están llamando “Cruz del Sur”, la “Chakana” era, es y será un
“elemento” más de la realidad o de la Pacha y no ningún o algún “elemento” más
importante o fundamental.

Tampoco en Abya-Yala existió ninguna proporción sagrada que represente al


cuadrado y su diagonal como raíz cuadrada de dos, que represente al brazo mayor
de la constelación de la Cruz del Sur, en su proporción y que, también, en
proporción cada lado de tal cuadrado, que contiene a la diagonal, represente o esté
en proporción con el brazo menor de tal constelación. En realidad, en Abya-Yala
el cuadrado por decirlo, al modo occidental, no tuvo una sola diagonal sino dos
diagonales aparentes porque en la realidad son “diagonales” infinitas que se
concentran en el cuadrado o cuadrado-circunferencia-curva esférica.

Decimos al modo occidental, debido a que si hablamos de cuadrado podemos


hablar de una diagonal y aún de dos y múltiples e infinitas diagonales, más lo que

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sucede es que tal “CUADRADO” no es cuadrado sino una “ESFERA” y ni
siquiera una circunferencia o círculo que se pueda construir con cálculos
algebraicos, que lleven a la raíz cuadrada de dos hacia la raíz cuadrada de 10 (diez)
y atribuirle a esto la “constante” o el valor PI.
No, en Abya-Yala no se geometrizaba la realidad en dos o tres dimensiones, sino
se usaban las multidimensiones finitas-infinitas en las Unidimensionalidad finita-
infinita con “aprehensiones” no sólo “geométricas”, “algebraicas” o
“matemáticas”. Por otro lado, no había nada “sagrado”, todo era “respetado” del
modo más natural o simple, por el equilibrio, la identidad, el consenso y la
complementación.
En el código de K`anta Tayita, si representamos al ser humano, mujer u hombre,
nos encontramos en cada “elemento” cuatro seres humanos, mujer u hombre, y
los hallamos ya sentados, ya parados, con la cabeza en el centro o con la cabeza
en cada “cuadradito” que se expresa solo. Si juntamos los dos elementos con sus
representaciones, nos darían ocho representaciones de seres humanos. Este código
que nosotros llamamos de K`anta Tayita se expresó en el nivel humano en La No
Unidad como un remanente deformado por la religión Hinduista al representar a
“Brahma” con 4 (cuatro) cabezas.
Conclusiones
- La Tierra fue representada como “esfera” porque fue “conocida” en su esfericidad
en Abya-Yala ancestral.
- Los totales sentidos de orientación fueron conocidos superando el “conocimiento”
de la llamada “Rosa Náutica”.
- Existió una era de La Unidad con otro tipo de Humanidad viviendo en una Tierra
con características diferentes a las actuales, donde, por ejemplo, la declinación de
la eclíptica y del eje de la Tierra era menor con un ciclo de precesión de los
equinoccios, mucho menor al que está en curso.
- El saber de Abya-Yala mantiene con mayor identidad lo “Heredado” de La
Unidad predecesora.

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Fuentes
- La Pacha, Abya-Yala, los genes, las abuelas y abuelos, los niños y niñas.

Lima, Marzo 1994


Chinchasuyo, Abya-Yala

Por: Jimena Tatiana Gonzales


García (T'ika Pacha)
José Mario Illescas Pompilia (Hatun
Illapa)

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En lo que atañe a la representación de la Tierra, nuestros ancestrales abuelos y abuelas
supieron “reflejar” la realidad en su conjunto en la “aprehensión” de estar dando
muestras no sólo de cientificidad, sino sobre todo una “gran”, o simplemente, sabiduría
donde se fundía al unísono el Saber con el Ser, o el Ser con el Saber, en una Unidad
inseparable del ser humano, en sus dimensiones, en lo específicamente humano, de lo
natural y de lo cósmico de su Uno diferente-semejante de Unidad e identidad,
equilibrio, complementación y consenso consigo mismo, con su familia, con su sociedad,
con la naturaleza y el Cosmos-Caosmos.
Tatiana Jimena Gonzales García y José Mario Illescas Pompilia

Hemos ignorado el equilibrio natural para hacer nuestro propio equilibrio en libertad.
Nos hemos olvidado que pertenecemos a un Planeta, que pertenecemos a Pacha, que
somos Pacha. Es como si algunas células del hígado se hubiesen cansado de ser células
de hígado y deciden asumir su “libertad”, como tienen toda la información del cuerpo en
su ADN, deciden que son libres y que quieren ver, por lo que serán de aquí en adelante,
células de ojo. Cosas así suceden en el cuerpo, y se llaman tumores, responden a una
dinámica de cáncer, un crecimiento desmedido sin una función en el organismo, algo
muy parecido a nuestras sociedades modernas.
Gonzalo Rolando Lora Veizaga

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