Antropología 2022-1 Profesor: Freddy Alfonso Guerrero
La economía del cuidado definida y expresada más ampliamente en el artículo 2 de la Ley
1413 de 2010 es el trabajo no remunerado que se realiza en el hogar y que por lo general suele estar relacionado con el mantenimiento de la vivienda, los cuidados y atenciones que se tienen a otras personas que viven en el hogar o comunidad y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado. Este trabajo de hogar, incluye los servicios domésticos, personales y de cuidados generados o consumidos dentro del propio hogar y por los que no se percibe retribución económica directa. Esta categoría de trabajo es de fundamental importancia económica en una sociedad. Usualmente, el trabajo de cuidado, remunerado o no ha sido invisibilizado en el análisis económico y político. Esto se debe en gran parte a que este cuidado es realizado principalmente por mujeres y generalmente se asume que es su responsabilidad. Uno de los cálculos económicos más importantes que se hace a nivel nacional es el producto interno bruto (PIB), que en principio y de acuerdo a los estatutos consiste en la suma de los ingresos de todos los trabajadores y todas las empresas del país (tanto públicas como privadas). Sin embargo, al igual que en la mayoría de países del mundo, Colombia excluye de estas cuentas casi todo el trabajo no remunerado monetariamente y una de ellas es la economía del cuidado. Para corregir este problema, el Dane ha creado lo que se conoce como una cuenta satélite del sistema de cuentas nacionales para estimar la magnitud de las contribuciones económicas de la economía del cuidado. Lastimosamente, en el país hay una gran brecha entre hombres y mujeres en el trabajo no remunerado de cuidado. Según estimaciones y encuestas, las mujeres aportan cerca del 76.7% del valor del trabajo no remunerado monetariamente, y alrededor del 74% de las horas trabajadas. Esta situación está lejos de ser ideal, pues reduce las posibilidades de la mujer frente al hombre en diversas dimensiones, dificultado la equidad y la eficiencia en el trabajo, la educación, la salud, poder de negociación dentro del hogar y el uso del tiempo. De acuerdo a todos estos datos, se pretende crear un trabajo de cuidado como una responsabilidad compartida, donde las labores del hogar se trabajen desde la equidad y puedan formar un diamante del cuidado que trate de darle una mayor visibilidad a la mujer y en el ideal pueda cerrar esta gran brecha donde exista la política de las 5 R: Reconocer, Redistribuir, Reducir, Retribuir y Representar. EL TRABAJO DE CUIDADO: UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA