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Se necesita la presencia de los cuatro poderes para poder tener una práctica de
purificación de acuerdo con las enseñanzas del sutra.
Poder de la Base
Con este poder, reajustamos firmemente nuestra actitud hacia los objetos que fueron la
base contra la cual actuamos negativamente. Nuestras acciones negativas toman lugar
generalmente en contra de otros seres sintientes o contra las tres joyas- el Buddha, el
Dharma y el Sangha- por esta razón para generar el poder de la base, adoptamos una
actitud correcta hacia cada uno de ellos. Así que tomamos refugio de corazón en el
Buddha, el Dharma y el Sangha reconociéndolos y respetándolos como nuestro único
recurso para finalizar nuestros ciclos de sufrimiento. Entonces, con un poderoso sentido
de compasión, contemplamos el sufrimiento que todos los seres sintientes experimentan
contínuamente y generamos bodhichitta.
De esta manera, el poder de la base tiene dos partes; tomar refugio y generar bodichitta.
Aunque estos dos aparecen como preludio a, virtualmente, todas las prácticas del Dharma
que hacemos, para poder tener una práctica de purificación completa, necesitamos tener
extremo cuidado de generar refugio y bodichitta fuertemente, sin adelantarnos al próximo
paso de la práctica.
Una vez hemos generado un fuerte sentimiento de arrepentimiento de esta manera por las
acciones que recordamos durante el día, podemos expander el alcance de este
arrepentimiento. Podemos pensar que hemos actuado de esa manera no solamente hoy,
pero en incontables ocasiones y que es por esta razón que nos encontramos atrapados en
el Samsara con la terrible predisposición de seguir repitiendo estas acciones negativas. El
fuerte arrepentimiento es crucial para el éxito de esta práctica, asi que idealmente
debemos solo continuar al próximo poder una vez el sentimiento de arrepentimiento sea
fuerte y estable.
El Poder de la Resolución
Entre los tres tipos de resultado kármico, el resultado de tener la tendencia de repetir
acciones una y otra vez es en muchos sentidos la más terrible, ya que nos lleva a crear
muchas más semillas de karma negativo y nos impulsa hacia un espiral ascendiente de
negatividades. El poder de la resolución o promesa, se convierte en crucial para acabar
con esta reacción en cadena, al decidir definitivamente no tomar esta acción en el futuro.
Mientras mas fuerte es nuestro arrepentimiento, mas fuerte sera nuestra resolución, asi
que si nuestro arrepentimiento se ha aminorado en ese momento uno lo puede refrescar
brevemente antes de generar la resolución.
Con un sentido claro de cuan terriblemente dañino son nuestras acciones negativas,
decidimos no repetirlas, como alguien que ha sido purificado de un veneno y decide nunca
mas volver a tomar ese veneno. Es útil hacer resoluciones precisas que se puedan
mantener. Esto tambien ayuda a fortalecer nuestra confianza en nuestra habilidad para
bregar con nuestras iluciones o con los engaños y transformar nuestras mentes. Se
pueden hacer resoluciones específicas para cada clase de acción negativa que se ha
hecho, prometiendo, por ejemplo, no chismear por las próximas 24 horas. Mas tarde se
puede extender esta resolución en otra sesión de purificación.