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con la aplicación del método científico los hechos que rodearon la muerte de una
persona.
“La Antropología Forense es esa rama de la Antropología Física, que para propósitos
forenses trabaja con restos mas o menos esqueletizados, que se conozca o que se
sospeche que son humanos”. - T.D. Stewart, 1979 -
“La Antropología Forense es la rama aplicada de la Antropología Física que tiene que
ver con la identificación de restos humanos en un contexto legal. La Antropología
Forense se centra en el análisis de restos irreconocibles, con miras a identificar los
decesos y formular opiniones respecto a las circunstancias que rodearon la muerte”.
K.J. Reichs, 1986
“En años recientes en tanto la investigación de la escena del crimen ha sido mas
compleja y sofisticada, así mismo la labor de los antropólogos forenses. Los
Antropólogos forenses asisten a los especialistas legales y médicos para identificar
restos humanos conocidos o que se cree que correspondan a humanos. La ciencia
de la antropología forense incluye excavación arqueológica, examen de cabello,
insectos, materiales vegetales y huellas, determinación de tiempo transcurrido de
muerte, reconstrucción facial, superposición fotográfica, detección de variantes
anatómicas y el análisis de tratamientos médicos y lesiones sufridas durante su vida”
- R.W. Mann and D.H. Ubelaker, 1991 -
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El interés del Hombre por conocer las características físicas internas y externas de
sus semejantes es casi innato y siempre ha estado allí. En su “Manual de
Antropología Física”, Juan Comas muestra un compendio histórico de personajes
famosos que realizaron descripciones acerca de la variabilidad física del ser humano
y su lugar en la naturaleza; por ejemplo menciona que Aristóteles representa un
avance de veinte siglos en este tipo de conocimiento, ya que dice que “el cerebro del
hombre es mucho mayor que el del resto de los animales, proporcionalmente a la
masa del cuerpo”, también que “el brazo de los monos es corto en relación con el
antebrazo, y lo mismo en el muslo respecto a la pierna”; esta última característica
diferencial, menciona Comas, fue reconocida como exacta dos mil años más tarde
por E. Tyson, Ch. White y Bufón (Comas, 1966:21).
Desde comienzos del siglo XIX gran cantidad de científicos y otras investigadores se
interesaron en realizar mediciones sobre cadáveres y personas vivas, también se
practicaron estudios de carácter morfométrico sobre cráneos y esqueletos
(craneometría y osteometría respectivamente). Algunos de estos estudios iniciales
estuvieron influenciados por tintes racistas y lamentablemente utilizados como
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parámetros para establecer diferencias a nivel social , no obstante, cabe agregar que
dichos estudios constituyeron el punto de partida de las actuales mediciones
osteomorfométricas y somatométricas, las cuales han tenido importantes
aplicaciones en diferentes campos científicos y sociales del devenir humano
contemporáneo, un ejemplo claro de ello es su utilización en la antropología forense
y en el campo de la criminalística.
Para el caso de Colombia, desde el año 1999 el grupo de antropología forense del IN
MLCF ha venido realizando investigaciones en antropología física de tipo poblacional
a nivel osteométrico y odontométrico con muestras provenientes de población
colombiana de morgue; dichos estudios se unen a los trabajos reportados en este
campo en el país (impulsados en su mayoría por el laboratorio de antropología
biológica de la Universidad Nacional y Asociación Colombiana de Antropología
Forense) para construir los estándares métricos de nuestra población y para conocer
más acerca de nuestra variabilidad biológica.
Para quienes deseen profundizar sobre el tema recomendamos leer la excelente obra del
recientemente fallecido Stephen Jay Gould, “La Falsa Medida del Hombre” Editorial Crítica, Colección
Drakontos, 1997, Barcelona - España
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1.3 HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA FORENSE
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En 1962, Krogman escribió The Human Skeleton in Forensic Medicine, el primer libro
sobre antropología forense (revisado y adaptado por Krogman & Iscan, 1986), este
texto es una compilación de técnicas e historias de caso de la identificación de restos
humanos, en el texto Krogman muestra métodos para determinar la edad, ancestro y
estatura, al igual que características individualizantes y técnicas de reconstrucción
facial sobre el cráneo; esta importante publicación fue el resultado de las
investigaciones de una gran cantidad de antropólogos físicos y otros científicos en el
campo forense. Este texto ha sido descrito como “el mejor, o uno de los mejores
textos sobre antropología forense” (Iscan,1988:205).
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Como el número de antropólogos forenses se ha incrementado, así mismo sucede
con la vinculación de diversos científicos asociados a los casos forenses. La
estandarización de las colecciones ha recibido mucha atención (Moore-Jansen y
Jantz, 1990), dándole un especial énfasis un amplio número de factores que están
siendo registrados.
1.3.3 ARGENTINA
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Desde 1986 los miembros del EAAF han realizado viajes a diferentes partes del
mundo para conducir investigaciones de casos, dictar seminarios y conferencias, con
el objeto de difundir la importancia de las ciencias forenses en la comprobación
científica de violaciones a los derechos humanos. Como parte de esta actividad un
énfasis muy grande ha sido dado a la tarea de formar equipos similares de expertos
en Antropología Forense en cada uno de los lugares visitados.
1.3.4 GUATEMALA
Antecedentes
En http:www.eaaf.org.ar/guatemala.htm
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Estas desapariciones fueron un intento de eliminar cualquier apoyo que la guerrilla
pudiera encontrar en los campesinos indígenas y ladinos, así como terminar con
cualquier disidencia organizada o no. Por ejemplo: "en la llamada campaña Victoria
82, miles de campesinos guatemaltecos fueron asesinados, cientos de aldeas
destruidas y cerca de un millón de personas se refugiaron". (Americas Watch, 1986)
"Miles de guatemaltecos emigraron a México o fueron relocalizados forzosamente
por el Ejército en otras partes del país". (Amnesty International, 1981).
Los miembros de las PACs patrullan sus propias aldeas y a veces participan de
secuestros y/o asesinatos. Están armados con machetes, palos y viejos rifles
provistos por el ejército. Las PACs son una parte importante de la estrategia de
contrainsurgencia. Quien se opone a participar en ellas pone su vida en riesgo, son
identificados como "subversivos" y a veces desaparecen o son asesinados. Según el
Ministro de Defensa de Guatemala, en 1993 537.000 aldeanos sirvieron en las PACs.
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Muchas de las personas que habían sido secuestradas o desaparecidas en
Guatemala fueron asesinadas y enterradas en fosas comunes clandestinas en el
campo. En muchas ocasiones, organizaciones de derechos humanos locales e
internacionales denunciaron la existencia de estas fosas clandestinas y pidieron la
investigación completa a través de una Comisión Especial Investigadora sobre la
desaparición de personas.
Un miembro del EAAF, financiado por la AAAS, retornó en 1993 para intercambiar
experiencias con el equipo local recientemente formado, Equipo Guatemalteco de
Antropología Forense (EGAF). El EGAF es una organización no gubernamental
actualmente formada por 9 miembros, que conducen trabajos de antropología
forense en el campo de los derechos humanos en Guatemala y otros países
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Gracias al interés de varios arqueólogos y al entonces director de la Academia
Colombiana de Historia, Gregorio Hernández de Alba, se diseñó un proyecto que
tenia como objetivo general rescatar los personajes que se encontraban en las
tumbas del convento, pues de no ser así se corría el riesgo de que este patrimonio
religioso, biológico y cultural desapareciera por siempre.
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territorio colombiano; a este respecto, posiblemente el grupo humano prehispánico
que mas ha sido estudiado en nuestro país desde la perspectiva de la antropología
biológica ha sido el Muisca, quienes habitaron especialmente el altiplano
cundiboyacense. Gracias a estos estudios se han propuesto diferentes hipótesis
sobre sus orígenes, pautas de asentamiento, patrones funerarios, patologías
predominantes, entre otras; las investigaciones en esta última población han sido
lideradas por los departamentos de antropología de la Universidad Nacional y
Universidad de Los Andes.
De otro lado se puede decir que el primer contacto que tuvo la antropología biológica
con el contexto forense en nuestro país fue hacia el año 1985, cuando se reportó el
hallazgo de unos cadáveres esqueletizados en la “Cueva de la Trementina”,
municipio de Becerril, departamento del Cesar (norte de Colombia).
El estudio de los cuerpos fue realizado por el Dr. Gonzalo Correal Urrego, experto
antropólogo físico y actualmente profesor emérito de la Universidad Nacional de
Colombia, también participaron en el informe final el Dr. Luis Alberto Pilonieta,
médico del Instituto Nacional de Medicina Legal y el Dr. José N. González, juez de
instrucción de Valledupar (Correal:1985:89)
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El anterior fue el primer caso oficial en que las autoridades solicitaron un concepto
científico sobre unos cadáveres desde la óptica de la antropología biológica y que
dados sus resultados vendría a tratarse de un caso “no forense”, sin embargo, el
hecho de que los interrogantes fueran planteados dentro de un contexto judicial
hacen que ese dictamen de antropología biológica se convirtiera indudablemente en
el primer dictamen de antropología forense realizado en nuestro país.
Cabe resaltar que además del Dr. Correal, también existían en el país varios
antropólogos de la “vieja escuela”, expertos en el análisis de restos óseos humanos;
entre ellos no podemos dejar de mencionar al Dr. Jorge Eliécer Silva Célis, otro
pionero de los estudios de antropología física en nuestro país, fundador del Museo
Arqueológico de Sogamoso (Colombia), lugar que alberga una de las colecciones
óseas de referencia más importantes de la población prehispánica Muisca.
Otro antecedente que podríamos vincular a los inicios de la antropología forense,
fueron las clases impartidas por abogados en la facultad de Derecho de la
Universidad Nacional hacia la década de los cuarenta, donde se discutían a nivel
académico los planteamientos de la Escuela Lombrosiana sobre la relación existente
entre la morfología craneal - cerebral y algunas conductas delictivas, hipótesis por
cierto ya reevaluadas.
En el año 1990 el Instituto Nacional de Medicina Legal, con sede en Bogotá D.C.
implementó el primer laboratorio de Antropología Forense en el país, cuyas funciones
eran atender el estudio de casos de su área a nivel nacional y con el fin de apoyar
las necropsias medico legales de casos complejos.
Esta excavación se dio debido a que una vez culminaron los fatídicos hechos en el
año 1985, los cadáveres y restos humanos (la mayoría carbonizados) necropsiados
no lograron ser identificados positivamente, por lo que fueron posteriormente
inhumados en una fosa común del Cementerio del Sur en la ciudad de Bogotá.
Hacia el año 1998, uno de los antropólogos forenses del Instituto de Medicina Legal
fue el primer colombiano invitado por las Naciones Unidas a participar en las labores
de búsqueda, exhumación y análisis de los cientos de personas que fueron
asesinadas en la antigua Yugoslavia; posteriormente algunos antropólogos de la
Universidad Nacional, médicos, odontólogos y técnicos balísticos del Instituto de
Medicina Legal y de la Fiscalía han sido invitados a apoyar estas labores
humanitarias, que a su vez tienen como objetivo principal la búsqueda de evidencias
físicas y pruebas que permitan a tribunales internacionales juzgar a los criminales
responsables de violaciones al DIH en esa área del mundo.
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De otro lado, a partir del año 1999 el laboratorio de antropología forense del Instituto
de Medicina Legal emprendió investigaciones a nivel poblacional en el campo de la
antropología física, especialmente a nivel osteométrico, odontométrico y
somatométrico con muestras extraídas de cadáveres ingresados a la sala de
necropsias. El objetivo de estos estudios ha estado enfocado a intentar establecer
los estándares osteométricos y odontométricos de la población colombiana,
necesarios para optimizar el proceso de identificación de cadáveres clasificados
como NN.
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La ACAF es la única entidad no gubernamental que fue nombrada por el Consejo
Superior de la Judicatura durante el año 2002 como Perito Auxiliar de la Justicia en el
área de antropología forense y criminalística a nivel nacional.
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estos últimos apoyados por una profesional médica, cifra de peritos por cierto mínima
si se tiene en cuenta la gran cantidad de cadáveres correspondientes a casos
complejos que son reportados a nivel nacional por las diferentes autoridades y que
no pueden ser apoyados en su totalidad por los actuales antropólogos forenses.
Lo anterior lamentablemente genera que gran cantidad de estos cuerpos sean
inhumados en fosas estatales sin lograr su identificación positiva, o por lo menos con
elementos que permitan orientarla; lo que tácitamente genera impunidad en estos
crímenes y lo cual va en detrimento de la investigación médico-legal de las muertes y
de la misma sociedad.
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De otro lado, vale la pena resaltar que es desde entidades estatales colombianas
que la antropología forense ha logrado alcanzar su actual grado de desarrollo, evento
que se dio de manera un tanto diferente en los países demás países
latinoamericanos.
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2. LA INVESTIGACIÓN JUDICIAL DE LA MUERTE
Si no hay una retribución simbólica del daño causado o si se acusa y juzga a alguien
por un delito que no ha cometido, aparece la justicia por mano propia y la usurpación
de esta función legítima del Estado, ambas de efecto deletéreo para la organización
social. Quizá en esto radica el mayor potencial político de la confianza en la justicia
como factor estabilizador de la vida en sociedad y todo el desarrollo cultural que ello
implica.
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Es necesario, entonces, que la administración de justicia sea realmente justa, que
haga aplicable la ley de manera objetiva y homogénea a todos los ciudadanos. Para
dar un factor de contraste objetivo a pruebas como la confesión o el testimonio, surge
la ciencia forense que aporta la prueba científica.
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El hallazgo de un cadáver es el eslabón inicial de una cadena que debe permitir
discernir si se cometió o no un ilícito. La ocurrencia de una muerte no certificada por
un médico, o no natural, desencadena una secuencia en la que intervienen diferentes
autoridades judiciales, y el inicio de una investigación penal por la comisión de un
posible hecho punible (para nuestro caso en particular, una muerte que podría ser un
homicidio), que demanda represión por parte del Estado y sus agentes.
En la actualidad, las etapas del proceso penal son tres, cada una con diferentes
funciones y objetivos:
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del hecho. Se podrían considerar en esta etapa las muertes naturales
investigadas por los médicos judiciales de la oficina antes mencionada.
2.2.2 INSTRUCCIÓN: Etapa en la cual se desarrolla de manera más amplia y
profunda la investigación, con el fin de esclarecer la verdad de los hechos
materia de investigación y sus autores o partícipes, con base en indicios,
pistas y pruebas.
Tanto la inspección del lugar del hecho como la necropsia médico-legal tienen
lugar en cualquiera delas dos etapas mencionadas, y en las dos actividades
se debe tener en cuenta la metodología adecuada para que sean útiles en
todas las etapas del proceso judicial (cadena de custodia, debido proceso,
método científico).
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Para llevar a cabo la investigación, los fiscales y jueces cuentan con el auxilio
de la Policía Judicial, encargada de apoyarlos en la consecución,
aseguramiento y estudio técnico-científico, fundamentalmente criminalístico,
de algunas pruebas judiciales, que a la postre serán la base de un
pronunciamiento judicial definitivo.
Ya visto el marco legal básico del proceso judicial en la investigación de las muertes,
reiteramos que la intención de este texto es mostrar las actividades científicas y
técnicas desarrolladas por la antropología forense como apoyo fundamental a dicha
investigación, pero especialmente enfocada a la solución de casos conformados por
cadáveres complejos, sin querer claro está, dar a entender en ningún momento que
un cadáver reciente no representa su propio nivel de complejidad.
Así las cosas, la investigación judicial de las muertes está orientada a la solución de
casos relacionados con el hallazgo de uno o varios cadáveres que proceden de un
hecho ocurrido en circunstancias violentas o que se presumen de serlo; la
complejidad de una investigación de esta magnitud requiere necesariamente la
intervención de diferentes disciplinas que apoyen con su conocimiento los diferentes
momentos de este extenso proceso, entre ellas, la antropología forense.
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Una vez las autoridades reciben el reporte del hallazgo de un cadáver o la
información sobre el sitio donde probablemente se encuentra, se procede a oficializar
el caso y se da inicio a las actividades investigativas.
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datos o características que conozcan los familiares y que pueden ser agregadas en
hojas adicionales:
Los datos sugeridos aquí deben ser suministrados por personas de alta confiabilidad,
es decir, que la información debe ser precisa, ya que de suceder lo contrario se corre
el riesgo de que el procedimiento de búsqueda del cuerpo y los cotejos con fines de
identificación por parte de las entidades encargadas de ello sean negativos.
Procedimiento muy popular utilizado en Colombia (especialmente en áreas rurales y sectores urbanos marginales) por
personas no médicas para brindar atención primaria en casos de golpes, magulladuras y otras lesiones por impactación;
consiste en la aplicación de masajes fuertes sobre el área afectada con la ayuda de ungüentos rubefacientes, su posterior
vendaje y ocasional entablillamiento. Este procedimiento pseudomédico poco recomendable, generalmente puede ocultar y/o
agravar una fractura.
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existe la probabilidad que la persona desaparecida haya sufrido en su niñez algún
tipo de fractura a nivel de tercio distal de radio y/o cúbito con su consecuente
reparación, evento que constituye una característica individualizante útil durante
el proceso de identificación.
d. Historias clínicas dentales: Carta dental, radiografías (periapicales o
panorámicas, presencia de tratamientos). Si la anterior información no está
disponible, los familiares pueden referir en lenguaje no técnico datos acerca de
malformaciones, fracturas, características dentales, color o ubicación atípica de
una estructura dental. Este es un aspecto muy importante que el funcionario
entrevistador debe interpretar y documentar, ya que en la mayoría de los casos
los reportantes no poseen los conocimientos suficientes para describir
técnicamente uno de los eventos dentales mencionados; por ejemplo el
informante no dirá que su familiar desaparecido “...presentaba una vestíbulo-
versión del Nº 23”, en cambio dirá que el desaparecido “...tenía el colmillo
superior izquierdo torcido hacia determinado lado”
e. Fotografías del rostro en cualquier posición y tamaño, son de mayor utilidad las
más recientes, ojalá sonriendo y en la medida de lo posible que exista en la
fotografía algún elemento que permita calcular la escala real o tamaño original del
rostro en la fotografía, es decir, que dicho elemento nos sirva como testigo
métrico (ver numeral de superposición digital de imágenes cráneo-foto del
presente texto). Las fotografías también son útiles confines de identificación en la
medida que en ellas pueden estar presentes prendas que podrían ser cotejadas
con las encontradas con un cadáver no identificado.
f. Hábitos ocupacionales y laborales: Indagar si era fumador activo, actividad
física y/o deportiva que más practicaba.
g. Lateralidad: Indagar si era diestro, zurdo o ambidiestro
h. Prendas que portaba al momento de la desaparición: Describir detalladamente
el tipo de prenda, color, talla, marca, estado de conservación, reparaciones de
sastrería o alguna señal en particular (nombres o alias tejidos en algún área de
las prendas)
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i. Circunstancias de La Desaparición: Esta información es de gran utilidad para
las pesquisas de las autoridades durante el proceso de búsqueda de la persona
desaparecida, debe ser suministrada por familiares o allegados de absoluta
confiabilidad, pues en caso de que esta sea imprecisa o falsa, la búsqueda e
investigación judicial se verá mal orientada:
j. Fecha, hora y lugar de la desaparición, última vez que fue visto con vida (por un
testigo confiable)
k. Nombre y ubicación de otros familiares, amigos y posibles enemigos
l. Lugares más frecuentados
m. Grupos sociales, políticos y religiosos a los que pertenecía
Durante esta etapa los objetivos se enfocan a recuperar el cadáver, lo cual puede
suceder de dos formas: (1) porque el cuerpo fue descubierto en algún sitio por una
persona en particular, lo que conlleva a que las autoridades deben utilizar los
procedimientos y técnicas adecuados para el manejo de la escena y levantamiento
del cadáver (2) existe información confiable sobre la posible ubicación geográfica de
una fosa clandestina que contiene en su interior uno o más cadáveres, ante esta
situación se ejercerán actividades de búsqueda tendientes a encontrar el sitio, para
ello se procederá a utilizar la técnica arqueológica forense, la cual se encuentran
ampliamente referida en el Capítulo III de este texto.
Una vez recuperado el cadáver las autoridades deberán enviarlo bajo estricta cadena
de custodia al INMLCF del municipio o ciudad donde fue encontrado, allí será
examinado durante el procedimiento de necropsia o estudio en el laboratorio de
antropología forense.
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Los procedimientos científicos desarrollados durante esta etapa son de carácter
multidisciplinario, allí se pretende obtener evidencias físicas que deberán
documentarse adecuadamente y que además permitirán establecer las
circunstancias en que se dio la muerte de la persona, al igual que datos para lograr
la identificación positiva del cuerpo, entre otras.
Las personas que fallecen de manera natural no son remitidas al Instituto Nacional
de Medicina Legal (en adelante IML) para que se realice necropsia médico-legal
debido a que su muerte era un evento que a nivel médico posiblemente ya estaba
diagnosticado. Si la muerte ocurre en un centro clínico, generalmente el médico
tratante se encargará de diligenciar el certificado de defunción; si ocurre en un sitio
diferente, p.e. en el hogar o en vía pública, existen para estos casos en nuestro país
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un grupo de médicos especializados de la Fiscalía General de la Nación
denominados “Quincys”, cuya función es acudir a dichas escenas con el objeto de
evaluar el caso y determinar la pertinencia de una necropsia médico-legal.
Los cadáveres que generalmente son remitidos al IML, o sus equivalentes en otros
países, son aquellos que pueden tener una relación con las siguientes situaciones:
Cuando existe homicidio o sospecha de homicidio
Suicidio o sospecha de suicidio
Accidente o historia de accidente
Muertes súbitas e inesperadas
Es la “excelencia” del ejercicio médico, con ella se puede evaluar o comparar si el acto médico
realizado se ajusta a lo que debe ser; dentro de un contexto que implica analizar los elementos
disponibles, la complejidad del acto médico y las circunstancias que rodearon la actuación profesional.
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En Colombia los cadáveres que ingresan a las diferentes salas de necropsias del
IML , son recuperados de manera oficial por las autoridades con funciones
permanentes de Policía Judicial, entre las que podemos mencionar:
En otros países entidades equivalentes reciben nombres como Instituto Anatómico Forense y
Medical Examiner County
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Cual es la identidad del victimario?
Cual es la identidad de la víctima?
Cuales fueron las circunstancias de tiempo, modo y lugar?
Hace cuanto tiempo falleció la persona?
Las lesiones que presenta el cadáver fueron infligidas por el victimario o por
factores diferentes luego que la víctima falleció?
Es posible confirmar o descartar que las lesiones de la víctima fueron causadas
con el arma decomisada a un sindicado en particular?
De otro lado, Di Maio (2003:2) clasifica los objetivos principales del examen médico-
legal de la siguiente manera:
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Para establecer el tiempo probable de expectativa de vida del individuo fallecido
Para establecer el tiempo de sobrevida después de infligidas unas lesiones
Natural
Accidental
Suicida
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Homicida
Indeterminada
A la anterior clasificación de maneras de muerte Di Maio (Op. cit.) agrega una sexta
denominada “sin clasificar”, que es cuando la muerte no puede incluirse en algunas
de las cinco maneras mencionadas anteriormente; para ello muestra un ejemplo:
”Cuando un individuo psicótico decide que puede volar y lo intenta en un acantilado
de 60 metros de altura. Dicha muerte no es, obviamente, ni natural, ni homicida, pero
¿es un suicidio o un accidente?.
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sobre el cráneo del individuo es probable confirmar o descartar que la lesión fue
producida por el arma encontrada junto al cadáver, no obstante, las lesiones por
proyectil de arma de fuego no permitirían establecer si se trata de una manera de
muerte homicida, suicida o quizás accidental, pues es posible que fuera cualquiera
de las tres.
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2.12 QUE ES EVIDENCIA FÍSICA?
En las escenas del crimen siempre se encuentran elementos que pueden llegar a
constituirse como pistas o como pruebas durante un Proceso Judicial, estos
elementos reciben el nombre de evidencia física.
Fisher Barry, Block Sherman. Techniques of Crime Scene Investigation. Fifth Edition, CRC Press,1993:9-13, en Morales et al.
(2001:40-41)
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La evidencia física puede corroborar el testimonio de la víctima:
Una mujer fue recogida por un conductor. Ella dijo que él había empuñado un
cuchillo y había intentado violarla. Durante la lucha, el dedo pulgar de la mujer fue
cortado antes de que pudiera escapar manejando. Ella relató su historia a la policía y
el sospechoso fue arrestado. Durante el interrogatorio él se declaró insistentemente
como inocente. El investigador notó una pequeña mancha de sangre en la solapa
izquierda de la chaqueta del sospechoso. Este dijo que en la mañana se había
cortado al afeitarse. El investigador envió al laboratorio la chaqueta junto con
muestras de sangre del sospechoso y la víctima. Los resultados probaron que la
mancha era sangre de la víctima y que no podía ser del sospechoso. Esta evidencia
física ayudó a la condena por intento de acceso carnal violento.
Los experimentos psicológicos han mostrado que las observaciones hechas por
sujetos sometidos a prueba, que observan crímenes violentos simulados, son
imprecisas, incluso en los periodos de tiempo inmediatamente posteriores al evento.
Los voluntarios en una prueba psicológica atestiguaron asaltos simulados y se les
pidió que detallaran sus observaciones por escrito. En un periodo de meses se les
repitió esta solicitud. El estudio mostró que la gente tendía a rellenar los vacíos de su
recuerdo con detalles no observados. Si una parte de un evento no fue vista o no
tenía sentido, los sujetos construyeron hechos que parecían razonables para explicar
el episodio. Este comportamiento de “rellenar” fue subconsciente y los sujetos ni
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siquiera estaban conscientes de que ello había ocurrido. Ellos simplemente
reportaron lo que creían haber visto.
Diversos casos han inclinado la atención a la evidencia como prueba en los juicios,
especialmente para no basar decisiones solo en declaraciones y confesiones de los
acusados.
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laboratorio de antropología forense. Al estudio del cuerpo se confirmo que el cadáver
era efectivamente de sexo masculino, no obstante, los centros secundarios de
osificación de diferentes estructuras óseas y el grado de formación y erupción dental
indicaban que se trataba de un joven menor de 15 años. Adicionalmente, el cadáver
presentaba remanentes abundantes de pupas y fragmentos de piel momificada, lo
que demostraba que esta persona había fallecido varios meses atrás, y no unas
horas después de ser recuperado de la escena, como afirmaban sus familiares.
Meses después los investigadores descubrieron que la persona que se creía había
fallecido en la conflagración había adquirido recientemente un seguro de vida por
una cuantiosa suma y que el cadáver estudiado había sido robado de un cementerio
con el fin de suplantar la mencionada identidad para permitir que los familiares
cobraran el seguro.
Por lo anterior, es fácil determinar que una evidencia física puede estar constituida
desde una delgada y casi invisible fibra textil, hasta cualquier arma o elemento de
mayores dimensiones que se puedan encontrar con el cadáver, en la escena, o
quizás fuera de ella; esta es una de las razones por la cual se denominan “casos
complejos” a algunos cadáveres, pues en razón al estado físico y cambios
generalizados (causados por el victimario o por la acción de agentes tafonómicos)
que suelen presentar estos cuerpos, la labor de encontrar evidencias físicas se torna
mucho más difícil que en un cadáver reciente.
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2.14 QUE ES CADENA DE CUSTODIA ?
“Se debe aplicar la cadena de custodia a los elementos físicos materia de prueba,
para garantizar la autenticidad de los mismos, acreditando su identidad y estado
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original, las condiciones y las personas que intervienen en la recolección, envío,
manejo, análisis y conservación de estos elementos, así mismo, los cambios hechos
en ella por cada custodio .La cadena de custodia se inicia en el lugar donde se
obtiene, encuentre o recaude el elemento físico de prueba y finaliza por orden de la
autoridad competente. Son responsables de la aplicación de la cadena de custodia
todos los servidores públicos y los particulares que tengan relación con estos
elementos, incluyendo al personal de servicios de salud, que dentro de sus funciones
tengan contacto con elementos físicos que puedan ser de utilidad en la investigación.
El Fiscal general de la Nación reglamentará lo relacionado con el diseño, aplicación y
control del sistema de cadena de custodia, conforme a los avances científicos y
técnicos”.
Las personas que manipulen las evidencias físicas deberán prever todas las
situaciones que puedan llegar a alterarlas, ya sean de tipo natural o antrópico ,
teniendo en cuenta eventos tales como su transporte, almacenamiento y la misma
manipulación en los casos en que se deban tomar muestras para su análisis.
De otro lado, el artículo N° 289 del mismo código previendo que las evidencias
pueden ser manipuladas o contactadas por múltiples personas y para asegurar aún
mas el cumplimiento de la cadena de custodia ordena lo siguiente:
De origen humano
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Del cumplimiento a lo ordenado por las normas anteriores en lo referente al manejo
de la cadena de custodia de las evidencias físicas dependerá el éxito de la
investigación médico-legal de las muertes y en general cualquier investigación
relacionada con un hecho punible tenga, factor estrechamente relacionado con la
popular frase “No existen crímenes perfectos, sino investigaciones inadecuadas”; lo
cual se puede evitar no solamente con el manejo adecuado de las evidencias físicas,
sino también compartiendo oportunamente información a nivel interinstitucional y
evitando protagonismos personales e interinstitucionales.
Fisher 1987: Artículo traducido por la Dra. Mary Luz Morales, Patóloga, Jefe de la División de
Tanatología Forense del Instituto de Medicina Legal
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El papel principal de los investigadores en la escena del crimen es recolectar toda la
evidencia disponible en la escena. Frecuentemente, en casos donde la muerte es
reciente, esto es menos problemático. Sin embargo, con el paso del tiempo la
evidencia puede dispersarse o ser alterada por una cantidad de agentes naturales y
artificiales; esta es la esencia de la tafonomía (Efremov 1940). Aunque la tafonomía
usualmente se enfoca sobre cambios en los restos biológicos, los materiales no
biológicos también sufren transporte, destrucción y modificación. Estos materiales
frecuentemente juegan un papel importante en la reconstrucción de la escena del
crimen o, en términos tafonómicos, el conjunto de muerte.
En el sitio
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las bolsas puede ser lavado, catalogado, clasificado y almacenado por muchas
diferentes personas en muchos momentos diferentes.
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3. Un diario de campo de todas las características: Esto se refiere a
características que no pueden ser preservadas tales como la delimitación de una
fosa. La documentación debe incluir la localización y dibujos a escala.
4. Un diario de campo de todas las fotografías (incluyendo vídeo cintas): Las
fotografías son críticamente importantes para documentar tanto artículos físicos
como sus características. Se recomienda mantener tres cámaras: a color, blanco
y negro y Polaroid. Los procedimientos arqueológicos estandarizados de
documentación fotográfica son apropiados.
5. Una cadena de custodia: Toda persona que tome posesión de cualquier
evidencia debe hacer un registro de transferencia en el diario de campo. Además
mientras que la evidencia esté en custodia de una persona, se debe mantener
una seguridad razonable.
6. Libro de notas: Al recibir un caso forense, uno debe empezar una nueva libreta
para registrar en orden cronológico todos los eventos que empiezan con la
asignación inicial. ¿Quién ofreció u ordenó el trabajo? ¿Quién estaba presente?
¿Cuál es la naturaleza de la solicitud? ¿Cuál era la hora del día? Anote todo a
medida que vaya ocurriendo. Es aconsejable mantener un cuaderno, (no hojas
sueltas) para cada caso. Si se hace esto, no habrá duda con respecto a la
inserción o borramiento de información que pueda comprometer la cadena de
custodia.
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Aunque puede no ser crítico que todas las cosas sean declaradas, ciertamente es
aconsejable disminuirse la posibilidad de un cuestionamiento en las cortes.
Siguiendo las técnicas arqueológicas ya establecidas, se anota la evidencia en
cuanto a su localización horizontal y vertical, se fotografía, se registra en el diario de
campo, y se coloca en una bolsa marcada. Al final del día las bolsas con evidencias
son " retenidas", es decir, ellas son tomadas en custodia por el oficial y cerradas con
llave en un gabinete de evidencia cada noche.
Este proceso es repetido cada día mientras el antropólogo forense está en el campo,
esto asegurará que no haya contaminación de la evidencia. Además, antes de que el
antropólogo forense deje el sitio, deberá asegurarse de que hay guardias apostados
para vigilar el sitio hasta que él retorne el trabajo en la mañana. Este guardia de
turno es delegado por la institución de la policía, y esto debe ser acordado antes de
que empiece la excavación. Ahora es posible testificar inequívocamente que no ha
habido contaminación ni en el sitio, ni en la evidencia extraída del sitio.
!
Bajo circunstancias normales, al final de una excavación la evidencia estará
guardada bajo llave y sellada en una estación de policía. Obviamente, puede haber
evidencia física que no está dentro del campo de pericia del antropólogo forense,
por ejemplo balas, ropa, cubiertas de insectos, efectos personales, etc. La evidencia
debe ser repartida para que vaya a diferentes expertos en diferentes laboratorios. Se
deduce que puede ahorrarse tiempo considerable embalando los materiales
separadamente ya en el campo, previendo con anticipación que serán transferidos a
estos diferentes especialistas.
Por ejemplo, uno puede excavar un par de blue jeans con contenido esqueletizado y
efectos personales en los bolsillos. En este caso, es conveniente sellar en recipientes
separados en el campo los huesos, los pantalones, y los efectos personales.
Posteriormente al final de la excavación, estas bolsas selladas pueden ser
transferidas sin romper los sellos.
En últimas, uno necesitará los reportes de los diferentes expertos con el fin de
interpretar la situación de campo. Si hay trabajo de equipo y una buena comprensión
con el grupo el antropólogo forense puede pedir los reportes a cualquier experto y
esperar mantenerse informado a medida que los datos fluyen. Esto es un camino de
A pesar que en Colombia existen procedimientos estandarizados para el manejo de la evidencia física desde la escena del
crimen, hasta su posterior entrega para análisis (la mayoría reglamentados en el CPP vigente, e incluso en el que regirá a partir
de 2005 Art. 217: “..Cuando en el lugar de la inspección se hallaren partes de un cuerpo humano, restos óseos o de otra índole
perteneciente a ser humano, se recogerán en el estado en que se encuentren y se embalarán técnicamente. Después se
trasladarán a la dependencia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.... para los exámenes que
correspondan.), la experiencia ha mostrado que estas normas no se cumplen a cabalidad; p.e.: Hemos visto numerosos casos
de cadáveres putrefactos rescatados de fosas comunes a quienes les amputan los dedos (pulpejos dactilares) en la escena
para enviarlos a cotejo a entidades diferentes de donde se realizará su respectiva necropsia, ignorando que el IMLCF dispone
de este recurso, hecho que genera innecesariamente la dispersión de la evidencia física (nota del autor).
!
doble vía. Los hallazgos antropológicos deben ser rápida y libremente compartidos
con estos expertos. Esta aproximación multidisciplinaria aumenta la cantidad de
datos que pueden ser extraídos de la escena del crimen.
!
huesos deben ser empaquetados en cajas y sellados. El mejor lugar para ellos es la
oficina forense local, pero también es posible un gabinete con llave en el laboratorio
personal.
El advenimiento del sistema penal acusatorio en nuestro país hará que operen
algunos cambios en el actuar del perito forense colombiano, no obstante, como lo
menciona el doctor Mora (2004) , “el cambio de sistema penal en nuestro país es
más de tipo mental...”, de lo cual se puede colegir que la actuación del perito forense
no variará drásticamente los procedimientos técnico-científicos que venía aplicando a
las evidencias físicas en su laboratorio o en la sala de necropsias.
Los cambios que plantea el Sistema Penal Acusatorio son quizás más de forma, que
de fondo, lo que hará que el perito se enfrente a retos como la obligatoriedad de la
validación y perfeccionamiento de los métodos y técnicas que venía utilizando en el
Sistema Penal Mixto, de otro lado a optimizar sus destrezas en la comunicación para
estar en capacidad de “contar y convencer” al Juez durante el Juicio Oral de la
certeza de los resultados que obtuvo durante su pericia.
Uno de los cambios más llamativos que deberá asumir el perito colombiano
(especialmente teniendo en cuenta que su principal función es analizar la evidencia
física recuperada en la escena del crimen), es el que menciona el nuevo Código de
Procedimiento Penal en su Artículo 372. “Fines. Las pruebas tienen por fin llevar al
conocimiento del juez, más allá de duda razonable, los hechos y circunstancias
Notas del curso “El Testimonio Pericial en el Sistema Acusatorio Colombiano”, Bogotá, Julio de 2004
!
materia del juicio y los de la responsabilidad penal del acusado, como autor o
partícipe”.
El fin principal del informe pericial es el de comunicar en forma clara y objetiva los
resultados de los análisis u otras evaluaciones, además de las conclusiones
sustentadas por los datos. Al igual que con el testimonio, el contenido del informe
pericial debe ser adaptado a las necesidades del auditorio o lector y su capacidad
para comprender la información. Además, el informe, cuando es aceptado por el
tribunal, se convierte en parte integral del expediente judicial y se refleja positiva o
Alpizar R.V. Notas del curso “El Testimonio Pericial en el Sistema Acusatorio Colombiano -Informe Pericial-” Julio de 2004
!
negativamente en su autor -el testigo experto-. Por lo tanto, es importante ser muy
cuidadoso con la información, conclusiones y opiniones que allí se expresan.
!
• Remisión a otros laboratorios
• Retención de muestras o restos de muestras
F. Autoría
• Firma del perito; persona que hizo el análisis y obtuvo las conclusiones
• Firma o iniciales de los revisores técnicos o administrativos
Los informes periciales tienen sus reglas en cuanto al momento en que se deben
presentar, al respecto el CPP que regirá a partir del año 2005 dice en su Artículo
374. Oportunidad de pruebas. “Toda prueba deberá ser solicitada o presentada en
la audiencia preparatoria, salvo lo dispuesto en el inciso final del artículo 357, y se
practicará en el momento correspondiente del juicio oral y público”; de otro lado, el
Artículo 415: Base de la opinión pericial. “Toda declaración de perito deberá estar
precedida de un informe resumido en donde se exprese la base de la opinión pedida
por la parte que propuso la práctica de la prueba. Dicho informe deberá ser puesto
!
en conocimiento de las demás partes al menos con cinco (5) días de anticipación a la
celebración de la audiencia pública en donde se recepcionará la peritación, sin
perjuicio de lo establecido en este código sobre el descubrimiento de la prueba. En
ningún caso, el informe de que trata este artículo será admisible como
evidencia, si el perito no declara oralmente en el juicio.
!
de lo que vemos y escuchamos al mismo tiempo; por lo que al apelar
simultáneamente a los sentidos de la vista y el oído, comunicamos más información
a más personas, es decir, que una evidencia demostrativa adecuadamente
preparada, interesante y sin errores durante su presentación puede llegar a ser muy
persuasiva para los fines de quien la expone.
“Al testigo pericial se le permite testificar no solamente acerca de los hechos sino de
las opiniones y conclusiones extraídas de los mismos, no obstante, para justificar un
testimonio de opinión, es necesario demostrar por prueba interpuesta que el testigo
está calificado, sobre la base de sus observaciones, estudios o experiencia para
hablar en calidad de perito. Antes de testificar, es necesario someter a prueba los
conocimientos y experiencia del perito, mediante preguntas que producen respuestas
que ayudan al juez de conocimiento a determinar la competencia del testigo”
Scientific Evidence in Criminal Cases, Moenssens, A.A, Inbau, F.E, y Starrs, J.E., Cap. I, Sec. 1.18:56, The Foundation Press,
Inc. 1986, en memorias del curso “Testimonio Pericial en el Sistema Acusatorio Colombiano”. Bogotá, 2004
!
capítulos del presente texto y se refieren como: “NOMBRE DE LA INVESTIGACIÓN
O VALIDACIÓN....en población colombiana”)
Al momento de transcribir estos artículos (julio de 2004), el Código de Procedimiento Penal aún no ha sido firmado por el
Ejecutivo, por lo cual es posible que su numeración varíe ligeramente con respecto al Código que finalmente se apruebe
!
caso. El informe será firmado por quienes hubieren intervenido en la parte que les
corresponda.
Todos los peritos deberán rendir su dictamen bajo la gravedad del juramento”
• Artículo 408. Quiénes pueden ser peritos. Podrán ser peritos, los siguientes:
• Artículo 409. Quiénes no pueden ser nombrados. “No pueden ser nombrados,
en ningún caso:
1. Los menores de diez y ocho (18) años, los interdictos y los enfermos mentales.
2. Quienes hayan sido suspendidos en el ejercicio de la respectiva ciencia, técnica o
arte, mientras dure la suspensión.
3. Los que hayan sido condenados por algún delito, a menos que se encuentren
rehabilitados”.
!
• Artículo 410. Obligatoriedad del cargo de perito. “El nombramiento de perito,
tratándose de servidor público, es de forzosa aceptación y ejercicio. Para el
particular solo lo será ante falta absoluta de aquellos.
El nombrado sólo podrá excusarse por enfermedad que lo imposibilite para ejercerlo,
por carencia de medios adecuados para cumplir el encargo, o por grave perjuicio a
sus intereses.
El perito que, injustificadamente, se negare a cumplir con su deber será sancionado
con multa de diez (10) a cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes,
equivalente en moneda legal colombiana”.
• Artículo 414. Admisibilidad del informe y citación del perito. “Si el juez admite
el informe presentado por la parte, en la audiencia preparatoria del juicio oral y
!
público, inmediatamente ordenará citar al perito o peritos que lo suscriben, para
que concurran a la audiencia con el fin de ser interrogados y contrainterrogados”.
• Artículo 416. Acceso a los elementos materiales. “Los peritos, tanto los que
hayan rendido informe, como los que sólo serán interrogados y
contrainterrogados en la audiencia del juicio oral y público, tendrán acceso a los
elementos materiales probatorios y evidencia física a que se refiere el informe
pericial o a los que se hará referencia en el interrogatorio”.
• Artículo 417. Instrucciones para interrogar al perito. “El perito deberá ser
interrogado en relación con los siguientes aspectos:
El perito responderá de forma clara y precisa las preguntas que le formulen las
partes.
!
El perito tiene, en todo caso, derecho de consultar documentos, notas escritas y
publicaciones con la finalidad de fundamentar y aclarar su respuesta”.
• Artículo 419. Perito impedido para concurrir. “Si el perito estuviera físicamente
impedido para concurrir a la audiencia pública donde se practicará la prueba, de
no hallarse disponible el sistema de audio video u otro sistema de reproducción a
distancia, ésta se cumplirá en el lugar en que se encuentre, en presencia del juez
y de las partes que habrán de interrogarlo”.
• Artículo 421. Limitación a las opiniones del perito sobre insanidad mental.
“Las declaraciones de los peritos no podrán referirse a la inimputabilidad del
acusado. En consecuencia, no se admitirán preguntas para establecer si, a su
juicio, el acusado es imputable o inimputable”.
!
• Artículo 422. Admisibilidad de publicaciones científicas y de prueba novel.
“Para que una opinión pericial referida a aspectos noveles del conocimiento sea
admisible en el juicio, se exigirá como requisito que la base científica o técnica
satisfaga al menos uno de los siguientes criterios:
1. Que la teoría o técnica subyacente haya sido o pueda llegar a ser verificada;
2. Que la teoría o técnica subyacente haya sido publicada y haya recibido la critica
de la comunidad académica;
3. Que se haya acreditado el nivel de confiabilidad de la técnica científica utilizada
en la base de la opinión pericial;
4. Que goce de aceptabilidad en la comunidad académica.
!
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3. 1 ARQUEOLOGÍA FORENSE Y EL MANEJO DE LA ESCENA DEL CRIMEN
!
Mantenga como constante el seguimiento a las normas vigentes para el manejo de
las evidencias físicas encontradas en la escena; desde el momento en que son
descubiertas, hasta que son registradas, recuperadas, embaladas y transportadas para
su estudio a la sala de necropsias o al laboratorio de antropología forense, en resumen
mantenga una estricta cadena de custodia.
Las condiciones del hallazgo de los cuerpos, sumado en algunos casos a evidentes
modificaciones intencionales (calcinación, mutilación) permiten en múltiples ocasiones
inferir que se trata de muertes violentas, quizás homicidios, en los que el victimario
intenta ocultar el cuerpo, la identidad de su víctima o en general la evidencia, intentando
evitar que se de inicio a la investigación judicial.
Apartes del Capítulo Nº 19 con este nombre, escrito por la doctora Gloria Jiménez, el antropólogo Andrés Patiño y el autor del
presente texto (2001), adaptado por Sanabria (2004)
!
Generalmente las condiciones del hallazgo de cadáveres en contextos ilegales, limitan
las posibilidades de recuperar evidencias y de que la investigación sea exitosa, por
cuanto en muchos casos el cuerpo es retirado del sitio sin cumplir con la normatividad
que exige este delicado proceso.
!
expuestos al medio ambiente, sepultados, o sumergidos en corrientes de agua, debido
a que la escena, el cuerpo y las evidencias se modifican fácilmente por factores
inherentes a la dinámica del sitio donde fueron depositados o desplazados y a la
intervención, intencional o no, de seres humanos. Adicionalmente la manipulación
inadecuada por autoridades, investigadores y forenses no entrenados puede ocasionar
alteraciones irreparables en los restos y/o evidencias relacionadas, lo cual va en
detrimento de la investigación de las muertes.
El estudio de la escena, la recuperación y traslado de los cuerpos y demás evidencias
físicas relacionadas en casos de cadáveres como los mencionados anteriormente,
exige una rigurosa investigación científico - criminalística de la muerte desde el mismo
momento de la diligencia de inspección para alcanzar el objetivo final de resolver el
caso.
El trabajo debe ser conjunto y coordinado entre las autoridades, los investigadores y los
peritos forenses, y estar orientado a la obtención, estudio y manejo adecuado de
evidencias físicas y muestras biológicas, a la identificación del cadáver y del
responsable si lo hay, la determinación de causa y manera de muerte, estimación del
intervalo postmortem, y a registrar y documentar los procedimientos criminalísticos y
forenses.
!
de descomposición, expuestos o sepultados, y las evidencias relacionadas; tiene
aplicación también en casos de muertes relacionadas con fuego, en desastres naturales
y accidentes aéreos.
!
conocimientos básicos del tema, los cuales les serán útiles para realizar mejor su
trabajo forense, para recalcar su importancia y asistir a la autoridad y a los
investigadores en aspectos técnicos de la recuperación de cuerpos expuestos al medio
ambiente o inhumados ilegalmente. Por otra parte es ideal que al menos en casos de
cadáveres complejos el médico, patólogo o el antropólogo forense asistan a la diligencia
de inspección y para apoyar el manejo de la escena.
En el sitio (original)
!
3.4 CADÁVERES SEPULTADOS Y EXPUESTOS AL MEDIO AMBIENTE
Cuando se trata del hallazgo de cuerpos expuestos al aire libre o sepultados, se debe
tener en cuenta para la búsqueda y obtención de evidencias físicas, que existe una
mayor probabilidad (comparada con casos de recintos cerrados y cadáveres frescos)
de que existan otras "escenas" o áreas relacionadas con el hecho, la mas importante
desde luego, el sitio donde ocurrió la muerte, especialmente si se trata de un homicidio.
También se deben considerar el medio de transporte utilizado para trasladar el cadáver
desde el sitio del hallazgo, los sitios de depósito transitorio del cuerpo, su adecuada
manipulación en caso de que presente fragmentación intencional por parte del
victimario o la causada por animales, etc.
!
tumba, características de la vegetación circundante y eventualmente la toma de
muestras representativas.
No se recomienda hacer un examen exhaustivo del cuerpo o de los restos en el sitio del
hallazgo; se pueden mencionar en general los cambios observados, de putrefacción,
preservación o anomalías de la descomposición que ameriten un examen mas detallado
del área; describir si se encuentra el cadáver completo o solo se trata de partes
corporales, y modificaciones tales como carbonización - calcinación (parcial, total) o
mutilación.
!
Debido a la importancia de todas y cada una de las piezas dentales (una de ellas puede
tener el tratamiento odontológico que con cotejos posteriores permitirá identificar el
cuerpo) no se deben escatimar esfuerzos para su recuperación; en casos de cadáveres
inhumados se debe prestar mucha atención para detectarlas en el momento de cernir la
tierra de los diferentes niveles de la fosa y durante toda la exploración del terreno.
!
3.5 CADÁVERES ENCONTRADOS EN CORRIENTES DE AGUA
Al igual que en todas las escenas, se deben documentar los cambios externos que
presente el cuerpo, tales como pérdidas de tejidos causadas por fauna acuática
depredadora, en estos casos es posible encontrar que los cuerpos presenten lesiones
de tipo postmortem causadas por las aspas o hélices de diferentes embarcaciones, por
lo cual es importante indagar si en el área realmente es utilizado este tipo de transporte.
En los casos en que el cadáver es enviado de una ciudad a otra para que se realicen
los respectivos estudios por parte de un médico o un antropólogo forense, se debe
tener absoluta precisión y claridad en la documentación y descripción de los hallazgos
en el cuerpo, ya que de no ser así se puede prestar para interpretaciones erróneas; un
ejemplo de ello sucedió cuando en alguna oportunidad ingresó un caso a nuestro
laboratorio con información documental en la que se mencionaba que “...el cadáver
presentaba una cuerda de nylon alrededor del cuello...”, lo que podría interpretarse
inicialmente como ahorcamiento, no obstante, al momento del análisis no encontramos
ni la cuerda, ni lesiones o signos de trauma en cuello. Una vez establecida la
comunicación con la autoridad que remitió el cuerpo, esta nos explicó que la cuerda
!
había sido utilizada por el equipo de rescate para extraer el cuerpo del río donde se
encontraba sumergido.
!
El examen exhaustivo del cuerpo, apoyado en lo posible de estudios radiológicos a la
totalidad del cuerpo, permite confirmar o descartar la presencia de lesiones; la
recomendación general para los médicos es que no se debe considerar causa y
manera de muerte “sin determinar” hasta tanto no se haya realizado un estudio
interdisciplinario completo del caso y concluido la investigación judicial.
Debido a que en nuestro medio se cuenta con pocos antropólogos forenses sería
imposible que estos apoyaran de manera presencial el estudio de casos complejos a
nivel nacional, por lo que se recomienda que cuando esta situación se presente, se
estudie la posibilidad de enviar al laboratorio de antropología forense las estructuras
óseas necesarias para responder interrogantes que surgen durante la necropsia.
La selección y embalaje de las piezas que serán enviadas para estudio deberán ser
coordinadas previamente entre el médico que realizó la necropsia y el antropólogo
forense que realizará el estudio, adicionalmente el médico deberá acompañar el
cadáver o las muestras para estudio con toda la información disponible (fotocopia del
acta de inspección judicial, fotocopia del protocolo de necropsia o un resumen detallado
donde documente sus hallazgos, fotografías de la escena, versiones de los hechos,
fotografías en original de la escena, cambios producidos en el cadáver durante la
necropsia). No obstante lo anterior, reiteramos que el procedimiento ideal es que el
antropólogo apoye directamente la necropsia de estos casos o que pueda disponer de
la totalidad del cuerpo para su estudio en el laboratorio.
!
Finalmente se debe tener en cuenta que en la mayoría de los casos en nuestro país, las
circunstancias del hallazgo (cuerpo inhumado en fosa ilegal, cuerpo flotando en el agua
con prendas y/o lesiones, cuerpos con ataduras, mordazas o bolsas plásticas
recubriendo la cabeza) orientan a un homicidio, o por lo menos a una manera de muerte
violenta, así el estado del cuerpo no permita confirmarlo con hallazgos objetivos.
Fotografía N° 1. Extracción de suelo que conforma el relleno al interior de la tumba, hasta tanto no se haya ubicado el cadáver se
recomienda no penetrar al interior de la fosa, pues se corre el riesgo de ocasionar lesiones postmortem a las estructuras óseas.
Localizar un cadáver inhumado de manera ilegal es una labor muy compleja y requiere
de trabajo en equipo, hecho que implica la participación de especialistas de diferentes
disciplinas. La labor de búsqueda debe realizarse de manera sistemática, con una
!
planeación previa y con la infraestructura adecuada, que incluye entre otros las
condiciones de seguridad y bienestar para el equipo humano.
Es poco probable que para el manejo de escenas con casos complejos se cuente
siempre con el número ideal de especialistas de diferentes disciplinas, principalmente
en países en vías de desarrollo como el nuestro, donde el presupuesto no es distribuido
equitativamente, o no es suficiente para cubrir estas necesidades, no obstante,
presentamos aquí un lista básica del personal técnico - científico que debería conformar
un equipo de búsqueda y rescate de cadáveres:
!
Geólogo
Fotógrafo Forense
Dibujante
Topógrafo o Planimetrista
Auxiliares de excavación con experiencia en labores de arqueología
Persona responsable de custodiar las evidencias en la escena
Grupo de seguridad
Las herramientas recomendadas aquí son las básicas o necesarios para llevar a cabo
diligencias de rescate de cuerpos inhumados, las utilizadas en escenas de crimen más
especializadas no se muestran aquí; ejemplos de algunas de ellas serían detectores de
metales, luces ultravioleta, iluminación auxiliar extensa y dispositivos electrónicos para
levantamiento de planos tridimensionales, entre otros.
!
Marcadores de tinta indeleble, bolígrafos, lápices de diferentes calibres y colores,
borradores, tajalápiz
Papel milimetrado
Reglas
Madejas de piola o cabuya
Niveles de cuerda y plomadas
Cernidores y lazos
Cepillos de dientes, brochas y pinceles de diferentes calibres
Tachuelas o chinches
Cámaras fotográficas y de vídeo, rollos fotográficos (papel y diapositivas) y
flash.
Linternas y baterías
Lupas y tijeras
Cintas adhesivas y cintas plásticas de diferentes colores
Tablas con sujetadores para apoyar papel
Guantes de algodón para trabajo pesado y guantes de látex
Mascarillas o tapabocas
Botiquín
Metros, decámetros y hectómetros metálicos
Bolsas de papel y de plástico con cierre a presión de diferentes tamaños
Rótulos adhesivos de papel
Rollos de papel aluminio
Recipientes plásticos de diferentes tamaños
Cajas plásticas de diferentes tamaños
Rollos de papel para envolver
Bolsas plásticas de diferentes tamaños
!
Bandejas metálicas para cuerpos enteros y en avanzados estados de
descomposición
3.10 PROSPECCIÓN
!
Existen diferentes técnicas para realizar una prospección, no obstante, en todas sus
variantes este se realiza a partir de la información recolectada previamente por los
funcionarios judiciales que están haciendo seguimiento al caso, o por declaraciones de
testigos (Fase 1 o Investigación Preliminar), sería imposible realizar una prospección
arqueológica sin contar con información previa de la posible ubicación del sitio.
Es una de las técnicas más tradicionales para realizar una prospección arqueológica,
consiste en el recorrido y reconocimiento visual directo sobre un terreno en particular;
allí se realiza un detallado análisis de las características morfológicas de la superficie
del terreno para percibir alteraciones que indiquen la presencia de un sitio que pueda
albergar un cuerpo.
!
elevaciones del suelo. Estos cambios encuentran su origen en múltiples factores,
principalmente los intencionales o humanos, naturales y los producidos por animales.
Las elevaciones en el suelo son ocasionadas debido a que buena parte del espacio de
la fosa construida por el victimario será ocupada por el cuerpo o cuerpos inhumados,
consecuentemente quedará tierra sobrante al momento de rellenar el espacio creado.
Una vez el cadáver inhumado sufrirá cambios físicos debido a los fenómenos de la
descomposición, uno de ellos es que el cuerpo reducirá dramáticamente su volumen,
pues los gases que hinchan el cadáver desaparecerán paulatinamente, liberando así
un espacio considerable al interior de la fosa y generando de esta forma una depresión
u ondulación más o menos marcada sobre la superficie del terreno con respecto al nivel
!
del suelo que circunda la fosa. (Leer capítulo IV del presente texto: -Intervalo
Postmortem- Fenómenos Cadavéricos)
Son pequeños hoyos o huecos que abre el antropólogo en un terreno con el objetivo de
encontrar evidencias que orienten la ubicación de la tumba, el diámetro de cada pozo
diámetro puede ser igual o superior a 50 cm. x 50 cm. (Fotografía Nº 2 y 3); su
profundidad dependerá de la ubicación del cadáver o evidencias en el suelo. Esta
técnica es utilizada generalmente en terrenos amplios en los que se tiene la certeza de
que el enterramiento existe, pero no se cuenta con su ubicación exacta, para estos
casos el número de pozos requeridos puede variar.
!
Los pozos de sondeo tiene varios objetivos, uno de ellos es acceder al interior del
terreno para analizar sus características morfológicas, es decir, si se encuentra alterado
o mezclado, pero quizás su principal propósito es encontrar en su interior una parte del
cadáver; una vez descubierta esta, se procede a ampliar el pozo de tal forma que
permita exponer la totalidad del cuerpo para su posterior documentación, registro y
exhumación.
3.12.2 BARRENADOS
Fotografía Nº 2 Fotografía Nº 3
Apertura de pozos de sondeo Vista superior de un pozo de sondeo, la
flecha señala un “cateo” realizado con
barreno metálico
!
3.12.3 PERROS ADIESTRADOS
Estos animales son entrenados para encontrar cadáveres, generalmente son utilizados
en casos de desastres naturales y desastres masivos, en los que algunos cuerpos e
incluso sobrevivientes quedan atrapados debajo de los escombros, lamentablemente en
nuestro país adolecemos hasta el momento de esta útil herramienta.
3.12.4 GEORADARES
3.12.5 FOTOINTERPRETACIÓN
Esta técnica utiliza como material de estudio aerofotografías del área donde se
sospecha existe una fosa clandestina, es ideal que las imágenes que se van a analizar
correspondan a momentos diferentes del mismo sitio; como mínimo es ideal disponer
de una o varias imágenes tomadas con anterioridad a la fecha en que se presume
ocurrieron los hechos y otras de fechas posteriores.
!
superficie del terreno estudiado, lo que permitirá observar cambios morfológicos que
puedan corresponder a remociones de tierra, cambios superficiales de la vegetación, o
elevaciones y depresiones del suelo que pueden estar asociadas a un enterramiento
humano (ver fotografía Nº 4, círculo punteado).
Fotografía Nº 4. Aerofotografía (IGAC) tomada en mayo de 1948, muestra el Globo “B” del Parque Cementerio Central de Bogotá
(círculo punteado), esta fue una de las imágenes utilizadas en el proceso de búsqueda de la fosa común donde se inhumaron los
cadáveres de las personas fallecidas en los hechos violentos del 9 de abril de 1948.
Se recomienda que las escenas del crimen que requieren de excavación sean dirigidas,
supervisadas, o como mínimo que cuenten con la presencia de un antropólogo con
experiencia en labores arqueológicas forenses, de lo contrario se corre el riesgo de que
se dejen de recuperar o se lleguen a alterar evidencias físicas por la falta de
entrenamiento de las personas que van a manejar la escena; cabe anotar que cada
escena criminal requiere de metodología, técnica y abordaje diferente.
!
RECOMENDACIÓN IMPORTANTE: Una vez iniciado el proceso de excavación este
debe ser culminado en lo posible el mismo día, pues se han presentado casos en
que las autoridades ingresan a la escena en horas cercanas a la noche, lo que obliga a
suspender la excavación por falta de buena luminosidad y planeando continuar al día
siguiente; un procedimiento realizado de esta manera permite que personas o grupos al
margen de la ley y seguramente relacionados con el crimen, sustraigan los cadáveres u
otras evidencias físicas.
Cuando la excavación deba suspenderse por el arribo de la noche o por cualquier otra
circunstancia, se debe designar un equipo de seguridad que custodie por turnos la
escena durante la noche, dejando constancia escrita de ello, de lo contrario, el
coordinador del equipo de rescate será el responsable inequívoco de la pérdida
de las evidencias físicas.
Una vez ubicado el sitio donde se presume que un cuerpo está sepultado se debe
acordonar el área circundante utilizando cinta de seguridad de color llamativo, o en su
defecto un lazo para impedir el acceso de personas ajenas al rescate, esta cinta de
seguridad debe ser colocada a una distancia prudencial alrededor de la escena, de tal
!
manera que las personas autorizadas se puedan desplazar cómodamente en su
interior.
La excavación debe realizarse sin premura y de manera sistemática, pues ello permitirá
recuperar la totalidad de las evidencias, para lo cual se debe ir excavando el sitio por
capas o niveles hasta descubrir totalmente el cuerpo o el esqueleto, despejando la tierra
sobre este y a su alrededor y ubicando las paredes de la fosa.
Si se trata de una escena con varias tumbas se hace necesario clasificar cada una con
números o letras, ello evitará confusiones al momento de rotular y transportar las
evidencias encontradas en los diferentes sitios. Una vez ubicado el enterramiento y
realizados los procedimientos previos a la excavación, se recomienda seguir el
siguiente protocolo:
1. Establecer un punto de referencia o “punto cero” con respecto a la ubicación del sitio
de enterramiento, generalmente se recomienda tomar un punto geográfico o
topográfico definido con el uso de una brújula, también se puede tomar como
referencia un elemento fijo, p.e. un accidente del terreno que no sea móvil, p.e. una
montaña, un bosque, una edificación.
!
2. En la excavación deben utilizarse herramientas manuales, tales como pala, azadón
y eventualmente picas metálicas, bajo ningún pretexto se deben utilizar
herramientas mecánicas como taladros o retroexcavadoras, ello iría en contra de un
adecuado manejo de escena, pues alteraría la ubicación original y preservación de
las evidencias.
Los siguientes niveles pueden excavarse con similar profundidad a la del primero, la
tierra que se vaya evacuando de cada nivel deberá ser amontonada de manera
independiente (un montón por nivel) y alejada de las demás por lo menos 2 metros y
lo más posiblemente alejado del enterramiento.
La tierra proveniente de todos los niveles o capas de la fosa deberá ser tamizada sin
excepción, pasándola por un cernidor o malla metálica, ello evitará la pérdida de
evidencias pequeñas como fragmentos óseos, estructuras dentales, joyas, y en
general objetos difíciles de percibir a simple vista (Fotografía Nº 5a), se debe tener
especial cuidado con las evidencias que estén ubicadas sobre o debajo del cuerpo.
Dibujos tomados de la lectura presentada por Nicholas P. Herrmann, Universidad de Tennessee, durante el Curso Recuperación
de Restos Humanos para el Equipo de Agentes Responsables de la Evidencia, Knoxville, Tennessee, Febrero 29 de 2000
!
Dibujo Nº 1 Dibujo Nº 2
Dibujo Nº 3 Dibujo Nº 4
Dibujo Nº 5 Dibujo Nº 6
!
Fotografía Nº 5. Cuando el sitio de excavación es muy estrecho, se recomienda colocar tablas de apoyo para evitar
daños postmortem al cadáver y demás evidencias físicas
Fotografía 5a. La tierra proveniente de todos los niveles o capas de la fosa deberá ser tamizada sin excepción,
pasándola por un cernidor o malla metálica, ello evitará la pérdida de evidencias pequeñas como fragmentos óseos,
estructuras dentales, joyas, y en general objetos difíciles de percibir a simple vista, la tierra cernida de cada nivel deberá ir
agrupada en montículos diferentes, estos nunca deberán mezclarse, solamente se hará cuando se ha retirado el cadáver
y se ha comprobado que no existen más evidencias en el sitio, en ese momento se procederá a rellenar nuevamente la
tumba con la tierra extraída
!
Si se trata de un espacio amplio o un enterramiento colectivo de grandes dimensiones,
la delimitación y distribución del espacio utilizando el sistema de cuadrícula permitirá
que varias personas trabajen un sector eficientemente, este procedimiento evitará
confusiones y daños innecesarios.
Una vez ubicado el cuerpo, éste se debe exponer in situ, retirando residuos de
vegetación o de suelo que se encuentren sobre, debajo o al lado de éste; esta labor
puede realizarse utilizando brochas y cepillos de cerdas suaves y de diferentes
tamaños, no se recomienda el uso de instrumentos metálicos como los odontológicos.
No se debe retirar el cadáver del sitio hasta tanto este no haya sido expuesto en su
totalidad, de igual forma ninguna de sus partes deberá ser halada con fuerza, pues se
corre el riesgo de causar fracturas de tipo postmortem.
Antes de remover el cadáver o sus restos, se debe medir su longitud total (no son
mediciones osteométricas exactas), en caso que algunas partes del cuerpo se
encuentren esparcidas, se debe medir y dibujar el área aproximada de su distribución.
Si se trata de restos humanos muy deteriorados o degradados, se recomienda tomar las
medidas óseas necesarias in situ, previendo que durante la recuperación o transporte
los huesos se puedan alterar y dificulten su posterior medición. Una vez este expuesto
la totalidad del cadáver es necesarios tomarle fotografías generales y de detalle antes
de retirarlo del sitio.
Una vez removido el cuerpo del sitio en que yace, se recomienda continuar excavando,
hasta encontrar un nivel "estéril" o piso de la tumba (generalmente compuesto por suelo
arcilloso), este procedimiento permitirá confirmar que no existen otras evidencias debajo
del suelo donde reposaba el cadáver, finalmente se procede a rellenar nuevamente la
tumba, dejando constancia escrita de este procedimiento.
!
En el anexo Nº 1 de este capítulo se muestra la ficha de recolección de datos en la
escena recomendada por los doctores Manuel Polo Cerdá y Elisa Prósper, allí también
se encuentra la ficha de consignación de datos bioantropológicos, se cambiaron los
siguientes datos originales: Expediente por Acta de Inspección Nº ___ y Juzgado por
Fiscalía Nº ____o Nombre de la Autoridad
Ficha de autor: M. Polo Cerdá y E. García Prósper, Laboratorio de Antropología Forense y Paleopatología U.D. Medicina Legal -
Facultad de Medicina, Universidad de Valencia (España)
!
del cadáver) que pueden contener información sobre venenos o químicos asociados a
la causa de muerte de la persona; estas muestras pueden ser enviadas al laboratorio de
química y biología forense.
Otro tipo de muestras que se recomienda tomar está constituido por material vegetal,
especialmente raíces adheridas al cadáver o en su interior, su análisis por parte de un
biólogo experto en botánica permitirá orientar el intervalo postmortem basándose en el
ciclo vital de la respectiva planta, también puede llegar a determinar si algunos
fragmentos vegetales son originarios, o no del sitio de la inhumación.
!
3.15 EMBALAJE DEL CADÁVER (ESQUELETIZADO) Y EVIDENCIAS ASOCIADAS
Una vez realizados los registros de video, fotográficos y planimétricos de la escena del
crimen, cadáver y evidencias recuperadas se procede a retirarlos de su sitio, sin halar
los huesos ni ejercer presión sobre los mismos, para evitar daños y otras alteraciones.
Se recomienda que las bolsas destinadas para embalar las evidencias tengan un cierre
hermético de seguridad y que su interior esté revestido de papel; deberán llevar una
rotulación (en letra legible o de imprenta) que permita determinar fácilmente por
cualquier persona de que tumba proceden. Se recomienda embalar las estructuras
óseas en bolsas individuales, rotulando cada bolsa de acuerdo a su contenido, en caso
de encontrarse estructuras dentales fuera de sus alvéolos, se sugiere que estas sean
embaladas en los recipientes plásticos donde vienen los rollos de cámara fotográficas,
si no están disponibles se puede hacer en pequeñas bolsas plásticas con sello de
seguridad, consignando en un rótulo de que sitio provienen.
Las bolsas deben cerrarse para evitar que su contenido se mezcle o se extravíe durante
el transporte; por ningún motivo se deben mezclar en una caja o bolsa los restos de
varios individuos.
Cualquier otro tipo de evidencia diferente a material óseo relacionado con el caso se
deben embalar por separado. Las cajas donde serán embalados los restos deben ser
resistentes y preferiblemente de cartón anti-hongos; al empacar el material óseo se
recomienda que las estructuras más pesadas se ubiquen en el fondo de la caja.
La caja que contendrá el cuerpo durante el transporte debe ser rellenada con materiales
que amortigüen los huesos entre sí, p.e. fragmentos de icopor, pelotas de papel o
plástico o viruta de madera, si no se cuenta con este material se puede acudir a
material vegetal seco del sitio.
!
Cada bolsa y caja deberán rotularse idealmente así:
Número de Registro o número del Acta de Inspección.
Sitio de la excavación (ciudad, municipio o vereda)
Fecha de inicio y final de la excavación
Autoridad a cargo.
Nombre de quien embala la muestra.
Contenido
Dependencia del Instituto de Medicina Legal o laboratorio de Antropología Forense a
donde se envía el cadáver para estudio.
Los procedimientos que se deben llevar a cabo con un cuerpo que se encuentra
carbonizado o incinerado deben contemplar los principios básicos para el manejo de
escena que hemos mencionado en páginas anteriores, es decir, su fijación, protección,
embalaje, transporte y en general todos los procedimientos tendientes a un adecuado
registro y documentación.
!
• Las escenas con cadáveres incinerados requieren que el número de personas que
vayan a manipular el cadáver sea mínimo, especialmente porque se corre el riesgo
de que estas aplasten con su propio peso las evidencias, especialmente tejidos
óseos y elementos personales del cadáver, ya que se vuelven extremadamente
friables por el contacto con el fuego.
!
información, lo cual permitirá una mejor interpretación y correlación con los
hallazgos en el cadáver, posteriormente estos profesionales procederán a realizar
las consultas a los respectivos laboratorios.
!
Si el estudio genético lo va a realizar un laboratorio diferente al del Instituto de Medicina
Legal u otro estatal, la asistencia a la exhumación y la obtención de las muestras es
entonces responsabilidad del laboratorio contratado para tal fin.
FOSA PERTURBADA: Son aquellas fosas primarias que pueden haber sido
alteradas por acción humana, animal o natural.
!
un mismo espacio temporal
Los restos óseos y otras estructuras biológicas clasificados como “no forenses”
constituyen una problemática muy particular, ya que su recuperación genera los
procedimientos técnicos y jurídicos vigentes para la recuperación de un cadáver
encontrado fuera de un contexto legal de inhumación y su posterior análisis por parte de
un médico o antropólogo forense, quienes se encargarán de confirmar o descartar que
se trata de restos humanos asociados a un evento criminal.
Los restos óseos “no forenses” están constituidos por una amplia gama de
especimenes entre los que podemos mencionar:
Para determinar si una estructura ósea corresponde a un caso “no forense”, debemos
acudir al análisis e interpretación de diferentes elementos y situaciones:
!
3.19.1 ANÁLISIS DEL CONTEXTO EN QUE FUERON ENCONTRADOS LOS
RESTOS
Cuando se trata de cuerpos que son encontrados inhumados podemos analizar cual es
su disposición y/o ubicación al interior de la fosa.
!
encuentran asociado a un enterramiento prehispánico de tipo secundario, equivalen a
nuestros osarios contemporáneos. Estas urnas pueden encontrarse inhumadas o
abandonadas en cuevas, en algunos casos pueden estar muy fragmentadas
(Fotografía Nº 6 y 6a) y generalmente presentan algún tipo de decoración incisa o con
pintura
Fotografía Nº 6 y 6a. Fragmentos de cerámica prehispánica encontrados junto a un esqueleto humano durante una excavación en
el sector urbano de la ciudad de Bogotá D.C., al parecer están asociados a la llamada cultura “Herrera” o premuisca
!
Fotografía Nº 7. Fotografía Nº 8
!
obstante, algunos cronistas durante el período de la Conquista han referido que
también era utilizada con el fin de crear terror en las comunidades enemigas durante los
enfrentamientos bélicos.
!
3.20.3 ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE ESTRUCTURAS DENTALES:
Fotografía Nº 12. Desgaste dental asociado a la dieta en un individuo prehispánico muisca (caso “no forense”), se debe tener
mucho cuidado con este aspecto, ya que es posible encontrarlo en algunas comunidades indígenas actuales y en
individuos que presenten bruxismo, maloclusión o que tengan una dieta de alimentos muy duros.
!
3.21 OTROS ASPECTOS QUE SE DEBEN TENER EN CUENTA PARA
DETERMINAR SI UN CASO ES “NO FORENSE”
Es una herramienta muy útil, ya que si se tiene acceso a esta información es posible
realizar interpretaciones preliminares, a saber:
!
HUESO RECIENTE (caso forense) VS. HUESO ANTIGUO O HISTÓRICO (“no
forense”)
Una vez fallece la persona, los procesos biológicos cesan y el cuerpo sufre una serie de
cambios causados por la descomposición cadavérica y por la acción de diferentes
agentes tafonómicos, los cuales afectarán más o menos al cuerpo dependiendo del sitio
donde haya sido abandonado y la manipulación a la que haya sido sometido; razón por
la cual no necesariamente todos los huesos humanos recientes van a presentar las
mismas características, p.e. es posible que una estructura ósea humana abandonada a
campo abierto en una zona donde predomina el clima cálido, pierda en cuestión de dos
a tres meses los olores propios de la putrefacción.
!
• Puede presentar descascaramientos, desprendimientos parciales de periostio y
delgadas fisuras transversales y longitudinales (no confundir con las que suelen
observarse en estructuras óseas expuestas a altas temperaturas por fuego)
!
las evidencias y de las escenas podrán confirmar o descartar si se trata de un hecho
punible; en los casos de enterramientos humanos acompañados de evidencias que
hagan suponer que se trata de un enterramiento prehispánico, se recomienda dar aviso
a entidades como el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH),
Asociación Colombiana de Arqueología y a la Asociación Colombiana de Antropología
Forense (ACAF) cuyo e-mail es jdirectiva@acafforense.org, entidades que se encargarán
de determinar su procedencia y coordinar su rescate.
ANEXO Nº 1
FICHA DE REGISTRO FECHA Nº FICHA
ANTROPOLOGÍA FORENSE
(ESQUELETO ADULTO)
CÓDIGO
Acta de Inspección a Cadáver Nº_________________ INVESTIGADORES:
Fiscalía Nº ____ o Nombre Entidad con funciones de Policía
Judicial:
Localidad:
DATOS ARQUEOLÓGICOS FORENSES
UNIDAD ESTRATIGRÁFICA: U.U.E.E. relacionadas:
!
ESQUELETO
Tipo inhumación: Cabeza:
Primario Izquierda
Secundario Derecha
Individual Frente
Colectivo Sobre el torax
Posición: Boca abajo
Decúbito prono Brazos:
Decúbito supino Pegados al cuerpo
Decúbito lateral derecho izquierdo Cruzados pelvis
Fetal Otras Cruzados abdomen
Orientación: Altura cabeza
N-S S-N E-O O-E Otras Bajo del cuerpo
Grados: Otros Describir:
Descomposición: Piernas:
En medio colmatado Extendidas
En medio vacío Semi-flexionadas
Flexionadas
FOSA-RECEPTÁCULO
En superficie
Ataúd. Características:
Sin fosa
Fosa simple
Fosa simple con cubierta
Fosa simple de otro tipo. Especificar:
Fosa común
Tumba de ladrillos
Tumba con cámara o nicho
Otros:
OBSERVACIONES PERIMUNDO
Conservación general:
Completo
Incompleto
Algunos restos fragmentarios
!
INVENTARIO ÓSEO ESTADO DE CONSERVACIÓN
Sexo:
Edad:
Estatura:
!
INVENTARIO ÓSEO
!
ANTROPOMETRÍA CRANEAL
NEUROCRÁNEO
MEDIDAS VALOR ÍNDICES VALOR
Longitud máxima I. Cefálico (1)
Anchura máxima I. Altura-anchura (3)
Anchura bizigomática I. Altura-longitud (2)
Altura basio-bregma I. Medio de altura
Longitud de la base del cráneo I. Fronto-parietal (4)
Longitud basion-prostion Volumen craneal
Anchura biauricular
Anchura frontal mínima 1.Cráneo estrecho, medio o ancho
Anchura frontal máxima 2.Cráneo bajo, medio o alto (lateral)
Anchura biastérica 3.Cráneo bajo, medio o alto (anterior)
Altura auricular 4.Frente estrecha, media o ancha
Altura de la calota
Longitud apófisis mastoides
Longitud porion-asterior 1. Dolicocéfalo, meso y braquicéfalo
Circunferencia horizontal máxima 2. Camecráneo, orto e hipsicráneo
Arco sagital frontal 3.Tapeinocráneo, metrio y acrocráneo
4. Estenometope, metrio y eurimetope
Arco sagital parietal
Arco sagital occipital
Arco de la escama occipital
Cuerda sagital frontal
Cuerda sagital parietal
Cuerda sagital occipital
Cuerda sagital de la escama
Perímetro máximo
Arco transversal
Anchura agujero magno
Longitud agujero magno Agujero magno estrecho (microsema),
mediano (mesosema) y ancho
(megasema)
ESPLACNOCRÁNEO
MEDIDAS VALOR ÍNDICES VALOR
Altura total de la cara Facial total
Altura superior de la cara Facial superior (5)
Longitud de la cara Orbitario (6)
Anchura de la cara Nasal (7)
Anchura de la órbita Frontal transverso
Altura de la órbita Palatino
Anchura inter-orbitaria 5.Cara ancha, media o estrecha
Anchura bi-orbitaria 5.Eurieno, meseno y lepteno
6.Orbitas bajas, medianas o altas
Anchura nasal 6.Cameconco, meso e hipsiconco
Altura nasal 7.Nariz estrecha, mediana o ancha
7.Leptorrino, mesorrino y camerrino
!
ANTROPOMETRÍA MAXILAR
MEDIDAS VALOR ÍNDICES VALOR
Longitud máxilo-alveolar I. Arcada alveolar superior (8)
Anchura máxilo-alveolar I. del paladar
Altura del paladar Palatino
Longitud del paladar I. Gnático Flower (9)
Anchura del paladar en M2 Prognatismo facial superior
Prognatismo
Alveolo-subnasal
ANTROPOMETRÍA MANDIBULAR
MEDIDAS VALOR ÍNDICES VALOR ÍNDICE
Longitud total mandibular I. gonio-condíleo
Longitud del cuerpo mandibular D/I I. mandibular (10)
Altura máximade la rama mandibular D/I I. robustez mandíbula
Anchura máxima de la rama D/I I. de la rama
Anchura mínima de la rama D/I
Anchura bi-condílea
Altura mentoniana 8. Arcada sup estrecha, mediana y ancha
Anchura bi-goniaca 8. Dolicouranico, meso y braquiuranico
Ángulo mandibular 9. Maxilar sup no, poco y muy prominente
Espesor del cuerpo mandibular P1-P2 9. Ortognato, mesognato y prognato
Espesor del cuerpo mandibular M1-M2 10. Mandíbula corta, mediana y estrecha
Altura del cuerpo mandíbula 10. Braquignata, mesognata y dolicognata
Angulo mentoniano
ANTROPOMETRÍA POSTCRANEAL
HUESO MEDIDA DER IZQ ÍNDICES
Clavícula Longitud máxima
Diámetro sagital-ap- Terry
Diámetro vertical
Anchura externa Cleido-humeral
Perimetro en centro
Omóplato Altura máxima
Anchura máxima Escapular
Longitud espina
Ángulo áxilo-espinal Glenoideo
Cavidad glenoidea (diámetros)
Húmero Longitud máxima
Anchura epicondilar
Longitud fisiológica Robustez
Diámetro vertical máx. cabeza
Diámetro a-p parte media
Diámetro transv parte media Diafisario
Perímetro mínimo
Perímetro centro
!
Radio Longitud máxima
Diámetro sagital parte media Robustez
Diámetro transv parte media
Perimetro Braquial
Diámetro cabeza
Cúbito Longitud máxima
Diámetro dorsopalmar Robustez
Diámetro transversal
Circunferencia mínima Platolenia
Sacro Número de segmentos
Longitud anterior Hierico
Anchura superior anterior
Diámetro transv máximo base
Coxal Altura ilion
Anchura ilíaca Isquiopúbico
Longitud del pubis
Longitud del isquion
Fémur Longitud máxima
Longitud máxima fisiológica
Anchura epicondilar
Diámetro subtrocantereo sagital Mérico
Diámetro subtrocantereo transv
Diámetro sagital parte media
Diámetro transv parte media
Diámetro vertical de la cabeza
Diámetro transv cabeza
Circunferencia parte media
Tibia Longitud máxima
Diámetro máx. foramen nutricio Cnemico
Diámetro transv en foramen
Circunferencia en el foramen
Rótula Altura
Anchura
Espesor máximo
Peroné Longitud máxima
Diámetro máx. parte media Robustez
Perímetro
Astrágalo Longitud
Anchura Anchura
Altura Altura
Calcáneo Longitud máxima
Anchura Anchura
Altura
ODONTOMETRÍA
PIEZA DIAMETRO DIAMETRO INDICE MODULO INDICE
DENTAL MD VL ROBUSTEZ CORONA CORONA
11
12
!
13
14
15
16
17
18
21
22
23
24
25
26
27
28
31
32
33
34
35
36
37
38
41
42
43
44
45
46
47
48
!
superior derecha superior izquierda
18 17 16 15 14 13 12 11 21 22 23 24 25 26 27 28
48 47 46 45 44 43 42 41 31 32 33 34 35 36 37 38
inferior derecha inferior izquierda
* PAM x PPM / Destrucción
ESTIMACIONES ANTROPOLOGICAS
ESTIMACIONES DE CAMPO
Categorías: Resumen:
!
Fetal
Neonato
Infantil I (< 6 años)
Infantil II (6-12 años)
Juvenil (12-20 años)
Adulto joven (20-40 años)
Adulto maduro (40-50 años)
Senil (>50 años)
0 (<16) 0 (<13)
Unión costoesternal 1 (17-19) 1 (14-15)
(Fase 4ª costilla) 2 (20-23) 2 (16-19)
3 (24-28) 3 (20-24)
4 (28-32) 4 (24-32)
5 (33-42) 5 (33-46)
6(43-54) 6(43-58)
7 (55-64) 7 (59-71)
8 (>65) 8 (>70)
!
Bóveda craneal Endocraneal
Medio-lambdoidea
Lambda SAGITAL =
Cierre suturas craneales Obelion LAMBDOIDEA =
Sagital anterior CORONAL =
X, No se puede observar Bregma
0, Abierta Medio coronal 1. Abierta
1, <50 % cerrada Pterion 2. Parcialmente abierta
2, >50 % cerrada Anterolateral izquierda 3. Cerrada
3, cierre completo Mediocoronal
Pterion
Esfenofrontal Esfeno-occipital
Esfenotemporal inferior
Esfenotemporal superior
Puntos:
Húmero Fémur Costilla
!
(B) DETERMINACIÓN DEL SEXO:
VARÓN
MUJER
INDETERMINADO
ALOFISO
Morfoscopía postcraneal:
• Robustez:
• Inserciones musculares:
• Arco compuesto:
• Índice isquiopúbico:
• Escotadura ciática:
• Agujero obturador:
• Rama isquiopúbica:
• Superficie auricular:
• Surco preauricular:
• Angulo subpúbico:
• Acetábulo:
• Superficie ilion:
• Sacro:
Morfoscopía craneal:
• Hueso frontal: vertical huidizo e inclinado
• Glabela: marcada no marcada Grado:
• Arcos superciliares: marcados no marcados
• Órbitas: altas y redondas bajas y cuadradas borde cortante borde romo
• Apertura nasal: alta y estrecha baja y ancha bordes cortantes y redondeados
• Huesos malares y arco cigomático: robusto grácil
• Mandíbula: alta baja
• Mentón: cuadrangular protuyente
• Morfología del paladar:
• Apófisis mastoides: desarrollada no desarrollada
• Cresta supramastoidea: marcada no desarrollada
• Protuberancia occipital externa: marcada no marcada Grado:
• Líneas nucales: marcadas no marcadas
• Otros:
!
(C) CÁLCULO DE LA ESTATURA:
Forma craneal:
Ultradolicocráneo
Hiperdolicocráneo
Dolicocráneo
Mesocráneo
Braquicráneo
Hiperbraquicráneo
Ultrabraquicráneo
Descripción craneal:
NORMA FRONTAL
NORMA SUPERIOR
NORMA BASAL
NORMA LATERAL
NORMA POSTERIOR
Tipología racial:
!
INDICADORES OCUPACIONALES
PIEZA DESCRIPCIÓN
Cráneo y mandíbula:
!
PATOLOGÍA DENTAL E INDICADORES NUTRICIONALES
!
! " " "
#
$ #
"
Presencia Lado
Ausencia Der Izq Tipología Métrica
Cribra orbitalia
Cribra femoral
Cribra humeral
Presencia
Ausencia Localización Tipología Dimensiones
Hiperostosis porótica
Presencia Ausencia
MALFORMACIONES DENTARIAS
TIPO Nº PIEZAS
PERLA DEL ESMALTE
RAÍCES SUPERNUMERARIAS
FUSIÓN DE RAÍCES
DIENTE EN PALA
INVAGINACIÓN PARACINGULAR
!
TUBERCULO PARAMOLAR DE BOLK
TUBERCULO PARAMOLAR DE ZUCKERKANDL
TUBERCULO DE CARABELLI
TUBERCULO DISTOMOLAR
TUBERCULO LINGUAL
HIPERCEMENTOSIS
MALPOSICIÓN DENTARIA
AGENESIA
DIENTE SUPERNUMERARIO
EXTENSIÓN RADICULAR DEL ESMALTE
CRÁNEO
TÓRAX
MMSS
PELVIS
MMII
MUESTRAS
!
HISTOPATOLOGÍA
GENÉTICA
TOXICOLÓGIA
DIAPOSITIVAS-FOTOGRAFÍAS
1 17
2 18
3 19
4 20
5 21
6 22
7 23
8 24
9 25
10 26
11 27
12 28
13 29
14 30
15 31
16 32
ANÁLISIS QUÍMICO
MUESTRAS:
Humanas:
N Hueso Lado Localización Peso (gr)
1 Fémur
2 Tíbia
3 Costilla
Tierra:
N Origen Peso (gr)
1 Contenido de pelvis
2 Indeterminado
3
RESULTADOS:
ESQUELETO TIERRA
PARAMETRO 1 2 3 1 2 3
!
Ca
P
Sr
Zn
Ba
Fe
Cu
V
Mg
INDICES
Ca/P
Sr/Ca
Zn/Ca
Ba/Sr
VALORACIÓN DIAGENÉTICA:
OBSERVACIONES:
Anexo Nº 2
FICHA DE LABORATORIO PARA ESTUDIO DE RESTOS ÓSEOS INCINERADOS
Ficha de autor: M. Polo Cerdá y E. García Prósper, Laboratorio de Antropología Forense y Paleopatología U.D. Medicina Legal -
Facultad de Medicina, Universidad de Valencia (España)
!
INVENTARIO ÓSEO REGISTRO ÓSEO COMBUSTIÓN
REFERENCIA:
MATERIAL PESO (gr) REGIÓN COLOR Tª PES %
O del
total
NEUROCRÁNEO (1)
ESPLACNOCRÁNEO (2)
CINTURA ESCAPULAR Y
PELVIANA (3)
COSTILLAS Y ESTERNÓN
(4)
VÉRTEBRAS (5)
RESTOS NO
IDENTIFICABLES (8)
RESTOS ÓSEOS DE
ANIMALES
(9)
OTROS (PIEDRAS,
CUETAS, ETC...)
PESO TOTAL
EFECTOS DEL FUEGO
0 (ausencia), 1 (leve), 2 (moderado), 3 (intenso) Tª (ºC) COLORACIÓN
EFECTO GRADO EFECTO GRADO
Acción del fuego con partes blandas <100 SIN CAMBIOS
SI NO L S 100-250 OCRE-MARFIL
T LD 250-300 MARRÓN
Acción del fuego sobre hueso seco I V 300-400 NEGRO
SI NO U DI 400-600 GRISES
O >600 BLANCO
BIOANTROPOLOGÍA OBSERVACIONES PATOLÓGICAS E Tª MÁXIMA ALCANZADA =
IDENTIFICATIVAS
NÚMERO MÍNIMO INDIVIDUOS: % CARBONIZACIÓN =
% INCINERACIÓN =
EDAD:
Infantil I (0-6 años) ANALISIS POSTDEPOSICIONAL:
Infantil II (7-12 años) Superficial Media Cuidadosa
Juvenil (13-20 años)
Adulto joven (20-40 años) CALIDAD:
Adulto maduro (41-60 años) Intensa Media Débil
Senil (>60 años)
SEXO: REGISTRO GRÁFICO
• VARÓN:
• MUJER: Fotografías: SI NO
• ALOFISO: Croquis: SI NO
Dibujo excavación: SI NO
TALLA: Plano: SI NO
!
DESCRIPCIÓN DEL MATERIAL ÓSEO
REGIÓN ANATÓMICA OBSERVACIONES
NOTAS
!
4. TANATOCRONODIAGNOSTICO O INTERVALO POSTMORTEM
TRANSCURRIDO DESDE LA MUERTE
!
intacto durante varios millares de años, como lo evidencian los restos óseos
localizados en los abrigos rocosos del Tequendama, Soacha, Cundinamarca, cuya
datación oscila entre 7500-5000 años A.P. (Correal, Vander Hammen, 1977, en
Rodríguez, 1994, p.55); aunque la anterior cifra de tiempo parezca bastante amplia,
existe otro ejemplo mundial de conservación de un esqueleto, se trata de “Lucy”, que
“corresponde al nombre que el Dr. Donald Johanson, le asignó en 1974 a un
esqueleto muy bien preservado de una hembra de homínido que vivió en lo que hoy
es Etiopía hace 3,2 millones de años” (Arsuaga, 1998)
!
4.1.1 CADÁVERES RECIENTES
!
Valoración del estado de conservación o deterioro de los tejidos óseos y su
correlación con las características del sitio donde fueron encontrados y con las
prendas de vestir.
Valoración de la presencia o ausencia de hongos en el cadáver o sus prendas y
su correlación con el sitio donde fue encontrado (ante esta situación se debe indagar
sobre los procedimientos de embalaje del cuerpo, clase de recipiente y el tiempo
transcurrido hasta su llegada al laboratorio donde será estudiado, pues en muchas
ocasiones los hongos se generan durante el transporte del cuerpo o por haber sido
embalados inadecuadamente, generalmente húmedos).
Son los cambios físicos que sufre el cuerpo de una persona una vez esta fallece, se
producen de manera más o menos cíclica y constituyen una de las principales
herramientas para calcular el IPM especialmente en cadáveres recientes, su
aplicabilidad para cuerpos esqueletizados y en avanzada descomposición es
altamente relativa, como veremos más adelante.
Los fenómenos cadavéricos han sido descritos en la literatura médica como una
secuencia de cambios físicos que se dan de manera sucesiva en el cuerpo de una
persona una vez esta fallece, no obstante, la experiencia ha demostrado que dicha
secuencia constituye tan sólo un elemento orientador del IPM, ya que estos cambios
se dan de manera más o menos rápida dependiendo de factores biológicos,
!
ambientales y antrópicos . Un ejemplo de esta variabilidad en la velocidad de la
descomposición se puede observar cuando se menciona que un cadáver logra su
total esqueletización en un promedio de cinco años, no obstante, hemos tenido la
oportunidad de estudiar casos de cadáveres que han logrado esqueletizarse en
períodos inferiores a tres meses; allí es latente la intervención de agentes biológicos
y fenómenos externos que aceleran dramáticamente el proceso de descomposición -
esqueletización, entre ellos podemos nombrar los producidos por la fauna
depredadora (aves carroñeras, perros, ratas, insectos), efectos climáticos, acidez y
humedad del terreno, entre otras.
4.3.1 ENFRIAMIENTO
!
Con el advenimiento de la muerte, la producción de calor se detiene y la temperatura
desciende buscando igualar la del medio ambiente donde ha sido abandonado el
cuerpo, esto suele ocurrir entre 15 y 20 horas en promedio. Se inicia en las partes
generalmente expuestas del cuerpo (región facial y manos), luego en los miembros,
tórax ventral, tórax dorsal, vientre, cuello, axilas y finalmente vísceras abdominales.
En las primeras doce horas la pérdida de calor es de 0.8 a 1 grado centígrado por
hora y a razón de 0.3 grados centígrados por cada hora en las siguientes doce horas.
También denominadas livor mortis, son las manchas rojo vinosas que se ven en la
superficie de la piel, a causa del asentamiento de la sangre en partes corporales que
se encuentran en contacto con el suelo u otra superficie sólida. “El color de la zona
en declive dependerá de la pigmentación de la piel y de cualquier compuesto
adicional presente en la sangre que pueda afectar su color, por ejemplo el monóxido
de carbono” (Manual de Autopsias INMLCF 2001:93), son visibles a partir de las 3
!
horas de la muerte y aparecen en las primeras doce horas (su localización varía de
acuerdo a la posición del cuerpo). En las segundas 12 horas ya no desaparecen las
livideces formadas, tampoco pierden su forma, ni ubicación original, de igual manera
pueden formarse nuevas livideces con los cambios de posición del cadáver, pero
estas desaparecen con facilidad, después de 24 horas ya no se forman más
livideces.
La forma de las livideces varía, inician como punteado, luego son manchas que al
unirse forman placas que se extienden, lo que depende a su vez del tiempo
transcurrido. La coloración también varía con el tiempo, inician de color rosado, luego
rojo claro, el cual va oscureciéndose hasta tornarse azul oscuro, que es el tono
máximo alcanzado entre las 12 a 15 horas del inicio. La descripción de las livideces
permite determinar como estaba ubicado el cuerpo antes de las 24 horas de
fallecido.
!
o del aparato circulatorio. Puede ser localizada en un segmento corporal (p.e. mano
del suicida) o generalizada a todo el cuerpo.
4.4.2 AUTÓLISIS
4.4.3 PUTREFACCIÓN
!
4.4.5 FASE ENFISEMATOSA
Desaparición total de los tejidos blandos, con la consecuente exposición del tejido
óseo. Como ya se mencionó, en algunos textos de medicina se ha planteado que se
alcanza a los cinco años, pero como veremos más adelante este lapso de tiempo
puede verse dramáticamente acelerado (Fotografía N° 5). También es posible
encontrar cadáveres que presentan remanentes más o menos abundantes de tejidos
blandos deshidratados, especialmente ligamentos y tendones, eventualmente puede
haber presencia de músculos deshidratados; a esta fase suele llamarse semi-
esqueletización
!
Fotografía Nº 1. Fase Cromática, obsérvese el veteado venoso en miembro superior izquierdo y tórax superior izquierdo,
mancha verde en abdomen y tórax izquierdo (Fotografía del Dr. Jairo Vivas - Instituto Nacional de Medicina Legal - Bogotá)
Fotografía N° 2. Fase enfisematosa, obsérvese el hinchamiento de tórax, región abdominal y abotagamiento de la cara
!
Fotografía Nº 3. Cadáver de individuo femenino que fue inhumado en estado de embarazo, durante la fase enfisematosa los
gases expulsaron parcialmente el esqueleto del feto, la flecha señala remanentes óseos fetales que aún permanecen en
cavidad pélvica
!
Fotografía N° 5. Fase de reducción esquelética, los tejidos blandos han desaparecido completamente
4.5.1 MOMIFICACIÓN
Es la desecación del cadáver por deshidratación o evaporación del agua de los
tejidos, ocurre en medios que reúnan condiciones tales como un ambiente seco y
poca circulación de aire. Sus principales características son piel de aspecto
extremadamente seco, retraída, oscura (Fotografía Nº 6, 7 y 8) y adherida al
esqueleto; existen dos clases de momificación:
!
4.5.1.2 MOMIFICACIÓN NATURAL
4.5.2 ADIPOCIRA
!
medio ambientes húmedos con obstáculos al acceso del aire. Las características de
la piel de los cadáveres en estado de adipocira son el aspecto ceroso, olor rancio y
textura blanda, la presencia de este fenómeno tiende a conservar los tejidos blandos
del cadáver. En los cadáveres recuperados sumergidos, flotando en corrientes de
agua y en fosas que ubicadas cerca de corrientes de agua subterráneas hemos
podido observar que los tejidos presentan una textura blanda húmeda y resbalosa
(Fotografía N° 9), en cambio en cadáveres recuperados a campo abierto p.e.
bosques húmedos, la textura del tejido es de consistencia dura, muy seca,
ocasionalmente con presencia de hongos, musgo y con pequeñas pérdidas de tejido
blando externo por la acción de insectos depredadores, especialmente coleópteros
(Fotografía Nº 10 y 11). A las dos clases de adipocira referidas podríamos llamarlas
“adipocira húmeda” y “adipocira seca” respectivamente. Este fenómeno puede
aparecer desde tres a seis meses después de la muerte, se han reportado casos de
cadáveres sumergidos en el mar que se han preservado por muchos años a grandes
profundidades.
4.5.3 CORIFICACIÓN
Se puede definir como una momificación incompleta, es decir, la piel del cadáver
corificado presenta un ligero nivel de hidratación, su aspecto exterior tiende a ser
brillante, de apariencia aceitosa-grasosa y de color generalmente amarillento claro,
ocasionalmente se pueden observar pequeñas zonas de color rojo suave que
corresponden a sangre desecada debajo de la epidermis (Fotografía Nº 12). La
corificación es la transformación de la piel del cadáver en un tejido que se asemeja al
cuero, implica la deshidratación del cadáver en menor proporción que la
momificación (Fotografía Nº 13). Puede ocurrir en cadáveres inhumados en cajas
metálicas herméticamente cerradas y en cuerpos expuestos a condiciones
ambientales similares a las de la momificación. Puede aparecer desde tres a cuatro
meses en adelante.
!
4.5.4 CONGELACIÓN
No debe asumirse como un fenómeno cadavérico, sino más bien como una
“situación cadavérica”, estos casos se presentan cuando el cuerpo es abandonado
en sitios donde la temperatura ambiental oscilante es menor a 0º C, tales ambientes
pueden ser naturales (como picos nevados) o artificiales (congeladores o neveras
para preservar alimentos). En estos casos la interpretación del IPM es muy difícil, ya
que un cadáver se puede conservar por cientos de años sin sufrir mayores cambios;
tal y como ha sucedido en sitios europeos y asiáticos, donde se han encontrado
cuerpos muy bien preservados que datan de hace 2000 y 3000 años.
!
Fotografía Nº 6. Cabeza momificada Fotografía Nº 7. Mano momificada que presenta pérdida
de individuo masculino postmortem de algunas áreas en región palmar
Fotografía N° 8. Cadáver que presenta momificación a nivel de tórax, abdomen y rodillas, fue encontrado en un sótano de la
ciudad de Bogotá - Colombia (clima frío)
Fotografía N° 9. Cadáver con presencia de adipocira “húmeda” (el cráneo se encuentra sin tejidos blandos debido a que
realizamos levantamiento facial en búsqueda de lesiones), permaneció inhumado en una fosa que coincidía con una corriente
subterránea de agua a 2.50 m de profundidad (clima frío).
!
Fotografía Nº 10 Fotografía Nº 11
Presencia de adipocira “seca” y hongos en cintura pélvica, miembros inferiores y genitales, los pequeños orificios que se
observan en región supragenital corresponden a artificios causados por larvas de mosca; el cadáver fue encontrado suspendido
de la rama de un árbol en un bosque húmedo (clima frío)
Fotografía Nº 12. Manos en estado de corificación (similar al cuero recién curtido), su apariencia externa es aceitosa, las
flechas señalan áreas de color rojo pálido correspondientes a sangre desecada debajo de epidermis, este fenómeno se
caracteriza por presentar un menor grado de deshidratación al que suele observarse en la momificación.
!
Fotografía Nº 13. Las flechas señalan áreas corificadas, las cuales se produjeron por haber quedado expuestas a la intemperie,
especialmente al efecto de los rayos solares que se encargaron de deshidratar irregularmente la piel (clima frío)
!
• Escenas interiores cerradas (casas, edificios, sótanos)
ESCENA • Cadáveres sumergidos en corrientes de agua (mares, ríos, lagunas, quebradas, aljibes,
tanques de agua), se han reportado casos de cadáveres que se han preservado por
varios años en el fondo del mar
• Cadáveres abandonados a campo abierto en escenas en las que predominan las bajas
temperaturas
• Cadáveres inhumados en terrenos compactos a profundidades mayores a 1.50 metros
• Escenas a campo abierto donde los cadáveres quedan protegidos por vegetación
abundante
• Escenas con ausencia de fauna carroñera (p.e. páramos y nevados)
• Cadáveres sumergidos en concreto (hormigón)
CADÁVER • Cadáveres de personas que hayan sido sometidos a prolongados tratamientos con
antibióticos
• Cadáveres de personas con contextura delgada
• Cadáveres vestidos con prendas
• Cadáveres con ausencia de lesiones
• Cadáveres fumigados con químicos venenosos y con líquidos combustibles
• Cadáveres rociados con cal, cemento y otros minerales corrosivos
• Cadáveres de neonatos
Tabla Nº 2. Factores que Retardan La Descomposición
Existen otros elementos que deben ser tenidos en cuenta para la interpretación del
IPM, ya que unidos a todos los factores enunciados anteriormente, permiten que la
evaluación de este interrogante tenga una respuesta más certera, más aproximada a
la realidad:
!
parámetros conocidos en lo que se refiere a los procesos “estandarizados” de
descomposición de un cadáver, ya que cuando esta se presenta es posible observar
en un mismo cuerpo la presencia de varios fenómenos cadavéricos.
El artículo fue traducido por la Dra. Mary Luz Morales y posteriormente publicado
por la División de Tanatología del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses en
el Manual de Autopsias durante el año 2001, “por considerar de utilidad para la
práctica forense el conocimiento de las diversas posibilidades de alteración o
preservación de un cuerpo, según las condiciones climáticas y geográficas del sitio
de hallazgo del cadáver” (Morales 2001).
PhD. Antropólogo Forense, jefe de la oficina del Examinador Médico de las Fuerzas Armadas, Instituto de Patología de las
Fuerzas Armadas Bethesda - Maryland - EEUU)
Patóloga Forense, Jefe Nacional de la División de Tanatología Forense del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses, Bogotá - Colombia
!
4.8 DESCOMPOSICIÓN DE CUERPOS SEPULTADOS Y SUMERGIDOS
Los insectos carroñeros, como las moscas azules (blowflies) adultas, podrán ganar
acceso a tumbas de poca profundidad, migrando a través de pequeñas grietas y
hendiduras creadas en el suelo por el hinchamiento del cadáver en la etapa
enfisematosa; una vez alcanzado el cuerpo las hembras adultas desovarán sobre los
tejidos. También se ha observado que después de un período de lluvia o en presencia
de condiciones de humedad en el suelo y olores de descomposición concentrados, las
hembras adultas desovarán sobre la superficie. Tras emerger de los huevos, las larvas
migran hacia el cadáver para alimentarse y desarrollarse.
!
En sepulturas con profundidades mayores a un pie, la depredación animal e insectaria
se ve enormemente inhibida, ya que los olores de descomposición que llegan a la
superficie disminuyen y la profundidad del suelo impide el acceso al cuerpo.
Otros dos aspectos del efecto de la configuración ambiental del terreno sobre la tasa
de descomposición, son el contenido de humedad y la presencia de organismos del
suelo, tanto animal como vegetal. La presencia de agua subterránea o suelos
arcillosos que retienen humedad, producen en la mayoría de los casos, un ambiente
que conduce a la formación de adipocira. Un cuerpo, recuperado de una sepultura que
contenga cantidades significativas de suelos arcillosos, suele exhibir formación
avanzada de adipocira, mientras que un cuerpo recuperado de un suelo seco o bien
drenado, carece de formación significativa de adipocira. Los entierros profundos están
comúnmente asociados con ambientes de suelo húmedo y por ende, los cuerpos
recuperados de tales lugares, exhiben formación de adipocira en la mayoría de la
superficie corporal.
!
Los entierros superficiales, aproximadamente un pie o dos, permiten que la
descomposición ocurra a una velocidad considerablemente mayor que la observada a
más profundidad. A poca profundidad, un cuerpo enterrado está sujeto a una
temperatura similar a la de la superficie, y es atacado y degradado por las plantas y
diferentes organismos del suelo. Las plantas, cuyas raíces penetran a poca
profundidad, crecen hacia el cuerpo en putrefacción buscando los ricos nutrientes
orgánicos producidos por la descomposición. En muchos casos de entierros
superficiales, la liberación de nutrientes orgánicos por la descomposición causa un
crecimiento vegetal incrementado y diferenciable sobre el sitio de sepultura. Esta
observación puede ser útil al permitir la rápida localización de un cuerpo sepultado en
campos amplios, en los cuales los sitios de compactación del suelo pueden ser
difíciles de ver.
Una vez en contacto con el cuerpo, las raíces comenzarán a degradar la ropa y,
finalmente, los restos esqueléticos durante la fase avanzada de la descomposición. La
mayoría de los restos esqueléticos recuperados de tumbas a ras del suelo exhiben
daño evidente producido por raíces. Este daño aparece en forma de surcos
irregulares, acanalados, múltiples, en la corteza externa del hueso. En muchos casos,
el material esquelético se recuperará con raíces adheridas que han crecido entre la
trabécula ósea o completamente a través del hueso. Los restos esqueléticos o de ropa
que han sido penetrados por las raíces, deben ser manejados con cuidado para no
perturbar el contexto de éstas raíces.
El crecimiento de raíces en éstos restos puede ser útil en la determinación del intervalo
postmortem, especialmente en casos que involucran restos enterrados, desde
aproximadamente un año hasta pocos años antes. Tal material debe ser remitido a un
botánico experto para la identificación de la especie vegetal y determinación del tiempo
requerido para el estado actual de crecimiento de la raíz.
Los insectos y bacterias habitantes del suelo, al igual que las raíces de las plantas, son
más prolíficos a poca profundidad debido al enriquecido suelo superior y, por lo tanto,
!
contribuyen al proceso de descomposición más acelerada que se asocia con entierros
superficiales.
También por fortuna, sin importar con cuanto cuidado se rellene una tumba, ocurrirá un
el re-asentamiento del suelo, produciendo una depresión marcada del sitio donde se
encuentra la tumba, la cual puede ser llamada “depresión primaria de la tumba”. Con el
paso del tiempo, la profundidad de la depresión primaria se incrementará, hasta que se
termine de asentar el suelo. Como regla general, la presencia de una depresión
primaria profunda, usualmente indica un entierro profundo.
!
desecarse, un efecto similar al secado por congelación, produciéndose así la
momificación del cadáver.
!
Una vez que ha alcanzado el fondo, ocurren los primeros cambios asociados con la
muerte, seguidos por descomposición activa. Con la acumulación de gases de
descomposición en el tracto gastrointestinal y los pulmones, el cuerpo comenzará a
ascender hacia la superficie. Una vez en la superficie, el cuerpo flotará con la cabeza y
las extremidades colgando hacia abajo, sumergidas. Esta posición en el agua hará que
la cabeza y las extremidades exhiban mayor lividez que la que se observa en el tronco.
En la superficie, el cuerpo continúa descomponiéndose y atrayendo, por esto, insectos
carroñeros como la moscarda coronida, la cual se alimenta y reproduce en los tejidos
expuestos sobre la superficie. El análisis entomológico de las larvas de mosca que se
desarrollan en un cuerpo que ha emergido nuevamente, puede resultar útil para la
determinación del momento en que el cuerpo re-emergió.
!
La formación de adipocira es típicamente observada en cuerpos sumergidos por largos
períodos de tiempo. La formación avanzada de adipocira en cuerpos sumergidos
proporcionará alguna conservación de tejidos. Hay muchos casos documentados de
cuerpos recuperados en condiciones relativamente buenas, después de haber estado
sumergidos por meses o por unos pocos años. Un caso particularmente llamativo fue
el de un hombre anciano que se suicidó saltando a un río desde un puente alto. Los
restos del occiso no se recuperaron sino hasta aproximadamente 10 años después,
cuando fueron vistos sobre el margen del río, en una época en la que el nivel del
agua había bajado considerablemente debido a una sequía.
El examen de los restos, que consistían en la parte inferior del torso, piernas y pies,
mostró que habían sufrido formación avanzada de adipocira seguida por desecamiento
total. El sujeto hizo su salto fatal durante una temporada de clima frío, en un lugar
donde su cuerpo quedó enredado, permanentemente, en las ramas de un gran árbol
que estaba profundamente sumergido. En la época en la cual fue recuperado, el nivel
del río había llegado bastante por debajo del árbol, permitiéndole a los restos
recubiertos por la adipocira, momificarse en lo alto de las ramas del árbol. La
identificación positiva del occiso se logró mediante comparación radiográfica con una
radiografía pélvica antemortem.
!
La primera anomalía que debe ser discutida es la que he llamado “descomposición
irregular o desproporcionada”. La descomposición irregular puede ser definida como la
descomposición prematura o desproporcionada de tejidos, en una o varias áreas de un
cuerpo. Existen tres mecanismos responsables de la descomposición irregular y son
los siguientes:
Los casos en los que hay descomposición irregular deben ser sometidos a una
investigación detallada, ya que muchos de ellos son homicidios. Un excelente caso
que demuestra la “descomposición irregular”, es el de la muerte de una joven adulta de
raza blanca, cuyo cuerpo fue descubierto aproximadamente doce días después de su
desaparición. La occisa fue reportada como desaparecida, pasadas varias horas de
una caminata vespertina en su vecindario, de la que nunca regresó. Los oficiales de la
ley, junto con algunos vecinos, efectuaron varias búsquedas exhaustivas de la
muchacha desaparecida. Doce días más tarde, su cuerpo fue descubierto en un
campo parcialmente arborizado cerca a la vía interestatal.
!
realizó la autopsia, a pesar de que no quedaba material significativo de los órganos.
Los hallazgos de la autopsia y de la poca toxicología que se pudo realizar, no
proporcionaron ninguna respuesta sobre la causa o la manera de muerte.
Aproximadamente dos años y medio después, el caso fue revisado por un detective de
la policía quien dudaba si la occisa había podido ser, raptada y retenida por algún
periodo de tiempo, y más tarde asesinada. Un antropólogo forense fue consultado por
el detective del caso, sobre el tiempo estimado transcurrido desde la muerte de la
joven. Al revisar las fotografías de la escena y los datos ambientales, se encontró que
el periodo de tiempo durante el cual había estado desaparecida la joven, parecía
consistente con el estado de descomposición; además, se notó que parecían existir
“irregularidades” en la descomposición, las cuales indicaban evidencia de lesión
antemortem o postmortem del cuerpo.
En vista de estos hallazgos, se concluyó que existía una enorme posibilidad de que la
víctima hubiera sido apuñalada en el pecho y hubiera sufrido cortadas de defensa en
las manos. Las heridas en el pecho y las manos proporcionaron una puerta de entrada
para bacterias e insectos, a consecuencia de lo cual, se produjeron áreas de
!
descomposición prematura. En este punto, se sugirió que el cadáver fuera exhumado
para hacer una inspección detallada de los elementos esqueléticos de las áreas con
descomposición notable.
!
4.10 PRESERVACIÓN ARTIFICIAL
!
que han sido cubiertas apretadamente, por plásticos o telas sintéticas finamente
tejidas.
Con el fin de entender mejor este fenómeno, se llevó a cabo un experimento que
consistente en envolver partes del cuerpo, en bolsas plásticas. Dos cadáveres íntegros
y sin embalsamar, utilizados en este experimento, fueron sepultados con sus
envolturas, en tumbas de poca profundidad. Uno de ellos tenía el pie izquierdo
envuelto apretadamente en dos bolsas plásticas, y el otro tenía su cabeza, antebrazo y
pierna derechos, envueltos en bolsas plásticas dobles. Después de un período
específico de tiempo, los cadáveres fueron exhumados y examinados en busca de
cambios importantes por descomposición. Se observó que el plástico apretadamente
envuelto, producía marcada preservación de los tejidos recubiertos, en comparación
con las áreas sin cubrir. Otras observaciones de campo y de casos, llevaron a la
conclusión de que la preservación observada resultaba de la acumulación de
productos secundarios bacteriales en un sistema cerrado. Inicialmente, las bacterias
que degradan los tejidos se multiplican rápidamente; sin embargo, a medida que sus
productos catabólicos como el amoniaco y el alcohol, junto con el pH, aumentan en el
sistema cerrado, se suprime la acción bacterial.
Otro tipo de preservación artificial por supresión de la acción bacterial es aquella que
ha sido reportada en la recuperación de cuerpos embalsamados, en particular aquellos
sepultados en sarcófagos de tipo histórico, hechos en plomo o hierro. En casos de
restos históricos se cree, que en adición a los compuestos embalsamantes, el
sellamiento a prueba de aire de los sarcófagos mediante soldadura con la
consecuente liberación de metales oxidados en forma gaseosa, puede producir un
ambiente altamente bacteriostático.
!
Coronel en un área boscosa, desencadenó una investigación policial por un posible
homicidio. En el examen, los restos se encontraron en su mayor parte esqueletizados,
pero con algo de tejido rosado adherido. El estado de descomposición observado
sugería un intervalo postmortem de varios meses. Una búsqueda adicional de restos,
condujo al descubrimiento del cráneo el cual al ser examinado reveló la presencia de
una herida de bala y un proyectil esférico pequeño del tipo “mini-bola” utilizado en la
Guerra Civil. A medida que la investigación continuó, se descubrió que los restos
venían de un cementerio cercano, de la Guerra Civil, el cual aparentemente había
sido saqueado en busca de artefactos históricos. El saber de las tumbas profanadas,
junto con la recuperación del cráneo, produjeron un momento algo vergonzoso para
los investigadores que trabajaban en el caso, ya que el intervalo postmortem estimado
presentaba una inexactitud de más de cien años. Si bien resultó embarazoso, el caso
demostró a la perfección las trampas que se presentan por la preservación artificial.
1. Insectos
2. Aves
3. Roedores
4. Animales acuáticos
5. Mamíferos carnívoros
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Los insectos comúnmente responsables de las lesiones postmortem incluyen a las
moscas azules (blowflies), cucarachas y hormigas. Como se discutió en los textos de
entomología forense, las moscas son los primeros insectos en llegar al cadáver. Las
larvas de mosca azul que salen de los huevos comienzan su frenética alimentación
con los tejidos del cadáver, y en gran número, son capaces de causar un daño
tremendo a los tejidos. El daño producido por las larvas se exhibe como pequeños
orificios cilíndricos que varían en tamaño, de uno a varios milímetros, y se asemejan a
los producidos por un picahielo o una herida por proyectil de bajo calibre. Una lesión
antemortem, por ejemplo una herida de bala o cuchillo, en muchos casos se verá
distorsionada, agrandada o inclusive totalmente irreconocible, debido a la alimentación
de las larvas en el sitio de lesión.
Las cucarachas y las hormigas, al igual que las moscas, pueden ser encontradas
comúnmente tanto en interiores como en exteriores. La depredación por hormigas y
cucarachas aparece como pequeñas erosiones en la piel que pueden dar la impresión
de abrasiones antemortem. La desecación de estas mordeduras postmortem puede
dar la impresión de excoriaciones por arrastre. En la mayoría de los casos es posible
distinguir las mordeduras de hormiga de las de cucaracha, ya que el patrón de
alimentación de las hormigas es menos limitado, con pequeños trazos lineales que
bordean los puntos principales de erosión.
!
que involucran un cadáver en descomposición, y ha sido útil para obtener pelo de la
víctima mediante la búsqueda y localización de nidos de aves cerca a la escena de la
muerte.
Los ratones de campo, en particular, son conocidos con desagrado por su hábito de
remover huesos pequeños de manos y pies, dientes y joyería pequeña, los cuales
llevan a sus madrigueras. En el caso de pérdida de pequeños elementos esqueléticos
o dientes en la escena de muerte, vale la pena invertir algo de tiempo y trabajo en
localizar madrigueras de roedores cercanas y revisarlas en busca de restos
desaparecidos. Además de la destrucción debida a su mordisqueo, se sabe que los
ratones construyen madrigueras entre los restos momificados o el cráneo de un
cadáver.
!
lagos y el océano. La depredación por peces pequeños es observada principalmente
en los dedos de las manos y los pies, así como alrededor de los labios y las orejas, y
aparece como pequeñas erosiones del tejido. Por otro lado, las tortugas y los
cangrejos producen un daño significativo a los tejidos mientras se alimentan del
cadáver. La mayoría de las lesiones producidas por las tortugas, lucen como grandes
hoyos recortados sobre áreas expuestas del cuerpo. La dimensión del hoyo variará,
según el tamaño de la tortuga. Las especies grandes de tortugas, como la «Gran
Tortuga Caimán», son capaces de producir lesiones aplastantes en los huesos de la
cara y el cráneo.
Los cangrejos, que pueden ser encontrados en agua salada o dulce, se alimentan de
la mayoría de las zonas expuestas del cuerpo. La depredación por cangrejos puede
ser en algunos casos confundida con lesiones cortantes, debido a la apariencia de
“borde limpio” alrededor del área «desnuda» de alimentación. Dependiendo del área
de alimentación, uno puede ver pequeñas hendiduras en el tejido adyacente al área
«desnuda», resultado de las tenazas utilizadas para agarrarse y moverse sobre el sitio
de alimentación.
Con excepción de los insectos carroñeros, los mamíferos carnívoros son responsables
en la mayoría de los casos de las lesiones post-mortem por depredación. Carnívoros
pequeños como los mapaches, zorrillos y comadrejas, suelen frecuentar un cadáver
expuesto durante la etapa temprana del período postmortem. Las áreas del cuerpo
más comúnmente atacadas son las manos, los pies y la parte superior del pecho. Las
lesiones producidas por su alimentación son las típicas de la mayoría de los
carnívoros, incluyendo desgarro de los tejidos con múltiples marcas de punción
producidas por los caninos, y arañazos y rasgaduras lineales producidas por las
garras.
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una anciana que había sido consumida, prácticamente en su totalidad, por sus cinco
perros. La identificación positiva de la mujer se estableció a través de comparación
odontológica de piezas dentales recuperadas de los restos fecales de los perros. La
presencia de orina o materia fecal en el occiso, como en el caso de un individuo que
murió mientras defecaba, es comúnmente responsable de lesiones específicas en los
genitales y los glúteos, producidos por caninos domésticos.
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Fotografía Nº 14. Descomposición irregular en cadáver con intervalo postmortem de trece días, fue encontrado en cercanías a
Bogotá - Colombia (clima frío). El tórax presenta avanzada descomposición debido a que sufrió lesiones por proyectil de arma
de fuego de carga múltiple que expusieron tejidos blandos y fluidos internos (haciendo que las moscas colocaran sus huevos
principalmente en esta área, con la consecuente infestación de larvas y aceleración de la descomposición), adicionalmente el
cadáver portaba pantalones jeans y botas de caucho, lo que ayudo a la preservación de cintura pélvica y miembros inferiores.
El único método preciso para determinar el intervalo postmortem es estar ahí cuando esta sucede: e incluso así se tiene un
pequeño margen de error.
En realidad no existe ningún marcador preciso, por sí sólo, para determinar el intervalo postmortem.
Mientras más cerca se esté del momento real de la muerte, es posible dar una opinión más precisa a partir de la escena y
los marcadores de la muerte.
La experiencia y precaución del investigador, combinadas con los marcadores clásicos de muerte y una ventana de muerte
bien establecida, pueden conducir a un IPM razonable.
Para determinar el IPM probable, primero establezca “una ventana o intervalo de muerte” . ¿Cuándo pudo haber ocurrido la
muerte? ¿Cuándo se supo por última vez del occiso en vida y cuando fue encontrado el cuerpo? Esta diferencia es el intervalo
de tiempo durante el cual la muerte pudo haber ocurrido.
A continuación, utilice aquellos marcadores de la escena que permitan ubicar la muerte de alguna manera en esta ventana –
un periódico de la mañana leído, llamadas telefónicas realizadas, tipo de alimento consumido, lugar y estado de las vestiduras.
Posteriormente ajuste esta opinión preliminar con cualquier dato adicional; por ejemplo, ese ejemplar del periódico pudo
haber estado disponible a la madrugada de la noche anterior - el hombre trabaja de noche y duerme de día -.
Considere los factores ambientales y aquellos que puedan haber cambiado con el tiempo: por ejemplo, el resplandor del sol
incidiendo directamente sobre la víctima; o aire acondicionado soplando sobre el cuerpo.
Utilice observaciones del grado de rigidez, cantidad y posición de las livideces, temperatura del cuerpo, presencia de huevos
o larvas de mosca, etc., para refinar aún más su opinión.
Utilice la temperatura y concentración de potasio en el humor vítreo u otras pruebas para refinar aún más su opinión.
En resumen, sea considerablemente precavido con la determinación del intervalo postmortem, ya que pueden existir
factores que producen una marcada aceleración o retraso de la química de la muerte y sus alteraciones.
Haga énfasis en que lo que se ofrece es un rango o intervalo de muerte y en los fundamentos para su determinación.
Nunca intente emitir opiniones más precisas de lo que los datos le permiten.
Asegúrese de especificar si su opinión se refiere a los hallazgos preliminares o si se trata de su opinión final, según sea el
caso.
Tabla Nº 3. Otros factores a tener en cuenta para orientar el IPM en cadáveres frescos o recientes
Fecha en que la persona desaparecida fue vista con vida por última vez por un testigo confiable y el momento en que es
hallado el cadáver.
Patricia Mc Feeley, Estándares Normalmente Aplicados En La Determinación Del Tiempo De Muerte, en Boletín de Patología
Nº 5, Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (1999)
!
5A 1 LA ENTOMOLOGIA FORENSE EN LA INTERPRETACION DEL TIEMPO DE
MUERTE
LIC. GINNA PAOLA CAMACHO CORTÉS
!
Sus objetivos principales son identificar los insectos atraídos por el cadáver y
analizar los datos entomológicos obtenidos para integrarlos con otros hallazgos de
escena, investigación y necropsia médico legal, para la determinación del tiempo,
causa, manera, mecanismo y lugar de la muerte, lo cual es de suma importancia
para la resolución de casos criminales.
!
insectos durante las investigaciones criminales reside en el hecho de que son unos
de los primeros grupos en detectar y encontrar un cadáver, están presentes en todos
los estados de descomposición y algunas especies son específicas para ciertas
áreas y estaciones [11].
Titulo original: Hsi Yüan Lu. Versión 1843, compilado por Tung Lien
!
Se dieron otros aportes del jesuita José de Acosta, en el siglo XVI, del naturalista
suizo Conrado Gesner, de los italianos Marcelo Malphigi y Francesco Redi (1668)
quienes no sólo demostraron el método científico sino que contribuyeron a la
entomología, refutando la hipótesis de la “generación espontánea” de la vida. Más
tarde Linneo en su Sistema natural (1758) determinó las bases fundamentales de la
clasificación zoológica, estableciendo las clases de insectos en 7 órdenes, pero fue
hasta mediados del siglo XIX, en Francia cuando la ciencia surgió como tal. Orfila
(1848), patólogo, listó 30 insectos y otros artrópodos que colonizaron un cuerpo, sus
observaciones pueden ser las primeras en sistematizar el conocimiento de la
sucesión de artrópodos; aunque a Bergeret (1855) se le da el crédito de aplicar este
conocimiento a un caso criminal, por evaluación de la fauna de insectos, determinó
(quizás incorrectamente) el intervalo post mortem [12]. A pesar de esos errores, este
caso representa la primera aplicación de sucesión de insectos en entomología
forense y abrió el camino para otros estudios como los de Keh (1985) [13], Smith
(1986), Catts y Goff (1992), entre otros. Por otro lado, J.P. Mégnin amplió y
sistematizó los estudios publicando la fauna de las tumbas (1887) y la fauna de los
cadáveres (1894), identificando ocho etapas de descomposición humana. Aunque su
obra ha sido objeto de críticas porque la duración del ciclo de vida de los insectos
está sujeta, entre otras a las condiciones meteorológicas del lugar, los estados de
descomposición descritos fueron seguidos por Leclercq (1969), Easton y Smith
(1970) [3].
!
Pero, como concluyen correctamente Schoenly y Reid (1987) hay excesivo énfasis
en separar las etapas de putrefacción en modelos de representación gráfica de los
cambios de especies, puesto que el número y los límites de las etapas pueden variar
con el investigador, tipo de estructura corporal y tamaño, estación, microclima, sol y
sombra, clase de sustrato, y complejidad y abundancia de la fauna local [9].
Por otro lado, los resultados no pueden extrapolarse de uno a otro experimento ni en
relación con los casos humanos de investigación criminal dado que los cadáveres de
animales pequeños tales como lagartos, sapos, ratones y otros roedores se
caracterizan por su descomposición rápida; así que el tipo de cuerpo y su tamaño
pueden tener un efecto en la tasa de descomposición y en la sucesión de insectos.
El modelo animal más aproximado para la investigación forense relacionada con los
fenómenos de descomposición cadavérica y la entomofauna relacionada con éstos,
es el cerdo blanco desnudo (Sus scrofa); éste modelo es adecuado para este tipo de
estudio porque se asemeja al ser humano en cantidad de vello, tamaño del torso,
fauna intestinal, hábitos alimenticios y procesos de descomposición [7, 14, 15]. En
cuanto al tamaño, los cerdos de 22-23 Kg. han sido recomendados como modelos
convenientes para la descomposición [4, 7, 16] porque son aproximadamente
equivalentes al torso de un humano adulto (Figura 1).
!
Figura 1. Cerdo blanco adulto (Sus scrofa) de 22 Kg.
Aunque una variedad amplia de sustratos de comida ha sido utilizada para esta clase
de investigaciones, especialmente carne o hígado de cerdo o pequeños animales, la
última aplicación médico criminal es el tejido humano. En el estudio realizado por los
antropólogos forenses norteamericanos Rodríguez y Bass (1983) se investigó la
colonización de insectos y la sucesión en cuerpos humanos, y se validó el uso de
cadáveres de cerdo como sustitutos en otras áreas, donde la investigación en
cuerpos humanos es ilegal [3].
!
un estudio que indicó la presencia de Lucilia sericata como primera especie
colonizadora de hígado humano [19]. Así mismo en Medellín se realizó un trabajo de
sucesión de insectos carroñeros en cerdo blanco (Sus scrofa) [20].
!
En otras experiencias, se han elaborado curvas de crecimiento y desarrollo de
dípteros colonizadores (Figuras 2 y 3) utilizando como biomodelo el hígado humano
mantenido bajo condiciones naturales dentro de la sede Bogotá del Instituto Nacional
de Medicina Legal y Ciencias Forenses [19] e hígado contaminado con cianuro y
barbitúricos [30]. Estas estimas se realizaron por medio de un diseño experimental
de medidas repetidas, según Potthoff y Roy (1964) [32] basado en una
generalización del análisis multivariado de varianza [26]. Además, se construyó un
modelo ajustado para el crecimiento larval, utilizando un análisis multivariado de
varianza y procedimientos de cómputos máximos de probabilidad con medidas
repetidas, aplicando el algoritmo EM [33].
10
6
Longitud (mm)
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38
Tiempo (Dias)
!
Curva de crecimiento para la variable ancho en Lucilia sericata
4.00
3.50
3.00
2.00
1.50
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Tiempo (Dias)
http://asp.medicinalegal.gov.co/medicina
!
forense”, el cual permitirá construir bases de datos con las secuencias de ADN Mt de
poblaciones de insectos de importancia forense en diferentes zonas del país útiles
para la definición de especie. Este tipo de análisis se apoya en herramientas
bioinformáticas que generarán mayores niveles de certeza con respecto al estudio
taxonómico tradicional. Así mismo, se obtendrán árboles filogenéticos con alto nivel
de significancia que contribuirán a enriquecer el conocimiento de la sistemática
molecular de especies neotropicales.
!
Coleoptera: Silphidae (en parte) y Dermestidae. Los insectos necrófagos aparecen
después de comenzada la autólisis y la putrefacción, dependiendo de la época del
año y del estado del cadáver, su actividad acelera la putrefacción y la desintegración
de ésta.
!
Figura 6. Larva de la Familia Silphidae. Predadoras de las larvas de Diptera
!
Figura 8. Adulto de la Familia Cheliferidae (Orden: Pseudoescorpiones)
Sin embargo, desde el punto de vista médico forense, en la estimación del tiempo de
muerte, juega papel importante la “ventana de muerte”, que es el concepto que
permite definir los límites de tiempo en los cuales debió ocurrir la muerte de un
sujeto, y se define como el tiempo transcurrido entre el momento último en el cual el
sujeto fue visto con vida y el momento en el que el cadáver es encontrado, así que la
muerte solo puede haber ocurrido en ese lapso [34]. Este rango en ocasiones es muy
!
grande, así que la entomología forense es utilizada como una de las herramientas
que permite obtener intervalos más cortos y aproximados a la realidad.
!
a la necesidad de estimar el tiempo de muerte a partir de datos entomológicos, el
investigador puede seleccionar un modelo de desarrollo de insectos o sucesión. Esto
puede incluir una comparación con otras investigaciones, o datos experimentales
pueden ser generados posteriormente para igualar un caso [4], pero son más
frecuentes los datos experimentales consultados.
En casi todos los casos, una muestra de los insectos colectados es sacrificada y
preservada antes de comenzar a utilizarla en la estimación del tiempo de muerte,
mientras otros de la muestra son criados hasta el estado adulto para su
identificación. El momento de la preservación es el punto en el tiempo a partir del
cual se calcula el tiempo de muerte.
!
universal y el desarrollo de las temperaturas fluctuando puede ser acelerado o
retardado [3].
Así mismo, Oman y Wax (1984) dice que se pueden realizar intervalos de confianza
y utilizar datos de desarrollo multivariado para construir un intervalo de la predicción
de la edad.
!
Schoenly (1992) introdujo el concepto de “matriz de ocurrencia”, en este sistema
unas especies o estados se conocen por estar presentes o ausentes en un punto
dado del tiempo de muerte. Utilizando este sistema, la reunión de especies
colectadas de la víctima es comparada con la matriz de ocurrencia, y esas
estimaciones de intervalos post mortem para las cuales se encontraría la reunión son
identificadas.
La sucesión de carroña es un asunto clásico en ecología y muchos de los recientes
trabajos han tenido un objetivo forense. La mayoría de la información publicada que
involucra insectos en descomposición humana, viene del estudio de casos [5, 8]. Por
consiguiente, las investigaciones normalmente utilizan cadáveres no humanos para
realizar réplicas y estudios de sucesión [7, 15, 20, 22, 23, 29, 31, 36, 41, 42].
5A 6 CONSIDERACIONES ESTADÍSTICAS
!
Colombia del Sistema Penal Acusatorio a partir del 1 de enero de 2005, donde la
prueba pericial adquiere un enorme valor probatorio; dado que la entomofauna
cadavérica en sus diferentes estados de desarrollo constituye un elemento material
de prueba, que no existen manuales de procedimiento para ser utilizados por la
policía judicial en el lugar de los hechos ni por el médico forense durante la
realización de la necropsia al momento de hallar material entomológico, se ha
propuesto la elaboración de un manual para el manejo de muestras entomológicas
de interés forense, el cual se constituye en un aporte técnico - científico al Sistema
de Justicia.
!
adecuadamente para evitar su deterioro y por ende la pérdida de datos valiosos.
!
Figura 10. Larvas de diferentes edades de la familia Calliphoridae (Calliphora). Durante los
estudios realizados en Bogotá, a una temperatura ambiental promedio de 18.2 C, el ciclo larval de
esta especie tiene una duración promedio de 8 días. Las larvas pasan por 3 estados diferentes de
desarrollo, conocidos como ínstar 1, ínstar 2 e ínstar 3. Durante este período las larvas se encuentran
en un período de gran alimentación.
a. b.
Figura 11. Pupas de la familia Calliphoridae. a. Lucilia sericata, b. Calliphora. Este periodo se
caracteriza por la quietud de las pupas, pero en realidad es un periodo de mucha actividad porque se
completan todos los sistemas del adulto. La duración promedio en este estadio para Lucilia sericata es
de 13 días.
!
Figura 12. Adultos de la familia Calliphoridae (Lucilia sericata). En promedio el ciclo completo
desde huevo hasta adulto para esta especie en las condiciones ambientales de Bogotá, a 18.2 C es
de 35 días.
Materiales
Equipo de Bioseguridad
Jama o red entomológica
Termómetro
Higrómetro
Pinzas de punta fina
Pinceles
Frascos pequeños con etanol al 70% (o en su defecto alcohol antiséptico)
Frascos de compota para cultivo
Sustrato alimenticio
Pala para muestras de suelo y hojarasca
Rótulos de papel
!
Lápiz de grafito
Nevera de icopor
Metodología
Inicialmente, antes de la remoción del cadáver, se colectan los insectos que se vean
con facilidad y que estén sobrevolando el cuerpo o se encuentren posados sobre él,
para lo cual se utiliza una jama o red entomológica (Figura 13). Los insectos
caminadores y los estados inmaduros que se encuentran alrededor del cadáver,
sobre él y en las cavidades naturales del cuerpo se colectan con pinzas o pinceles
humedecidos.
!
Figura 13. Recolección de insectos mediante jama entomológica
Una vez realizado el levantamiento del cadáver se toman muestras de suelo, tanto
debajo del cadáver como de los alrededores y se remiten debidamente embaladas,
según los procedimientos técnicos y de cadena de custodia.
!
Recolección de muestras en ambientes acuáticos
!
Recolección de muestras entomológicas durante la necropsia
Figura 15. Lugares donde se debe buscar fauna cadavérica antes del procedimiento de
necropsia. Bolsa plástica que envuelve la cabeza y el cuerpo, cobija y prendas humedecidas por la
sangre. Fotografía de Yolanda Clavijo (Fotógrafa INMLCF)
!
Figura 16. Larvas presentes en pelo, cuello y espalda. Fotografía de Yolanda Clavijo (Laboratorio
Fotografía del INMLCF)
Se fotografían las zonas corporales que presentan mayor actividad de insectos y se
colectan las muestras con pinceles o pinzas delgadas.
Preservación de muestras entomológicas
Figura 17. Larvas preservadas en frasco pequeño de vidrio con etanol al 70% (o en su defecto alcohol antiséptico)
Huevos y larvas. Una parte de los huevos y larvas recolectadas se colocan en agua
!
hirviendo por 3 minutos y luego se pasan a un frasco con etanol al 70%. La otra parte
de las muestras se mantiene viva y se remite al laboratorio con sustrato alimenticio
(hígado humano, carne de cerdo, carne de res) para que puedan ser cultivadas.
Se toma una parte de los huevos o larvas vivas (sin haberlas pasado por alcohol), se
colocan en un trozo de sustrato alimenticio (aprox. 4cm. x 4cm. x 2cm.) y se
envuelven en papel aluminio para evitar la deshidratación del tejido; de esta manera
se introduce en un frasco de vidrio de boca ancha que contiene 2 cm. de arena en el
fondo, se tapa con muselina y una banda de caucho o con un tapón de algodón
envuelto en gasa (Figura 18).
Figura 18. Frasco de cultivo de larvas. Las larvas se encuentran en el hígado que está envuelto en
papel aluminio. Los frascos están tapados con muselina y bandas de caucho.
Nota:
En todos los casos, una parte de las muestras debería ser fijada en etanol al 70% y
la otra parte debería ser cultivada hasta el estado adulto, con el fin de realizar una
determinación taxonómica adecuada y una aproximación al tiempo de muerte más
precisa.
!
Embalaje de muestras entomológicas
Todas las muestras se transportan en una nevera de icopor y deben hacerse llegar al
Laboratorio de Entomología Forense del INMLCF lo más pronto posible para evitar
su deterioro y garantizar un óptimo diagnóstico.
Por M. Lee Goff (conferencia), publicado en las Memorias del Taller de la Academia Americana de
Ciencias Forenses, Reunión Anual de la AAFS, 16 de febrero de 1993, Boston, Massachussets,
traducido al español por la Dra. Mary Luz Morales Rodríguez, Jefe Nacional de la División de
Tanatología del INMLCF, Bogotá - Colombia y posteriormente publicado en el Informe Científico
Patología Forense, Boletín Nº 4, 2001
!
situaciones reales permitirán al lector comprender de manera sencilla, ejemplificada y
en lenguaje muy claro el aporte de la entomología a la investigación médico-legal de
las muertes.
Una vez capturados, los insectos fueron clasificados por especies y llevados al
Laboratorio De Entomología Forense de la Universidad de Hawai en Manoa. Allí
cada colección fue subdividida - parte con el fin de almacenarla para referencias
futuras y parte, los insectos inmaduros, para ser criados a la temperatura constante,
óptima para su crecimiento-. Mientras tanto, se solicitaron datos de temperatura y
pluviosidad del mes anterior, a una estación climatológica de la región costera donde
el cuerpo de la mujer había sido encontrado. A la temperatura constante de 26 ºC, en
el laboratorio, les tomó a las moscas inmaduras 8.9 días para alcanzar el mismo
estadio de desarrollo que las pupas tomadas del cadáver (las mediciones se
detuvieron en el estado pupal, ya que no había forma de saber si las moscas adultas
!
encontradas en el cuerpo habían madurado allí o venido de algún otro lugar). Luego,
un modelo computarizado hizo ajustes para las condiciones del lugar del
descubrimiento, lo que modificó el resultado a un mínimo de diez días y medio.
Esta aproximación final tenía mucho sentido: la víctima había sido vista con vida por
última vez una tarde, 14 días antes de que su cuerpo fuera descubierto. Finalmente,
los resultados de este y otros experimentos alternativos, tediosos y desagradables,
hechos en la universidad, fueron presentados como evidencia durante el juicio
llevado a cabo en Honolulu en el otoño de 1989. Cuando el veredicto fue
pronunciado, el acusado, el enajenado esposo de la víctima, fue declarado culpable
de asesinato.
!
insectos y otros artrópodos-, tales como arañas, ácaros y ciempiés - que explotan un
cadáver en descomposición, son relativamente constantes y sus patrones de
desarrollo son predecibles. Entendiendo estos patrones, el entomólogo forense
puede, tal como en el caso de Oahu, dar al forense y a los oficiales de la ley un
tiempo de muerte aproximado.
Según nos cuenta Sung, un pueblerino había sido asesinado en un verano, en una
comunidad granjera; la apariencia de las heridas sugería que el arma homicida era
una hoz. El magistrado local ordenó a las personas del pueblo reunirse y colocar sus
hoces en el suelo, frente a ellos. Bajo el ardiente sol veraniego las moscas
comenzaron a congregarse sobre el instrumento que todavía tenía trazas de sangre
de la víctima. Al ser confrontado con la evidencia, el propietario del implemento
ofensor confesó ser el asesino.
!
Menos dramáticos, pero tal vez más fáciles de evaluar científicamente, son los
hechos registrados en la literatura científica europea de mediados del siglo XIX. Uno
de los primeros casos en que la evidencia entomológica fue admitida en una Corte
Legislativa occidental fue juzgado en Francia, en 1850. Un hombre y su esposa
fueron acusados del asesinato de un infante cuyos restos momificados habían sido
descubiertos detrás de una repisa en la chimenea de su hogar. Sin embargo, tras
examinar los ácaros y cascarones pupales vacíos de las moscas presentes en el
cadáver, un entomólogo de nombre M. Bergeret, concluyó que el cuerpo había sido
escondido tiempo antes de que los acusados se mudaran a la vivienda. Así pues, la
sospecha recayó sobre los ocupantes anteriores.
Pero hay más en la sucesión que el simple devorar un cuerpo. Junto a estos insectos
que se alimentan directamente del cadáver, vienen insectos que explotan la carroña
en otras formas: algunos son depredadores de los insectos que ya se alimentan en el
cadáver; otros son parásitos; y algunos son omnívoros: se alimentan
indiscriminadamente tanto del cadáver como de los otros insectos. Los insectos de
cada uno de los tres grupos llegan con precisión cronométrica de otros lugares,
específicamente para interactuar con el cadáver y los insectos a su alrededor.
!
Finalmente, otro conjunto de insectos toma su lugar en el tráfico: los que
inadvertidamente resultan deambulando sobre el cadáver. Puesto que tales especies
no tienen relación con el cadáver (usualmente son comedores de plantas, que no se
alimentan con el cadáver ni con los otros insectos presentes) y no siguen un patrón
de llegada y salida, carecen de utilidad en la estimación del intervalo post mortem
pero proveen información valiosa en otros sentidos. Por ejemplo, si un insecto
normalmente presente sólo en ambientes urbanos fuera encontrado en un cuerpo
descubierto en un maizal, los investigadores criminalistas harían bien en considerar
la posibilidad de que el cuerpo fue transportado después de su muerte. En conjunto,
el número total de insectos en un cadáver puede ser bastante alto.
!
Para nuestro trabajo en Hawai mis colegas y yo hemos definido una secuencia de
cinco etapas de descomposición, la cual parece aplicarse también en otras áreas
geográficas. La primera, etapa en fresco, comienza en el momento de la muerte y
finaliza cuando se empieza a observar hinchazón del cadáver; en Hawai ese período
es generalmente de sólo un día o dos. Los primeros organismos en visitar el cuerpo
son las moscas azules y moscas de la carne, que pueden llegar en los 10 minutos
siguientes a la muerte, cuando el cuerpo está expuesto al aire. Las moscas
depositan huevos o larvas alrededor de las aberturas naturales del cuerpo,
principalmente aquellas de la cabeza - ojos, oídos, nariz y boca-. Las heridas y la
sangre son de interés secundario para las especies de mosca azul en Hawai, aunque
en otros lugares del mundo y para otras especies de mosca, las heridas son la
atracción principal.
!
nuestros asistentes de pregrado -.
Los gusanos son la característica más obvia de esta etapa pues forman grandes
núcleos de masas de alimentación dentro del cadáver, al igual que en su superficie.
Para cuando termina el periodo de putrefacción, dichos insectos han completado su
desarrollo larval y han dejado el cadáver para desarrollarse como pupas en el suelo.
En Hawai nuestra primera tarea fue determinar, con la invaluable ayuda de los
agentes de la ley, el tipo de ambientes - playas, bosques, pantanos y demás -,
donde históricamente se habían hallado restos humanos en descomposición. Para
cada ambiente, experimentamos con un cerdo muerto, cronometrando las etapas de
!
descomposición y caracterizando los insectos asociados con cada etapa. A partir de
estos estudios construimos una base de datos que, desde entonces, nos ha ayudado
a estimar intervalos post mortem en varias circunstancias sospechosas. Incluso
variaciones menores en la localización de un cadáver pueden provocar diferencias
significativas en las poblaciones de insectos encontradas sobre y adentro del cuerpo.
Uno de nuestros primeros casos ilustra bien el por qué cada investigación es única.
Nueve especies de insectos en diferentes estados de desarrollo, desde huevos hasta
adultos, fueron recolectados del cuerpo de una mujer encontrado en un área
industrial de Honolulu. Los especímenes de insectos tomados parecerían indicar,
considerados aisladamente, la presencia no de uno sino de dos cuerpos - uno
muerto hacía 9 días y el otro hacía 19 -. Mientras revisábamos el asunto con más
detalle, pusimos especial atención a la posición del cuerpo en el sitio de
descubrimiento: el cadáver yacía sobre una zanja y la espalda estaba parcialmente
sumergida en agua; el frente del cuerpo, que había permanecido sobre el agua, se
hallaba totalmente seco. La inmersión parcial de la espalda había mantenido la carne
húmeda y suave permitiendo a los gusanos continuar alimentándose allí por un
periodo mayor de lo usual (los gusanos o larvas no se pueden alimentar de tejidos
secos). Así pudimos entonces conciliar nuestros datos entomológicos con la
presencia de un cuerpo muerto aproximadamente 19 días antes. Ese estimado
encajaba bastante bien en las circunstancias del crimen: la víctima había sido vista
con vida por última vez, 20 días antes del descubrimiento de su cuerpo. Un
sospechoso, visto con la mujer en esa época, fue posteriormente condenado por su
asesinato.
!
después de que las moscas desovan sobre el cadáver, nacen las larvas. Al poco
tiempo dichos gusanos se agrupan en masas de alimentación y migran a través del
cuerpo.
Los ciclos vitales de la mosca azul fueron la clave para nuestra investigación de la
muerte de un hombre de 37 años encontrado por un grupo de deportistas que
trotaban en un pantano, en el lodo de barlovento de la isla Oahu. El cuerpo estaba
infestado con gusanos de dos especies de mosca azul (blowfly). Nuestro análisis de
las larvas, comparado con los datos de crecimiento obtenidos en el laboratorio y el
resultado de los estudios de descomposición, sugerían que la víctima había muerto
aproximadamente 120 horas antes. Dicha conclusión fue corroborada por
información obtenida independientemente por la policía de Honolulu: la víctima había
sido vista por última vez 123 horas antes del descubrimiento del cadáver, y había
dejado de reportarse a su trabajo 121 horas antes de que su cuerpo fuera
encontrado. Nuestra estimación ayudó a ubicar a la víctima en compañía de un
sospechoso, que fue posteriormente condenado por el asesinato.
!
Una vez que las moscas azules dejan un cuerpo, los entomólogos forenses deben
recurrir a una sucesión de organismos diferentes. El cuerpo de un hombre,
aparentemente en el estado post - reducción de la descomposición fue encontrado
en un pajar cerca a la costa norte de Oahu. Diez especies de insectos,
representantes de tres familias de escarabajos y cuatro familias de moscas, fueron
recolectadas del cuerpo; los especímenes se encontraban en diferentes niveles de
desarrollo, desde larvas hasta pupas y adultos. Una comparación de las especies y
sus estados de desarrollo con los resultados de otros estudios acerca de la
descomposición llevados a cabo en hábitats similares, mostró que tal combinación de
insectos solamente podría ocurrir entre 34 y 36 días después de la muerte. Resultó
que la víctima había sido vista con vida por última vez 37 días antes del
descubrimiento del cadáver.
Los dos casos citados ilustran una restricción básica de tipo práctico de la evidencia
entomológica: Entre más largo sea al tiempo que ha pasado desde la muerte, menos
precisa podemos hacer la estimación del intervalo post mortem. Pero parece ser
posible ir más allá de los límites de la entomología forense investigando los cambios
en la composición de la fauna del suelo asociada con las etapas tardías de
descomposición. Dicha fauna fue útil en el estudio de los restos, prácticamente
reducidos a esqueleto, de un niño de 30 meses encontrado en una tumba a ras de
tierra cerca a Koko Head, en la punta sudeste de Oahu.
!
los ácaros, en conjunto, sugerían que el infante había fallecido aproximadamente 52
días antes, de que sus restos fueran desenterrados. El padre de la víctima finalmente
se confesó culpable del asesinato, que según él tuvo lugar en la mañana, 53 días
antes del descubrimiento del cuerpo. El fue condenado por una corte de Honolulu.
Pero esa complicación puede de hecho dar información bastante útil sobre la historia
del cuerpo. En un intrigante caso, el entomólogo finlandés Pekka O. Nourteba, de la
Universidad de Helsinki, fue confrontado con el cuerpo extensamente descompuesto
de la víctima de un homicidio, una mujer no identificada. Es un hecho conocido por
todos que el área donde el cuerpo fue encontrado es una región altamente
contaminada por mercurio. Sin embargo, cuando Nourteba analizó las moscas
tomadas del cadáver de la mujer, determinó que los insectos se habían desarrollado
en tejidos libres de mercurio. El conocimiento de este dato ayudó a los
investigadores a determinar que la mujer había vivido en otro lugar del país donde la
influencia del mercurio es mínima.
Otros factores que complican la entomología forense son las substancias extrañas -
usualmente drogas y toxinas-, presentes en el tejido en descomposición, que pueden
afectar a los insectos que se alimentan del cadáver. Pero nuevamente la evidencia
entomológica puede revelar más de lo que oculta.
!
analizando los gusanos que se alimentan de sus tejidos. En nuestro laboratorio de la
Universidad de Hawai, hemos duplicado los resultados de Introna, tanto para heroína
como para cocaína. También hemos mostrado que la presencia de estas substancias
y sus metabolitos en tejidos en descomposición, afecta la tasa de desarrollo de los
gusanos que allí se alimentan. Ese efecto, claro está, es crucial al realizar una
estimación precisa del intervalo post mortem.
!
intento de homicidio.
En ciertos casos las actividades del sospechoso, y no sólo las de la víctima, pueden
ser deducidas de la evidencia entomológica. James P. Webb, un entomólogo forense
de Distrito de Control de Vectores del Condado de Orange, en California, y sus
asociados, tuvieron gran parte de la responsabilidad de ubicar a un sospechoso en la
escena de un homicidio. El cadáver de una mujer de 24 años fue descubierto en un
camino destapado en un área rural en las afueras de Thousand Oaks, un pueblo
cercano a los Ángeles. Durante la investigación del sitio, 20 de 23 voluntarios del
equipo local de búsqueda de rescate y un sargento de policía fueron atacados por
niguas (trombicula alfred dugesi). Subsecuentemente, al ver fotos del cateo de los
sospechosos desnudos, el sargento vio lo que parecían ser lesiones similares en uno
de ellos.
Cuando Webb estudió la situación, encontró que los ataques de este ácaro eran
inusuales en el área donde el cuerpo de la mujer fue descubierto. Una mirada más
de cerca al sitio del descubrimiento mostró que el punto donde se había encontrado
el cadáver era virtualmente el único lugar en la vecindad donde había la posibilidad
de localizar la especie de nigua en cuestión. El fiscal presentó esta evidencia ante la
corte y el sospechoso fue declarado culpable de homicidio.
Como los casos presentados han hecho claro, la entomología forense ofrece un buen
número de herramientas valiosas para el cumplimiento de la ley. Aún así, su
potencial no ha sido de ninguna manera explotado a cabalidad: para todos los
propósitos prácticos esta joven ciencia está aún lejos de ser adecuadamente
incorporada a las disciplinas forenses. La mayoría de la gente en este campo - y tan
sólo unos 15 lo practican en los Estados Unidos -, trabajan principalmente en otras
áreas de la entomología, haciendo trabajo forense únicamente cuando, según el
juicio de los investigadores, parece haber suficiente evidencia entomológica para
!
llamarlos a participar en un caso.
Si bien los ejemplos que he citado aquí provienen de casos en que mi campo de
pericia fue utilizado para establecer la culpabilidad, es importante recordar que la
entomología forense es una ciencia, no un ardid para la corte. Sus técnicas pueden
reivindicar al inocente al igual que incriminar al culpable. Tales técnicas deben ser
aplicadas con enorme cuidado y sin ningún fin en mente diferente de la verdad.
Agradecimientos
!
del laboratorio de entomología forense de la División de Investigación Científica del
Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y por sus generosos
aportes académicos y personales.
!
6. PROCEDIMIENTOS CONSECUTIVOS A SEGUIR CON EL CADÁVER QUE
INGRESA AL LABORATORIO DE ANTROPOLOGÍA FORENSE
Una vez ingresados los restos humanos al laboratorio de Antropología Forense son
varios los procedimientos que se deben llevar a cabo, el primer paso es continuar
conservando la cadena de custodia del cadáver y demás evidencias recuperadas.
!
acompañado de diferentes documentos que ordena nuestra legislación, Téllez
(2003:107) refiere los siguientes para el caso colombiano, los cuales no difieren
mayormente de los demás países:
!
Fotografía Nº 1 Los restos deben ingresar al laboratorio embalados en bolsas selladas y debidamente
rotuladas
Fotografía Nº 2 Los restos deben colocarse sobre una mesa para verificar su contenido y estado
físico, posteriormente se llevará a cabo el inventario
!
Fotografía Nº 3 Una vez verificado el inventario (cadena de custodia) se debe articular
anatómicamente el cadáver para realizar los registros fotográficos necesarios
Una vez verificado e inventariado el material que se recibe se debe realizar registro
fotográfico, con una imagen general del cadáver o restos óseos, estas fotografías
deben ser tomadas con testigo métrico y un rótulo que identifique la fecha del registro
y el número asignado al caso (Fotografía Nº 4); también deben ser tomadas otras
fotografías que muestren detalles de posibles traumas, pérdidas de sustancia ósea,
osteopatologías y en general cualquier alteración ósea, igual registro gráfico debe
llevarse a cabo con prendas y demás evidencias recepcionadas.
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Fotografía Nº 4 Rotulado de las fotografías, debe incluir testigo métrico (flecha), el número del caso y
la persona responsable (pueden ser las iniciales o código del perito responsable del caso, flecha
punteada)
!
realizar tomas laterales (L) y antero-posteriores (a.p.) de maxilar y mandíbula, las
cuales serán útiles también para estimar la edad biológica del individuo, pues
permitirán evaluar criterios de formación y erupción dental con técnicas planteadas
por diferentes autores.
!
medio, se puede utilizar sierra eléctrica previamente descontaminada (Fotografía Nº
6).
No se recomiendan los típicos cortes en forma de rodete debido a que puede evitar
futuras mediciones de longitud del hueso para estimar estatura, tampoco es
aconsejable tomar muestras óseas donde el hueso compacto sea escaso.
Las muestras óseas tomadas del cadáver deberán ser debidamente rotuladas,
embaladas y depositadas en un sitio que reúna condiciones climáticas que
conserven su integridad, preferentemente deben utilizarse depósitos refrigerados y
guardando las normas de cadena de custodia.
Fotografía Nº 6 Área diafisial de huesos largos de donde se debe tomar la muestra ósea para
eventuales cotejos de DNA, el tercio medio diafisial es ideal debido a que esta es el área con mayor
cantidad de hueso compacto
!
6.5 PROCEDIMIENTOS PARA LA LIMPIEZA DE RESTOS HUMANOS CON
TEJIDO BLANDO ADHERIDO
!
El proceso de lavado deberá realizarse dentro de una poceta, cuidando que el
piso de esta se encuentre protegido por una malla plástica o metálica, cuya función
será retener pequeños fragmentos de estructuras óseas o dentales, evitando que
estas caigan por el sifón o conducto que comunica con el alcantarillado.
Si no hay disponibilidad de una poceta, se puede utilizar un recipiente plástico de
tamaño adecuado.
Las herramientas utilizadas para realizar la limpieza pueden ser cepillos de
dientes y pequeños instrumentos de madera, no deben utilizarse herramientas
metálicas, estas pueden ocasionar lesiones postmortem a las estructuras óseas.
No se recomienda el uso de químicos o jabones para el lavado de los restos.
Una vez lavados los restos óseos, deberán ser sometidos a proceso de secado
natural a la sombra, no se recomienda utilizar secadores de cabello, los restos
también pueden ser colocados en cámaras o campanas extractoras de aire.
Durante el proceso de lavado y de secado, se debe ser muy riguroso con el
mantenimiento de la cadena de custodia.
Fotografía Nº 7 Las estructuras óseas deben ser lavadas con agua a temperatura ambiente
!
Antes de realizar los siguientes procedimientos para retirar el tejido blando del
cadáver, reiteramos que sumergirlo en líquidos a altas temperaturas o
exponerlo al contacto con químicos abrasivos no es conveniente, pues ello
conlleva a que el contenido genético de este se altere o se destruya, impidiendo
practicar futuros estudios de DNA con fines de identificación; por lo tanto antes de
proceder a manipular el cuerpo con el objeto de retirar los remanentes de tejido
blando se deben preservar muestras suficientes tanto de este, como de tejidos
óseos y dentales.
Teniendo en cuenta lo anterior, el procedimiento ideal para retirar el tejido blando del
material óseo consistiría simplemente en inhumar los restos y esperar que
transcurran varios meses hasta que este se desprenda de manera natural, es decir,
consumido por fauna cadavérica, también se pueden diseñar criaderos o cultivos de
dermestidos (insectos necrófagos que se alimentan de tejidos blandos en
descomposición), no obstante, sería contraproducente para la investigación de las
muertes esperar tanto tiempo para que el cadáver estuviese limpio y preparado para
su estudio.
Otra forma de retirar el tejido blando del cadáver es hacerlo de forma manual con la
ayuda de un bisturí y cuchillos de disección, sin embargo este es un procedimiento
complejo que requiere de bastante tiempo y cuidados.
!
6.5.3 INMERSIÓN DEL CADÁVER EN QUÍMICOS ABRASIVOS
Una vez retirados los tejidos blandos, las estructuras óseas deben someterse a
secado natural a la sombra.
Otro procedimiento consiste en preparar una solución que contenga agua mezclada
con soda cáustica en escamas, esta se debe agregar al agua una vez este hirviendo,
posteriormente se deben sumergir los restos que se vayan a limpiar.
Una vez las piezas óseas se encuentren totalmente secas se procederá a asignarles
un número único a las que correspondan a un solo cadáver, permitiendo que
cualquier persona diferente a la que rotula pueda saber de forma inequívoca a que
caso corresponde, dicho rótulo deberá coincidir con el número de archivo del caso;
todas las estructuras óseas deberán ser rotuladas sin excepción. El procedimiento es
muy sencillo y similar a como se rotula la cerámica en arqueología:
Seleccione un área ósea visible y en la medida de lo posible plana, en cráneo
puede ser hueso frontal o cualquiera de los parietales, en huesos largos las áreas
diafisiales en su tercio medio, en vértebras se puede llevar a cabo sobre el cuerpo de
estas.
Aplique una capa de esmalte transparente y deje secar (Fotografía Nº 8)
!
Una vez seca el área proceda a rotular utilizando tinta china y una plumilla, el
rótulo debe contener el número asignado al caso y el año, si es posible coloque las
iniciales del antropólogo responsable del caso, deje secar durante dos o tres minutos
(Fotografía Nº 9).
Aplique sobre el rótulo una capa de esmalte transparente y deje secar durante
dos o tres minutos.
Fotografía Nº 8 Rotulado: (1) Seleccione un área Fotografía Nº 9 Rotulado (2) Sobre la capa seca
ósea adecuada y aplique una capa de escriba el número asignado (3) Una vez seca la
esmalte, deje secar por tres minutos tinta, aplique nuevamente una capa de esmalte
!
pertenecientes a más de un individuo, una vez respondido este interrogante
procederemos a explicar paso a paso y en diferentes capítulos, la manera como el
antropólogo forense interpreta cada pieza ósea, cada evidencia, para apoyar y
orientar con su conocimiento el proceso de investigación judicial de las muertes.
Esta es una de las preguntas que debe responder el antropólogo forense una vez
recibe casos para estudio en el laboratorio, ya que en algunas oportunidades las
evidencias recuperadas en la escena son remitidas sin tener en cuenta criterios
adecuados de recolección, clasificación y embalaje, adicionalmente existen escenas
del crimen en las que pueden encontrarse cadáveres mezclados o restos humanos
desarticulados de manera caótica.
!
a un individuo adulto joven o a uno senil, por ejemplo evaluando el estado que
presenten las regiones articulares, característica se debe valorar con sumo
cuidado, especialmente si se tiene en cuenta que los procesos articulares
degenerativos pueden tener su origen en edades avanzadas o en los hábitos
ocupacionales que la persona haya tenido durante su vida. Otro marcador útil
sería determinar el peso del hueso, ya que en algunos individuos seniles el peso
y densidad de sus estructuras óseas tiende a ser menor que en una persona
joven. Enfermedades como la osteoporosis también hacen que los huesos
pierdan peso y densidad, lo cual orientaría tentativamente a una edad madura, ya
que esta ha sido reportada generalmente en individuos seniles y mujeres que
posmenopáusicas. A este respecto también se debe tener mucho cautela, pues
como se pudo observar en anteriores capítulos, factores externos relacionados
con la calidad del suelo y del medio ambiente donde se haya abandonado el
cadáver, pueden ocasionar una importante degradación del material óseo.
Ingresa un caso integrado por dos cráneos de sexo masculino con un rango de edad
biológica entre 35-45 años y dos fémures del lado derecho, de sexo masculino,
!
pertenecientes a individuos adultos, ambos fémures presentan dimensiones
métricas, coloración y peso similares.
!
7. DETERMINACION DE SEXO A PARTIR DE RESTOS OSEOS HUMANOS
!
El sexo es el rasgo fenotípico que más varía en la especie humana y se expresa
tanto genética como morfológicamente en una distribución bimodal, es decir, que es
dimórfica y posee solo dos posibles expresiones: masculino y femenino. "El
dimorfismo sexual entre hombres y mujeres, es determinado, mantenido y fijado por
el mecanismo genético – reproductivo inherente a la naturaleza humana, dado que
esta es una cualidad transmitida explícita y directamente por los cromosoma
sexuales X y Y (Thieme et al.; 1957:242-273).
Las divergencias sexuales más importantes han sido descritas desde finales del siglo
XIX en diferentes huesos y emplean variables no métricas para diagnosticar el sexo
de un individuo, estos métodos emplean rasgos cualitativos muy precisos,
rigurosamente descritos y estandarizados, con el fin de que el observador pueda
correlacionar directamente los hallazgos con el método. Posteriormente, a nivel
mundial se han realizado diversos estudios de carácter cuantitativo para
determinar el sexo de individuos adultos a partir de sus restos óseos utilizando
variables tanto a nivel craneal, como postcraneal, con las cuales se han
obtenido fórmulas discriminantes que permiten realizar el respectivo
diagnóstico sexual del individuo. No obstante, en nuestro medio se debe mantener
cierta cautela al aplicar dichas fórmulas, pues estas han sido extraídas de muestras
poblacionales europeas y norteamericanas, quienes poseen un fenotipo, dieta y se
desarrollan en un medio ambiente relativamente diferente al del hombre colombiano;
de hecho los investigadores del tema siempre han recomendado que preferiblemente
la aplicación de fórmulas discriminantes deben provenir de la misma población a la
que pertenece el cadáver estudiado.
!
características y rasgos que señalamos en cada hueso y que son determinantes, son
nada más que relativos y no absolutos".
Son múltiples las razones que hacen que los individuos machos de la especie
humana se caractericen generalmente por presentar mayor tamaño que las hembras;
una de estas razones obedece a factores relacionados con la producción de
testosterona, hormona masculina que incrementa el desarrollo de la masa muscular.
!
En segunda medida influyen los factores filogenéticos, evolutivos; donde los machos
corrientemente desde los albores de la humanidad han desarrollado labores
cotidianas que implican un mayor uso de la fuerza física, lo cual ha acarreado un
incremento en el desarrollo y masa muscular, que se expresa en unas estructuras
óseas de mayores proporciones e inserciones musculares óseas más marcadas que
en los individuos de sexo femenino.
!
7.2 ALGUNAS DIFICULTADES PARA ESTIMAR EL SEXO A PARTIR DE RESTOS
ÓSEOS
!
A nivel internacional se han desarrollado múltiples métodos para establecer el sexo
de restos humanos a partir de las características métricas y morfológicas que
presenten diferentes estructuras óseas; los criterios más confiables se centran en la
evaluación de cintura pélvica y cráneo, ya que estos son los segmentos corporales
que desde finales de la adolescencia e inicios de la edad adulta evidencian las
mayores divergencias morfológicas, mientras que el resto de las piezas óseas ofrece
niveles de variación sexual menores.
El cráneo constituye una de las piezas que exhibe excelentes marcadores óseos
para determinar el sexo del individuo estudiado, ocupa quizás el segundo lugar
después de la cintura pélvica. La estimación de sexo a partir de esta pieza ósea
parte del principio de que el cráneo masculino es de mayor tamaño, más robusto, y
con inserciones óseas musculares más marcadas que el cráneo femenino. No
obstante, se debe agregar que existen poblaciones que no exhiben un marcado
dimorfismo sexual, es decir, que se puede encontrar individuos femeninos tan
robustos como los masculinos. A continuación se refieren algunas características que
permiten establecer el sexo de un individuo a partir de su morfología craneal:
!
Paladar: Suele ser alargado en individuos masculinos
Estructuras Dentales: Son de mayor tamaño en individuos masculinos con
respecto a los femeninos, especialmente los caninos maxilares (arcada superior).
Huesos malares: Son más altos y robustos
7.3.1.2 MANDIBULA
!
PALADAR Corto, mas redondeado y mas plano Amplio, largo y abovedado
BASE CRANEAL Mas aplanada y menos marcada Mas rugosa, mas redondeada, las
inserciones musculares óseas son muy
marcadas
HUESO OCCIPITAL Relieve suave, las líneas nucales son casi Relieve áspero, las líneas nucales son muy
imperceptibles marcadas
PROCESO MASTOIDEO Son pequeños Generalmente mas masivos y amplios,
robustos
PROTUBERANCIA No muy marcada, casi inobservable Marcada a masiva, puede llegar a
OCCIPITAL EXTERNA parecerse a una exostosis ósea
MANDIBULA Corta, estrecha, baja y grácil, poco pesada Larga, amplia, alta, robusta, pesada y
cuadrangular en el arco dental anterior
ANGULO MANDIBULAR Obtuso (> 125°) y redondeado Agudo (< 125°) y rectangular
GONIÓN Superficie lisa Superficie rugosa
CONDILO MANDIBULAR Pequeños, bajos Grandes, altos
Tabla N° 1. Algunas diferencias sexuales en cráneo
!
Fotografía Nº 1 Sistema de puntaje para evaluar algunas características de dimorfismo sexual en el
1
cráneo, Walker, en White & Arend (2000) . La línea que aparece en las fotografías señala el área que
se va a evaluar, si se califica como 1 y 2 corresponderá a sexo femenino, 3 a indeterminado, 4 y 5 a
sexo masculino.
1
Los dibujos fueron tomados de The Human Osteology (2000:364), las fotografías de los cráneos que aparecen al lado
izquierdo fueron tomadas y diagramadas por César Sanabria Medina (2003)
!
Fotografía Nº 2. Izquierda cráneo femenino, más pequeño, grácil, pesado y de características faciales
menos fuertes que las del cráneo masculino del lado derecho
Fotografía Nº 3. A la izquierda cráneo femenino y a la derecha cráneo masculino. Las flechas señalan
algunos puntos craneales de comparación, en los que se puede ver claramente el dimorfismo sexual
humano a nivel óseo. En el individuo masculino las áreas señaladas son de mayor tamaño, más altas
o más sobresalientes que en el individuo femenino.
!
Fotografía Nº 4 Base craneal femenina, de Fotografía Nº 5 Base craneal masculina, de
superficie lisa, suave. superficie rugosa debido a inserciones
musculares más marcadas
Es otra área ósea que muestra un marcado dimorfismo sexual, consiste en una
protuberancia ósea que se ubica en el tercio medio de hueso occipital, su ocurrencia
en individuos femeninos no es muy común, en cambio en los individuos masculinos
aparece más o menos marcada y en algunos casos puede llegar a parecer una
exostosis. En la fotografía Nº 6 se puede observar la mencionada región en un
individuo femenino, en las fotografías Nº 7, 8 y 9 se aprecian tres variantes de la
POE masculina.
!
7.4 ESTIMACIÓN DE SEXO A PARTIR DE ANÁLISIS DE FUNCION
DISCRIMINANTE
MEDIDA 1 2 3 4 5 6
1 3.107 3.400 1.800 ------ 1.236 9.875
2 - 4.643 - 3.833 - 1.783 ------ - 1.000 ------
3 5.786 5.433 2.767 ------ ------ ------
4 ------ - 0.167 - 0.100 10.714 ------ 7.062
5 14.821 12.200 6.300 16.381 3.291 19.062
6 1.000 - 0.100 -------- - 1.000 ------ - 1.000
7 2.714 2.200 -------- 4.333 ------ 4.375
8 - 5.179 ------- -------- - 6.571 ------ ------
9 6.071 5.367 2.822 14.810 1.528 ------
PUNTAJE DE 2676.39 2592.32 1296.20 3348.27 536.93 5066.69
CORTE
PORCENTAJE 86.6 % 86.4 % 86.4 % 84.5 % 85.5 % 84.9 %
CORRECTO
3
Tabla N° 3 Individuos blancos americanos
2
En Jantz, RL y PH Moore-Jansen, 1988
!
MEDIDA 1 2 3 4 5 6
1 9.222 3.895 3.533 ------ 2.111 2.867
2 7.000 3.632 1.667 ------ 1.000 ------
3 1.000 1.000 0.867 ------ ------ ------
4 ------- - 2.053 0.100 1.000 ------ - 0.100
5 31.111 12.947 8.700 19.389 4.963 12.367
6 5.889 1.368 ------ 2.778 ------ - 0.233
7 20.222 8.158 ------ 11.778 ------ 6.900
8 - 30.556 ------ ------ - 14.333 ------ ------
9 47.111 19.947 14.367 23.667 8.037 -----
PUNTAJE DE 8171.53 4079.12 2515.91 3461.46 1387.72 2568.97
CORTE
PORCENTAJE 87.6 % 86.6 % 86.5 % 87.5 % 85.3 % 85.0 %
CORRECTO
4
Tabla Nº 4. Individuos negros americanos
MEDIDAS:
1- Longitud craneal máxima
2- Anchura máxima craneal
3- Altura Basion - bregma
4- Basion - nasion
5- Diámetro bicigomático máximo
6- Basion - prosthion
7- Prosthion - nasion
8- Amplitud palatal externa
9- Longitud del proceso mastoideo
Señalamos aquí los segmentos óseos que muestran mayores valores morfológicos y
métricos para determinar el sexo de un individuo, no obstante, obviamos aquellas
investigaciones que proponen la longitud total de huesos largos como criterio
3
Giles, E. and O. Elliot 1963
4
op. cit:53-68
!
diferenciador sexual, debido a que es un rasgo no muy confiable por la amplia
variabilidad estatural presente en las poblaciones humanas.
7.5.2 FÉMUR
El fémur es uno de los huesos del esqueleto postcraneal que presenta amplias
diferencias sexuales tanto a nivel cualitativo, como cuantitativo; adicionalmente, una
serie de variables métricas y morfológicas de esta estructura ósea permite calcular
con gran efectividad la talla que tenía el individuo en vida y permite también realizar
una aproximación a su patrón ancestral.
!
Fotografía Nº 10 Diámetro vertical cabeza femoral Fotografía Nº 11 Diámetro vertical cabeza femoral
sexo femenino < 43 mm sexo masculino > 43 mm
Las diez fórmulas discriminantes que se generaron están entre un rango del 84% al
99% de confiabilidad. Las funciones que tuvieron una mayor correspondencia entre
el sexo real y el sexo estimado fueron aquellas que incluyeron dimensiones de las
epífisis, particularmente de la sección distal. Los autores plantean limitaciones en el
uso de las fórmulas, entre las que se cuenta la edad de los individuos y la efectividad
de las mismas sobre muestras poblacionales diferentes a las que les dieron origen.
Los resultados de este trabajo permiten también determinar el sexo en huesos
fragmentados.
!
Los individuos con un puntaje discriminante mayor que el puntaje de corte son
clasificados como masculinos, los menores como femeninos y los que son iguales
indeterminados
FUNCIONES FUNCIONES DISCRIMINANTES PUNTAJE DE
CORTE
FUNCIÓN 1 0.4572 x Diámetro vertical - 20.1776 0
FUNCIÓN 2 0.4681 x Diámetro horizontal - 20.3496 0
FUNCION 3 0.4792 x Diámetro antero-posterior subtrocanterico -12.3172 0
FUNCION 4 0.5017 x Diámetro transverso subtrocanterico- 14.7629 0
FUNCION 5 0.3757 x Ancho epifisial - 28.4475 0
FUNCION 6 0.1395 x Diámetro vertical de la cabeza + 0.3341 x ancho epifisial - 31.4207 0
FUNCION 7 0.1847 x Diámetro horizontal de la cabeza + 0.3004 x ancho epifisial - 30.7075 0
FUNCION 8 0.1186 x Diámetro antero-posterior subtrocanterico + 0.3356 x ancho epifisial - 0
28.4691
FUNCION 9 0.3652 x Diámetro vertical de la cabeza + 0.2161 x diámetro antero-posterior 0
subtrocanterico - 21.6439
FUNCION 10 0.2186 x diámetro transverso subtrocanterico + 0.3890 x diámetro antero-posterior 0
subtrocanterico - 16.4310
Tabla N° 6 Funciones discriminantes para determinar sexo a partir de medidas de fémur
BLANCOS NEGROS
MASCULINO > 23 mm > 22 mm
FEMENINO < 22 mm < 21 mm
Tabla N° 7 Medidas del radio para estimar sexo
7.5.5 HÚMERO
!
Los resultados a nivel general indican que el diámetro vertical de la cabeza humeral,
la anchura epicondilar y el perímetro de la diáfisis alcanzan valores y proporciones
mayores en los individuos masculinos, como se puede observar en las siguientes
tablas.
Alemán y col. (1997), citado por Villalaín y Puchalt (2000:168) proponen que con tan
sólo dos medidas (anchura de la epífisis distal y diámetro vertical de la cabeza
humeral) se puede determinar sexo con un 96,72% de certeza. Para llevar a cabo el
procedimiento se toman las medidas, se multiplican por las funciones
correspondientes, se suman y se añade la constante. Si se obtiene un valor inferior al
punto de corte, se trata de un húmero femenino y si dicho valor es superior, de un
húmero masculino (op. cit.:169)
Durante el año 2000 y 2001 la Dra. Diana Díaz (Díaz, 2001) analizó una muestra de
108 húmeros masculinos y 78 femeninos extraída de cadáveres de sexo conocido
de una población bogotana contemporánea de morgue del Instituto de Medicina
7
Sing Sing, citado por Krogman e Iscan, 1986, tabla 6.20
8
op. cit. tabla 6.20
9
Alemán et. al. citado por Villalaín y Puchalt (2000, p: 168)
!
Legal en Bogotá D.C. – Colombia, con el objeto de generar fórmulas de función
discriminante que permitieran establecer de manera cuantitativa el sexo en esta
población. Aquí se utilizaron seis medidas óseas de húmero:
MEDIDAS DE HÚMERO:
1. Largo máximo = LM
2. Diámetro vertical de la cabeza = DV
3. Diámetro antero-posterior = DAP
4. Diámetro transverso = DT
5. Circunferencia mínima de la diáfisis = CMD
6. Amplitud epicondilar = AE
Dependiendo del grado de preservación del húmero pueden utilizarse las siguientes
fórmulas multiplicando la medida que se requiera por el factor correspondiente, luego
!
se suman junto con la constante. Si el puntaje discriminante es mayor que el puntaje
de corte, el hueso se clasifica como masculino, si es menor como femenino.
(0.173 x AE) + (0.136 x DV) + (0.093 x CMD) + (– 21.528) Puntaje de corte: - 0.216
(0.226 x AE) + (0.174 x DV) + (-20.650) Puntaje de corte: - 0.2056
(0.148 x CMD) + (0.254 x DV) + (-20.004) Puntaje de corte: - 0.1985
(0.237 x AE) + (0.113 x CMD) + (-20.504) Puntaje de corte: - 0.208
(0.30 x AE) + (-19.068) Puntaje de corte: - 0.1935
(0.404 x DV) + (- 17.693) Puntaje de corte - 0.172
(0.267 x CMD) + (- 16.112) Puntaje de corte - 0.1635
Tabla N° 11 Fórmulas discriminantes para establecer sexo a partir de medidas de húmero en
población colombiana
Finalmente, otra de las medidas más aceptadas a nivel mundial para determinar sexo
a partir del húmero es la longitud o diámetro vertical de la cabeza humeral que
mostramos a continuación:
7.5.6 TIBIA
Diferentes estudios sobre huesos largos como la tibia indican que el dimorfismo
sexual puede ser determinado a partir de las medidas de su circunferencia y
amplitud, más que por las medidas de longitud y diámetro.
La principal premisa en esta variación sexual puede ser justificada en las diferencias
asociadas a características como tamaño, robustez y proporciones de los huesos
entre sexos (Iscan, 1995:1087-1093); de igual forma la tibia se ve regularmente
afectada por una gran tensión a lo largo de la vida del individuo, de esta manera la
presión presente en la tibia puede tener un componente sexual y por lo tanto, esta
Díaz G. (2001)
!
puede ser una parte útil para la determinación del sexo (Schwartz, 1995:360).
Reverte (1999:584) menciona que las tibias menores de 320 mm de longitud son
femeninas y las superiores de 380 mm masculinas; la zona comprendida entre 320
mm. y 380 mm son de sexo dudoso.
Durante el año 2001 la Dra. Sara Correa (Correa 2001) analizó una muestra de 105
tibias izquierdas, procedentes de 53 hombres y 52 mujeres colombianos identificados
que ingresaron a la sala de necropsias del Instituto de Medicina Legal y Ciencias
Forenses. Los objetivos de esta investigación consistieron en seleccionar las
medidas sexuales más dimórficas en las tibias que integraban la muestra y
proporcionar fórmulas matemáticas que permitieran determinar el sexo a partir de
este hueso en población colombiana, ya que hasta el momento no se han reportado
estudios similares.
Para desarrollar el cálculo propuesto por Correa, se multiplica cada dimensión por
su respectivo coeficiente sin estandarizar y finalmente se suman junto con la
constante. El resultado de este cálculo se compara entonces con el puntaje de corte
para establecer a que sexo pertenece la tibia que se analiza.
Las variables que se deben utilizar para determinar sexo del estudio de Correa a
partir de medidas de tibia en población colombiana se pueden observar en la
tabla Nº 13 y las fórmulas discriminantes en la tabla Nº 14
• Longitud Máxima (L.M):Tomada desde la superficie más alta del cóndilo lateral a la extensión más distal del
maléolo medial.
• Circunferencia Epifisial Proximal (C.E.P.): Distancia máxima obtenida alrededor de los cóndilos.
• Circunferencia Epifisial Distal (C.E.D.): Distancia máxima obtenida alrededor del cóndilo lateral.
• Diámetro Anteroposterior (D.A.P.): Máxima medida anteroposterior, tomada a la altura del agujero nutricio.
• Circunferencia a Nivel del Agujero Nutricio (C.A.N.): Circunferencia máxima obtenida a la altura del agujero
nutricio.
• Circunferencia Mínima (C.M.): Usualmente se localiza en la porción distal de la diáfisis y se localiza en el punto
mínimo.
• Diámetro Medio Lateral Máximo (D.M.L.M): Medida máxima medio lateral, obtenida al nivel del agujero nutricio,
perpendicular al eje del hueso
Tabla Nº 13 Variables utilizadas para determinar sexo a partir de tibia en población colombiana
!
SEXO= (CEP x 0.57)+(CED x 0.61)+ (-20.124) P.C= -0.00135
SEXO= (CEP x 0.043)+(CAN x 0.119)+ (-19.458) P.C= -0.0155
SEXO= (CED x 0.64)+(CAN x 0.135)+ (-21.054) P.C= -0.0165
SEXO= (CEP x 0.79)+ (-16.251) P.C= -0.0115
SEXO= (CED x 0.110)+ (-19.458) P.C= -0.0100
SEXO= (CAN x 0.168)+ (-15.154) P.C= -0.0135
Tabla 14. Fórmulas discriminantes para determinar sexo a partir de tibia en población colombiana .
1. C.A.N = 88; C.E.D = 130, el siguiente calculo puede hacerse a partir de la formula
discriminante 3, cuyos coeficientes se encuentran en la tabla Nº 3.
(88*0.135) + (130*0.64) + (-21.054) = 74.026
Como el puntaje discriminante resulta mayor al puntaje de corte establecido para
esta función que es -0.0165, la tibia evaluada es clasificada como masculino
2. (C.A.N. = 77), el siguiente calculo puede hacerse a partir de la formula
discriminante numero 6, cuyos coeficientes se pueden observar en la tabla Nº 3.
(77*0.168) + ( -15.154) = -2.218
Ibid.
!
Para esta investigación al igual que para trabajos similares en otros países, se
observó que las dimensiones de circunferencia y anchura, a diferencia de las
longitudes y diámetros diafisiales, son las dimensiones más adecuadas para
determinar el sexo de un individuo adulto a partir de sus huesos largos.
Los resultados muestran que el metacarpo del segundo dígito es el que mejor
discrimina entre los sexos, con el 92.0% de confiabilidad, sin embargo la
comparación con los resultados del trabajo de Elkington y Scheuler (1993) en el que
para el metacarpo I se reporta un porcentaje del 94% en el diagnóstico correcto del
sexo sugieren que las funciones deben aplicarse con precaución en otras
poblaciones.
Falsetti A. B. (1995:774-776)
!
Richard A. Lazenby en su trabajo “Identification of Sex from Metacarpals: Effect of
Side Asymmetry” (1994:1188-1194), utilizando una muestra total de 351 metacarpos
realizó un estudio de prueba para establecer si la asimetría bilateral de seis
dimensiones osteométricas del segundo metacarpo tenía algún efecto sobre la
correcta predicción del sexo, utilizando el modelo desarrollado por Scheuler y
Elkington (1993). Lazenby encontró que la asimetría bilateral producto de la
dominancia de uno de los lados tenía efecto sobre la correcta predicción del sexo
cuando se utilizaba el segundo metacarpo.
En hombres el uso del metacarpo derecho permitió una mejor predicción del sexo,
mientras que en mujeres los niveles fueron más altos utilizando los del lado
izquierdo. No obstante, debe tenerse en cuenta que en este estudio solo se probó
uno de los cinco metacarpos utilizados por Scheuler y Elkington para derivar la
fórmula.
!
DIMENSIÓN DESCRIPCIÓN VALOR
Ancho del manubrio Ancho máximo del manubrio entre el centro aproximado de la
X1
(AM) articulación esterno-clavicular de ambos lados.
Longitud máxima tomada desde al punto más proximal del
margen superior del cuerpo, hasta el punto más distal de su
Longitud del cuerpo (C) margen inferior. Si hay fusión significante entre el apéndice X2
xifoides y el cuerpo, la medida se toma hasta el punto más
distal de la línea estimada que divide estos dos segmentos.
Ancho del cuerpo en Ancho mínimo del cuerpo esternal tomado entre el centro
X3
primera esternebra (E1) estimado de la primera esternebra de ambos lados.
Ancho del cuerpo en Ancho mínimo del cuerpo esternal medido entre el centro
X4
tercera esternebra (E3) estimado de la tercera esternebra de ambos lados.
Puerto V. C. (2001)
!
Z = (0.119) X1 + (0.060) X5 + (0.064) X8 + (-15.841) Puntaje de corte: 0
Tabla º 18 Fórmula discriminante para aplicar en esternones radiografiados del plastrón
esterno-costal (Ibid)
!
Fotografía Nº 12 Coxal de individuo adolescente masculino que no ha completado el proceso de
fusión de ilion, isquion y pubis
En razón a las necesidades exigidas por la mujer para alojar un feto, esta área es de
mayores dimensiones en un individuo femenino, que en uno masculino (Fotografía
Nº 13)
!
Fotografía Nº 13 Cavidad pélvica femenina (izquierda), Cavidad pélvica masculina (derecha)
!
trazamos sobre un plano una línea vertical imaginaria que divida en dos partes la
escotadura ciática, veremos que en los individuos femeninos los dos segmentos en
la división serán simétricos, en cambio en los masculinos serán asimétricos (
Fotografías N° 18 y 19)
!
dedo al interior de la escotadura; en los individuos femeninos el espacio existente
permitirá que el dedo se desplace libremente hacia los lados, en los individuos
masculinos no habrá mayor posibilidad de movimiento (Fotografías N° 20 y 21)
!
Fotografía Nº 22. Ubicación del surco Fotografía Nº 23. Detalle surco preauricular
preauricular en el hueso coxal
Esta área presenta un marcado dimorfismo sexual que permite determinar el sexo
del cadáver, en los individuos femeninos se presenta de forma más delgada y en los
masculinos más gruesa (Fotografías Nº 24 y 25)
!
Fotografía Nº 24 Fotografía Nº 25
Las flechas señalan las diferencias morfológicas entre la rama isquiopúbica femenina y masculina
!
cavitaciones de forma circular, semicircular y rectangular con extremos superiores e
inferiores ovalados, el diámetro máximo varía entre 2 mm. hasta 8 mm.
Por todo lo anterior, cuando nos encontremos estudiando un hueso coxal que
presente pequeñas lesiones cavitadas y cicatrizadas en región posterior de sínfisis
púbica, estaremos ante el fragmento de cintura pélvica de una mujer que tuvo un
parto a término.
!
Fotografía Nº 28 Panorámica de agujero obturador femenino y masculino
!
INDIVIDUOS MASCULINOS INDIVIDUOS FEMENINOS
El ángulo de la escotadura ciática tiende a ser agudo, El ángulo de la escotadura ciática tiende a los 90°, es un
cerrado (presenta forma de "V") ángulo recto o mayor
Angulo subpúbico agudo, 65° - 70° Angulo subpúbico abierto 90° y más
Agujero obturador más ancho y ovalado Agujero obturador más estrecho y triangular
Sínfisis púbica alta Sínfisis púbica baja
Superficie auricular del ilion cóncava Superficie auricular convexa, abombada
Surco preauricular ausente Surco preauricular presente
Curvatura del sacro más pronunciada Curva del sacro menos pronunciada
Cresta iliaca en forma de "S" Cresta iliaca más aplanada, conforma una "S" atenuada
Tabla N° 21. Algunas diferencias morfológicas en cintura pélvica
!
HUESO MEDIDA SEXO
HOMBRE MUJER
CLAVÍCULA Longitud máxima Desde 150 mm Hasta 138 mm
Perímetro centro Desde 36 mm Hasta 32 mm
ESCÁPULA Altura Desde 157 mm Hasta 149 mm
Anchura Desde 29 mm Hasta 26 mm
Longitud Desde 141 mm Hasta 128 mm
HÚMERO Longitud máxima. Desde 330 mm Hasta 280 mm
RADIO Longitud. fisiológica. Desde 235 mm Hasta 200 mm
Longitud máxima. Desde 250 mm Hasta 215 mm
CÚBITO Longitud máxima Desde 265 mm Hasta 230 mm
Longitud fisiológica. Desde 240 mm Hasta 205 mm
COXAL Anchura del ileon 64-65 mm 57-58 mm
Long. superf. articular con sacro 55-60 mm 45-50 mm
Índice isquio-púbico 83 Hasta 99,5
PELVIS Índice altura 79 Hasta 74
FÉMUR Longitud. Desde 460 mm Hasta 390 mm
Diámetro vertical cabeza Desde 44,5 mm Hasta 43,5 mm
Anchura epífisis inf. Desde 76 mm Hasta 74 mm
TIBIA Longitud máxima. > 380 mm < 320 mm
Tabla Nº 26. Algunas diferencias métricas sexuales postcraneales
“...En los mamíferos, los ovarios no parecen ser necesarios para el desarrollo de
muchos caracteres femeninos; el fenotipo femenino es el único en el cual se
desarrollara el feto a menos que sea re-direccionado por las hormonas
masculinas20..”
!
La producción de hormonas en el cuerpo esta regulada de acuerdo a la edad del
individuo. Durante el proceso de gestación, desarrollo, y crecimiento de los seres
humanos, el nivel hormonal y su correspondiente expresión ósea, parece
incrementarse en dos etapas básicas de la vida: durante el periodo de formación
fetal y posteriormente durante la pubertad.
Los principios óseos utilizados son los mismos que se manejan cuando se hace el
diagnostico en adultos, es decir:
!
• Un borde orbital romo es característico de individuos masculinos y uno agudo de
individuos femeninos.
La mayoría de estudios que se han realizado en esta área del conocimiento se han
efectuado con muestras óseas de individuos fetales, en razón a que es muy difícil
obtener esqueletos completos de niños con edades superiores. No debe olvidarse
que culturalmente existe una gran reticencia por parte de las personas a donar los
cadáveres de seres queridos para estudio, máxime si se trata de niños. A esto
debe sumarse, el hecho de que se asume que el dimorfismo sexual no es fácilmente
observable en muestras infantiles antes que se inicie la etapa de la pubertad y por lo
tanto, esta no seria la muestra mas adecuada.
Los datos han sido tomados de: Human Osteology, In Archaeology And Forensic Sciences, 2000:121-123
!
ESTUDIO Nº MUESTRA TIPO DE ESTUDIO RESULTADOS PARA
ESCOTADURA CIATICA
FAZEKAS Y • 104 fetos Húngaros Métrico • Existe dimorfismo sexual
KÓSA, 1978
BOUCHER,1957 • 107 fetos caucasoides Británicos Métrico • Existe dimorfismo sexual
• 96 fetos negroides
norteamericanos
Hunt, 1990 • 275 individuos Morfológico • La elevación de la superficie esta más asociada
(prueba del subadultos a edad que a sexo
método de norteamericanos
Weaver) (mayores de los 6
años)
Mittler y Sheridan, • 58 individuos juveniles Morfológico • 85% de los individuos masculinos mostraron
1992 (prueba del de una muestra una superficie auricular no elevada
método de arqueológica sudanesa • 58% de los individuos femeninos mostraron
Weaver) Nubia una superficie auricular elevada
Tabla Nº 28. Investigaciones internacionales para determinar el sexo en individuos subadultos a partir de la morfología de
superficie auricular del ilion
Los seres humanos presentan una serie de características a nivel óseo y dental que
suelen en mayor o menor medida, distintivas de uno u otro sexo, dependiendo del
grado de dimorfismo exhibido por la población a la que pertenezca el individuo.
Como norma general, se asume que las dimensiones óseas y dentales en un
esqueleto masculino suelen ser mayores que las de uno femenino.
!
Basados en este principio se han realizado diversos estudios que han tratando de
hacer este diagnostico sobre la base de observaciones métricas (la mayoría de
estudios se basan en la generación y aplicación de formulas discriminantes) en las
piezas dentales deciduas y permanentes de individuos subadultos.
!
llevar a cabo teniendo en cuenta criterios similares a los utilizados en individuos
adultos
Para el estudio tomó las siguientes medidas: anchura de la escotadura ciática,
profundidad de la escotadura ciática, longitud anterior del ilion, longitud posterior del
ilion, altura del ilion, anchura ilíaca. Además observó que existían diferencias en la
superficie auricular.
= ×
Tabla Nº 30. Índice apertura isquiática de Weaver (1980)
= ×
Tabla Nº 31. Índice Chilotico de Weaver (1980)
= ×
Tabla Nº 32. Índice Anchura Iliaca de Weaver (1980)
Ibid
Ibid
Ibid
Ibid
!
Grupos de edad n Elevada No elevada % acierto
Fetos Femenino 24 18 6 75,0
(6-8 meses) Masculino 24 2 22 91,7
Recién nacidos Femenino 24 13 11 54,2
(0-1 mes) Masculino 24 7 19 73,1
Femenino 23 10 13 43,5
3-6 meses
Masculino 32 3 29 90,6
Tabla Nº 34 Determinación del sexo a partir de la superficie auricular Weaver (1980)
Weaver (1980) citado por Polo C (2003) , sometió los resultados a un análisis
estadístico, que reveló que el índice de anchura ilíaca era un buen discriminante
sexual para el grupo de edad de tres a seis meses. La elevación de la superficie
auricular también resultó ser un parámetro válido para diagnosticar el sexo en el
mismo grupo de edad (con una fiabilidad del 90,6% en el sexo masculino). En el
grupo de fetos, la forma de la superficie auricular también sirve para establecer el
sexo masculino.
Schutkowsky (1993), citado por Polo C. (2003) realizó estudios en restos óseos
fetales e infantiles, utilizando como criterios principales la morfología de mandíbula
(inferior) y coxal, los rangos de confianza obtenidos estuvieron entre 70% a 90% de
acierto.
En las niñas la región mentoniana presenta una superficie lisa; además no sobresale
al mirarla de perfil. En cuanto a la forma no es cuadrangular y vista desde arriba es
estrecha y, a veces, aguda.
Ibid
Ibid
!
En los niños, sin embargo, se aprecian características contrarias, es decir, un mentón
cuadrado, más prominente, con la superficie rugosa. Al mirarlo desde arriba se ve
que es más ancho.
En las niñas los alvéolos para los dientes centrales forman un arco redondeado, sin
que sobresalgan los caninos. El arco alveolar es de forma parabólica. En los niños el
arco de los dientes anteriores es más ancho y en él se observa cómo sobresalen los
caninos respecto a los primeros molares. Por ello se describe un arco alveolar en
forma de U.
En los niños se observa cierta eversión del gonion respecto al cuerpo mandibular, sin
embargo, en las niñas, gonion y cuerpo se hallan en la misma línea.
Fotografía Nº 29. (A) Pronunciamiento del mentón: es más pronunciado en niños, que en niñas
(B) La forma del mentón vista desde arriba es más amplia y cuadrangular en niños, que en niñas
!
7.8.4 MORFOLOGÍA DE HUESO COXAL
1. ÁNGULO DE LA ESCOTADURA CIÁTICA
En las niñas el ángulo es mayor de 90º, bastante amplio, mientras que en los niños
es un ángulo cerrado (Fotografía Nº 30 y 31)
!
Fotografía Nº 32 Fotografía Nº 33
Dibuje una línea (con lápiz) que continúe el margen anterior de la escotadura ciática;
esta línea pasará sobre la superficie auricular en los individuos femeninos, en los
masculinos pasará por el borde superior de la superficie auricular (Fotografía Nº 34
y Nº 35)
Fotografía Nº 34 Fotografía Nº 35
!
4. CURVATURA DE LA CRESTA ILÍACA
Si observamos el ilion desde arriba, la cresta ilíaca tiene una marcada forma de S en
los niños, mientras que en las niñas, la forma es más suave. Esta característica no
siempre es tan definitoria, puesto que para algunos rangos de edad la muestra que
describió este criterio fue muy pequeña.
!
8. ESTIMACION DE PATRON ANCESTRAL
El concepto raza, patrón racial, filiación racial, ancestros o patrón ancestral esta
enmarcado dentro de las más complejas problemáticas estudiadas no solamente por la
antropología física, sino también por disciplinas como la genética y la historia.
Los primeros intentos por lograr una clasificación taxonómica se vieron influenciados
por tendencias racistas y xenofóbicas, y tácitamente con el ánimo de marcar diferencias
de tipo social basadas en las diferentes características físicas externas que presentase
un individuo o su grupo.
Según Cavalli - Sforza (1994:246) parece que el origen de la palabra “raza” data del
siglo XV o antes, pero no está muy claro. Se discute si procede del latín generatio o de
ratio en el sentido de naturaleza, cualidad. El término raza se refiere a caracteres
fenotípicos y genotípicos constantes presentes en un individuo, los cuales son
transmitidos a sus descendientes gracias a factores hereditarios o genéticos, estos
rasgos a su vez permanecerán hasta tanto se den mutaciones o nuevas adaptaciones
en los individuos y han sido determinados en parte por las adaptaciones humanas al
medio ambiente en donde se han desarrollado.
!
raza, para las clasificaciones raciales o para herencias sociales basadas en la
pertenencia a un grupo étnico. El elemento geográfico del concepto raza es importante
en teoría mientras es ampliamente ignorado en la práctica, ya que no concuerda con la
realidad de la distribución fenotípica actual humana. Mucha de la literatura que asume
las diferencias raciales involucra tal importancia geográfica como parte del estudio de
las diferencias entre razas, basados especialmente en la subdivisión de una muestra
de norteamericanos. Si las razas son definidas como poblaciones co-específicas,
delimitadas geográficamente y caracterizadas por distintivos fenotipos regionales,
entonces las razas humanas no existen ahora y no han existido por siglos.
De otro lado, actualmente tiende a asociarse el término genérico raza, cuya etimología
es más de tipo biológico, con factores ligados a eventos socio-culturales, p.e. “soy de la
raza negra” o “soy de la raza colombiana”, etc., adicionalmente en el contexto forense
es usual encontrar en los datos que aparecen en los encabezados de los protocolos de
necropsia el ítem RAZA, interrogante que ha venido siendo llenado de manera
indiscriminada y sin tener en cuenta criterios técnicos o científicos, pues suelen
encontrarse respuestas al respecto tales como “mestizo” o llegar a ser confundida con
el color de la piel “blanco o negro”.
Entre los primeros científicos que realizaron análisis osteológicos para establecer
diferencias métricas y morfológicas podemos mencionar a Morton (1839) y Blumenbach
(1776, 1786), siendo este último quien realizó la primera clasificación racial de los
grupos humanos.
Una serie de estudios han examinado los patrones de variación craneal a nivel
internacional, p.e. Corrucini (1972), Droessler (1981), Heathcote (1986); Howells (1973-
89); Jantz et al. (1978), Key (1983), Key & Jantz (1981-90); Owsley et al. (1981-82),
!
Pietrusewsky (1990), Rightmire (1970); Rothhammer & Silva (1990), Sciulli (1990), entre
otros.
!
INMLCF para el año 1993 muestran que la población de cadáveres ingresada a este
laboratorio es predominantemente mestiza a nivel craneométrico, pero con una alta
frecuencia de rasgos caucásicos; datos similares se reportan en las estadísticas del
mismo laboratorio para el año 2002.
En razón a que fuera del ámbito de la antropología forense y biológica el término raza o
patrón racial puede resultar complejo o difuso, aclaramos para los lectores que no son
expertos en el tema, que esta frecuencia de valores caucásicos presentes en la
población colombiana no significa que seamos personas blancas, de cabello rubio y de
ojos azules, pues precisamente estos valores hacen referencia a rasgos especialmente
de tipo óseo y en ningún momento describen color o textura de cabello, ni color de piel
u ojos.
!
Negroides: Africanos y afro americanos
Los métodos morfológicos y métricos son utilizados para asignar el patrón racial o
ancestral a un espécimen esquelético. La evaluación morfológica requiere de la
observación de ciertos rasgos del esqueleto, en los que se observa la presencia,
ausencia o grado de desarrollo de un rasgo óseo en particular.
Durante el análisis métrico se toman medidas para ser utilizadas por sí mismas o para
aplicarlas en funciones discriminantes. Las medidas tomadas en cráneo para estimar el
patrón ancestral reciben el nombre de "craneometría" y las tomadas en otros huesos del
esqueleto (postcraneal) reciben el nombre de "osteometría", que a su vez son útiles
para determinar sexo, estatura y eventualmente edad biológica en individuos
preadolescentes, infantiles y fetales.
Los datos osteométricos disponibles a nivel internacional hasta el momento son mas
numerosos en hombres que en mujeres, como lo son los datos de americanos blancos
y negros comparados con la muestra de caucásicos europeos y africanos nativos. Las
colecciones mas comúnmente utilizadas para obtener estos datos han sido la colección
ósea de referencia Hanmman-Todd y la Terry, ubicadas en los Estados Unidos, las
cuales están conformadas principalmente por individuos blancos y negros procedentes
de estratos económicos bajos de áreas metropolitanas.
En Colombia no se cuenta con una colección ósea humana contemporánea que pueda
ser examinada bajo criterios estadísticos, es decir, que sea representativa de la
!
población colombiana o que permita establecer la media y frecuencia de sus
características raciales, solamente se han llevado a cabo estudios con pequeñas
muestras de población prehispánica, especialmente las que se ubicaron en el altiplano
cundiboyacense.
De otro lado, desde el año 1999 el grupo de antropología forense del INML, junto con
estudiantes de pregrado y postgrado de disciplinas como antropología, odontología y
biología de diferentes universidades han venido realizando investigaciones en este
campo con muestras óseas de cadáveres identificados de morgue, lo que ha permitido
realizar estudios de tipo poblacional y a la vez ir conformando una colección ósea de
referencia.
Para mas información acerca de estas investigaciones se recomienda consultar el texto "Introducción a
la Antropología Forense" J.V. Rodríguez, 1994.
!
La importancia de “ubicar” racialmente un cadáver a partir de sus rasgos métricos y
morfológicos es de utilidad de los aspectos que tienen que ver con la identificación del
cadáver, pues podremos en primera medida realizar una aproximación de su
procedencia biogeográfica y de la morfología facial que éste presentaba en vida, sin
embargo se debe resaltar que estas no constituyen características exclusivas de una
población en particular, sino particularidades en la repetición de caracteres morfológicos
óseos.
Partiendo del presupuesto que el patrón racial equivale a una serie de características o
rasgos morfológicos (especialmente óseos) expresados de manera más o menos
continua en los integrantes de una población determinada, podemos decir que dar
respuesta a este interrogante dentro del contexto de la antropología forense equivale a
orientar la fisonomía que tuvo el rostro de una persona durante su vida, lo que se
establece evaluando métrica y morfológicamente las estructuras óseas de un cuerpo en
particular, especialmente las características craneales; por lo tanto el diagnóstico
resultante permitirá establecer formas, tamaños e índices de las diferentes áreas
evaluadas, por ejemplo: podemos establecer a partir de mediciones y fórmulas
matemáticas si un cráneo es alto, bajo, ancho, angosto, o si la nariz es leptorrina
(angosta), mesorrina (media) o platirrina (ancha) o hipercamerrina (muy ancha) etc.
!
De otro lado, si logramos interpretar adecuadamente los diferentes rasgos de filiación
racial en el cráneo de un cadáver en particular, será posible reconstruir la fisonomía
facial que este tenía en vida, lo que sumado a la información sobre su sexo, edad
biológica, talla y características individualizantes, permitirá esbozar prácticamente un
retrato de dicho individuo, constituyéndose en orientador de su identificación, lo que
será de gran importancia para las autoridades que investigan la muerte de una persona,
pues un cadáver que no es identificado no permite que los investigadores orienten el
rumbo de sus pesquisas.
!
Altura orbital 0.55804
Longitud del paladar 0.38304
Longitud del forámen magno - 0.481160
CONSTANTE 2.03457
Tabla N° 2 Funciones discriminantes para hombres blancos y negros
Amplitud palatal 0.30988
Altura nasal - 0.70059
Altura orbital 0.93434
Longitud del paladar 0.61496
Amplitud nasal 0.62338
Biasterion - 0.36744
CONSTANTE - 25.05490
Tabla N° 3 Funciones discriminantes para mujeres blancas y negras
ECUACIONES Y MEDIDAS 1 2 3 4 5
Longitud del cóndilo occipital - 0.0224 ------- - 0.095 - 0.0420 ---------
Amplitud del cóndilo occipital ---------- ------- -------- 0.0806 ---------
Distancia mínima entre los cóndilos 0.0345 0.338 0.0347 ---------- 0.0239
Distancia máxima entre los cóndilos - 0.0236 - 0.0329 - 0.063 ---------- -----------
Distancia interior máxima entre los cóndilos - 0.0161 - 0.0159 - 0.0428 ---------- - 0.0536
Longitud del forámen magno ------- ------- --------- 0.0284 ---------
Amplitud del forámen magno - 0.0185 - 0.0200 - 0.0201 - 0.0650 ---------
Longitud del proceso basilar 0.0777 0.0756 ---------- --------- 0.0712
Constante 0.669 0.706 2.87 1.48 0.425
Punto de corte 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5
Porcentaje de precisión 86.0 82.0 72.0 70.0 80.0
N = 100
Tabla N° 4 Ecuaciones de regresión múltiple para predecir la raza de cráneos fragmentados e incompletos
Los puntos de corte menores a 0.5 clasifican como individuos blancos, puntajes
mayores a 0.5 clasifican como negros.
Ibid
Ibid
T.D Holland, 1986 Journal of Forensic Sciences Vol. 31 N° 2 Abril de 1986:718-724
!
F 129-146 104-121 116-128
Angulo del mentón M/F 49-66 74-91 66-80
Índice nasal M/F Leptorrino Platirrino Mesorrino
Índice de prognatismo M/F Ortognato Prognato Mesognato
Borde inferior apertura piriforme M/F Agudo-romo Surco prenasal Agudo-romo
Spina nasalis anterior M/F Muy prominente Deprimida Prominente
Tabla N° 5 Variación craneométrica en los tres grandes grupos raciales
En 1998 Borris y Harris utilizando una muestra de 332 personas adultas vivas llevaron
a cabo un estudio con el objeto de generar formulas matemáticas que permitieran
predecir la raza y el sexo de un individuo. El estudio se realizo a partir del análisis se
estudiaron 13 medidas de amplitud y profundidad que incluyeron estructuras óseas y
dentales.
Los resultados mostraron que los individuos de raza negra presentaban un paladar
mucho más cuadrado, amplitud interpremolar mas amplia, y mayor profundidad del
premolar 1 (P1) a Molar 2 (M2) con respecto a los individuos de raza blanca. Las
formulas para predecir simultáneamente la raza y el sexo alcanzaron 48 % de
clasificaciones correctas, lo cual resulto ser el doble de lo que se esperaba. La mezcla
de los dos sexos incremento el porcentaje de correctas clasificaciones a un 83 %.
HOMBRES MUJERES
VARIABLE COEFICIENTE VARIABLE COEFICIENTE
4- 4 amplitud -0.221 4-4 amplitud -0.283
P1-M2 profundidad -0.443 P1-M2 profundidad -0.271
Constante 19.584 Constante 17.797
Tamaño de la muestra 132 Tamaño de la muestra 149
Porcentaje † 80% Porcentaje 83%
Tabla Nº 6. Ecuaciones canónicas para estimar la raza cuando el sexo es conocido.
*Valores positivos serán clasificados como blancos y valores negativos como negros
† Porcentaje de clasificaciones correctas utilizando la validación cruzada.
VARIABLE COEFICIENTE
4-4 amplitud -0.236
P1-M2 profundidad -0.350
Constante 18.056
!
Tamaño de la muestra 281
Porcentaje † 80%
Tabla Nº 7. Ecuaciones para estimar la raza (sexos mezclados) *
*Valores positivos serán clasificados como blancos y valores negativos como negros
† Porcentaje de clasificaciones correctas utilizando la validación cruzada.
La apariencia del contorno horizontal de la base de los huesos nasales (donde los
huesos nasales se unen con el hueso frontal) ha sido utilizada para asignar la raza o
patrón ancestral. Tres tipos de apariencia de la raíz han sido identificados de acuerdo a
Bruce (1990). Esos tipos, una descripción, y su preponderancia racial se muestran en la
Tabla Nº 8
Luis Alberto Valbuena Guairiyu realizo el trabajo “Rasgo Dental Pliegue Acodado en el
grupo étnico Wayuu, Península de La Guajira-Norte De Colombia” donde analiza el
pliegue acodado de una muestra de 53 primeros molares inferiores permanentes de
indígenas Wayuu, producto de la exodoncia o impresiones en alginato o mercaptano,
tomados a pacientes del consultorio de Salinas - Manaure (Guajira - Colombia); entre
enero de 1992 y julio de 1994. Los resultados del estudio mostraron 10 tipos de
variaciones en el pliegue acodado (el cual es característico de las poblaciones
mongoloides), el tipo 1 fue el más común con el de 67.92 % para el total de la muestra
!
analizada. Guairiyu menciona entre otras que las variaciones del pliegue podrían estar
indicando diferencias de ascendencia familiar o mestizaje con otros grupos.
Gill, 1986.
!
8.10 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA FILIACIÓN ANCESTRAL
Los diferentes índices y medidas craneométricas que se han establecido para ubicar
racialmente a un individuo muestran a nivel estadístico la media o tendencia del grupo o
población a la que pueden pertenecer, es decir, muestran las características
morfológicas que sobresalen en esa población según el estudio estadístico y variables
que se hayan valorado, por lo tanto, las mediciones que suelen aplicarse en un cadáver
contemporáneo pueden “salirse” de esa generalidad estadística y conllevar a
clasificaciones erróneas, especialmente para individuos latinoamericanos, por lo que es
importante acudir a todas las herramientas matemáticas y morfológicas que permitan
realizar una adecuada interpretación de este interrogante.
Los rasgos que tradicionalmente se han utilizado para caracterizar a los distintos grupos
poblacionales solo definen, en nuestra opinión, los extremos de la variabilidad humana.
Es necesario puntualizar que las clasificaciones que se recogen a lo largo de este tema
expresan tendencias; es decir, la presencia o ausencia o el grado de desarrollo de cada
uno de los rasgos suele aparecer más o menos en un grupo determinado, pero no
significa que todos deban de estar presentes en la misma medida.
Para ilustrar esta idea solo hay que pensar en las diferencias y similitudes que existen
entre un mediterráneo y un nórdico o entre un indígena del área maya y uno de las
praderas norteamericanas. En el primer caso ambos son caucasoides, en el segundo
mongoloides. Si las características observables en un sujeto vivo son tan distintas y
diversas, sería ilógico pretender que en el esqueleto hubiera una diferenciación por lo
menos tan clara.
!
Según lo expuesto y tomando todas las precauciones posibles, en Antropología se han
establecido tres grandes grupos poblacionales: Xantodermos Melanodermos y
Leucodermos, las diferencias entre ellos se basan fundamentalmente en características
morfológicas del cráneo. Se han intentado establecer diferencias en el esqueleto
postcraneal, pero la única que tiene algo de validez es la morfología del fémur para
caucasoides y subsaharianos.
• En los caucasoides, la diáfisis presenta una curvatura anterior mientras que en los
subsaharianos es recta.
• Si se coloca el fémur con la parte posterior sobre una superficie horizontal, el grado
de torsión de la cabeza y del cuello es mayor en caucasoides que en negroides.
• En los primeros, las pelvis suelen ser altas y estrechas, con una ensilladura lumbar
marcada y en los segundos son anchas, con una curvatura lumbar poco
pronunciada.
Las mandíbulas son bajas, anchas, con la rama mandibular verticalizada y la arcada
dental larga, hiperbólica, que tiende a la forma de U. El mentón es poco saliente con
tubérculos mentonianos pequeños y colocados en posición medial (Schultz, 1933).
!
• Las mandíbulas son paraboloides, anchas, con la rama alta y estrecha y el ángulo
goniaco más abierto. Los cóndilos mandibulares se colocan de manera paralela al
plano medio sagital. El mentón es saliente, con tubérculos mentonianos
desarrollados y colocados en posición lateral. El cuerpo suele ser alto y corto en
relación a la anchura bigoniaca (Schultz, 1933).
La espina nasal también varía entre los grupos, ya que está muy desarrollada en
caucasoides mientras que en asiáticos es bastante más pequeña e inexistente en
negroides. En estos, el borde inferior de la nariz presenta un pequeño surco o
acanaladura a ambos lados de la línea media que se conoce como escotadura símica.
Este rasgo no está presente en caucasoides en los que el borde inferior está muy
!
marcado, mientras que en los asiáticos es intermedio pero nunca aparece la
escotadura.
Para facilitar la diferenciación del grupo poblacional según las características del
cráneo, Rhine (1990) recogió los siguientes rasgos en norteamericanos. Hay que tener
cuidado y no considerar los rasgos encontrados por este autor como categorías
aplicables a todos los tipos humanos.
Caucasoides americanos:
• Inion marcado
• Longitud de la base larga
• Ángulo de la base bajo
• Trazado simple de las principales suturas
• Puede quedar huella de la sutura metopica
• Inclinación lateral de la órbita
• Nasion hundido
• Espina nasal grande (muy proyectada)
• Borde nasal inferior agudo
• Malares retraídos
• Existencia de fosa canina
• No hay prognatismo
• A veces aparecen tubérculos de Carabelli
• Arcada dental parabólica
• Mentón prominente y bilobulado
• La rama ascendente de la mandíbula presenta un estrechamiento
• El borde posterior de la rama es casi vertical
!
• Región goniaca evertida
• Orificio auditivo externo redondeado
• Ventana oval en el orificio auditivo visible
• Sutura palatina abultada
• Sutura cigomático-maxilar curva, en forma de S.
!
• Ventana oval a través del conducto auditivo externo no visible
• Sutura palatina plana
• Sutura cigomático-maxilar angulada
Negroides americanos
• Depresión postbregmática
• Longitud de la base larga
• Trazado simple de las principales suturas
• Órbitas rectangulares
• Abertura nasal ensanchada
• Ligera depresión nasal en norma lateral
• Huesos nasales en forma de tejado (domiformes)
• Espina nasal pequeña o inexistente
• Presencia de una acanaladura o surco prenasal en el borde inferior de la
apertura nasal (escotadura sínica)
• Malares verticales
• Gran prognatismo
• Molares con aspecto rugoso
• Arcada dental hiperboloide
• Mentón redondeado y vertical
• Borde mandibular recto
• Presencia de un estrechamiento en la rama ascendente de la mandíbula
• Borde posterior de la rama casi vertical
• Región goniaca recta
• Orificio auditivo externo redondeado
• Ventana oval desde el conducto auditivo externo visible
• Sutura palatina saliente
• Sutura cigomático-maxilar curva, en forma de S.
!
Fotografía Nº 1 Fotografía Nº 2 Fotografía Nº 3
Fotografía Nº 4
Fotografía Nº 1 y 2: Cráneo de individuo masculino, mestizo con rasgos predominantemente caucasoides (apertura nasal estrecha,
espina nasal inferior proyectada, rostro angosto, mentón prominente)
Fotografía Nº 3: Corresponde al paladar del individuo caucasoide de fotografías Nº 1 y 2, nótese el paladar parabólico. En razón a
que es un individuo mestizo presenta además un rasgo mongoloide (superficie palatina de incisivos superiores centrales en forma
de pala)
Fotografía Nº 4: Rostro típico de individuo caucásico (cráneo alto, rostro angosto, nariz angosta y proyectada)
Las fotografías Nº 1, 2, 3, 4, 5, 7, 9, 10, 11 y 13 pertenecen a la colección del Dr. Andrés Patiño Urraña, las fotografías Nº 6 y 12
pertenecen al calendario UNESCO 2002, la fotografía Nº 8 pertenece a la colección del autor del presente texto.
!
Fotografía Nº 5 Fotografía Nº 6
Fotografía Nº 7 Fotografía Nº 8
Fotografía Nº 5: Cráneo de individuo colombiano prehispánico, masculino, de rasgos típicamente mongoloides (rostro ancho,
pómulos sobresalientes, órbitas anchas y altas, apertura nasal de anchura media, aunque la espina nasal no es muy visible en la
fotografía, esta es de longitud mediana)
Fotografía Nº 6: Corresponde al rostro de un individuo latinoamericano, femenino, indígena contemporáneo, con características
morfológicas típicas de la población mongoloide (pómulos sobresalientes, nariz de anchura media, ojos “almendrados” u “orientales”
, con presencia de pliegue epicántico -interno- .y superposición del párpado superior, características que son consecuencia de
órbitas anchas y altas.
Fotografía Nº 7 y 8: Incisivos con la superficie lingual en forma de pala (shovel-shaped), aunque esta característica es típica de la
población mongoloide, no es exclusiva, pues también se ha reportado en individuos caucasoides y negroides, aunque con una
frecuencia más baja.
!
Fotografía Nº 9 Fotografía Nº 10 Fotografía Nº 11
Fotografía Nº 12 Fotografía Nº 13
Fotografía Nº 9 y 10: Cráneo en norma frontal y lateral izquierda respectivamente de individuo masculino colombiano actual,
mestizo, de rasgos predominantemente negroides (marcado prognatismo alveolar, apertura nasal ancha (> de 27 mm.), ligera
depresión nasal en norma lateral, órbitas rectangulares, espina nasal casi inexistente, borde inferior de apertura nasal romo)
Fotografía Nº 11: Corresponde al paladar del individuo de las fotografías Nº 12 y 13, arcada dental hiperboloide, sutura palatina
saliente, simulando torus palatino incipiente
Fotografía Nº 12 y 13: Corresponde a los rostros de un individuo femenino y masculino actuales, latinoamericanos
afrodescendientes, con características morfológicas típicas de la población negroide (base de la nariz muy ancha > de 36 mm.,
pómulos no muy salientes, rostro de anchura media, región bucal con marcado prognatismo)
!
9. ESTIMACION DE LA EDAD
Son múltiples las definiciones utilizadas para establecer en que etapa bio-cronológica
se encuentra una persona (viva o muerta), entre ellas podemos mencionar la fetal,
neonato, infantil, preadolescente, adolescente, adulto joven, sub-adulto, adulto
maduro, senil, entre otras; p.e. la Organización Mundial de la Salud define que son
ancianos (viejo, senil, geronte o adulto mayor, según otros) todos aquellos mayores
de 65 años en países desarrollados y los mayores de 60 años en países en vías de
!
desarrollo como Colombia (López Ramírez, 1998:1). La terminología para estimar la
edad tiende a variar especialmente dependiendo de la disciplina desde donde se
este evaluando, incluso puede variar de un país a otro.
La edad cronológica constituye tan solo una aproximación y por lo tanto se expresa
en rangos etarios. Generalmente la edad cronológica se encuentra consignada en
!
documentos legales de identificación suministrados por el Estado, tales como el
registro civil, tarjeta de identidad, cédula de ciudadanía, pasaporte, entre otros.
!
que permite una mejor interpretación de los cambios físicos presentes, en cambio,
como se vio en los individuos adultos, el rango de error en la estimación de la edad
es un poco más amplio en razón a que estos ya han completado su desarrollo óseo,
lo que nos obliga acudir a otros criterios morfológicos que hacen sensiblemente más
compleja la evaluación de la edad.
!
9.4 ESTIMACIÓN DE LA EDAD EN CADÁVERES
!
óseas humanas desde el estado fetal, hasta la senilidad. Esta “metamorfosis” ha sido
clasificada por rangos de edad que se expresan en años; pues hasta el momento no
ha sido posible descubrir un método o técnica que nos permita determinar la edad
exacta en un cadáver esqueletizado, putrefacto o carbonizado, no obstante, la edad
biológica que proporcionan las estructuras óseas, nos permite realizar una gran
aproximación.
!
a cabo tomando un pequeño fragmento de hueso compacto, preferiblemente de
diáfisis femoral o tibial, el cual es procesado en el laboratorio de histotecnología para
obtener una sección muy delgada de hueso que será observada en el microscopio.
El método de Singh y Gunberg (1970), citado por Polo C. (2003) permite realizar un
cálculo aproximado de la edad con buena precisión y exactitud, es válido para ambos
sexos, pero presenta limitaciones: útil solamente para edades superiores a los 40
años y aplicable sobre muestras óseas obtenidas de mandíbula, fémur y tibia.
El método de Singh y Gunberg (op. cit. 2003) es como sigue: La laminilla ósea se
obtiene mediante el uso de un microscopio de abrasión, dejando una preparación
histológica de 10-25 micras de espesor y sin teñir. Posteriormente, en un microscopio
con retícula y empleando un campo de visual de 1.62 mm., se contabilizan en al
menos dos campos los siguientes parámetros: número de osteonas, número
promedio de laminillas por osteona y diámetro de los canales de Havers. Este
método se basa en cuantificar el diámetro de los conductos de Havers en una
preparación microscópica, dado que esta medida aumenta con la edad.
EDAD DIÁMETRO
Recién nacido 27.5-30 micras
20 años 30 micras
50 años 40 micras
anciano 45 micras
Tabla Nº 1 Conteo de osteones en diferentes etapas de la vida
Las áreas óseas que recomendamos preservar del cadáver para realizar el conteo de
osteones se pueden tomar de tercio medio diafisial de huesos largos, especialmente
fémur y tibia, que son las áreas conformadas mayormente por hueso compacto; se
recomienda retirar una sección longitudinal de 2 cm de ancho x 2 cm de largo,
utilizando sierra eléctrica descontaminada. En caso de contar solamente con cráneo,
se puede cortar una pequeña sección ósea de región occipital.
!
9.6 ESTIMACIÓN DE LA EDAD A PARTIR DEL GRADO DE SINOSTOSIS Y
OBLITERACIÓN DE LAS SUTURAS CRANEALES
El cráneo humano esta compuesto por varios huesos que desde comienzos de la
vida uterina se encuentran separados por placas de cartílago (Fotografía Nº 1) , una
vez el feto se va desarrollando, estas placas cartilaginosas paulatinamente se van
transformando en hueso y a la vez incrementan su tamaño hasta que llegan a formar
los diferentes huesos del cráneo (parietales, temporales, occipital, etc.), los cuales se
encuentran unidos parcialmente entre sí por sus bordes dentados (suturas) y
manteniendo durante la juventud y madurez temprana la apariencia de una
“cremallera ósea”, la cual comienza su proceso de fusión total a comienzos de la
madurez, para desaparecer usualmente en edades seniles.
!
Fotografía Nº 1 Huesos craneales en un feto a término, nótese la placa de cartílago que los une , las
flechas señalan la direccionalidad del cierre, de afuera hacia adentro.
Las suturas craneales han sido estudiadas y descritas por diferentes investigadores
como útiles para realizar una aproximación de la edad biológica, dependiendo del
mayor o menor grado de cierre que estas presenten.
En 1924 Todd y Lyon citados por Reverte (1999:515-516), intentaron cuantificar los
cambios que tienen lugar en las suturas craneales cuando se produce su sinostosis;
el cierre de las suturas craneales inicia en la tabla interna o endocraneal entre los 20-
22 años y continúa progresivamente hasta tabla externa o exocraneal (op. cit).
9.6.1 PROCEDIMIENTO
Para realizar la valoración Meindl y Lovejoy (1985) dividen el cráneo en dos áreas:
Sistema de Caja Craneal, incluye áreas de las suturas lambdoidea, sagital, coronal
y parietoesfenoidal y el Sistema Lateral Anterior, que comprende las suturas
esfenofrontal, esfenotemporal inferior, esfenotemporal superior (este sistema incluye
dos puntos del sistema de caja craneal, el midcoronal y el pterion, los cuales deben
ser tenidos en cuenta al sumar el total obtenido con este sistema.)
!
2. Sume la totalidad de los puntos obtenidos de acuerdo a cada sistema (caja
craneal o lateral anterior) de manera independiente, luego compare el resultado con
las tablas Nº 3 y 4
!
2. LAMBDA: Punto donde se unen las suturas lambdoidea y sagital
3. OBELION: Región de la sutura sagital en donde se unen los dos agujeros
parietales
4. SAGITAL ANTERIOR: Punto ubicado en el tercio anterior de la sutura sagital.
5. BREGMA: Punto donde se unen la sutura coronal y la sagital
6. MIDCORONAL: Punto medio de cada mitad de la sutura coronal
7. PTERION: Punto donde se unen la sutura parietoesfenoidal con la coronal.
SISTEMA LATERAL ANTERIOR
• Se debe tener prudencia al utilizar este método en individuos que han sufrido
impactos de proyectil de arma de fuego en cráneo, ya que los efectos de la
energía cinética generalmente tienden a afectar la morfología de las suturas, es
decir, hace pueden hacer que estas se separen en mayor o menor grado, por lo
tanto se recomienda no aplicar esta técnica en cráneos que presenten este tipo
de lesión.
!
• Este método no goza de buena aceptación a nivel internacional debido a que
algunos autores consideran que existe gran variabilidad en el proceso de
obliteración de las suturas craneales, el cual depende a su vez de factores como
el sexo y la filiación ancestral del cadáver estudiado, lo que requiere que se valide
la técnica en cada población. No obstante, resulta de gran utilidad cuando se
presentan casos forenses en los que se ha recuperado solamente el cráneo del
cadáver.
• Este método no es aplicable en individuos menores de 25- 30 años, pues las
suturas aún presentan un notable grado de apertura y consecuentemente los
valores de cada punto observado serán iguales a 0 en las tablas de valores, lo
que dará como resultado que estas lo clasifiquen solamente como un individuo
menor de 50 años.
7
8
!
3
5
4
!
9
!
Fotografía Nº 6 Fotografía Nº 7 Detalle de sutura basilar abierta en una
Ubicación anatómica sutura basilar niña de 9 años de edad
Fotografía Nº 8 Detalle de sutura basilar cerrada, corresponde a un individuo adulto, luego de que
esta sutura se ha cerrado no es útil como criterio para estimar edad biológica
!
A) No hay unión con las distintas crestas y surcos (Fotografía Nº 9)
B) Unión parcial con parte de la "corona" o "tapa". Una línea nítida se observa entre
la epífisis y la diáfisis (Fotografía Nº 10).
C) Se muestra una unión epifisial completa con una terminación lisa o suave y no hay
indicaciones de la epífisis (Fotografía Nº 11).
Webb y Suchey,1985:124
!
Fotografía Nº 11 Se muestra una unión epifisial completa con una terminación lisa o suave, no hay
indicaciones de la epífisis. La porción ósea de esta fotografía corresponde aun individuo masculino de
32 años
Cerný (1983), citado por Krogman & Iscan (op. cit.), propone la metamorfosis del
cartílago tiroides en nueve fases, las cuales abarcan individuos con edades entre los
15 y 68 años; este autor propone que solamente las fases 1 y 2 son válidas para
estimar la edad biológica en ambos sexos, las restantes siete fases se podrán utilizar
solamente en individuos masculinos, además advierte que después de los setenta
años el proceso de resorción ósea continúa dramáticamente, lo que puede conllevar
a que una persona inexperta pueda confundir esto con un individuo de menor edad
FASE 1 (15-17 años): El primer centro de osificación hace su aparición en la porción más baja de la
futura rama lateral.
FASE 2 (18-21años): Los centros de osificación en la base del cuerno inferior y aquellos en el área
del tubérculo tiroideo inferior se funden para formar el llamado triángulo posterior.
!
FASE 3 (21 - 26 años): Osificación del cuerno o asta inferior.
FASE 5 (28 - 39 años): Osificación de la rama inferior. Se presenta en la cuarta década de la vida, el
lado derecho y el lado izquierdo de la rama inferior se fusionan por la línea media
FASE 6 (37 - 45 años): Osificación del proceso paramedial y desarrollo de la rama paramedial.
FASE 7 (48 - 53 años): Desarrollo de la ventana posterior y formación del proceso medio.
FASE 8 (51 - 58 años): Osificación de la rama superior y crecimiento del proceso medial fusionándose
con la rama superior.
Fotografía Nº 12 Anatomía del cartílago tiroides: (1) triángulo posterior (2) caudal inferior (3) rama
superior (4) proceso paramedial (5) proceso medio (6) rama lateral (7) rama paramedial
(8) barra medial (9) ventana posterior (10) ventana anterior (Cerný, 1983, Figura 1)
!
Fotografía Nº 13 Fases de osificación del cartílago tiroides (Cerný, 1983, Figura 2)
Ibid
!
9.10 CAMBIOS ARTICULARES DEGENERATIVOS EN ESTRUCTURAS ÓSEAS
HUMANAS
Según Reverte (1999:526), una vez comienza la década de los cuarenta años
sobrevienen alteraciones del metabolismo del calcio, el cual se va depositando poco
a poco en algunas áreas del esqueleto humano, especialmente las regiones
articulares, siendo más evidente en las inserciones tendinosas de los huesos y los
bordes articulares, donde se generan neoformaciones de hueso, osteofitos,
labiaciones o bordes óseos evertidos. En la fotografía Nº 15 se puede observar la
vértebra de individuo de 52 años que presenta un osteofito en borde de cuerpo
!
vertebral, evento que puede ser considerado “normal” en esta etapa de la vida; en la
fotografía Nº 16 se observan las vértebras de un individuo sub-adulto, las cuales
como es de esperarse, presentan bordes de cuerpos vertebrales libres de
excrecencias óseas.
!
16 años, hasta individuos seniles; aún no se han reportado estudios donde se hayan
encontrado cambios en esta área en individuos menores de 16 años.
En el año 1984 Loth e Iscan presentan los resultados de un análisis realizado a una
muestra de cuartas costillas pertenecientes a 208 individuos masculinos y femeninos,
caucásicos, de origen norteamericano con diferentes edades, observando cambios
morfológicos degenerativos en la superficie costocondral de cada muestra, los cuales
se mostrarán más adelante.
Con base en dichos análisis los autores propusieron un método para estimar la edad
biológica, compuesto por 9 fases numeradas desde la # 0 hasta la # 8; cada una con
un rango determinado de edad y en dependencia de la morfología y características
presentes en este segmento óseo. De igual manera propusieron nueve fases para
estimar edad biológica en población femenina caucásica, utilizando el mismo método
que en la población masculina.
Esta técnica desarrollada fundamentalmente por Iscan et al. (1984 y 1985) e Iscan &
Loth (1986 y 1989), se basa en el análisis de las características morfológicas de la
extremidad distal o esternal de las cuatro primeras costillas, las cuales varían con la
edad. De este modo establecieron nueve fases o estadios atendiendo a los
siguientes criterios:
!
Borde y grosor de las paredes de la fosita articular
Presencia o ausencia de ventanas y proyecciones óseas en las paredes de la
fosa
En el año 1998 la Dra. María V. Pérez recolectó y analizó una muestra de 100
costillas contemporáneas, masculinas, con edades que variaban de los 10 a los 80
años en una población de morgue de la ciudad de Medellín - Antioquia (Colombia).
Pérez concluyó que las fases propuestas por Loth e Iscan son totalmente aplicables
a dicha población, debido a que esta presenta rasgos caucásicos marcados, fuera de
ello no encontró diferencias que ameritaran proponer cambios a la técnica original.
!
El Dr. Germán Martínez (1998) igualmente recolectó una muestra de 35 costillas
contemporáneas masculinas, en una población de la de necropsias del Instituto de
Medicina Legal en Pasto - Nariño (Colombia), concluyendo con los resultados
obtenidos que la técnica de Loth e Iscan es aplicable a esa población.
En el año 1997 y 1998 César Sanabria recolectó y analizó una muestra de 280
cuartas costillas procedentes de individuos masculinos mestizos identificados que
ingresaron a la sala de necropsias del INMLCF en Bogotá - Colombia. Él sometió la
muestra a análisis cualitativo aplicando la técnica de Loth & Iscan, adicionalmente
aplicó un análisis cuantitativo asignando valores numéricos a las estimaciones
realizadas. Los resultados de Sanabria indican que a nivel general el método sí es
aplicable a población mestiza colombiana, sin embargo, los resultados del análisis
estadístico muestran una ligera divergencia con respecto al estudio de Loth & Iscan
en las Fases 3 (24-28) y 4 (26-32).
Notas tomadas de la investigación realizada por César Sanabria Medina para validar el método de
Loth & Iscan en población colombiana, Bogotá - Colombia 1998
Loth & Iscan (1984) en Krogman & Iscan (1986:134-143)
!
FASE 0 (0 – 16 años): La superficie esternal se presenta con una morfología
aplanada u ondulada, de bordes redondeados y aro regular. El hueso es suave, firme
y sólido.
FASE 2 (20 – 23 años): La fosa articular se torna profunda y configura una forma en
V entre las paredes anteriores y posteriores; estas son espesas, suaves y aplanan
con un festoneo o margen ligeramente ondulado. El hueso es firme y sólido.
FASE 3 (24-28 años): La fosita articular ha asumido una forma moderada de U. Las
paredes todavía son bastante espesas, con los bordes redondeados. Aún persiste el
festoneado, pero el margen del borde se torna mas irregular. El hueso todavía es
bastante sólido
!
FASE 6 (43 – 55 años): Se incrementa la profundidad de la fosa articular, continua
su forma de U ancha entre las paredes. El borde es irregular y se observan
proyecciones óseas largas que frecuentemente más pronunciadas en el borde
superior e inferior. Es más notoria la pérdida de peso, se observa más porosidad al
interior de las paredes y en el piso de la fosa articular.
FASE 7 (54 – 64 años): La fosa articular es profunda y conforma una U muy ancha
entre pared anterior y posterior; las paredes son delgadas, de bordes agudos e
irregulares, además presentan proyecciones óseas. El hueso es ligero en peso,
frágil, con un significante deterioro de su calidad y obvia porosidad que afecta
paredes y piso de la fosa.
FASE 8 (> 65 años): En esta fase final la fosa articular es muy profunda y conforma
una amplia U entre las paredes. En algunos casos el piso de la fosa articular está
ausente. El hueso se observa muy deteriorado, de paredes delgadas y friables, en
algunos casos se forman “ventanas” óseas en las paredes. Los bordes de la fosa
articular son muy irregulares y en la mayoría de las ocasiones se perciben grandes
picos o proyecciones óseas en borde superior e inferior. En algunos casos se
observa solo un gran pico óseo en uno de los extremos de la fosa.
Las fotografías de cada fase corresponden al modelo estándar de la investigación de Sanabria (1998) para población
masculina mestiza colombiana. Las tres fotografías de cada fase corresponden a un mismo individuo, a excepción de las
fotografías de la Fase 8, las cuales corresponden a individuos diferentes.
!
Fotografía Nº 17 Fotografía Nº 18 Fotografía Nº 19
Fase 0 Individuos Masculinos
!
Fotografía Nº 26 Fotografía Nº 27 Fotografía Nº 28
Fase 3 Individuos Masculinos
!
Fotografía Nº 35 Fotografía Nº 36 Fotografía Nº 37
Fase 6 Individuos Masculinos
!
9.11.2 ESTIMACIÓN DE LA EDAD A PARTIR DE LA MORFOLOGÍA DE PORCIÓN
ESTERNAL DE CUARTA COSTILLA EN INDIVIDUOS CAUCÁSICOS
FEMENINOS
FASE 0 (< 13 años): La superficie articular es casi plana, con presencia de crestas y
ondulado. La superficie externa de la articulación costocondral presenta en el borde
algo similar a una capa de hueso. Los bordes son redondeados y en general el
hueso es firme y sólido
!
aprecia algo de festoneado a lo largo del arco central; sin embargo, los festones no
están muy definidos. La calidad del hueso es buena pero decrece en densidad.
!
frecuentemente con proyecciones óseas en los bordes superior e inferior.
Ocasionalmente se forman oquedades en las paredes. El hueso presenta
condiciones muy pobres, es extremadamente delgado, frágil, liviano y quebradizo.
Las fotografías para individuos femeninos fueron tomadas de The Human Osteology - A Laboratory and Field Manual, Fourth
Edition (1995:144-145)
!
Fotografía Nº 50 Fotografía Nº 51
Fase 2 Individuos Femeninos
!
Fotografía Nº 58 Fotografía Nº 59 Fotografía Nº 60
Fase 5 Individuos Femeninos
!
Fotografía Nº 67 Fotografía Nº 68 Fotografía Nº 69
Fase 8 Individuos Femeninos
FASE 1 (18-19 años): Las carillas articulares presentan una superficie bastante
rugosa, con crestas transversales que dan origen a surcos, aquí no son observables
componentes tales como los bordes de las carillas y nódulos de osificación, entre
otros.
!
FASE 2 (20- 21 años): Las carillas continúan presentando una superficie similar a la
anterior fase, se observa leve relleno de los surcos en el área dorsal. Se inicia el
biselamiento ventral.
FASE 3 (22-24 años): Debido al proceso de relleno las crestas y surcos se hacen
menos evidentes, el biselamiento ventral es más nítido y comienza la formación del
plano dorsal, las extremidades superior e inferior no están delimitadas.
FASE 6 (30-35 años): Se aprecia una mejor definición de las extremidades superior
e inferior. La rampa ventral esta casi totalmente definida. Las crestas y surcos son
casi imperceptibles, en cambio se observa una superficie granulosa.
FASE 7 (35-39 años): La superficie granulosa vista en la fase anterior se torna más
sutil. En los bordes de lo sitios de inserción de tendones y ligamentos se pueden
llegar a apreciar leves exostosis.
FASE 8 (39-44 años): Las carillas sinfisiales están completamente lisas. El borde de
las carillas sinfisiales está completo y presenta forma ovalada, las extremidades
están completamente definidas.
!
FASE 10 (> 50 años): La superficie de las carillas articulares presentan cavitaciones,
continúan apareciendo labiaciones en los bordes. A partir de esta edad la superficie
sinfisial se presenta muy distorsionada.
!
Fotografía Nº 76 Fotografía Nº 77 Fotografía Nº 78
Fase VII (35 - 39 años) Fase VIII (39 - 44 años) Fase IX (44 - 50 años)
Fotografía Nº 79
Fase X (> 50 años)
Estos autores realizan una investigación y llevan a cabo algunas modificaciones del
método utilizado por Todd (1920), con su método se valoran tres componentes
sinfisiales que se deben analizar de forma independiente, asignándole a cada uno un
valor numérico de 0 a 5, dependiendo de su morfología; una vez obtenidos los
valores, estos deben ser sumados y el total alcanzado. El total obtenido de la
sumatoria equivale a un rango de edad, el cual se compara con una tabla establecida
por los investigadores a partir del análisis que ellos realizaron con una muestra de
individuos de edad conocida. A continuación mostramos los componentes sinfisiales,
!
sus características y el respectivo valor, luego aparece la tabla de valores con la que
se compararán los resultados (en Krogman & Iscan 1986 pp. 156-158).
COMPONENTE 1:
0. Ausencia de borde dorsal
1. Ligero margen en el tercio medio del borde dorsal
2. Margen dorsal completo
3. Crestas rellenas y reabsorción de surcos
4. Vestigios de ondulado
5. Desaparición del ondulado, cara aplanada y contextura ligeramente granular
COMPONENTE 2:
0. Ausencia de biselado ventral
1. Biselado ventral aparece en borde ventral superior
2. El biselado inferior se observa a lo largo del borde ventral
3. La rampa ventral comienza desde las extensiones óseas de una o ambas
extremidades
4. El aplanamiento se extiende a lo largo del borde ventral en el que aún se
observan surcos, los cuales se hacen mas evidentes en los dos tercios
superiores.
5. Se completa la faceta ventral
COMPONENTE 3:
0. El borde o aro sinfisial esta ausente
1. El borde o aro sinfisial aparece en el margen dorsal
!
2. El borde dorsal se completa y el aro ventral esta comenzando. No hay sitio
particular de inicio
3. Se completa el borde o aro sinfisial. La superficie sinfisial es de textura granulada
suave, irregular u ondulada en su apariencia.
4. El aro sinfisial comienza a romperse, la carilla articular se vuelve aplanada y lisa,
el aro no es completamente redondeado. Hay alguna evidencia de labiación sobre
el borde ventral.
5. El aro sinfisial continua su rompimiento, especialmente a lo largo del borde ventral
superior. La carilla sinfisial se enrarece. Hay una desintegración y osificación
errática a lo largo del borde ventral.
Para estimar el rango de edad del individuo estudiado se coteja la carilla articular con
los componentes enunciados y de acuerdo a cada una de las características
morfológicas que presente se le asigna un valor que va de 0 a 5, por último se suman
los valores de cada componente y se asigna un rango de edad de acuerdo a la tabla
de valores de la tabla Nº 7 para individuos masculinos.
!
9.12.3 METODO DE GILBERT & MCKERN PARA CALCULAR LA EDAD A
PARTIR DE SINFISIS PUBICA EN INDIVIDUOS FEMENINOS(1973)
Gilbert y McKern, citados por Krogman & Iscan (1986:161) encontraron que el
método de Todd para estimar edad biológica por morfología de sínfisis púbica no era
aplicable a ambos sexos en razón a las obvias diferencias de dimorfismo sexual
presentes en esta área. Estos dos investigadores establecieron los estándares para
individuos femeninos basados en los tres componentes de McKern y Stewart (1957)
introducido para individuos masculinos. La descripción y valor de los componentes se
muestra a continuación, en la Tabla Nº 35 se encuentran las edades asignadas, las
cuales dependerán del valor de la sumatoria de los tres componentes.
!
2. Los surcos se siguen rellenando, la semicara de la extremidad superior e inferior
se siguen expandiendo. La rampa ventral se extiende lateralmente a lo largo del
borde ventral.
3. La semicara ventral es rellenada en su mayor área por tejido óseo granular
4. La superficie de la rampa ventral es granulosa completamente, desde la cresta
púbica, hasta la rama inferior.
5. Se inicia la destrucción de la superficie de la rampa ventral, esta se observa casi
cóncava y de aspecto esponjoso.
Ibid
!
9.12.4 METODO DE SUCHEY & BROOKS PARA CALCULAR LA EDAD A PARTIR
DE SINFISIS PUBICA EN INDIVIDUOS FEMENINOS Y MASCULINOS (1990)
(op. cit.:96-97)
!
Fase 2. La cara sinfisial aún puede presentar desarrollo de crestas. Comienza la
delimitación de ambas extremidades que ocurre con o sin nódulos de osificación.
La rampa ventral puede estar en sus fases iniciales como parte de la extensión de la
actividad ósea en una o ambas extremidades.
!
desfigurada con procesos de osificación errática. El aspecto de la superficie es con
frecuencia irregular.
Fotografía Nº 80 Aspectos de la sínfisis púbica por fases, según Suchey & Brooks (1990), dibujo
original de P. Walker (1990) tomado de White y Arend (2000:356)
!
FEMENINOS MASCULINOS
FASE MEDIA D.S. MEDIA D.S.
I 19,4 2,6 18,5 2,1
II 25,0 4,9 23,4 3,6
III 30,7 8,1 28,7 6,5
IV 38,2 10,9 35,2 9,4
V 48,1 14,6 45,6 10,4
VI 60,0 12,4 61,2 12,2
Tabla Nº 9 Asignación de edades para individuos masculinos y femeninos de acuerdo a la fase
asignada por la técnica de Suchey & Brooks (1990)
9.13 METODO DE LOVEJOY ET. AL. (1985) PARA ESTIMAR LA EDAD A PARTIR
DE LA SUPERFICIE AURICULAR DEL ILION
Ibid (1994:99)
Citadas por Buikstra & Ubelaker (1994:25)
Ibid
!
Fase 1: El aspecto de la superficie es granuloso y presenta organización trasversa.
La actividad retroauricular, apical y porosidad no están presentes. La superficie es
ondulada y dispuesta transversalmente (Edad = 20 – 24 años).
!
Fase 6: Se incrementa la pérdida de granulosidad y va siendo reemplazada por tejido
denso, no se observa la más mínima señal de ondulado, estrías u organización
trasversa. Los cambios en el ápice son leves, sin embargo son observables. La
microporosidad se pierde total o parcialmente. La irregularidad de los bordes
aumenta y se observa poca actividad retroauricular y poca o ninguna
macroporosidad (Edad = 45 – 49 años)
!
Fotografía Nº 82 Fotografía Nº 83 Fotografía Nº 84
Fase 1 Fase 2 Fase 2
Femenino 20 años Masculino 25 años Femenino 28 años
!
Fotografía Nº 88 Fotografía Nº 89 Fotografía Nº 90
Fase 4 Fase 4 Fase 4
Femenino 35 años Femenino 36 años Masculino 38 años
!
Fotografía Nº 94 Fotografía Nº 95 Fotografía Nº 96
Fase 5 Fase 6 Fase 6
Masculino 44 años Masculino 45 años Masculino 47 años
!
Fotografía Nº 100
Fase 8
Femenino 60 y más años
!
Desde la época fetal, la evolución del organismo humano no se sucede
aceleradamente, sino que está marcada por una serie de factores fisiológicos del
crecimiento de acuerdo con la edad, este proceso de cambios en el sistema óseo ha
venido siendo observado desde hace muchas décadas en diferentes poblaciones, lo
cual ha permitido estandarizar dichos cambios, permitiendo así que desde diferentes
ópticas disciplinarias puedan ser reconocidos. El hueso es un elemento que no cesa
de sufrir transformaciones a lo largo de toda la vida, deteniéndose solamente en lo
referente a su longitud alrededor de los 24 años.
!
HUESO EPIFISIS APARICION DEL FUSION COMPLETA
CENTRO DE (años)
OSIFICACION (años)
CLAVICULA Esternal 16 - 20 21 - 25
HUMERO Proximal 1 18 - 22
Distal 1-2 14 - 15
RADIO Proximal 4-7 14 - 18
Distal 1-2 21 - 23
CUBITO Proximal (olécranon) 10 - 12 15 - 17
Distal 4-6 18 - 20
FEMUR Distal 1 17 - 20
Trocánter mayor --------- 17 - 20
Trocánter menor --------- 16 - 20
ROTULA ---------- 3-5 ----------
TIBIA Proximal --------- 17 - 20
Distal 2 16 - 19
PERONE Proximal 3-5 17 - 20
Distal 2 16 - 19
Tabla N° 11 Cronología de osificación y fusión de algunas epífisis en una muestra ósea europea
Todos los números se encuentran en años a menos que se indique lo contrario. Los
rangos de variación son amplios e incluyen reporte individual de sexo y diferencias
poblacionales. Dentro de los rangos dados se asume que las mujeres presentan una
fusión dos años por encima de los hombres.
!
EPÍFISIS / HUESO OSIFICACION INICIO FUSION FUSION FINAL
C1 arco posterior ----------- 3 ---------------
C1 arco anterior ----------- ----------- 6
C2 superficie inferior ----------- 19 - 20 ------------
C3 - C7
Arco a cuerpo 3 6 -----------
Epífisis secundaria ------------ 17 25
Torácica
Arco a cuerpo ----------- 4-5 --------------
Epífisis secundaria ----------- Pubertad 18
Anillos epifisiales ------------ 17 25
Lumbar
Arco a cuerpo ------------- 6 -------------
Epífisis secundaria ------------ Pubertad 18
Anillos epifisiales ------------- Pubertad Adulto
Tabla N° 13 Columna vertebral
24
Fazekas y Kósa (1978) Ubelaker (1989), en Forensic Anthropology Course (2001:109)
!
EDAD ESTIMADA N LONGITUD MEDIA D.S RANGO
(años) (mm)
HUMERO
NB - 05 49 70.5 5.2 63.5 - 89.0
0.5 - 1.5 37 102.3 8.9 84.0 - 119.0
1.5 - 2.5 11 129.5 5.9 121.0 - 138.0
2.5 - 3.5 10 139.5 12.8 118.0 - 157.0
3.5 - 4.5 2 156.5 3.5 154.0 - 159.0
4.5 - 5.5 4 167.6 8.8 161.0 - 179.5
5.5 - 6.5 7 180.1 6.5 172.5 - 192.0
6.5 - 7.5 4 192.1 7.9 187.5 - 204.0
7.5 - 8.5 2 211.8 7.4 206.5 - 217.0
8.5 - 9.5 0 ----- ------ ----------
9.5 - 10.5 5 228.6 4.2 225.0 - 235.0
10.5 - 11.5 1 245.0 ------ --------
11.5 - 12.5 2 254.5 5.0 251.0 - 258.0
RADIO
NB - 0.5 47 57.4 4.9 49.0 - 73.5
0.5 - 1.5 31 81.0 6.1 67.0 - 92.0
1.5 - 2.5 14 97.1 5.5 84.0 - 104.0
2.5 - 3.5 9 106.3 9.8 93.5 - 119.0
3.5 - 4.5 2 118.3 3.2 116.0 - 120.5
4.5 - 5.5. 4 128.1 3.4 125.0 - 132.5
5.5 - 6.5 5 140.6 5.4 134.5 - 149.0
6.5 - 7.5 3 149.5 3.5 146.0 - 153.0
7.5 - 8.5 1 168.0 ------ ----------
8.5 - 9.5 0 ------- ------ ----------
9.5 - 10.5 3 185.7 9.3 178.0 - 196.0
10.5 - 11.5 1 189.0 ------ ---------
11.5 - 12.5 4 190.9 14.3 169.5 - 200.0
CUBITO
NB - 0.5 47 66.1 5.0 60.0 - 82.5
0.5 - 1.5 22 92.1 7.7 74.5 - 103.0
1.5 - 2.5 13 108.5 6.8 94.0 - 116.0
2.5 - 3.5 9 117.9 10.9 100.0 - 129.5
3.5 - 4.5 2 129.8 4.6 126.5 - 133.0
4.5 - 5.5 4 142.8 2.9 140.0 - 145.5
5.5 - 6.5 6 153.8 7.9 145.0 - 166.0
6.5 - 7.5 4 167.1 6.1 161.0 - 175.0
7.5 - 8.5 2 180.0 5.7 176.0 - 184.0
8.5 - 9.5 0 ------ ------ -------
9.5 - 10.5 3 201.5 10.0 194.5 - 213.0
10.5 – 11.5 0 ------- ------ --------
11.5 - 12.5 2 217.5 2.1 216.0 - 219.0
FÉMUR
NB - 05 51 82.2 8.7 62.5 - 106.0
05 - 1.5 37 126.9 14.6 92.5 - 161.0
1.5 - 2.5 14 167.1 12.2 141.0 - 186.0
2.5 - 3.5 9 185.1 20.7 155.0 - 215.0
3.5 - 4.5 2 213.0 7.1 208.0 - 218.0
4.5 - 5.5 3 234.3 9.0 225.0 - 243.0
5.5. - 6.5 8 248.6 14.5 236.0 - 277.0
6.5 - 7.5 4 262.0 9.2 252.0 - 247.0
7.5 - 8.5 2 292.8 11.0 285.0 - 300.5
8.5 - 9.5 0 ------ ------- ---------
9.5 - 10.5 2 321.0 1.4 320.0 - 322.0
10.5 - 11.5 1 342.0 ------ ---------
11.5 - 12.5 4 344.5 5.8 339.0 - 350.0
!
TIBIA
NB - 05 47 71.6 7.2 59.5 - 94.0
05 - 1.5 30 104.8 11.3 81.0 - 131.5
1.5 - 2.5 11 138.6 7.8 125.0 - 151.0
2.5 - 3.5 9 153.8 18.8 127.0 - 184.0
3.5 - 4.5 2 170.5 7.8 165.0 - 176.0
4.5 - 5.5 3 190.8 10.3 181.0 - 201.5
5.5. - 6.5 8 201.6 10.1 191.0 - 222.0
6.5 - 7.5 4 221.4 7.2 212.0 - 229.5
7.5 - 8.5 2 242.5 21.9 227.0 - 258.0
8.5 - 9.5 0 -------- --------- ---------
9.5 - 10.5 3 272.3 11.6 261.5 - 284.5
10.5 - 11.5 1 285.0 ------- ---------
11.5 - 12.5 4 287.5 8.3 279.0 - 296.0
PERONE
NB - 05 37 68.9 6.6 60.0 - 88.0
05 - 1.5 27 103.0 11.7 75.0 - 122.0
1.5 - 2.5 13 133.2 9.1 111.5 - 142. 5
2.5 - 3.5 7 152.3 19.9 124.0 - 182.0
3.5 - 4.5 2 168.5 7.8 163.0 - 174. 0
4.5 - 5.5 3 185.8 7.8 178.0 - 193.5
5.5. - 6.5 6 194.4 5.3 188.0 - 201.0
6.5 - 7.5 4 216.9 7.9 209.0 - 227.0
7.5 - 8.5 1 246.0 ------- ----------
8.5 - 9.5 0 ------- ------- ---------
9.5 - 10.5 3 264.0 10.5 255.0 - 275.5
10.5 - 11.5 1 280.0 ------- ----------
11.5 - 12.5 3 285.5 10.4 273.0 - 292.0
Tabla N° 15 Correlaciones entre la edad cronológica estimada y la longitud máxima diafisial
!
9.14.3 HÚMERO
HOMBRES MUJERES
EDAD (en N MEDIA D. S. N MEDIA D.S
años)
LONGITUD DIAFISIAL
0.125 59 72.4 4.5 69 71.8 3.6
0.25 59 80.6 4.8 65 80.2 3.8
0.50 67 88.4 5.0 78 86.8 4.6
1.00 72 105.5 5.2 81 103.6 4.8
1.5 68 118.8 5.4 84 117.0 5.1
2.0 68 130.0 5.5 84 127.7 5.8
2.5 72 139.0 5.9 82 136.9 6.1
3.0 71 147.5 6.7 79 145.3 6.7
3.5 73 155.0 7.8 78 153.4 7.1
4.0 72 162.7 6.9 80 160.9 7.7
4.5 71 169.8 7.4 78 169.1 8.3
5.0 77 177.4 8.2 80 176.3 8.7
5.5 78 184.6 8.1 74 182.6 9.0
6.0 71 190.9 7.6 75 190.0 9.6
6.5 72 197.3 8.1 81 196.7 9.7
7.0 71 203.6 8.7 86 202.6 10.0
7.5 76 210.4 8.9 83 209.3 10.5
8.0 70 217.3 9.8 85 216.3 10.4
8.5 72 222.5 9.2 82 221.3 11.2
9.0 76 228.7 9.6 83 228.0 11.8
9.5 78 235.1 10.7 83 234.2 12.9
10.0 77 241.0 10.3 84 239.8 13.2
!
10.5 76 245.8 11.0 75 245.9 14.6
11.0 75 251.7 10.7 76 251.9 14.7
11.5 76 257.4 11.9 75 259.1 15.3
12.0 73 263.0 12.8 71 265.6 15.6
LONGITUD TOTAL INCLUYENDO EPÍFISIS
10.0 76 258.3 12.2 83 256.1 14.6
10.5 76 263.7 11.6 75 262.9 16.1
11.0 75 270.0 11.5 76 269.6 16.4
11.5 77 276.3 12.7 75 278.5 17.3
12.0 76 282.0 13.8 75 287.5 18.2
12.5 67 289.2 13.1 65 294.0 17.7
13.0 69 296.6 15.3 69 301.0 17.5
13.5 69 305.0 16.6 62 305.7 17.4
14.0 69 313.3 16.8 64 311.7 16.1
14.5 64 321.4 17.6 42 314.9 17.1
15.0 60 329.0 16.7 57 315.6 17.0
15.5 52 336.5 16.5 12 323.2 19.6
16.0 60 341.0 14.5 40 316.5 18.5
16.5 38 343.4 15.3 3 -------- ------
17.0 50 347.1 14.6 18 315.4 17.3
18.0 28 350.6 15.6 4 -------- -------
Tabla Nº 18 Longitud humeral (mm.) de 2 meses a 18 años
9.14.4 RADIO
!
HOMBRES MUJERES
EDAD (en N MEDIA D.S. N MEDIA D.S
años)
LONGITUD DIAFISIAL
0.125 59 59.7 3.3 69 57.8 2.8
0.25 59 66.0 3.3 65 63.4 2.8
0.50 67 70.8 3.5 78 67.6 3.4
1.00 72 82.6 4.0 81 78.9 3.4
1.5 68 91.4 4.4 83 87.5 4.0
2.0 68 98.6 4.7 84 95.0 4.5
2.5 71 105.2 4.8 82 101.4 5.0
3.0 71 11.6 5.3 79 107.7 5.2
3.5 73 116.9 6.2 78 113.8 5.5
4.0 72 123.1 5.6 80 119.2 5.7
4.5 71 128.2 5.6 78 125.2 6.6
5.0 77 133.8 6.1 80 130.2 6.9
5.5 73 138.9 6.4 74 134.6 7.2
6.0 71 143.8 5.9 75 140.0 7.4
6.5 72 148.3 6.4 81 144.7 7.8
7.0 71 153.0 6.7 86 149.3 8.0
7.5 76 157.9 6.9 83 154.3 8.4
8.0 70 162.9 7.1 85 158.9 8.7
8.5 72 166.8 6.6 82 162.8 8.8
9.0 76 171.3 7.4 83 167.6 9.3
9.5 78 176.1 7.7 83 172.2 10.2
10.0 77 180.5 7.9 84 176.8 10.4
10.5 76 184.4 8.4 75 181.8 11.8
11.0 75 188.7 8.5 76 186.0 11.7
11.5 76 193.0 9.2 75 192.0 12.1
12.0 74 197.4 9.6 71 196.9 12.7
LONGITUD TOTAL (incluyendo epífisis)
10.0 76 193.0 8.1 83 189.3 11.4
10.5 76 197.7 8.9 75 195.0 13.0
11.0 75 202.6 8.9 76 200.0 13.0
11.5 77 207.3 9.7 75 206.7 13.5
12.0 77 212.3 10.3 75 213.5 14.2
12.5 71 218.0 10.2 67 218.8 14.2
13.0 73 223.7 11.8 70 223.6 13.1
13.5 73 230.2 12.9 63 227.8 12.7
14.0 75 236.9 13.5 64 231.4 11.8
14.5 69 242.8 14.1 42 233.5 11.7
15.0 61 248.7 13.4 57 234.5 11.7
15.5 52 255.0 12.8 12 237.4 15.2
16.0 61 257.7 11.7 40 235.0 11.8
16.5 38 259.8 11.3 3 ------ -----
17.0 50 261.8 11.2 18 233.8 11.8
18.0 28 263.2 12.8 4 ------ -------
Tabla Nº 20 Longitud radial (en mm) desde los dos meses hasta los 18 años
!
9.14.5 CUBITO
HOMBRES MUJERES
EDAD (en N MEDIA D.S. N MEDIA D.S
años)
LONGITUD DIAFISIAL
0.125 59 67.0 3.5 69 65.3 3.1
0.25 59 73.8 3.4 65 71.2 3.1
0.50 67 79.1 3.7 78 75.7 3.8
1.00 71 92.6 4.4 81 89.0 4.0
1.5 68 102.3 4.6 83 98.9 4.4
2.0 68 109.7 4.9 84 107.1 4.8
2.5 71 116.6 5.2 82 113.8 5.2
3.0 71 123.4 5.6 79 120.6 5.4
3.5 73 129.1 6.4 78 127.2 5.7
4.0 72 135.6 5.6 80 133.1 5.8
4.5 71 141.0 5.6 78 139.3 6.6
5.0 77 147.0 6.1 80 144.6 7.1
5.5 73 152.6 6.7 74 149.1 7.2
6.0 71 157.5 6.2 75 154.9 7.4
6.5 72 162.2 6.8 81 159.9 7.9
7.0 71 167.3 7.0 86 164.8 8.3
7.5 76 172.2 7.4 83 170.1 8.5
8.0 70 177.3 7.4 85 174.9 8.7
8.5 72 181.6 7.1 82 179.1 8.8
9.0 76 186.4 7.9 83 184.3 9.5
9.5 78 191.7 8.3 83 189.7 10.4
!
10.0 77 196.2 8.5 84 194.7 10.6
10.5 76 200.4 8.8 75 200.0 12.4
11.0 75 205.1 9.2 76 204.7 12.0
11.5 76 209.8 9.9 75 211.3 13.1
12.0 74 214.5 10.2 70 216.4 13.3
LONGITUD TOTAL (incluyendo epífisis)
10.0 76 202.2 9.0 83 203.8 12.3
10.5 76 208.0 9.7 75 210.2 13.8
11.0 75 213.3 10.2 76 215.5 13.3
11.5 77 219.5 11.3 75 222.6 13.8
12.0 77 224.9 11.7 75 229.7 14.7
12.5 71 231.5 11.8 67 235.4 14.4
13.0 73 237.9 13.2 70 240.0 13.3
13.5 73 245.1 13.9 63 244.4 13.1
14.0 75 252.3 14.6 65 248.1 12.1
14.5 69 259.0 14.7 42 250.2 11.8
15.0 61 265.1 14.0 57 251.0 12.2
15.5 52 271.9 13.1 12 255.0 15.1
16.0 61 274.8 12.2 40 252.3 12.0
16.5 38 277.3 12.1 3 ------ ------
17.0 50 279.4 11.7 17 250.2 12.3
18.0 28 281.6 13.5 4 ------ ------
Tabla Nº 22 Longitud del cúbito (en mm.) desde los dos meses hasta los 18 años
9.14.6 FÉMUR
!
HOMBRES MUJERES
EDAD (en N MEDIA D.S. N MEDIA D.S
años)
LONGITUD DIAFISIAL
0.125 59 86.0 5.4 68 87.2 4.3
0.25 59 100.7 4.8 65 100.8 3.6
0.50 67 112.2 5.0 78 111.1 4.6
1.00 72 136.6 5.8 81 134.6 4.9
1.5 68 155.4 6.8 84 153.9 6.4
2.0 68 172.4 7.3 84 170.8 7.1
2.5 72 187.2 7.8 82 185.2 7.7
3.0 71 200.3 8.5 79 198.4 8.7
3.5 73 212.1 11.4 78 211.1 10.0
4.0 72 224.1 9.9 80 223.2 10.1
4.5 71 235.7 10.5 78 235.5 11.4
5.0 77 247.5 11.1 80 247.0 11.5
5.5 73 258.2 11.7 74 257.0 12.2
6.0 71 269.7 12.0 75 268.9 13.5
6.5 72 280.3 12.6 81 279.0 13.8
7.0 71 291.1 13.3 86 288.8 13.6
7.5 76 301.2 13.5 83 299.8 15.2
8.0 70 312.1 14.6 85 309.8 15.6
8.5 72 321.0 14.6 82 318.9 15.8
9.0 76 330.4 14.6 83 328.7 16.8
9.5 78 340.0 15.8 83 338.8 18.6
10.0 77 349.3 15.7 84 347.9 19.1
10.5 76 357.4 16.2 75 356.5 21.4
11.0 75 367.0 16.5 76 367.0 22.4
11.5 76 375.8 18.1 75 378.0 23.4
12.0 74 386.1 19.0 71 387.6 22.9
LONGITUD TOTAL (incluyendo epífisis)
10.0 76 385.1 17.0 83 382.8 21.1
10.5 76 394.2 17.9 75 392.6 23.7
11.0 75 405.2 17.9 76 403.5 24.8
11.5 77 414.8 19.4 75 415.4 25.2
12.0 77 425.6 20.6 74 427.9 25.2
12.5 71 437.1 19.6 67 437.9 23.9
13.0 73 447.4 21.5 69 447.2 24.1
13.5 73 458.4 24.0 63 453.1 22.0
14.0 75 470.8 24.1 64 459.9 22.5
14.5 69 478.9 25.2 41 464.5 20.8
15.0 61 489.0 23.5 57 464.4 21.4
15.5 52 498.5 23.4 12 471.5 26.0
16.0 60 502.8 22.8 40 466.7 24.0
16.5 38 504.5 24.9 3 ------ ------
17.0 50 508.9 23.2 18 462.9 26.2
18.0 28 511.7 24.4 4 ------ -----
Tabla Nº 24 Longitud de fémur (en mm.) desde los dos meses hasta los 18 años
!
9.14.7 TIBIA
HOMBRES MUJERES
EDAD (en N MEDIA D.S. N MEDIA D.S
años)
LONGITUD DIAFISIAL
0.125 59 70.8 5.4 69 70.3 4.6
0.25 58 81.9 5.3 65 80.8 4.6
0.50 67 91.0 5.2 78 88.9 5.3
1.00 72 110.3 5.2 81 108.5 4.8
1.5 68 126.1 6.0 84 124.0 5.6
2.0 68 140.1 6.5 84 138.2 6.5
2.5 72 152.5 6.8 82 150.1 7.0
3.0 72 163.5 7.7 79 161.1 8.2
3.5 73 172.8 9.8 78 171.2 8.7
4.0 72 182.8 9.0 80 180.8 9.5
4.5 71 191.8 9.2 78 190.9 10.5
5.0 77 201.4 9.9 80 199.9 11.4
5.5 73 210.3 10.7 74 207.9 12.5
6.0 71 218.9 10.0 75 217.4 12.6
6.5 72 227.8 11.6 81 226.3 13.6
7.0 71 236.2 11.8 86 234.1 14.1
7.5 76 244.2 12.4 83 243.2 15.0
8.0 70 253.3 12.9 85 251.7 15.6
8.5 72 260.6 12.3 82 259.1 15.6
9.0 76 268.7 13.4 83 265.5 17.1
9.5 78 276.9 14.4 83 276.6 18.7
10.0 77 284.9 14.2 84 284.3 19.3
10.5 76 292.0 15.1 75 292.4 21.4
!
11.0 75 298.8 15.0 76 300.8 21.2
11.5 76 306.8 16.5 75 310.5 21.4
12.0 73 315.9 17.0 71 318.2 21.7
LONGITUD TOTAL (incluyendo epífisis)
10.0 76 320.0 15.7 83 321.1 21.7
10.5 76 328.9 17.0 75 330.9 23.7
11.0 75 338.6 17.1 76 340.1 23.1
11.5 77 347.4 18.5 75 350.4 23.2
12.0 76 357.3 19.1 75 360.9 23.8
12.5 67 367.5 18.6 65 367.3 23.0
13.0 69 376.7 20.6 69 374.5 22.2
13.5 69 388.2 22.0 62 379.0 21.8
14.0 69 397.4 21.9 64 384.3 21.4
14.5 64 406.0 23.1 42 386.9 20.5
15.0 60 412.2 21.5 57 385.7 20.8
15.5 52 420.5 22.3 12 390.5 28.5
16.0 60 422.6 21.8 40 386.8 22.6
16.5 38 425.1 24.2 3 ----- -----
17.0 50 426.5 23.2 18 380.7 23.6
18.0 28 429.5 25.6 4 ----- -----
Tabla Nº 26 Longitud de tibia (en mm.) desde los dos meses hasta los 18 años
9.14.8 PERONE
!
HOMBRES MUJERES
EDAD (en N MEDIA D.S. N MEDIA D.S
años)
LONGITUD DIAFISIAL
0.125 59 68.1 5.3 69 66.8 4.4
0.25 58 78.6 4.9 65 77.1 4.1
0.50 67 87.2 4.8 78 84.9 5.2
1.00 72 107.1 5.5 81 105.0 5.1
1.5 68 123.9 6.2 84 121.3 5.9
2.0 68 138.1 6.7 84 136.0 6.8
2.5 72 150.7 7.1 82 147.9 7.1
3.0 72 162.1 7.7 79 159.4 7.9
3.5 73 171.6 9.6 78 169.6 8.3
4.0 72 181.8 8.7 80 179.5 9.1
4.5 71 190.8 8.8 78 189.4 10.2
5.0 77 200.4 9.6 80 198.6 11.1
5.5 73 209.0 10.2 74 206.5 11.7
6.0 71 217.5 9.6 75 216.0 12.2
6.5 72 226.0 10.5 81 224.3 13.4
7.0 71 234.2 11.3 86 232.1 13.4
7.5 76 242.1 11.8 83 240.8 14.5
8.0 70 251.0 12.4 85 248.8 14.8
8.5 72 257.7 11.8 82 256.1 15.2
9.0 76 265.6 13.0 83 263.7 16.3
9.5 78 273.8 13.8 83 272.2 17.6
10.0 77 281.3 13.9 84 279.4 18.3
10.5 76 287.8 14.6 75 287.2 20.4
11.0 75 294.9 14.6 76 294.4 19.8
11.5 76 301.7 16.0 75 303.8 20.7
12.0 73 310.1 16.4 71 311.1 20.8
LONGITUD TOTAL (incluyendo epífisis)
10.0 76 310.4 15.2 83 307.9 19.5
10.5 76 318.0 16.2 75 316.7 21.8
11.0 75 326.2 15.9 76 324.7 21.5
11.5 77 334.0 17.6 75 334.6 22.1
12.0 76 342.8 18.0 75 344.6 22.7
12.5 67 351.9 16.8 65 351.0 22.2
13.0 69 360.2 19.8 69 358.5 21.9
13.5 69 371.1 21.4 62 363.4 21.4
14.0 69 380.3 21.3 64 367.9 20.6
14.5 64 388.5 22.5 42 368.9 21.5
15.0 60 395.3 21.5 57 370.2 20.0
15.5 52 404.4 22.1 12 375.7 25.8
16.0 60 406.3 21.7 40 372.4 21.5
16.5 38 408.6 22.8 3 -------- ------
17.0 50 410.4 22.6 18 366.8 24.2
18.0 28 412.8 24.2 4 -------- ------
Tabla Nº 28 Longitud de peroné (en mm.) desde los dos meses hasta los 18 años
!
9.15 ESTIMACIÓN DE LA EDAD BIOLÓGICA A PARTIR DE ESTRUCTURAS
DENTALES
Las estructuras dentales humanas conforman uno de los principales elementos que
brindan información acerca de la edad biológica de una persona, su uso se extiende
incluso para estimar la edad biológica de cadáveres clasificados como NN que
conserven piezas dentales.
Los modelos para la estimación de la edad se basan en alguna de estas dos etapas,
pero aquellos que lo hacen tomando en cuenta los niveles de crecimiento y
desarrollo ofrecen estimaciones más precisas, ya que dicho fenómeno sigue un
patrón menos variable que el de los cambios degenerativos.
!
1. Técnicas Morfológicas: Se basan en medidas odontométricas y en la
observación macroscópica y microscópica de estructuras dentales.
!
son procesos mas constantes y la influencia de los factores mencionados
anteriormente es relativamente menor.
Por lo anterior, para calcular la edad se debe valorar de manera conjunta el estado
de desarrollo dental, calcificación de coronas y raíces y la edad de aparición de los
dientes (tanto en la dentición temporal como en la permanente) teniendo en cuenta
los criterios óseos que se mencionaron en páginas anteriores.
Ibid
Ibid
Liversidge et al. (1998) en Scheuer & Black (2000:160)
!
Fotografía Nº 101 Desarrollo dental desde los cinco meses in útero hasta los 35 años en indígenas
americanos
!
Max t/l
I1 0.237 – 0.118 x longitud + 0.042 x (longitud x longitud) = +/- 0.21 < 11.3
I2 -0.173 + 0.538 x longitud + 0.003 x (longitud x longitud) = +/- 0.14 < 9.9
I2 0.921 – 0.281 x longitud + 0.075 x (longitud x longitud) = +/- 0.12 < 9.8
C - 0.163 + 0.294 x longitud + 0.128 x (longitud x longitud) = +/- 0.25 < 9.8
M1 - 0.942 + 0.441 x longitud + 0.010 x (longitud x longitud) = +/- 0.25 < 11.5
Tabla Nº 34 Estimación de la edad (años) a partir de la longitud de algunos dientes permanentes
Longitud = máxima longitud del diente en mm
Max t/l = máxima longitud del diente sobre la cual los datos están basados
No obstante todo lo anterior, si un individuo presenta esta pieza dental formada, bien
sea incluida en su alveolo o fuera de él, se puede inferir que se trata de una persona
mayor de 20 años. Si la erupción es completa pero la formación de la raíz no se ha
completado, se estima una edad entre 22 y 24 años. Los últimos estudios se centran
en la calcificación de la raíz pero son necesarios mas investigaciones, especialmente
por la necesidad de conocer la variabilidad de las poblaciones en este aspecto y por
los requerimientos en contextos forenses.
!
su proceso de evolución, sugiriendo que quizás esta pieza va a desaparecer en
generaciones futuras, bien sea debido a fallas en la lectura genética de poblaciones
recientes o simplemente como una adaptación cultural al dramático cambio que se
ha dado en la dieta de las actuales poblaciones, es decir, de dietas o alimentos duros
en el pasado, a las blandas dietas contemporáneas preparadas y listas para su
consumo sin que se requieran mayores esfuerzos por el sistema estomatognático.
La Abrasión: Generada por el roce de las estructuras dentales con materiales más
duros, depende especialmente del grado de abrasividad de los alimentos. Lo anterior
significa que además de los factores genéticos que condicionan el grado de dureza
del esmalte, el desgaste dental se ve influenciado por el bruxismo, tipo de dieta,
adaptaciones y costumbres de tipo cultural como mascar tabaco, fumar pipa,
destapar botellas con los dientes, preparar materiales o sostener objetos mientras se
pesca, caza o trabaja. A pesar de que el desgaste dental es un proceso degenerativo
que ocurre durante la vida del individuo, su variación a nivel poblacional ha
dificultado su estandarización y correlación con la edad del individuo.
!
9.17.1 METODOS DE GUSTAFSON, KILIAN Y LAMENDIN PARA ESTIMAR LA
EDAD BIOLÓGICA EN CADÁVERES NO IDENTIFICADOS
Una variación a éste método fue propuesta por Kilian, quien introduce valores
intermedios definidos a los ya mencionados por Gustafson en la evaluación de cada
uno de los cambios degenerativos del diente (0, 0.5, 1, 1.5, 2, 2.5 y 3),
!
adicionalmente diseña una tabla para hombres y mujeres a partir de una gráfica de
regresión lineal que relaciona la edad y la sumatoria de puntos obtenidos después de
la observación histológica.
!
Para realizar la estimación de edad Lamendin en 1992 define la periodontosis como
la pérdida de tejido blando alrededor del diente, la cual progresa desde el cuello o
línea amelocementaria hacia el ápice de la raíz, aparece como un área amarillenta
reblandecida por debajo del esmalte, la cual se puede diferenciar del resto de la raíz.
Todas las medidas se deben tomar sobre la superficie vestibular del diente con un
calibrador milimetrado y es la máxima distancia entre la unión amelocementaria y la
línea de unión de los tejidos blandos.
La fórmula obtenida por Lamendin para estimar la edad biológica es como sigue:
P= Periodontósis x 100
altura radicular
En razón a que las fórmulas que se utilizan parta estimar la edad biológica
(estructuras dentales y óseas) de un cadáver en contextos forenses deben proceder
de investigaciones realizadas en la misma población del individuo, en el año 2002 las
doctoras Cristina Rodríguez y Diana Estupiñán realizaron una investigación con una
!
muestra de dientes uniradiculares con el fin de validar el método Lamendin y verificar
su aplicabilidad en población colombiana.
Los resultados del estudio confirman que las variables traslucidez radicular y
periodontosis están relacionadas con el incremento de la edad. Al aplicar el método
de Lamendin se encontró un error promedio de -13.11 años en la población de
estudio, mientras que al aplicar el nuevo modelo de regresión construido, se logro la
disminución del error a 1.48 años. No obstante, es necesario desarrollar estudios
adicionales a nivel regional (colombiano) en los que el modelo resultante sea
aplicado, permitiendo así su validación como método de estimación de edad para
población colombiana; a este respecto ya se realizó una investigación en el INMLCF
de la ciudad de Bucaramanga, aplicando la misma metodología en dichos cadáveres,
!
los resultados fueron similares a los obtenidos en la muestra bogotana, lo que orienta
a que el modelo o fórmula matemático propuesto por Estupiñán y Rodríguez será
aplicable en nuestro país.
PROCEDIMIENTO:
!
1. Altura de la raíz (AR): Mida la altura de la raíz a un punto central desde el ápice
hasta un punto central en la línea amelocementaria sobre la superficie lingual y
vestibular del diente. La medida debe reflejar la longitud total de la raíz.
EDADES 26 - 29 30 - 39 40 - 49 50 - 59 60 - 69 70 - 79 80 - 89
ERROR +/- 24.8 15.5 9.9 7.3 6.3 11.6 18.9
Tabla N° 35
!
10. CALCULO DE LA ESTATURA A PARTIR DE RESTOS OSEOS
La estatura, o talla de pie, se define como la altura desde el vértex al suelo cuando el
sujeto, con la cabeza orientada según el plano de Francfort, se sitúa en posición
anatómica (Valls 1985:277)
!
Factores tales como la edad, el sexo, la filiación ancestral, la dieta y las
características ambientales donde se haya desarrollado el individuo, tendrán que ver
en que este al final de su adolescencia presente una mayor o menor estatura con
respecto a la media de la población a la que pertenezca.
Según Valls (Op. cit.:278) la estatura se puede considerar como una dimensión
exclusiva del hombre, ya que los restantes primates no tienen un postura erguida
habitual, fisiológica: el hombre es el único organismo ortógrado y, en consecuencia,
solo él tiene estatura. Por ello es incorrecto hablar de evolución de la estatura fuera
de los Hominidae, lo mismo que resulta inapropiado decir estatura antes de la
aparición ontogénica de la marcha erguida hasta un año y medio aproximadamente.
Otra importante anotación acerca de la estatura mencionada por Valls (op. cit.:276)
es que a partir de los cuarenta a cuarenta y cinco años la estatura disminuye lenta y
progresivamente, y a los setenta y cinco años se ha perdido un promedio de 5 cm; a
partir de esta edad la estatura declina aún más rápidamente. Esta pérdida se
encuentra estrechamente relacionada con la pérdida de altura de los discos
intervertebrales y el aumento de las curvaturas raquídeas, mientras que los cambios
en miembros inferiores y sus articulaciones producen menor efecto.
!
Son diferentes los procedimientos existentes para determinar la estatura que tuvo un
cadáver durante su vida, la mayoría se basan en la correlación matemática entre
diferentes huesos largos y la estatura real de un individuo, otro es el método
anatómico, el cual implica tener mas del 80% de huesos del cadáver, incluyendo
cráneo y columna vertebral (Fully, 1956: 36:266-273, citado por Krogman & Iscan
1986:326) lo que lo convierte a este último en una herramienta de poca aplicabilidad
en contextos forenses, especialmente el colombiano; ya que la experiencia ha
demostrado que la mayoría de los cadáveres no identificados que ingresan al
laboratorio de antropología forense en nuestro país son recuperados incompletos o
consisten solamente en segmentos corporales, lo cual se debe principalmente al
modus operandi de los victimarios, quienes suelen descuartizar a sus víctimas y
abandonar sus partes en diferentes lugares, o también porque las partes del cadáver
pueden ser llevadas a cientos de kilómetros por la fauna carroñera; de igual forma
diferentes fenómenos tafonómicos pueden causar el mismo efecto, dificultando así la
recuperación completa de un cadáver.
!
A nivel internacional son múltiples las investigaciones realizadas con muestras
poblacionales que proporcionan fórmulas matemáticas (generalmente ecuaciones
lineales de regresión) que permiten establecer la estatura en vida de un cadáver a
partir de la medición de sus huesos largos. Dentro de estas investigaciones podemos
mencionar las de Trotter & Gleser (1958), Jacobs K. (1992) Ousley S. (1995), Jantz
et al. (1995), Genovés, S. (1967).
!
Cuando se trata de reconstruir la estatura en cadáveres esqueletizados, incompletos
en avanzado estado de descomposición o partes humanas, la técnica empleada es
diferente a la que se utiliza en una persona viva. Para ello debemos acudir a la
información que nos proporcionen los huesos largos, utilizando como variable
numérica la longitud total del hueso seleccionado, el cual puede ser el fémur, tibia,
húmero, radio, cúbito o algunos huesos largos de la mano.
El instrumento que se utiliza para llevar a cabo la medición recibe el nombre de tabla
osteométrica (Fotografía Nº 1), en caso de que no haya disponibilidad de la tabla
osteométrica se pueden tomar las longitudes requeridas con una cinta métrica
común, ubicando el hueso largo de acuerdo a las normas internacionales de
osteometría; la longitud resultante se puede expresar en centímetros o en milímetros.
!
La estatura de los seres humanos es principalmente hereditaria en un mayor
porcentaje, seguida por el comportamiento cultural, e influenciada por hábitos
dietéticos y el medio ambiente donde se desarrolle la persona hasta que logra su
adultez.
La estatura que aparece en los documentos de identidad no son la mejor fuente
de información, ya que no son tomadas teniendo en cuenta los criterios de medición
aceptados a nivel internacional.
A nivel internacional la estatura media para individuos femeninos es menor que la
de masculinos.
La talla aumenta hasta que el individuo logra la edad adulta y se disminuye
relativamente con la vejez.
Al interior de los grupos humanos se encuentra variabilidad estatural.
Debido a que el radio de la longitud del miembro varia respecto a la altura del cuerpo
entre los sexos y las razas, se han desarrollado fórmulas teniendo en cuenta estos
criterios. Recientes análisis extraídos del banco de datos de antropología forense en
la Universidad de Knoxville - Tennessee en EEUU han permitido actualizar las
fórmulas de regresión para reconstruir estatura, las cuales se muestran en este
capítulo.
!
10.3 COMO CALCULAR LA ESTATURA A PARTIR DE HUESOS LARGOS
COMPLETOS
En el año 2001 César Sanabria M. analizó una muestra de tibias con el objeto de
establecer fórmulas para calcular la estatura en individuos esqueletizados de
población colombiana. La muestra estuvo conformada por tibias izquierdas
provenientes de 118 cadáveres de individuos mestizos adultos, masculinos y
femeninos entre los 18-60 años de edad cronológica; la estatura de cada cadáver fue
medida durante la necropsia (de vértex a plantar), 60 tibias eran de sexo masculino y
58 de sexo femenino.
!
estatura con la tibia completa, pues encontramos que solamente Steele - McKern
(1969:31:215-228, citado por Krogman & Iscan 1986:351) la utilizan como referente
para calcular la estatura con segmentos de tibias fragmentadas, denominándola T2 o
el punto más próximal de la eminencia intercondilar. La mencionada medida en el
estudio de Sanabria es denominada LEM (Longitud Máxima Espina – Maléolo), la
cual debe ser tomada desde el extremo superior del tubérculo más alto de la espina
tibial (conformada por dos tubérculos, uno interno y otro externo), para esta medición
se debe utilizar la tabla osteométrica.
Sanabria (2001)
Ibid
!
10.6 FORMULAS DE REGRESION PARA CALCULAR ESTATURA A PARTIR DE
LA LONGITUD DE HUESOS LARGOS COMPLETOS
!
Tabla N° 5 Caucasoides Femeninos
!
1.08 x HÚMERO + 1.79 x TIBIA = +/- 3.58 cm.
0.44 x HÚMERO – 0.20 x RADIO +
1.46 x FÉMUR + 0.86 x TIBIA + 56.33 = +/- 3.22 cm.
Tabla N° 8 Negroides Femeninos
!
generaron fórmulas para calcular la estatura utilizando la longitud total de estos
huesos.
!
Euro-americanos femeninos Estatura = 732 + 13.3 (Met. 3) 57.5
Afro-americanos masculinos Estatura = 706 + 13.3 (Met. 3) 42.2
Afro-americanos femeninos Estatura = 904 + 9.9 (Met. 3) 44.9
Tabla N° 13
De acuerdo a las pruebas y estadísticas de los autores, las fórmulas que arrojaron
mejores resultados fueron las aplicadas con el Metatarso 1 y 2.
La Dra. Cristina Mendonça (1998) realizó una investigación para calcular la estatura
en individuos más o menos esqueletizados utilizando la longitud total de fémur y
húmero, las fórmulas regresivas y las tablas de consulta obtenidas en su estudio
están basadas en población portuguesa actual. Ella plantea que debido a la
proximidad geográfica y eventuales similitudes raciales entre las poblaciones
portuguesa y española, es posible utilizar las fórmulas en población española actual.
!
Al parecer en este estudio, los huesos utilizados presentaban el cartílago de las
articulaciones próximal y distal, por lo que es aconsejable que al utilizar las fórmulas
en cadáveres esqueletizados, se resten uno o dos milímetros de la talla obtenida, los
cuales equivaldrán a la medida promedio del grosor del mencionado cartílago.
Las fórmulas regresivas y las tablas del estudio de Mendonça fueron realizadas
según los criterios que en su momento plantearon Trotter y Gleser, a partir de las
tallas medidas directamente en los cadáveres, por lo anterior la autora plantea que
los valores de la estimación de la talla obtenidos a partir de la aplicación de estos
métodos son valores de talla en el vivo y no valores de talla cadavérica.
!
Fotografía Nº 2 Fotografía Nº 3 Fotografía Nº 4
!
250 141 352 352
254 142 356 357
257 143 360 361
260 144 364 365
263 145 368 369
267 146 372 374
270 147 376 378
273 148 380 382
276 149 385 386
280 150 389 391
283 151 393 395
286 152 397 399
290 153 401 403
293 154 405 408
296 155 409 412
299 156 413 416
303 157 418 420
306 158 422 425
309 159 426 429
312 160 430 433
316 161 434 437
319 162 438 441
322 163 442 446
325 164 446 450
329 165 450 454
332 166 455 458
335 167 459 463
338 168 463 467
342 169 467 471
345 170 471 475
348 171 475 480
352 172 479 484
355 173 483 488
358 174 488 492
361 175 492 497
365 176 496 501
368 177 500 505
371 178 504 509
374 179 508 514
378 180 512 518
Tabla Nº 19 Tabla de consulta para calcular la estatura a partir de huesos largos en individuos
femeninos
!
277 150 386 388
280 151 390 392
283 152 394 396
286 153 397 399
289 154 401 403
292 155 405 407
295 156 409 411
299 157 412 414
302 158 416 418
305 159 420 422
308 160 424 426
311 161 427 429
314 162 431 433
317 163 435 437
320 164 439 441
323 165 442 445
326 166 446 448
329 167 450 452
332 168 454 456
335 169 457 460
338 170 461 463
341 171 465 467
344 172 469 471
347 173 472 475
351 174 476 478
354 175 480 482
357 176 484 486
360 177 487 490
363 178 491 493
366 179 495 497
369 180 499 501
372 181 503 505
375 182 506 509
378 183 510 512
381 184 514 516
384 185 518 520
387 186 521 524
390 187 525 527
393 188 529 531
396 189 533 535
399 190 536 539
Tabla Nº 20 Tabla de consulta para calcular la estatura a partir de huesos largos en individuos
masculinos
!
10.9 COMO ESTIMAR LA ESTATURA A PARTIR DE HUESOS LARGOS
FRAGMENTADOS?
En razón a que en estos casos no es posible utilizar las fórmulas que hemos
mencionado en numerales anteriores, el procedimiento para reconstruir la estatura
con fragmentos de huesos largos será similar a que si los tuviéramos completos, es
decir, aplicaremos fórmulas regresivas utilizando solo algunos fragmentos óseos;
partiendo del principio de que sí existe una proporcionalidad anatómica entre los
componentes óseos del cuerpo humano. Las fórmulas nos darán un valor muy
aproximado de la talla que tenía el individuo durante su vida, con su respectivo
intervalo de confianza.
Steele (1970:85-109) plantea que esta técnica sea utilizada sólo para discriminar
individuos de diferencias extremas en su estatura, especialmente por el elevado
!
grado de error asociado a las fórmulas regresivas en fragmentos de huesos largos y
la dificultad para localizar las marcas o secciones óseas necesarias para tomar las
medidas.
Steele-McKern, 1969, Steele, 1970, citados por Krogman & Iscan 1986:331-335
!
1,2 (F2) + 1,1 (F3) + 5,89 = +/- 0,75 cm
1,1 (F1) + 1,0 (F2) + 1,0 (F3) + 1,36 = +/- 0,33 cm
Tabla Nº 23 Amerindios masculinos
2,80 (F2) + 1,46 (F3) + 76,67 = +/- 4,91 cm
2,16 (F1) + 2,50 (F2) + 1,45 (F3) + 68,86 = 4,81 cm
2,57 (F2) + 1,21 (F3) + 5,03 (F4) + 66,05 = +/- 4,72 cm
Tabla Nº 24 Caucásicos femeninos
!
F1
F2
F3
F4
F5
!
10.11 CÁLCULO DE LA ESTATURA A PARTIR DE FRAGMENTOS DE TIBIA
!
0,8 (T2) + 0,8 (T3) + 16,08 = +/- 0,64 mm
0,8 (T3) + 0,9 (T4) + 12,88 = +/- 0,51 mm
Tabla Nº 32 Amerindios femeninos
T1
T2
T3
T4
T5
T6
!
10.12 CÁLCULO DE LA ESTATURA A PARTIR DE FRAGMENTOS DE HÚMERO
!
H1
H2
H3
H4
H5
!
10.13 ESTIMACION DE ESTATURA DE INDIVIDUOS ADULTOS A PARTIR DE
TIBIAS FRAGMENTADAS
El autor considera que la aplicación de las fórmulas debe ser cuidadosa, ya que
fueron generadas a partir de una muestra pequeña que se restringe a individuos
norteamericanos blancos y negros, por lo cual son específicas para esa población,
igualmente recomienda que la técnica desarrollada sea utilizada como un método
complementario, es decir utilizando otros huesos largos. A continuación se
mencionan las fórmulas planteadas por el mencionado autor:
!
0.867 (MCL) + 0.606 (LCL) + 104.56 4.88
0.947 (MCW) + 0.911 (MCL) + 0.325 (LCL) + 82.73 4.48
Tabla N° 37 Individuos masculinos blancos
ECUACION ERROR ESTÁNDAR
1.313 (BB) 75.36 4.88
1.115 (MCL) + 122.80 5.11
1.14 (LCL) + 128.26 5.11
0.836 (MCL) + 0.853 (LCL) + 99.79 4.62
Tabla N° 38 Individuos Masculinos Negros
!
Por lo anterior, los huesos largos de individuos subadultos generalmente ingresan al
laboratorio de antropología forense incompletos, razón que hace que se deban
aplicar técnicas de medición apropiadas para estos casos. Los anteriores
inconvenientes se ven magnificados en la medida que para población colombiana
aún no se han reportado estudios sobre estatura en individuos infantiles, lo que
conlleva a utilizar fórmulas matemáticas provenientes de poblaciones extranjeras.
Una de las razones por las cuales en nuestro medio, y en general a nivel
internacional no abundan este tipo de estudios, es que idealmente estos deben
llevarse a cabo aplicando estudios longitudinales, lo que requiere que la población o
muestra estudiada, sea idealmente medida de forma continua, quizás semana tras
semana o como mínimo cada mes, hasta que culminen su período de crecimiento.
Talla = 6,5 H + 8 cm
Talla = 5,6 F + 8 cm
Talla = 6,5 T + 8 cm
Tabla Nº 41 Fórmulas para calcular la estatura en fetos
En 1958 y 1960 Olivier y Pineau (Citados por Krogman & Iscan, 1986) realizan un
estudio en el que replantean las fórmulas propuestas por Balthazard y Dervieux, ya
que los datos originales eran aplicables en fetos a termino, pero demasiado bajos
para fetos de menor edad. En la tabla Nº 42 se encuentran las fórmulas modificadas
de Olivier & Pineau, las medidas deben ser tomadas en mm.
Olivier (1969) realizó una investigación para calcular la estatura en individuos desde
el nacimiento, hasta la adolescencia a parir de la longitud total diáfisis femoral, como
afirman Krogman & Iscan (1986:338), se debe tener cierta cautela al aplicar estas
fórmulas, ya que al momento de presentar de resultados no se tuvieron en cuenta
criterios como el sexo y la pertinencia racial de los individuos estudiados;
adicionalmente, Iscan (Op cit.:338) menciona que encontró una diferencia de 15 cm.
entre la estatura reportada de niños desaparecidos y la estatura estimada con los
resultados de la investigación de Olivier. No obstante, en razón a que en nuestro
!
380 mm. 161.8 cm.
390 mm. 165.0 cm.
400 mm. 170.0 cm.
Tabla Nº 44 Estimación de estatura a partir de longitud máxima de diáfisis femoral
!
5. INTRODUCCIÓN A LA TAFONOMÍA FORENSE. ANÁLISIS DEL DEPÓSITO
FUNERARIO Y GÉNESIS DE FENÓMENOS PSEUDOPATOLÓGICOS. ∗
MANUEL POLO-CERDÁ , JOSÉ D. VILLALAÍN-BLANCO ELISA GARCÍA-PRÓSPER
∗
Texto revisado y ampliado de: Polo Cerdá, M. y Villalaín Blanco, J.D. (2000): Tafonomía forense y
policial. En: Identificación Antropológica Policial y Forense. J.D. Villalaín Blanco y F.J. Puchalt Fortea
(directores) Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, pp. 305-340. España. ISBN 84-8442-158-9.
!
Con el objeto de ubicar el tema, recordemos que etimológicamente la palabra
”tafonomía” es un neologismo formado a partir de dos palabras griegas: taphos,
enterramiento o tumba y nomos, ley. Una primera definición de tafonomía, podría ser:
ciencia que tiene por objeto el estudio del enterramiento y de los fenómenos que le
acompañan.
Cada autor define desde su área de conocimiento esta disciplina, que no olvidemos,
constituye por sí misma una ciencia interdisciplinaria que interesa a paleontólogos,
arqueólogos, antropólogos, geólogos, químicos, biólogos, edafólogos, botánicos,
especialistas en medicina legal y forense, médicos forenses, etc. Sirvan de ejemplo,
las definiciones de Gaycor (cit. Villalaín, 1992), “ciencia que se ocupa de las
circunstancias y procesos que sufre un organismo desde su muerte al enterramiento,
así como de los avatares por los que pasa hasta la fosilización o hasta que se
encuentra”), y Turek y colaboradores (1988), “ciencia que se encarga del estudio de
todo lo que acontece a los organismos después de su muerte hasta que afloran a la
superficie como fósiles”).
!
químicas que afectan a los restos humanos. Excluiría, por tanto, los fenómenos que
se originan en el cadáver en otros medios que no sean propiamente un
enterramiento. Estudiaría los restos humanos, incluso sus huellas, sean restos
aislados o conservaciones completas o incompletas, originadas por uno u otro
fenómeno transformativo, moldes o impresiones corporales, de manos o pies, huellas
de actividad humana (fenómenos antrópicos), coprolitos, restos alimenticios y
rastros químicos de origen humano.
!
dos reuniones científicas monográficas sobre Tafonomía y Fosilización, la primera en
Madrid (1990) y la segunda en Zaragoza (1995), en las cuales se desarrollaron
problemas tafonómicos desde las diferentes disciplinas afines a la Tafonomía
(Paleontología, Paleoantropología, Antropología Forense, Paleopatología,
Arqueología, Medicina Legal y Forense, Geología, Biología, etc.) Recientemente, en
Valencia, tuvo lugar el Tercer Congreso Internacional de Tafonomía (2002).
Así pues, con el objeto de pormenorizar de una forma didáctica las cuestiones más
generales sobre tafonomía aplicada a la Antropología Arqueológica y Forense
seguiremos el siguiente esquema metodológico:
!
5.3 INTERACCIÓN SUELO-CADÁVER Y EVOLUCIÓN POSTMORTEM
5.3.1 EDAFOGÉNESIS
!
sustancias húmicas.
!
policial o forense a formas fosilíferas, estos conocimientos nos permiten plantear
los ciclos y elementos que debemos estudiar en los suelos de enterramiento, desde
el punto de vista conservador: solubilización, carbono, calcio, sílice, hierro, fosfatos,
sulfatos y sulfuros.
Así pues, se deduce que Tafonomía y Edafología, son ciencias afines de especial
importancia en el contexto de toda investigación antropológica y arqueológica
forenses, y que van ayudar a conocer los procesos y relaciones que se establecen
entre el cadáver y el lugar de enterramiento, todo ello analizado desde una
concepción dinámico-reconstructiva de unos hechos (la evolución postmortem) tan
variables según cada caso.
1. FASE CADAVÉRICA
!
El proceso de degradación o conservación corporal va a determinarse básicamente,
en función de la biología del medio de enterramiento. Los restos pasan a ser objeto
de fenómenos físicos de meteorización, arrastre y caída, de procesos químicos de
oxidación y disolución, recristalización y diagénesis y pasa a ser soporte y fuente de
nutrición de otras especies. En superficie van a actuar los procesos bioquímicos, en
profundidad los procesos físico-químicos.
!
Esquemáticamente, este amplio capítulo de la Tanatología comprende dos grandes
grupos de fenómenos según Muñoz Tuero:
a) Inmediatos, esto es, los signos que aparecen en los períodos más cercanos y nos
permiten afirmar la muerte como entidad.
b) Consecutivos, los que aparecen poco después y que se utilizan
fundamentalmente para determinar la cronología de la muerte (enfriamiento, rigidez,
hipóstasis cadavérica y signos de deshidratación cadavérica).
!
fermentación cadavérica que escinde las moléculas orgánicas en otras más sencillas
hasta que se origine una teórica mineralización del cuerpo.
1. Autodigestión y autólisis.
2. Microorganismos (bacterias, hongos, etc.)
3. Actividad vegetal, especialmente de las raíces.
4. Actividad de la fauna necrófaga, inferior y superior.
5. Acción integradora del suelo.
!
2. Circunstancias dinamógenas o zimoexcitadores: como es la temperatura que
favorece la acción enzimática.
3. Circunstancias enzimoinhibidoras: como el frío y los álcalis, que frenan la
acción de las enzimas autolíticas.
4. Circunstancias enzimolíticas: como temperatura alta, ácidos fuertes o
microorganismos, que destruyen las enzimas.
!
animales se denomina "sapropeles" y evoluciona a formar petróleos, con el tiempo;
cuando es vegetal, se llama "humus", que evoluciona a formar carbones como
productos finales.
!
Como resultado de la putrefacción y de la fermentación cadavérica el cuerpo se
transforma progresivamente en productos químicos simples. Productos que van a
pasar al medio que rodea al cadáver y que van a interaccionar o a sumarse a los
propios de éste.
En los suelos, por otra parte, se han identificado otra serie de sustancias simples,
secundarias a la propia putrefacción.
La propia putrefacción colabora a la resistencia ósea. Es posible que sea Tirelli quien
haya estudiado primero el proceso putrefactivo en los huesos, en 1910, y las
modificaciones que experimenta con el tiempo la médula ósea (1911), aunque antes,
Carnot, en 1906, había descrito las variaciones que experimenta el hueso en cuanto
a su peso. Los primeros trabajos sobre la evolución del hueso, si bien de carácter
!
parcial fueron realizados por Mende, Reinhard, Kratter, Toldt, Neckermann, Muller y
Dervieux, Bayle, Amy y Rodeau du Noyes, Beuman y otros. Estos trabajos
plantearon el problema dinámico evolutivo que demostraba el empobrecimiento
progresivo en la materia orgánica y mineral, cuantitativa y cualitativamente. La
primera revisión y estudio de conjunto fue desarrollada por Walcher y luego por Berg
y Specht, realizada para fijar estos cambios en el tiempo.
!
1. Se va haciendo más poroso, debido a la destrucción de la materia orgánica y a
la disolución del sustrato mineral que desaparece en un medio ácido.
2. Sufre transformaciones debidas a la acción química de la misma descomposición
o por acciones químicas del medio en que se encuentra.
3. O sufre un proceso de fosilización conservadora, por la impregnación de sales
minerales.
a. En medios ácidos
!
La sustancia mineral se transforma progresivamente en carbonato; el tejido fibroso
se contrae, la estructura exterior de hueso aparece lisa y la estructura esponjosa
epifisiaria se conserva durante décadas. Macroscópicamente el aspecto externo
parece intacto. Microscópicamente, la erosión micromorfológica se produce en un
período de 2 a 3 mil años. El interior del hueso parece desorganizado, semejante a
hueso calcinado, frágil, quebradizo, poroso, inactivo ópticamente, decalcificado que
se desmorona fácilmente y que produce una intensa reacción carbonatada.
c. Otros modelos
!
Waldron, Mackie y Townshend, Waldron y otros), etc.
Desde el punto de vista medico-forense hay que tener en cuenta también que
huesos y dientes presentan cambios de coloración por precipitación de calcita
o sílice (SiO2), haciéndose duros y resistentes al mineralizarse con el paso del
tiempo.
Por todo lo expuesto, el análisis de huesos humanos desde el punto de vista policial
y forense exige considerar, previo al análisis lesional vital propiamente dicho, las
posibles acciones por los agentes naturales de alteración y fragmentación:
b. Factores modificadores:
!
Las mismas fracturas de los huesos son indicativas de traumatismos en vida, pero
también hay que tener en cuenta la acción mecánica de los animales, de los
arrastres y transportes postmortem, fenómenos de reasentamiento de masas o
aposición de láminas de sedimentación.
Al revés que en el caso anterior, las características de los restos actuarán de modo
secundario; así, los restos óseos que tienen una determinada morfología, deformidad
o textura son objeto de una diversidad de alteraciones y modificaciones,
absolutamente desconocidas en los detritos rocosos.
!
Antes de comentar cuales van a ser los principales agentes tafonómicos y edáficos
que pueden incidir sobre los restos óseos, tiene que quedar claro que, cualquier
interpretación tafonómica debe tener una justificación individual y específica ante el
número de variables que intervienen en el proceso postmortal. Se puede decir, que
no existen dos modelos de evolución postmortem iguales.
Con el fin de poder desarrollar este epígrafe de una forma lo más didáctica posible,
se hace necesario exponer una clasificación de las variables o fenómenos tafo-
edáficos. Entre las clasificaciones propuestas por otros autores citamos la de
Etxeberria (1996), que distingue tres grupos de fenómenos:
!
más o menos preponderancia de uno o más mecanismos según la acción de uno o
varios elementos o seres vivos.
EFECTOS DE LA TIERRA
COMPOSICIÓN DE LA TIERRA
!
adquirir la consistencia del plástico, sin embargo, si se seca, su estructura y forma
pueden ser alteradas, lo que puede hacer pensar en una patología deformante que
no existe.
Así, por ejemplo, las gravas no descalcificadas dan lugar a una buena conservación
mientras que las decalcificadas por acidez todo lo contrario.
La tierra de caverna, con frecuencia se trata de piedra caliza cementada con arcilla y
carbonato cálcico que precipita sobre los huesos formando láminas estalagmíticas
que mineralizan y petrifican el hueso.
La tierra arcillosa suele producir una corrosión ósea por la acidez del suelo.
PRESIÓN DE LA TIERRA
La deformación que produce la presión del suelo sobre los restos óseos puede variar
considerablemente dependiendo de la composición así como del tipo de clima
existente en la zona. El cráneo ofrece una posibilidad de deformación mucho mayor
que el resto de los huesos, los cuales, a excepción del peroné, no suelen deformarse
de forma perceptible.
!
diagnóstico diferencial entre una plagiocefalia o una alteración de la forma de origen
tafonómico. Asimismo, se debe también diferenciar las fracturas producto de la
presión de las producidas por otra etiología postmortal tafonómica (Tabla Nº 3).
Entre sus acciones destaca la decalcificación del hueso, que se produce en primer
lugar, por la acidez de las aguas (también de la tierra) que interacciona con el
carbonato cálcico óseo, que pasa a bicarbonato, el cual es hidrosoluble, por lo que
tenderá progresivamente a desaparecer el hueso.
Por otra parte, la acción física del agua sobre los restos produce una serie de
estriaciones, fisuras y ondulaciones de tipo paralelo, semejantes a las ocasionadas
en patologías óseas inflamatorias y traumáticas.
!
florescencias salinas, etc.
La forma en que se fragmentan los huesos con partes blandas adheridas por efecto
del calor es un proceso siempre constante que sigue las líneas de fuerza que les
ofrecen las trabéculas óseas, las cuales tienen siempre una dirección y disposición
constante. Estas líneas de fractura constantes se producen en los puntos de menos
resistencia.
Sin embargo, no ocurre lo mismo si los huesos han sido quemados accidental o
criminalmente sin partes blandas, secos. Se establecen diferencias notables en el
aspecto de la superficie, la forma de fracturarse y hasta el color varía (Tabla Nº 4 y
fotografías Nº 1, 2 y 3), de donde podemos deducir como se quemaron aquellos
huesos.
!
Fotografía Nº 3. >600º C
Fotografía Nº 4. “A” Fracturas transversales en hueso fresco, “B” Fracturas longitudinales en hueso
seco (Gráfico del Dr. Francisco Etxeberria Gabilondo, MD. Universidad del País Vasco)
!
patología traumática.
!
Hoff, propuesta para las reacciones monomoleculares. Según esta ley, al elevarse
la temperatura 10 grados, la velocidad de la reacción se duplica o triplica, según la
fórmula:
t
v=Cxa
!
Al combinarse el frío con la humedad, la materia orgánica se descompone
lentamente y forma un primer nivel de gran espesor; los componentes hidrosolubles
agresivos y reductores, que se biodegradan lentamente, provocan la reducción y
movilización masiva del hierro, acompañadas, casi siempre de la degradación de las
arcillas por hidrólisis. Pese a las diferencias bioquímicas que se originan en la
evolución bioquímica de estos suelos existe un paralelismo entre ellos más o menos
acentuados, de tal modo que se pueden distinguir tres fases fundamentales: una
fase inicial en que la capa de agua es menos reductora, el medio poco ácido, la
movilización y segregación del hierro poco intensa y su reducción no es total. Se
sigue de una fase modal en que la acidificación es más acusada y el humus
comienza a deteriorarse produciéndose una segregación muy intensa del hierro; la
diferenciación del nivel superficial y el intermedio es muy acusada. Por último se
describe la fase de pseudopolsolización con degradación por hidrólisis y
complexolisis de las arcillas con liberación de aluminio, evolución turbosa y
acumulación de los óxidos de hierro en bandas horizontales más o menos
endurecidas.
!
LA RADIOACTIVIDAD
Los huesos en contacto con objetos de hierro, mediante la acción del óxido de hierro,
!
se tiñen de un color rojizo y además se endurecen. Por otra parte, la acción corrosiva
de las sales ferrosas pueden producir verdaderos orificios circulares, que se pueden
confundir con trepanaciones.
!
especialmente a partir de desperdicios, fragmentan los restos gruesos en una
masa porosa movediza. Forman sustancias humíficas en el propio intestino animal,
así la mezcla de restos orgánicos con elementos minerales en el intestino de los
animales con sustancias mucilaginosas permite formar agregados estructurales que
tienen una solidez excepcional, hidro-resistentes, incluso la formación de nuevas
formaciones, como ocurre con la calcita en el intestino de las lombrices de tierra.
!
A modo de resumen práctico podemos decir que:
• Los insectos y artrópodos tienen una acción osteolítica que da lugar a orificios
que penetran en la cavidad diafisiaria.
• Los animales carnívoros mediante la acción de sus caninos producen surcos
estriados y con los molares fisuran y trituran los huesos.
• Los herbívoros fundamentalmente dispersan los huesos, aunque con sus dientes
posteriores pueden fragmentar levemente los restos.
• Las aves remueven y cambian de lugar los huesos haciendo que en muchas
ocasiones buena parte de los restos se pierdan fácilmente. Además producen
pequeñas lesiones por el golpeteo repetitivo de su pico, que pueden hacer pensar
en patologías de origen infeccioso (orificios fistulosos...) o tumoral.
Las raíces son otro elemento muy activo en la dinámica de los suelos. La
exploración radicular varía mucho según las especies vegetales, su naturaleza,
profundidad de los suelos y condiciones del mismo (Fotografías Nº 5, 6, 7 y 8).
Las raíces absorben iones y los iones que alcanzan estas raíces ponen en juego, a
su vez, los caracteres de los suelos, los de las especies iónicas, según su grado
de absorción y coeficiente de difusión y, como los movimientos de los iones se
efectúan en fase líquida, los parámetros hídricos, estado de humedad y movimiento
del agua.
!
estos contenidos en torno a las raíces. La difusión de los iones se manifiesta en
función del coeficiente de difusión de la especie iónica. En general, los cationes
alcalinos (sodio, potasio) difunden bien en el suelo; los iones fosfóricos difunden
poco. Por otro lado, la difusión se altera considerablemente la sequedad del suelo.
Las raíces también penetran por los orificios naturales de nervios y vasos,
aumentando progresivamente de diámetro hasta hacer estallar el hueso. Corroen la
capa superficial mediante la liberación de sustancias químicas con propiedades
osteolíticas (auxinas, cinetinas y ácido indolacético).
Fotografía Nº 5 Fotografía Nº 6
Fotografía Nº 5. Raíz vegetal que ha invadido un arco costal
!
Fotografía Nº 6. Musgo y pequeñas plantas cubriendo la articulación de epífisis próximal de cúbito
(Fotografías del Dr. César Sanabria Medina)
Fotografía Nº 7. Fotografía Nº 8.
Fotografías Nº 7 y 8 respectivamente. Órbita y apertura piriforme de un cráneo encontrado a campo
abierto, se puede observar la invasión de líquenes, musgo y pequeñas plantas (Fotografías del Dr.
César Sanabria Medina)
!
pueden comprobar histopatológicamente.
Por otro lado, las bacterias ambientales incorporan al hueso carbonatos exógenos
que modifican las dataciones mediante radiocarbono (Hassan, Termine y Hayes) e
interfieren otras valoraciones en relación a la posible dieta alimenticia del sujeto
(Schoeninger y Deniro), enriquecen el hueso en uranio, que se acumula en las zonas
porosas bacterianas (Baud, Durif y Morgenthaler, Shumate, Strandberg y Parrot), lo
mismo que en torio (Brierley y Bierley).
!
perforaciones que se ha conseguido reproducir experimentalmente (Marchiafava,
Bonucci y Ascenzi), radiográficamente se demuestran con gran facilidad
Por otra parte, el hecho de encontrar bacterias fosilizadas en los restos es bastante
común, como consecuencia de los fenómenos putrefactivos. Estas pueden producir
una serie de alteraciones, como tunelizaciones paralelas semejantes a las que
existen en las periostitis.
!
los metales.
Contribuyen a este proceso, no solo las bacterias sino también las algas, los
líquenes, capaces de erosionar rocas cristalinas y los minerales aislados que las
constituyen.
Entre estos posibles efectos, intervienen las sustancias húmicas propiamente dichas.
Sprengel señal” la capacidad de descomposición de los silicatos por el ácido
húmico, con formación de ácido silícico; la acción destructora de los ácidos
crénico y apocrénico fueron demostradas por Berzelius, etc. Parece que el papel
más activo en la descomposición mineral pertenece a los fulvoácidos.
!
Los bosques de frondosas de cualquier tipo climático se caracterizan por la
fuerte actividad biológica del humus de tipo mull. Va a caracterizarse por la
movilización de los cationes que, en el caso del calcio y del manganeso
origina un considerable enriquecimiento de los humus de superficie; la
movilización química se reduce al mínimo.
!
5.6 EFECTOS TAFONÓMICOS Y GÉNESIS DE PSEUDOPATOLOGÍA ÓSEA
Los fenómenos tafonómicos, como ya hemos visto, influyen sobre los restos óseos
originando procesos pseudopatológicos. En la Tabla Nº 5 se recoge el diagnóstico
diferencial de las lesiones más frecuentes verdaderamente patológicas y las
pseudopatológicas de origen tafonómico.
PSEUDOPATOLOGÍA FENÓMENOS
PATOLOGÍA ÓSEA
TAFONÓMICOS
M: únicos o pocos. M: numerosas por toda la superficie ósea. Tierra, agua, fuego,
FISURAS Y GRIETAS R: discreta reacción ósea. R: ausencia de reacción ósea. calor, clima, hombre,
carnívoros y vegetales.
M: bordes regulares y lisos de etiología M: generalmente bordes irregulares y Insectos, artrópodos,
SURCOS,
fistulosa; trayecto abierto o cerrado. rugosos. carnívoros, vegetales,
TUNELIZACIONES,
R: reacción ósea en la zona periférica R: ausencia de reacción ósea. bacterias y hongos.
CAVERNAS Y
del orificio, surco o tunelización. H: posible presencia de bacterias y
ORIFICIOS
levaduras fosilizadas.
OSTEOPOROSIS Y R: mayor afectación del tejido óseo R: mayor afectación del hueso cortical. Tierra y agua.
DESCALCIFICACIÓN esponjoso con disminución de la
densidad hueso.
M: deformidades y alteraciones
M: imágenes típicas y características de Tierra y hombre.
morfológicas que no guardan relación con
cada entidad nosológica: la supuesta patología.
* traumática: callo de fractura con
ALTERACIONES
deformidad,..
MORFOLÓGICAS
* endocrina: enfermedad de Cushing,
Y DEFORMACIONES
etc.
* congénita: hidrocefalia, sífilis, etc.
*genética: cráneosinostosis.
M: cambios de color dental y ausencia M: marcados cambios de color tanto de las Metales.
de pigmentación ósea: piezas dentales como de los huesos.
* fluorosis: variable entre blanco, marrón
PIGMENTACIONES y negro.
* tabaco: marrón ocre.
* plomo: ribete de Burton.
!
M: visión macroscópica R: imagen radiológica H: visión microscópica
Tabla Nº 5. Diagnóstico diferencial: patología y pseudopatología tafonómica
!
TECNICAS ARQUEOLÓGICAS DE EXCAVACIÓN
LA EXCAVACIÓN
CONSOLIDACIÓN RESTOS
DOCUMENTACIÓN
ficha arqueológica
ficha antropológica
FOTOGRAFÍA
PLANIMETRÍA: general y detalle
!
Como es de suponer en general la apariencia de los restos es un amasijo de huesos
sin conexión anatómica.
Al igual que las sepulturas colectivas o fosas comunes se encuentran los osarios,
!
sin embargo en estos casos la complejidad del trabajo dependerá sobre todo del
tamaño del osario. En este caso y al igual que en las tumbas colectivas se actuará de
la misma forma haciendo especial hincapié en la determinación del NMI (Número
Mínimo de Individuos) en el laboratorio.
Por efecto de la gravedad los signos más evidentes son visibles en: dislocación del
cráneo, caída de la mandíbula generalmente sobre el tórax, dislocación de la
articulación del húmero, apertura de coxales, caída de ambas rótulas o al menos
alguna de ellas, dislocación de la articulación cúbito-radio, etc (Fotografía Nº 9)
Estos signos son patentes cuando el esqueleto está en posición de decúbito supino,
en cambio cuando está de decúbito lateral es posible al menos observar la caída de
la escápula y un coxal pudiéndose ocultar detrás del tronco (Mallegni y Rubini, 1994).
!
antrópica. Este “saqueo”, se detecta en forma de túneles, fosas o agujeros realizados
sobre la tumba.
!
Por otro lado cuando nos encontramos con esqueletos en posiciones muy contraídas
y de máxima flexión no necesariamente significa que el individuo hubiese estado
amortajado con fuerza aprisionándole los miembros, o encerrado en un saco. En
ocasiones estas posiciones se deben a fenómenos de compresión transversal que se
dan cuando el cuerpo yace en decúbito supino en un contenedor estrecho (sudario,
fosa o receptáculo demasiado ajustado) (Fotografías Nº 10 y 11)
Fotografía Nº 10
!
Fotografía Nº 11
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En este sentido, se denomina deposición a la disposición del individuo en el interior
de la tumba. Las más habituales son: decúbito supino, decúbito prono, decúbito
lateral (derecho-izquierdo), fetal, reclinado y sentado entre otras.
Por último, para describir la posición de la cabeza se emplean los términos “mirando
u orientado” a la derecha, a la izquierda, y de frente (Sprague, 1968).
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5.11 CONCLUSIONES
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b) Erosiones debidas a agentes sedimentarios: agua, barro, etc.
c) Erosiones debidas a mordisqueo, especialmente por roedores.
d) Señales de mordisco en el hueso, sobre todo en relación a las fracturas.
e) Otras fracturas debidas a termoclastia o por pisoteo, por presión o por esfuerzos
tectónicos, consecuencia de la extracción o trabajos de laboratorio.
f) Posibles acciones humanas sobre el hueso.