Está en la página 1de 2

La Arquitectura Modernista. El Movimiento “Arts and Crafts”.

En 1861 William Morris funda


en Londres, con un grupo de artistas y arquitectos, la sociedad “Morris and Co.” Destinada a la
construcción y fabricación de objetos artísticos y uso mas corriente. Esta sociedad fue el punto de
partida de un movimiento de propósitos mas ambiciosos que culmino veintisiete años mas tarde
con la construcción, por C.R. Ashbee, de la “Arts and Crafts Society” (Sociedad de Artes y Oficios).
Entre ambas fechas se produjeron múltiples intentos, iniciativas y discusiones, que dieron lugar a
otras varias organizaciones orientadas al perfeccionamiento y renovación de las obras de artesanía,
en oposición al empleo de preponderancia de las maquinas.

Morris lucho denodadamente por la perfección y originalidad de las obras de artesanía e indirectamente por la
arquitectura. Como modelo tomo la artesanía de la edad media. Su lucha iba dirigida contra la decadencia que suponía
la producción industrial, de menos valor que la manual, y contra los objetos fabricados en serie por las maquinas que a
causa de su precio mas bajo, conquistaron el mundo, sustituyendo la belleza y la verdad por la falsedad y el engaño.
Pero la producción industrial no era un hecho que pudiera desconocerse en 1888, año en que se funda la “Sociedad de
Artes y Oficios”. De esta forma lo entendió Ashbee y acepto; por lo menos, la teoría del trabajo en común. Con ella
introdujo el método del diseño industrial, que desde la construcción del palacio de Cristal corresponde a la era del
maquinismo. Pese a estas variantes, estéticamente el movimiento se mantuvo ligado a las ideas de origen, sobre todo,
a través de la obra de Walter Grane, primer presidente de “Arts and Crafts” que de vez en cuando expresaba su
oposición a las nuevas tendencias. Del espíritu que aporta la “Sociedad de Artes y Oficios” deriva un nuevo tipo de
arquitectura, el modernismo, apoyado en un sentido decorativo de la construcción, que rompe con la estética del siglo
XIX, cambiando totalmente el arte propio del mismo.

El Modernismo. El modernismo se difundió entre los años 1890 y 1910 por toda Europa. En cada país recibió un
nombre distinto: “Art Noveau” en Bélgica y Francia; “Modern Style” en Inglaterra; “Jugendstil” en Alemania; “Sezession”
en Austria, y “Liberty” o “Floreale” en Italia. también se llama estilo 1900. Surgió en franca lucha contra la cada vez
mas poderosa industrialización que se veía como una fuerza deshumanizadora, y por la voluntad de crear frente a la
falta de etilo del siglo XIX, un estilo nuevo. Se ha considerado al modernismo como “ un movimiento romántico,
individualista y antihistórico”. A pesar de tener su origen en la pintura, las mejores realizaciones del modernismo se
obtuvieron en arquitectura y en las artes decorativas. Las formas típicamente modernistas huyen del ángulo recto y
utilizan, en cambio, el arabesco y las líneas sinuosas, ondulantes y asimétricas de la naturaleza. así, llegan a un
preciosismo y una artificiosidad de gran refinamiento. En todas las obras abiertamente modernistas los arquitectos
renuncian expresamente a imitar los estilos anteriores, introduciendo una construcción basada en el ornamento.

Materiales modernos. Los arquitectos modernistas utilizan todos los materiales de construcción conocidos, desde la
piedra labrada y la tierra cocida hasta el hierro y el vidrio. Las combinaciones que se hacen entre los distintos
materiales no obedecen nunca a reglas generales fijadas de antemano, sino a los particulares fines que cada arquitecto
persigue. En cambio, la elaboración de los distintos materiales es cuidada con suma atención, según los principios
tradicionales mas estrictos a fin de conseguir determinadas texturas y calidades. Por lo general, el arquitecto de esta
época es un hombre con amplios conocimientos técnicos desde el punto de vista artesano y que rechaza de plano toda
falsificación en la preparación de los elementos primarios que van a intervenir en la obra. Junto a los materiales mas
clásicos, aplican que tuvieron prestigio en determinadas épocas, como la cerámica, la porcelana, el barro cocido, los
escayolados árabes, etc.

La Cerámica. Por influencia de los estilos orientales, en particular del árabe, los arquitectos modernistas adoptaron
profusamente el uso de la cerámica como elemento decorativo en la construcción. Con ella se recubre muros, columnas
y hasta cubiertas. Tanto en el dibujo, como en el color, la riqueza de soluciones es muy amplia. Desde la línea
puramente geométrica hasta las mas delicadas creaciones de la fantasía, el trazado de los dibujos ornamentales es
variadísimo. Con este estilo los azulejos volvieron a recobrar su vieja categoría de elementos ornamental de primer
orden.

El Hierro. El hierro es sometido al trabajo de forja, por medio del cual se le hace adoptar todo tipo de conformaciones.
Rara vez se presenta este material en la forma simple de barras sin labrar, sino que, casi invariablemente, se le somete
a la curva y al rizo sinuoso. Descubiertas las líneas de resistencia, se practican grandes vaciados en el cuerpo del hierro,
modelándose los nervios de las piezas según las líneas ondulantes, que dan como resultado conjuntos llenos de una
complicada fantasía lineal. Toda esta labor es fruto de un profundo conocimiento del oficio y de una desbordada
imaginación.

La Madera. La madera, uno de los materiales mas antiguos empleados en la construcción, tiene también su lugar en la
arquitectura modernista. Trabajada con profusión se consiguen con ella formas recargadas, con predominio de la curva,
tanto lineal como superficial, llegándose a la elaboración de sorprendentes diseños. Con los demás materiales fue
empleada como estructura y como revestimiento. Se construyen también puertas y pasamos de madera labrada.
Siempre, este material, fue tratado con un cuidadoso primor. (Fuente oficial del articulo: Enciclopedia CEAC, del
encargado de obras "historia de la arquitectura".)
http://www.arqhys.com/contenidos/modernismo.html
La existencia de un material natural está estrechamente relacionada con la invención de las
herramientas para su explotación y determina las formas constructivas. Por ejemplo, la
carpintería de madera apareció en las diferentes áreas boscosas del planeta, y la madera sigue
siendo, aunque su uso esté en declive, un material de construcción importante en esas áreas.
En otras zonas, las piedras naturales se utilizaron en los monumentos más representativos
debido a su permanencia y a su resistencia al fuego.

Dado que la piedra se puede tallar, la escultura se integró fácilmente con la arquitectura. El empleo de piedras
naturales en la construcción está en decadencia, debido a su elevado precio y a su complicada puesta en obra. En su
lugar se utilizan piedras artificiales, como el hormigón y el vidrio plano, o materiales más ligeros, como el hierro o el
hormigón pretensado, entre otros. En las regiones donde escaseaban la piedra y la madera se usó la tierra como
material de construcción. Aparecen así el tapial y el adobe: el primero consiste en un muro de tierra o barro apisonado
y el segundo es un bloque constructivo hecho de barro y paja, y secado al sol. Posteriormente aparecen el ladrillo y
otros productos cerámicos, basados en la cocción de piezas de arcilla en un horno, con más resistencia que el adobe.
Por tanto, las culturas primitivas utilizaron los productos de su entorno e inventaron utensilios, técnicas de explotación y
tecnologías constructivas para poderlos utilizar como materiales de edificación. Su legado sirvió de base para desarrollar
los modernos métodos industriales.

La construcción con piedra, ladrillo y otros materiales se llama albañilería. Estos elementos se pueden trabar sólo con el
efecto de la gravedad (a hueso), o mediante juntas de mortero, pasta compuesta por arena y cal (u otro
aglutinante). Los romanos descubrieron un cemento natural que, combinado con algunas sustancias inertes (arena y
piedras de pequeño tamaño), se conoce como argamasa. Las obras construidas con este material se cubrían
posteriormente con mármoles o estucos para obtener un acabado más aparente. En el siglo XIX se inventó el cemento
Portland, que es completamente impermeable y constituye la base para el moderno hormigón. Otro de los inventos del
siglo XIX fue la producción industrial de acero; los hornos de laminación producían vigas de hierro mucho más
resistentes que las tradicionales de madera. Es más, los redondos o varillas de hierro se podían introducir en la masa
fresca de hormigón, aumentando al fraguar la capacidad de este material, dado que añadían a su considerable
resistencia a compresión la excepcional resistencia del acero a tracción. Aparece así el hormigón armado, que ha
revolucionado la construcción del siglo XX por dos razones: la rapidez y comodidad de su puesta en obra y las
posibilidades formales que ofrece, dado que es un material plástico. Por otra parte, la aparición del aluminio y sus
tratamientos superficiales, especialmente el anodizado, han popularizado el uso de un material extremadamente ligero
que no necesita mantenimiento. El vidrio se conoce desde la antigüedad y las vidrieras son uno de los elementos
característicos de la arquitectura gótica. Sin embargo, su calidad y transparencia se han acrecentado gracias a los
procesos industriales, que han permitido la fabricación de vidrio plano en grandes dimensiones capaces de iluminar
grandes espacios con luz natural.
http://www.arqhys.com/materiales-de-construccion.html

También podría gustarte