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INTRODUCCIÓN
3. EL ANÁLISIS GEOGRÁFICO
El espacio geográfico puede ser concebido como algo abstracto; como algo concreto y real;
como algo subjetivo; en su sentido global; en sí mismo con sus leyes explicativas;
organizaciones, distribuciones, asociaciones, relaciones, cambios y transformaciones, etc; y
como un producto social. Todos estos enfoques han sido trabajados por la geografía a lo largo
del tiempo y según las corrientes epistemológicas dominantes.
Los Paisajes, porciones de la superficie terrestre, con límites, donde los componentes naturales
y los humanos forman un conjunto de interrelación e interdependencia, también han dado lugar
a una fecunda línea de análisis geográfico. En ella se analiza el potencial ecológico (ámbito
abiótico), La actividad biológica (comunidades de seres vivos) y la utilización antrópica
(actividad socioeconómica y ordenación del espacio), con sus componentes, fuerzas actuantes,
materiales, agentes, escalas, cambios y transformaciones.
El Análisis Ecológico estudia las relaciones entre los grupos humanos, con sus características,
y el medio geográfico, con las que le son propias. Las relaciones se interpretan desde la
consideración de todas las posibles interrelaciones, interdependencias, interconexiones e
interacciones resultantes y presentes en cada circunstancia.
El Análisis Regional combina las aportaciones del ecológico y del espacial, permitiendo
diferenciar áreas geográficas, unidades territoriales o espaciales, aplicándose una metodología
sistémica.
Esta metodología supone el reconocimiento de los flujos, redes, nudos, jerarquías, superficies y
procesos de difusión espaciales que se materializan en el territorio para la configuración de un
Sistema Territorial, en el que quedan incluidos el de Asentamientos (con el Sistema Urbano, el
de lugares centrales o áreas funcionales diferentes de los del sistema urbano, y los pequeños
núcleos rurales y unidades aisladas), el Productivo, el de Conexiones, el del Medio Físico, la
Población, y el marco jurídico-político.
Se tiene en cuenta la variable temporal, los factores de la organización espacial (internos,
externos, naturales, históricos, económicos, sociológicos, culturales, políticos y jurídicos), los
agentes sociales que intervienen en los diferentes procesos, las estructuras espaciales que van
produciéndose, para llegar a un diagnóstico territorial, en el que conoceremos los procesos y
estructuras dominantes, las tendencias posibles y la problemática planteada, con la
correspondiente valoración y propuestas de actuación. Como vemos se tiene en cuenta la
funcionalidad, la estructura, el proceso y la forma del Sistema Territorial.
En todos estos análisis es frecuente el uso de Modelos, entre los que destacamos, por su
relación con la temática de este artículo, los referentes a la estructura locacional, el desarrollo
urbano y regional, el planeamiento urbano y regional, el análisis territorial, y los que se enfocan
a la Ordenación del Territorio y políticas de gestión de espacios concretos.
Entre los modelos de desarrollo urbano y regional, destacamos los referentes a la accesibilidad
para la distribución del crecimiento, desarrollo residencial, programas de renovación, análisis
de mercado, ventas al por menor, y los de transporte.
En el análisis territorial relacionamos los modelos de usos del suelo, conversión de suelo,
diferentes actividades económicas, ciudades nuevas, transporte, sistemas comarcales y
funcionales, y los de planificación regional.
4. LA GESTIÓN AMBIENTAL
Hay que desarrollar una serie de actividades, medios, técnicas, etc, que permitan conservar los
ecosistemas y minimizar las alteraciones provocadas por las acciones humanas.
5 EL MEDIO FISICO
Teniendo en cuenta que los efectos de las actividades humanas sobre el medio físico son cada
vez más trascendentes, y que en los trabajos de planificación territorial se incide en los
enfoques sistémicos de los asentamientos humanos, y considerando que las relaciones con los
demás sistemas que forman, junto con ellos, el sistema territorial, se comprenderá la
importancia de los estudios sobre el medio físico para todas las cuestiones que planteamos en
este artículo.
El medio físico nos interesa en sí mismo, como objeto de investigación y como un recurso en
las políticas de ordenación del territorio. A los recursos del medio físico pueden aplicárseles
cuatro tipos de valores: valor naturalístico (grado de conservación, especificidad de sus
ecosistemas, etc); valor para la localización de ciertas actividades humanas (microclima,
vulnerabilidad a la contaminación, recursos acuíferos, etc); valor perceptual (cultura y paisaje);
y el valor relacionado con la productividad (especialmente la agraria).
En los estudios del medio físico podemos proponernos la recuperación de los valores que
tenga, o bien reducir los impactos negativos y si es posible evitarlos totalmente. Siempre es
preferible atender los dos planteamientos.
La metodología de estos trabajos nos lleva al análisis de los elementos del medio físico
(materiales, relieve, aguas, atmósfera, vegetación, fauna, suelos, espacios naturales), de los
elementos socioeconómicos que le afectan (usos del suelo, recursos, urbanización, actividades
económicas, infraestructuras, etc), así como de los diferentes impactos con sus factores y
agentes, para poder emitir un primer diagnóstico.
Estos trabajos se completan con el análisis espacial, la posible sectorización del territorio, el
análisis de sus elementos y los impactos, para determinar cuáles son los espacios que deben
ser conservados y protegidos. Con esta fase terminada, y recogiendo el análisis del diagnóstico
anterior, podemos establecer unas directrices para el uso y gestión de ese espacio al contar
con un conocimiento profundo de su medio físico y de su integración en la Planificación
Territorial.
En la metodología general del trabajo habrá que definir claramente los objetivos; recopilar la
información existente; recoger datos; inventariar, verificar y corregir los datos; interpretar los
datos y proceder a su tratamiento (gráficos, esquemas, tablas, fichas, cartografía, etc); elaborar
documentos analíticos y sintéticos específicos, así como el correspondiente material gráfico y
auxiliar; y proceder a la clasificación del medio físico, para redactar el correspondiente
documento, en base al establecimiento de unidades homogéneas respecto a ciertos factores.
Se tendrán en cuenta los elementos del medio físico, sus características, sus cualidades, sus
tipos, los procesos que les afecten, y las posibles clasificaciones que se puedan realizar. En los
elementos debemos diferenciar los físicos, los biológicos, y los relacionados con el paisaje,
además de las posibles influencias humanas en los mismos.
La clasificación puede ser descriptiva o predictiva. La primera refleja los rasgos físicos
existentes. La segunda, permite recomendar localizaciones, usos, niveles de protección, etc.
Normalmente, ambas estarán presentes en los trabajos de Planificación y Ordenación del
Territorio, siendo esencial las aportaciones que nosotros podemos hacer desde el análisis
geográfico.
Se considera Impacto Ambiental a la alteración producida sobre el medio y los seres vivos para
la realización de un proyecto, teniendo en cuenta las modificaciones de las características y
condiciones existentes antes del proyecto, la modificación de los valores, y la repercusión sobre
el bienestar humano. La alteración producida puede ser positiva o negativa.
Una vez realizada la identificación de los impactos se procede a su valoración teniendo en
cuenta el carácter genérico del impacto, el tipo de acción, la sinergia del impacto, las
características del impacto en el tiempo, las características espaciales del impacto, la
reversibilidad, la recuperación y la probabilidad de ocurrencia.
La valoración resultante nos permite fijar una escala de impactos: Impacto compatible (no
necesita medidas correctoras); Moderado (tarda un cierto tiempo en recuperarse y apenas
necesita correctores); Severo (requiere un largo periodo de tiempo para la recuperación e
importantes medidas correctoras); y Crítico (supera el umbral admisible y no es posible
recuperar las condiciones originales).
En este sentido dos son los conceptos que se utilizan: la aptitud del territorio y el alcance del
impacto que produce sobre el Territorio un determinado cambio. Los objetivos se concretarán
en la maximización de la aptitud del territorio y la minimización de los impactos. Conociendo la
aptitud y los impactos estableceremos la potencialidad del mismo para una serie de usos. Aquí
podemos hablar de la capacidad de un territorio, según sus características, para determinadas
actividades; de una calidad para que determinadas estructuras se conserven; y de su fragilidad
para el deterioro en un proceso de tiempo determinado. De todo lo anterior dependerán los
cambios en la valoración global del territorio cada vez que se desarrolle una nueva actividad.
- Impacto Ambiental: Alteración, positiva o negativa, producida sobre el medio y los seres vivos,
por una determinada situación.
- Indicador Ambiental: Elemento o factor del medio que puede ser medido y es representativo
de la magnitud de un impacto ambiental.
- Estudio de Impacto Ambiental: En este estudio técnico se identifican y valoran los impactos.
- SCOPING: Conjunto de actuaciones que permiten definir el contenido del estudio de impacto
ambiental. Es la definición previa del contenido del estudio de impacto ambiental.
7 LAS INFRAESTRUCTURAS
En este artículo nos referimos a infraestructuras artificiales de carácter técnico que al actuar
sobre el medio físico permiten la adecuación del Territorio a las necesidades sociales.
8. LA ESTRUCTURA TERRITORIAL
Realizado el trabajo anterior podemos definir el sistema con el que debemos contar, estudiando
sus elementos, características, relaciones, estado, formas, procesos y funcionamiento, que nos
permitan llegar a la planificación del sistema con los correspondientes mecanismos de
seguimiento y control.
9. LA PLANIFICACION
Con ella pretendemos regular o controlar las actividades de los individuos y grupos, de modo
que los efectos negativos que puedan surgir se reduzcan al mínimo con un Plan
permanentemente dinámico.
Los fines que se establecen son: análisis del medio; formulación de objetivos: generación de
alternativas; evaluación de alternativas; ejecución del Plan; seguimiento, control y posible
revisión del Plan elegido.
En cada uno de estos fines habrá que ir introduciendo un acercamiento entre planteamientos
económicos y ecológicos, de manera que se incorporen los costes ecológicos a los procesos
económicos, se adecúen los sistemas de producción y consumo al marco del desarrollo
sostenible, con su gestión integrada del desarrollo socioeconómico y del medio ambiente, que
garantice un modelo de desarrollo ambiental mente sano, viable económicamente, perdurable y
socialmente justo. En el punto siguiente tenemos alguna referencia complementaria.
La Ordenación del Territorio pretende el conocimiento de las características del medio físico y
valorar los recursos naturales para determinar sus posibles usos, fijando prioridades,
limitaciones, etc. Se trata por lo tanto de controlar la actividad económica que se produce en el
territorio.
Según D. Gómez Orea, "Es la proyección en el espacio de las políticas social, cultural,
ambiental y económica de una sociedad". Se trata de integrar la planificación del medio físico
con la socioeconómica, tanto en los procesos como en la organización resultante.
En los desequilibrios territoriales podemos diferenciar, según V. Bielza de Ory, las horizontales
y las verticales. Los primer0s causan desigualdades en las distintas partes del territorio. Los
segundos provocan desorden en la organización del espacio, en el uso del suelo y son la causa
próxima de los problemas ambientales. Para corregirlos se elaboran las correspondientes
estrategias, con una importante participación de análisis y enfoques geográficos.
Si queremos conseguir una gestión ambiental correcta del territorio, tendremos que tener en
cuenta las siguientes temáticas: impactos ambientales de las diferentes actividades; las
condicionantes del medio físico con una capacidad para determinados usos; considerar los
espacios naturales como recursos y gestión de los diferentes paisajes; y el establecimiento de
una zonificación adecuada para cada actividad o uso.
Los planes de ordenación del Territorio, imponen un avance para superar el plano sectorial y
lograr una planificación integrada que tenga en cuenta las cuestiones anteriormente
planteadas.
Esta Planificación, a la que debe responder la Ordenación del Territorio, tiene las siguientes
características: Se estudia el territorio afectado como un sistema dinámico; Planificación y
gestión se alternan en un proceso continuo con objetivos a largo plazo; Estudios
interdisciplinarios; el ser humano es un elemento del sistema que se relaciona con los demás
elementos del mismo; Contempla un uso múltiple del Territorio; y establece la información
pública en todo el proceso.
Toda Ordenación del Territorio se apoya en la consideración de la capacidad del territorio y los
impactos de los diferentes usos o actividades, tratando de maximizar la capacidad o aptitud y
de minimizar los impactos.
Se suele trabajar con tres grupos de Modelos: los basados en unidades ambientales
homogéneas (Hills; Gonzalez Bernaldez; GEM); los basados en la determinación de áreas
según usos potenciales (Lewis; Mc Harg; Johns; Steinitz; de capacidad a partir del concepto de
impacto o de aptitud o considerando los dos conceptos; de usos del suelo en áreas rurales); y
los Mixtos.
Los primeros establecen una serie de unidades ambientales definidos por una serie de
características que garantizan una cierta homogeneidad al sistema existente. Los segundos
consideran la respuesta a las actividades previstas de cada uno de los elementos significativos
del medio. Los mixtos tienen en cuenta los dos enfoques anteriores. Siempre deberán sentar
presentes los trabajos de inventario, correlación de datos, e identificación de la problemática
planteada con la correspondiente valoración y generación de alternativas, con su evaluación, y
dedicando una atención especial a las áreas de problemática específica.
11. EL PAISAJE
Los estudios referentes a esta temática siempre han estado presentes en una ciencia que
cuenta con la tradición paisajística y que ha sido definida como ciencia del paisaje, como
estudio de la fisonomía de la superficie terrestre, como estudio de los paisajes como complejos
naturales, y como estudio de los paisajes culturales y humanos.
El Paisaje es la parte visible del espacio geográfico, está formado por elementos abióticos,
bióticos y antrópicos que lo estructuran y están interrelacionados ajustándose, como dicen los
expertos, al modelo de geosistemas, que es el nivel más alto de organización de la
epigeosfera, y que se transforma y evoluciona con el paso del tiempo, respondiendo a los
cambios en materia y energía.
Al Paisaje podemos estudiarlo desde un punto de vista puramente estético, haciendo alusión a
las formas y colores, en cuanto a su armonía y combinaciones. Podemos estudiar los sistemas
naturales que lo forman, y también lo podemos considerar como un estado cultural resultado de
la acción de los seres humanos.
El profesor González Bernaldez, trató de conjuntar estos tres planteamientos indicando que los
paisajes estaban constituidos por unos sistemas perceptibles que formaban el fenosistema, y
por otros de difícil observación que formaban el criptosistema.
Los elementos básicos de la percepción del paisaje son: la composición de formas naturales y
antrópicas, la visibilidad (zona de visión física entre el observador y el paisaje), el observador y
su entorno inmediato que le permite visual izar el mismo paisaje desde diferentes perspectivas,
y la interpretación del contenido y significado del paisaje.
Además de estos elementos de la percepción sensible, hay que tener en cuenta la imagen, ya
que es ésta, y no el medio, la que influye directamente sobre el comportamiento humano. Así
podemos diferenciar el medio geográfico, real y objetivo, del medio operacional, en el que se
realizan las acciones humanas, del medio perceptivo, parte del anterior de la que los seres
humanos somos conscientes, y el medio del comportamiento, que es la parte del anterior que
motiva la acción humana. La imagen del medio dependerá de la edad, la clase social, la
formación, la actividad, etc, de cada persona. La realidad es una, pero habrá tantos paisajes
como imágenes tengamos y percepciones se produzcan, tanto a nivel individual como
colectivo.
Los paisajes pueden clasificarse por sus características en relación con el espacio, en relación
con el tiempo, por su funcionalidad y por su estado. En unos destacará el predominio de los
elementos abióticos, en otros de los bióticos y en un tercer grupo será significativa la presencia
humana.
Como elementos visuales tenemos sus cualidades estéticas {Unidad, Fuerza o Intensidad y
Variedad); Las Formas; Las Líneas; Los Colores; La Textura {agregación de formas que se
perciben como variaciones o irregularidades en su superficie) que se caracteriza por su Grano
{tamaño relativo de las variaciones), por su Densidad, por su Regularidad y por su contraste
interno {diversidad de colorido y luminosidad de la superficie); la Escala {relación existente
entre el tamaño de un objeto y el entorno donde se sitúa); el Espacio {Panorámicos, Cerrados,
Focalizados, o dominado por la presencia de un componente singular). Habrá que tener en
cuenta la distancia para identificar los sucesivos planos del análisis, la posición del observador,
las condiciones atmosféricas, la iluminación, el movimiento del observador a través del paisaje,
y el tiempo que dure la observación.
La calidad visual del paisaje tiene gran importancia a la hora de adoptar alternativas de uso en
un territorio en el que estemos desarrollando una planificación integral. Es importante delimitar
la cuenca visual, es decir la zona visible desde un punto de observación.
popular e histórico, etc. También hay que tener en consideración la accesibilidad visual desde
pueblos y carreteras, así como la distancia a los mismos, que nos dará, junto con la anterior
fragilidad intrínseca, la fragilidad visual adquirida.
Las etapas metodológicas en el estudio de los Paisajes, son los siguientes: análisis, diagnosis,
corrección de impactos, prognosis (prognóstico referente a futuros estados), y sintéresis
(prevención de impactos). Habrá que precisar con claridad los objetivos, delimitar las escalas
espacial y temporal, obtener los datos necesarios y elaborar unas conclusiones respecto a sus
características y potencial, evolución, percepción, consideración como recurso, espacios a
proteger, fragilidad y valoración, sensibilización social, gestión y planificación y unidades
resultantes del paisaje.
12. CONCLUSION
A lo largo del presente artículo hemos recogido alguna de las posibilidades del análisis
geográfico en áreas relacionadas con el Medio Ambiente, el estudio de las estructuras
territoriales, la Planificación Integral y el conjunto de actuaciones que se enumeran en lo que se
denomina la Ordenación del Territorio, al objeto de poner de manifiesto las posibilidades del
mismo en todas estas cuestiones, pero no sólo de manera conceptual, teórica o metodológica,
sino con una aplicación práctica en los equipos multidisciplinares que se organizan para el
tratamiento de estas temáticas.
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