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EUCLIDES Y YO EN ASTRONOMIA

La geometría es una de las más antiguas ciencias. Inicialmente, constituía un


cuerpo de conocimientos prácticos en relación con las longitudes, áreas y
volúmenes. En el Antiguo Egipto estaba muy desarrollada, según los textos de
Heródoto, Estrabón y Diodoro Sículo. Euclides, en el siglo III a. C. configuró la
geometría en forma axiomática, tratamiento que estableció una norma a seguir
durante muchos siglos: la geometría euclidiana descrita en «Los Elementos».
En si la geometría es una rama de la matemática que se ocupa del estudio de las
propiedades de las figuras en el plano o el espacio, incluyendo: puntos, rectas,
planos, politopos, etc. También tiene su aplicación práctica en numerosas áreas,
como lo son la mecánica, astronomía, cartografía, topografía, balística, arquitectura,
entre otros. Podría decirse que la geometría está infiltrada en cada faceta de
nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la geometría euclidiana está directamente
relacionada con Euclides, un matemático que vivió en la antigua Grecia, una
persona que se convirtió en profesor de importantes figuras como son Apolonio de
perga y Arquímedes, entre otros muchos. En el presente ensayo se tratará más
afondo acerca de la geometría euclidiana, como surgió, para que sirve y que cosas
se han logrado por medio de esta.
Geometría euclidiana
En el siglo III antes de Cristo, Euclides propuso cinco postulados que permiten
estudiarlas propiedades de las formas regulares (líneas, triángulos, círculos, etc.).
Así dio nacimiento a la geometría euclidiana. En la actualidad se considera que la
geometría euclidiana es aquella centrada en el análisis de las propiedades de los
espacios euclídeos: los espacios geométricos que cumplen con los axiomas del
pensador griego. Cabe destacar que Euclides recopiló sus postulados en su obra
“Elementos”. En este tratado, Euclides señala que una línea recta puede crearse a
partir de la unión de dos puntos cualquiera; que un segmento de una recta se puede
extender de manera indefinida en una línea recta; que, dado un segmento de recta,
se puede dibujar una circunferencia con cualquier distancia y centro; que todos los
ángulos rectos resultan idénticos entre sí; y que, si una recta corta a otras dos y la
suma de los ángulos interiores del mismo lado resulta menor que dos ángulos
rectos, las otras dos rectas al extenderlas se cortarán por el lado en el que se
ubican los ángulos menores que los rectos.
Euclides, en el siglo III a. C. configuró la geometría en forma axiomática, tratamiento
que estableció una norma a seguir durante muchos siglos: la geometría
euclidiana descrita en «Los Elementos».
El estudio de la astronomía y la cartografía, tratando de determinar las posiciones
de estrellas y planetas en la esfera celeste, sirvió como importante fuente de
resolución de problemas geométricos durante más de un milenio. René
Descartes desarrolló simultáneamente el álgebra y la geometría, marcando una
nueva etapa, donde las figuras geométricas, tales como las curvas planas, podrían
ser representadas analíticamente, es decir, con funciones y ecuaciones. La
geometría se enriquece con el estudio de la estructura intrínseca de los entes
geométricos que analizan Euler y Gauss, que condujo a la creación de
la topología y la geometría diferencial.
Desarrollo

Historia de la Geometría Euclidiana

La Geometría Euclidiana es aquella que estudia las propiedades del plano. En


ocasiones los matemáticos usan el término para englobar geometrías de
dimensiones superiores con propiedades similares. Sin embargo, geometría
euclidiana es sinónimo de geometría plana.
Desde un punto de vista historiográfico, la geometría euclidiana es aquella
geometría que postuló Euclides, en su libro & quot Los elementos ", dejando al
margen las aportaciones que se hicieron posteriormente –desde Arquímedes hasta
Steiner.
Axiomas o Postulados La presentación tradicional de la geometría euclidiana se
hace en un formato axiomático. Un sistema de axiomas es aquel que, a partir de un
cierto número de postulados que se presumen verdaderos (conocidos como
axiomas) y a través de operaciones lógicas, genera nuevos postulados cuyo valor
de verdad es también positivo. Euclides planteó cinco postulados en su sistema:
Dados dos puntos se puede trazar una y sólo una recta que los une. Cualquier
segmento puede prolongarse de forma continua en cualquier sentido. Se puede
trazar una circunferencia con centro en cualquier punto y de cualquier radio. Todos
los ángulos rectos son iguales.
Si una recta, al cortar a otras dos, forma ángulos internos menores a un ángulo
recto, esas dos rectas prolongadas indefinidamente se cortan del lado en el que
están los ángulos menores que dos rectos. Este último postulado, que es conocido
como el postulado de las paralelas, fue reformulado como: Por un punto exterior a
una recta, se puede trazar una única paralela a la recta dada.
Este postulado parece menos obvio que los otros cuatro, y muchos geómetras,
incluido el propio Euclides, han intentado deducirlo de los anteriores. Cuando
intentaron reducirlo al absurdo negándolo, surgieron dos nuevas geometrías: la
elíptica, también llamada geometría de Riemann o riemanniana (dada una recta y
un punto exterior a ella, no existe ninguna recta que pase por el punto y sea paralela
a la recta dada) y la hiperbólica o de Lobachevsky (existen varias rectas paralelas
que pasen por un punto exterior a una dada).
La primera persona que desarrolló de manera consciente una geometría no
euclidiana, entendiéndola precisamente como una nueva geometría, fue el
matemático ruso Nicolai Ivanovic Lobachevsky (1792-1856) que en 1829 publicó
en el Kazan Bulletin un artículo que desplegaba una nueva geometría siguiendo la
misma dirección que había trabajado Saccheri un siglo antes, afirmando la
pluralidad de paralelas por un punto exterior a una recta. Casi simultáneamente,
en 1832, pero en forma independiente, el húngaro János Bolyai (1802-1860, su
lugar de origen hoy queda en Rumania) escribió un apéndice al libro de su padre,
Wolfgang Farkas Bolyai, con el título de La ciencia absoluta del espacio.
INGENIARE, Universidad Libre-Barranquilla, Año 8, No. 15, pp. 143-155 • ISSN:
1909-2458 Jorge Enrique Senior Martínez 146 A esta geometría se la conoce hoy
como hiperbólica o geometría de Bolyai-Lobachevsky en honor a los dos pioneros,
pero en los años 30 del siglo XIX estos trabajos no tuvieron ninguna repercusión.
El gran matemático de dicha centuria, Carl Friedrich Gauss (1777-1855) dijo haber
obtenido resultados similares en 1829, pero lo cierto es que no lo publicó en su
momento. Bolyai no volvió a escribir sobre el tema, en cambio el ruso siguió
insistiendo el resto de su vida, publicando desarrollos de su sistema en francés
(1837) y alemán (1840), tratando inútilmente de superar la barrera idiomática.
Antes de morir y sufriendo de ceguera, Lobachevsky publica en 1855 su Pan
geometría en francés y ruso. Realmente, la geometría no euclidiana no fue
ampliamente conocida sino después de los trabajos del alumno de Gauss, Georg
Friedrich Bernhard Riemann (1826-1866). Como vimos antes, la otra
aproximación, negando las paralelas, aparentemente había conducido a
inconsistencias, por lo que no es sorprendente que la hazaña de Riemann
procediera por un camino diferente a cuestionar el quinto postulado. Su trabajo de
1854, con el cual aspiraba al cargo de Privatdozen en Gotinga, titulado Über die
Hypothesen, welche der Geometrie zu Grunde liegen (Sobre las hipótesis que
yacen en los fundamentos de la geometría) se basaba en abstracciones
desarrolladas a partir de un antiguo trabajo de Gauss sobre superficies curvas.
Lamentablemente, esta conferencia no fue publicada hasta 1867, tras la edición
de la correspondencia de Gauss y Schumacher donde se mencionaba a dos
cuasidesconocidos matemáticos llamados Lobachevsky y Bolyai. En la geometría
riemanniana no existen paralelas pues todas las líneas rectas se intersectan y la
extensión de cada recta es finita. Mientras en la geometría euclidiana solo hay una
recta entre dos puntos, en la riemanniana puede haber más de una, incluso
infinitas, así que también resulta posible que dos líneas rectas encierren un área
(como veremos más adelante en un ejemplo). Hasta ahora hemos usado
laxamente el concepto de línea recta, definida como la línea que recorre la
distancia más corta entre dos puntos. Un lector acucioso podría argüir –con
razón– que no puede haber líneas rectas en superficies curvas. En efecto, es
preciso generalizar el concepto de línea recta para poder extenderlo a superficies
o espacios curvos como los estudiados en las geometrías no euclidianas. Este
concepto generalizado se denomina Geodésica, la trayectoria más corta entre dos
puntos en cualquiera de las geometrías. En el caso de la geometría plana o
espacial de carácter euclidiano, la geodésica corresponde a la línea recta, en la
riemanniana sería parte de una circunferencia o una elipse y en la de Bolyai-
Lobachevsky, sería un segmento de hipérbola. La geometría de Riemann se
puede denominar elíptica, la de Euclides, parabólica y la de Bolyai-Lobachevsky,
hiperbólica. Finalmente entre los años 1868 y 1872, Beltrami y el alemán Félix
Klein logran probar definitivamente la consistencia de las nuevas geometrías (si se
parte de la hipótesis de que la geometría euclidiana es consistente), usando entre
otros procedimientos, un método de sustituciones basado en correlaciones tipo
ʻdiccionarioʼ, parecida a la estrategia que Gödel utilizara en su famoso teorema de
incompletud en 1931
El Surgimiento de las Geometrías no Euclidianas y su Influencia en la Cosmología
y en la Filosofía de la Matemática 147 en el marco de una visión generalizada de
la geometría. Se ha producido el descenso de Euclides del pedestal donde
perduró durante más de 2.200 años. Esto conllevará al debilitamiento de la visión
intuicionista de las matemáticas y a la crisis de fundamentos.

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