Está en la página 1de 80

RESERVADO

COMANDO DE INSTITUTOS MILITARES


Escuela de Comando y Estado Mayor
“Mariscal Andrés de Santa Cruz”
BOLIVIA

INTRODUCCIÓN

I.- OBJETO.-

El presente texto tiene por objeto, establecer las bases y principios doctrinarios
de la Preparación de Inteligencia Conjunta del Espacio de Batalla (PICEB),
determinado, las técnicas, procedimientos, métodos y medios para su adecuado
planeamiento, conducción y supervisión.

II.- FINALIDAD.-
A.- Establecer las bases doctrinarias, empleando el proceso, para analizar los
ambientes aéreo, marítimo y terrestre, el estado del tiempo, el espectro
electromagnético y de información, así como los demás ambientes del
espacio de batalla.
B.- Proporcionar una guía de conocimientos específicos, que sirva para el
planeamiento y conducción y la supervisión de la PICEB, como texto de
consulta.
C.- Establecer procedimientos y técnicas a emplear en los diferentes
escalones del nivel conjunto.

III.- ALCANCE.-
La aplicación del presente texto de consulta, hasta que sea insertada en nuestra
doctrina, tiene un alcance trascendental, en tiempo de paz o de conflicto
internacional.

IV.- IMPORTANCIA.-
El Proceso de la PICEB, ayuda a los Comandos de las Fuerzas Conjuntas y a
sus Estados Mayores a alcanzar la superioridad de información mediante la
identificación del Centro de Gravedad (CG) del enemigo, dirigiendo la recolección
de información al lugar y en el momento apropiado y evaluando los efectos del
Espacio de Batalla sobre las operaciones militares.
RESERVADO
1 - 80
RESERVADO

CAPITULO I

EL PROCESO DE LA PREPARACIÓN DE INTELIGENCIA CONJUNTA


DEL ESPACIO DE BATALLA
GENERALIDADES

La preparación de la inteligencia conjunta del espacio de batalla (PICEB), consta de


cuatro pasos básicos que aseguran el análisis metódico y sistemático del ambiente y
del enemigo
(figura II-1). Este proceso es continuo y cíclico, llevado a cabo durante la planificación y
durante el desarrollo de las operaciones de una fuerza conjunta.La información
disponible y actualizada con respecto a la situación del enemigo y al ambiente del
espacio de batalla es continuamente integrada en el ciclo de la PICEB. Este Capítulo
describe el proceso de la PICEB. durante el empleo de la fuerza en operaciones
conjuntas, asimismo la PICEB. ayuda a articular las actividades de una fuerza conjunta en
una guerra asimétrica, la que es analizada en el capítulo IV. El uso de PICEB. en las
operaciones militares de no guerra es descrita en el capítulo V de este a publicación.

PREPARACIÓN DE LA INTELIGENCIA
CONJUNTA DEL ESPACIO DE BATALLA
ANALISIS

RESERVADO
2 - 80
RESERVADO

PASO 4 PASO 1
DETERMINAR LOS DEFINIR EL
CURSOS DE ACCIÓN AMBIENTE DEL
DEL ENEMIGO ESPACIO DE BATALLA

INTEGRACIÓN
ESPACIO DE
BATALLA
Y ENEMIGO

EVALUAR DESCRIBIR LOS


AL EFECTOS DEL ESPACIO
ENEMIGO DE BATALLA

PASO 3 PASO 2

EVALUACIÓN
Figura II-1 PREPARACIÓN DE LA INTELIGENCIA CONJUNTA DEL ESPACIO DE BATALLA

RESERVADO
3 - 80
CAPITULO II

SECCION A

DEFINIR EL AMBIENTE DEL ESPACIO DE BATALLA

I. DESCRIPCIÓN GENERAL

Definir el ambiente del espacio de batalla es identificar para un análisis adicional,


los aspectos específicos del ambiente o actividades dentro de éste y el espacio físico
donde existen, que pueden influir en los cursos de acción disponibles o en las
decisiones del Comandante.

En este primer paso del proceso de la PICEB., el Estado Mayor (EM) de la fuerza conjunta
asiste al Comandante de una fuerza conjunta y a los Comandantes subordinados en
la determinación de las dimensiones del espacio batalla de la fuerza conjunta,
identificando las características más importantes del espacio de batalla y recopilando
información referente al ambiente del espacio de batalla y al enemigo (véase la figura II-2).
El C-2 de la fuerza conjunta trabaja con los otros miembros del EM. conjunto para
formular un estudio inicial del enemigo, el ambiente y otras características que puedan
afectar al cumplimiento de la misión. Este análisis de las características generales del
espacio de batalla es utilizado por el Comandante de la Fuerza Conjunta (CFC), para
definir el espacio de batalla de la fuerza conjunta y para proporcionar la dirección al
esfuerzo de la PICEB.

PRIMER PASO DEL PROCESO DE PREPARACIÓN DE INTELIGENCIA


CONJUNTA DEL ESPACIO DE BATALLA

PASO 4 PASO 1

DETERMINAR LOS
CURSOS DE ACCIÓN DEL DEFINIR EL
ENEMIGO AMBIENTE DEL
ESPACIO DE BATALLA

INTEGRACIÓN
ESPACIO DE
BATALLA
Y
ENEMIGO

EVALUAR AL DESCRIBIR LOS


EFECTOS DEL
ESPAC
BATALLA
DEFINIR EL AMBIENTE DEL
PASO 3
PASO 2
ESPACIO DEBATALLA

1. Identificar los límites del área operacional de la fuerza conjunta.

2. Analizar la misión de la fuerza conjunta y la intención del comandante de la fuerza conjunta.

3. Determinar las características importantes del área operacional de la fuerza conjunta.

4. Establecer los límites del área de interés de la fuerza conjunta para cada dimensión
geográfica de espacio de batalla.

5. Determinación completa, multidimensional, geográfica y no geográfica del


espectro del espacio de batalla de la fuerza conjunta.

6. Identificar la cantidad de detalle requerido y que sea factible dentro del tiempo disponible

7. Evaluar las bases de datos existentes e identificar los vacíos en la inteligencia


disponible y sus prioridades.

8. Recopilar los materiales y la inteligencia requerida para apoyar el análisis adicional


de la PICEB..

Figura II-2: Primer paso del proceso de preparación de inteligencia conjunta del espacio de batalla
Definir el espacio de batalla de manera exitosa, es esencial para el resultado del proceso
de la PICEB., los pasos sucesivos del proceso de la PICEB. deben concentrarse en
aquellas áreas y características del espacio de batalla que podrían influir en la realización
de la misión de la fuerza conjunta. La definición correcta de las características del espacio
de batalla durante este paso, permite ahorrar tiempo y esfuerzo, enfocando el trabajo del
personal de la fuerza conjunta solamente en aquellas áreas y características que podrían
influir en los cursos de acción propios y en las decisiones del Comandante. El espacio de
batalla consiste en dimensiones geográficas y no geográficas.

Las características geográficas del espacio de batalla pueden ser definidas utilizando
mapas, cartas topográficas o sistemas computarizados geodésicos referenciados de
uso común en el Instituto Geográfico Militar (IGM.).

El EM. de la fuerza conjunta debe también tomar en cuenta, que el espacio de batalla se
extiende más allá de las dimensiones geográficas de tierra, aire, mar y espacio; puesto que
también incluye dimensiones no físicas, tales como el espectro electromagnético, los
sistemas de información automatizada y la opinión pública. Estas dimensiones no físicas
pueden también extenderse más allá de las áreas operacionales designadas a la Fuerza
Conjunta.

El no enfocarse únicamente, a las características pertinentes y relevantes del espacio de


batalla, lleva a la pérdida de tiempo y esfuerzo. La PICEB. mal enfocada da lugar
a la recolección y evaluación innecesaria de información. Asimismo si no se
identifica adecuadamente todas las características importantes, puede ocasionar que
la fuerza conjunta sea sorprendida y no se encuentre preparada cuando se ha
pasado por alto algunas características del espacio de batalla que ejercen influencia en la
realización de la misión de la fuerza.

II. IDENTIFICAR LOS LÍMITES DEL ÁREA OPERACIONAL DE LA FUERZA CONJUNTA.

El área operacional conjunta (AOC), es el área geográfica donde al Comandante de una


fuerza conjunta se le asigna responsabilidad y autoridad para conducir operaciones
militares. El tamaño de estas áreas y los tipos de fuerzas empleadas dentro de
ellas, dependen del alcance, de la naturaleza de la crisis y de la duración
proyectada de las operaciones. Para las operaciones algo limitadas en alcance y
duración, los comandantes combatientes pueden señalar áreas operacionales tales
como: áreas de operaciones conjuntas, áreas de operaciones especiales conjuntas,
áreas posteriores conjuntas, áreas de objetivos anfibios o áreas de operaciones.
Los límites del área operacional se especifican normalmente en la orden de
operaciones o en el plan de operaciones del escalón superior.

III. ANALIZAR LA MISIÓN DE LA FUERZA CONJUNTA Y LA INTENCIÓN DEL


COMANDANTE DE LA FUERZA CONJUNTA.

El análisis de misión, es normalmente realizado bajo dirección del Comandante de


la Fuerza Conjunta en coordinación con el EM. como parte del proceso de planeamiento.
La intención del Comandante y todas las características de la misión que podrían influir en
las decisiones del Comandante o en los cursos de acción disponibles para la fuerza
conjunta, así como las actividades que realice el enemigo tienen un significado
especial en el proceso de la PICEB. En muchas situaciones, esas características
ampliarán el espacio de
batalla de la fuerza conjunta más allá de los límites señalados en el área operacional. Por
ejemplo, para proteger la fuerza, el alcance del espacio de batalla del Comandante de la
fuerza conjunta debe incluir los misiles tierra-aire, los misiles de crucero y los
misiles balísticos poseídos por terceras naciones que podrían amenazar a las operaciones
propias, aunque estén situadas fuera del área operacional. Las características de la
misión, que de manera importante podrían ser incluidas en el planeamiento de las
operaciones militares son: el propósito de la operación, la cantidad de tiempo disponible
para el planeamiento y la ejecución, la duración prevista de la operación, los riesgos a
ser administrados y si las fuerzas aliadas o de coalición estarán implicadas. El analista
de la PICEB. debe también considerar las limitaciones operacionales impuestas sobre
el Comandante por el poder político que afectarían al desarrollo y a la conducción
de las operaciones. Por ejemplo, restricciones de operaciones en
áreas urbanas, restricciones de muertes de no
combatientes y las prohibiciones de hacer fuego sobre algunos blancos, proporcionarán un
marco para el alcance de la misión del Comandante de la fuerza conjunta.

IV. DETERMINAR LAS CARACTERÍSTICAS IMPORTANTES DEL ÁREA OPERACIONAL


DE LA FUERZA CONJUNTA.

Este sub paso, consiste en un somero análisis de cada dimensión del espacio de batalla,
para identificar las características importantes del espacio de batalla o de su posi
ble importancia para la fuerza conjunta y para su misión. Por ejemplo, durante este sub
paso el análisis del enemigo y de las fuerzas militares de terceras naciones, se
limita a la identificación de esas fuerzas que podrían influir en la misión de la fuerza
conjunta basada en su localización, composición, fuerza, movilidad, capacidades
generales, tipos y características significativas de sus armas y su intención estratégica.
Una evaluación más profunda de los efectos de cada característica importante del
espacio de batalla se desarrolla durante el paso dos del proceso de la PICEB. (Describir
los efectos del espacio de batalla), que se describe en la sección B de este capítulo. Las
capacidades específicas del enemigo y sus posibles cursos de acción se evalúan durante
el tercer paso del proceso de la PICEB. (Evaluar al enemigo), la cual se describe en la
sección C de este capítulo.

Ciertas características del área operacional, pueden adquirir una importancia adicional
basada en el tipo de misión asignada a la fuerza conjunta. Por ejemplo, la presencia
de organizaciones civiles de socorro sería un factor importante durante una operación
de ayuda humanitaria. En operaciones de guerra convencional, las características
importantes del espacio de batalla podrían incluir las localizaciones de recursos
críticos (tales como agua durante operaciones en el desierto), la localización de fuentes
externas de apoyo del enemigo, la localización y la viabilidad de apoyo fuerzas de coalición
propias. Dependiendo de la misión asignada, el comercio económico entre el enemigo y
terceras naciones debe ser analizada para apoyar en la toma de decisiones del
Comandante.

Al identificar las características importantes del área operacional, se debe considerar todos
aquellos aspectos del área que podrían afectar a la realización de la misión de la fuerza
conjunta, dependiendo de la situación, estas podrían incluir lo siguiente:

- Características geográficas, climáticas y oceanográficas.

- Datos demográficos de la población (grupos étnicos, grupos religiosos, distribución por


edad, ingresos, condiciones de salud pública, etc.).
- Factores políticos y socioeconómicos (sistema económico, facciones políticas, etc.)

- Infraestructura, tales como sistemas del transporte y de telecomunicaciones.

- Reglas de enfrentamiento o restricciones legales en las operaciones militares según lo


especificado en tratados internacionales o acuerdos.

- Fuerzas enemigas y sus capacidades en términos generales y sus


objetivos estratégicos

- Condiciones ambientales (terremotos, actividad volcánica, contaminación,


enfermedades naturales, etc.).

- Todas las localizaciones de embajadas extranjeras, organizaciones no


gubernamentales y organizaciones voluntarias privadas.

V. ESTABLECER LOS LÍMITES DEL ÁREA DE INTERÉS DE LA FUERZA CONJUNTA


PARA CADA DIMENSIÓN GEOGRÁFICA DE ESPACIO DE BATALLA.

El área de interés (AI), es el área geográfica de la cual se requiere información e


inteligencia que permita planificar o conducir una de operación de manera exitosa. Como el
Comandante y el EM. necesitan procesar la información para planificar y sincronizar las
operaciones, el área de interés del Comando es generalmente mas grande que el
área operacional conjunta y abarca las áreas desde las cuales el enemigo o terceros
pueden afectar a las operaciones propias actuales o futuras. Los límites de AI., incluye
cada una de las características del espacio de batalla que ejercen influencia sobre las
decisiones del Comandante o sobre los cursos de acción propios.

Una consideración preponderante en el establecimiento del AI., es la capacidad del


enemigo (y cualquiera de sus aliados potenciales) para proyectar poder o mover sus
fuerzas al área operacional, proporcionar apoyo logístico o para conducir operaciones de
inteligencia abiertas y secretas dirigidas contra la fuerza conjunta. Por ejemplo, puertos y
aeropuertos situados fuera del área operacional y que están dentro del AI, podrían
ser utilizados para poner en marcha ataques desde el mar y desde el aire en
contra de la fuerza conjunta o podrían ser empleados en el abastecimiento y/o refuerzo
de las fuerzas del enemigo.

El tiempo, es otro factor importante en el establecimiento de los límites de un área


de interés. Al tratar la relación entre el tiempo y el AI., el analista de la PICEB.,
debe considerar la capacidad de movilidad del enemigo (tierra, aire y mar) y la
cantidad de tiempo necesario para cumplir la misión. Por ejemplo, si el Comandante
de una fuerza conjunta, estima que tomará 48 horas para terminar una operación, el
AI. debe abarc ar todas las fuerzas del enemigo o las actividades de este, que podrían
influir en la realización de la misión dentro de ese calendario. Para las misiones de
duración relativamente corta, tal como la evacuación de no combatientes o de
incursiones, las amenazas inmediatas y directas a la operación pueden ser las únicas
consideraciones. En esos casos, el área de interés puede ser relativamente pequeña.
Algunas misiones de largo plazo, tales como una guerra total, darán lugar a un área de
interés extenso que implique muchos otros factores políticos, económicos y militares.
Puesto que los límites del AI, también se basan en todos los factores que afectan
al enemigo y en la capacidad de obstaculizar la realización de la misión propia, ésta no
esta restringida por límites políticos, el AI. puede incluir países neutrales. Por
ejemplo, si los acontecimientos políticos en un país vecino pueden influir en la realización
de la misión de la fuerza conjunta, ese país debe ser incluido dentro del AI., asimismo, si la
población de un país neutral proporciona ayuda a las fuerzas que se oponen a las
operaciones de la fuerza conjunta, ésta también debe ser incluida dentro del AI.

VI. DETERMINACIÓN COMPLETA, MULTIDIMENSIONAL, GEOGRÁFICA Y NO-


GEOGRÁFICA DEL ESPECTRO DEL ESPACIO DE BATALLA DE LA FUERZA
CONJUNTA.

El área operacional conjunta y el área de interés que compone el espacio de batalla de la


fuerza conjunta consiste en áreas geográficas que se pueden definir en tres dimensiones
(alto, ancho y profundidad). Sin embargo, las operaciones militares no están limitadas a las
áreas geográficas. En la determinación del espectro completo y multidimensional del
espacio de batalla, el personal de la fuerza conjunta puede moverse más allá de
los aspectos concretos y físicos del ambiente geográfico.

El espacio de batalla de una fuerza conjunta, debe abarcar todas las características
del ambiente, los factores y las condiciones que se deben entender para aplicar con
éxito la energía del combate, para proteger la fuerza o para terminar la misión. El uso del
espectro electromagnético por parte del enemigo y de las fuerzas propias, las capacidades
de utilizar los satélites para las comunicaciones, la reunión de la inteligencia, las
capacidades y vulnerabilidades propias y las de adversario en cuanto a sistemas
de información. Asimismo, las opiniones y las actitudes de la población tanto en el
interior como en el exterior el área operacional, son ejemplos de las características no
geográficas que deben ser consideradas al momento de determinar de manera
completa el espectro multi dimensional del espacio de batalla de la fuerza conjunta.

El personal de la fuerza conjunta, debe también mirar más allá del área operacional y del
área de interés para identificar cualquier otro factor que pueda influir al cumplimiento de la
misión. Por ejemplo, el C-2 de la fuerza conjunta puede llegar a concluir incorrectamente en
que el enemigo no tiene acceso a capacidades de recolección de información
espacial; porque el país enemigo no posee satélites de inteligencia propios. El C-2 debe
mirar más allá de los límites geográficos del área operacional y del área de interés para
identificar al país (o cualquier entidad comercial) que posea tales satélites y que este
proporcionando (o que pueda proporcionar) inteligencia satelital a favor del enemigo. Si
es así, entonces el espacio de batalla de la fuerza conjunta se debe extender para cubrir
los vínculos entre el enemigo y las fuentes de los datos de inteligencia.

VII. IDENTIFICAR LA CANTIDAD DE DETALLE REQUERIDO Y QUE SEA FACTIBLE


DENTRO DEL TIEMPO DISPONIBLE

El tiempo disponible para la terminar el proceso de la PICEB., quizás no permita que cada
paso sea conducido en forma detallada. Superar las limitaciones de tiempo requiere de un
enfoque en aquellas partes de la PICEB. que sean más importantes para el Comandante
de la fuerza conjunta y para los Comandantes subordinados en la planificación y la
ejecución de sus misiones. La identificación de la cantidad de detalle requerido, evita que
se pierda tiempo y se desarrolle con más detalle, el paso que sea más necesario.

En algunas situaciones, puede ser que no sea necesario realizar un análisis de todas las
fuerzas del enemigo dentro del espacio de batalla. Por ejemplo, si las fuerzas del enemigo
dentro del área de interés no llegarían a interferir con la operación conjunta, puede
realizarse solamente un resumen de sus capacidades. En algunos casos, solamente
las áreas más importantes del espacio de batalla de la fuerza conjunta puede
requerir el análisis detallado, debido a la misión asignada o a otras consideraciones del
planeamiento.

El C-2 de la fuerza conjunta consulta con el Comandante y con los otros miembros del EM.
para determinar la cantidad de detalle (en relación con el espacio de batalla y el enemigo)
que se requiere para apoyar el planeamiento operacional. El C-2 planea, da
prioridad y estructura el esfuerzo de la PICEB., balanceando el nivel de detalle
requerido con la cantidad de tiempo disponible.

VIII. EVALUAR LAS BASES DE DATOS EXISTENTES E IDENTIFICAR LOS VACÍOS EN LA


INTELIGENCIA DISPONIBLE Y SUS PRIORIDADES.

El C-2 de la fuerza conjunta, evalúa las bases de datos de la inteligencia disponible, para
determinar si la información necesaria está disponible para conducir el resto del proceso de
la PICEB., En casi todas las situaciones, habrá vacíos en las bases de datos existentes.
Los vacíos deben ser identificados con anticipación para que el EM. de la fuerza conjunta
pueda realizar los requerimientos de información apropiados y oportunos. El C-2, utilizará
los requisitos iniciales de información del Comandante para establecer las prioridades en el
ciclo de producción de inteligencia.

Además, se debe identificar e informar al Comandante y a los miembros del EM.


sobre cualquier vacío de inteligencia que no se pueda llenar dentro de tiempo disponible
para la PICEB.

Cuando sea necesario, el C-2 debe formular suposiciones razonables basadas en hechos
históricos o indicios para completar los vacíos. Durante el resto del proceso de la PICEB. y
del proceso de planificación de operaciones conjuntas (PPOC), el C-2 debe asegurarse de
que todas las suposiciones se conviertan en hechos o desechar esta suposiciones.

IX. RECOPILAR LOS MATERIALES Y LA INTELIGENCIA REQUERIDA PARA APOYAR EL


ANÁLISIS ADICIONAL DE LA PICEB.

Iniciar las solicitudes de inteligencia necesarias, para llenar los vacíos de inteligencia en el
detalle requerido para la PICEB., incluir la recopilación de todas las características
importantes identificadas en el espacio de batalla, no simplemente de fuerzas enemigas, en
orden de prioridad.

Actualizar continuamente los productos de la PICEB., a medida que recibe


inteligencia adicional. Comunicar al Comandante si se confirma las suposiciones que
hizo durante el proceso inicial de la PICEB. y el análisis de la misión. Si se
rechazan algunas de las suposiciones, repasar las evaluaciones y las decisiones que se
tomaron en base de ellas.
Lo ideal, es que las operaciones de inteligencia le permitan desarrollar una percepción del
espacio de batalla y del enemigo que tenga relación con la situación real sobre el espacio
de batalla. En realidad la inteligencia nunca eliminará todas las incertidumbres o aspectos
desconocidos que conciernen a un Comandante y su EM., debe estar preparado para llenar
los vacíos con suposiciones razonables.
SECCION B

DESCRIBIR LOS EFECTOS DEL ESPACIO DE BATALLA

I. DESCRIPCIÓN

El segundo paso en el proceso de la PICEB., describir los efectos del espacio de batalla,
consiste en determinar cómo el espacio de batalla afecta a las operaciones propias y a las
del enemigo. (véase la figura II-3). La evaluación comienza con la identificación y el análisis
de todas las características ambientales existentes y proyectadas en cada dimensión del
espacio de batalla. Estos factores ambientales son analizados para determinar sus efectos
sobre las capacidades y los cursos de acción del enemigo y de las fuerzas propias.
Los productos desarrollados durante este paso podrían incluir: calcos, plantillas y matrices
que representan los efectos de la geografía, de los factores meteorológicos y
oceanográficos, de la demografía, del espectro electromagnético y del ciberespacio
en las operaciones militares, sin que ello sea una limitante para producir otros productos.

SEGUNDO PASO DEL PROCESO DE PREPARACIÓN DE INTELIGENCIA


CONJUNTA DEL ESPACIO DE BATALLA

PASO 4 PASO 1

DETERMINAR LOS DEFINIR EL


CURSOS DE ACCIÓN AMBIENTE DEL
DEL ENEMIGO ESPACIO DE BATALLA

INTEGRACIÓN
ESPACIO DE
BATALLA
Y
ENEMIGO

EVALUAR AL DESCRIBIR LOS


ENEMIGO EFECTOS DEL
ESPACIO DE
BATALLA

DESCRIBIR LOS EFECTOS DEL


PASO 3 PASO 2
ESPACIO DEBATALLA

1. Analizar el ambiente del espacio de batalla.

a. Analizar los aspectos militares para cada dimensión del espacio de batalla.

b. Evaluar los efectos de cada dimensión del espacio de batalla sobre las operaciones
militares.

2. Describir los efectos del espacio de batalla sobre las capacidades y cursos de acción propios
y del enemigo

Figura II-3: Segundo paso del proceso de preparación de inteligencia conjunta del espacio de batalla
II. ANALIZAR EL AMBIENTE DEL ESPACIO DE BATALLA.

El grado de detalle en el análisis del ambiente del espacio de batalla, variará


dependiendo de la misión, de las capacidades generales de las fuerzas propias, de las
capacidades del enemigo y la importancia relativa de cada dimensión del espacio de
batalla en la operación militar que es planificada. Generalmente, la evaluación del
área operacional es más detallada que la del AI. Además, puesto que el espacio de
batalla no es homogéneo, varias áreas terrestres y marítimas pueden requerir mayor o
menor análisis, dependiendo de la complejidad geográfica relativa de la región. Cada
dimensión del ambiente del espaci o de batalla se determina mediante un proceso de
dos etapas: la primera etapa consiste en analizar estas dimensiones y la
segunda etapa consiste en evaluar sus efectos potenciales sobre
operaciones militares. Asimismo los factores METOC,
deben considerarse en dos términos; el primero, con su capacidad de
modificar cada dimensión del ambiente del espacio de batalla y el segundo, con su
capacidad para afectar de manera directa a las operaciones militares. Por ejemplo,
una fuerte precipitación fluvial puede modificar el ambiente terrestre degradando la
transitabilidad del suelo; pero también puede tener un impacto directo en operaciones
militares a través del espectro de todas las dimensiones del espacio de batalla,
reduciendo la visibilidad, degradando la cali dad de las fuentes en almacenaje o
degradando la eficacia de alguno de los sistemas de armas.

A. La dimensión terrestre.

El análisis de la dimensión terrestre del espacio de batalla, se concentra


en características del terreno tales como: movilidad a campo traviesa,
sistemas de transporte (información de carreteras y puentes), materiales de
superficie (terreno), aguas subterráneas, obstáculos naturales y artificiales, tipo de
vegetación, finalmente la configuración y drenaje de la superficie. El
análisis del terreno debe considerar también los efectos del clima, así como los
cambios que pueden resultar de la acción militar. Por ejemplo, las temperaturas
bajas que producen el congelamiento del agua, pueden llegar a eliminar el valor
como obstáculo de un río o pantano, si es que estos llegan a congelarse en
su superficie, permitiendo de esta manera la maniobra operacional. Asimismo,
las características de la movilidad dentro del área operacional puede verse
afectada por las acciones militares, por ejemplo, escombros en áreas
urbanizadas, destrucción de represas, destrucción de puentes,
grandes concentraciones de refugiados, etc. Es también importante,
analizar los efectos combinados del viento, de la temperatura, de la humedad,
de la luz del sol, de la topografía y de la precipitación en el uso potencial de
armas químicas y biológicas para tomar medidas defensivas apropiadas.

El primer sub paso en este proceso, es analizar los aspectos militares del
terreno
(observación y campos de tiro, cobertura y encubrimiento, obstáculos, terreno clave
y las avenidas de aproximación). Este análisis es seguido por una evaluación de
cómo el ambiente terrestre afectará a las operaciones militares. Es
importante recordar que este análisis del terreno no es el producto final del
proceso de la PICEB., por el contrario es el medio para determinar cuál curso de
acción propio puede aprovechar mejor las oportunidades que proporciona el
terreno y cómo el terreno afecta a los cursos de acción del enemigo.
1. Análisis de los aspectos militares del terreno

a. Observación y campos de tiro.

La observación, es la capacidad de ver al enemigo visualmente o mediante


el uso de dispositivos de la vigilancia. Los factores que limitan o niegan
la observación incluyen la cobertura y el encubrimiento.

Un campo de tiro, es el área en el que un arma o un grupo de armas pueden


cubrir eficazmente con fuego desde una posición determinada.

Las áreas que ofrecen la buena observación y campos de tiro


favorecen generalmente a los cursos de acción defensivos. Los
factores que obstaculizan la observación y los campos de tiro incluyen:

- La altura y la densidad de la vegetación y de los edificios.

- Aspectos del relieve tales como colinas y desfiladeros.

- Obstáculos a las líneas específicas de la vista.

- Capacidad de los sensores para la adquisición de blancos.

- Precipitaciones y nubosidad.

El análisis de cada uno de los factores que limitan la observación y los


campos de tiro deben ser combinados en un solo producto, generalmente en
forma de una plantilla o calco (véase la figura II-4), las áreas de poca
observación y los campos de tiro reducidos deben ser marcados con líneas
diagonales paralelas o con rayas cruzadas. Adicionalmente, si el tiempo
lo permite, se debe preparar una plantilla de la línea de visión directa (véase
la figura II-5). La evaluación de la observación y los campos de tiro
facilita la identificación de:

- Áreas potenciales de batalla.

- Terreno defendible y posiciones específicas de equipos o sistemas.

- Áreas donde las fuerzas de maniobra son más vulnerables a


la observación y al fuego.
PLANTILLA DE OBSERVACIÓN Y CAMPOS DE TIRO

Restringido
Muy forestado a la observación y Montañas
campos de tiro

Figura II-4: Plantilla de observación y campos de tiro

b. Encubrimiento y cobertura.

El encubrimiento, es la protección contra la observación, que puede


ser proporcionado por las características tales como: bosques, malezas,
nieve acumulada por la ventisca, hierba alta o vegetación cultivada.

La cobertura, es la protección contra los efectos de fuegos directos e


indirectos. Puede ser proporcionado por zanjas, cuevas, túneles, bancos
fluviales, pendientes en el terreno, los cráteres, edificios, paredes o
terraplenes.

Las áreas con la buena cobertura y encubrimiento favorecen a los cursos de


acción ofensivos y defensivos, puesto que la ocultación y la cubierta
son básicamente lo contrario de la observación y campos de tiro, el
análisis de estas cuatro categorías debe ser integrado para:

- Identificar terrenos defendibles y las áreas potenciales de batalla.

- Identificar y evaluar las avenidas de aproximación.

- Identificar las áreas potenciales de concentración y de dispersión.


PLANTILLA DE LA LÍNEA DE MIRA

Puesto de observación

Área cubierta

Figura II-5: Plantilla de la línea de mira

c. Obstáculos.

Los obstáculos, son características artificiales o naturales del terreno


que detienen, impiden o desvían el movimiento de una fuerza e imponen
pérdidas adicionales en personal, tiempo y equipo a la fuerza de
oposición. Los obstáculos pueden ser naturales, artificiales o una
combinación de ambos. Éstos pueden incluir: edificios, declives
empinados, ríos, lagos, bosques, pantanos, selvas, ciudades, campo de
minas, fosos y alambradas. La
evaluación de los obstáculos permite identificar los corredores de movilidad.
Esto, a la vez ayuda a identificar las avenidas de aproximación y
terrenos defendibles. Si el tiempo y los recursos lo permiten, prepare un
calco de los factores del terreno para que le ayude a evaluar los
obstáculos. Algunos factores a considerare son:

- Vegetación (diámetro del tronco del árbol y dispersión).

- Drenaje de la superficie (ancho del río, profundidad, velocidad, altura


y declive de la rivera).

- Obstáculos naturales y artificiales.

- Sistemas de transporte (clasificación de puentes y características de los


caminos).

- Mortalidad y área de la dispersión de los agentes químicos, biológicos y


radiológicos.

- Los efectos del clima actual o pronosticado.


Combine todos los factores en un producto único conocido con el nombre de
calco del obstáculos combinados (véase la figura II-6). El calco de obstáculos
combinados (COC.), integra las evaluaciones de los diversos factores en un
producto único que representa los efectos de la dimensión terrestre del
espacio de batalla sobre la movilidad y se puede categorizar como: sin
restricción, restringido o severamente restringido. Las áreas sin
restricción, están libres de cualquier obstáculo o restricción al
movimiento. Las áreas restringidas generalmente son graficadas en los
calcos con líneas d iagonales para representar el terreno que obstaculiza el
movimiento en un cierto grado. Las áreas severamente restringidas,
generalmente son representadas por líneas diagonales con rayas cruzadas
(achuradas) para identificar el terreno que obstaculiza o retarda
seriamente el movimiento en formaciones de combate a menos que se
haga algún esfuerzo para mejorar la movilidad. Esta clasificación de la
movilidad con relación al terreno no es absoluta, pero reflejan el efecto
relativo que tiene el terreno sobre determinados tipos de fuerzas y sobre
las formaciones de combate en una maniobra. Se basa en la capacidad de
una fuerza para maniobrar en formaciones de combate, generalmente
lineales o para la transición de una formación a otra, en comparación
de moverse simplemente a través de un área de terreno. La
identificación de un área del terreno como severamente restringido, por
ejemplo, no implica que el movimiento a través de esa área sea
imposible, sólo determina que no es practicable para algunas
operaciones o f uerzas militares.

CALCO DE OBSTÁCULOS COMBINADOS (COC)


LA SUPERPOSICION DE CALCOS SEPARADOS PERMITE OBTENER UN CALCO DE OBSTACULOS COMBINADOS

VEGETACIÓN

OROGRAFIA

OTROS

OBTÁCULOS COMBINADOS

Figura II-6: Calco de obstáculos combinados


d. Terreno clave.

El terreno clave, es cualquier localidad o área cuya conquista, retención


o control le da una marcada ventaja a cualquier fuerza. Por lo
tanto, frecuentemente se selecciona como posiciones de batalla u objetivos
en el nivel táctico u operacional. Por ejemplo, un Comandante puede
considerar como terreno clave: un complejo urbano, un importante centro de
transportes, una red de carreteras que proporciona el paso a través de
un terreno restringido o un área geográfica que proporciona recursos
agrícolas o industriales. El terreno clave es evaluado mediante la
determinación del impacto de su conquista por cualquiera de las fuerzas,
sobre los resultados de la batalla. Hay dos técnicas sugeridas que ayudan a
esta evaluación.

1) Primero, evaluar los otros cuatro aspectos militares del terreno y


luego integrar esos resultados para identificar y determinar el terreno
clave. Por ejemplo, una serie de colinas con buena observación y
buenos campos de tiro, puede llegar a ser considerado como terreno
clave; sin embargo al evaluar solamente estos dos aspectos, se podría
pasar por alto un área del terreno que proporciona al enemigo buenas
avenidas de aproximación.

2) De permitirlo el tiempo, conducir un “juego de guerra en escala reducida”,


para visualizar los posibles resultados de la batalla. El terreno dominante
se representa generalmente en los calcos y bosquejos con una “C”
grande dentro de un círculo. En la ofensiva, las características del terreno
clave generalmente se encuentran al frente de las posiciones avanzadas
de las propias fuerzas y frecuentemente se asignan como objetivos. En la
defensa, el terreno clave se encuentra generalmente dentro o detrás del
área defensiva seleccionada y debe ofrecer una buena observación
sobre las avenidas de aproximación y permitir al defensor cubrir un
obstáculo con fuego.

3) El terreno clave varía según el nivel de mando. Por ejemplo, una ciudad
grande puede representar un objetivo importante para un
Comandante del nivel operacional, mientras que un Comandante
táctico puede considerarlo como un obstáculo.

4) El terreno que permite o niega la maniobra, tal como puentes o puntos de


pasaje, puede ser considerado terreno clave.

5) El terreno clave puede incluir las áreas y las instalaciones que


pueden tener un impacto extraordinario en la realización de misión
(instalaciones de lanzamiento de misiles y aeropuertos).

e. Avenidas de aproximación.

Una avenida de aproximación, es una ruta terrestre o aérea de una


fuerza que ataca, con un tamaño determinado, que lleva a su objetivo o a un
terreno clave en su trayectoria. La identificación de las avenidas de
aproximación es muy importante; porque todos los cursos de acción
que implican una
maniobra dependen de las avenidas de aproximación disponibles. Durante las
operaciones ofensivas, la evaluación de las avenidas de
aproximación conduce a una recomendación sobre las mejores avenidas de
aproximación disponibles a las fuerzas propias hacia el objetivo del
Comando y a la identificación de las avenidas disponibles
al enemigo para retirarse, replegarse o
reforzar sus fuerzas. Inversamente, durante las operaciones defensivas,
las avenidas de aproximación se analizan en lo referente a su
capacidad para facilitar el ataque del enemigo contra las posiciones propias y
la capacidad que tienen para facilitar el movimiento y el empeño de las
fuerzas de reserva amigas. Las avenidas de aproximación deben
ser analizadas empleando los siguientes procedimientos:

1) Identificar los corredores de movilidad.

Los corredores de movilidad, son las áreas donde una fuerza se canaliza
debido a las restricciones del terreno a lo largo de ambos flancos.
Los corredores de movilidad están relativamente libres de
obstáculos y permite a las fuerzas militares aprovechar los principios de
concentración y velocidad. En operaciones convencionales, se debe
utilizarse el calco de obstáculos combinados para identificar
corredores de movilidad suficientemente amplios a fin de
permitir la maniobra. Los mejores corredores se encuentran en los
terrenos sin restricción, que permiten que una fuerza se mueva en
sus formaciones doctrinales preferidas; mientras que
evitan obstáculos importantes. Normalmente, los
corredores de movilidad se identifican para aquellas fuerzas
dos escalones debajo del tamaño de la fuerza propia.
Los corredores de movilidad también dependen del tipo y de
la movilidad de la fuerza que es evaluada.

2) Categorizar los corredores de movilidad.

Una vez identificados los corredores de movilidad, se los


debe categorizar según el tamaño o el tipo de fuerza que puedan
pasar por ellos, por ejemplo un cuerpo de ejército o una división
mecanizada. Los corredores de movilidad también pueden ser
priorizados según el orden de su probable uso.

3) Agrupe los corredores de movilidad para formar avenidas


de aproximación.

Dos o más corredores de movilidad se agrupan para formar avenidas de


aproximación (véase la figura II-7). Las avenidas de aproximación
se identifican generalmente para las fuerzas un escalón abajo que
el Comando propio y puede incluir áreas
de terreno severamente restringido. Represente las
avenidas de aproximación usando flechas que abarcan los corredores
de movilidad que constituyen la avenida.
CORREDORES DE MOVILIDAD Y AVENIDAS
DE APROXIMACIÓN TERRESTRE

DIV REG.

OBJETIVO

DIV

TERRENO
RESTRINGIDOTERRENO
RESTRINGIDO CORREDOR DE MOVILIDAD
REG.R
EG. (TAMAÑO REGIMIENTO)

TERRENO SEVERAMENTE
RESTRINGIDO CORREDOR DE MOVILIDAD
(TAMAÑO BATALLÓN)
DIV.

Figura II-7: Corredores de movilidad y avenidas de aproximación terrestre

4) Evaluar las avenidas de aproximación.

Las avenidas de aproximación se evalúan, identificando aquellas


que mejor apoyan las capacidades de la maniobra. Cada avenida se
evalúa en términos de: acceso a terrenos claves y a las avenidas
adyacentes, grado de canalización y facilidad de movimiento,
uso de cobertura y encubrimiento, uso de la observación y campos de
tiro, capacidad para sostenerse y rectitud al objetivo.

5) Establecer prioridades a las avenidas de aproximación.

Establezca prioridades a las avenidas de aproximación basándose


en cuan bien cada una de ellas apoyan a la maniobra.

2. Evaluar los efectos del terreno sobre las operaciones militares.

El sub paso final, para analizar el ambiente terrestre, consiste en relacionar


la evaluación de los aspectos militares del terreno con los diversos curso s de
acción disponibles para las fuerzas terrestres propias y para las fuerzas
terrestres del enemigo. Los efectos del terreno en cada curso de acción
son analizados identificando las áreas a lo largo de cada avenida de
aproximación que mejor favorecen su uso potencial como: áreas de
empeño, posiciones de batalla, objetivos intermedios. Las áreas del espacio
de batalla en donde el terreno favorece a un curso de acción deben
ser identificadas y representadas gráficamente. La técnica gráfica más
eficaz es construir un calco modificado de obstáculos combinados (CMOC).
El CMOC. incluye además de las áreas restringidas y severamente
restringidas preparadas anteriormente a este sub paso, los productos tales como:
avenidas de aproximación y corredores de movilidad,
sistemas de obstáculos de contramovilidad, terreno
defendible, áreas de empeño y el terreno clave (véase la figura II-8).
Los resultados del análisis de terreno se deben difundir al personal
del EM. tan pronto como sea posible.

CALCO MODIFICADO DE OBSTÁCULOS COMBINADOS


TERRESTRE

TERRITORIO AZUL OBJETIVO

C C
C
C C

C
TERRITORIO GRIS
MAR DEL SUR
(NEUTRAL)

FRONTERA
ZONA DESMITARIZADA
OPERACIONES
(OCUPADA POR ROJO)
ANFIBIAS

FRONTERA

ISLAS DEL SUR


(OCUPADAS POR ROJO)

TERRITORIO ROJO

TERRENO PRINCIPALES AREAS


RESTRINGIDOR
ESTRINGIDO
CC CLAVE
URBANAS

TERRENO
RED
CARRETERA/ AVENIDAS
TERRENO MUY
FERROVIARIA DE APROXIMACIÓN
RESTRINGIDO

Figura II-8: Calco de obstáculos combinados terrestre


B. La dimensión marítima.

La dimensión marítima del espacio de batalla esta constituida por el mar y por
el ambiente del litoral en los cuales se desarrollan todas las operaciones
navales, incluyendo el control del mar, la proyección de la fuerza y las operacion es
anfibias. El ambiente marítimo es influenciado por el mar, por los litorales y por las
masas de tierra adyacentes. El océano abierto representa un espacio abierto
tridimensional sin restricción para la maniobra en el aire, en la superficie y
debajo de la superficie del océano. Sin embargo, incluso en áreas marítimas
abiertas, las masas de la tierra distantes pueden afectar a las operaciones
navales debido a la amplia gama de sistemas de armas del enemigo. Las áreas de
litorales pueden contener características geográficas tales como estrechos o
puntos de estrangulación que restringen la maniobra o afectan a la eficacia de las
armas. Los efectos de la geografía marítima en el espacio de batalla deben ser
analizados en el océano abierto y en los litorales t anto dentro las áreas
operacionales como en las áreas de interés. Los aspectos militares dominantes del
ambiente marítimo pueden incluir: el espacio para la maniobra y estrechos,
puertos naturales y fondeaderos, puertos, aeropuertos o pistas de aterrizaje,
bases navales, líneas de comunicaciones en el mar, características
hidrográficas y topográficas y las masas de tierra en los litorales.

1. Análisis de los aspectos militares del ambiente marítimo

Los aspectos militares dominantes del ambiente marítimo pueden incluir: el


espacio para la maniobra y estrechos, puertos naturales y ancladeros,
puertos, aeropuertos o pistas de aterrizaje de aviación, bases navales,
líneas de comunicaciones en el mar, características hidrográficas y
topográficas del suelo marino y las masas litorales de la tierra.

a. Espacio para la maniobra y estrechos.

Las unidades de superficie compensan la carencia de cubierta y de ocultación


utilizando la maniobra para reducir la capacidad de un enemigo de localizarlas
en un momento y lugar específico. El espacio confinado del océano limita la
capacidad de maniobra de una nave, por tanto aumenta el peligro de
ser localizado y atacado. Además, la proximidad de una unidad de superficie
a la tierra aumenta la amenaza potencial de los misiles anti-buque y de
los aviones enemigos. Una unidad de superficie operando en aguas
restringidas acerca de una base aérea o plataforma costera de
lanzamiento de misiles puede tener insuficiente tiempo de alerta
temprana para contrarrestar el ingreso de una amenaza aérea. Esto
debido a que la eficiencia del sistema de defensa aérea de una unidad de
superficie es en gran parte dependiente de la distancia a la cual una
amenaza aérea puede ser detectada. Puntos de estrangulación como ser
estrechos o canales son áreas extremadamente peligrosas debido a su
capacidad de limitar seriamente maniobrabilidad táctica. Este efecto se
magnifica para las operaciones de una fuerza de tarea, ya que los
buques de algunas formaciones pueden ser forzados a
aproximarse o confinarse en un espacio de agua demasiado reducido ya que
el área requerida para las maniobras de una formación es significantemente
mayor que para una nave individual. Finalmente, la eficacia de las minas del
mar se puede incrementar grandemente en aguas restringidas.
b. Puertos naturales y fondeaderos.

Todos los puertos y fondeaderos naturales dentro del área y el Área


de Interés operacionales que se pueden explotar por fuerzas navales
propias y del enemigo deben ser identificados y analizados.
Dependiendo del terreno circundante, algunos
puertos naturales y fondeaderos, tales como fiordos, pueden ofrecer
camuflaje limitado y la ocultación para los
combatientes navales. Si están ubicados cerca de las áreas de
operación amistosas, las líneas de comunicación marítima LCMs, o los
estrechos, pueden proporcionar al enemigo una oportunidad de poner
en marcha ataques inesperados contra los buques amigos. Igualmente,
las fuerzas amigas pueden utilizar estas áreas como asilos para frustrar las
tentativas de un enemigo de localizarlas y de apuntar.

c. Infraestructura artificial.

Toda la infraestructura artificial capaz de influenciar operaciones navales en el


ADI debe ser identificada y analizada. Esto incluye instalaciones portuarias
civiles, bases navales, campos de aviación, y sitios ocupados y vacantes del
misil anti-buque. La capacidad de instalaciones portuarias civiles es
particularmente importante al analizar al enemigo y a las
capacidades amistosas del apoyo logístico. Las bases navales deben ser
analizadas en lo referente a cuán bien están posicionadas para apoyar el
control del mar, la proyección de fuerza, u operaciones anfibias en aguas
adyacentes.

d. Líneas de comunicación marítima.

LCMs se debe identificar y analizar con respecto a su importancia


relativa para los países enemigos, amistosos, y neutrales en el Área de
Interés. Áreas potenciales de la interdicción (por ejemplo estrechos) a lo
largo de las LCMs se deben identificar junto con las bases navales, las
instalaciones de defensa de costa, y los campos de aviación de los cuales
pudieran originarse tales operaciones de interdicción. Los
factores adicionales para la consideración incluyen el
tipo, la densidad, y la facilidad de identificar de identificación de los
buques a lo largo de las LCMs.

e. Características de la superficie del océano.

Aunque aparentemente el uniforme, el ambiente de la superficie del océano


varía extensamente dependiendo de las condiciones meteorológicas
y oceanográficas METOC. Siempre que sea posible, una base de datos
histórica debe ser compilada para evaluar los efectos de las variaciones
estacionales del estado del tiempo sobre las condiciones
superficiales marítimas a través del AI. Las consideraciones importantes
incluyen los efectos de vientos y de la temperatura. Los vientos y
las tormentas proporcionan el mecanismo para la formación de olas,
y por lo tanto determinan la aspereza de la superficie del océano, o el
estado de la mar. El estado del mar relativo es factor principal en la
determinación de la viabilidad de las operaciones navales y de la
funcionalidad de las plataformas de armas marítimas. Otra variable
importante del estado del tiempo es la temperatura,

que controla el grado de la formación de hielo y de la fuerza y la dirección de


las corrientes de océano. La presencia de hielo del océano es una
variable estacional significativa que afecta
directamente en la navegación, operaciones portuarias,
y disponibilidad de puertos. A veces, las condiciones severas del hielo
pueden forzar a las unidades navales a un redespliegue estacional hacia
bases alternas.

f. Características del fondo del océano.

Las características del fondo del océano son cruciales en la conducción de las
operaciones submarinas, antisubmarinas, y de minado (conocidas
colectivamente como guerra submarina). Las capacidades del sonar son
afectadas perceptiblemente por la composición del fondo del mar, el grado de
salinidad las temperaturas del agua en las diferentes profundidades, la
presencia de corrientes y de remolinos del océano, y el ruido del ambiente en
las varias áreas del océano. Los contornos de la parte inferior de mar pueden
proveer a los submarinos enmascaramiento y avenidas de aproximación. La
profundidad del océano es otra característica vitalmente importante para las
operaciones navales. El agua poco profunda es ventajosa al uso de las minas
de anclaje, pero su impacto en los sensores y las armas hace la
guerra submarina más difícil. El agua profunda permite mayor sitio
tridimensional de la maniobra para los submarinos, pero tiene menos
impacto de sensores y armas de guerra submarina. La profundidad del
océano es particularmente crucial cuando se conduce operaciones bajo el
hielo, la diversidad del grosos del hielo del océano crea un techo que puede
restringir seriamente a techo de maniobra vertical del submarino.

g. Características litorales.

Características tales como gradiente y composición de los litorales,


características del terreno e infraestructura de transporte costeras, mareas, y
las corrientes son factores críticos adentro planificación y conducción de
operaciones navales. Por ejemplo, debido a la trayectoria relativamente plana
del fuego naval, las líneas de crestas costeras que se presentan en
forma perpendicular a la dirección del fuego
intensifican los efectos de
enmascaramiento de terreno. Los buenos sitios de desembarco anfibio
dependen no sólo de gradiente y de la composición de la playa, sino
que también deben tener acceso para el transporte de infraestructura a costa
para facilitar el rápido movimiento y la captura del terreno dominante.
Además, una base de datos histórica se debe compilar a cerca del
impacto de las varias condiciones de METOC sobre el estado del mar
cerca de las potenciales áreas para operaciones anfibias.

2. Evaluar los efectos del ambiente marítimo sobre las operaciones militares.
Las características militares del ambiente marítimo se deben evaluar
para determinar qué efectos pueden tener en los Cursos de Acción CDA
conjuntos propios y del enemigo. Esto debe incluir una evaluación de varios
cuerpos de agua y áreas litorales en el campo de batalla para determinar si
constituyen la geografía dominante. Por ejemplo, el control o la negación de un
cuerpo de agua

cerca de un sitio de desembarco anfibio o adyacente a una avenida


de aproximación que se extiende a lo largo de una llanura costera, puede ser
crítica a las operaciones conjuntas propias o del enemigo. Las localizaciones
de bases navales se deben evaluar en lo referente a su capacidad a apoyar al
control del mar o a las operaciones anfibias en éstas áreas geográf icas claves.
La geografía dominante adicional puede incluir características tales como
estrechos, canales, ríos, puertos, bases aéreas, e islas. La evaluación de la
geografía dominante potencial se debe basar en el grado en que tales
características marítimas controlan o dominan el campo de batalla o dan una
ventaja marcada a los Cursos de Acción conjuntos de cualquier combatiente;
por ejemplo, el Estrecho de Gibraltar y el Canal de Suez controlan la
capacidad de reforzar o las operaciones de nuevos abastecimientos en el mar
Mediterráneo y el Golfo Pérsico, las bases aéreas en Islandia dominan las
derrotas de Atlántico Norte en medio del océano, y Diego García sirve como base
marítima preposicionada para apoyar operaciones conjuntas en el Océano Índico
y el Golfo Pérsico. Además, durante operaciones anfibias, la evaluación del
ambiente marítimo se debe combinar con una evaluación del ambiente
de la tierra para identificar las zonas de desembarco anfibio que no sólo se
pueden apoyar desde el mar, sino que tamb ién conecten con ventajosas
avenidas aproximación que lleven hacia los objetivos claves del terreno. Otros
efectos ambientales a considerar incluyen el grado en que las áreas con limitado
el espacio de mar pueden limitar las capacidades navales, las áreas donde las
características de la superficie del océano pueden degradar el uso de sonar o
facilitar el uso de minas navales (e.g., corrientes, gradientes de
temperatura, y geografía inferior), y las áreas navales dentro del alcance de
las aeronaves y misiles anti buque con base en tierra. Las localizaciones
de las bases navales del adversario deben ser evaluadas en lo referente a
cuan bien apoyan capacidades conjuntas de la fuerza del adversario para
atacar, defender, reforzar, o para retroceder. Ejes y avenidas de
aproximación, áreas de riesgo elevado, áreas poco arriesgadas, y
las potenciales áreas navales de enfrentamiento deben ser
identificadas. Todas las características significativas del ambiente marítimo se
deben retratar gráficamente en un recubrimiento combinado modificado de
obstáculos (véase la figura II-9). El resultado final debe ser una evaluación
de cómo el ambiente marítimo ayuda u obstaculiza a la negación de mar,
control del mar, proyección de la fuerza, u operaciones anfibias en y
alrededor de las áreas geográficas dominantes identificadas como cruciales para
el Cursos de Acción conjuntos propios o del enemigo.
CALCO MODIFICADO DE OBSTÁCULOS COMBINADOS
MARÍTIMO

TERRITORIO AZUL OBJETIVO

C
C FLOTA NAVAL

DE AZUL
C
C
MAXIMA
CAMPO DE EXTENCIÓN
CAMPO MINADO SENSOR ACÚSTICO DEL HIELO DE
NAVAL INVIERNO

TERRITORIO GRIS
FRONTERA C ZONA NEUTRAL
(NEUTRAL)
C
(OCUPADA POR ROJO)
PUERTO

C
FRONTERA
ISLAS DEL SUR
(OCUPADAS POR ROJO)
FLOTA NAVAL
PUERTO
DE ROJO

1 RA. FLOTILLA
DE ROJO

TERRITORIO ROJO

RED
CARRETERA/ POSIBLES
TERRENO LUGARES DE
FERROVIARIA
RESTRINGIDO ATERRIZAJE
FERROVIARIA
RESTRINGIDO
LÍNEA DE
COMUNICACIONES
TERRENO MUY MARÍTIMA RANGO DE
RESTRINGIDO ARCO DE LOS
EJE DE AVANCE MISILES DE
NAVAL CRUCERO

Figura II-8: Calco modificado de obstáculos combinados marítimo


C. La dimensión aérea.

La dimensión aérea del espacio de batalla, es el ambiente en el cual se desarrollan las


operaciones militares aéreas. Es el medio en el cual funcionan las aeronaves de ala
fija y ala rotatoria, los sistemas de defensa aérea, los vehículos aéreos sin tripulación,
los misiles de largo alcance y algunos sistemas de misiles balísticos dentro el teatro de
operaciones. El poder aéreo es intrínsecamente flexible y libre de muchas de
las preocupaciones en relación a las que tienen las fuerzas de superficie. Por ejemplo,
las avenidas de aproximación aéreas pueden ser completamente diferentes de
las avenidas aproximación terrestres 8variables de acuerdo a la situación). El
componente aéreo tiene característica únicas para acercarse desde cualquier azimut
y desde una variedad de altitudes con gran rapidez, poca advertencia y
desde distancia s potencialmente grandes o desde el mismo corazón del
territorio del enemigo. Sin embargo, la dimensión aérea esta influenciada por las
características superficiales. Por ejemplo, algunas operaciones aéreas pueden
aprovechar el enmascaramiento que proporciona el terreno. Puesto que las
operaciones aéreas y las amenazas a las operaciones aéreas indudablemente
provienen de la superficie o infraestructura en las bases en la superficie,
necesariamente ciertos aspectos terrestres y marítimos deben ser tomados en
cuenta al analizar la dimensión aérea del espacio de batalla (tales como: la
localización o posible localización de aeródromos, bases de lanzamiento de misiles,
portaaviones y submarinos provistos de misiles de largo alcance). Además, los efectos
de las condiciones de meteorológicas y oceanográficas en el ambiente de aire son
particularmente cruciales al analizar las capacidades militares del aire. Por
ejemplo, la combinación de picos de montaña y la presencia de techos bajos en
las nubes puede ocasionar que las operaciones aéreas sean peligrosas o irrealizables
de acuerdo a la misión que cumplan para algunos tipos de aviones y de armas
guiadas mediante sistemas ópticos. La dimensión aérea del espacio de batalla, se la
procesa en dos etapas. La primera etapa consiste en el análisis de los variados
aspectos militares del ambiente aéreo y en la segunda etapa se evalúa el cómo
el ambiente afectará a las operaciones militares. Una técnica sugerida es
comenzar el proceso identificando, localizando y analizando los objetivos potenciales
propios y del enemigo. Después se debe identificar los aeródromos, las bases de
lanzamiento de misiles dentro el teatro de operaciones y las posibles localizaciones
de portaaviones desde los cuales se puede realizar ataques aéreos. Los
ambientes de la superficie y del aire situados entre las áreas donde se
encuentran los posibles blancos y los puntos de origen de las operaciones aéreas
se analizan para determinar probables avenidas de aproximación aéreas y
determinar cualquier otra característica del ambiente del espacio de batalla que
pueda influir en las operaciones aéreas.

1. Análisis de los aspectos militares del ambiente aéreo.

a. Características y configuración de los blancos.

De acuerdo con el análisis de la misión y la determinación de los probables


cursos de acción propios y enemigos, se debe identificar y analizar los
posibles blancos propios y del enemigo. Los probables blancos
incluyen, pero no se limitan a: bases de lanzamiento de misiles de largo
alcance, aeródromos, sitios de defensa aérea,
instalaciones de comando y control, fuerzas enemigas, nodos de
transporte, depósitos de abastecimientos, bases navales, instalaciones de
producción y almacenaje de armas QBN. e

infraestructura logística. Los blancos deben ser agrupados en paquetes según


se realice una ofensiva o defensiva. Es fundamental el análisis físico y
funcional de blancos aéreos para determinar la prioridad de blancos.
Por ejemplo, el enemigo asignará normalmente una determinada cantidad de
sus aviones disponibles para defender sus propias instalaciones de alto valor;
por lo tanto, tales instalaciones se constituirán en el objetivo defensivo
del enemigo. Asimismo, los recursos críticos de las fuerzas propias
empleados en su ofensiva se constituirán en los blancos ofensivos del
enemigo. Estas áreas de blancos, deben ser analizadas tomando en
cuenta algunos aspectos. Ejplo., determinar cómo podrían ser
atacados y desde qué dirección, determinar si el blanco es duro o
suave, identificar la presencia de defensas aéreas próximas y las
características del terreno circundante. Algunas instalaciones
subterráneas profundas pueden requerir el uso de penetradores profundos de
tierra lanzados desde una altitud mayor, de otra manera para blancos
suaves será suficiente un ataque de baja altitud. Las capacidades de sistema
de la defensa aérea pueden determinar el perfil del ataque aéreo
(perfil alto, medio, o bajo). Por lo tanto, los factores tales como
el enmascaramiento del terreno y laspotenciales defensas aéreas
son consideraciones cruciales al analizar los potenciales perfiles del ataque
aéreo al área de blancos. El propósito último de este tipo de análisis de
blancos es el determinar la partida y el mejor perfil de ataque aéreo. La
combinación de la ubicación de los blancos y los aeródromos de salida para
el ataque permite determinar las probables avenidas de aproximación aéreas.

b. Aeródromos e infraestructura de apoyo.

Todos los aeródromos actuales y potenciales dentro de la gama de blancos


aéreos deben ser identificados y analizados. Éstos deben incluir no
sólo aeródromos militares, sino también aeródromos civiles, mixtos
(civiles y militares) o pistas de aterrizaje que puedan servir para apoyar las
operaciones aéreas ofensivas o defensivas. Además, se debe evaluar
el terreno para localizar los sitios potenciales para las bases aéreas futuras y
para determinar independientemente si la altitud será un factor de limitación al
tipo de aviones disponibles. El análisis de los aeródromos debe incluir la
capacidad de recibir aviones de ala rotatoria o de ala fija. El análisis de
los aeródromos de militares actuales y potenciales debe considerar, por
ejemplo los siguientes factores:

- Longitud de la pista, ancho, capacidad del peso de aterrizaje, altitud,


iluminación.

- Ayudas de navegación y servicio meteorológico.

- Proximidad de apoyo logístico y líneas de comunicaciones.

- Cantidad de espacio disponible para parquear los aviones militares e


infraestructura de apoyo disponible, incluir el equipo de movimiento
de materiales.
- Manejo de materiales peligrosos

- Disponibilidad de alimentación y agua.

- Ventajas de la infraestructura de comando y control.

- Disponibilidad, capacidad, y dureza de las instalaciones del


almacenaje para petróleo, aceites y lubricantes.

c. Sitios o bases de lanzamiento del misiles

Se debe conocer el alcance máximo y los sitios de lanzamiento de los misiles


balísticos y de largo alcance del enemigo. Éstos deben incluir los sitios fijos
así como localizaciones de las unidades móviles de lanzamiento de
misiles para determinar los probables lugares de lanzamiento de
misiles. Esto facilitará a la determinación de la probable trayectoria del
misil balístico del enemigo.

d. Portaaviones, submarinos y localización de probables áreas de


lanzamiento de misiles crucero desde el mar.

Si el enemigo tiene portaaviones, submarinos o capacidad para lanzar misiles


desde el mar, deben ser analizadas las aguas de superficie en el AI.,
para determinar sus posibles localizaciones. Los
portaaviones requieren normalmente de sitios adecuados
en el mar desde los cuales pueden maniobrar y mantenerse con
seguridad. Los portaaviones evitarán
generalmente aguas de superficie próximas al litoral. Sin embargo,
pueden ser empleados en tales aguas, si el nivel de la amenaza es
bajo o si la operación así lo requiere. La identificación de
potenciales lugares de lanzamiento de misiles es más problemática y
depende en gran parte de factores tales como: la localización de los
blancos, las capacidades de los misiles y la plataforma del lanzamiento del
enemigo.

e. Características de la superficie y techos de servicio.

El análisis de las características de la superficie y de los techos de servicio


de las aeronaves entre la base aérea y el área de blancos, facilitará la
determinación y evaluación de las avenidas aproximación aérea. El terreno es
crítico en el planeamiento de la ruta aérea. Tanto las
características artificiales como las características
naturales, pueden constituirse en obstáculos para los
aviones de vuelo bajo, especialmente si estos emplean un corredor terrestre
como ruta aérea. Los obstáculos para el vuelo de aeronaves
podrían incluir objetos o características tales como: líneas eléctricas
de la alta tensión, puentes, edificios altos, presas, torres, curvas del terreno
abruptas en los corredores, picos de montañas y otros. Los techos de servicio
son otro aspecto del ambiente que es importante tomar en cuenta en el
planeamiento. Las operaciones en las altitudes extremas imposibilitarán a
menudo el uso eficaz de aeronaves de alas rotatorias.
f. Avenidas de aproximación aérea.

Las avenidas de aproximación aéreas, se diferencian de las


avenidas terrestres, en que las primeras son tridimensionales y generalmente
no tienen restricciones por las características geográficas.
Las avenidas de aproximación aéreas consideran aspectos no
geográficos del ambiente tales como: restricciones de sobrevuelo, las
características de funcionamiento de los aviones, capacidades de vuelo,
radares de detección temprana, cobertura y las localizaciones de
armas de defensa anti aérea. Bajo ciertas
circunstancias, el terreno en combinación con las capacidades del
enemigo puede influir en la elección de los rumbos. Por ejemplo, los
corredores de movilidad terrestre son generalmente empleados por las
aeronaves de ala rotatoria; porque permiten cierta protección desenfilada
contra los sistemas de defensa anti aérea situadas fuera de los corredores.
Durante el análisis de los potenciales corredores terrestres a ser
empleados como avenidas de aproximación aéreas por parte de
aeronaves de ala rotatoria o aeronaves que vuelan a baja altura, se debe
prestar particular atención a la ubicación de cualquier obstáculo natural o
artificial que desvié, limite o restrinja el vuelo de estas aeronaves dentro del
corredor.

2. Evaluar los efectos del ambiente aéreo en las operaciones militares.

El producto final de esta parte del proceso, es evaluar los efectos totales
del ambiente aéreo sobre las capacidades propias y las del enemigo para
conducir operaciones aéreas y para apoyar a las fuerzas de superficie. Las
características importantes del ambiente de la superficie y del aire pueden facilitar
o desfavorecer las operaciones aéreas, estos efectos deben ser representados
gráficamente en un calco modificado de obstáculos combinados aéreo (véase la
figura II-10).

El análisis debe enfocarse en el efecto del ambiente y el tiempo, los


efectos colaterales de las armas QBN., sobre el mantenimiento de las
operaciones aéreas, altitudes y rangos de funcionamiento, ejecución de la
misión y áreas de empeño (combate aéreo).

a. Efectos colaterales de las armas QBN.

La destrucción de los depósitos e instalaciones de la producción de reactores


nucleares y de las armas QBN., presentan problemas especiales.
La localización de las instalaciones de armas QBN., el terreno circundante,
las condiciones atmosféricas y los patrones pronosticados deben se
analizados para facilitar la determinación del impacto de contaminación
que existirá después del ataque. Los patrones potenciales de dispersión
deben ser obtenidos mediante el análisis de la dirección y velocidad del
viento.

b. Mantenimiento de las operaciones aéreas.


Los recursos aéreos deben ser capaces de sostener un porcentaje suficiente
de salidas para lograr todos los objetivos del componente aéreo en la
campaña. Los factores críticos en la capacidad de una fuerza para sostener
operaciones aéreas incluyen: disponibilidad de tripulaciones, los porcentajes

de utilización de aeronaves, disponibilidad de combustible y municiones,


la eficacia de las medidas de protección de la fuerza, la capacidad de
la infraestructura de apoyo y la capacidad de las líneas de comunicaciones
entre los aeródromos y las instalaciones del apoyo logístico.

c. Altitudes y rangos de funcionamiento.

Las operaciones aéreas utilizarán una gran variedad de aeronaves que


realizan muchos tipos de misiones. En la ejecución de estas misiones,
los aviones tendrán que operar en diversas altitudes. El analista de la
PICEB., debe por lo tanto conocer a fondo las elevaciones del terreno
en el área operacional, así como las restricciones de sobrevuelo del
enemigo y/o las capacidades su defensa aérea. De esta manera, el
analista podrá identificar localizaciones apropiadas para establecer las zonas
de concentración y ejes de penetración.

d. Ejecución de la misión.

El analista de la PICEB., debe identificar cualquier factor ambiental que


pueda facilitar u obstaculizar a la realización de una misión aérea.
Estos factores pueden incluir: fuentes potenciales de daño colateral, el
uso del camuflaje, la ocultación y el engaño en las áreas de blancos,
además la localización de los sistemas de la defensa anti aérea del
enemigo a lo largo de avenidas de aproximación terrestres y la
localización de los obstáculos naturales y artificiales para el vuelo de
aeronaves.

e. Áreas de empeño (combate) y de interceptación.

El combate contra patrullas aéreas, las áreas de defensa anti aérea, la guerra
electrónica y los sistemas pasivos de detección tienen una gran influencia en
el terreno. Estos recursos serán colocados generalmente para maximizar
la visión óptica y de los radares, a fin de evitar enmascarar el terreno. El
analista debe estar preparado para identificar esas áreas del espacio de
batalla donde los sistemas de la defensa anti aérea y las características del
terreno pueden estar integrados para constituir áreas óptimas de empeño
(combate) aéreo y para emboscada aérea.
CALCO MODIFICADO DE OBSTÁCULOS COMBINADOS
AÉREO

OBJETIVO

TERRITORIO AZUL

TERRITORIO GRIS
(NEUTRAL)

FRONTERA
MAR DEL SUR

FRONTERA ISLAS DEL SUR


(OCUPADAS POR ROJO)

LA CONCENTRACIÓN DE ESTOS
AÉRODROMOS INDICA UN CURSO
DE ACCIÓN OFENSIVO DE ROJO

LA CONCENTRACIÓN DE ESTOS
AÉRODROMOS INDICA UN CURSO
MISILES
TERRITORIO MÓVILES DE ACCIÓN DEFENSIVO DE
ROJOTERRITORIO ROJODE ACCIÓN DEFENSIVO DE
ROJO ROJO

RANGO DE ARCO DEFENSA AÉREA


INFRAESTRUCTURA
CRÍTICO DE LOS RECURSOS DE AZUL CRÍTICA DE ROJO
DE AZUL
AÉRODROMOS INFRAESTRUCTURA
DE ROJO CRÍTICA DE AZUL

PLATAFORMA MOVIL REDESPLIEGUE DE LOS


SITIOS DE DESEMBARCO
DE LANZAMIENTO DE MISILES AVIONES DE ROJO
ANFIBIO

Figura II-10: Calco modificado de obstáculos combinados aéreo


E. La dimensión del espacio.

Para efectos de este documento, la dimensión espacial del espacio de batalla


comienza en la altitud más baja en la cual un objeto espacial puede mantenerse
en órbita alrededor de la tierra (aproximadamente 93 millas) y se extiende hacia
arriba a aproximadamente 22.300 millas (órbita geosincrónica). Las fuerzas que tienen
acceso a este medio, tienen una amplia gama de opciones que pueden
utilizar para aprovechar y mejorar sus capacidades militares. Cada país tiene acceso
a sus propios satélites, a los de otro país o a una entidad comercial a través de
la compra de servicios. Por lo tanto, el monitoreo y el seguimiento del
espacio propio, hostil, e incluso neutral son necesarios para una comprensión
completa del ambiente total del espacio de batalla.

El analista de la PICEB. debe estar familiarizado con algunas características del


ambiente espacial para integrar eficazmente las evaluaciones de la inteligencia en la
PICEB. y formular de manera apropiada los requisitos de información.

1. Análisis de los aspectos militares del espacio

Las siguientes características ambientales tienen un potencial grande para afectar


el uso militar del espacio por parte de las fuerzas propias y las del enemigo.

a. Mecánicos orbitales.

Los satélites están sujetos a las leyes físicas que limitan sus órbitas.
Estas limitaciones pueden ser utilizadas para determinar su probable
ubicación, las vías satelitales que emplea, sus funciones y capacidades,
basados en un análisis de su asociación con los varios tipos de órbitas.
Los factores que limitan las órbitas basadas en los satélites incluyen
la inclinación de lanzamiento, la ubicación, tipo de órbita, altitud y el plano
orbital.

b. Propagación.

Debido a que el espacio no tiene atmósfera, la energía electromagnética pasa


directamente por el este ambiente espacial, lo que ofrece ventajas especiales
para el funcionamiento de las comunicaciones y la navegación.

c. Densidad de la órbita y desechos.

Dependiendo de la utilidad relativa para los usos civiles y militares, algunas


órbitas contienen mayor número de satélites que otros. Esta tendencia
al agrupamiento provoca varios problemas parala
planificación de las operaciones del espacio
relacionados con el planeamiento de la ventana de lanzamiento,
posicionamiento del satélite y el control de espacio. Un problema relacionado
a la densidad orbital es la cantidad cada vez mayor de desechos en la órbita
espacial.
d. Actividad solar y geomagnética.

El sol afecta directamente al ambiente exo-atmosférico irradiando


energía electromagnética y partículas atómicas que restringe lugares
donde los sistemas espaciales pueden funcionar eficazmente.

2. Evaluar los efectos del ambiente espacial en las operaciones militares.

Los sistemas espaciales son fiables en la medida en que se colocan en órbitas en


las cuales se pueden maximizar sus capacidades. Por ejemplo, los satélites
de alta resolución se colocan normalmente en órbitas terrestres bajas, mientras
que los satélites empleados para las comunicaciones y para
los servicios meteorológicos funcionan eficientemente en
las altitudes geosincrónicas. Asimismo, las órbitas elípticas
altas, que proporcionan tiempos de detención largos sobre el hemisferio norte
son útiles para las comunicaciones y para otros satélites. Además, el número
limitado de instalaciones de lanzamiento espaciales en el mundo, combinado con
las ventanas de lanzamiento fiables para los planos orbitales específicos, facilitan
la predicción de posibles lanzamientos de satélites. Una vez que se identifica
un satélite y se determina su órbita, los equipos de inteligencia pueden
pronosticar su función y posición futura. La trayectoria de un satélite que pasa
de manera directa sobre las porciones de la tierra puede ser identifica y
mostrada en un mapa. La determinación de la probable ubicación del satélite,
permite que los analistas de la PICEB. adviertan a las fuerzas propias sobre
los próximos vacíos en la capacidad de cobertura del espacio (Por ejemplo,
cambios en la precisión de posicionamiento global por satélite), así como la
determinación de próximas ventanas de vulnerabilidad a los sistemas espaciales
del enemigo. Por el contrario, las fuerzas del enemigo son capaces de hacer lo
mismo. Las probables trayectorias de los satélites de reconocimiento del enemigo,
así como la ubicación de la infraestructura relacionada con los medio espaciales
(Ejplo. las instalaciones espaciales de lanzamiento y las estaciones de control de
satélites en tierra), deben ser representados en el calco modificado de obstáculos
espaciales (véase la figura II-11).

El analista de la PICEB. debe utilizar este calco para identificar vacíos en


las capacidades espaciales del reconocimiento del enemigo.
CALCO MODIFICADO DE OBSTÁCULOS COMBINADOS
ESPACIAL

OBJETIVO

TERRITORIO AZUL

C
C
C
C C

MAR DEL SUR


TERRITORIO GRIS
(NEUTRAL)
FRONTERA ZONA NEUTRAL
(OCUPADA POR ROJO)

FRONTERA

ISLAS DEL SUR


(OCUPADAS POR ROJO)

TERRITORIO ROJO INSTALACIÓN DE


LANZAMIENTO Y
SEGUIMIENTO

RED SATELITAL DE
RED SEGUIMIENTO DE
CARRETERA/ PRINCIPALES AREAS
IMÁGENES URBANAS
FERROVIARIAF TERRESTRES
ERROVIARIA

AREAS CUBIERTAS
AVENIDAS
POR LA RED DE
DE APROXIMACIÓN
ESTACION DE CONTROL IMÁGENES
SATELITAL TERRESTRE

Figura II-11: Calco modificado de obstáculos combinados espacial


F. La dimensión electromagnética.

La dimensión electromagnética del espacio de batalla, incluye todas las partes


militares significativas del espectro electromagnético, tales como las frecuencias
asociadas a los equipos de radio, radares, láser, electro-óptico e infrarrojo. Es
una combinación de la infraestructura electromagnética civil, fenómenos naturales y el
OB. electromagnético del enemigo, fuerzas propias y fuerzas neutrales. El
ambiente electromagnético proporciona el medio de funcionamiento para las
comunicaciones, la electro-óptica, el radar, la proyección de imagen infrarroja y las
operaciones de guerra electrónica. El uso del espectro electromagnético para los
propósitos militares o civiles se ve limitada por una variedad de factores que van
desde los acuerdos para el uso de frecuencia hasta las características físicas de las
ondas electromagnéticas.

1. Análisis de los aspectos militares del ambiente electromagnético

Para evaluar cómo el ambiente electromagnético afectará a las operaciones


militares en un área geográfica específica, el analista de la PICEB.
debe considerar los siguientes factores:

a. Uso militar de la banda infrarroja.

Dependiendo de la temperatura, los objetos emiten cantidades variadas


de energía electromagnética en la banda infrarroja. Los sensores
infrarrojos pueden por lo tanto distinguir a los objetos basados en
sus relativas temperaturas y tienen numeroso usos militares tales como:
dispositivos de visión nocturna, adquisición de blancos, detección de
lanzamiento de misiles y recolección de inteligencia. Cuando es utilizado
para la vigilancia, el reconocimiento y la obtención de inteligencia
puede ser una valiosa herramienta para el enemigo y las fuerzas propias.
El analista de la PICEB., debe evaluar las capacidades y las limitaciones de
varios sensores infrarrojos para determinar las vulnerabilidades propias y las
del enemigo para apoyar el esfuerzo del planeamiento de las operaciones de
engaño.

b. Uso militar de imágenes multi-espectrales e hiper-espectrales.

La proyección de imágenes multiespectral, proporciona un nivel de proyección


de imagen pancromática mayor que la información tradicional por
energía electromagnética. Esta recoge y emite energía electromagnética
en forma simultánea y aproximadamente hasta diez vendas espectrales.

La proyección de imagen de Hiper-espectral proporciona incluso


mayores capacidades, recogiendo simultáneamente energía dentro 20-
299 vendas espectrales discretas. Ambas permiten el análisis de perfiles
espectrales para identificar características e imágenes importantes de
la superficie, en particular sobre el camuflaje y los esfuerzos de
ocultación y engaño. El analista de la PICEB., debe conocer las
características, capacidades y el uso potencial de esta tecnología de apoyo a
las operaciones militares.
c. Direccionalidad de la onda de radio.

Una onda de radio viaja normalmente a lo largo de la visión de un transmisor;


pero puede cambiar de dirección como resultado de la reflexión, de la
refracción o de la difracción. La reflexión de las ondas de radio
permite prolongar la gama de comunicaciones del equipo por ondas que
despiden de la ionosfera y para que el radar detecte y localice objetos
recibiendo energía reflejada. Las Ondas de radio, se refractan (al pasar por
la atmósfera) puede ser atrapado en un conducto troposférico y viajar por
varios kilómetros.

Dado que la cantidad de la refracción aumenta a medida que aumenta


la frecuencia de la radio, la refracción troposférica es más eficaz en
las frecuencias superiores a 50 megahertz. Inversamente, una difracción
de la onda de radio (capacidad de doblar alrededor de un objeto sólido) es
mayor en frecuencias más bajas. En ciertos casos, usando alta
potencia y frecuencias bajas, es posible que las ondas de radio circunden la
tierra por la difracción.

d. Atenuación de las ondas de radio.

Las características de la superficie afectan considerablemente a la calidad y


distancia de las comunicaciones cuando estas son obtenidas por medio
de ondas terrestres (las ondas de radio se propagan en paralelo a la
superficie terrestre).

La superficie terrestre sobre la cual la onda viaja debe tener


buenas características conductoras para evitar que la onda se atenúe hasta
tal punto que llegue a inutilizar las comunicaciones. Por ejemplo, el agua de
mar es un conductor relativamente bueno, mientras que el terreno
selvático puede debilitar la onda terrestre al punto de inutilizar las
comunicaciones. La cantidad de vapor o de precipitación de agua presente
en el aire es un factor adicional capaz de degradar la propagación de la
onda. Las fuentes de energía adicionales o los sitios de relevo pueden
ser necesarios para aumentar la potencia de la señal de las ondas
terrestres en áreas con características escasas de superficie o malas
condiciones del tiempo.

Las áreas donde las características de la superficie del espacio de


batalla pueden plantear problemas significativos de la atenuación de la onda
deben ser identificadas y graficadas en un calco
modificado de obstáculos combinados para el ambiente electromagnético.
(véase la figura II-12).
CALCO MODIFICADO DE OBSTÁCULOS COMBINADOS
ELECTROMÁGNETICO

OBJETIVO
TERRITORIO AZUL

TERRITORIO GRIS
(NEUTRAL)

MAR DEL SUR


FRONTERA OPERACIONES
ZONA NEUTRAL ANFIBIAS
(OCUPADA POR ROJO)

ISLAS DEL SUR


FRONTERA
(OCUPADAS POR ROJO)

TERRITORIO ROJO

GRAVE PRINCIPALES AREAS


ATENUACIÓN URBANAS
ELECTROMÁGETICAE POTENTIAL
LECTROMÁGETICA RED
ELECTROMAGNETIC
CARRETERA/
INTERFERENCE
CARRETERA/
(RADIO/TV)
MODERADA FERROVIARIA
ATENUACIÓN
ELECTROMÁGETICA
AVENIDAS
DE APROXIMACIÓN

Figura II-12: Calco modificado de obstáculos combinados electromagnético


e. Zonas de salto y distancias de salto.

Las ondas de cielo, cuando son devueltas por la ionosfera pueden ampliar las
comunicaciones mediante un “salto” de hasta 2.500 millas. Una zona de salto
es un “espacio muerto” para las comunicaciones entre el transmisor y el punto
donde el cielo devuelve la onda a la tierra.

El tamaño de la zona del salto se relaciona con la frecuencia de la onda de


cielo y las características constantemente cambiantes de la ionosfera.
En general las frecuencias mas bajas rebotan de la ionosfera a altitudes
más bajas que las frecuencias más altas y por lo tanto vuelven a la tierra
a una distancia más corta del transmisor.

Los factores que influencian sobre la ionosfera incluyen: la hora, la estación,


llamaradas solares, tormentas magnéticas y detonaciones nucleares.

f. Interferencia.

La Interferencia de radio, puede resultar de causas naturales o artificiales. Por


ejemplo, en las zonas tropicales donde las tempestades de truenos son
frecuentes, las comunicaciones de onda de tierra de frecuencia baja pueden
ser poco fiables, lo que obliga a una mayor dependencia de las frecuencias
más altas de las ondas de cielo. Inversamente, en las regiones polares
donde las tempestades de truenos son raras, las ondas de cielo
son interrumpidos seriamente por perturbaciones magnéticas, lo que
obliga a confiar más en las comunicaciones de baja frecuencia de la onda de
tierra. La interferencia artificial puede ser intencional, como en el caso
del bloqueo o involuntario como resultado del congestionamiento de la
frecuencia.

El analista de la PICEB. debe construir un gráfico de la evaluación de


interferencia (ver Figure II-13) mediante la identificación de todas las fuentes
potenciales de interferencia en el espacio de batalla y el trazado de las gamas
de frecuencia a lo largo del espectro electromagnético.

Los ejemplos de fuentes potenciales de interferencia pueden incluir: los


emisores militares y civiles propios, enemigos y neutrales, así como el clima.
CUADRO DE POSIBLES INTERFERENCIAS

ESPECTRO DE FRECUENCIAS

VOZ VOZ VOZ RADAR RADAR


MILITAR MILITAR CIVIL
PROPIA NEUTRAL PROPIA PROPIO NEUTRAL

VOZ VOZ RADAR


MILITAR CIVIL
ENEMIGA ENEMIGA Giga Hertz ENEMIGO

Mega Herrtz

Figura II-13: Cuadro de posibles interferencias

2. Evaluar los efectos del ambiente electromagnético en las


operaciones militares.

La evaluación de los efectos del ambiente electromagnético, es realizada por


la Sección sistemas informáticos del estado mayor conjunto. El analista de
la PICEB., debe trabajar y coordinar de cerca con esta sección para asegurarse
de que este análisis este completamente integrado en el esfuerzo total de la
PICEB. Dependiendo de las condiciones reales
de las áreas superficiales y endoatmosféricas del
espacio de batalla, así como del ambiente electromagnético, se presentará en
mayor o menor grado, condiciones favorables para: el comando y control de las
fuerzas militares, para la ejecución de las operaciones de guerra electrónica y
para la obtención de inteligencia.

Los efectos de posibles interferencias, zonas de salto, espacios muertos para las
radio, ondas de atenuación en radios y tipos específicos de operaciones militares
deben ser evaluadas. Por ejemplo, las áreas geográficas o los períodos de tiempo
que degradan las comunicaciones por radio pueden obstaculizar a una fuerza que
ataca debido a la necesidad de desplazar transmisores. Inversamente, una fuerza
que realiza una defensa puede cambiar el puesto de comunicaciones a
puestos alternos.

G. La dimensión del Ciberespacio.

El ciberespacio, es un sistema o interfaz informático que genera entornos sintéticos en


tiempo real, representación de las cosas a través de medios electrónicos
o representaciones de la realidad, una realidad ilusoria, pues se trata de una
realidad perceptiva sin soporte objetivo, sin red extensa, ya que existe sólo
dentro del
ordenador y las redes del mundo. El uso de los sistemas de información para apoyar
las operaciones militares ha aumentado perceptiblemente la importancia de
la dimensión del Ciberespacio del espacio de batalla. El Ciberespacio
proporciona un ambiente en el cual las operaciones de información (OI), pueden
realizar ataques a la red de ordenadores y donde se conduce la defensa de la
red de ordenadores. La complejidad cada vez mayor de los sistemas y las redes de
información expone a las bases de datos militares y civiles en peligro de este nuevo
tipo de guerra. Los objetivos de este tipo de guerra pueden estar dirigidos contra
cualquiera de los medios de acceso al ambiente del ciberespacio, como son: el
hardware, redes, software, datos, procedimientos y los operadores humanos (véase la
figura II-14).

La vulnerabilidad relativa de cada uno de estos componentes (debido a la


escasa seguridad física, al incorrecto entrenamiento del operador o a la carencia de
medidas de seguridad), combinada con el nivel sofisticación y la capacidad de empleo
de estos medios por parte del enemigo, determinará sus métodos y procedimientos de
ataque.

AMBIENTE DEL CIBERESPACIO

Hardware

Operadores Red

CIBERESPACIO

Procedimientos Software

Datos

Figura II-14: Ambiente del ciberespacio


1. Análisis de los aspectos militares del ciberespacio

a. La estructura física de la computadora (hardware).

El hardware de la computadora, consiste en un sofisticado circuito electrónico


que es extremadamente vulnerable a temperaturas altas, así como a
fluctuaciones de la corriente eléctrica e interrupciones. Pulsaciones eléctricas
y electromagnéticas, provenientes de causas artificiales o naturales
(tales como relámpagos), pueden degradar seriamente las operaciones
de las computadoras. El hardware es también vulnerable a las
fuentes y disponibilidad de piezas y repuestos. Además,
el mal funcionamiento del hardware puede ser provocado por
equivocaciones (intencionales o no intencionales) incurridas durante la
fabricación y ensamblado de la computadora. Las
operaciones en el ciberespacio pueden estar dirigidas a destruir
físicamente el hardware o degradar temporal el sistema. La
degradación permite negar temporalmente al enemigo el uso de equipos
y redes, mientras que la destrucción física es generalmente menos
ambigua. Además, el ataque puede ser dirigido directamente contra el
hardware real, o de manera indirecta contra la infraestructura disponible,
como las fuentes de corriente eléctrica. Ambos tipos de ataque
requieren del conocimiento detallado del tipo y localización
del hardware, nodos de red y las vulnerabilidades de la
infraestructura disponible.

b. Redes.

Las redes del sistema de información, se basan en las telecomunicaciones y


son vulnerables a los ataque del enemigo que pueden ser realizados contra el
comando y control del sistema, por ejemplo bloqueo y destrucción física. La
vulnerabilidad de las redes de los ordenadores a estos tipos de ataque
aumenta conforme los sistemas se ligan cada vez más a los sistemas
de telecomunicaciones civiles. Sin medidas de seguridad adecuadas, los
enlaces de la red proporcionan una entrada a través de la cual el
enemigo puede tener el acceso a los sistemas y a las bases de datos
de información. Dependiendo de las características de la red, algunos
sistemas pueden ser pinchados desde cualquier parte del mundo. Por
ejemplo, un enemigo puede tener acceso al sistema en otro país con las
telecomunicaciones conectadas a través de un tercer país.

c. Programas informáticos (software).

Los sistemas informáticos se basan en programas informáticos (software) que


van desde sistemas operativos a los programas diseñados para
manipular datos de gran complejidad. Esta relación hace que los
sistemas de información sean extremadamente vulnerables a la infección
por parte de virus de computadoras (programas maliciosos que
ingresan a los archivos para copiar o destruir estos archivos o lograr
interrupciones en el servicio). Los virus pueden ser introducidos en los
sistemas informáticos mediante una variedad de medios, tales como:
diskettes, documentos en procesadores de textos con macro-lenguajes
avanzados, programas o los documentos binarios transferidos a través del
correo electrónico y software disponibles en anuncios
publicitarios. Las barreras al ataque viral incluyen exploraciones
frecuentes del antivirus, entrenamiento de los operadores para reconocer
los síntomas de infección y asegurar la red contra
la transferencia del software potencialmente infectado.

d. Datos.

La producción de información de los sistemas automatizados, es tan precisa


como los datos que originalmente entraron en esos sistemas. Esta
información está sujeta a ataques, ya sea antes o después de su ingreso a un
sistema automatizado. Por ejemplo, un país puede manipular el análisis de la
inteligencia de otro país realizando esfuerzos de camuflaje, ocultación y
acertados engaños, lo que puede dar como resultado una entrada errónea de
información en las bases de datos automatizadas del otro país. Un ataque a
las bases de datos de los sistemas automatizados es muy
complejo, requiriendo generalmente el acceso al sistema de información. Sin
embargo, si el acceso puede ser obtenido, la rentabilidad es muy grande ya
que permite leer datos, cambiar datos, o borrar datos.

e. Procedimientos.

Los procedimientos del sistema de información se establecen,


para asegurarse que los programas de mantenimiento de datos estén
funcionando en una secuencia racional, que el acceso a los sistemas
esté limitado solamente al personal autorizado y que el hardware
está físicamente asegurado. Puesto que por su misma
naturaleza los procedimientos establecen un sistema de
acontecimientos fiables en una secuencia fiable, puede ser posible
discernir y explotar vulnerabilidades en el horario establecido del
enemigo.

f. Operadores humanos.

Los operadores humanos, tales como personal de mantenimiento


de sistemas, especialistas de entrada de datos, programadores y los usuarios
del sistema de información pueden ser medios potenciales de acceso a
los componentes del ciberespacio. Por lo tanto, el reclutamiento del enemigo
de personas con acceso a los sistemas de información propios, puede
ser potencialmente catastrófico. Además, el mal funcionamiento del
sistema puede ser provocado por sabotajes deliberados o por errores
humanos. La complejidad de los sistemas de información modernos, es tal
que puede ser difícil discernir entre un error intencional y no intencional. La
vulnerabilidad de un sistema a estos tipos de ataques
humanos debe ser analizada determinando el nivel de
seguridad en el personal de la organización y el grado de habilidad de los
operadores.
2. Evaluar los efectos del ambiente del Ciberespacio en las operaciones
militares.

Los efectos del ambiente del ciberespacio, deben ser evaluados identificando y
dando prioridad a los sistemas y a las redes de información que se
juzguen críticas para el desarrollo delplaneamiento y las
operaciones militares. Dependiendo del nivel crítico del sistema,
los efectos de la pérdida de los datos o incluso una interrupción corta en el
sistema puede ocasionar grandes efectos sobre las operaciones militares en
días, semanas y meses. La vulnerabilidad relativa de cada sistema crítico,
también debe ser determinada: primero, evaluando las potencialidades y las
debilidades de cada uno de los componentes del ciberespacio y en segundo
lugar identificando cualquier sistema de reserva
“alternativa de trabajo” o enlaces redundantes. Los sistemas identificados
como los más importantes y los más vulnerables se constituyen en probables
blancos del enemigo. Este análisis puede ser representado gráficamente bajo la
forma de una matriz de evaluación de la vulnerabilidad del Ciberespacio. La
figura II-15 es un ejemplo de una matriz que determine la vulnerabilidad de
varios sistemas de información enumerados en orden de su criticidad estimada.

MATRIZ DE VULNERABILIDADES DEL CIBERESPACIO

SISTEMAS DE INFORMACIÓN

1 2 3 4 5 6
HARWARD

REDES

SOFTWARE

DATOS

PROCEDIMIENTOS

OPERADORES

BAJA MEDIANA ALTA


VULNERABILIDAD VULNERABILIDAD VULNERABILIDAD

Figura II-15: Matriz de vulnerabilidades del ciberespacio


H. La dimensión humana.

La dimensión humana del espacio de batalla, consiste en diversos aspectos de


importancia militar, tales como las características sociológicas, culturales,
demográficas y psicológicas de la población y el liderazgo propio y del enemigo. Es el
ambiente en el cual se conduce las operaciones de información, las operaciones
psicológicas y las operaciones de engaño militar. El estudio de la dimensión humana
es un proceso que se lo ejecuta en dos etapas: Primero, se analiza todas las
características humanas que puedan tener un impacto en el comportamiento de
la población en su conjunto, en los militares de alto rango, en la tropa y en los
líderes civiles. Segundo, se evalúa los efectos de estas características humanas
en las operaciones militares.

1. Análisis de las características de la dimensión humana

a. La población.

El análisis, debe considerar las poblaciones civiles y militares, especialmente


en las regiones en donde las instituciones militares pueden tener una relación
adversa o contraria con todo o parte de la población civil. El grado en el que
las actitudes, las creencias y el comportamiento del personal de
cuadros y tropa se reflejan con los valores esenciales sobre la población en
su conjunto y/o sobre los líderes es extremadamente importante para
este análisis. Adicionalmente los factores significativos a considerar son: los
patrones de la población, las condiciones de vida, los conflictos, las
rivalidades étnicas, los idiomas, la cultura, las actitudes políticas, las
creencias religiosas, los niveles de educación y cualquier aspecto que se
juzgue por conveniente analizar.

b. El liderazgo.

Los datos biográficos sobre los principales líderes militares y dirigentes


políticos deben ser compilados. Estos datos deben incluir: la clase y
origen familiar, educación, experiencia, entrenamiento, creencias, valores,
rasgos perceptivos, estilo de toma de decisiones. Además se debe
combinar la trayectoria histórica de los líderes con las decisiones que
tomaron en el pasado. Tal información puede utilizarse para construir un
perfil psicológico del líder, que puede ayudar a predecir, cómo ese líder
puede responder en una situación dada. Dependiendo de la cantidad de
datos disponibles, puede ser posible construir un perfil psicológico para el
liderzazo en conjunto, así como para individuos específicos.

2. Evaluar los efectos de la dimensión humana en las operaciones militares.

Las características del ambiente humano, deben ser evaluadas para determinar el
probable estado de la moral de la población civil y militar. La moral es un factor
importante que permite determinar la capacidad total de una fuerza militar y
evaluar el grado de apoyo de la población civil a una movilización total. El grado
de lealtad debe ser determinado tanto para la población como para los
líderes individuales. Dependiendo de la situación, los factores tales
como: diferencias étnicas, religiosas, políticas o de clase pueden ser explotados
para los propósitos
de las operaciones psicológicas. Los perfiles psicológicos de los líderes militares y
políticos pueden facilitar el entendimiento del comportamiento de un
enemigo, evaluar la vulnerabilidad del enemigo al engaño y determinar la
probabilidad relativa de adopción un curso de acción determinado.

I. Análisis de los efectos del tiempo.

El tiempo, es el estado de la atmósfera con respecto al viento,


temperatura, precipitación, humedad, presión barométrica y nubosidad. El
clima, es la condición atmosférica que generalmente prevalece en una región
como promedio durante un número de años. Los productos iniciales de los
efectos del tiempo de la PICEB., se pueden preparar empleando los datos
climatológicos disponibles. Estos se actualizan a medida que se recibe información
más exacta referente a las condiciones atmosféricas reales esperadas. El tiempo
afecta al espacio de batalla de dos maneras: puede interactuar y modificar las
características ambientales de cada dimensión del espacio de batalla o
puede tener un efecto directo en las operaciones militares
independientemente de la dimensión del espacio de batalla. Esta sección se concentra
en los efectos directos del tiempo sobre el personal, el equipo y las
operaciones militares en todo el espacio de batalla. Los aspectos militares del
tiempo son: visibilidad, vientos, precipitación, nubosidad, temperatura y humedad. El
análisis de los efectos del tiempo es un proceso que se lo realiza en dos etapas:
primero, se analiza los aspectos militares del tiempo. Segundo, se evalúa los
efectos del tiempo en las operaciones militares.

1. Análisis de los aspectos militares del tiempo

a. Visibilidad

La visibilidad, es en gran parte un resultado de las varias condiciones


atmosféricas. Por ejemplo, las condiciones de temperatura pueden tener
un efecto desfavorable o favorable en el uso de miras térmicas modernas y
de los dispositivos de observación. Asimismo, la nubosidad puede reducir
la iluminación que normalmente proporciona la luna en una noche despejada
sin nubes. Otros factores principales incluyen: el inicio del crepúsculo
náutico matutino, la salida del sol, la puesta del sol, la finalización del
crepúsculo náutico vespertino, salida de la luna, fases de la luna, puesta de la
luna.

La poca visibilidad, favorece a las operaciones terrestres ofensivas


y retrógradas. En la ofensiva, oculta la concentración y el movimiento
de las fuerzas militares, posibilitando de esta manera alcanzar de
sorpresa. Inversamente, la poca visibilidad obstaculiza la defensa porque el
comando y control son difíciles de mantener. Asimismo dificulta el
reconocimiento, la vigilancia y la adquisición de blancos.

Las operaciones aéreas son normalmente afectadas cuando existe poca


visibilidad, excepto cuando se realiza misiones que no dependen de
referencias visuales.
b. Vientos.

Los vientos de suficiente velocidad, pueden reducir la eficacia combativa.


A una fuerza que se le presenta el viento de frente puede tener polvo,
humo, arena o
precipitación. La fuerza que se encuentra expuesta al viento
de espalda, generalmente tiene mejor visibilidad. Los fuertes vientos
y la turbulencia producida por el viento, puede limitar el funcionamiento
de los aviones y la ejecución de operaciones aerotransportadas. La
evaluación del tiempo en apoyo de operaciones aéreas, requiere de la
información sobre el viento en la superficie así como en diversas altitudes.
Los fuertes vientos y la turbulencia limitan las operaciones aéreas,
aerotransportadas y de asalto aéreo. La evaluación del tiempo en apoyo
a estas operaciones requiere
información sobre el viento en la superficie, así como también en las diversas
altitudes. Los vientos fuertes cerca del terreno aumentan la turbulencia
y pueden obstaculizar la maniobra. Los vientos fuertes en altitudes
mayores pueden aumentar o reducir el consumo de combustible de los
aviones. El viento que sopla arena, polvo, lluvia o la nieve puede reducir la
eficacia de los radares y los sistemas de comunicaciones.

c. Precipitación.

La precipitación, afecta la transitabilidad del suelo, la visibilidad y


el funcionamiento de los sistemas de sensores, radares,
comunicaciones, infrarrojos y electro-ópticos y pueden afectar
la calidad de los abastecimientos. La capa pesada
de nieve puede reducir la eficacia de los sistemas de comunicaciones, así
como también reducir la exactitud y los efectos de algunos tipos de
municiones.

d. Nubosidad.

La nubosidad, afecta a las operaciones terrestres limitando la iluminación y la


calefacción solar de blancos. La nubosidad pesada puede degradar muchos
sistemas de adquisición de blancos, el uso de artillería infrarroja y
operaciones generales de aviación.

La nubosidad pesada con frecuencia canaliza las aeronaves dentro de


las direcciones de aproximación aéreas y durante la aproximación final al
blanco. La nubosidad parcial puede ocasionar resplandor, una condición
que la aeronave de ataque puede aprovechar para encubrir su
aproximación al blanco. Algunos tipos de nubes reducen la eficacia del radar.

e. Temperatura y humedad

Los extremos de temperatura y humedad, reducen las capacidades del


equipo y personal. Además que puede obligar el uso de equipo especial
o refugios de personal. La densidad aérea disminuye con el aumento
de temperatura y humedad, lo que puede requerir reducción de la carga
aérea.

Las diferencias de temperaturas, cuando la temperatura del blanco


y ambiente es casi igual, degrada el uso de los sistemas térmicos
de

adquisición de blancos. La extensión del tiempo de diferenciación depende de


la temperatura del aire, el suelo, tipos de vegetación, la cantidad
de nebulosidad y otros factores.

2. Evaluar los efectos del tiempo en las operaciones militares.

Dependiendo de las condiciones atmosféricas reales, cada uno de los


aspectos del tiempo discutidos en los incisos anteriores tendrán un efecto
favorable o desfavorable a los diversos tipos de operaciones militares, sistemas
de armas y personal. Se debe establecer valores críticos para cada aspecto del
tiempo a fin de determinar los parámetros en los cuales las condiciones
atmosféricas pueden tener efectos favorables, marginales o desfavorables
sobre los tipos específicos de operaciones y equipos. Por ejemplo, se puede
determinar que la visibilidad menor a un 1 Km. es desfavorable a las
operaciones aerotransportadas, en cambio la visibilidad de 1 a 5 Km. tendrá una
condición marginal.

Por otro lado, las temperaturas superiores a los 35 grados centígrados dificultan
las operaciones ofensivas terrestres o finalmente los techos menores a 200 pies
pueden impedir las operaciones aéreas. La evaluación total de los efectos de las
condiciones atmosféricas pronosticadas debe prepararse combinando el
análisis de cada aspecto del tiempo. Los efectos totales del tiempo se pueden
resumir bajo la forma de una matriz de los efectos del tiempo.( véase figura II-16).

MATRIZ DE EFECTOS DEL CLIMA

EFECTOS CLIMATOLÓGICOS SOBRE LAS


OPERACIONES
MISIÓN
AREA FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO

AÉREO

NAVAL

TERRESTRE

A. QUÍMICOS

OTROS

Figura II-16: Matriz de efectos del clima


J. Otras características del ambiente del espacio de batalla.

Las “otras características”, incluyen todos aquellos aspectos del ambiente del espacio
de batalla que podrían afectar a los cursos de acción propios y del enemigo no
tomados en cuenta en los análisis anteriores; porque las características
importantes dependerán de la situación asociada a cada misión, no se puede preparar
un listado definitivo de todas las características y todas las circunstancias. Por
ejemplo, las características importantes del espacio de batalla para una operación
de ayuda humanitaria serán muy diferentes a los requeridos para una operación de
convencional conjunta contra un enemigo.

1. Análisis de las otras características del espacio de batalla

Los siguientes aspectos, son algunos ejemplos de los factores que deben ser
tratados al analizar los otros aspectos del ambiente del espacio de batalla.

a. Tiempo.

El tiempo en que el enemigo toma una decisión yreacciona es un factor


crucial que afectará directamente a los recursos que el enemigo puede aplicar
en una situación dada. Por ejemplo, una operación propia, si es planificada y
ejecutada relativamente rápida, puede obligar al enemigo a reforzar sus
fuerzas o a cambiar de frente para contrarrestar la operación. En este
panorama, los probables cursos de acción del enemigo serían
considerablemente más limitados que si se realiza la misma operación
precedida por un período mas largo de preparación por parte de las fuerzas
propias.

b. Limitaciones o restricciones políticas y militares.

Las reglas de empeñamiento, el establecimiento y la localización de zonas de


exclusión y zonas de tráfico aéreo restringido, zonas marítimas de defensa,
aguas territoriales y la identificación de zonas de defensa aéreas, son algunos
ejemplos a tomarse en cuenta como precaución cuando se analiza los efectos
que imponen las limitaciones físicas.

c. Peligros ambientales y riesgos para la salud.

La presencia de enfermedades contagiosas, localización de epidemias,


formas de transmisión de enfermedades, localización, tipo y grado de
contaminación ambiental (radiación, derramamientos de aceite,
contaminación del agua potable).

d. Infraestructura.

Fuentes de agua potable, medios y sistemas de transporte (redes viales y


ferroviarios, canales y vías fluviales), nodos de las comunicaciones,
instalaciones de producción de energía, aeropuertos y otros.
e. Industria.

Almacenaje de combustible y sistemas de transporte a granel, recursos


naturales, centros industriales, centros científicos, capacidades tecnológicas,
instalaciones químicas y nucleares.

f. Agricultura.

Patrones de utilización del suelo, cosechas importantes, estaciones de las


cosechas, propiedad de terreno y sistemas de distribución de la alimentación.

g. Economía.

Sistema económico, moneda, sistema bancario, tasa de inflación y áreas


comerciales dominantes.

h. Política.

Gobiernos locales y regionales, relaciones internacionales, alianzas


extranjeras, tratados, acuerdos y afiliaciones políticas, étnicas o religiosas.

i. Historia.

Últimas guerras, conflictos militares y demandas territoriales.

2. Evaluar los efectos de las otras características en las operaciones militares. El


análisis de otras características del espacio de batalla, debe incluir una
evaluación de sus efectos sobre los cursos de acción propios y sobre los
del enemigo. Estas otras características normalmente son más significativas en
los niveles operacionales y estratégicos; sin embargo en algunos casos
pueden también desempeñar un papel importante en el nivel táctico.

Las características de un país enemigo deben ser identificadas y


desarrolladas integrando analíticamente todas las variables sociales,
económicas y políticas enumeradas en el inciso anterior.
El análisis de estas características
proporcionará indicadores significativos con respecto a los intereses, necesidades,
objetivos y proyecciones que pueden inducir a ese país a emplear la fuerza militar.
Por ejemplo, algunas naciones pueden estar dispuestas a utilizar la fuerza militar
para proteger la libre navegación, mientras que otras pueden luchar para proteger
solamente sus propias fronteras nacionales. Las características del país pueden
también proporcionar importantes pistas en cuanto a donde una nación puede
utilizar la fuerza militar y en qué grado. Por ejemplo, un país probablemente hará
un esfuerzo total para defender áreas que considera críticas para su seguridad y
desarrollo, mientras que otras áreas menos críticas de su territorio pueden
ser utilizar para negociar espacio por tiempo.
III. DESCRIBIR LOS EFECTOS DEL ESPACIO DE BATALLA SOBRE LAS CAPACIDADES
Y CURSOS DE ACCIÓN PROPIOS Y ENEMIGOS.

Las evaluaciones de todas las características del espacio de batalla descritas en incisos
anteriores, se combinan en última instancia en un solo producto integrado que se enfoca en
los efectos globales del ambiente, sobre todos los cursos de acción disponibles para
las fuerzas propias y para el enemigo. Este producto puede tomar la formar de un informe,
un conjunto de calcos, un análisis escrito del área operacional, una estimación de
inteligencia o cualquier otro formato que el Comandante y el C-2 juzguen apropiados. Sin
importar el formato, este producto diseñado para apoyar el desarrollo y la evaluación de
los cursos de acción propios y del enemigo proporcionan al C-3 un conjunto de
evaluaciones y prioridades terrestres, marítimas, aéreas, avenidas de aproximación,
áreas de potenciales de empeño, terrenos claves, geografía marítima, condiciones
atmosféricas óptimas o adversas. Asimismo, le proporciona al C-2 un valioso instrumento
para evaluar el ambiente global del espacio de batalla desde la perspectiva del
enemigo y para expresar esta evaluación en términos de cursos de acción del enemigo
en orden de prioridad, para lograr esto, el C-2 debe considerar las capacidades generales
de la fuerza enemiga así como el ambiente global del espacio de batalla. Por ejemplo, el
espacio de batalla puede contener excelentes y variados lugares para el desembarco
anfibio; sin embargo si el enemigo no posee buques de apoyo anfibio, el curso de
acción de un ataque anfibio enemigo no es factible. El C-2 debe también
considerar la cantidad de fuerzas militares que tiene el enemigo en cada uno de sus
componentes (naval, terrestre y aéreo) y debe determinar si estos se encuentran en una
actitud ofensiva o defensiva.
SECCIÓN C

EVALUAR AL ENEMIGO

I. DESCRIPCIÓN

El tercer paso en el proceso de la PICEB., consiste en identificar y evaluar los centros de


gravedad, las vulnerabilidades críticas, las capacidades, las limitaciones y la doctrina que
emplea el enemigo en condiciones ideales (véase la figura II-17). Durante este paso,
se desarrollan los modelos que retratan exactamente cómo las fuerzas del enemigo
ejecutan normalmente operaciones o cómo ha reaccionado en el pasado en situaciones
similares.

El analista de la PICEB., debe tener cuidado de no evaluar las capacidades de la doctrina


conjunta del enemigo como una imagen de espejo de la propia doctrina. La doctrina
conjunta de enemigos potenciales puede estar en un proceso embrionario o que no exista
en algunos casos. El analista de la PICEB., debe intentar discernir la doctrina conjunta, las
estrategias, las técnicas y los procedimientos del enemigo, no importando cuan
rudimentaria pueda parecer esta.

Las capacidades del enemigo, se identifican en términos de cursos de acción


y operaciones que podría ejecutar, visando su influencia en el cumplimiento de la
misión propia. La falta de una evaluación exacta del enemigo puede ocasionar que
las fuerzas propias sean sorprendidas por una inesperada capacidad del enemigo
o de cómo resultado la pérdida innecesaria de tiempo y recursos contra capacidades no
existentes del enemigo.

TERCER PASO DEL PROCESO DE PREPARACIÓN DE INTELIGENCIA


CONJUNTA DEL ESPACIO DE BATALLA

EVALUAR AL ENEMIGO PASO 4


PASO 1

DETERMINAR LOS DEFINIR EL


CURSOS DE ACCIÓN DEL AMBIENTE DEL
ENEMIGO ESPACIO DE BATALLA

INTEGRACIÓN

ESPACIO DE
BATALLA

1. Identificar los centros de gravedad del enemigo.


Y
ENEMIGO

2. Actualizar o crear modelos del enemigo.


DESCRIBIR LOS
EVALUAR AL EFECTOS DEL
ENEMIGOENE ESPACIO DE
3. Determinar la situación actual del enemigo. MIGO BATALLA

PASO 3 PASO 2
4. Identificar las capacidades del enemigo.

Figura II-17: Tercer paso del proceso de preparación de inteligencia conjunta del espacio de batalla
II. IDENTIFICAR LOS CENTROS DE GRAVEDAD DEL ENEMIGO

Los centros de gravedad (CGs.), son identificados y analizados después de tener


una amplia comprensión del ambiente operacional y después de haber realizado un
detallado estudio de las fuerzas del enemigo. El EM. Conjunto posteriormente analiza
la dirección, las fuerzas disponibles, los recursos, la infraestructura, la población,
los sistemas de transporte y las relaciones internas y externas del enemigo para
determinar a partir de qué elementos deriva la libertad de acción del enemigo, su fuerza
física o voluntad de lucha. El análisis se lo realiza para ver si los posibles CGs. son
realmente críticos en la estrategia del enemigo, debe incluir un examen cuidadoso de
los mecanismos y los vínculos por los cuales los CGs. influyen y afectan a la
estrategia y a los probables cursos de acción del enemigo. La identificación de los CGs.
en este paso, constituyen un importante apoyo para desarrollar la estrategia de la
campaña, los componentes de los Planes de Operaciones conjuntos e identificar los
blancos.

III. ACTUALIZAR O CREAR MODELOS DEL ENEMIGO.

Los modelos del enemigo representan, cómo las fuerzas enemigas prefieren llevar a
cabo las operaciones en condiciones ideales. Estos se basan en un estudio
detallado de la organización doctrinal, del equipo y de la estrategia del enemigo.
Idealmente, se crea modelos del enemigo desde antes del despliegue y se actualizan
continuamente como sea necesario durante las operaciones militares. Los modelos
están compuestos por tres partes: representaciones gráficas de la doctrina del
enemigo o de patrones de las operaciones (plantillas doctrinales), descripción de las
opciones y estrategias preferidas y finalmente la identificación de blancos de alto valor.

A. Plantillas doctrinales.

Las plantillas doctrinales, ilustran la disposición y el modelo del despliegue


preferido por la estrategia y la táctica del enemigo cuando no están limitados por los
efectos del ambiente del espacio de batalla. Generalmente, son representaciones
gráficas de disposiciones enemigas para un tipo particular de operaciones
(convencionales o no convencionales), por ejemplo: movimientos para hacer el
contacto, operaciones contra buques de superficie, formaciones aéreas. La PICEB.,
utiliza las plantillas doctrinales no solamente para representar por separado a las
fuerzas terrestres, aéreas y navales del enemigo, también se grafica plantillas
doctrinales conjuntas que representan la relación y combinación entre todos los
componentes de las fuerzas conjuntas del enemigo. Por ejemplo, una plantilla
doctrinal que ilustra la ofensiva convencional de una fuerza terrestre del enemigo,
adicionalmente a la organización y la disposición de la fuerza terrestre, podría
incluirse también la representación del tipo, el número, el patrón de despliegue,
la estrategia y la táctica del apoyo naval y aéreo. Para evitar confusiones, se
puede crear representaciones por separado para cada uno de los componentes
del enemigo que participan o apoyan a la operación conjunta (véase figuras II-
18,19 y 20).

Las plantillas doctrinales conjuntas deben ser construidas para todos los
probables cursos de acción del enemigo por ejemplo ofensiva, defensiva o refuerzo.
Las plantillas doctrinales son construidas analizando toda la inteligencia disponible de
la doctrina del enemigo y con una evaluación del enemigo más allá de
operaciones y de ejercicios militares.
Los factores específicos que se deben tomar en cuenta en una plantilla
doctrinal incluyen, pero no se limitan a la:

- Organización para el combate.

- Distancias (tales como frentes, profundidades, límites, espacios entre las naves y
los intervalos entre las unidades de marcha o las olas de aviones que atacan.

- Áreas de empeño.

- Doctrina de empleo del terreno y el clima.

- Fases y tiempo de las operaciones.

- Localizaciones relativas de las agrupaciones, fuerzas o unidades de apoyo.

CALCOS Y PLANTILLAS DOCTRINALES CONJUNTAS

PLANTILLA DOCTRINAL TERRESTRE

TERCER
ESCALÓN

SEGUNDO
ESCALÓN

PRIMER
ESCALÓN

Figura II-18: Plantilla doctrinal terrestre


CALCOS Y PLANTILLAS DOCTRINALES CONJUNTAS

PLANTILLA DOCTRINAL NAVAL

BASE
BASE NAVAL
NAVALN TEMPORAL
REDESPLIEGUE ¾ DE LA FLOTA NAVAL
AVAL

PATRULLAS DE PATRULLAS DE
SUPERFICIE SUPERFICIE

3 SUB
PATRULLAS 3 SUB
PATRULLAS

Figura II-19: Plantilla doctrinal naval

CALCOS Y PLANTILLAS DOCTRINALES CONJUNTAS

PLANTILLA DOCTRINAL AÉREA

ESCUADRILLA
ESCUADRILLA DE
DE BOMBARDEO
CAZA

ESCUADRILLA
DE
CAZA

Figura II-20: Plantilla doctrinal aérea


B. Descripción de las estrategias y opciones del enemigo.

Además, de la representación gráfica de las operaciones del enemigo graficadas en la


plantilla doctrinal, un modelo del enemigo debe también contener una
descripción escrita de la estrategia y táctica preferida por el enemigo. Esta descripción
debe incluir las actividades y las operaciones que podrían realizar las diferentes
unidades del enemigo representadas en la plantilla doctrinal. También contiene
un listado o una descripción de las opciones disponibles para el enemigo en
caso de fracasar la operación (ramas) u operaciones subsiguientes,
si tiene éxito (secuelas o consecuencias). Por ejemplo, el enemigo
puede preferir seguir ataques exitosos con una persecución. Si comienza a fracasar
el ataque, sus opciones preferidas (ramas) podrían incluir el empeño de las
reservas, el refuerzo o la alteración del esfuerzo estratégico principal. De
fracasar el ataque, su secuela o consecuencia preferida puede ser una defensa
improvisada. También, las preferencias del enemigo con respecto al uso del
clima o el terreno deben ser tomados en cuenta. Por ejemplo, algunas veces
el enemigo puede preferir iniciar la acción ofensiva durante
tempestades de nieve o en la noche. A continuación se detalla algunas técnicas
sugeridas para formular una descripción de estrategias, tácticas y opciones del
enemigo.

1. Comience identificando un tipo específico de operación conjunta, tal como


una maniobra ofensiva, entonces se debe analizar cómo cada uno de los
componentes de las fueras del enemigo “se ajustan” o proporcionan apoyo a
la operación. Es decir identificar los tipos de operaciones que cada
componente puede realizar como parte del plan conjunto del enemigo.

2. Utilizar las matrices de sincronización, para describir cómo el enemigo


conduce normalmente tipos específicos de operaciones conjuntas. Por ejemplo,
puede ser imposible representar gráficamente las relaciones complejas entre las
operaciones aéreas, navales y terrestres en una sola campaña ofensiva. En
este caso, la matriz de sincronización puede ser utilizada para demostrar la
secuencia de las operaciones y las actividades que realiza de manera
específica cada uno de los componentes de la fuerza conjunta y/o cómo apoyan
a las operaciones, también puede mostrar cómo cambia la organización, la
composición y la disposición probable de las fuerzas del enemigo durante cada
fase de la ofensiva (véase la figura II-21).

3. La anotación marginal sobre la plantilla gráfica, es una técnica eficaz,


especialmente cuando las notas se etiquetan a las posiciones o actividades claves
en la plantilla. Por ejemplo, las notas marginales pueden describir cómo un
adversario normalmente redistribuye el transporte aéreo, si se logra un
avance durante una ofensiva terrestre.
MATRIZ DE SINCRONIZACIÓN DE EVENTOS

FECHA

TIPO DE
OPERACION

OPERACIONES DE APOYO A LA OFENSIVA


AÉREO SUPERIORIDAD AÉREA TERRESTRE

DESPLIEGUE DE LA
NAVAL FLOTA NAVAL OPERACIONES DE INTERDICCIÓN

TERRESTRE OFENSIVA TERRESTRE


OPERACIONES
ESPECIALES
DESTRUCCIÓN DE C2 INTERDICCIÓN DE
REFUERZOS
QBN
INTRODUCCIÓN DE
AGENTES QUÍMICOS
ESPACIAL
OPERACIONES ANTISATÉLITE
OI
OPERACIONES DE DECEPCIÓN

OPERACIONES ARC

OI = operaciones de información ARC = ataque a red de computadoras

Figura II-21: Matriz de sincronización de eventos

4. Identificar y enumerar cualquier criterio de decisión que emplea el enemigo para


pasar de una opción a otra. Esta información ayudará a desarrollar las acciones y
reacciones del enemigo en los juegos de guerra, en la orientación de los cursos de
acción propios y el planeamiento de las operaciones de engaño.

5. Describir las acciones de cada uno de los componentes de la fuerza conjunta con
bastante detalle para facilitar la identificación posterior de los blancos de alto valor
y alta rentabilidad. Puesto que el valor del blanco varía generalmente con
su importancia en cada fase de la operación, cada fase se debe examinar y
describir por separado.

C. Identificar los blancos de alto valor (BAV.).

El modelo del enemigo, debe también incluir una lista de blancos de alto valor (LBAV.),
que se constituye en los recursos que el Comandante enemigo requiere para la
culminación exitosa de la misión conjunta (incluida las misiones de apoyo)
representadas y descritas en la plantilla doctrinal conjunta. Estos blancos
son identificados combinando el juicio operacional con una evaluación de la
información contenida en la plantilla y la descripción doctrinal conjunta.

Se identifican, los recursos que son críticos al éxito de la misión conjunta del enemigo,
que son dominantes en la operación exitosa de cada uno de sus componentes o que
son cruciales en la adopción de ramas o secuelas en el desarrollo de la
operación
conjunta. Por ejemplo, una fuerza terrestre del enemigo que realiza una maniobra
defensiva en el frente de una península puede ser vulnerable a ataques anfibios por
los flancos de sus posiciones. En este caso, la capacidad del enemigo de negar
el acceso a sus aguas costeras puede ser un recurso crucial y por lo tanto sus
defensas costeras (artillería, sistemas de lanzamiento de misiles, los combatientes de
superficie y otros) pueden constituir BAVs.

Otro ejemplo, desde la óptica del componente aéreo a tomar muy en cuenta, es
cuando el enemigo considera un ataque aéreo contra nuestras fuerzas y recursos de
superficie que se encuentran muy bien protegidos por un sistema de defensa
antiaéreo, es lógico pensar que el enemigo necesitará considerables recursos de
supresión de defensa anti-aérea como parte de su fuerza de ataque.

En tal caso, las aeronaves enemigas generalmente usadas para este fin serán
los BAVs. Las siguientes técnicas pueden ser útiles en la identificación y la evaluación
de BAVs.

1. Mediante un juego de guerra mental de la operación proyectada por las fuerzas


enemigas, se puede llegar a determinar cómo el enemigo utilizará sus
recursos disponibles (en cada uno sus componentes), con esos datos mentales
identifique los BAVs., una vez identificados se debe realizar un listado de
todos estos los BAVs.

2. Posteriormente, determinar cómo el enemigo puede reaccionar a la pérdida


de cada BAV., identificado anteriormente en el juego de guerra mental.
Considerando también su capacidad de substitución con otros recursos (de otros
componentes o de otra área operacional) o la probabilidad de adoptar otra opción
diferente.

3. Describir, cómo generalmente el enemigo emplea esos recursos (BAVs.) en


la operación proyectada.

4. Luego, evaluar y ordenar todos los BAVs., según su valor relativo a la operación
del enemigo. También, analizar si el valor de un blanco cambia en cada fase de la
operación.

5. Finalmente, preparar la matriz de BAVs. con los siguientes aspectos: listado de


todos los BAVs., descripción de la forma cómo emplearía el enemigo cada uno de
estos recursos en la operación proyectada, cuadro de efectos sobre el enemigo
para BAV. (Cómo afectaría a la operación del enemigo) y el valor relativo
para cada BAV. (Véase la figura II-22).
MATRIZ DE BLANCOS DE ALTO VALOR

EFECTOS
SOBRE EL
ENEMIGO

CONJUNTO
DE BLANCOS VALOR DESCIRPCIÓN
(OBJETIVOS) RELATIVO

Figura II-22: Matriz de blancos de alto valor

IV. DETERMINAR LA SITUACIÓN ACTUAL DEL ENEMIGO

Todas las bases de datos y fuentes de inteligencia disponibles deben ser continuamente
explotadas en el esfuerzo para analizar y para determinar la situación actual del ene migo.
Este esfuerzo analítico debe centrarse en el orden de batalla (OB.) de cada componente
del enemigo (aéreo, naval y terrestre) determinando claramente como se encuentran
desplegados dentro del AO. y AI.

La información actual a cerca del dispositivo, composición y fuerza del enemigo es


particularmente importante y será actualizada de manera permanente por el C-2.

La determinación de la situación actual del enemigo se basa


en las evaluaciones de los siguientes factores del OB.:
- Dispositivo, composición y fuerza

- Estrategia, tácticas, técnicas y procedimientos

- Estado del entrenamiento

- Logística

- Eficacia

- Datos técnicos electrónicos

- Datos misceláneos (datos biográficos sobre líderes, relaciones civil-militar)

V. IDENTIFICAR LAS CAPACIDADES DEL ENEMIGO

Las capacidades del enemigo, se expresan en términos de cursos de acción generales que
podrían ejecutar para interferir con la realización de la misión propia. En las operaciones
convencionales, éstos se definen generalmente como ofensiva, defensiva y
operaciones retrogradas. Cada uno de estos cursos de acción generales se puede
dividir en una variedad de cursos de acción más específicos. Por ejemplo, una fuerza
que realiza una operación retrógrada podría optar por un retardo o por una retirada,
mientras que en una maniobra ofensiva podría optar por un envolvimiento o por
una penetración. Otras capacidades significativas pueden incluir el uso de las armas
del QBN, asaltos anfibios, guerra electrónica u operaciones del engaño.

Las capacidades del enemigo son determinadas comparando la situación actual del
enemigo con cada uno de los modelos del enemigo construidos anteriormente. De acuerdo
con la situación actual y la capacidad del enemigo de cumplir realmente los criterios
descritos por cada modelo doctrinal es que se realiza una adecuada
evaluación. Generalmente, las capacidades reales del enemigo variarán con las
capacidades ideales representadas en los modelos doctrinales. Las capacidades del
enemigo no identificadas como requisito en las plantillas doctrinales deben ser
consideradas como vulnerabilidades, mientras que las capacidades que cumplen o
exceden estos requisitos se enumeran como capacidades adicionales. A continuación de
presenta una serie de ejemplos, que muestran la forma de redactar las capacidades el
enemigo:

- “El enemigo tiene la capacidad para atacar hasta con 8 divisiones apoyadas por
50
salidas diarias de aviones de ala fija”.

- “El enemigo puede establecer un defensa preparada hasta el 15 de Mayo”

- “Los manifestantes pueden bloquear eficazmente las carreteras en no mas de 3


intersecciones diferentes”.

El C-2 debe difundir lo más pronto posible la evaluación de las capacidades y debilidades
del enemigo.
SECCION D

DETERMINAR LOS CURSOS DE CCIÓN DEL ENEMIGO

I. DESCRIPCIÓN

Los tres primeros pasos del proceso de la PICEB., ayudan a satisfacer los requisitos del
conocimiento del espacio de batalla de la fuerza conjunta y de los
comandantes subordinados, analizando los efectos del ambiente del espacio de batalla,
determinando la doctrina y las capacidades del enemigo e identificando los centros
de gravedad del enemigo (CGs.).

El cuarto paso del proceso de la PICEB., intenta ir más allá del conocimiento del espacio de
batalla, obtenido durante los pasos anteriores, es decir, es un esfuerzo por comprender de
manera detallada la intención del enemigo y las estrategias que probablemente
podría emplear en la operación proyectada (véase la figura II-23).

CUARTO PASO DEL PROCESO DE PREPARACIÓN DE INTELIGENCIA


CONJUNTA DEL ESPACIO DE BATALLA

PASO 4 PASO 1

DETERMINAR LOS DEFINIR EL


CURSOS DE ACCIÓN DEL AMBIENTE DEL
ENEMIGO ESPACIO DE BATALLA

INTEGRACIÓN
ESPACIO DE
BATALLA
Y
ENEMIGO

EVALUAR AL DESCRIBIR LOS


ENEMIGO EFECTOS DEL
ESPACIO DE
BATALLA

DETERMINAR LOS CURSOS DE ACCIÓN


DEL ENEMIGO PASO 3 PASO 2

1. Identificar los probables objetivos del enemigo y el estado final deseado.

2. Identificar los cursos de acción disponibles al enemigo.

3. Evaluar y establecer prioridades para cada curso de acción

4. Desarrollar cada curso de acción tan detalladamente sea posible

5. Identificar los requisitos iniciales de recolección

Figura II-23: Cuarto paso del proceso de preparación de inteligencia conjunta del espacio de batalla
II. IDENTIFICAR LOS PROBABLES OBJETIVOS DEL ENEMIGO Y EL ESTADO FINAL
DESEADO.

Los probables objetivos del enemigo y el estado final deseado son identificados analizando
la situación política y militar actual del enemigo, sus capacidades estratégicas
y operacionales y las características de su país. El analista de la PICEB., debe
comenzar identificando el o los objetivo(s) estratégico(s) general(es) del enemigo, que
será la base para identificar los objetivos específicos y los estados finales deseados.

El C-2, debe identificar los probables objetivos de todas las fuerzas militares importantes
del enemigo que operan en el AI. de la fuerza conjunta. Generalmente, no habrá suficien te
información disponible para señalar los objetivos del enemigo como un hecho. En
tales casos, el C-2 presentará los objetivos probables del enemigo y los identificará
como supuestos. Estos supuestos deben ser coordinados con el Comandante de la
Fuerza Conjunta (CFC.) y con el C-3. Los objetivos del enemigo se pueden expresar en
términos de escalón o tipos de fuerzas militares decisivas que participan (por ejemplo,
Unidades del
1er. Elón de ataque, portaaviones o reservas operacionales) o como características
geográficas importantes que deben ser conquistadas o conservadas. Los objetivos tendrán
a veces propósitos dobles. Durante la Segunda Guerra Mundial, el ataque japonés contra
Midway estaba planificado no sólo para conquistar la geografía importante de l AO.,
sino que también para destruir las fuerzas de la Flota de los E.E.U.U. en el
pacífico
(especialmente portaaviones).

III. IDENTIFICAR LOS CURSOS DE ACCIÓN DISPONIBLES AL ENEMIGO.

En este sub paso, se elabora una lista con todos los cursos de acción potenciales
del enemigo. Mínimamente, esta lista incluirá: todos los cursos de acción que la doctrina
del enemigo considera como apropiados para la situación actual y para el cumplimiento de
sus probables objetivos, todos los cursos acción del
enemigo que podrían influir significativamente en la misión de
su comando y los cursos de acción del enemigo identificados por las actividades o
acontecimientos recientes.

Cada curso de acción identificado debe cumplir los siguientes 5 criterios:

A. Conveniencia.

El curso de acción enemigo debe tener la potencialidad para alcanzar el


probable objetivo del enemigo y el estado final deseado.

B. Factibilidad.

El enemigo debe tener suficiente tiempo, espacio y recursos para ejecutar con éxito el
curso de acción. Sin embargo, un curso de acción no se debe determinar como
irrealizable sin tomar en cuenta todas las acciones que el enemigo puede realizar para
superar el déficit de recursos considerados. Por ejemplo, el enemigo puede compensar
la escasez de efectivos de una fuerza, realizando una economía de fuerzas en
otro sector de la operación.
C. Aceptabilidad.

La cantidad de riesgo asociado al curso de acción no debe exceder el nivel de riesgo


aceptable por el enemigo. El analista de la PICEB., debe determinar el nivel de riesgo
aceptable por el enemigo analizando las últimas actividades del enemigo, los factores
actuales del OB. y los perfiles psicológicos de los líderes del enemigo. A veces,
sin embargo, un opositor puede estar dispuesto a aceptar un nivel del riesgo mas
alto de lo normal, particularmente si un curso de acción aventurado es el único
medio de lograr el objetivo. El uso cada vez mayor de ataques suicidas de las
organizaciones terroristas ilustran los niveles crecientes de riesgo aceptables por
los enemigos potenciales.

D. Originalidad.

Cada curso de acción del enemigo debe ser significativamente diferente de los otros,
de otra manera debe ser considerado como una simple variación, en vez de un curso
de acción distinto. Los factores que contribuyen a la originalidad de un curso de acción
pueden incluir su efecto sobre el curso de acción propio, el uso de reservas, la
ubicación del esfuerzo principal, el esquema de la maniobra o la organización de tarea.

E. Consistencia con la doctrina.

El curso de acción del enemigo, debe estar basado en la doctrina del enemigo.
Sin embargo, no se debe descuidar los esfuerzos del enemigo para lograr la
sorpresa desviándose de la doctrina conocida o usando “otros” cursos de acción.
Además, la disponibilidad de nueva tecnología o carencia de la misma puede
también conducir al enemigo a desviarse de su última doctrina. El desafío del analista
de la PICEB., debe estar orientado a anticiparse a tales cambios.

La lista consolidada de cursos de acción del enemigo se compara con la e valuación de


las capacidades del enemigo desarrollado durante el paso tres del proceso de la
PICEB., cualquier curso de acción que el enemigo no es capaz de ejecutar es eliminado de
la lista. Sin embargo, se debe tomar precauciones antes de eliminar los cursos de
acción del enemigo. El analista de la PICEB., debe tener un alto nivel de confianza y
certeza de que el enemigo carece de medios para adoptar estos cursos de acción y es
incapaz de innovar estrategias y tácticas que puedan hacer que el curso de acción
desechado se convierta en factible.

Las plantillas doctrinales (creadas durante el paso tres de la PICEB.) asociadas a cada uno
de los cursos de acción restantes se analizan en lo concerniente a los efectos del ambiente
del espacio de batalla (descrito durante el paso dos de la PICEB.). El analista de la PICEB.,
determinará cómo el ambiente del espacio de batalla puede limitar o modificar la aplicación
efectiva del modelo enemigo para cada curso de acción. Por lo general los efectos
del ambiente del espacio de batalla ayudan u obstaculizan el empleo de la doctrina
del enemigo, por ende ayuda a delimitar el número de cursos de acción “factibles”.
Cada uno de lo cursos de acción generales restantes, son refinados en cursos de
acción más específicos, agregando detalles tales como la sincronización, la
organización de las operaciones y la localización de los esfuerzos principales del
enemigo.

Todos los factores que puedan llevar al enemigo ha adoptar un curso de


acción determinado deben ser considerados y analizados. Estos factores pueden incluir:

- La percepción del enemigo sobre las capacidades, las disposiciones y las


intenciones de la fuerza propia.

- Una comprensión sencilla de la ciencia y arte militar.

- Procedimientos inmaduros de toma de decisiones.

- La importancia relativa de “otra característica del espacio de batalla”


(especialmente
política).

- Desesperación.

IV. EVALUAR Y ESTABLECER PRIORIDADES A CADA CURSO DE ACCIÓN.

El conjunto de cursos de acción del enemigo, se evalúa y se ordena según su


probable orden de adopción. El propósito de la lista de prioridades de los cursos
de acción del enemigo es proveer al Comandante y al EM. de la fuerza conjunta un
punto de partida para que desarrollen el plan de operaciones, considerando el curso de
acción más probable del enemigo así como el curso de acción más peligroso a la fuerza
propia o a la realización de la misión.

Se debe tener precaución y recordar que los cursos de acción del enemigo son
solamente suposiciones sobre el enemigo y no hechos comprobados. También debe
tomarse en cuenta que las acciones asociadas a un curso de acción propio puede obligar
al enemigo a cambiar su curso de acción por otro curso de acción no contemplado
anteriormente. Por lo tanto, la reacción del enemigo a los cambios de situación debido a
acciones de las fuerzas propias debe ser analizada continuamente para determinar si el
enemigo ha cambiado su curso de acción. Esto, a su vez, obliga a reclasificar la lista
inicial de cursos de acción del enemigo.

El analista del PICEB., debe tomar en cuenta constantemente, la posibilidad de


que el enemigo ejecute operaciones de engaño para confundir sobre el curso
de acción seleccionado. El enemigo también puede adoptar deliberadamente un
curso de acción menos óptimo con el propósito de lograr la sorpresa. El enemigo
además puede aumentar gradualmente la preparación de un curso de acción
específico durante un periodo de tiempo muy largo.
Los siguientes procedimientos deben ser utilizados para dar prioridad a los cursos
de acción del enemigo.

- Analizar cada curso de acción para determinar sus ventajas, desventajas,


debilidades, centros de gravedad y puntos decisivos.

- Evaluar cuan bien cada curso de acción cumple con los criterios de

conveniencia, factibilidad, aceptabilidad, originalidad y consistencia en la doctrina.

- Evaluar cuan bien cada curso de acción aprovecha el ambiente del espacio de batalla.

- Comparar cada curso de acción con los otros y determine cuál ofrece
mayores ventajas y reduce al mínimo los riesgo.

- Considerar la posibilidad que el enemigo pueda elegir el segundo o tercer mejor


curso de acción, intentando mostrar por medio de una operación de engaño que el
adoptado fue el mejor curso de acción.

- Analizar las actividades recientes del enemigo para determinar si hay indicios de
que un curso de acción ya fue adoptado.

V. DESARROLLAR CADA CURSO DE ACCIÓN TAN DETALLADAMENTE COMO


SEA
POSIBLE.

Conforme a la cantidad de tiempo disponible para el análisis, se desarrolla cada curso


de acción del enemigo con el suficiente detalle para describir: el tipo de operación
militar, la acción militar que a la mayor brevedad de tiempo podría iniciar, la
localización de los sectores, zonas del ataque, avenidas del aproximación y los
objetivos que componen el curso de acción, se puede incluir el esquema de la maniobra
y de la fuerza y el objetivo o el estado final deseado. Cada curso de acción
debe ser desarrollado en la orden de su probabilidad de adopción y debe consistir
en una plantilla situacional, una descripción del curso de acción y un listado de los BAVs.

A. Plantilla situacional.

Las plantillas situacionales son representaciones gráficas de dispositivos


enemigos previstos en un lugar y momento determinado con respecto a un
curso de acción. Estas representaciones son una especie de “instantáneas en el
tiempo” de la forma cómo el enemigo maniobrará sus fuerzas basadas en su
doctrina y los efectos del ambiente del espacio de batalla. Dependiendo de su
complejidad, un curso de acción del enemigo puede ser representado en una sola
plantilla situacional (que representa generalmente el punto más crítico de la
operación del enemigo) o en una serie de plantillas situacionales que
representan los puntos donde el enemigo puede adoptar ramas o secuelas al
curso de acción principal. Las plantillas situacionales son diseñados para
facilitar los juegos de guerra. Las siguientes técnicas (véase la figura II-24) deben
ser utilizadas parar construir plantillas situacionales.
CONSTRUCCIÓN DE LA PLANTILLA SITUACIONAL

INTEGRE EL CALCO MODIFICADO DE OBSTÁCULOS COMBINADOS CON LA PLANTILLA DOCTRINAL PARA FORMAR LA PLANTILLA SITUACIONAL

ESPACIO DE BATALLA – INTEGRACIÓN DE LA DOCTRINA

CALCO MODIFICADO DE
OBSTÁCULOS COMBINADOS
(MARÍTIMO)

(AÉREO)

(TERRESTRE)

(OTROS)

PLANTILLA DOCTRINAL

PLANTILLA SITUACIONAL

Figura II-24: Construcción de la plantilla situacional

1. Seleccionar el modelo del enemigo a ser representado en la operación


militar considerada. Superponer la plantilla doctrinal sobre el CMOC. u otros
productos que representan los efectos del ambiente del espacio de
batalla sobre la operación. De acuerdo con las estrategias y tácticas
preferidas por el enemigo, ajustar los dispositivos representados en la plantilla
doctrinal para mostrar los efectos del ambiente del espacio de batalla.
Comprobar la plantilla situacional para asegurarse que todos los recursos
principales del enemigo están representados y que no exista ninguna
duplicidad involuntaria. Asegurarse que la plantilla situacional represente
las localizaciones y las actividades de todos los BAVs. identificados en el
modelo del enemigo.

2. Analizar y realizar un juego de guerra mental del probable esquema de maniobra


del enemigo desde sus posiciones actuales hasta sus objetivos. Identificar cómo
cada uno de los componentes del enemigo apoya el esquema de la
maniobra. Basado en la doctrina de movimiento del enemigo, en sus
capacidades, así como en los factores tiempo y espacio, se debe graficar líneas
de fase de tiempo en la plantilla situacional para representar la progresión de
los movimientos previstos del enemigo. Modificar las líneas de fase de tiempo
cuando sea necesario basado en los efectos anticipados de la acción militar
propia y de la situación actual de las capacidades de movimiento de la fuerza
enemiga (véase figura II-25).

3. Debido a la relativa complejidad de algunos tipos de operaciones conjuntas,


algunos cursos de acción del enemigo pueden ser representados mejor en
un formato de matriz. Una matriz situacional puede ser particularmente útil
en la representación adecuada de la organización de las operaciones
conducidas por cada uno de los componentes de fuerza enemiga.
PLANTILLA SITUACIONAL

OBJETIVO
TERRITORIO AZUL

MAR DEL SUR

TERRITORIO GRIS
(NEUTRAL)
FRONTERA

FRONTERA
ISLAS DEL SUR
(OCUPADAS POR ROJO)

TERRITORIO ROJO

MOVIMIENTO DEL
REDESPLIOEGUE COMPONENTE TERRENO
DE AERONAVES NAVAL RESTRINGIDO

AÉRODROMOS
TERRENO
LINEA DE FASE MUY
MOVIMIENTO DEL
DE TIEMPO RESTRINGIDO
COMPONENTE
TERRESTRE

Figura II-25: Plantilla situacional

B. Descripción del curso de acción del enemigo.

Cada curso de acción del enemigo debe incluir una descripción de las
actividades previstas de las fuerzas del enemigo representadas en la plantilla
situacional. Esto consistirá generalmente en una descripción narrativa considerando
la oportunidad en la que el curso de acción será ejecutado, la localización del
esfuerzo principal, las líneas del tiempo y las fases asociadas al curso de acción. Las
decisiones críticas que el Comandante enemigo debe tomar durante la puesta en
práctica del curso de acción se describen en términos de su localización en tiempo y
espacio (puntos de decisión) y
deben incluirse todos los aquellos aspectos y criterios relativos a la toma
de decisiones.

C. Blancos de alto valor.

Los BAVs., enumerados en las plantillas doctrinales asociadas a cada curso de


acción del enemigo, deben ser refinados y evaluados nuevamente en este sub paso.
El valor relativo de cada BAV. variará de acuerdo con la situación específica
co nsiderada. Cada curso de acción debe ser sometido a un juego de guerra mental
para determinar las posibles ubicaciones de cada BAV. Esas áreas, donde es
más probable que el enemigo despliegue sus BAVs. son los más cruciales en
la operación que debe realizar el enemigo, es por eso, que se los debe
identificar claramente. Estas áreas deben ser señaladas como áreas de blancos de
interés señalada (ABIs) y pueden ser anotados en la plantilla situacional o ser
mantenidos en una lista y en un calco por separado.

VI. IDENTIFICAR LOS REQUISITOS INICIALES DE RECOPILACIÓN.

Después de identificar el grupo de posibles cursos de acción del enemigo, el desafío


inicial es determinar cuál adoptará realmente. Los requisitos iniciales de recopilación se
diseñan para ayudar en la respuesta de este desafío.

El arte de identificar los requisitos iniciales de recopilación se relaciona con predecir


las áreas y las actividades específicas, que cuando se observen, darán a conocer, cuál
curso de acción ha adoptado el enemigo. Las áreas en las cuales se espera que ocurran
sucesos claves se llaman y se designan como áreas de interés nombradas (AIN), las
actividades que dan a conocer el curso de acción seleccionado se llaman indicadores.
El AIN. y sus indicadores asociados deben ser representados en la plantilla de eventos y
en la matriz de eventos.

A. La plantilla de eventos.

La plantilla de eventos se grafica comparando las diferentes plantillas


situacionales que representan a cada uno de los cursos de acción que
enemigo es capaz de ejecutar (véase la figura II-26). El propósito de esta
comparación es identificar aquellas AIN. que son únicas en la adopción de un
curso de acción específico del enemigo. Inversamente, esas áreas y actividades
que son comunes a todos los cursos de acción del enemigo se eliminan porque
no son útiles para poder determinar la diferencia de la adopción de un curso de
acción en relación a otro.

Los AIN. para todos los cursos de acción del enemigo se consolidan y se
representa en la plantilla de eventos. Un AIN., puede ser un punto específico, una
ruta o una área. Puede ser semejante a rasgos geográficos naturales o aspectos
arbitrarios tales como líneas de fase o áreas de empeño. Deben ser bastante
grandes para abarcar la actividad que sirve de indicador del curso de acción del
enemigo (véase la figura II-27).
PLANTILLA DE EVENTOS

INTEGRACIÓN DEL ENEMIGO

PLANTILLA SITUACIONAL 1

PLANTILLA SITUACIONAL 2

PLANTILLA SITUACIONAL 3

PLANTILLA SITUACIONAL
CONSOLIDADA

AIN
AIN

AIN PLANTILLA
DE
AIN=AREA DE INTERES NOMBRADA EVENTOS

Figura II-26: Plantilla de eventos

B. La matriz de eventos.

La matriz de eventos apoya a la plantilla de eventos proporcionando detalles sobre: el


tipo de actividad esperado en cada AIN., los tiempos en los que se espera que ocurran
esas actividades y el curso de acción asociado a esa actividad. Aunque el propósito
primario de la matriz de eventos es facilitar el planeamiento de la recolección
de inteligencia, puede también servir como una ayuda útil en el desarrollo de los
juegos de guerra (véase la figura II-28 y el cuadro II-29).
PLANTILLA DE EVENTOS

OBJETIVO
TERRITORIO AZUL

MAR DEL SUR

TERRITORIO GRIS
(NEUTRAL)
FRONTERA

FRONTERA

ISLAS DEL SUR


(OCUPADAS POR ROJO)

TERRITORIO ROJO

RED MOVIMIENTO
CARRETERA/ TERRESTRE
TERRENO
FERROVIARIA
RESTRINGIDO
MOVIMIENTO
AÉREO
TERRENO MUY
RESTRINGIDOR AREA
DE INTERES MOVIMIENTO
ESTRINGIDO NAVAL
NOMBRADA

Figura II- 27: Plantilla de eventos


MATRIZ DE EVENTOS

AIN EVENTO TIEMPO INDICADOR


NO ANTES
DE NO DESPUES
DE

Colocación de campos de minas y construcción de Defensa


obstáculos en profundidad en la zona desmilitarizada

Mejoras en la infraestructura de transporte en el


Ataque
norte de la zona desmilitarizada.
(por el este)

Presencia de nuevos combatientes en la zona portuaria de


PORTO VIEJO. Refuerzo
Despliegue de mas aviones de combate en los aeródromos Refuerzo
Movimiento de un Cuerpo de Ejército de Rojo hacia el Norte Ataque
(por el este)

Cuadro II-28: Matriz de eventos


CONSTRUCCIÓN DE LA MATRIZ DE EVENTOS

INTEGRACIÓN DE LOS INDICADORES

AIN
AIN
AIN
CONQUISTA DE OBJETIVOS
INTERMEDIOS
(H+10- H+11)
INDICADORES
RECONOCIMIENTOS
DE PUNTOS DE PASAJE
(H+7- H+8)

DESPLIEGUE DE LAS UNIDADES


PARA CRUZAR EL RIO
(H+8- H+9) ACTIVIDAD PROYECTADA
EN TIEMPO
1 CE. CRUZA EL PASO DEL AGUILA
(D-H H+1)

NO ANTES NO DESPUÉS INDICADOR


# AIN EVENTO DE DE CA.
1 CE.. CRUZA EL PASO
1 DEL AGUILA D-H H+1 ATAQUE POR
EL NORTE

MATRIZ
DE
EVENTOS

Figura II-29: Construcción de la matriz de eventos

También podría gustarte