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La sal en la Biblia y su significado espiritual

En este capítulo entenderás lo que representa la sal en la Biblia.

A fin de que entiendas el significado espiritual de la sal es fundamental conozcas algunos usos que
se le daba a este elemento en tiempos bíblicos.

Por ello te hablaré de tres de las principales formas en las que se utilizaba este importante mineral
en el antiguo Israel y junto con ello te explicaré el significado simbólico o espiritual de cada uso.

El uso de la sal en la antigüedad.

Hoy en día pensamos en la sal solo como un sazonador, pero en la antigüedad la sal tenía más de
14.000 usos. A lo largo de la Historia, la sal ha sido utilizada para casi todo, desde derretir hielo
hasta relajar los músculos.

Los antiguos se dieron cuenta de que la civilización no podía transcurrir sin la sal, por lo que esta
llegó a utilizarse como moneda de pago y hasta provocó guerras.

Hay más de treinta referencias en la Biblia acerca de la sal, incluido el terrible momento en el que
la esposa de Lot es convertida en memorial de sal por haber volteado hacia Sodoma en el
momento de su destrucción (Génesis 19:26).

Significado espiritual de la sal como preservador de los alimentos: la santidad.

Pero concretamente el uso preferido en la Biblia es el preservador: al contrario de la levadura, la


cual corrompe la masa con la que se hace el pan, la sal era utilizada como preservador de
alimentos. Cabe recordar que antes no se disponía de refrigeradores eléctricos como los tenemos
hoy, así que usaban la sal para detener el proceso de descomposición de la comida. Este uso alude
concretamente a la santidad de los que siguen a Jesucristo.

“Vosotros sois la sal de la tierra”. Mateo 5:13.

De tal forma que cuando El Señor afirma que su iglesia es la sal de la tierra está señalando que con
su santidad detiene el proceso de descomposición de la humanidad trayéndole sanidad, esto es,
salvación.
El término santo –del cual a su vez proviene la palabra santidad– significa apartado y alude a
permanecer alejados de las cosas de este mundo (Levítico 20:23 / Deuteronomio 18:9). Debido al
distanciamiento que implica, la santidad es un camino solitario que sin embargo conduce a esa
puerta estrecha por donde se accede a la vida eterna:

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Mateo 7:13-14.

Significado espiritual de la sal como antiséptico: el perdón.

Otro de los usos que se le daba a la sal en la antigüedad era el salutífero. Por ejemplo, para evitar
que una herida se hiciera purulenta se le echaba sal y así se le cauterizaba. Claro que el proceso
era intenso, pues la sensación que produce la sal en una herida abierta es abrasiva, pero, a fin de
cuentas, era lo más saludable.

El significado espiritual de este uso de la sal tiene que ver directamente con perdonar y pedir
perdón, porque no hay cosa más saludable tanto para el alma como para el cuerpo físico que el
perdonar a quienes nos hicieron daño:

“Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros”. Marcos 9:50.

El daño que nos causan los seres cercanos a nosotros, y algunos muy queridos inclusive, se nos
queda como heridas en el corazón que, si no son tratadas con la sal espiritual del perdón, se
volverán purulentas, y a la larga provocarán que, a su vez, nosotros también causemos daño a
otros.

O inclusive nosotros mismos quizá habremos dicho o hecho algo que, aunque no haya sido
intencional de todos modos necesita ser reparado y sanado.

Los hijos de Dios debemos buscar en nuestros corazones escudriñando en ellos si no habrá algo
que no hemos perdonado; o quizá todavía haya alguna acción que hace mucho tiempo hicimos y
alguien resultó dañado. Sea lo uno o lo otro, solo después de haber actuado en consecuencia,
podemos suplicar a Dios que perdone nuestras faltas:

“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre
celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas”. Mateo 6:14-15.

Como cualquier padre amoroso, el anhelo de Dios es que sus hijos vivan sanos, sin heridas
lacerantes en sus corazones que incluso pueden trascender en el cuerpo físico. No dejemos pasar
otro día más, hoy podemos hacer un pequeño gran milagro, tan solo perdonando o pidiendo
perdón:

“Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces
ven y presenta tu ofrenda”. Mateo 5:23-24.

Significado espiritual de la sal en las ofrendas: el amor genuino en nuestras buenas obras.
“Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal
del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal”. Levítico 2:13.

El sacrificio al que se refiere en este pasaje es la ofrenda que los israelitas llevaban antiguamente
al altar en el templo de Jerusalén.

Las ofrendas consistían en alimento. Ya fueran animales o cosechas, todo lo que se ofrendaba era
rociado abundantemente con sal para su purificación. Tal como se hacía con las heridas, la comida
se rociaba con sal para preservarla o incluso limpiarla o de toda posible corrupción.

A Dios a la verdad no le interesan los sacrificios rituales. Ejemplos de esto encontramos en: 1
Samuel 15:21-23 /Salmo 40:6-8 / Salmo 51:16-17 / Proverbios 21:3 / Isaías 1:10-17 / Jeremías
6:19-20 / Amós 5:21-24 / Oseas 4: 6 / Oseas 6:6 / Miqueas 6:6-8), SINO LAS BUENAS OBRAS DE
AMOR QUE ESTOS REPRESENTAN:

“Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo,
para ofrecer sacrificios espirituales [buenas obras] aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” 1
Pedro 2:5

Así como las ofrendas del antiguo Israel eran purificadas con sal al ser llevadas al altar, también
todas nuestras buenas obras (sacrificios espirituales) serán sometidas al fuego purificador:

“La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será
revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno
que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien
él mismo será salvo, aunque, así como por fuego”. 1 Corintios 3:13-15

Las buenas obras que hagamos, serán probadas por el fuego purificador eliminando de ellas toda
corrupción, permaneciendo solo lo que HAYAMOS HECHO CON AMOR PURO Y LIMPIO:

“Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser
quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene
envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo
cree, todo lo espera, todo lo soporta”. 1 Corintios 13: 3-7

Solo aquellas cosas que hagamos con amor genuino y puro, no fingido y corrupto, esto es, sin
ninguna intención oculta o interés en ganar algo con ello perdurarán, pues solo el amor puro es
eterno:

“El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia
acabará”. 1 Corintios 13:8

Así que nuestras ofrendas –nuestras buenas obras– deberán espiritualmente llevar siempre sal, lo
que significa que deberán estar limpias de la corrupción que son las intenciones ocultas tras de
ellas, pues en la otra vida, serán sometidas al fuego purificador del que juzgará las intenciones con
las que fueron hechas:

“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el
amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro”. 1 Pedro 1:22
“Y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno
según vuestras obras”. Apocalipsis 2:23

Cuando la sal dejaba de ser salada

Así que estas son las tres cosas que representa la sal en la Biblia: santidad, perdón y amor
genuino. Atributos que la iglesia de Jesucristo deberá tener permanentemente para serle útil en el
proceso de limpieza en este mundo.

Sin embargo, la sal también puede entrar en proceso de descomposición. Uno de los síntomas que
presenta la sal cuando comienza a corromperse es que pierde su sabor:

“Vosotros sois la sal de la tierra; Pero si la sal pierde su sabor, ¿Con qué será salada? No sirve más
para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”. Mateo 5:13-14

Si la iglesia comienza a participar del mismo proceso corruptivo del mundo le pasa lo mismo que a
la sal cuando deja de ser salada: pierde toda utilidad y razón de ser.

Cuando la sal perdía definitivamente sus cualidades por haber absorbido contaminantes en exceso
se volvía líquida y sucia. Entonces se guardaba para el invierno para esparcirla en el paso de la
gente porque en esa época los caminos se cubrían de hielo y el compuesto salino lo derretía. De
esa forma se evitaban los resbalones.

“Buena es la sal; más si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? Ni para la tierra ni para el
muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír oiga”. Lucas 14:34

Al ser la sal el elemento purificador por excelencia, resultaba extremadamente absurdo pensar en
purificarla.

Una vez que la sal estaba tan contaminada que ya no era apta para usarse se echaba a la tierra o al
muladar para combatir la inmundicia en esas superficies. Pero ya cuando definitivamente se
habían extinguido totalmente sus cualidades purificadoras y solo servía para acumular suciedad
sin ningún miramiento se desechaba. De la misma manera El Señor nos advierte que si la iglesia
pierde su utilidad sin ninguna contemplación será desechada (Mateo 8:12).

Que en nuestra vida siempre haya santidad, perdón y amor genuino: la sal espiritual.

La palabra salario proviene de las cantidades de sal que se entregaban como paga a los legionarios
romanos. Por su utilidad para la subsistencia diaria, la sal era considerada de gran valor. En la
antigüedad para establecer una colonia se aseguraba al abastecimiento de agua y sal. El Mar
Muerto proveía cantidades importantes de sal a toda la región, por lo que el control de esa zona
era estratégico para Roma.

También las palabras, salud, saludo y salvación tienen su raíz en la sal y esto debido a las
propiedades antisépticas y por tanto curativas que tiene.

La sal que se consumía en el Israel de la Biblia provenía de las salinas del Mar Muerto, célebre por
los muchos episodios sucedidos ahí, entre los cuales, por tan solo citar uno, está el suceso ya
mencionado de Sodoma y Gomorra en el que la mujer de Lot fue convertida en estatua de sal
(Génesis 19:26).
En el año de 1947, en la orilla noroccidental fueron hallados los ahora conocidos como Rollos del
Mar Muerto, que son fragmentos de manuscritos que datan de entre los años 250 a.C. y 66 d. C.

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