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4 de Agosto de 2020
Un día como hoy, pero de hace un año, me encontraba sólo, a mis 30 años no me había
casado, nunca había formado un hogar, y mi única vida era el trabajo. Un día como hoy,
pero de hace un año, salí del closet , brinqué al abismo profundo, convencido sin mirar
atrás. Hace un año se levantó la urna. Se quemó una vela, o siete o nueve. Los días de
mi novenario.
Recibí mi primera luz, mi bofetada de abandono. Primera luz, segunda luz, ese tatuaje
hecho con tinta china, escurriéndose, borrándose.
Miis amigos de la escuela se marcharon, los que vivían en la ciudad tenían muchas
ocupaciones o que se yo pero huían de mí. Tristeaba cada vez que llegaba a casa por
estar solo, mi sonrisa se borraba, ya no reía, mi soledad ya no era satisfactoria
unicamente yendo al trabajo me sentía un poco mejor, me absorbía el trabajo. Mi secreto
por fin revelado, solo me había dejado sólo. Ahora respiraba el aire de poder decir quién
soy, pero abrí la puerta al rechazo.
Esta soledad es deprimente, quiero gritar para desbordar el vacío que invade mi pecho, la
soledad me está volviendo loco, estoy perdiendo el sentido a la vida. Pero nada
comparado a tantos años ocultándome, viviendo en un mundo incoloro, olvidando los
colores del amanecer. Estoy solo. No tengo con quien platicar, o jugar, con quien ver una
película, con quien ir a pasear o al menos con quien comer. Espero la ternura
He decidido viajar lejos, platicar con todas las personas nuevas que se pueda, ir a todo
tipo de lugares, encontrar algo especial y encontrarme a mí, pues no sé cuanto tiempo me
perdí.
Me voy de esta ciudad, empezaré a rascar la tierra en otro lado, un destino indefinido. No
sé si llamarlo autodestierro, autoexilio, autoflagelación o quizá esto sea mi reencuentro en
dónde podré triunfar y transformarme de lo tétrico a lo mágico. Esta ciudad que siempre
se mantuvo intacta y silenciosa pero con peligro latente, como a fuego lento. Sus cielos
color guerra me advirtieron, creo, de la navaja que lentamente se bruñía para cortar mi
carne.
Hoy nací hace 30 años. Hoy, hace un año, nací. Dionisos de concreto y alcantarilla.
II
Una mesa de madera antigua, herencia de una tía lejana. Una carpeta tejida color hueso y
un teléfono rojo sobre ella.
Verde, colorado, matriz, rojo. Apartado. Rosa, morado, azul que se vuelve guinda. La
corbata, el colorete, plataforma transparente.
Acuérdate mijito, de este señor de la colonia, el que se paseaba con tacones mugrosos y
se meneaba, ¿cómo se llamaba? Bueno, no importa, ese señor acuérdate que murió
desangrado porque se metió una botella en la cola y luego por loco se pegó en la cabeza
y se suicidó. La de la farmacia fue la que me contó, ¿a poco te gustaría que hablaran así
de ti? ¿A poco te gustaría que dijeran de que soy la mamá de un maricón? ¿A poco no te
gustan las viejas, Jhony mi amor? El pinche mujeriego de tu papá sí debió llevarte con
una puta, como tu abuelo lo llevó a él… Al menos así no nos criticarían los vecinos y de
paso ya me hubieras hecho abuela… ¿En qué zozobra me metes?...
….
¿Cómo decirle a mi madre que ya ni siquiera creo en dios?
¿Que siempre me pareció triste hablar con alguien que se que no me escucha y tan solo
tenía 8 y mentía cuando me pedís orar antes de dormir ?
III
Enero 11
11 de la mañana
El tiempo se sienta en mi ventana, me come la silueta la hace blanda la hace extinta. El
tiempo me besa los sobacos, me hace de comer todas las mañanas tacitas de ansiedad,
mis medicinas mis mandarinas mi dolor absoluto, perlitas de cristal.
Tumba la mata, tumba la mata, tumba la casa.
Mi amor ¿te sientas en mis piernas de nuevo? ¿Me haces una caricia? Me haces mierda
cuando te vas, cuando te despedí, bendecido y maldecido por mi madre, que dicen que
no quiere a nadie, ni a mi. Hueco en mi pecho, Niño Coatlicue perdido. Me pongo una
máscara, salgo a la calle siendo otro. Escribo como pensando en cartas que nunca
entregaré. Como si hablarle en mis palabras me lo trajera a mi lado. Lo invoco. Pero a mi
lado nada, coladera, banca rota, un tipo dándome un volante para adquirir un préstamo y
comprar mi propia casa. Colapso. Mis gafas rotas, mi pieza rota, mi inglés roto, mi parasol
roto, mi radio novela, rota mi cara, roto mi corazón ahora que te fuiste, bendecido.
Bendecido por mi, por mi lengua, por mis amigos, por mi sangre, por mi sangre, por las
veces que te sueño papasito calientito. Pedacito garantizado de suavidad absoluta. ¡Qué
hermosura! La luna tapada por el sol, un instante, y se besan. Y se casan.
¿Pero sabes? Como duele, raíz, árbol, universo, solo es dolor es real.)
Enero 20
12 :12 am
El Dominio que uno tiene sobre esos pensamientos que vuelven a mi , como gritos de
auxilios (silenciados) por
El..
Es algo que puede temerse ,
EL..
Indomable de su ánimo
El…
Guia su valor para manifestarse sin cordura
El …
Su vista , alas cosas interiores y exteriores
Refrena mi ser
El ..
Nadie , si no El me amedrenta
El …
Estos estremecimientos ,
Estás impresiones repentinas .
No son más que miedo disfrazado !
-Ayúdame fatalidad !
Antes que así sea :
El yugo que llora y se desangra que cada día que pasa recibe una herida nueva
-"FATALIDAD LLEVAME SL FIN DE MIS PROPÓSITOS" y aún que
EL .
carece de virtudes que forman alos buenos hombres .
El…
se muy bien que convertiría
Ell infierno en un dulce Ramo de olivos ….
El ..
Se llama ¡CARÁCTER !!
(Que falta me hizo para no ser tan atormentado por mi naturaleza que no supe defender)
,.
Cargo en mi, confesiones muy ocultas, ¿cuando sabrán que desde hace días me veo con
Daniel? ¿Qué caminamos tomados de la mano siendo yo otra persona con peluca en la
cabeza para que no sepan qué soy John? No voy a pedir perdón a la sociedad, a dios ni a
mi madre
V
Febrero 14
Narciso y Narciso
Narciso enamorado de la luna sigilosa. Narciso que se mira, tras una vida de abandono, al
espejo, se aparta el cabello de la cara. Narciso toca el pecho desnudo de Narciso, le hace
una caricia de moneda de cristal.
Miro sus dedos rojos, imaginando que soy un personaje de esa serie que estoy viendo
que se trata de una bola de pelados en un penal de Argentina. Me siento a veces como
uno de ellos. Me gustaría usar esas palabras como pibito, quilombo, guacho, forro,
conchaetumare, pelotudo, mina, me chupa tres huevos.
Las groserías alcanzan hasta que aparecen otras. Las cajitas de vidrio son suficientes
hasta que veo otras. La tercera y última sesión que fui a una terapia a los dieciséis, en la
que le dije que me gustaba coleccionar muchas cajitas de vidrio. Es que me encantan.
Tantas cositas que guardar ahí pero preferir dejarlas vacías. La señora terapeuta me dijo
que mi vida era como una cristalería, yo le di la razón siempre y cuando yo fuera el chivo.
VI
-Ayúdame fatalidad !
El yugo que llora y se desangra que cada día que pasa recibe una herida nueva
Guía mi camino hacia esa torre inmensa llena de libertad, aunque cansado ya sin fuerza,
aunque las flechas vengan hacia mi, aunque este dolor interminable me haga sufrir.
El camino estrecho con piedras y espinas, la pesadez de mi cuerpo que se desvanece cada
vez que despierto y me encuentro con esta realidad de odio, rencor, violencia victimas de
traumas y qué siguen como borregos su pastor. Ideas que son pasadas de generación en
generación que nadie cambia hasta que alguien cambia el ciclo, pero es perseguido para
vestirlo con el mismo traje.
El cambio no es para todos, es para aquel que esta dispuesto a dejar todo no para buscar un
cambio en la sociedad sino para encontrarse a uno mismo, ser uno mismo, con sus propios
errores, con sus debilidades, sus destrezas y sus logros.
Brillo con mi propia luz, hasta hacer de ella un fuego inmenso y compartir el calor como
otros lo hacen conmigo, somos rotos, somos libres, somos todo, somos nada, somos su
error, somos nuestra victoria
VII
Ojos cafés que son negros. Más negros que los míos. Más negros que el cabello de mi
madre.
Caja fuerte bajo cuatro llaves eres y serás. Cinco con nuestra recámara que compartíamos.
Me miras mis ojos negros. Es de noche y no hay luz, pero puedo verte. Tiras de mi sábana.
Te levantas del sofá. Caminas hacia mí. Me miras y tienes los ojos muy distintos.