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1 – EL DESTIERRO

El cantar empieza con el Cid siendo desterrado por el rey Alfonso VI y


vaciando sus casas y llevándose sus pertenencias entre lágrimas. Le han
acusado falsamente de robar las parias de la taifa de Sevilla y por eso le
destierran. El rey le ha dado un plazo de nueve días para abandonar Castilla.
Al Cid le acompaña su primo “Minaya” Álvar Fáñez.
El Cid se dirige a Burgos con sus hombres a buscar posada pero nadie les
quiere abrir la puerta, y solamente una niña de nueve años se atreve a
hablarle al Cid diciéndole que el rey ha enviado mensajes en los que pone
que el que ayude al Cid, le aloje o le de alimento será ejecutado y perderá
sus posesiones.
Martín Antolínez es el único que le ayuda dándole alimento y bebida. El Cid
acampa a orillas del río Arlanzón, a las afueras de Burgos.
2 – DOS ARCAS LLENAS DE ARENA
Como el Cid necesita dinero y no puede llevarse sus pertenencias
decide engañar, con la ayuda de Martín Antolínez, a unos prestamistas
judíos de Burgos llamados Raquel y Vidas entregándoles dos arcas
(baúles/cofres) ricamente decorados con tela roja y clavos dorados y
los llena de arena para que pesen (y crean que hay riquezas dentro) a
cambio de 300 marcos (moneda) de plata y 300 de oro. El Cid les dice a
Raquel y Vidas que dentro de ese baúl están las riquezas que
supuestamente robó de las parias de la taifa de Sevilla, pero les dice
que no las pueden abrir en un año, y que si antes de un año no les ha
devuelto el dinero se pueden quedar el contenido de las arcas. Martín
Antolínez consigue para él 30 marcos por haber organizado el negocio.
3 – LA DESPEDIDA
El Cid deja a su esposa Jimena y a sus hijas Sol y Elvira a cargo del abad
Don Sancho del monasterio de San Pedro de Cardeña y le da 50 marcos
de plata al abad para que cuide de ellas y le dice que por cada marco
que se gaste de más le dará 4 cuando vuelva. El Cid se despide de su
mujer e hijas que lloran.
Luego abandona Castilla antes de que se cumpla el plazo dado por el
rey y acompañado por 115 hombres incluido Martín Antolínez que
tiene miedo de que el rey le castigue por haber ayudado al Cid en
Burgos. Posteriormente el Cid tiene un sueño en el cual se le aparece el
arcángel San Gabriel en el que le dice que Dios le protege y que le van a
ir bien las cosas.
4 – LA TOMA DE CASTEJÓN
El Cid se adentra con sus hombres en la taifa de Toledo y envía a Minaya con
doscientos hombres a atacar Alcalá mientras él se queda con cien hombres y
ataca la ciudad de Castejón por la mañana, aprovechando que los moros
salen a trabajar a los campos y dejan las puertas abiertas.
Entran por sorpresa en la ciudad y matan a quince moros y el Cid consigue
un gran botín de ganado y riquezas que reparte entre sus hombres y captura
a los hombres y mujeres de Castejón. Minaya vuelve victorioso de Alcalá y el
Cid le ofrece la quinta parte del botín, pero la rechaza. Como están
demasiado cerca de las tierras del rey Alfonso y los moros están bajo su
protección, el Cid decida abandonar la ciudad y ofrece liberar a los
prisioneros a cambio de 3.000 marcos de plata, lo cual hace que los moros le
queden muy agradecidos por su clemencia.
5 – LA CONQUISTA DE ALCOCER
El Cid y sus tropas van hasta Alcocer y asedian la ciudad estableciendo su
campamento en una colina alrededor de la cual cavan un foso para que no
les ataquen. Los de Alcocer, Terrer, Ateca y Calatayud le pagan tributos al Cid
por miedo.
Después de estar quince semanas sin lograr conquistar la ciudad al Cid se le
ocurre una idea ingeniosa para lograrlo. Abandonan sus tiendas haciendo ver
que se retiran a toda prisa, y cuando salen de la ciudad para atraparles y
matarlos, ellos se dan la vuelta por sorpresa y entran por las puertas abiertas
y ganan la ciudad.
Los de las ciudades cercanas de Ateca, Terrer y Calatuyd, asustados, envían
un mensaje al rey Tamín de Valencia para que envíe hombres para luchar
contra el Cid. Se presentan tres mil moros frente a las murallas de Alcocer y
plantan sus tiendas para asediar la ciudad. Se les juntan moros de todas
partes para tomar la ciudad.
6 – LA BATALLA CONTRA FÁRIZ Y GALVE
Los moros, liderados por Fáriz y Galve, cortan el suministro de agua de
Alcocer y el Cid, temiendo que no vaya a tener con qué alimentar a los suyos
(que son más de 600 hombres), pide consejo y decide que no les queda más
remedio que salir y luchar aunque estén en inferioridad numérica.
Salen a luchar contra los moros y durante la batalla el Cid ordena que nadie
rompa la formación, pero el portaestandarte y sobrino del Cid Pedro
Bermúdez no es capaz de aguantar la formación y se mete en medio del
ejército de los moros peleando contra ellos. El Cid dice que le vayan a ayudar
y combaten gritando “Santiago” mientras los musulmanes gritan “Mahoma”.
Finalmente ganan el Cid y sus hombres matando a 1.300 moros y el Cid mata
a Fáriz y Martín Antolínez a Galve. Solo mueren 15 cristianos en la batalla.
7 – LA PRIMERA EMBAJADA AL REY
El Cid ha logrado muchas ganancias gracias a la batalla contra Fáriz y
Galve, incluyendo muchas riquezas y 510 caballos. Decide enviar a
Minaya con parte del botín como regalo para el rey Alfonso, incluyendo
30 caballos y una bota llena de riquezas para que se lo de al rey Alfonso
y le pida el perdón para el Cid.
El rey dice que todavía es pronto para perdonar al Cid, pero sí que
perdona a Minaya y permite que cualquiera que quiera irse con el Cid
lo dejará marcharse de su reino.
Mientras, el Cid se marcha a las tierras de la taifa de Zaragoza y saquea
las tierras, lo cual no le gusta nada al rey de Zaragoza.
8 – EL CONDE DE BARCELONA
El Cid sigue saqueando las tierras de Alcañiz, Huesca y Montalbán, lo
cual llega a oídos del conde don Ramón (Berenguer) de Barcelona el
cual reúne un ejército para luchar contra el Cid en el pinar de Tebas
(batalla de Almenar).
El Cid gana la batalla y captura al conde don Ramón y a sus hombres.
También gana en esta batalla la famosa espada Colada que valía más de
mil marcos de plata.
Luego invita al conde a comer a su tienda, pero Don Ramón, ofendido
por haber sido derrotado y capturado por unos “malcalzados” (gente
de bajo linaje) se niega a comer hasta que el Cid le dice que si come le
liberará a él y a tres de sus hombres, lo cual finalmente hace.

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