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El libro los cuatro acuerdos está escrito por Miguel Ruiz, quien es comparte la sabiduría de los
toltecas con estudiantes guiándolos hacia su propia libertad personal. Este libro relata cómo
debería un ser humano estar en equilibrio personal, emocional y mental,
Para lograr esta libertad personal se debe entender que todos los humanos tienen un complejo
sistema de creencias, adquirido por influencia social, familiar, educacional, y que con frecuencia
dichas creencias adquiridas los perturban mental y emocionalmente, creando infelicidad.
Aprender cómo se puede modificar el sistema de creencias para conseguir el anhelado equilibrio
interior que lleva a la felicidad. Para lograrlo, se pueden poner en práctica los cuatro acuerdos que
son los siguientes:
Romper nuestros acuerdos basados en las creencias y los dogmas que vamos adquiriendo a lo
largo de nuestras vidas, es posible a base de recapitulación, no sólo de los efectos de nuestras
emociones negativas igualmente las emociones positivas desbordadas deben ser eliminadas de
nuestro sistema
de creencias; dejar el ego y comenzar a ser cada vez más nosotros mismos. Ello nos puede
conducir a un camino más sensato, libre y dictado por el corazón. «No hay razón para sufrir. La
única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas
excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón
por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es una elección, como también lo es
el sufrimiento».
Cuándo honres estos cuatro acuerdos juntos, ya no vivirás más en el infierno. Definitivamente, no.
Si eres impecable con tus palabras, no te tomas nada personalmente, no haces suposiciones y
siempre haces lo máximo que puedas, tu vida será maravillosa y la controlarás al cien por cien.
La libertad que buscamos es la de ser nosotros mismos, la de expresarnos tal como somos. Sin
embargo, si observamos nuestra vida, veremos que, en lugar de vivir para complacernos a
nosotros mismos, la mayor parte del tiempo sólo hacemos cosas para complacer a los demás, para
que nos acepten.
"Los tres primeros acuerdos sólo funcionarán si haces lo máximo que puedes. No esperes ser
siempre impecable con tus palabras. Tus hábitos rutinarios son demasiado fuertes y están
firmemente arraigados en tu mente. Pero puedes hacer lo máximo posible. No esperes no volver
nunca más a tomarte las cosas personalmente; sólo haz lo máximo que puedas. No esperes no
hacer nunca más ninguna suposición, pero sí puedes hacer lo máximo posible".
Existen tres maestrías que llevan a la gente a convertirse en toltecas. La primera es la Maestría de
la Conciencia: ser conscientes de quiénes somos realmente, con todas nuestras posibilidades. La
segunda es la Maestría de la Transformación: cómo cambiar, cómo liberarnos de la domesticación.
La tercera es la Maestría del Intento: desde el punto de vista tolteca, el Intento es esa parte de la
vida que hace que la transformación de la energía sea posible; es el ser viviente que envuelve toda
energía, o lo que llamamos «Dios». Es la vida misma; es el amor incondicional. La Maestría del
Intento es, por lo tanto, la Maestría del Amor.
Estos cuatro acuerdos son fáciles de comprender y es posible aplicarlos día a día, depende de cada
quien tomar una decisión de cambiar. La felicidad y el sufrimiento son una elección propia. Sin
duda la vida será más sencilla y satisfactoria para nosotros mismos y para las demás personas que
nos rodean.
La última parte del libro se llama EL NUEVO SUEÑO El cielo en la tierra El sueño que vives lo has
creado tú.
Es tu percepción de la realidad que puedes cambiar en cualquier momento.
"Quiero que utilices tu imaginación y la percepción de tus nuevos ojos para verte a ti mismo
viviendo un nuevo sueño, una vida en la que no sea necesario que justifiques tu existencia y en la
que seas libre para ser quien realmente eres que vives libre de conflictos contigo mismo y con los
demás.
En diversas partes del libro habla de Dios, independientemente de las creencias de cada quien, nos
dice que Dios está en nosotros, y de nosotros depende dar amor, ya que Dios es amor.