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La célula es la unidad biológica, funcional y estructural básica de cualquier ser viviente y, a la vez, la

célula es el organismo más pequeño de todos, capaz de realizar las funciones de nutrición, relación
y reproducción.

Todo ser vivo está formado por células. Absolutamente todos los organismos, los tejidos que los
componen y los órganos internos que los forman.

Un ser vivo está constituido por una, millones o billones de células repartidas hasta en el último
resquicio de su estructura. Evidentemente, no todas las células son iguales, puesto que muchas
están especializadas en alguna función y se encuentran agrupadas en zonas particulares.
Independientemente si son parte de un organismo multicelular o no, cada célula individual es una
maravilla pues puede tomar nutrientes y convertirlos en energía, tener funciones especializadas y
reproducirse.

Características y funciones de la célula

Adicionalmente, hay otras funciones que cumplen las células, entre las que pueden nombrarse:
contener el material hereditario y transmitirlo a las siguientes generaciones, absorber los
nutrientes de los alimentos, efectuar procesos vitales y proporcionar una estructura corporal.
nutrición, metabolismo, respuesta a estímulos, procesamiento de información, reproducción y
crecimiento.

 Funciones estructurales. Construir tejidos, como el tejido adiposo (grasa), el tejido muscular y el
tejido óseo (huesos), que dan soporte al cuerpo y a sus órganos.

 Funciones secretoras. Generar sustancias indispensables para la vida y la autorregulación del


organismo, como lo hacen las mucosas o las glándulas.

 Funciones metabólicas. Descomponer los nutrientes o transportarlos a lo largo del cuerpo,


como hacen respectivamente las células digestivas en el intestino y los glóbulos rojos en la sangre.

 Funciones defensivas. Ayudar al organismo a defenderse de agentes externos y eliminarlos, o a


combatir enfermedades, como lo hacen los glóbulos blancos.

 Funciones de control. Coordinar la enorme diversidad de procesos del cuerpo, transmitiendo


información y generando reacciones específicas a estímulos determinados (como es el caso de
las neuronas).

 Funciones reproductoras. Combinarse con otras células sexuales provenientes de otro


organismo de la misma especie para dar lugar a un nuevo individuo (reproducción sexual), o
dividirse (por su propia cuenta) por mitosis para producir un nuevo individuo idéntico al parental
(reproducción asexual).

Pueden presentar formas esféricas, poliédricas, alargadas y prismáticas, pero la variedad de formas
solo está presente en aquellos seres vivos constituidos por más de una célula. En este sentido, los
organismos pueden ser clasificados como:

Unicelulares. Cuando están formados por una sola célula como las Arqueas, las bacterias, las algas
unicelulares, los hongos unicelulares y los protozoarios.
Multicelulares. Formados por una gran cantidad de células de diferentes tipos que normalmente
están especializadas en funciones específicas.

Tanto las células animales como las vegetales, son diminutas y la gran mayoría mide del orden de
los 1 a los 100 micrones. O sea 1x10-6 metros o una millonésima de metro.

Tipos de células

La célula es la unidad biológica, funcional y estructural básica de cualquier cosa viviente.

Se conocen dos tipos básicos de células, las eucariotas que contienen un núcleo celular bien
definido y las procariotas que carecen de él. En general, las eucariotas forman parte de los grandes
organismos multicelulares como animales, plantas o el ser humano, mientras que las procariotas
son parte única de los organismos unicelulares como las bacterias o Arqueos.

Células procariotas

Las células procariotas fueron los primeros seres vivos en la tierra y aparecieron hace unos 3,500
millones de años. Su estructura es básica por lo que no forman organismos multicelulares y tienen
estas características que las distinguen de las eucariotas:

Las células procariotas son parte del Reino Monera, o sea, Arqueos y Bacterias.

Son los organismos más pequeños y su tamaño se encuentra entre los 1-5 micrómetros.

No poseen un núcleo definido y por consiguiente tampoco membrana nuclear.

El ADN se encuentra en un solo cromosoma normalmente circular ubicado en el citoplasma.

En el citoplasma también se encuentran los ribosomas pero no contiene los otros orgánulos como
mitocondrias, lisosomas, centriolos ni vacuolas.

Los seres vivos formados por células procariotas reciben el nombre de organismos o seres
procariontes.

La organización de este tipo de células normalmente es unicelular.

Su reproducción es por fisión binaria.

Las células procariotas fueron las primeras formas de vida en la tierra y su estructura y
funcionamiento es mucho más sencilla que la de las células eucariotas.
Células eucariotas

Las células eucariotas tiene usualmente una organización multicelular compleja formando
organismos superiores, aunque también pueden ser parte de organismos unicelulares.

Forman los organismos de los reinos Protista, Plantae, Animalia y Fungi.

Poseen un núcleo diferenciado de sus otras partes, cubierto de una doble membrana nuclear.

Su ADN se encuentra en moléculas lineales y tienen varios cromosomas.

Las células eucariotas posee orgánulos especializados como el citoplasma, mitocondrias, vacuolas,
etcétera, que pueden identificarse independientemente en su interior y están separados por
membranas.

Su tamaño es mayor y miden entre 10-100 micrómetros. Contienen mitocondrias y en el caso de


las células vegetales cloroplastos.

Su división es por mitosis y meiosis.

El ADN o material genético de una célula eucariota está contenido únicamente en el núcleo celular.
Los organismos constituidos por células eucariotas son llamados seres eucariontes.

Funciones de las células humanas

Las células humanas tienen muchísimas funciones diferentes, lo que es lógico nada más pensando
en la gran diversidad y número que las caracteriza.

La función de las células humanas dependerá del tejido, órgano o sistema al que pertenezcan, pues
no es lo mismo una célula de pulmón que una de riñón, de hígado, de hueso o de corazón.

Cada célula de nuestro cuerpo está más o menos adaptada a un tipo de “trabajo” particular
dependiendo de dónde esté, por ejemplo:

– Los glóbulos rojos, funcionan en el transporte de oxígeno desde los pulmones hacia el resto de
los tejidos corporales, y en el transporte del dióxido de carbono desde los tejidos hacia los
pulmones. Para cumplir con esta función, estas células, al diferenciarse, pierden la mayor parte de
sus orgánulos internos y se “llenan” de hemoglobina, la proteína transportadora.

– Las células intestinales están equipadas con un importante conjunto de microvellosidades


apicales que aumentan considerablemente el área de superficie para la absorción de los nutrientes
digeridos, pues de ellas depende la primera etapa del transporte de moléculas alimenticias.

– El corazón, entre sus células, posee algunas células especiales (marcapaso) que son capaces de
producir sus propios impulsos eléctricos, de modo que cuando nuestro cerebro deja de funcionar,
el corazón puede seguir andando un tiempo considerable.
– Las células epiteliales de la piel forman un grueso tejido que nos recubre por completo y que
protege nuestras estructuras externas de cualquier daño, evita nuestra deshidratación y funciona
como barrera frente a distintos agentes infecciosos.

– Las células óseas son células de tejido conectivo que se mineralizan y forman nuestro esqueleto,
que nos da la forma y nos permite mantenernos erguidos, además de proteger nuestros órganos
vitales como el corazón, los pulmones, el hígado y el bazo, el páncreas, los riñones, etc.

– Las células o fibras musculares son células especializadas en la contracción, que se componen de
un conjunto de proteínas contráctiles (actina y miosina) cuyo desplazamiento promueve el
acortamiento o alargamiento de las células; gracias a los músculos podemos desplazarnos de un
lugar a otro y movernos (visceral y exteriormente).

– Las células nerviosas, que están entre las células más importantes del cuerpo, funcionan en la
conducción de impulsos nerviosos que comunican al cerebro con el resto del cuerpo, enviando la
información necesaria para el funcionamiento sistémico y orgánico.

Liq
Líquido extracelular: el «medio interno»

El 60% del cuerpo humano del adulto es líquido, principalmente una solución acuosa de iones y
otrassustancias. Si bien casi todo este líquido queda dentro de las células y se conoce como
líquidointracelular, aproximadamente una tercera parte se encuentra en los espacios exteriores a
las células yse denomina líquido extracelular.

Este tipo de fluído constituye el ambiente inmediato (interno) para las células que baña.
Representa aproximadamente el 20% del peso corporal. Posee una gran importancia para la
función homesotática del organismo. esto se debe a que delntro de este líquido lLas células son
capaces de vivir, desarrollarse y efectuar sus funciones especiales

El compartimento extracelular se divide en subcompartimentos; que son el plasma o líquido


plasmático, el subcompartimento intersticial y el subcompartimento transcelular.

El plasma es aquel líquido que está contenido en los vasos y en las cavidades cardíacas. El plasma
es la porción líquida de la sangre y, por lo tanto, es la sustancia contenida dentro del sistema
cardiovascular y representa aproximadamente el 5% del peso corporal.

La sangre y el plasma son la fuente principal de líquidos y de solutos de los demás


compartimentos.

El intersticial comprende a los líquidos de los espacios que rodean las células, los líquidos
intersticiales. Incluye también a la linfa circulante y a los líquidos del tejido conectivo denso y
hueso.

El líquido intersticial es el que baña las células, está siempre en el exterior de los vasos sanguíneos
y en contacto directo con las membranas celulares. Así, las células realizan siempre los
intercambios con el líquido intersticial o celular.
Este líquido extracelular está en movimiento constante por todo elcuerpo y se transporta
rápidamente en la sangre circulante para mezclarse después entre la sangre ylos líquidos tisulares
por difusión a través de las paredes capilares.En el líquido extracelular están los iones y nutrientes
que necesitan las células para mantenerse vivas, por lo que todas ellas viven esencialmente en el
mismo entorno de líquido extracelular.

Por este motivo, el líquido extracelular también se denomina medio interno del organismo.Las
células son capaces de vivir y realizar sus funciones especiales, siempre que este medio
internodisponga de las concentraciones adecuadas de oxígeno, glucosa, distintos iones,
aminoácidos,sustancias grasas y otros componentes. También contienedióxido de carbono, que se
transporta desde las células a los pulmones para ser excretado junto conotros residuos celulares
que se transportan a los riñones para su excreción.

Homeostasis
tendencia existente en el organismo a buscar de manera activa y de forma constante un estado de
equilibrio, de tal manera que las células de nuestro cuerpo puedan sobrevivir al mantenerse una
composición interna estable.

El concepto de homeostasis apareció por primera vez en los 1860s, cuando el fisiólogo Claude
Bernard (1813-1878) describió la capacidad que tiene el cuerpo para mantener y regular sus
condiciones internas. Esta homeostasis es crítica para asegurar el funcionamiento adecuado del
cuerpo, ya que si las condiciones internas están reguladas pobremente, el individuo puede sufrir
grandes daños o incluso la muerte.

Posteriormente, en 1933, Walter B. Cannon (1871-1945) acuñó la palabra "homeostasis" (gr.


homeo- constante + gr. stasis, mantener) para describir los mecanismos que mantienen constantes
las condiciones del medio interno de un organismo, a pesar de grandes oscilaciones en el medio
externo. Esto es, funciones como la presión sanguínea, temperatura corporal, frecuencia
respiratoria y niveles de glucosa sanguínea, entre otras, son mantenidas en un intervalo restringido
alrededor de un punto de referencia, a pesar de que las condiciones externas pueden estar
cambiando.

balanceo dinámico entre estados que permite que los valores de los diferentes componentes de
nuestro cuerpo puedan mantenerse relativamente estables, gracias a diversos mecanismos
biológicos preparados para tal fin.

Sus componentes

Para que pueda existir la homeostasis es necesaria la existencia de tres elementos fundamentales.

En primer lugar es necesaria la existencia de algún tipo de elementos que haga de sensor, un
receptor que permita que el organismo capte los niveles existentes en el parámetro o elemento
que deba permanecer en equilibrio.

En segundo lugar debe existir algún tipo de control, un disparador que logre hacer que en el
momento en que se alcancen determinados niveles se haga necesaria una actuación.
En tercer y último lugar, es imprescindible que existe algún tipo de mecanismo que permita dar
respuesta o actuar una vez que el mecanismo de control avisa que el valor de la variable o factor
en cuestión alcance el nivel de desequilibrio.

Procesos para equilibrar el organismo

El proceso de regulación homeostática es complejo y son diversos los mecanismos que en él


participan. Podemos destacar concretamente tres de ellos: dos de ellos son puramente biológicos,
mientras que el tercero está más relacionado con la actividad neuronal y la conducta.

Feedback negativo

El feedback o retroalimentación negativa es probablemente el mecanismo de acción de la


homeostasis que más lógica. Este mecanismo se basa en que dada la detección de un nivel
determinado de un parámetro concreto que se aleja de los valores normales, se lleva a cabo una
respuesta que pretende devolver dicho parámetro a la estabilidad anterior.

Ejemplos de ello son hambre y comemos, porque nuestro organismo nos avisa que nos faltan
nutrientes. Tenemos sed y bebemos, porque estamos en proceso de deshidratación y nuestro
cuerpo precisa agua para funcionar bien. Nuestro pulso y respiración se aceleran ante una
situación extremadamente activadora y posteriormente nos tranquilizamos, porque dejamos de
estar expuestos a la situación. Además se ha de tener en cuenta que no estamos hablando de una
búsqueda de equilibrio que se dé solo en situaciones en que exista una carencia, sino también
cuando haya un exceso de algo.

Por ejemplo, en el caso de variaciones en los niveles de agua del cuerpo, puede surgir la sed en
caso de que el organismo detecte una falta de ella o la necesidad de orinar si hay un exceso.

Feedback positivo

Otro de los procesos necesarios para mantener la homeostasis corporal puede, de hecho, parecer
contraintuitivo. Se trata del feedback positivo, el cual se caracteriza por generar un aumento a
amplificación de los estímulos desequilibrantes, acelerando los cambios.

Este proceso puede ser arriesgado e incluso suponer un peligro para la supervivencia, pero aunque
hace que el organismo se aleje aún más de lo que inicialmente haría del estado basal equilibrado,
tiene su utilidad: puede ser necesario realizar esta retroalimentación o bien para mover el estado
basal a una situación más óptima para la supervivencia o para lograr a largo plazo volver a
situaciones iniciales.

Ejemplos de ello se dan en la coagulación de la sangre ante una lesión, que se hace cada vez más
rápida y facilita la detención de una hemorragia.
Anteroalimentación

La retroalimentación supone que ante la llegada de una señal concreta el organismo genere algún
tipo de actuación que permita reaccionar a la existencia de variaciones.

Pero no se trata de la única manera de mantener la homeostasis: también es posible anticipar la


llegada de cambios y evitar que se produzcan. Este es el sistema que se conocería como
anteroalimentación, y a nivel biológico lo encontríamos más ligado a la conducta y a la capacidad
de asociación, así como a los actos instintivos.

5 procesos homeostáticos que se producen en nuestro cuerpo

son múltiples los aspectos y funciones de nuestro organismo que deben regularse para permitir
nuestra supervivencia. ejemplos más (además de los ya vistos hambre, sed, pulso y ritmo
cardiorrespiratorio o coagulación sanguínea) de elementos que son regulados y que permiten el
correcto funcionamiento de nuestro sistema.

1. Metabolismo celular

El metabolismo celular es sin duda alguna el proceso que mayor regulación necesita de cara a
mantenernos con vida. Y es que nuestras células son muy delicadas y necesitan estar en un
ambiente muy concreto.

Es necesario que los niveles de diferentes elementos e iones de elementos como el sodio, el
potasio o el calcio, así como los niveles de líquido intracelular y líquido extracelular, se encuentren
correctamente regulados con el fin de que las células puedan ejercer sus funciones y permanecer
con vida.

2. Temperatura corporal

Otro mecanismo corporal que es continuamente regulado es la temperatura interna del cuerpo. El
correcto funcionamiento de nuestros tejidos y órganos puede verse afectado por el frío o calor
excesivos, hasta el punto de poder llevarnos a la muerte por hipotermia o hipertermia.

Afortunadamente nuestro cuerpo es capaz de mantener la temperatura mediante un proceso


homeostático en el que si hay exceso de temperatura interna el cuerpo reacciona con un descenso
de la actividad física, malestar y sudor (cuyo objetivo es reducir la temperatura) o con un
incremento de la actividad, la generación de temblores, el consumo de calorías, retirada de la
sangre de las áreas secundarias para dirigirla a las zonas vitales y la búsqueda de calor en el caso
de falta de la temperatura suficiente.

3. Sistema nervioso autónomo

El funcionamiento del sistema nervioso autónomo es otro claro ejemplo de homeostasis.


El sistema simpático permite al organismo prepararse para la actuación y las reacciones de lucha o
huida con el fin de sobrevivir, generando un consumo de energía mucho mayor para poder llevar a
cabo las acciones que sean necesarias, mientras que el sistema parasimpático nos permite reducir
la actividad y activación con el fin de reponer las energías o impedir un malgasto energético.

Un ejemplo de disregulación se daría en problemas de estrés crónico, en el que el sistema


simpático estaría excesivamente activado de forma continuada.

4. Regulación de la glucosa

En este caso, nuestro cuerpo actúa de tal manera que permite que el azúcar pueda ser
transformado en grasas y almacenado gracias a la insulina, mientras que cuando se hace necesario
el uso de glucosa por parte del cuerpo secretamos glucagón con el fin transformar las grasas en
azúcar. El ejemplo más claro de disregulación se da en la diabetes.

5. Regulación hormonal

También el funcionamiento endocrino ha de estar regulado. De hecho, muchas de las conductas


que llevan a generar externamente la homeostasis, como la sensación de hambre o sed, el deseo
sexual o el estrés dependen en diferentes grados de este sistema.

Un ejemplo natural y no patológico lo encontraríamos en el ciclo menstrual femenino, así como en


la disregulación que supondría en un primer momento la menopausia.

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