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Hasta los huesos.

La anorexia es un trastorno caracterizado por una excesiva pérdida de peso. Se deriva del
miedo a la obesidad, por más menor que sea. Un individuo con anorexia mantiene un peso
corporal por debajo del peso mínimo para sus edad y talla. El miedo a ganar peso, por lo
general, no desaparece, aunque la persona pierda peso, y regularmente el temor va en
aumento paradójicamente. La persona presenta una serie de alteraciones en sus
pensamientos, en cuanto a su percepción de peso y su silueta. Algunos se observan con un
grado de obesidad o se ven más delgados, aunque su preocupación continúa enfocada en
algunas partes de su cuerpo. Suelen hacer una serie de actos que derivados de esta
preocupación como lo es el observarse frecuentemente frente al espejo, subir a una báscula
para estar al tanto de su peso o medir en repetidas veces diferentes partes de su cuerpo. La
mayoría o en la totalidad de las veces, la autoestima de estas personas es baja, ya que
depende en gran medida de la forma y peso del cuerpo. La pérdida de peso es interpretada
como un triunfo para éstas, mientras que una ganancia significa un rotundo fracaso.
Aun conscientes de su extrema delgadez, las personas con anorexia niegan a los que
las rodean y así mismas que esto pueda significar un peligro; lo cual en realidad sí es y
puede llegar a tener implicaciones clínicas graves. La anorexia es mucho más habitual en
las mujeres,
“Hasta los huesos” es una película, estrenada este año, que cuenta la historia de Ellen, una
joven diagnosticada con anorexia. La película cuenta con el antecedente de que esta joven
ha recibido muchos intentos de ayuda por parte de su familia, lo cual dan a entender desde
el principio de la película. La actitud de Ellen parece no tener preocupación acerca del
grave peligro en el que se encuentra, pero a través de la historia esta interpretación va
cambiando y se da a entender que tiene muchas preocupaciones, pero ninguna acerca de
que podría estar cerca de la muerte. Como muchas personas que sufren este trastorno
alimenticio, Ellen rechaza la ayuda de las personas más cercanas a ellas, mostrando
desinterés hacia ellos y hacia su propia enfermedad, manteniendo el pensamiento de que
nada malo ocurrirá con ella. De igual manera, Ellen rechaza la comida. Tan solo se sienta
en la mesa frente al plato y pasea de un lado a otro un trozo de comida con el tenedor,
mientras trata de disimular que no ha probado bocado al mismo tiempo que conversa con
los que están en la misma mesa.
Ellen ha vivido un determinado tiempo con las respectivas familias de sus padres, los
cuales se separaron hacía mucho tiempo y tienen sus distintas formas de vivir. Al principio
de la película se encuentra regresando a la casa de su padre, junto con su madrastra y su
media hermana, luego de estar un tiempo en terapia tratando de remediar su problema, que
resulta un intento fallido. Su padre se encuentra ausente la mayor parte del tiempo,
comunicándose con su familia unas cuantas veces, por lo que su madrastra se queda a
cuidado de ella, algo que Ellen rechaza. Su hermana parece ser la única persona en la cual
encuentra apoyo, aunque de igual manera ella trata de no darle la importancia que merece a
la enfermedad que tiene. Mientras tanto, se cuenta que anteriormente habitaba en la casa de
su madre y su pareja, lo cual se vio interrumpido debido a que ésta se muda.
Ellen es llevada con un especialista en trastornos alimenticios, que al ver el grave nivel de
anorexia en el que se encuentra, le advierte que no está dispuesto a ayudarle si ella no está
dispuesta a vivir. La terapia propuesta por el doctor para intentar ayudarla con su
enfermedad, consiste en ir a una casa junto con personas que de igual manera sufren
enfermedades relacionadas con la alimentación. Ellen llega a ese lugar sin ningún tipo de
interés, a lo cual tampoco esperanza, conoce a los distintos individuos con los que tendrá
que convivir y se aprecia cierta parte de las historias de éstos. Como parte de la terapia,
cada cierto tiempo, todos se reúnen con una terapeuta para conversar el cómo se han
sentido bajo el mismo techo y si han notado mejorías en ellos mismos. Ellen, como la
mayor parte del tiempo, muestra una mala actitud hacia todo. En los tiempos en los que se
reúnen para comer, realiza el mismo ritual frente al plato de comida y al final no ingiere
alimento. También es testigo de que sus compañeros no han avanzado de forma
considerable con los problemas que los aquejan, ya que siguen haciéndose daño a sí
mismos, así como ella. A través del tiempo, se percibe cierta mejoría en Ellen en cuanto a
su actitud hacia las cosas, ya no muestra la mayor parte una actitud de desinterés y muestra
algo de preocupación hacia los que la rodean. Aun así, sigue negando a que los demás la
ayuden y sigue progresando en su extrema delgadez gracias a la falta de alimento y
ejercicios a escondidas.
Durante casi toda la película existe una cuestión que podría predominar en los
espectadores: ¿Por qué Ellen no come? En distintos momentos, los personajes de alguna
manera se lo cuestionan a Ellen, sin embargo, no contesta realmente y el tema se deja a un
lado. Así mismo, una y otra vez se le intentar dar a entender los peligros a los que se
enfrentará si sigue de la misma manera, lo cual ella evade. El doctor es uno de los
personajes más importantes de la historia al ser el creador del proyecto de reunir a distintos
jóvenes con trastornos alimenticios. Hay una escena en la que le reprocha a Ellen las
posibles razones por las que se hace tanto daño, a lo cual, sucede una de las pocas veces en
las que ella admite que sabe en la gravedad en la que se encuentra, en la manera en la que
hace sufrir a su familia ante estar sumergida por su propia voluntad en un problema que la
puede llevar a la muerte. Ellen abandona el lugar, por lo se considera que se suma a un
intento más de fracaso. Al no querer volver con su madrastra y su hermana, busca a su
madre y se refugia en su hogar. Es allí donde sucede una de las más importantes partes de
la historia; una posible explicación de su rechazo hacia la comida. Su madre le confiesa que
no creó con ella un verdadero vínculo cuando Ellen era una recién nacida, debido a que
había sido aquejada por depresión posparto. A continuación, por recomendación de una
terapeuta, la madre le sugiere alimentarla con leche por medio de un biberón, ya que esto
podría contribuir al problema. Al principio, a Ellen le parece extraño, aunque, después de
las confesiones de su madre y al ser testigo del dolor que ha tratado de ocultarle, acepta a
ser alimentada. Al final, Ellen decide volver al lugar junto con sus compañeros para seguir
recibiendo ayuda luego de tener una visión de ella misma muriendo desnutrida en el
desierto.
Las psicoanalistas Melanie Klein (1882-1960) y Anna Freud (1895-1982) se
enfrentaron algunas veces debido a sus diferentes teorías. Anna negaba de una presencia de
una genuina neurosis de transferencia en los niños ligados estrechamente hacia sus padres,
imposibilitando el desplazamiento al analista de las actitudes y afectos que constituye la
primitiva neurosis, por lo tanto, la posibilidad de un verdadero psicoanálisis en ellos. En
este caso, el especialista encargado del sujeto, estaría obligado a un compromiso dirigido
hacia el fortalecimiento del inmaduro yo infantil, así como apoyar al establecimiento de un
súper yo armónico por medio de acciones educativas o de comprensión. Para Klein,
existían particulares angustias y defensas en momentos muy tempranos en el desarrollo,
que darían lugar a fantasías de los juegos infantiles en el marco psicoanalítico, por lo que se
sostenía la convicción de la realidad de los fenómenos transferenciales de los pacientes y
resaltando la necesidad de interpretar de manera analítica para llegar a una cura. Anna
Freud partía de la idea de la transferencia según el modelo establecido de sus padres, es
decir, una reedición en el encuentro analítico de las conflictivas pulsionales detenidas desde
un momento tardío de la infancia. Para Melanie Klein, el niño ponía en marcha desde su
nacimiento su fantasía inconsciente, cargada de conflictos, tanto en objetos interno o
externos, como lo son los padres. La trasferencia se trata de una aparición conflictiva
permanente, unas posiciones no superadas y en manera depresiva.
Klein sostenía que cuando el niño visualizaba a su madre como un objeto completo
o entero, al igual que la relación que mantiene con su padre, se produce un momento crucial
en su desarrollo mental y de actitud, entrando así a una posición depresiva. Su madre es un
objeto separado de él mismo, autónomo, lo que ocasiona un descenso en su omnipotencia,
aumentando la dependencia hacia ella. El amor y el odio se mezclan hacia la madre,
produciendo, aun así, culpa y miedo por la posibilidad de perderla.
Otro argumento de Klein plantea que todo ser humano posee dos instintos básicos:
vida o amor y el de muerte u odio, que se encuentran en batalla junto con un sentimiento de
ansiedad persecutoria que se produce en el infante. Éste proyecta el odio, a raíz de esa
ansiedad, hacia el primer objeto con el que tiene relación: el pecho de la madre, mientras
que proyecta de igual forma el amor hacia el otro pecho. Ante esto, se consideran como
pecho malo y pecho bueno, los cuales son introyectados en la psiquis del niño. Se siente a
salvo con un pecho bueno que lo proteja, pero al mismo tiempo siente que el pecho malo lo
persigue y persiste el miedo a la aniquilación del yo. Planteando la película desde la
perspectiva de Melanie Klein; la escena en la que la madre le dice que debido a la
depresión no fue tan unida a ella cuando ésta nació, podría considerarse que existe la
posibilidad de que sucedieran irregularidades respecto a la alimentación materna. Según
Klein, el niño siente envidia del pecho malo, ya que contiene lo que él desea, pero le es
negado. Al no superar esta envidia, el niño no obtiene gratificación, por lo que no
experimentará gratitud, dificultando que aprecie la bondad de los otros o de uno mismo,
imposibilitando el sentimiento de unidad con otra persona, tal es el caso de la madre. Existe
la posibilidad de que Ellen rechazara la comida porque desde bebé hubo problemas en el
vínculo con su madre y su primer alimento, lo cual pudo haber implicado que hubiera
rechazo desde esa etapa temprana. Esto se vio reflejado en la adolescencia de Ellen,
ocasionando su rechazo hacia los alimentos. Ellen es alimentada por su madre con un
biberón, y aunque es difícil al principio que pueda pasar la leche, es capaz de hacerlo.
Luego de verse a sí misma muriendo en una visión decide que no quiere llegar a ese
momento y por primera vez deja que su familia y el especialista la ayuden a luchar contra
su enfermedad. Como lo sostenía Klein, el niño, al superar este problema, obtiene
gratificación y obtiene gratitud, lo cual es un hecho esencial en toda amistad o relación
amorosa. Se podría decir que este acto en el que se vieron involucradas ella y su madre,
ayudó en gran medida a la anorexia de Ellen.

Fuentes:
http://scielo.isciii.es
http://www.cenetec.salud.gob.mx
http://www.onmeda.es
http://www.psi.uba.ar

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