Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Por
ASSUMPTA SABUCO
Universidad de Sevilla (España)
assumpta@us.es
RESUMEN: Este artículo revisa las aportaciones de Donna Haraway y sus propuestas
epistemológicas desde el conocimiento situado al pensamiento tentacular. En primer lugar,
ubicamos la producción y la vida de Donna Haraway para ofrecer un marco con-textual sus
contribuciones. En un segundo lugar, nos centraremos en sus aportaciones localizadas dentro de
las reformulaciones epistemológicas feministas. En tercer lugar, sintetizamos dos de sus
manifiestos más importantes: el manifiesto cyborg y el de las especies de compañía. En cuarto
lugar, nos adentraremos en las conexiones parciales que posibilitan los encuentros interculturales
e interespecie. Por último, el potencial del pensamiento tentacular de Donna Haraway y su
manifiesto Chthuluceno nos sirve para, a modo de reflexión, cartografiar las vías abiertas de
Haraway para continuar con el problema.
ABSTRACT: This article reviews the contributions of Donna Haraway and her epistemological
proposals from situated knowledge to tentacular thinking. First, we locate the production and life of
Donna Haraway to offer a contextual framework for her contributions. In a second place, we will
focus on their knowledge situated within the feminist epistemological reformulations. Thirdly, we
summarize two of its most important manifestos: the cyborg manifesto and the companion species
manifesto. Fourth, we will delve into the partial connections that make intercultural and interspecies
encounters possible. Finally, the potential of Donna Haraway's tentacular thinking and her
Chthulucene manifesto helps us, by way of reflection, to map Haraway's open paths to continue
with the problem.
*
Este artículo es parte del Proyecto I+D+i (PID2019-107025RB-I00) Ciudadania sexuada e
identidades no binariarlas: de la no discriminación a la integración ciudadana / Sexed citizenship
and non-binary identities: from non discrimination to citizenship integration (Binasex), financiado
por el MCIN/ AEI/10.13039/501100011033.
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
I. INTRODUCCIÓN
2
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
1
para un diccionario marxista: la política sexual de una palabra” . Las dificultades que
requieren ubicar y resituar en sus contextos espacio temporales, en sus acepciones
metalingüísticas, las imposiciones de una ciencia pretendidamente objetiva y neutral es
el supuesto necesario que opera como punto de partida. La problemática de estos
abordajes sobre los conocimientos situados, a veces malinterpretados, a los que está
dedicado este artículo parte de las conexiones ocultas que imprime cada lengua, cada
contexto de interpretación a nuestras categorías analíticas. Aunque la cita sea larga,
consideramos que refleja con nitidez los obstáculos en la universalidad de estos
conceptos centrales en las investigaciones feministas como sexo y género:
, Geschlecht,
que no significa lo mismo que las inglesas sex (sexo) o gender
, chino (caracteres
chinos y occid
-
-
l
destino que sus lenguajes imperializantes alcanzarian en el siglo XX. Sin embargo,
no tenía
muy clar ,
. Existen tantos ingleses , que de repente
todos ellos me parecieron
, la reli
1
D. Haraway, “Género” para un diccionario marxista. La política sexual de una palabra”, en
Ciencia, Cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, Cátedra, Madrid, 1995, pp. 213-251.
3
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
este en
general?
2
Haraway, “Género” para un diccionario marxista: la política sexual de una palabra”, cit., pp. 214-
215.
3
Organismo transgénico de investigación (Mus Musculus) que fue patentado en 1988 para el
estudio del desarrollo de cáncer de mama y otras enfermedades en humanos.
4
Organismo microscópico unicelular que vive en el intestino de la termita de Australia Meridional
en simbiosis con otras cinco entidades. Haraway la emplea para cuestionar los supuestos pares de
opuestos; la individualidad y la colectividad, así como para abordar el problema de la
simultaneidad. D. Haraway, Como una hoja: Una conversación con Thyra Goodeve, Continta me
tienes, Madrid, 2018, p. 91.
4
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
referentes. Como ella misma reafirma: “Lo único que pido realmente son pasión e ironía
5
permanentes, donde la pasión es tan importante como la ironía”
La estructura de nuestra exposición parte, en primer lugar, de ubicar la producción y
la vida de Donna Haraway para ofrecer un marco con-textual en el que ubicar sus
contribuciones. En un segundo lugar, nos centraremos en sus conocimientos situados
dentro de las reformulaciones epistemológicas feministas. En tercer lugar, sintetizamos
dos de sus manifiestos más importantes: el manifiesto cyborg y el de las especies de
compañía. En cuarto lugar, nos adentraremos en las conexiones parciales que
posibilitan los encuentros interculturales e interespecie. Por último, el potencial del
pensamiento tentacular de Donna Haraway y su manifiesto Chthuluceno nos sirve para,
a modo de reflexión final, cartografiar las vías abiertas de Haraway para continuar con el
6
problema, en un guiño irónico a su último libro publicado en español, para afrontar los
retos de esta época turbulenta.
5
D. Haraway, Como una hoja: Una conversación con Thyra Goodev, cit., p. 170.
6
D. Haraway, Seguir con el problema. Consonni, Bilbao, 2019.
7
D. Haraway, Crystals, Fabrics, and Fields: Metaphors of Organicism in Twentieth Century
Developmental Biology, Yale University Press, New Haven, 1976.
8
D. Haraway & T.N. Goodeve, How like a leaf: An interview with Thyrza Nichols Goodeve.
Routledge, New York- London, 2000. Bajo el epígrafe de enseñanza telepática, analiza las formas
5
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
de relación con sus estudiantes frente a su proceso de escritura analítica. D. Haraway y T.N.
Goodeve, Como una hoja: Una conversación con Thyra Goodeve, cit., pp. 182-190.
9
D. Haraway, “Teddy Bear Patriarchy: Taxidermy in the Garden of Eden”, Social Text, nº 11,
1984-85, pp. 19-64. El texto en español, El patriarcado del osito Teddy: taxidermia en el jardín del
Edén, Ed. Sans Solei, Barcelona, 2015.
10
D. Haraway, “A Manifesto for Cyborgs: Science Technology, and Socialist-Feminism in the
1980s”, Socialist Review, nº 8’, 1985, pp. 65-108. En español, D. Haraway, “Manifiesto para
cyborgs: ciencia tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX”, en Ciencia, Cyborgs y
mujeres. La reinvención de la naturaleza. Ed. Cátedra, Madrid, 1995, pp. 251-313.
11
D. Haraway, “Situated Knowledges: The Science Question in Feminism as a Site of Discourse
on the Privilege of Partial Perspective”, Feminist Studies 14, nº 3, 1988, pp. 575-599. La traducción
en español, “Conocimientos situados: la cuestión científica en el feminismo y el privilegio de la
perspectiva parcial”, en Ciencia, Cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, cit, pp. 313-
347.
12
D. Haraway, “The Biopolitics of Postmodern Bodies: Determinations of Self in Immune System
Dis-course”, Differences: A Journal of Feminist Cultural Studies 1, nº 1, 1989, 3-43. En español, D.
Haraway, “La biopolítica de los cuerpos posmodernos: constituciones del yo en el discurso del
sistema inmunitario” en Ciencia, Cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, cit, pp. 347-
397.
13
D. Haraway, Simians, Cyborgs, and Women: The Reinvention of Nature, Routledge, London:
Free Association Books and New York, 1991. En la versión española se eliminaron los dos
primeros capítulos en torno a los estudios sobre primates que se incluían en la versión original en
inglés. De ahí que desaparecieran los simios en el título español y se sustituyeran por el término
más aceptable para nuestra academia de “Ciencia” en general.
14
D. Haraway, “The Promises of Monsters: A Regenerative Politics for Inappropiate/d Others”,
Cultural Studies, eds. L. Grossberg, C. Nelson y P.A. Treichler, Routledge, New York, 1992, pp.
6
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
Una de las maneras en que concibo estos cuatro libros al ponerlos uno al lado
del otro es como una narrativa histórica. Desde el principio y hasta la actualidad,
he centrado mi interés en qué se considera naturaleza y quién ocupa las
categorías naturales. Y además, en lo que representa ese dictamen acerca de la
naturaleza y lo que está en juego al mantener los límites entre lo que se denomina
naturaleza y lo que se denomina cultura en nuestra sociedad. ¿Cómo cambian los
valores? ¿Cómo funciona este dualismo entre la naturaleza y la sociedad o la
naturaleza y la cultura que es tan relevante en nuestra historia y en nuestra
16
política cultural? .
295-337. D. Haraway, “Las promesas de los monstruos: Una política regeneradora para otros
inapropiados/bles”, Política y sociedad, vol. 30, 1999, pp. 121-164.
15
D. Haraway, Modest_Witness@ Second_Millennium. FemaleMan_Meets_OncoMous,
Routledge, New York, 1997. La versión española: Testigo_Modesto@Segundo_Milenio, Hombre
Hembra_Conoce_OncoRatón Ed. UOC, Barcelona, 2004.
16
Haraway, Como una hoja, cit., p. 63.
17
D. Haraway, “Enlightenment@sciene_wars.com: A Personal Reflection on Love and War“,
Social Text, nº 50, 1997, pp. 123-129.
18
D. Haraway, “Maps and Portraits of Life Itself”, en Picturing Science, Picturing Art, eds. P.
Galison y C. Jones (Routledge, Nueva York,1998), pp. 181-207; “Mice into Wormholes: A
Technoscience Fugue in Two Parts”, en Cyborgs and Citadels: Interventions in the Anthropology of
Technohumanism, eds. G. Downey y J. Dumit (School of American Research, Santa Fe, New
Mexico), 1998, 209-245.
19
D. Haraway, The Companion Species Manifesto: Dogs, people and Significant Other, Prickly
Paradigm Press, Chicago, 2003; Manifiesto de las especies de compañía: perros, gentes y otredad
significativa, trans. Isabel Mellén, Sans Soleil, Vitoria-Gasteiz, 2016.
20
D. Haraway, When species meet, University of Minnesota, Minneapolis, 2008; “Cuando las
especies se encuentran: Introducciones”, Tabula Rasa, vol. 31, 2019, pp. 23-75.
7
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
preguntas que formula Donna Haraway sin buscar una respuesta “exclusiva” ni
“verdadera”. Al emplear un material visual del que están hechos también los sueños y los
mitos, las realidades imaginadas y los derechos (con el recurso metafórico al legislador),
las figuraciones artísticas le permiten transformar los prejuicios, los encorsetamientos
sociales, agrandar las conquistas en derechos por la igualdad. Buena parte de su obra
rastrea estas permutaciones para pensar las conexiones parciales, el amor y sus
componentes mediante la conjunción y yuxtaposición de ideas, deseos, percepciones,
metáforas, estructuras y anatomías que conjuran la miope pobreza de las categorías
21
cerradas y esencialistas .
Haraway nos advierte de la necesidad de romper las dicotomías para atreverse a
seguir con el problema, a esbozar nuevas soluciones en una época terrenal a la que
22
denomina Chthuluceno frente al complaciente Antropoceno que mantiene la
hegemonía de la especie humana junto a una egoísta y falsa soledad. Contra la creencia
inocente en un futuro donde la tecnología preservará los modos de vida consumistas y
mercantilizados o la desesperanza de un apocalipsis climático, que arrogantemente se
apunta como “el fin del planeta”, Haraway nos recuerda las humildes virtudes de los
juegos de cuerdas, de las confluencias interespecies, para subrayar la necesidad de
23
crear nuevos lazos de parentesco, nuevas formas de pensar tentacularmente .
De nuevo son los mitos los que sirven para esta representación simultánea del
pasado, el presente y el futuro. Como explica en torno a su elección por esta
terminología:
21
Patricia Picchini es una artista australiana creadora de cuentos fantásticos y relatos
experimentales de ternura. El catálogo de su exposición producida por ARTIUM en Álava, contó
con la colaboración de Donna Haraway en conversación con Laura Fernández para comentar los
dibujos, esculturas, videoinstalaciones y fotografías que durante quince años poblaron este
peculiar universo sintético. D. Haraway, "Fabulaciones especulativas para las generaciones de la
technocultural: cómo cuidar de un territorio inesperado", en (tiernas) criaturas / izaki (samurrak) /
(tender) creatures, eds. P. Picchini, D. Haraway y L. Fernández (Artium, Vitoria-Gasteiz, 2007), pp.
100-107.
22
D. Haraway, Seguir con el problema, cit, 2019.
23
Haraway, Seguir con el problema, cit., p. 112.
24
De tentaculum, antena, y tentare, sentir, intentar. Haraway, Seguir con el problema, cit, p. 71.
8
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
En plena época Reagan, Haraway inicia su artículo sobre los conocimientos situados
reconociendo “guardar estos rencores paranoicos y académicos” (Haraway, Ciencia,
cyborgs y mujeres, cit, p. 314) frente al privilegio masculino en la producción de
conocimiento. Pese a la institucionalización cercana en esa época de los estudios sobre
las mujeres, para Haraway el peligro de constituirse como un “grupo de interés” frente al
25
canon cognitivo androcéntrico estribaba en la no modificación de las formas de pensar,
en la réplica de estos circuitos integrados de conocimiento. De ahí que en lugar de
reivindicar el punto de vista de “las mujeres” frente a “los hombres” retome la afirmación
26
de Nancy Hartsock en torno a las masculinidades abstractas para cuestionar un debate
entre el construccionismo y el positivismo en la producción de saberes. Con las
27
herramientas marxistas en las que confluye con Sandra Harding , Nancy Hartsock,o con
28
lo que Evelyn Keller denomina una “ciencia del sucesor” , Haraway reivindica un:
25
El término fue acuñado por Charlotte Perkins Gilman, una destacada sufragista y escritora de
ciencia ficción en 1911. C. Perkins Gilman, “From the Man-Made World or Our Androcentric
Culture”, en Modernism: An Anthology of Sources and Documents, eds. V. Kolocotroni, J.
Goldman, & O. Taxidou (U of Chicago Press, Chicago, 1988), pp. 185-189.
26
N. Hartsock, “The barracks community in Western political thought: Prologomena to a feminist
critique of war and politics”, in Women’s Studies International Forum, 5(3), 1982, pp. 283-286.
27
S. Harding, “The instability of the analytical categories of feminist theory”, Signs: Journal of
Women in Culture and Society, 11(4), 1986, pp. 645-664; N. Hartsock, “The feminist standpoint:
Developing the ground for a specifically feminist historical materialism”, en Discovering Reality, eds.
S. Harding & M. Hintikka (Springer, Dordrecht, 1983), pp. 283-310.
28
E.F. Keller, “Feminism and science”, Signs: Journal of women in culture and society, 7(3),
1982, pp. 589-602.
29
Haraway, Ciencia, Cyborgs y Mujeres, cit, p. 322.
9
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
…
. Comprenden los
modos de negación mediante la represión, el olvido y los actos de desaparición,
todos ellos maneras de no estar en ninguna parte mientras se afirma ver de
manera comprensiva. Los subyugados tienen una decen- te posibilidad de estar
del lado del truco de los dioses y de todas sus deslumbrantes - y, por lo tanto,
cegadoras- iluminaciones. Los puntos
, sustentadas
y objetivas del mundo. Pero mirar desde abajo es un problema que requiere
al menos tanta pericia con los cuerpos y con el lenguaje, con
31
- .
Para romper las dicotomías que oponen el relativismo a las miradas totalizadoras en
las ciencias, las artes y en las disciplinas en general, Haraway se aleja de una
metodología sistemática para abogar por conocimientos localizables, parciales y críticos
que favorezcan las solidaridades y puedan compartirse, a modo de conversación, en un
plano de horizontalidad a través de conexiones parciales.
32
ningún lugar, mitos comunes en la retórica que rodea a la Ciencia .
Pero, sobre todo, subraya la necesidad de apropiarse del carácter visionario y utópico
que ha rodeado a las prácticas científicas para proponer realidades esperanzadas de
futuro. Contra una racionalidad descarnada, Haraway enlaza lo imaginario en los campos
de posibilidad y critica con fuerza las políticas identitarias y los esencialismos
subyacentes en algunas de las propuestas del punto de vista, especialmente en aquellas
30
G. Anzaldua, Borderlands/La Frontera: The New Mestiza: Spinsters/ Aunt Lute, San Francisco,
1987.
31
Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, cit., p. 328.
32
Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, cit., p. 328.
10
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
36
para dominar la naturaleza con la luz c ?
: el
Coyote y las encamaciones proteicas
33
D. Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, cit, nota al pie 10, p. 336.
34
Resulta muy interesante su apuesta por sustituir la crítica al androcentrismo por el ataque al
falogocentrismo ya que cuestiona la propia definición de patriarcado. De ahí que se pregunte entre
paréntesis “¿de qué otra manera podríamos llamar a esa cosa escandalosa” (D. Haraway, Ciencia,
cyborgs y mujeres, cit, p. 340). Esta pregunta tendrá un hondo calado en las reivindicaciones de
las jóvenes feministas a partir de la crisis del 2008 y especialmente en el movimiento 15 M en
España, con autoras como A. Pérez Orozco, Subversión feminista de la economía: aportes para un
debate sobre el conflicto capital-vida. Traficantes de sueños, Madrid, 2014.
35
Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, cit., p. 342.
36
Haraway, “La promesa de los monstruos”, cit., p. 123.
11
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
, la
f
37
codificador con quien tenemos que aprender a conversar .
“
a es cualquier cosa
de la experiencia en esa
37
Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, cit., p. 346.
38
Haraway, “La promesa de los monstruos”, cit., p. 125.
39
T.T. Minh-Ha, “Difference: A Special Third World Women Issue", en Discourse, She, The
Inappropriate/d Other, vol. 8, Fall- Winter 1986-87, Wayner State University Press, Detroit, pp. 11-
38. Este término aglutinó a autoras feministas que reivindicaban un feminismo menos hegemónico
desde los ochenta. B. Hooks, A. Brah, C. Sandoval, G. Anzaldúa, A. Levins Morales, K. Bhavnani
& Talpade Mohanty, C. Otras inapropiables: Feminismos desde las fronteras, Traficantes de
sueños, Madrid, 2004.
12
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
,s
,
mientras que el hombre era el producto del segundo n
Para evitar el antropocentrismo que coloca como agente del conocimiento a los
“sujetos” /dioses (Hombres, Blancos, Occidentales) y eludir su sustitución humanizante
como un contrario opuesto pero irrelevante, critica los esencialismos que subyacen en
estas categorías (“mujer”, “trabajadores”, etc) y califica de insustanciales las
modificaciones que sólo resaltan los vínculos entre la ciencia y la Mujer (igualmente
Blanca y Occidental)
40
Haraway, “La promesa de los monstruos”, cit., p. 126.
41
Haraway, “La promesa de los monstruos”, cit., p. 264.
42
En estos dos últimos aspectos, Haraway suscribe las aportaciones de Bruno Latour, Science in
Action: How to Follow Scientists and Engineers Through Society, Harvard University Press,
Cambridge, 1987.
13
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
otras especies como protagonistas de sus grandes manifiestos políticos de los que nos
ocuparemos a continuación.
43
Haraway, “La promesa de los monstruos”, cit., p. 280.
44
M. Douglas, The effects of modernization on religious change. Daedalus, 1988, pp. 457-484. El
libro más influyente en el pensamiento de Haraway es M. Douglas, Pureza y peligro: un análisis de
los conceptos de contaminación y tabú, Siglo XXI, Madrid, 1973.
14
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
puede nacer con ella. La identidad genérica es una posesión así. No tener la
propiedad del yo es no ser un sujeto y no tener influencia. Esta última sigue
diferentes caminos para los Hagen, que como personas «se componen de muchas
partes generizadas o de muchas personas generizadas, interactuando como
donantes y reci-pientes en el mantenimiento del flujo de elementos por el cuerpo»
(Douglas, 1989, p. 17). La dominación
, pero no puede ser rastreado o tratado por las
mismas maniobras analíticas que serían apropiadas en muchos terrenos sociales
occidentales de significación (Strathern, 1988, pp. 334-9). Curiosamente, Butler
podría utilizar los argumentos etnográficos
45
.
45
Haraway, “La promesa de los monstruos”, cit., p. 229.
46
M. Strathern, “Out of context: the persuasive fictions of Anthropology”, Current Anthropology,
28(3), 1987a, 251-281. El concepto de conexiones parciales procede también de esta autora,
aunque Haraway lo aplicará con más detalle en su siguiente manifiesto sobre las especies de
compañía. La cita de Haraway corresponde a la obra de M. Strathern, The Gender of the Gift:
Problems with Women and Problems with Society in Melanesia, Berkeley, University of California
Press, 1988.
15
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
Las políticas del nuevo milenio obligaban a a formular un nuevo slogan político en el
47
que las especies caninas tenían mucho que decir: “Corre deprisa, muerde fuerte” . Las
relaciones con otredades significativas se vinculan con Judth Butler, Helen Verran,
Charis Thompson y, de nuevo, con las aportaciones de Strathern, porque permiten
desprenderse de la aspiración a un entendimiento un total o parcial y abrazar un modelo
de conocimiento basado en acompañarse, “estar y devenir con”. Por tanto, es una
reivindicación de los vínculos de comunión interespecies, en un planeta compartido.
Haraway repasa los estudios sobre la interrelación entre humanos y otros animales
en culturas distintas y traza las genealogías de la denominación de las llamadas
“especies de compañía” a partir de los años 60 del siglo pasado en las escuelas
veterinarias, en contexto espacio-temporales precisos. Se trata de pensar en escalas y
usando estrategias artísticas como refleja la obra del escultor escocés Andy
Goldsworthy, a quien toma de modelo.
Las escalas y los flujos de tiempo que atraviesan la carne de las plantas, de la
tierra, del mar, del hielo y de la piedra consumen a Goldsworthy. Para eé
48
polimorfas de la gente, los animales, el barro, el agua y las rocas .
47
Haraway, Manifiesto de las especies de compañía, cit, p. 5
48
Haraway, Manifiesto de las especies de compañía, cit, p. 47.
16
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
que los perros restablecen las almas de los seres humanos por su amor
, me parece
49
importante disentir del discurso del amor incondicional .
¿Cómo hablar del amor entre distintas especies? ¿Cómo figurar y representar el
deseo? ¿Cómo re-crear un vínculo que sea reconocido socialmente basado en el amor,
el odio, la complicidad, los malentendidos, la lujuria, la instrumentalización o el
compromiso en las naturoculturas? Con estas preguntas, reflexionaremos sobre la
producción corporal y las conexiones entre diversidad sexual- genérica así como en los
enlazamientos con los otros significativos que nos propone Haraway.
Las complejas vinculaciones entre sexualidad, parentesco y organización social
evidencian la pobreza de unas dicotomías que siguen funcionando en nuestros
imaginarios como categorías de verdad: hombre/mujer, homosexual/heterosexual,
público/privado. Contra ellas, Haraway propone un análisis semejante a los juegos de
cuerdas donde es igualmente trascendente el contenido, la forma y el significado de lo
que se intercambia como los componentes y participantes que ejecutan esas
transacciones. Apoyándose de nuevo en las aportaciones antropológicas, subraya la
necesidad de ampliar nuestros referentes como prácticas de pensamiento sin caer en un
relativismo culturalista:
49
Haraway, Manifiesto de las especies de compañía, cit, p. 33.
50
Haraway, Cuando las especies se encuentran, cit., 2019, p. 41.
17
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
Una experimentación emocional que nos permite rastrear en las etnografías clásicas
cómo se multiplican las posibilidades de afectos y relaciones, el amplio y versátil legado
de corporeidades excluidas en alianza con otros/es, que ya no son ajenos. Nuestras
etiquetas sociales se sustituyen así por cuerpos y experiencias concretas que enriquecen
la plasticidad de las especies, elevando su capacidad para la transformación a través de
los vínculos afectivos.
La obra de Haraway nos obliga a forzar una ampliación en la escala de investigación,
a profundizar en la comprensión en torno a los saberes que encierra la materia viviente
para acceder al hondo humus, al compot de su sentido más localizado.
En este sentido, las palabras y definiciones con su poder mítico y evocación
comprometen a la cautela para no reducir la amplitud de los significados en cada
contexto cultural específico. El propio término de homosexualidad es una construcción
decimonónica que se inserta en los discursos disciplinarios para ejercer un tipo de
control social. Lo mismo puede atribuirse al concepto de amor que tratamos de delimitar
mediante adjetivaciones para situarlo en un devenir temporal occidental (amor cortés,
platónico, romántico, postmoderno) silenciando las otras experiencias. Esta traducción
de prácticas y emociones dificulta el estudio transcultural de la sexualidad.
53 54
Desde Foucault a Fausto Sterling , los estudios e investigaciones no han dejado de
evidenciar cómo nuestra supuesta “naturaleza” ha estado sujeta a las más drásticas
51
Haraway, Seguir con el problema, cit., p. 76.
52
J. A. Nieto, Cultura y sociedad en las prácticas sexuales, UNED, Madrid, 1990, p. 13
53
M. Foucault, Historia de la sexualidad, (tres tomos), Siglo XXI, Madrid, 1998.
18
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
modificaciones sobre los cambios físicos, sociales y las transformaciones políticas que
se han originado en el terreno de las representaciones del cuerpo humano.
55
Laqueur detalla ese cambio profundo que significó en el siglo XVIII el paso de un
modelo unisexual donde lo masculino y lo femenino estaban modelados con los mismos
componentes que el cosmos a un rígido modelo dicotómico, encargado de forjar y fijar
las diferencias anatómicas, los distintos aspectos que separaban a hombres y mujeres.
Si en la primera etapa las transiciones eran frecuentes y no estaban sujetas a la
permisividad de las instituciones, el control del Estado y de la llamada racionalidad
supuso un control férreo sobre los cuerpos como “esencias”, que se extendería en el XIX
con la proliferación de etiquetas sexuales. Este afán catalogador se arraigaría en el XX
para ponerse en cuestión a finales del siglo: la emergencia de los movimientos queer y
decoloniales. Sus objetivos: erradicar las dicotomías, potenciar las multiplicidades de
nuestros cuerpos y nuestros deseos. Más allá de la norma, el deseo y el amor seguían
filtrándose como posibilidades entre cuerpos inter e intraespecie.
Pero Haraway advierte: no debemos silenciar las formas de violencia y de
desigualdad que encierran los afectos lo que le lleva a calificar la perspectiva de
Foucault y su analítica del poder como la “más flácida premonición de la política cyborg”
(Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, cit, p. 254). Tampoco reducir el significado de los
conocimientos situados ya en muchas ocasiones se limitan a un breve apunte de
localización sin adentrase en las redes significativas que los constituyen.
situación no implica necesariamente un lugar, así que tal vez no sea muy
acertado emplear la metáfora «punto de partida». A veces, la gente interpreta
«Conocimientos situados» de una manera que me parece un poco simplista; es
decir, como si solamente representara cuáles son tus señas identificativas y,
literalmente, dónde te encuentras. Según esto, «situados» significa estar
solamente en un lugar, sin embargo, lo que yo quiero enfatizar es la «situación»
del concepto de situado. Dicho de otro modo, es una manera de llegar a los
múltiples modos de integración relacionados tanto con el lugar como con el
espacio, según la distinción que establecen los geógrafos. Otra forma de explicarlo
es, por ejemplo, cuando hablo de que la responsabilidad feminista dentro del
contexto de la objetividad científica requiere un conocimiento que sintonice con la
56
relevancia, no con la dicotomía.
54
A. Fausto-Sterling, Sexing the Body. Gender politics and the construction of sexuality, Basic
Books, New York, 2000 [2020].
55
Th. Laqueur, Making Sex. Body and gender from the Greeks to Freud, Harvard University
Press, Cambridge (MA),1990.
56
Haraway, Como una hoja, cit. p. 83.
19
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
En ese sentido son relevante las etnografías clásicas en Melanesia y Nueva Guinea,
que nos permiten entender el significado localizado del carácter sagrado y vital del
semen como una sustancia mítica. Es la circulación de la fuerza que asegura el dominio
57
masculino mediante una solidaridad basada en el intercambio generalizado. Godelier
demostró que entre los baruya esta cosmovisión de la sexualidad transforma los
principales fluidos vinculados a lo orgánico, la fuerza o el poder en esperma: es la
sustancia que hace crecer al niño en el vientre de las mujeres para formar el cuerpo del
feto, el alimento y la purificación de las mujeres cuando acaban de parir o tienen la regla,
la savia de los árboles, la leche materna, el alimento fundamental para que los solteros
iniciados renazcan en el mundo de los hombres La posición rígida de los baruya no se
encuentra entre los boazi, que consideran la vagina buena especialmente para los niños.
En la mayoría de estas sociedades es la ingestión de semen la que aúna los afectos
masculinos con una desigualdad marcada por la edad. Los instructores dan a beber el
semen a los novicios para asegurarles la masculinidad y el aumento de energía vital. Los
lazos de desigualdad se basan en la deuda que el receptor de semen mantiene con el
dador, que generalmente ocupará un papel importante en los vínculos de parentesco del
novicio. Los mitos mantienen y reproducen esta ordenación naturocultural,
normativizando las maneras y los vínculos en las relaciones intra-especie.
Las solidaridades masculinas y la “producción” de grandes hombres están marcadas
por una continuada relación en las casas de los hombres, por el intercambio seminal
entre ellos mostrando las equivalencias entre el orden natural y las jerarquías políticas.
Las narrativas míticas de poder relatan la importancia de la circulación masculina del
esperma, evitando o prescribiendo las relaciones con mujeres a unos pocos días al año.
Las posibilidades corporales del cuerpo de los hombres incluyen la gestación, el
alumbramiento y el desarrollo del individuo, aspectos que no están circunscritos a
nuestras codificaciones binarias del sexo/género.
Las propias definiciones sobre la formación de un nuevo ser humano o la importancia
de las relaciones entre individuos del mismo sexo choca frontalmente con nuestras
naturalizaciones sobre hombres y mujeres. De hecho, tener la menstruación es una
58
práctica registrada entre los hombres hua de Nueva Guinea que observan las
consecuencias de este estado en el sangrado de la nariz, la ingestión de sangre y otros
alimentos de color rojo sin el tabú que se asocia en las mujeres. Esta creencia en la
capacidad reproductiva masculina se observa también en rituales como la couvada.
57
M. Godelier, .
Baruya de Nueva Guinea, Akal, Madrid, 1986.
58
A.S. Meigs, Food, Sex, and Pollution: A New Guinea Religion. Rutgers Univ. Press, New
Brunswick, 1984.
20
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
Entre los kurtatchi del Pacífico, los maridos permanecen recluidos y bajo una
59
observancia alimenticia especial . En otras culturas, los cortes en los muslos evidencian
la menstruación masculina en individuos a los que se conocen y actúan como esposos
de los guerreros. Entre los mohave, de California, un alyha se comportaba como mujer y
al casarse simulaba su primera menstruación derramando sangre sobre sus muslos. El
caso contrario serían las hwame que se pintaban y comportaban como los hombres. Los
registros sobre las sociedades originarias de América del Norte institucionalizaban los
roles transexuales o transgénero en el caso de los berdaches, entre los Lakota, y otras
60
tipologías entre los mohaves estudiadas por Callender y Kochems en 1983 . Debemos
introducir aquí una gran aportación de la antropología al evidenciar que las correlaciones
entre sexo y género son múltiples y admiten más posibilidades que los binarismos
dicotómicos. Entre los pokot de Kenya, los serret son individuos marginalizados que,
desde su intersexualidad no pueden transitar a una posición masculina o femenina en su
sociedad. Los nadle entre los navajos pueden, en cambio, actuar como mediadores entre
los géneros masculinos y femeninos y casarse con cualquiera de los dos sexos
biológicos.
Entre los asmat de Nueva Guinea, por ejemplo, la relación mbai, entre pares e iguales
se prolonga durante toda la vida de los emparejados con las mismas atribuciones que las
61
del matrimonio heterosexual occidental o, quizá, más apego .
En muchas de las ceremonias de intercambio vinculadas a los servicios
matrimoniales, como entre los tiwi de Australia, los etoro de papúa Nueva Guinea o los
sambia de África, permutar hermanas implica un circuito de semen entre los muchachos
que pertenecen a los grupos de parentesco en alianza.
59
E. Blackwood, “Sexuality and Gender in certain Native American Tribes: The case of cross-
gender females”, Signs: Journal of women in culture and society, 10(1), 1984, pp. 27-42.
60
C. Callender et al, “The North American berdache [and comments and reply]”. Current
Anthropology, 24(4), 1983, pp. 443-470.
61
T. Schneebaum, Keep the river on your right. Grove Press, NY, 1988.
62
A. R. Pilling and C.W. Hart, The Tiwi of North Australia, Holt, NY, 1960, p. 5.
21
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
experiencias para recuperar historias olvidadas de pasados más o menos cercanos sin el
sesgo etnocéntrico que nos limita a creer desde miradas exclusivamente occidentales.
Los nuevos mitos, las palabras, los cuadros, las actuaciones performativas moldean y
agitan nuestro cuerpo, sujeto a las propias convicciones culturales para devenir otros:
materialidades corporales en fuga y alianza con el entorno; construcciones de afectos
polimorfos interespecies, descendencias ligadas a amores y cuerpos no binarios.
El concepto de transfecciones de la misma autora señala de forma sintética y
metafórica a las diferentes tramas de vivir, que es en sí misma, un “devenir con” y un
“estar en”, un trabajo constante sobre los mapas que nos relacionan con nuestro medio
ambiente: cohabitar, transformarse y mutar desde la integración de uno en lo otro. Una
introducción de material genético en las células mediante transferencia que compone
estas “coreografías ontológicas”, estas continuidades sensoriales. Una lectura de la obra
de Mónica Fuster, Tapis, nos adentra en una interdependencia donde el disfrute es la
clave de un conocimiento multisensorial y permite ejemplificar las perspectivas de este
pensamiento tentacular en el que:
64
Haraway retoma la importancia de las líneas, en el sentido de Tim Ingold , en esta
transición de los conocimientos situados al pensamiento tentacular:
La tentacularidad trata sobre la vida vivida a través de líneas -¡y qué riqueza de
líneas! - y no en puntos ni en esferas.
Los habitantes del mundo, criaturas de todos los tipos, humanos y no humanos,
caminantes”; las generaciones son como “una serie de senderos entrelazados”
(Ingold, Lines, A Brief History, 116).
65
Todo figuras de cuerdas .
63
Haraway, Cuando las especies se encuentran, cit., p. 43.
64
T. Ingold, Lines, a Brief History, Routledge, Nueva York, 2007. Hay traducción en español: T.
Ingold, La vida de las líneas. Editorial Universidad Alberto Hurtado, Santiago de Chile, 2018.
65
Haraway, Seguir con el problema, cit., p. 72.
22
Sección monográfica. Ensayo Introductorio/ Introductory Study
23
RGDPC
ISSN: 1988-5091, núm. 31, Julio (2022) Iustel
66
Haraway, Seguir con el problema, cit., p. 194.
24