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VIENTO

Azota los techos con su voz tronando


como un ogro etéreo que viene del austro,
barre hojas auríferas de los sauces largos
y se va gritando al cielo grisáceo.

Lo estremece todo y todo lo hiela


va en busca de nieve de la cordillera,
la lluvia del sur navega en su nave
viene cabalgando su corcel alado.

El viento otoñal gigante invisible


por sobre los techos camina gimiendo
golpea rugiendo las planchas plateadas
las que cobijaban bellas golondrinas
en cada alborada.
Llegando la noche aúlla a lo lejos
como lobo herido que vaga buscando
entre las tinieblas caminos dormidos.

El viento otoñal
como lobo herido
es un ogro etéreo,
gigante dormido.

Cochrane, otoño 2015

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