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ECLIPSES SOLARES

Un eclipse solar es el fenómeno astronómico que


se produce cuando la Luna oculta al Sol visto desde
la Tierra. Esto ocurre cuando el Sol, la Luna y la
Tierra están alineados. Dicha alineación coincide con
la luna nueva e indica que la Luna está muy cerca
del plano de la eclíptica. Los eclipses pueden ser
totales, si la luz solar es totalmente ocultada por la
Luna, anulares y parciales, si solo una parte del Sol
es tapado.
Si la Luna tuviese una órbita perfectamente circular,
estuviese más cerca de la Tierra y en el mismo plano
orbital, habría eclipses totales cada luna nueva. Sin
embargo, puesto que la órbita lunar tiene algo más
de cinco grados de inclinación respecto de la terrestre, su sombra no cubre generalmente
la Tierra. Solo si la Luna está cerca del plano de la eclíptica durante una luna nueva, puede
ocurrir un eclipse solar. Deben darse condiciones especiales para que los dos hechos
coincidan porque la Luna cruza la eclíptica en sus nodos dos veces cada mes dracónico,
mientras que las lunas nuevas suceden cada mes sinódico. Por lo tanto, los eclipses
solares ocurren solo durante periodos limitados en los que se producen de dos a cinco,
habiendo un máximo de dos eclipses totales.
Los eclipses totales son poco frecuentes porque la sincronización de la luna nueva con la
alineación de la Luna, el Sol y un observador en la Tierra tiene que ser exacta. Además la
excentricidad de la órbita de la Luna a menudo lleva a esta lo bastante lejos de la Tierra
como para que su tamaño aparente no sea lo suficientemente grande como para bloquear
al Sol por completo. La totalidad solo se da a lo largo de un estrecho camino sobre la
superficie de la Tierra trazado por la sombra lunar.
A pesar de que los eclipses son fenómenos naturales, en algunas culturas antiguas y
modernas se explican por causas sobrenaturales o se consideran malos augurios. Un
eclipse total puede ser aterrador para personas que no son conscientes de su explicación
astronómica, dado que el Sol parece desaparecer durante el día y el cielo se oscurece en
cuestión de minutos.
Tres tipos de eclipses solares

A su vez, los eclipses solares se pueden diferenciar en tres tipos diferentes. Suelen
acontecer cuando la Luna está muy cerca del plano de eclíptica (la línea curva por donde
transcurre el Sol alrededor de la Tierra). El tipo de eclipse depende de la distancia a la que
se encuentren la Luna y el Sol. En su totalidad pueden durar dos horas, pero su fase
exacta no suele superar los ocho minutos.
- Eclipse solar total: la Luna está entre el Sol y la Tierra, bloqueando completamente la luz
del astro desde la Tierra. Son poco frecuentes, pues la alineación debe ser exacta. Apenas
dura unos minutos como máximo, en los que el cielo se vuelve oscuro.
- Eclipse solar parcial: en esta ocasión la Luna no bloquea por completo, sino parcialmente
la luz del Sol. Desde la Tierra se percibe como una media luna brillante. La sombra se
divide en dos regiones: umbra y penumbra. El eclipse sucede cuando se proyecta la
segunda.
- Eclipse solar anular: depende directamente de la distancia entre Luna y Tierra. El satélite
está más lejos y el Sol, más cerca, por lo que no lo tapa completamente, sino que deja
pasar el borde del Sol. Como resultado, se observa un anillo (de ahí su nombre). Son los
más largos, según la NASA pueden durar más de diez minutos.

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