Yo les voy a hablar acerca de las variables

sociales que pueden afectar a las residencias

de personas mayores en los próximos años.
Para comenzar, un fenómeno esta ocurriendo
en España. Las personas mayores, aquellas
que tienen 65 años o más, aumentan año tras
año.
 • Un dato que demuestra este progresivo aumenta del
envejecimiento de la población es que la edad media actual del
país se sitúa en los 43,3 años, mientras que en 1970 era de
32,7.
La Comunidad Valenciana también está en la línea general del
resto de España.
Este gráfico representa la reducción prevista de
nacimientos en los próximos años, al tiempo que aumenta el
número de personas con edad comprendida entre 85 y 89
años.
desde hace 20 años hay más personas en la Comunidad
mayores de 64 años que menores de 16 en la C. Valenciana.
Mayores que además tienen una mayor esperanza de vida.
¿Qué significa esto para las residencias de la tercera edad?
la creciente demanda es una gran oportunidad en esta industria ya que
se esperan más clientes. Pero aunque está claro que hay demanda,
todavía no están las plazas.
Por lo tanto, se necesitará invertir en renovaciones para que las
infraestructuras cumplan con suficientes plazas.
Al invertir en renovaciones, será importante tomar en cuenta las
generaciones que están envejeciendo.
Las creencias y valores culturales de las personas afectan directamente
a su participación en los servicios de residencia, ya que muchas
culturas prefieren los enfoques tradicionales.
Generalmente se tiene la idea de que cuando el adulto mayor es
enviado a los asilos, es por rechazo, tanto de su propia familia como de
la sociedad en general.
Las residencias de ancianos suelen tener mala reputación porque no cuidan bien a los residentes. Si
entras en una y sientes un olor a amoníaco, es señal de una instalación de mala calidad, porque los
residentes no tienen cubiertas sus necesidades sanitarias y no llevan pañales limpios.

He visto a residentes tumbados sobre pañales para la incontinencia que no se habían cambiado en
todo el día. He visto brazos de sillas de ruedas desgarrados que cortaban la fina piel de algún
anciano (y usamos cinta aislante para arreglarlo).
He visto las comidas que sirven: pollo y bistec Salisbury sin sabor y demasiado cocidos, y a veces.
No me extraña que los ancianos de las residencias no quieran comer.

Como familiar directo de un cliente, lo que espero de una residencia de ancianos es que la familia y
los amigos participen de forma activa y regular: que visiten con frecuencia, examinen al paciente,
hagan fotos para controlar su peso, el estado de su piel, etc. Llamar con frecuencia por teléfono al
paciente, pero también a la enfermera responsable, para preguntarle por su estado y su humor.
Hace diez años, podía arreglárselas con folletos publicitarios y el boca a boca. Hoy,
la historia es muy diferente. Las redes sociales son una parte importante de la
estrategia de marketing de todas las empresas. Por las causas mencionadas
anteriormente, en el futuro al buscar una residencia de mayores para mis padres
me enfocaría en una residencia de ancianos que tenga una presencia fuerte y
transparente en las redes sociales.
Una residencia de la tercera edad debe mostrar un aspecto solidario de la marca.
Esto se refiere al lado humano del marketing. Incorpora noticias, fotos, vídeos de
eventos y actividades para que los cuidadores y los familiares estén informados
sobre el mundo de las comunidades de mayores.
Hacer esto le permitirá a las residencias Relaciónate con clientes (y clientes
potenciales), estas interacciones con los clientes reforzara el atractivo de tu marca y
ganarás confianza.