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10 jóvenes usados por el Señor

Tristemente algunos jóvenes piensan que Dios no los puede usar. Piensan que el Señor solo
podrá usarlos una vez que hayan acabado la carrera en la universidad, o que primero se
tienen que casar para luego ser útiles en las manos de Dios. ¡Nada más lejos de la verdad!

La Biblia enseña una y otra vez que el Dios Altísimo es capaz de usar a cualquiera. Hoy todo
lo que quiero hacer es nombrar a diez jóvenes usados por Dios en las Escrituras que pueden
servirnos de ejemplo.

01. José en Egipto

Uno de los ejemplos más famosos de un joven usado por Dios es José, el hijo de Jacob.
Después de ser rechazado y vendido por sus hermanos cuando tenía solo 17 años, José acabó
cuidando la casa de uno de los hombres más poderosos en Egipto, a saber, Potifar. José se
comportó de una forma magistral en todo, aun cuando la preciosa esposa de Potifar quiso
seducirle. José se mantuvo recto en todo momento y el Señor le exaltó a la diestra del Faraón
con el fin de preservar al pueblo de Israel y a los hermanos suyos que le habían vendido años
antes. Dios fue glorificado en la vida de José.

02. El niño Samuel

Alguien aun más joven que José era el niño Samuel, el cual fue dedicado a la obra del Templo
por su piadosa madre Ana. Como niño, Samuel oyó la voz audible del Señor y recibió una
palabra profética denunciando a Elí y a su familia por sus múltiples pecados. Samuel llegaría
a ser el profeta más respetado en el tiempo de transición entre los jueces y la monarquía.
Pero todo empezó cuando era apenas un niño supuestamente insignificante.

03. El pastorcito David

Hoy día tendemos a pensar en David como el rey más importante de toda la historia de Israel.
Era fuerte, valiente y un hombre “conforme al corazón de Dios”. No obstante, David empezó
su vida en el anonimato, pastoreando las ovejas de su padre mientras sus hermanos mayores
iban a pelear contra los filisteos. Seguramente David pasó sus días alabando al Señor y vio
cómo Dios le libraba de peligros en el campo (osos, leones y otros animales salvajes). Dios
fortaleció al joven David en el lugar secreto con el fin de usarle poderosamente en la nación
de Israel. Su fe en Elohim le llevó a oponerse al gigante filisteo Goliat y a partir de su victoria,
el joven David (sin carrera universitaria y sin esposa) se convirtió en uno de los hombres más
famosos y temidos del Medio Oriente.

04. La criada de la mujer de Naamán

La sanidad de Naamán, el capitán del ejército, es bien conocida. Después de meterse siete
veces en el río Jordán, el Señor le curó totalmente de la lepra en obediencia a una palabra
profética dada por Eliseo. Sin embargo, lo que tendemos a olvidar es que la historia no
comenzó con Eliseo, sino con una muchacha hebrea “la cual servía a la mujer de Naamán”
(2 Reyes 5:2). Fue ella la que dijo a su señora: “Si rogase mi señor Naamán al profeta Eliseo
que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra”. Cuando el rey oyó las palabras de la niña
judía, siguió su consejo y buscó sanidad. No sabemos nada más acerca de la chica ni cuántos
años tenía; pero sí sabemos que poseía una gran fe en el poder sanador del Dios de Israel.
¡Ojalá todas las muchachas de nuestra generación tuviesen la misma clase de confianza en
el Señor!

05. El joven rey Josías

El nombre de Josías es conocido en nuestros días porque era uno de los pocos reyes “buenos”
en la historia de Israel y Judá. Su vida fue caracterizada por el temor al Señor, pero empezó
a reinar con la tierna edad de ocho años. Cuando se redescubrieron los libros de la Ley de
Moisés en sus días, realizó una reforma a nivel nacional que produjo un gran avivamiento.
Sorprendentemente, Josías llevó a cabo la reforma cuando tenía apenas dieciséis años.
Algunos comentan que Martín Lutero era joven cuando clavó sus 95 tesis en la puerta del
castillo de Wittenberg así iniciando la Reforma protestante. El alemán tenía sus 33 años en
aquel entonces. No obstante, Josías tenía la mitad de años que el gran reformador
protestante. ¿Quién decía que Dios no puede usar a los jóvenes?

06. Jeremías el profeta

El testimonio de Jeremías es algo parecido a aquél de Juan el Bautista. Si piensas que José,
Josías y David eran jóvenes cuando fueron usados por el Señor, ¿qué dirías entonces de
Jeremías? ¡No había nacido todavía y la mano del Señor estaba sobre él! Dice el Señor
textualmente, “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te
santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5). Antes de levantar a Jeremías
como el predicador más destacado de su generación, Dios le tenía preparado en el vientre
de su mamá. ¡Increíble!

07. Daniel en Babilonia

Es cierto que Daniel llegó a ser un hombre mayor en Babilonia, pero comenzó siendo un
muchacho. Fue escogido para cargos especiales en el extranjero porque era excelente en
todo lo que hacía. Se esforzó tomando sus estudios en serio, y luego Dios le usó en el
momento oportuno para dar testimonio del Dios de Israel a los caldeos. Tanto Daniel como
sus tres amigos son buenos ejemplos que nos enseñan que los hijos e hijas de Dios somos
llamados a ser buenos estudiantes y trabajar infatigablemente para glorificar el nombre del
Señor en nuestras vidas. La pereza es un gran pecado que los jóvenes cristianos debemos
evitar.

08. El chico con la comida

Antes de poder dar de comer a los 5.000, Jesús necesitaba comida. El que se la ofreció fue
un muchacho completamente desconocido. ¿Cómo se llamó? No lo sabemos. ¿Cuántos años
tenía? No lo sabemos. ¿De dónde era? Tampoco lo sabemos. Pero sí sabemos que estuvo
dispuesto a dar todo lo que tenía al Salvador. “Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes
de cebada y dos pececillos” (Juan 6:9). Los mismos discípulos menospreciaron su ofrenda
preguntando, “¿Qué es esto para tantos?” Sin embargo, la buena noticia es que Cristo no se
burló del chico, sino que tomó su ofrenda y lo usó para dar de comer a miles de hambrientos.
Aunque no tengamos mucho, si ponemos lo que poseemos en las manos de Cristo, Él podría
hacer maravillas con aquello. De nuevo, no hace falta ser famoso ni alguien importante para
ser usado por el Señor.
09. El apóstol Juan

Los eruditos bíblicos están convencidos de que el más joven del grupo apostólico era Juan.
Tienden a pensar que tenía alrededor de 17 años cuando empezó a seguir a Cristo. Qué
alegría considerar que Cristo tenía tiempo para los jóvenes. Cualquier otro seguramente
habría optado por escoger a los mejores hombres según la apariencia humana; pero Jesús
quiso usar la vida de Juan de una manera muy especial. De mayor, Juan se convirtió en un
gran predicador y pastor de la Iglesia de Cristo y escribió cinco libros del Nuevo Testamento.
¡Menos mal que Cristo no menosprecia la juventud!

10.- Timoteo el pastor

El último nombre en nuestra lista es el joven pastor de la Iglesia de Éfeso, Timoteo. Pensamos
que tenía sus 25 años cuando empezó a pastorear. Aun así, Pablo le estableció como una
columna del evangelio en una ciudad bien necesitada animándole a ser un ejemplo en todo:
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta,
amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12). Timoteo era joven, pero Dios quería usarle
para edificar a la Iglesia de Cristo.

Conclusión

Es cierto que la mayoría de los jóvenes del mundo solo quieren vivir para sí mismos y
entregarse a sus pasiones vergonzosas; pero el Señor, en su soberana gracia, también decide
levantar a jóvenes dedicados a la santidad y a las cosas de su Reino. Jóvenes como José en
Egipto, Samuel, David, la criada de Naamán, Josías, Jeremías, Daniel, el chico con la comida, Juan
y Timoteo. Jóvenes como tú. Jóvenes como yo.

LA VIDA EN ALTA DEFINICION

El lema del último campamento de jóvenes que ha tenido lugar en Beraca es “Full HD – La
vida en alta definición”. Full HD es la última tecnología que ha logrado hacer maravillas en lo
que se refiere a video; HD significa High Definition o sea Alta Definición. De esa realidad
hemos tomado ejemplo para aplicarla al campamento de jóvenes, señalando que también
hay una Alta Definición en el orden espiritual, en la visión y en la vida.

La tecnología Full HD permite ver los detalles que con otro sistema no se podrían apreciar;
se trata de una tecnología que tiene más pixeles, algo así como mil novecientos veinte por
mil ochenta puntos que ayudan a definir más detalles, de tal manera que los defectos que no
se veían con un sistema normal, con el Full HD se pueden ver. ¡Se ve mucho más y mejor
que con la tecnología analógica! Claro que para esta tecnología nueva se necesita una buena
visión, a un ciego no le sirve ni la anterior ni la actual.

Para poder entender bien el asunto, quiero contarte acerca de una discusión que he tenido
por Facebook con una chica, la que me escribió contándome que estaba muy mal, y me
manifestó que Dios se había olvidado de ella. Yo recuerdo que hace años atrás ella fue una
adolescente feliz, se sentaba en la primera fila en la iglesia y con una pandereta alababa a
Dios. ¡Me daba una alegría tremenda verla con su pandereta! La joven me contó que sentía
cómo el fuego de Dios la tocaba pero que ahora no lo siente más; era una chica feliz pero
ahora ya no, lo que me pone muy triste, porque ella era amiga de mi hija y de otras chicas
que han crecido en la iglesia. Esta joven se apartó del Señor y perdió la calidad de vida. Puso
en Facebook un comentario que me molestó mucho. El caso es que ella se ha alejado de la
iglesia, volvió pero otra vez se fue. ¡Está mal, el pecado la tiene atada! Entonces, comentó
que la última vez que asistió a la iglesia notó que ésta no era la misma y agregó: “Ya no hay
ese fervor como cuando yo tocaba la pandereta” y puso entre signos de interrogación:
“¿Dónde está mi iglesia? Luego me dijo: “Perdone que lo moleste, pero me he quedado sin
iglesia”. Yo me enojé por causa de ese comentario y le contesté: “La verdad es que me
molestas y mucho. La que se fue y se metió en el pecado eres tú. Los que antes predicábamos
en la iglesia seguimos ahí, los que teníamos gozo cuando tú tocabas la pandereta
continuamos con el mismo gozo, predicamos como antes y bautizamos gente, la única que
falta es la de la pandereta”. Le dije más: “Tu pecado te ha llevado a publicar en Facebook las
fotos que he podido ver y esas no son precisamente las de una mujer que anda buscando a
Dios porque si realmente estuvieras buscando a Dios ya hubieras encontrado una iglesia más
ungida que la nuestra”. La enfrenté con su pecado y le dije: “¡No estás viendo bien las cosas!”
A los pocos días me responde: “Perdóneme apóstol, la verdad es que todo lo que escribí,
estaba mal. Ese comentario lo escribí cuando estaba drogada”.

El pecado te quita la visión, no te deja ver ni entender. Las ataduras con las que el diablo liga
a las personas sean creyentes o no, les ciega el entendimiento, lo que da como resultado que
la visión se opaque. ¡Pero necesitamos ver las cosas en la verdadera dimensión, que es la de
Dios! ¡Necesitamos una mirada penetrante que nos ayude a ver la realidad de las cosas tal
cual Dios la ve! No podemos ver de acuerdo a nuestro corazón porque la Biblia
dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?” (Jeremías 17:9) No sé si los animales tienen corazón pero de ser así, su corazón
es mejor que el de las personas. ¡Si los mosquitos tienen corazón, éste es mejor que el del
hombre!

El corazón del hombre fue vendido al pecado. Jeremías 17:9 dice: ¿Quién lo conocerá? No
hay ser humano que pueda conocer su propio corazón, ni tampoco entiende hacia dónde va
éste. “…Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su
brazo…” (Jeremías 17:5) Esto se puede parafrasear: “Maldito el que humanamente,
carnalmente quiere entender las cosas”. ¿Quién conocerá el corazón del hombre? Y la
respuesta de Dios es: “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón,
para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:10).
Así que si tú quieres saber cómo eres, no te mires al espejo, mejor dile a Dios: Señor,
muéstrame quien soy yo, enséñame la realidad de mi corazón”.

Resulta pues, que esta chica, desde su pecado o desde su ceguera, quiere ver y juzgar a la
iglesia, al pastor y a los hermanos. ¡Necesitas una visión de Alta Definición! ¡Esa visión existe
y Dios se la quiere dar a los creyentes para que éstos puedan ver las cosas en su verdadera
dimensión!

NECESITAS QUE DIOS TE ALUMBRE

¿Cuántas mujeres han sido engañadas por su visión y se han enamorado de un


hombre, del que, aunque le decían que era un sapo, ella lo veía como un príncipe? ¡El padre
y la madre insisten que ese hombre es un sapo pero ella no quiere escuchar porque está
enamorada! Hasta el pastor le dice que no se meta porque es un sapo, pero ella lo hace igual.
Al tiempo, vuelve llorando y dando la razón a todos los que le decían que era un sapo.

La falta de visión te lleva a no ver ni entender en dónde te estás metiendo. Tener una mala
visión, es decir, ver mal las cosas, te lleva a tomar decisiones equivocadas y no te permite
tener una vida Full HD. ¡Necesitas que Dios te alumbre y no que tus sentimientos, tu mente
o tú razón lo hagan!

Mientras trabajamos en Monte Beraca, nosotros, los pastores, observamos a los chicos que
nos ayudan. Había allí un adolescente, sobrino de una hermana que vive en la comunidad;
ella nos había pedido autorización para tenerlo allí por unos días. El chico no es creyente y le
gustaban todas las chicas del lugar, andaba con ellas para arriba y para abajo y todos los
pastores nos percatamos de ello. Nosotros veíamos lo que otros no, muchos pensaban que
era un lindo chico, amigable, pero a los pastores, Dios nos ha dado una visión Full HD; es
por eso que les aguamos la fiesta a algunos que nos vienen a decir que están enamorados,
porque vemos más allá de lo que otros no ven. Pero esta visión, no es sólo para pastores,
sino también para todos los creyentes.

Surgió un comentario, y fue que ese joven quiso besar a una niña de once años, ella no quiso
y él se le fue encima. Mi hija menor lo buscó para echarlo de Beraca y yo lo mandé a llamar
para lo mismo. Cuando llegó a donde yo estaba, nos pusimos a conversar y como vi que
estaba acongojado, le dije que le íbamos a dar otra oportunidad, así que le permití quedarse
en Beraca, pero le advertí que lo estaríamos observando. El chico me manisfestó que se
sentía perseguido y me argumentaba que él era inocente, que lo único que quería es hacer
amistad con las chicas. Terminamos de conversar y se va a hacer a sus cosas pero a las horas
volvió y me dijo: “Tengo que ser sincero con usted, estoy enamorado”. ¡No vaya a ser de la
de once años! pensé. Pero no era ella, estaba enamorado de una chica de doce. Le pregunté:
“¿Cómo estás tan seguro de que te enamoraste?” Y me responde que la chica también está
enamorada de él. “¿Cómo sabes eso?” “¡Ella se me declaró!”, me contestó. Nosotros no le
creíamos porque veíamos que la chica tenía una carita de “mosquita muerta” y asegurábamos
que era imposible que ella se le haya declarado. Él insistía que era verdad, entonces
mandamos a llamar a la chica. Cuando viene le dije: “Él nos confesó que te le declaraste”.
“Bueno, sí pero no…” me responde la joven y agrega: “Yo le dije que me gustaba, que sentía
algo por él, pero no sé si eso significa que estoy enamorada”. “¡Yo estaba en lo cierto!”
interrumpe el chico. “Yo sólo le dije que quería ser su amigo”, agrega ella. Entonces le
pregunto a la chica: “¿A todos tus amigos les dices que sientes algo por ellos?” ¡Él dijo
que sentía algo por ella y la chica también nos declaró que sentía algo por el chico! Es la
idiotez que comenten todos los que no saben si están enamorados, entonces como no saben
lo que les pasa, manifiestan que sienten algo. Cuando vienen diciéndome que sienten algo
por alguien, enseguida los detengo y les digo: “¡No estás enamorado así que no embromes
más!”

A ella le dije que era una necia, con doce años de edad se estaba metiendo con un chico más
grande que ella, al que le gustaban todas. “Yo no lo vi con todas las chicas” me contradice
ella. “Bueno, le dije, te quiero contar, que hace unos días quiso besar a una niña de once
años, fulanita de tal”. ¡Ella se sorprendió e inmediatamente me dijo que no quería saber nada
más con él! Después de varios manoseos y de haber quedado con las huellas digitales del
chico marcadas por todos lados, se había dado cuenta que no era de Dios lo que ella sentía
por él. ¡Qué triste! ¡Es una niña de doce años! Hablamos con ella, la ayudamos, una chica
preciosa que no tiene papá ni mamá y se había criado en un orfanato. Le explicamos que
nosotros estábamos para ayudarla, para defenderla y darle consejos; al final entendió y se
hizo amiga nuestra. Le dije que si ella nos buscaba, la ayudaríamos a tomar decisiones para
que no le suceda igual que con sus padres, además de otras cosas que ha tenido que sufrir
y que ahora no vienen al caso. ¡Ella sintió que contaba con alguien que la podía ayudar a ver
mejor las cosas! ¡Si no hubiéramos interferido, se metía con el pibe!

Así, hay gente que se mete en negocios, en matrimonios y tantas otras cosas en las que
nunca debió hacerlo. Siempre cuento de una hermana que me declaró: “Pastor, he
descubierto que por veinte años he dormido con un demonio. De verdad que está
endemoniado y yo no lo sabía” ¡Estaba enojadísima con el demonio con el que había tenido
relaciones sexuales por veinte años! Está bien, el marido era un endemoniado pero ella era
una estúpida. ¡Veinte años tardó en darse cuenta que dormía con un demonio! ¿Tu crees que
esa es la clase de vida que Jesús vino a darnos cuando dijo: “Yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia”? ¡No! ¡No es una vida de errores!

Una mujer me dijo: “Si Dios existe y es tan bueno como dicen, Él tiene que hacer tal y cual
cosa”. ¡Yo me espanté! Resulta que ella era filósofa y me señaló que la filosofía de Sartre la
tenía mal. ¡Te tiene mal Sartre! ¡Yo te voy a dar con la palabra de Dios! ¡Mira si Dios tiene
que hacer lo que tú quieres o te parece, si es que es Dios según tú, y si es que existe! ¡De
ninguna manera!

Comencemos por creer que primeramente Él es Dios, que es sabio, justo y bueno; es mi
amigo y es mi Padre. ¡Comencemos por ahí! No dejemos que ningún demonio de Sartre o
cualquier otro nos den una visión incorrecta. “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue,
no andará en tinieblas…” dijo Jesús.

EL EJEMPLO DE NATANAEL: DE SISTEMA ANALÓGICO A FULL HD

Leemos en Juan 1: 44 y 45: “44Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés


y Pedro. 45Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien
escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de
Nazaret”. En palabras actuales, Felipe estaba diciendo: “Hemos encontrado al Mesías,
hemos encontrado a aquel a quien nuestro pueblo ha esperado por dos mil años. Hemos
encontrado a aquel de quien habló Moisés y los profetas. ¡Está aquí! ¡Es el hijo de José!” Y
Natanael, con una tecnología Analógica, no la Full HD, se guiaba por lo que habían declarado
por años los fariseos; ellos enseñaban que de Nazaret no podía salir nada bueno, ni profeta,
ni sacerdote, ¡nada! Entonces, él como loro repitió: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” Él
no tenía una visión profunda, más bien estaba contaminado con la visión que otros tenían y
declaraban. Natanael creía lo que creía todo el mundo creía, que de Nazaret no podía salir
nada bueno. Entonces Felipe le dijo: “¡Ven y ve!”

Señala la Biblia en Juan 1:47: “47Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo
de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño”. Jesús no declaró esto
como un halago, tampoco pretendió pasarle la mano por las espaldas para ganárselo; Jesús
sabía que Natanael era un hombre íntegro y que no había engaño en él. Y seguimos leyendo
en Juan 1:48: “48Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le
dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te
vi”. ¡Cómo podía ser que Jesús conociera a Natanael si no eran amigos, ni siquiera se habían
relacionado antes! ¡Jesús, sólo miró a Natanael!
Se dice que hay hombres que tienen una mirada penetrante, que miran a una mujer y la
desnudan, pero no se trata de eso a lo que me refiero, se trata de la visión de Jesús. Es como
cuando habló con la mujer samaritana a la que mandó a buscar a su esposo pero ella le
respondió que no tenía esposo: “17Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús
le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; 18porque cinco maridos has tenido, y el
que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. 19Le dijo la mujer:
Señor, me parece que tú eres profeta (Juan 4:17 19). Jesús tiene visión Full High
Definition. ¡Él sí que te mira y te ve desnudo! No necesitas ir con argumentos delante de
nadie porque Jesús ya sabe todo de ti antes de que digas nada, y es que te ha visto como a
Natanael debajo de la higuera. ¡Te vio y ya está, no necesitas más! ¡Esa es la visión que Dios
quiere darte!

Una buena visión te lleva a tomar buenas decisiones, lo que a la postre, te lleva a una buena
vida. Hay demasiados creyentes que están esperando esa buena vida que Jesús les ha
ofrecido, pero no saben ver ni decidir, no saben qué hacer porque no tienen la visión que se
necesita para alcanzar esa vida. ¡Jesús quiere cambiar tu visión y te quiere dar esa clase de
vida que estás esperando! ¡Una vida de gozo, de paz, no de fracaso, sino de victoria en
victoria y de gloria en gloria! Jesús sabe el motivo por el que te trajo al mundo, y sabe
también lo que te está enseñando. Tú no sabes para qué has venido, pero Jesús ha venido
para cambiarte la visión y así poder disfrutar de esa vida abundante que te ha prometido.

¡El Señor te ama y anhela que tengas la misma visión que Él! No se trata de cualquier visión
sino de la misma que Él tiene porque Dios ha derramado su Espíritu Santo sobre los creyentes,
el cual es el Espíritu de Cristo para que los creyentes miren, piensen y hagan como Él.

Cuando Natanael escuchó lo que Jesús declaró, enseguida respondió: “…Rabí, tú eres el
Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel” (Juan 1:49). Primero había dicho que de Nazaret
no podía salir nada bueno. ¡¿Qué pasó con este hombre?! ¡Esa declaración es la primera, en
el Nuevo Testamento, de alguien que confiesa que Jesús es el Rey de Israel y que es el Hijo
de Dios! Y esto lo apreciamos en el capítulo uno del evangelio según San Juan; Jesús aún no
estaba desarrollando su ministerio, Él recién estaba eligiendo a sus discípulos. Antes de que
Jesús hiciera grandes cosas, ya, Natanael, supo que Jesús era el Rey de Israel, aquel de
quien los profetas habían hablado. No necesitó muchas explicaciones, tuvo un contacto
mínimo con el Señor, fue una pequeña conversación y salió de su boca una declaración de
fe. ¡Tuvo una visión que nadie había tenido! Todos creían que Jesús era como cualquier otra
persona de carne y hueso, otros lo veían como un gran profeta, pero el Señor era más que
eso: ¡Jesús era el Hijo de Dios en la tierra!

Cuando Pedro dijo: “68… Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna. 69Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente” (Juan 6:68 y 69), ya llevaba un buen tiempo viviendo con Jesús, y ya había
presenciado muchos milagros como la multiplicación de los panes y los peces, ya había
aprendido muchas cosas del Señor, pero Natanael recibió en un instante una visión
extraordinaria.

¿Quieres tener tú una visión así? ¡Hoy Dios te limpiará los ojos! Señala la Biblia que si tu ojo
está en luz, todo tu cuerpo está en luz. ¡Tu vida entera estará en luz si tu visión está en luz!

En el capítulo 2 de Juan sucede algo que llama la atención respecto a la visión de


Jesús: “23Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su
nombre, viendo las señales que hacía. 24Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos,
porque conocía a todos, 25y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio
del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre” (Juan 2:23 al 25). “¡Hola
Maestro! ¿Qué tal Maestro? ¡Te quiero mucho! ¡Qué tremendo lo que has hecho!” Jesús no
se fiaba de ninguno porque los conocía a todos, no necesitaba andar indagando de dónde
venían, quiénes eran sus padres y por lo que han pasado. ¡No! ¡Él miraba a las personas y
las conocía! Cuando dice que Jesús sabía lo que había en el hombre significa que Él veía si
había un demonio de lujuria, de falsa humildad, de hipocresía, sabía si había timidez, temor,
amargura, resentimiento. ¡Jesús conoce lo que hay en el hombre!

Cuando hay amargura, uno puede ver a través de ésta, como sucedió con la joven que
mencioné, ella se drogó y comenzó a despotricar en contra de la iglesia pero reconoció que
estuvo mal y me pidió perdón. Es que cuando sales del efecto de tu pecado, tu visión es
distinta. ¡Cuando el pecado es limpiado, la persona comienza a ver bien!

Esto es para mostrarte cómo ve Jesús, y el Señor pretende que veas como Él ve. La Biblia
señala: “13Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os
hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13). ¡Tú no serás engañado sino
que sabrás la verdad antes y no después! ¡No serás engañado porque tienes la visión antes
del mal y no después!

Volviendo a Juan 1:50 y 51 leemos: “50Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te


vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. 51Y le dijo: De
cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles
de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre”. Jesús estaba diciendo:
“¡A ustedes les voy a cambiar la visión! ¡Si baja algún ángel, o si sube ustedes lo verán!”
¿Cómo hago yo para tener esa visión? ¿Cómo hago para ver como vio Natanael? Jesús le
aseguró a Natanael que vería cosas más grandes y también te lo promete a ti. ¡Verás cosas
más grandes de las que has visto!

“¿Cómo hago para tener esa visión para que mi esposo no me engañe? ¡Ya me he casado
con varios hombres!” Siempre cuento de un evangelista que quería trabajar conmigo; cuando
llegó, se presentó y me contó de su trayectoria. Según él, había conquistado el mundo entero,
y después me enteré que se había casado unas diez veces. Él me hablaba de la unción, del
fuego, que la gente se caía al suelo cuando él predicaba. Este hombre quería ser parte de mi
equipo pastoral pero le dije: “Me han comentado que te has casado como diez veces”. “No
he tenido suerte con las mujeres” me contesta y agrega: “Me han salido todas mal” ¡En vez
de reconocer que es un gil de cuarta y que no sabe lo que ve ni con quién se mete, anda
diciendo que todas las mujeres le salieron mal! ¡Si no sabes con qué mujer te metiste, no te
quiero de evangelista! No sabe con quien se casó y al poco tiempo dice: “Padre, la desecho,
me salió mala, mándame otra”.

CONCLUSIÓN

¿Cómo haces para tener una visión Full HD? Juan 1:50 dice: “50Respondió Jesús
y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que
estas verás”. Dicho de otra manera: “Por cuánto creíste, te prometo que vas a ver más
cosas”. ¡A aquel que cree en Cristo le alumbra la luz del mundo! ¡Es una cuestión de fe! La
fe te lleva a ver, ésta es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve; es
otra clase de visión que te lleva a la dimensión de Dios. Si tú puedes creer en la palabra que
Dios trajo a tu vida, hoy recibirás una nueva visión, entenderás mejor lo que sucede en tu
casa, o por qué te metes en deudas, podrás entender mejor por qué no puedes arreglar los
problemas que tienes con tu suegra. Entenderás mejor cómo guiar a tus hijos, o cómo llevarte
con la iglesia y con el pastor. ¡Dios te hará ver!

Si puedes creer como lo hizo Natanael, estás en condiciones de ver mejor, estás listo para
que Dios cambie tu visión. Dios quiere cambiarte la visión para que no seas un fracaso, para
que no lo avergüences hablando, pensando y haciendo sandeces. ¡Por amor de su nombre,
Dios te quiere cambiar la visión, para que no lo dejes mal!

Personas que sienten temores, no pueden ejercer fe, por lo tanto carecen de visión. El temor
te da una visión y la fe te da otra. El temor te hace incapaz, incrédulo, te debilita, te hace
cobarde; el temor se enseñorea de ti. Si es que tienes temores, deberás renunciar a ellos
ahora porque no puedes decir que tienes fe si éste te domina. Gente que duda, no puede
tener fe, por lo tanto carece de visión, porque la duda te ciega el entendimiento, te da
inseguridad, entonces, quien está inseguro, no puede tener fe ni visión, porque la fe te da
seguridad. ¡Tienes que renunciar a ese sentimiento de inseguridad ahora! La inseguridad, el
temor y la duda son cosas que no pueden habitar en ti, porque quien tiene fe no teme, no
duda y está seguro.

¿Estás conciente de que Dios hoy quiere romper las ataduras del temor, de la duda o la
inseguridad en ti? ¡Esos yugos del infierno caerán ahora! La unción del Espíritu Santo, hará
que el yugo de la duda, de la inseguridad, de la incredulidad y del temor se pudran. ¡¡Yo te
digo que si puedes creer, cosas mayores que las que has visto verás a partir de hoy!!

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