0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
10 vistas1 página
El documento habla sobre el éter, una sustancia que dotaba al mundo de energía y permitía la fertilidad y curación. Sin embargo, el antiguo rey separó el mundo en dos, privando de éter a la tierra del sol negro. Los juradores del hierro han intentado durante siglos traer de vuelta el éter a esta tierra oscura.
El documento habla sobre el éter, una sustancia que dotaba al mundo de energía y permitía la fertilidad y curación. Sin embargo, el antiguo rey separó el mundo en dos, privando de éter a la tierra del sol negro. Los juradores del hierro han intentado durante siglos traer de vuelta el éter a esta tierra oscura.
El documento habla sobre el éter, una sustancia que dotaba al mundo de energía y permitía la fertilidad y curación. Sin embargo, el antiguo rey separó el mundo en dos, privando de éter a la tierra del sol negro. Los juradores del hierro han intentado durante siglos traer de vuelta el éter a esta tierra oscura.
Se dice que el éter formó las montañas y dotó de color los cielos. Cuentan los libros antiguos, que el éter se mueve entre lo vivo y lo muerto, dotando el mundo de una energía tan poderosa como el mismo sol. Con él puedes traer luz a los lugares oscuros, puedes cosechar comida en las tierras más infértiles, e incluso puedes curar la enfermedad. El éter existe en el mundo para que este no muera, el éter existe para llegar a cada rincón. Sin embargo, el ser humano es egoísta. El antiguo rey separó el mundo en dos usando el poder del sol blanco. Tomó sus reinos y sus habitantes y los elevó lo más cerca del sol que produce el éter. Y debajo de él, creo un nuevo cielo y un horizonte de nubes y falsas estrellas. Privando de éter a familias y pueblos. Dejando atrás a los antiguos juradores del hierro, guerreros conocidos por ser los mejores soldados del reino del sol blanco. Esta es la tierra del sol negro, un lugar donde poco a poco mueren los lugares donde se puede cosechar comida, donde las criaturas de la noche confunden la luna con el nuevo sol y atacan a cualquier hora, donde el bandidaje se volvió una profesión como lo sería antes la erudición, donde es más importante conseguir minerales que libros y donde la gente olvidó que los juradores del hierro también fueron traicionados. En este lugar las pocas gotas de éter que se filtran con la lluvia son el tesoro de los nuevos gobernantes. Una tierra destinada a morir bajo el escaso brillo del sol negro, la tierra de los pobladores del metal. Los juradores del hierro llevan siglos intentando encontrar la manera volver a traer el éter al mundo. Un camino que los lleve a la tierra del sol blanco más allá del mar de nubes, algo que le devuelva el brillo a las tierras ahora oscuras, donde la noche parece más noche. No sé quien seas, y la verdad me importa poco, pero si encontraste esta lámina de acero, es porque quieres jurar. Y no importa que juramento hagas, sólo trae de nuevo, el maldito éter.